Históricamente las primeras civilizaciones se establecieron a lo largo de diversos
ríos, una estrategia que les permitió tener una provisión constante de agua para su consumo y, con el tiempo, para sus actividades agrícolas y su higiene personal. Fueron necesarios muchos siglos para que el ser humano aprendiera a usar el agua de formas más sofisticadas. La hidráulica es aquella que estudia el comportamiento de los líquidos en función de sus propiedades específicas. Es decir, observa y analiza las propiedades mecánicas de los líquidos dependiendo de las fuerzas a las que son sometidos. Básicamente consiste en hacer aumentar la presión de este fluido por medio de elementos del circuito hidráulico, por ejemplo, con un compresor, para utilizarla como un trabajo útil normalmente en un elemento de salida llamado cilindro. La hidráulica está relacionada con la mecánica de fluidos, que en gran parte es la que proporciona su fundamento teórico. Cuando hablamos de hidráulica casi siempre nos referimos a las MAQUINAS HIDRÁULICAS.
Una máquina hidráulica es una variedad de máquina de fluidos que para su
funcionamiento se vale de las propiedades de un fluido incompresible. Lo que significa que estas máquinas usan líquidos presurizados para realizar un trabajo y generar potencia. La clave de las maquinas hidráulicas son los cilindros hidráulicos, que son una especie de músculos que se extienden y se contraen. El sistema hidráulico funciona según el principio de LA LEY DE PASCAL que dice que la presión en un fluido encerrado es uniforme en todas las direcciones y cada parte del fluido.
El Principio de Pascal asegura que todo cambio en la presión ejercida sobre un
fluido en reposo y confinado dentro de un recipiente se transmite homogéneamente a cada punto de este, siempre y cuando la densidad del fluido se mantenga constante. A un fluido así se le denomina 'incompresible'. Los fluidos pueden clasificarse en dos tipos de acuerdo con su comportamiento cuando se ejerce una presión sobre ellos:
Fluidos compresibles: Estos fluidos pueden expandirse o comprimirse dependiendo de la presión que se ejerza sobre ellos. Los gases son los fluidos compresibles por excelencia. Fluidos incompresibles: Estos fluidos no cambian su volumen por efectos de la presión. Los líquidos y los sólidos son considerados incompresibles. Supone la base del funcionamiento de las máquinas hidráulicas, ya que un fluido se puede usar para transmitir el cambio de presión desde un extremo al otro de una tubería y realizar un trabajo mecánico aprovechable, como por ejemplo frenar un automóvil o elevar un gran peso aplicando una fuerza menor. Un ejemplo de esto es el gato hidráulico, el gato hidráulico nos permite levantar coches simplemente con líquido. Lo único que se necesita son unos pocos mililitros de aceite, una palanca y algo de trabajo manual. Cualquier persona puede levantar más de trescientas cincuenta veces lo que levantaría sin utilizar el gato hidráulico. Las propiedades de la hidráulica hacen posible levantar mucho peso ahorrando esfuerzo y con un óptimo resultado. El gato es una máquina empleada para la elevación de cargas pesadas mediante el accionamiento manual de una manivela o una palanca, o bien mediante un sistema de accionamiento asistido por un motor eléctrico o por un compresor de aire. Se diferencian dos tipos, según su principio de funcionamiento: Gatos mecánicos: Los gatos mecánicos se utilizan preferentemente para cargas relativamente pequeñas, y es habitual que estén diseñados para accionarse manualmente o mediante pequeños motores (como en el caso de los gatos que se incluyen en los automóviles para sustituir una rueda en caso de avería). Sus principales ventajas son su simplicidad de construcción, sus mínimos requerimientos de mantenimiento, y su reducido precio. Esto los hace adecuados para aplicaciones de uso ocasional (como el caso ya citado de los gatos que portan la inmensa mayoría de los automóviles para la sustitución de una rueda averiada), en los que prima la simplicidad y la ligereza, aun a costa de un accionamiento lento y en ocasiones engorroso. Gatos hidráulicos: Las formas más comunes son las de gato de coche, y la de gato de suelo o de taller, que elevan los vehículos de manera que se pueda realizar su mantenimiento, aunque también existen otros tipos de gatos especiales que tienen múltiples aplicaciones en la construcción o la industria. Estos dispositivos se clasifican generalmente por su capacidad máxima de elevación (por ejemplo 1,5 toneladas o 3 toneladas), y para algunas aplicaciones también es importante fijar la máxima distancia a la que pueden desplazar la carga. Los gatos hidráulicos se utilizan en aplicaciones que requieren una gran capacidad de carga, o bien una máxima facilidad y velocidad de accionamiento (especialmente en las operaciones de plegado, que son inmediatas) para cargas medianas. Sus principales ventajas están relacionadas con su potencia y velocidad, con la posibilidad de controlarse mediante servomecanismos, y con la minimización de las pérdidas mecánicas asociadas con el rozamiento. Su principal inconveniente es que suelen ser equipos de una cierta complejidad de mantenimiento (especialmente en todos los aspectos relacionados con la ausencia absoluta de fugas del fluido que sirve para transmitir las cargas). Los fluidos utilizados suelen ser aceites sintéticos de baja viscosidad debido a su capacidad de auto lubricarse y a su estabilidad. Los gatos más potentes utilizan bombas eléctricas, capaces de proporcionar la presión hidráulica necesaria para actuar a distancias considerables y con capacidad para desplazar grandes tonelajes de carga.