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EMPRENDIMIENTO Y PRODUCTIVIDAD

YILINETH PAOLA MARTÍNEZ ARÉVALO

MARTINEZ AREVALO YILINET PAOLA


Coincidencias Internet ( 39 %) 0,5
Introducción  
Cuerpo Del Trabajo  
Conclusiones  
Referencias Bibliográficas  
Aplicación Normas Apa  
Numero de palabras en el texto 3,000  
NOTA FINAL 0,5
El nivel de Coincidencia con fuentes de internet, es aceptable hasta un 10%. De
encontrarse una concentración mayor de coincidencias, puede someterse a
revisión siendo de un 10% al 29%. Pero niveles superiores a 29% ya entran en el
rango de la copia, el plagio o de poca generación de contenido personal.

Aun así, esté referenciado, no se pedía una colección de referencias o citas, sino
la postura personal frente a una hipótesis planteada desde dos variables de estudio
y como el estudiante podía generar su postura personal frente al tema de estudio,
pudiendo utilizar un nivel aceptable de citas muy bien referenciadas en estrictas
normas Apa.

Al tener un nivel de coincidencias superior al 30%, como docente no encuentro


elementos de juicio para poder calificar, porque entraría a calificar los
pensamientos de otros autores y no el del estudiante. Por ese motivo, este trabajo
no entra a ser revisado obteniendo una calificación de 0.5.

Se le invita en futuras ocasiones, ser respetuoso con los autores que han tenido en
el tiempo la fortuna de generar sus posturas para el conocimiento de la
humanidad, a generar contenido de manera inédita y no hacer copia de los
constructos que se encuentran en la Internet.

Gran número de estudiantes incurrieron en los siguientes errores:

 El total de palabras no fue tenido en cuenta (3.000 palabras exactas)


 Las introducciones están mal elaboradas. La introducción debe
corresponder a lo que usted va a hacer en el trabajo.
 El cuerpo del trabajo puede llevar una o varias citas textuales de autores o
mixtas, referenciadas en normas APA. Se expone claramente las dos
variables a utilizar y como construye teoría con ellas y deja clara su postura
como autor.
 Las conclusiones son del autor, a lo que puede llegar concluir después de
realizar el trabajo. Se evidencia que muchos trabajos no tienen conclusiones
sino otro párrafo relacionado con el texto.
 No pusieron la paginación.

Ensayo realizado para obtener la nota evaluativa del primer corte académico del
semestre en curso para la asignatura de Emprendimiento y Desarrollo Empresarial 01.

Docente Gilberto Giraldo Gómez, orientador de la catedra Emprendimiento y Desarrollo


Empresarial.
UNIVERSIDAD POPULAR DEL CESAR

FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS, CONTABLES Y ECONÓMICAS

PROGRAMA DE CONTADURÍA PÚBLICA

VALLEDUPAR

2021

INTRODUCCIÓN

Para la realización de este trabajo, partiremos del supuesto de que el


incremento de productividad es uno de los elementos más importantes en
el pleno desarrollo de una región, teniendo como base de ese incremento
el emprendimiento y la manera en como la creación de nuevas empresas
generan un aumento en el progreso de una región y su productividad como
tal.

Podemos hablar entonces de emprendimiento como la actividad iniciada


por el emprendedor con objetivos y medios para llevarlos adelante por otro
lado, la palabra productividad se ha vuelto muy popular en la actualidad, ya
que se considera, que el mejoramiento de la productividad es el motor que
está detrás del progreso económico y de las utilidades de la corporación.
La productividad también es esencial para incrementar los salarios y el
ingreso personal. Un país que no mejora su productividad pronto reducirá
su estándar de vida.

Los emprendedores, se caracterizan por ser personas líderes, creativas,


que creen en sus capacidades y conocimientos, saben leer su realidad,
determinan las necesidades de su sociedad y crean soluciones para las
mismas; no esperan a que las cosas sucedan, simplemente hacen que el
cambio que necesitan sea posible. Luego de dicho reconocimiento,
adhieren la creatividad y el emprendimiento a su identidad organizacional,
esto con el fin de generar un ambiente adecuado para la creación de una
cultura en donde las ideas circulen libremente, sean capaces de potenciar
su productividad y aporten el valor diferencial de su empresa frente al resto
del mercado.

Los emprendedores contribuyen al crecimiento, a través de la creación de


empleo y el desarrollo de nuevos productos y procesos, que conllevan a la
creación de mercados y competencia dentro de los existentes. Además de
una mayor innovación, cambio tecnológico y productividad, esta relación es
positiva especialmente en países con ecosistemas de bajo y medio nivel de
desarrollo [ CITATION DEP18 \l 9226 ].

El nivel de formalización de la economía incide en la productividad a nivel


macroeconómico, por medio de una eficiente asignación de recursos. La
baja productividad de las empresas informales responde a factores como el
incentivo a mantener una escala reducida para evitar detección de las
autoridades, la baja presión competitiva, el bajo acceso al crédito, menores
tasas de inversión, el intensivo uso de mano de obra poco calificada,
incentivos menores a la adopción de tecnología y entrenamiento, la menor
acumulación de capital humano, el uso intensivo de los recursos naturales
y el uso restringido de los bienes públicos. La política pública debe
promover la formalización con un enfoque integral.

La productividad es el determinante más importante del crecimiento


económico y en general, del desarrollo de los países (Cusolito y Maloney,
2018). En Colombia se ha reconocido la importancia de apoyar el
emprendimiento e incrementar la productividad. Esto se ha materializado
en leyes para el apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas como
la Ley 590 de 2000 y desarrollos posteriores, en lineamientos de política
pública como el CONPES 3866 de 2016, Política Nacional de Desarrollo
Productivo (PDP).

Los esfuerzos públicos recientes no han sido suficientes para crear un


ecosistema habilitante para el emprendimiento, ya que persisten grandes
retos para su desarrollo. La aceptación sociocultural del emprendimiento se
ha reducido, al pasar del 71 %, en 2015, al 66 %, en 2016 (GEM
Consortium, 2016). Existe una alta fuga de potenciales emprendedores (del
53 % de los colombianos que en 2016 afirmó tener la intención de
emprender, solo el 16 % lo hizo en realidad). Solo el 8 % de los
colombianos hace inversiones que se pueden clasificar como
emprendimientos.

De este grupo de inversionistas, el 80 % aporta menos de cinco millones a


una buena idea de negocio de un familiar, amigo o desconocido.
Finalmente, mientras en Chile seis de cada 100 emprendimientos
existieron por más de 3,5 años, en Colombia, solo tres de cada 100
sobrevivieron; afectando negativamente la creación de empleo, pues son
las empresas jóvenes quienes generan más empleo.

Por otra parte, debemos analizar detenidamente el concepto de


emprendimiento para relacionarlo con el incremento de producción y
económico, se conoce como emprendimiento a la actitud y aptitud que
toma un individuo para iniciar un nuevo proyecto a través de ideas y
oportunidades. El emprendimiento es un término muy utilizado en el ámbito
empresarial, en virtud de su relacionamiento con la creación de empresas,
nuevos productos o innovación de los mismos. Los emprendedores tienen
una gran influencia sobre el crecimiento económico, sus decisiones sobre
la inversión y sobre la producción favorecen la creación de riqueza y
fomentan el bienestar social.

El emprendimiento se ha convertido en las últimas décadas en una


estrategia social y de conocimiento para el desarrollo de habilidades que
permiten en la población económicamente activa, realizar proyectos
empresariales para el autoempleo con un mayor grado de certidumbre y
posibilidades de una mejor calidad de vida. Los gobiernos han visualizado
que apoyar actividades de emprendimiento origina un incremento en
actividades productivas, con lo cual se busca enmendar los rezagos y
demandas que la sociedad exige en cuanto a mejores condiciones de vida,
entendiendo que la creación de empleos atiende esa necesidad.
Este supuesto surge dentro de lo social, y desde el punto de vista
económico no ve más que una dimensión de la oportunidad. Mientras que
el espíritu emprendedor es promulgado socialmente, utilizando actores
socialmente informados a participar en un medio que puede ser entendido
socialmente. Además, los procesos de emprendimiento tienen resultados
sociales que bien pueden ser tan importantes como los resultados
económicos. Por consiguiente, el espíritu emprendedor no sólo es una
fuerza impulsora para la creación de empleo, la competitividad y el
crecimiento; sino que también contribuye a la realización personal y el logro
de los objetivos sociales.

La formación de emprendedores y nuevas empresas es una prioridad


cuando se trata de promover el desarrollo económico y social de los
países, por ello es necesario determinar cuál es su contribución a estos
objetivos. El emprendimiento resulta importante por sus efectos positivos
en la generación de empleos y en el crecimiento económico. El
emprendimiento es una característica estructural de las economías
latinoamericanas, en parte, como respuesta a los altos niveles de
desempleo que enfrenta la región y que a través del autoempleo se
convierte en una alternativa para obtener ingresos.

Los emprendedores, cuando inician una actividad productiva impulsan el


crecimiento económico mediante la intermediación y la innovación.
Además, las actividades emprendedoras productivas contribuyen de una
manera constante al desarrollo de nuevos mercados y a su posterior
evolución, del mismo modo que a la evolución de los mercados ya
existentes. Ahora bien, mientras las instituciones aportan la base adecuada
para que tenga lugar el crecimiento económico, el emprendimiento es el
mecanismo que permite que se produzca tal crecimiento.

Cuando se habla de emprendimiento se habla de nuevas oportunidades de


negocio y de impulsar a la creación de nuevas empresas grandes,
medianas o pequeñas, que generan un crecimiento económico. En
Colombia esta tendencia va en incremento ayudando a la sostenibilidad del
país, generando a su vez reducción en los índices de desempleo, teniendo
en cuenta que un emprendedor requiere de innovación y constancia para
que su nueva oportunidad de negocio llegue al éxito.

Una de las características principales de un emprendedor colombiano es la


actitud, ya que la creación de un nuevo negocio es visto como una
oportunidad de desarrollo personal junto con la percepción de lograr todo lo
que se quiere hacer. Además, existen diferentes maneras de emprender,
unas más garantizadas que otras. Por ejemplo, iniciar una empresa nueva
propone la incertidumbre de si resultará o no, pues es un negocio sin
reconocimiento ni garantía de ventas o ingresos. Pero emprender con la
compra de un negocio ya establecido, con una clientela fidelizada y un
movimiento de caja estable, puede garantizar de cierta manera la
rentabilidad y prosperidad del emprendimiento.

Un gran reto que tienen los emprendedores de hoy en día, es mantener en


equilibrio o ganancia, sus negocios en el cambiante mercado. Si bien, el
capital es factor importante para empezar una idea de lucro, no debemos
dejar a un lado que mensualmente se debe tener un margen de utilidad.
Teniendo en cuenta lo anterior, se puede afirmar que aquellos
emprendedores que logran expandir sus ideas, aumentan la productividad
de su región, puesto que mayor si son mayor sus demandas y así mismo
sus ganancias, se estará requiriendo más productos del sector primario y
sector secundario, afectando positivamente la producción de dicha área.

El panorama al cual se enfrenta un emprendedor en nuestro país es


bastante difícil por distintos motivos y es por esto que de las empresas que
emprenden en Colombia, el primer año subsisten 55% de ellas, el segundo
el 41% y el tercero el 31%. Según estudios de la CAF (El Banco de
Desarrollo de América Latina), países como el nuestro son 2 veces más
propensos a la creación de nuevas empresas, pero 6 veces menos
capaces de generar compañías con más de 50 empleados. Esta condición,
imposibilita que nuestro tejido empresarial logre eficiencias que nos
permitan comenzar sendas de crecimiento y sofisticación sostenidas en
nuestra economía y competir a nivel internacional.

Partiendo que, para ser emprendedor, se debe materializar una idea de


negocio y llevarla a cabo en un mercado local, el hecho de ser
emprendedor con lleva muchos retos, los cuales deben ser sorteados para
conseguir una plena realización de la visión inicial. En el siglo XXI, el
comercio se ha expandido sin tener restricciones o barreras a la hora de
intercambiar o producir bienes en cualquier parte del mundo, esto genera
que cada día se vaya innovando la forma en la cual los productos son
traspasados al cliente o a los demandantes. Bien sabemos, que, para
mantener un comercio estable, debe haber equilibro entre lo producido y lo
ofertado.
Ahora se hace necesario revisar, cual es la relación que existe entre la
generación de capitales emprendedores y el crecimiento económico de un
país o región, para ello es importante echar un vistazo a los modelos de
crecimiento económico que se han propuesto a lo largo de la historia, que
han planteado de alguna manera dicha relación y nos proporcionan la
evidencia necesaria para determinar el impacto positivo que genera el
emprendimiento en una economía.

El Global Entrepreneurship Monitor (GEM), es un estudio académico que


relaciona la actividad emprendedora con el desarrollo económico nacional,
este arrojó una Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) para Colombia que
discrimina los emprendedores por oportunidad y por necesidad. La
investigación señala que el país tiene una TEA con la primera
característica del 15,9% y por necesidad del 5,4 %. Esto significa que
existe un auge mayor de emprendimientos que identifican una oportunidad
clara de mercado en el producto que ofrecen.

Sin embargo, el GEM también mostró que la Tasa de Actividad


Emprendedora para hombres fue de 26,9 %, mientras que la TEA para
mujeres fue de 16,3 %. Por otro lado, el estudio indica que la mayoría de
las mujeres afirman que crean empresa por oportunidad para lograr mayor
independencia mientras que la mayoría de los hombres dicen que es para
mantener su nivel de ingresos. Lo anterior permite concluir que son
necesarios programas que estimulen el emprendimiento femenino en el
país y que se requieren más políticas de equidad de género.

Según el GEM, solo el 6% de las nuevas empresas resisten más de 3.5


años. “Solo recientemente, la conversación sobre emprendimiento dejó de
tener un inevitable sesgo a entender este fenómeno como algo exclusivo
para jóvenes y con un inequívoco tono de autoempleo”, afirma Sergio
Zuluaga, director ejecutivo de la Asociación de Emprendedores de
Colombia (ASEC), organización fundada y operada enteramente por
emprendedores, y de la Asociación Latinoamérica de Emprendedores
(ASELA), que se esfuerza en apoyar y representar a los cerca de 12
millones de emprendedores que hay en los países de la Alianza del
Pacífico (Colombia, Perú, Chile y México).

Según la Cámara de Comercio, en el primer año solo subsisten el 55% de


las empresas creadas, en el segundo un 41%, en el tercero un 31%, en el
cuarto un 25% y solo una de cada 10% supera los 10 años de operación.
El Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) señala, por su parte, que
países como el nuestro son dos veces más propensos a la creación de
nuevas empresas, pero seis veces menos capaces de generar compañías
con más de 50 empleados y tres veces menos con más de 10 empleados.

La creación de empresas va más allá del ámbito tecnológico. Según


Confecámaras, en el tercer trimestre ese indicador volvió a terreno positivo,
al incrementarse en 2,9% en relación con el mismo periodo del año
anterior, al pasar de 82.371 unidades entre julio y septiembre de 2019 a
84.724 entre julio y septiembre de 2020. No obstante, las tasas de
supervivencia en el ámbito global muestran que solamente en el primer año
fracasan alrededor del 20 % de las empresas creadas. Y en particular en
Colombia, al término de cinco años permanecen en operación apenas el
54,3 % de las empresas constituidas, porcentaje que desciende al 40,5 %
al décimo año. Es decir, que de cada cinco empresas que se crean en
Colombia, dos prevalecerán pasados los diez años.

Se estima que en Colombia la informalidad empresarial, medida como


empresas no registradas en el Registro Único Empresarial y Social
(RUES), representa el 60 % del total de las firmas (Fernández, 2018) y el
75 % de las microempresas (DNP, 2019). Los también altos niveles de
informalidad laboral, en todas sus mediciones, están relacionados con el
hecho de que el empleo generado por empresas informales suele ser
informal (ver capítulo Mercado laboral). El universo de empresas formales
registradas en el RUES, que a diciembre de 2017 ascendía a 1.563.831
firmas, se encuentra distribuido por número de empleados.

Por otro lado, el gobierno nacional creó un programa denominado Fábricas


de Productividad, que es una apuesta del Gobierno nacional, liderada por
Colombia Productiva (antes Programa de Transformación Productiva) del
Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, con aliados como el SENA,
Bancóldex y las cámaras de comercio, para mejorar la productividad de las
empresas. Dicho programa cuenta con mecanismos de monitoreo internos
y, gracias a una alianza con el DANE, cuenta con información detallada
que facilitará el seguimiento de las empresas atendidas.

Es clave que, siendo Fábricas de Productividad el programa bandera del


Gobierno nacional para mejorar la productividad de las empresas, se logre
la plena articulación con otras entidades como el SENA, el Ministerio de
Agricultura y Desarrollo Rural y el Ministerio de Vivienda, Ciudad y
Territorio, entre otros, que también tienen líneas de acción en
extensionismo tecnológico y considerablemente más presupuesto que el
sector comercio, industria y turismo.

A manera de conclusión, el país debe fortalecer los mecanismos de


seguimiento y evaluación de las intervenciones en materia de
emprendimiento, de manera que estén basadas en evidencia. En general,
no se cuenta con sistemas robustos de monitoreo y seguimiento, ni con
evaluaciones de impacto que permitan atribuir resultados a intervenciones
concretas, como tampoco existen análisis que cuantifiquen sus beneficios y
costos sociales.

El entorno macroeconómico puede promover u obstaculizar la participación


de diferentes actores como empleadores y trabajadores en la economía. El
entorno microeconómico puede promover u obstaculizar los métodos de
trabajo diario de diferentes actores, por ejemplo, el gobierno impone
muchas regulaciones a las operaciones económicas, las cuales tienen un
impacto negativo en la productividad.

Por todo esto se hace necesario diseñar una política pública de


emprendimiento comprehensiva y restringir intervenciones a instrumentos
que cuenten con evidencia de su impacto y a pilotos. Hacer seguimiento
periódico de alto nivel a los CONPES de formalización empresarial,
desarrollo productivo y laboratorios.
CONCLUSIÓN

En resumen, la cuestión acerca de qué política de emprendimiento, en


caso de que haya alguna, es la más propicia para el crecimiento, está
abierta. Lo que sí sabemos es que cuando se trata de la relación existente
entre el emprendimiento y el crecimiento económico no hay una sola
respuesta, y que distintos tipos de emprendimiento pueden ser deseables
dependiendo del nivel de PIB per cápita de un país. No obstante, existe
consenso en que una de las formas en que el emprendimiento influye en el
crecimiento es a través de la introducción de innovación.

Sin duda que el emprendimiento trae bondades para la economía de un


país y de una sociedad como tal. Sin embargo, es necesario generar las
condiciones para que este bienestar se transmita en una realidad y el
fenómeno no se quede en una palabra de moda pronunciada por muchos,
pero carente de valor.

Los responsables del diseño de políticas que deseen comprender


plenamente la actividad emprendedora y como consecuencia fomentarla en
sus circunscripciones, deben reconocer que, el crecimiento depende del
progreso tecnológico, el progreso tecnológico precisa una significativa
experimentación tecnológica, de mercado, de organización y de modelo de
negocio, una parte de la experimentación solamente podrá producirse en
nuevas organizaciones, y finalmente, la experimentación productiva es un
artefacto característico de instituciones prósperas del sistema capitalista.
BIBLIOGRAFÍA

Consejo Privado de Competitividad y Universidad de los Andes. (2017).


Productividad: la clave del crecimiento para Colombia. Bogotá D.C.: Zetta
Comunicadores.

Cusolito, A. P., y Maloney, W. F. (2018). Productivity Revisited: Shifting


Paradigms in Analysis and Policy. Washington, DC: World Bank.

DNP. (2019). CONPES 3956. Política de Formalización Empresarial.


Bogotá, D.C.

Druker, Peter (1998), Su visión sobre La Administración, la Organización


Basada en la información, La Economía y La Sociedad, Bogotá, Editora
Norma.

Fernández, C. (noviembre de 2018). Informalidad empresarial en Colombia.


Working paper No. 76.

GEM Consortium. (2016). Global Entrepreneurship Monitor (GEM).


Recuperado de https://www.gemconsortium.org/.

PLANEACIÓN, D. N. (2018). Pacto por el emprendimiento, la formalización


y la productividad. En D. N. PLANEACIÓN, Plan Nacional de Desarrollo
Colombiano (págs. 154-155).

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