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AL ENCUENTRO DE LA INTOLERAJ.

'\TCIA

(Fragmento)

Philip Lich tenberg


Janneke van Beusekom
Dorothy Gibbons

Traducción .realizada para el seminario del Dr. Philip Llchtenberg en el


"Coloquio de Gestalt en Buenos Aires", Argentina
Traducción a cargo de Cristina Fudani.
Este material se encuentra resguardado y no pu("_j~ ser reproducido
I -"''"
:71

Las actividades del Dr. Philip Llchtenberg son organizadas por el


.. ;.·'
"Coloquio de Gestalt en Buenos Aires"

coordinado por Myriam Sas de Guiter, Llc~ciada en Psicología U.BA.


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¡¡·.-·~
f.-·-.
Coloquio de Gestalt en Buenos Aires
Potosí 3979 6º 18 (1199) Buenos Aires, Argentina
Tel: 54 11 4983 2582 Fax : 54 11 4865 9551
E-mail: guiter@overnet.com.ar

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Prefacio
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....
Prefacio
.,..· Este libro concierne a lo mundano y a pautas de acción en lo cotidiano. Mientras que los voceros
:<•
de la sociedad moderna parecen estar preocupados con lo dramático y lo heroico, lo que llama
mucho la· atención, lo sensacional y lo horrorifico~ la vida para la mayoría de nosotros es más
común. Sin embargo es en los pequeños intercambios, repetidos con frecuencia, que se prepara el
terreno para abordar los intercambios grandes y de mayor ·desafio. El significado de la vida está en
el vivir, en cómo manejamos lo que nos atrae del mundo, en cómo manejamos las interacciones
. emocionalmente vívidas que surgen en el curso del día. La democracia, asimismo, la máxima
::· ) ·expresión de la existencia comunitaria, depende en gran medida de cómo nos desempeñamos con
nuestras responsabilidades sociales y políticas todos los días, en las conversaciones, en el trabajo,
en las decisiones a la hora de la cena y con nuestros grupos de diversión, en la iglesia y en la
,, t ) cancha. Vivimos en el aquí y ahora, no sólo "allá afuera" sino también en nuestro barrio, con
':j ) primos y conocidos, nuestros padres y compañeros de clase.
· ) Con esta creencia, se nos indujo a que obser'Váramos cómo algunas expresiones emocionalmente
cargadas y socialmente provocativas - específicamente racismo, sexismo, homofobia, anti-
,-¿.
·,.:~
semitismo, clásismo y otras formas de odio hacia grupos determinados o personas diferentes -
) aparecen en la vida cotidiana. Comenzamos examinando nuestras propias reacciones ante tales
) experiencias y charlando con otros acerca de sus reacciones cuando alguien expresa una frase
provoc'!tiva tal como un comentario homofóbico o un chiste étnico en su presencia. Muchas de las
personas con las que charlamos informaron que ellos también se encuentran en uri dilema cuando
.. ~ 1
oyen tales comentarios. Desaprueban estos comentarios y se sienten incómodos, pero tampoco se
'~ sienten satisfechos con las diversas respuestas que han intentado. Su interés en este tema y sus
) reacciones emocionalmente intensas a nuestras preguntas nos alentaron <'. indagar este territorio
· familiar, casi incidental. Esto nos llevó a solicitar historias sobre experiencias con el prejuicio, no
.) sólo qué les habían dicho sino tamb,ién cómo habían reaccionado frente. a tales comentarios.
.
1

·~ ) Lo que más nos impresionó fue cuán inacabados eran losiencuentros para aquellos que nos
) contara~ sus historias. Todaví~ resonaban en ellos los episodios, todavía _se sentían en?jados,
confundidos, fiustrados o vencidos. Con nuestras preguntas aparentemente mocentes tocabamos
:· ) heridas sin cerrar. Sus descripciones eran profundas y conmovedoras. No hubo problema en seguir
charlando con personas que nos contaban sus historias, y mientras lo hacíamos, aparecían más y
J más historias. Los cuentos se multiplicaban.
:. )
; Pero describir solamente lo que sucede es limitado porque nos hace tanto a nosotros como a los
l
J que nos hablaban observadores pasivos del acontecimiento social. El diagnóstico es mucho más ·
racil que el tratamiento; escuchar qué pasa en esos encuentros difíciles es mucho más simple que
lponerse a pensar qué hacer. Con la fuerza de penetración de la TV, las películas, la radio y otras
)formas de contacto masivo inmediato, nos hemos convertido por demás en una nación de
: ¡espectadores. Al hacerlo hemos fomentado nuestra propia impotencia, aún cuando admiremos, e
.i ¡incluso idolatremos, a actores, atletas y políticos cuyo objetivo es el poder, ser fuertes, agresivos,
~dominantes e invulnerables. J;>ara lograr que meramente nos oigan en la sociedad de estos días
· debemos gritar, o ser extraños, o decir cosas atroces y falsas. Vamos a contrapelo, entonces,

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' )
cuando queremos que presten atención a lo común como fuente de actividades afirmadoras de
vida e intensificadoras de poder. Pero a eso es a lo que nos abocamos en este libro, y prometemos
a los que nos sigan con apertura mental que encontrarán oportunidad de reflexionar sobre sus
propias vidas y aprender posibilidades de hacer la vida más activa y vital. .
Comprender una situación compleja y que implica desafio sin saber tampoco qué se podria hacer
ante tal situación es_ limitante. Por lo tanto nos hemos comprometido a ir más allá de la
comprensión a una propuesta de pautas. Dado que la vida es creativa, las acciones se
desenvuelven de maneras sorprendentes y otras personas son parte de lo que sucede en tales
desenvolvimientos; por consiguiente, no podemos dar pasos específicos para que se realicen actos
importantes. Su abuela es distinta de la nuestra, el timbre de su voz es distinto del de la nuestra, la
música de sus relaciones puede ser más o menos melodiosa que la de la nuestra. Estas variaciones
significan que no podemos recetar soluciónes en forma detallada. Los científicos sociales que
quieren controlar y predecir el comportamiento de sus sujetos están equivocados. La creatividad
de c;;ada momento es lo que nos hace humanos y nos hace ag1::ntes de nuestras vidas. Es una
realidad afortunada, creemos, porque le deja a cada individuo la responsabilidad y oportunidad de
encontrar su propio camino para construir la comunidad. La creatividad y lo impredescible de los
hechos en nuestras vidas son manantiales para comunidades estimulantes y democráticas.

Sin embargo existen principios que pueden decodificarse a partir de ejemplos de encuentros
vividos que llevan a resultados que difieren, principios que pueden servir para informarnos de
abordajes que de otra manera no habríamos considerado. Y hay lecciones, también, que nos
muestran las limitaciones de acciones que habíamos pensado que eran justo las correctas. En un
mundo que conoce demasiado bien la intolerancia, en qüe las religiones a me!1ud6 se construyen
sobre el odio hacia los otros, en el que las lealtades con el propio grupo son "estrechas y centradas
en protegerse contra otros temidos, en el que la discriminación en el sentido negativo del prejuicio
y disgusto es un lugar común - en un mundo tal, se le deberia dar la bienvenida a cualquier
P.Sfuerzo que promueva la reconcili~ción y el conectarse. En eso nos centramos en este libro.
Aunque hemos usado ideas técnicas y lenguaje extraído de la psicología, nos hemos esforzado
para que nuestra línea de pensamiento sea clara para cualquier persona inteligente de mente
abierta. No tenemos duda de que el tema es vital y probablemente lo será aún más en el dificil
futuro que los problemas de hoy parecen indicar. Cómo encontramos con los que nos desafían
emocionalmente, que difieren profundamente de nosotros, que sin embargo son importantes en
nuestras vidas actuales, es un problt'.ma significativo. Esperamos contribuir a hacerlo un problema
que inspire a la gente a accionar.

Arrancamos de Ja perspectiva de que los comentarios, ya sea que estén vinculados a racismo,
sexismo, homofobia, anti-semitismo, anti-catolicismo, etc., son esencialmente proyecciones. Por
proyección nos referimos a una forma particular de percibirse a uno mismo y a los otros en el
mundo de uno. En una proyección, algo de una cualidad emocionalmente rica que se está~c.iendo
conciente es productora .<le ansiedad en el individuo. Como consecuencia, para no da~se-cuenta de
esa cualidad ni de la ansiedad que acompañaria tal conciencia, Ja persona le atribuye a otra persona
,.alguna caracteristica de una fuerza emocional comparable. Así, si una persona siente un fuerte
amor (o temor, o disgusto) hacia alguien en su proximidad y percibe que el sentimiento crearía
ansiedad, el individuo quizás se dé cuenta, en su lugar, de manera condenatoria, de la inmoralidad
de una figura distante. La proyección le permite a la persona percibir intensidad emocional sin
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.
/
apropiarse (sin atribuirlo al self) del sentimiento detenninado que había surgido. Los chistes y los
comentarios etnocéntricos, junto con los comentarios sexistas, son vefúculos comunes y
convenientes de las proyecciones. Reconocer esto - y se lo ha dicho muchas veces en el pasado y
es casi un lugar común ahora - creemos que lo que es conocimiento clínico puede convertirse en
una buena ventaja en nuestras vidas sociales más amplias. Los clínicos tienen considerable
experiencia en llegar a acuerdos con personas que proyectan en ellos o en otros en el mundo, y esa
experiencia se puede adaptar a la vida social. Este libro es un intento de tal adaptación.
Cuando adaptamos los 'insights' de los clínicos en lo relacionado al manejo de las proyecciones,
no tenemos la intención de que la gente común se haga terapeuta. Más bien tratamos de que la
gente común disponga de nuevas formas de abordar algo que es corriente en sus vidas.
Argumentaremos que las personas ya e~tán haciendo algo, y nuestra intención es valorar de
manera critica lo que se está haciendo. y ofrecer ayuda para que las· cosas se hagan más
efectivamente. No esperamos la perfección ni grandes avances mientras las personas usan estos
insights. Pocos terapeutas actúan bien en l<J, vida cotidiana cuando se enfrentan a comentarios
racistas o sexistas, como ilustraremos. Lo que .esperamos es que los individuos se sientan
alentados a intentar métodos nuevos cuando se vean envueltos en estas cuestiones y sientan como
resultado el entusiasmo de que es posible.
Aunque nos concentremos en el mecanismo llamado proyección, no intentamos "patologizar" a
las personas que son racistas, sexistas, homofóbicas y· demás. O sea, aunque creemos que· las
proyecciones involucradas en estas acciones son proyecciones defectuosas y que las personas que
están proyectando pueden beneficiarse con un intercambio que corrija los errores que las misma
'involucran, no analizamos a las personas conforme a ningún diagnóstico psicopatoiógico. Creemos
que todas las personas proyectan gran parte del tiempo en !as conversaciones diarias y eso no los
califica_ (ni a nosotros) como psicopatológicos. Por supuesto, dadas nuestras historias personales
y la sociedad trastornada en la que vivimos, cada uno de nosotros tiene problemas psicológicos,
pero éstos varian considerablemente entre nosotros, y el objetivo de nuestro trabajo no es sobre
una patología dada detrás de expresiones racistas. Todas esas expresiones representan lo que en
r,;-:~
terapia Gestalt llamamos "ajustes creativos", ajustes que en un determinado momento srrvieron a
un propósito positivo y ahora sirven de forma menos eficaz de lo que lo hacían originalmente. Los
, que patologizarian estas proyecciones parecen sustituir un diagnóstico psicológico por la condena
moral, y no nos interesa diagnosticar ni condenar. Sí nos oponemos al racismo, sexismo,
', -* homofobia, anti-semitismo y otras formas de proyecciones discriminatorias, pero deseamos
hacer!o de una manera que sea respetuosa e igualitaria - tarea nada fácil.

Este. libro no es un informe científico ni un estudio de caso clínico. Nos hemos abocado al
estudio.· extendido de un evento común, a pensar en este tema durante un largo tiempo, a hablar
con amigos y colegas sobre lo que hemos estado encontrando, y a un simple juego con ideas.
Comenzamos a escribir un artículo corto sobre la proyección en la vida cotidiana para dar más
detalles de nuestro análisis de la proyección entre profesionales que trabajan con víctimas
(Gibbons et al. 1994). Mientras recogíamos ejemplos, surgieron ideas y criticas de cómo nosotros
. Y otros nos manejábamos para enfrentar proyecciones en fiestas y en nuestras casas; nuestras, ideas
·adquirieron complejidad y color. Lo que iba a ser un artículo corto evolucionó primero en uno más
largo, luego en una monografia, y finalmente en este ensayo con formato de libro.
Hemos construído este libro en tomo a la formulación de un problema, usando teoria derivada
,de los supuestos del psicoanáli~is común y de la terapia Gestalt, como así también numerosos

3
ejemplos que hemos recogido. No pretendemos haber reunido ningún "muestreo representativo"
que pudiera dar un tono de generalización científica a nuestro trabajo. Sin embargo hemos
recogido material de una variedad de gente en varios contextos distintos. La similitud y lo
reconocible de las cuestiones contenidas en estos ejemplos nos han convencido de que nuestro
análisis tiene amplia relevancia. Contamos en buena parte con la resonancia dentro del lector con
relación a nuestros ejemplos. Si el lector tiene apertura mental y aún así estos ejemplos no le
resultan familiares, estaremos muy sorprendidos. Y abiertos para las correcciones.

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1
Un Acontecimiento Corriente

Sucede todo el tiempo. Se reúne la familia y amigos para celebrar una fiesta, Día de Acción de
Gracias, Ja Pascua, o un picnic veraniego en el parque. La conversación es burbujeante y cálida, o
correcta y mesurada, o relajada y coincidente, de la manera que sea usual para el grupo de familia
y amigos que se han reunido. Luego, generrumente de forma bastante inesperada, alguien cuenta
un chiste racista o étnico, o comenta de manera sexista. El comentario no está limitado a grupos
mayoritarios de la sociedad y podria venir de cualquiera: padre, abuelo, tío, cuñado, primo, amigo
de la familia, alguien conocido por tener tal orientación por algunos o todos los presentes. Y el
comentario produce un impacto pronunciado en el grupo. Quizás todos rían y parezcan sumarse a
la diversió~ pero generalmente existe una subcorriente de tensión que acompaña y que nadie
quiere_ consignar. Quizás haya un blanco preferido en el círculo - la hija, tal vez, conocida por sus
modos feministas, el amigo que tiene lazos interraciales, el tío muy liberal abiertamente
preocupado por los carenciados, o el miembro de la familia más reactivo a la última experiencia
. insultante que ha tenido que padecer por ser gay o tener la piel oscura. Cualquiera que sea la
particular conjunción de personas, este cuadro es actuado en muchas reuniones distintas y
raramente, si acaso, existe una resolución simple y feliz de las tensiones generadas en estas
reuniones. Prevalece una cierta inquietud. Pero por mantener Ja paz o la armonía o la unidad
familiar nadie contesta directamente a la desaveniencia que se ha creado en el grupo. En su lugar,
se ríen cortésmente o con exagerada hilaridad, o miran para otro lado y cambian de tema, o se
retiran emocionalmente de la situación. La procurada unidad de sentimiento, si se logra, cuesta
carisima, y el infeliz resultado es que se producen retiros y desacuerdos. Los individuos -
incluyendo al que ha hecho el comentario - se van de estas reuniones sintiéndose tensos o enojados
o molestos, a meIJ.udo sin tener conciencia de lo que ha ocunido y preguntándose por qué con
tanta frecuencia se van de estas reuniones familiares sintiéndose desconcertados y
desilusionados. '
Estos chÍstes y comentarios sexistas o racistas tienen un efecto tan adverso en un grupo que son
más que meramente expresiones inadecuadas, desagradables. Son poderosas proyecciori:es que
resultan de la incapacidad o falta de ganas de manejar sentimientos fuertes .por parte de la persooa.
que proyecta. Estas proyecciones, que temporariamente pueden aliviar a la persona de
sentimientos intensos, posiblemente dolormms, remueven conflictos no resueltos en aquellas
personas presentes de manera que los que e!!cuchan se convierten en algo más que espectadores
no involucrados. Los que escuchan tambié~ de repente, ex(l((rimentan pesados sentimientos y se
----·---·~··

1
F

encuentran arrojados a una situación cargada emocionalmente en la cual pueden tener fuertes
convicciones, tanto acerca del punto de vista social expresado en la proyección como de la
persona que ha proyectado recién:.· Pero a causa de que estas proyecciones se han inyectado en una
reurúón aparentemente annoniosa, la presión para colaborar es sutil - no aparece como una orden
sino como una invitación. Usamos los ténninos invitación e invitado para enfatizar el hecho de
que el que es.cucha ncr puede-permanecer como un simple observador de lo que está ocurriendo.
Una invitadón es un llamado para participar de algo - ya sea una invitación a una boda o una
invitación a reírse de un chiste. El que escucha está obligado a responder de alguna manera. Aún
una no-respuesta es vivenciada por la persona que ha hecho la invitación como una forma de
declaración. Por consiguiente, una vez que se ha lanzado una invitación, el que escucha se
convierte en un invitado, un participante voluntario o involuntario de una relación.

Cuando discutíamos las diversas maneras en que la gente había respondido a las invitaciones
para· colaborar con las proyecciones, nos dimos cuenta de que entre las personas que se negaban a
colaborar - independientemente de cómo eligieran negarse - existía un fuerte sentido de
responsabilidad para replicar al comentario discrirniriatorio como así también fuertes deseos de
evitar volverse contra aqueIIos miembros. de la familia· y amigos que hicieron los comentarios y
) evitar causar alboroto en una reunión social. Este libro intenta sumarse a los que están tratando de
resolver la forma de responder de manera razonable y responsable, a los que eligen usar estas
invitaciones cómo medios para salir al encuentrro de sus propias .reacciones fuertes ante las
proyecciones .. Cuando a alguien se lo ha invitado a colaborar, ya no puede alegar inocencia o no-
compromiso. Se puede elegir cómo actuar para responder a la invitación, pero las acciones de uno
tienen un impacto en uno mismo, en la persona qué proyecta, en el entorno inmediato y en et
mundo social más grande. · · .
Creemos que los innumerables actos humanos de los que el mundo ha sido testigo - guerrasl
) genocidios, . siglos· de. opresión -y. crímenes. por. motivos. raciales o religiosos - son esencialmente
<: .. .resultado directo de proyecciones. E incluso sospechamos que tales actos horroríficds tienen sus
,.. ., raíces en las relaciones sociales insanas que creamos o permitimos--que existan en aquellos grupos
r.1 l con los que interactuamos cotidianamente~ en nuestras familias, entre nuestros amigos y conocidos
Y en nuestros lugares ·de trabajo~- ~os chistes racistas o étnicos o los comentarios sexistas ,1

inf~mialmente compartidos "entre amigos" en dichos ámbitos son algo más que inocentes
(~
exm:~siones. Son importantes proyecciones a pequeña escala y proveen el abono del cual emergen
>lasy~~y~_"..C?iº!l~S _más _devastadoras vinculadas a animosidades en gran escala y a la opresjón.

. No .es excesivamente dificil observar y diagnosticar las proyecciones, y tales prácticas se han
..:- )convertido en lugar común tanto en ámbitos clínicos como· en interacciones cotidianas. Hemos
.:;, laprendido, no obstante, por propia experiencia e investigando la literatura profesional que es más
1fácil reconocer y etiquetar tales procesos que hacer algo productivo cuando uno se relaciona con
.·.- luna persona que está proyectando activamente. El etiquetar nos permite permanecer objetivos y en
·.~ parte separados de
la persona que ·proyecta; esta separación nos protege de involucrarnos
.. . activamente con la persona que se en.cuentre en medio de una experiencia emocional intensa y nos
~- >resguarda de llegar a estar abrumados por esos sentimientos intensos que se han suscitado dentro
/ huestro o de la persona que proyecta como resultado de las proyecciones. Relacionarse con
} \alguien que está proyectando activamente es a la vez dificil y abrumador. La gente no proyecta en
pt_~~~.que-se-sient3.!1 __ ~()!~~t_o_~ de -~gu_na forma por lo que puedan experimentar Ilegan ay
,%., )

5
"'::···

:::::
_gr:ª=Qdes · extremos en las relaciones sociales para evitar esa conciencia interior. Se debe tener
mucho-;;-ui~ªdo~- cuando uno se compromete en esta empresa por miedo a que la persona que
proyecta se desborde con sentimientos inmanejables. ·
Al mismo tiempo, ·no abordar las proyecciones cuando éstas operan es costoso a los
participantes y. finalmente· acarrea problemas aún más dificiles. Malas interpretaciones, falsos
conceptos, alienación, antagonismo y . excesivo auto-control son todos síntomas de procesos
~)

Q.royectivos rio tratad,os. Las proyecciones defectuosas tienden a cortar la comunicación o a


~uarla y conducen a hostilidades entre los individuos y también entre los grupos.
. . .
El asunto se complica más por el hecho de que no todas las proyecciones son defectuosas.
Como para poder comprender a otros, debemos trabajar con la empatia, una forma de proyección,
por consiguiente la proyección tiene una base sapa y es necesaria para el desarrollo humano como
también para las relaciones sociales básicas. Las similitudes que armonizan entre.el. selfy .el otro,
en.las que.no. se pierde nada del ·self, son proyecciones sanas y fiuctíferas, y no nos centramos en
esos tipós de procesos en este análisis. Aquí nos preocupan solamente aquellas proyecciones que
son defectuosas, aquellas en las que el individuo pierde parte del sí porque le atribuye algo. a una
persona o grupo fuera de sí mismo.
Más aún, ·nos interesan especialmente aquellos instantes en que una persona proyecta e invita a
· otra a colaborar. La persona proyectante que hace un chiste sexista puede que espere que los
miembrps de su· auditorio· se sumen al humor o que hagan una esperada y típica objeción de
manera que· se despliega una suerte de tomada de. pelos y sarcasmos. No hace falta que la
colaboración sea coincidente; sólo necesita conformarse a un patrón esperado. Por ejemplo, si un j'
hombre siempre consigue una acalorada pelea cuando su esposa responde a sus comentarios
sexistas, entonces inadvertidamente han creado una manera de colaborar en torno a las
proyecCiones de él. · Las réplic(ls · familiares, repetidas, ya sea que aparezcan apoyando o
confrontando pueden dar un cierto alivio a la persona que proyecta, y hasta a su pareja, pero no le
po~ibilitará a la persona darse plenamente cuenta de su propósito. r
Este libro contiene dos partes. En la Parte I exploramos las siguiente preguntas complejas sobre i
el proceso de proyección: ·
.... )'
¿Qué se encuentra detrás de la compulsión de una persona a proyectar?
¿Cómo intenta cambiar su realidad psíquica a través de proyecciones la persona que proyecta?
· ¿Cómo afectan tales proyecciones a los que las presencian y a los que son invitados a colaborar
en las mismas?
¿Cómo contribuyen los que están presentes durante la proyección - quizás involuntariamente - a \·
1

que se den las condiciones para el surgimiento de tales proyecciones?


. ¿Cómo la'perspna que proyeda cuenta con la colaboración de otros para completar las .;~.

proyecciones?
/¿Cómo los invitados a colaborar con las proyecciones en situaciones cotidianas facilitan o
...
fomentan esas proyecciones - y las consecuencias sociales II1ayores de tales proyecciones -
con su falta de ganas o incapacidad para manejar esas invitaciones de manera efectiva?
{
En la Parte II nos alejamos del análisis de q{ié son '1as proyecciones y qué suscitan en los que
rodean al proyectante para abocarnos a un asunto más activo: ¿Qué hace uno en tales situaciones?
Exploramos las diferencias entre buen manejo y mal manejo de las invitaciones para colaborar con
/:
·•.
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las proyecciones. Vemos eLbuen manejo como las respuestas que conducen a la reapropiación de
la? proyecciones y a un aumento de la cordialidad, mientras que consideramos el mal manejo como
las respuestas que conducen a proyecciones más profundamente atrincheradas y al aislamiento.
Somos concientes de que no existe una respuesta correcta a las proyecciones y que la gente a
menudo es sólo parci~ente efectiva cuando intenta manejar una invitación para colaborar. En
este libro identificamos cinco respuestas corrientes que constituyen mal manejo y discutimos en
detalle cómo estas respuestas son hirientes tanto al que proyecta como al invitado. Discutimos
cómo eLoci_iQ_ a sí mismo es un punto_ básico que subyace en estas proyecciones. Proponemos que
para que sobrevenga el buen manejo, el invitado debe responder empáticamente al que proyecta,
mien!fílS- se. encarga de una compleja experiencia interior. Demás ·está decirlo, esta última
•·afirmación exige considerable elaboración, y una parte significativa de la Parte II está dedicada a
•desmenuzar qué queremos decir con buen manejo. A lo largo de todo el ensayo usamos ejemplos
exterisivamente para explicar y sustentar nuestro trabajo teórico. Concluimos con un capítulo en
que ampliamos algunos temas surgidos de este trabajo y reflexionamos sobre sus implicancias en
Jos esfuerzos humanos y sociales. ·

-----------------------------------------------------~---------------------------------------------------------
2
Principios de las Proyecciones Defectuosas

1ara poder comprometerse productivamente con una persona que está proyectando en forma
1· "'Ctiva y que nos invita como colaborador en su proyección, debemos tener nociones de los
orincipios básicos de la proyección defectuosa. Creemos que cuatro de esos principios ayudan
' .:Specialmente a nuestra comprensión del proceso de proyección y por ende a nuestra
Jomprensión del que proyecta. Primero, Ia proyección es en parte un fenómeno social, por
Jemplo, cuando se Ueva a cabo en circunstar1cias sociales reales o imaginarias. La situación social
:.ie promueve la proyección es aquella en la que el que proyecta está experimentando demasiada
~~timulación, dado el apoyo que se encuentra disponible para el manejo de la condición suscitada.
J -!amarnos a esto equilibrio de estímulo/apoyo. Segundo, una proyección posibilita que una
~ f ¡.;ersona evite darse cuenta de que posee ciertas características. Al ubicar cualidades internas fuera
... JI sí mismo, el que proyecta evita darse cuenta de la pertenencia de esns pens~entos,
. , ntimientos, o deseos que han surgido y que los experimentaría como una cm-ga si pudieran
.•.·~- )Verse libremente en la conciencia de esa persona. En realidad la persona está conciente de estos
:f ·psamientos, sentimientos y deseos, pero los experimenta como pertenecientes al afuera. Por lo
ct~uto, la proyecciónr implica un tipo especial de conciencia. Tercero, una proyección ayuda a la
· ~persona a establecer un sentido de distancia entre el sí mismo y las partes rechazadas. La persona
St.J define a sí_ misma por medio del contraste con un otro que porta los elementos rechazados del sí
í•~smo. Cuarto, una proyección crea una fusión entre el que proyecta y el otro, aún cuando el
;. ipósito del que proyecta es negar cualquier conexión entre sí mismo y el objeto de la
} '-yección. Comprender cada uno de estos cuatro principios de la proyección defectuosa es
rr1ortante para ayudar a que alguien siga comprometido con el que proyecta y que al mismo
•it>rnpo evite ser cómplice de esa proyección.
\

7
y:
(.e:,;p 1 uyec1_:ioncs surgen del terreno de las relaciones sociales. Dichas relaciones son centrales
p<ira la aparición de pensamientos, sentimientos y deseos entre los partícipes de la relación. A
veces la situación social es la responsable de instigar la aparición, como cuando una persona
atractiva es seductora, un jefe es exigente, un grupo se entretiene con un ritual emocionalmente
rico, o un invasor ataca nuestra propiedad. Otras veces la circunstancia social es meramente la
ocasión para la expresión de un estado suscitado, como cuando a un automovilista ya enojado lo
molesta el tránsito, un chico alborotado vuelve a casa de la escuela a contarle a sus padres las
actividades del día, o un atleta imagina la competencia en que se pondrán a prueba sus habilidades.
Así, un aspecto de las condiciones sociales que facilitan las proyeciones es que de alguna manera
son desafios para el individuo, desafios que provocan pensamientos, sentimientos o deseos que
pueden tornarse diliciles de manejar en la experiencia conciente de la persona, desafios que son
poderosos estímulos.
Si.n embargo, las relaciones sociales también sirven como apoyos para los individuos en el
manejo de su experiencia. Un estímulo intenso se torna problemático sólo cuando el individuo
queda librado a sus propios recursos para manejar lo que surja. El estímulo puede ser cualquier ·
tipo de excitación - amor, ira, fascinación, sentimiento fraternal. Si hay otros presentes que puedan
quedarse junto a la persona que está experimentando dichos desafíos y que le posibiliten
dominarlos, entonces la proyección se vuelve innecesaria. Lo que es importante es el apoyo - el
auto-apoyo y el apoyo social - que estén presentes para que se posibilite la vivencia del estímulo.
Puestos juntos, entonces, el desequilibrio entre la proporción de estímulo y apoyo social es el
terreno para la proyección cuando el apoyo no es adecuado para las demandas del estímulo.
La evitación de darse cuenta de que se poseen ciertos pensamientos, sentimientos o deseos,
nuestro segundo principio de las proyecciones defectuosas, entra a jugar cuando no se encuentra
el apoyo !Iecesario para el estímulo dado. Lapla nche y Pontalis (1973) explican más este segundo
principio de la proyección: "El sujeto atribuye a otros tendencias, deseos, etc. que se niega a
reconocer en sí mismo~ el racista, por ejemplo, proyecta sus propias falencias e inclinaciones no
reconocidas al grupo que vilipendia" (pág. 351). De manera similar, afirman que la proyección
"siempre aparece como defensa, como la atribución a otro (persona o cosa) de las cualidades,
sentimientos o deseos que el sujeto repudia o rechaza reconocer en sí mismo" (pág. 352).
Resumiendo, la persona no soporta ·ta carga de experimentar como parte de sí aquello que ve
como parte del mundo exterior. Muchos factores pueden contribuir a esta tendencia: los
sentimientos o pensamientos son demasiado molestos para hacerlos propios, la persona está
acostumbrada a que otros sostengan la parte emocional de una relación, o puede que el individuo
sea psicológicamente perezoso o incapaz de tolerar ciertas experiencias subjetivas. Sin importar
las razones una persona tiene tendencia a proyectar, la proyección posibilita que la persona se
separe y niegue aspectos no deseados de sí.
Una proyección no sólo libra a la persona de cualidades no deseadas; también la protege de la
reasimilación de esas partes creando un sentido de distancia entre la persona y el objeto de la
proyección~ Este es el tercer principio de la proyección. El que proyecta ubica el sentimiento no
querido adentro del otro y niega dicho sentimiento diferenciándose marcadamente del otro: "él
tiene esa emoción; yo no". El que proyecta entonces dispone las defensas que impidan tomar
conciencia de que tal sentimiento pudiera ser propio tictflaln.ndo y criticando comitñttt~m.t!t'J.t" esui.
cualidad ajena dentro del otro. Convirtiendo en externo lo que es interno, las proyecciones le
permiten a una persona manejar pensamientos o deseos no queridos desde una· mayor distancia -
preferentemente a nivel social más que interpersonal. La distancia crea una ilusión de seguridad

g
-----
dentro del que proyecta. No obstante, para mantener este espacio seguro, el que proyecta
constantemente debe estar en guardia de una invasión del mundo eXterior de estas cualidades
separadas, dado que la ausencia de estas cualidades es parte importante de su auto-definición.

Irónicamente, al mismo tiempo que el que proyecta se distancia del otro, o poniéndose por
encima del otro, se va ?-tanda o fusionando con ese otro. El sentimiento, pensamiento o deseo no
ha desaparecido y liberado a la persona para actuar sin trabas~ se ha separado y localizado en el
objeto de la proyección. En consecuencia, el que proyecta se ha hecho dependiente del otro para
que cargue con su experiencia. Sin ese otro, el que proyecta tendría que experimentar el
sentimiento, pensamiento o deseo como propio, y una función central de la proyección es evitar
que esto suceda. Así, el individuo que proyecta está íntimamente ligado al objeto de su
proyección. Esta dependencia por vía de la fusión es el cuarto principio de la proyección
defectuosa. .
Es importante destacar que la diferenciación y unificación que hemos descripto en el tercero y
cuarto principio de las proyecciones es distinto de Io que aparece en los encuentros humanos
saludables. En los intercambios saludables, los individuos están concientes y hacen valer sus
sentimientos, pensamientos o deseos abierta y directamente. Los individuos no separan lo
'indeseable; más bien, se quedan con su vivencia y con el apoyo de otros la toman, la moldean y la
:íntegran al. sí. Esto permite el compromiso y la apreciación tanto de las similitudes como de las
diferencias entre los participantes. En consecuencia, no son dependientes uno del otro para estar
~nteros y la unión toma una textura distinta. Como resultado de la negociación de las similitudes y
diferencias, los individuos juntos construyen una figura unificada; tienden a convertirse en un
''manantial" en el que la individualidad, habiendo sido afimiada, ahora se torna oscura. Esta es una
fünción productiva de la dialéctica de la auto-afirmación que conduce a fusionarse o a confluir ·
~Lichtenb€rg 1991 ).

A diferencia de la fusión nociva que resulta de la proyección defectuosa (con la consiguiente


disminución de lo que el self posee), la fusión saludable se experimenta como altamente gratificante para
los participantes y facilita el crecimiento personal. En los intercambios humanos sanos, la autononúa o
albedrío de los participantes está realzada y vívida antes de la fusión, y la núsrna luego representa una
expansión y enriquecimiento de cada individuo a través de la creación de una unidad más grande que sí
mismo. Después de tal fusión, cada participante puede retirarse y asimilar a su self lo que ha
experimentado a través de una profimda conexión con otro. Todo el crecimiento de la personalidad
humana cuenta con este interjuego de autonomia y fusión u "homonorrúa" (Augyal 1965), la tendencia a
llegar a ser parte de una unidad más grande que uno mismo: .
1

''' En intercambios no saludables donde imperan proyecciones, cualquier :fu~ión es una función de
, c:í,militudes entre los participantes~ las diferencias son adjudicadas a "ellos", a los de afuera que son
ids objetos de la proyección. La dialéctica auto-afirmación/fusión se distorsiona. Las personas se
· .Jrnan conflueI).tes entre sí, no mediante manifestar y resolver sus diferencias mutuas, sino
.;locando !as.diferencias en el grupo de afuera fonnado por la proyección. Los encuentros tienden
;er aburridos porque no se explotan plenamente ni la vivacidad de la diferencia ni la cercanía de
1 · .•confluencia. Así, pajo las proyecciones; las personas pueden "conocer" a sus aliados pero no de

'l''l.a manera diferenciada., y pueden ser diferenciados de los de afuera., a quienes no podrán
,.t-conocer''.

k';".
~

---· ------- ~------·----~---~-- - --· - --.....-~~--.....,...·~..,...----~-~--

~:·.
: que creemos que la dialéctica auto-afirmación/fusión es tan importante para evitar
proyecciones defectuosas y porque más tarde dependeremos de la comprensión de esta dialéctica
por parte del lector cuando sugiramos pautas para construir relaciones satisfactorias y respetuosas,
nos gustarla examinar esta dialéctica en más detalle. Al hacerlo, contamos con la teoria de la
terapia Gestalt del ciclo de contacto y retirada (Perls et al. 1951 ), y con la interpretación especial
del autor mayor (Lichtenberg 1987) de cómo este ciclo describe intercambios humanos sanos.

De acuerdo con la teoría de la terapia Gestalt, el ciclo de contacto y retirada consta de cuatro
etapas diferentes: pre-contacto, contacto, contacto final y retirada o post-contacto. Estas etapas
describen el flujo y reflujo de los episodios en las vidas de las personal.
En la etapa de pre-contacto, un individuo descubre las distintas necesidades que emergen desde
el adentro como así también las posibilidades de distintos objetos en el entorno que pueden
conectarse con tales necesidades o suscitan otras necesidades, y que pueden usarse como fuentes
para· construir una figura satisfactoria por medio de interacciones sociales. En la etapa de
contacto, la persona se identifica activamente con algunas de las necesidades de adentro y
. selecciona activamente elementos del mundo externo que pueden integrarse con dichas
necesidades para crear la figura satisfactoria. También, en la etapa de Contacto, el individuo deja
de lado aquellas demandas que no se han de integrar a la gestalt o figura que se está formando en
la acción.
En estas dos primeras .fases del ciclo, pre-contacto y contacto, el individuo compromete su
albedrio, auto-afirmación o auto-definición. Parte de su auto-afirmación es estimular al otro en su
· especial otridad, su singularidad, de manera que una fusión con el otro satisfará las necesidades de
todos los que participen del intercambio. El contacto con un otro significa expresar la naturaleza
especial de uno, y también significa facilitar la expresión de la naturaleza especial del otro. En la
fase de contacto final, existe un "encuentro" o confluencia saludable en la cual combinan todos los
participantes. Cada individuo perderá self en la fusión que se realiza. Finalmente, en la etapa de
retirada, las personas se retiran entre sí y asimilan lo que han recibido del intercambio. Es de
destacar que el deseo y la vivencia de la persona de Ia pérdida del self en el contacto final aumenta
el crecimiento de Ja persona. Los encuentros sanos entre personas proveen el alimento de la
conexión humana del mismo modo ·que respirar y comer posibilita a los individuos extraer del
mundo externo lo necesario para su existencia y crecimiento.

De esta combinación saludable de auto-afirmación y fusión surgen tanto un claro "yo" como un
claro "tú" (en la fase de contacto del ciclo) y un consiguiente "nosotros" (en Ia fase de contacto
final
.
del ciclo). Las formas
~ '
no saludables del ciclo corJlevan una disminución de una u otra de
estas características. Puede que haya un claro "yo" con un borroso "tú" como en momentos de
doI1linación en los que el otro se ve impedido de definir el self Puede que haya un claro '1ú" y un
borroso "yo" como en momentos de sacrificio y sumisión. Y puede que haya limitaciones o
inhibiciones sobre el "nosotros" en aquellos intercambios en que se demanda prematuramente la
confluencia, sin ,la apertura completa de los participantes involucrados, o sea, en los que el
'~nosotros" es una manera de evitar darse cuenta de un claro "yo" o "tú" durante las otras fases del
ciclo.
Cada -uno de Jos cuatro principios de las proyecciones defectuosas traspasa los límites de la
dialéctica de definirse· y fusionarse . con un otro. En lugar de reconocer y aceptar distintas
cualidades dentro suyo y de los otros, los que proyectan se precipitan a la confluencia. Estas

.-:-
10
proyecciones defectuosas distorsionan la experiencia de la persona en el ciclo de contacto y
retirada de manera que la persona no adquiere plena individualidad ni se fusiona plenamente.
En conclusión, los cuatro principios básicos que subyacen en las proyecciones defectuósas se
pueden resumir de la siguiente manera:
l -Situaciones sociales que estimulan una elevada incitación pero que no proveen apoyo
adecuado para lo que se suscitó en un individuo pueden promover proyecciones defectuosas.
2 - Las proyecciones defectuosas ubican cualidades internas fuera del self, con lo cual permiten
alguna vivencia de estas cualidades pero al costo de mantener a la persona inconciente de
que éstas cualidades del sí mismo.
3 -Las proyecciones defectuosas crean un sentido de distancia entre el individuo y el objeto de
la proyección.
4 -Sin embargo, a consecuencia de las proyecciones defectuosas, el individuo está atado o
fusionado con el objeto de la proyección.
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APENDICE: PAUTAS PARA AYUDARA

LAS PERSONAS QUE PROYECTAN

En el texto hemos discutido ampliamente nuestras pautas para un manejo suficientemente bueno.
Aquí presentamos una reseña de estas pautas y de los principales temas que hemos desarrollado.

L Prestar atención al proceso de formación de figura en el aquí y ahora.


A. Estar preparado y dispuesto a comprometerse en un intercambio vívido, para hacerlo
interesante.
1. Puede que tenga que pasar por alto normas que inhiban esta vivacidad (por ejemplo en
fiestas).
2. Sepa que se enfrenta a una estimulación o excitación que son percibidos como dificiles de
experimentar de manera directa.
B. Preste atención al proceso en curso en lugar de centrarse en el contenido de la proyección;
hable con el otro antes que sobre' el grupo de afuera que no está presente.
C. Lentifique. el. proceso, manteniéndolo· en la fase de formación de figura o negociación.
D. Haga el intercambio seguro por medio de aumento de apoyo, disminución de la excitación, o
ambos. "° ·
1,. Sea capaz de encontrar formas de apoyar al que proyecta y a Ud. mismo sin apoyar la
proyección misma. ~
t 2. Recuerde que ningún esfuerzo será "buen manejo" por completo. Acepte las limitacion)?.s
, I . •

de su esfuerzo como así también los pequeños logros mientras tolera la ambivalencia y
ambigüedad de sus esfuerzos..
E. Concéntrese en conocer al otro antes que en tratar de cambiarlo; Ud. no puede hacer que .
--~!
otra persona cambie; solamente puede fomentar las condiciones que promuevan el cambio.

,t:

·n
.
1:
.
·., -:·
' .

.q. Llegue a ser un individuo vivaz en el intercambio sin exigir confluencia prematura y sin
distanci_arse o retirarse del que proyecta.
A. Intente conocer al otro como amigo e igual.
1, No sea paternalista, ni superior, ni sepa tanto demasiado rápido.
2. Sepa que su percepción de que existe una proyección_~s una hipótesis o una sospecha.
· 3. S~a sinceramente curioso y abierto al otro.
B. Sea capaz de describir abiertamente y reconocer su experiencia,
l. Puede que Ud. comparta con el que proyecta algún área de la que le es dificil apropiarse.
2. Puede que necesite hacerse vulnerable aún en presencia de personas que tienen problemas

: . ;
¡
con la "debilidad" y la vulnerabilidad. Ud. puede al mismo tiempo ser vulnerable y estar
conciente de su propia fuerza e influencia.
)

.1. ill. Apoye al que proyecta a crear


proceso de formación de figura .
.
auto-definición sin entregarse a confluencia prematura' en el

A. Interésese y fomente el reconocimiento abierto de las experiencias del que proyecta.


~
1. Sepa que toda las proyecciones están basadas _en alguna verdad y que el interés sincero en )
i
·1 esa verdad es importante al conocer al otro.
)

~1
. 2. Puede que necesite prepararse para reconocer aspectos negativos que caracterizan al
grupo de afuera..
3. Su interés aquí es el de expandir conciencia. )
. .l. 1
B. Indague la historiad.e la persona que proyecta de una manera que ablande y mejore su odio a )

1.
sí mismo .. ·
C. Esté dispuesto a arriesgar unirse o superponerse con alguien ideológicamente distinto a Ud.;
.~ . .
sea capaz de tolerar temporariamente conectarse con alguien o algo ajeno a Ud.

).
y
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