Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Solo leyendo las preguntas, puede reconocerse que los resultados del test tienen una
importancia secundaria. La atención la ponen los examinadores, en cambio, en
el comportamiento que tienen los candidatos mientras desempeñan las tareas que se
les propone. Lo que están buscando es a personas que sepan mantener la calma, con
habilidades analíticas y capaces de enfrentarse a nuevos retos tanto de forma
individual como en grupo, incluso cuando se producen situaciones de estrés. Los
informes psicológicos aportan una visión general sobre si un candidato concreto tiene
la personalidad adecuada para una vacante específica (o un cargo directivo), sin tener
en cuenta el área laboral.
Este tipo de procesos de selección son mucho más complejos. En comparación con una
entrevista de trabajo al uso, que puede realizarse sin mucha preparación con los
empleados de la empresa, los assessment centers requieren emplear mucho más
tiempo y presupuesto. Algunas empresas alquilan espacios ad hoc y contratan a una
empresa especializada para que lleve a cabo el proceso. Esto hace que, en general,
solo se recurra a un assessment center cuando hay que seleccionar a ejecutivos o
cubrir vacantes de alto rango.
Lo anterior no es una regla fija y hay algunas empresas que también hacen pasar a sus
aprendices por un proceso de este tipo, especialmente si tienen intención de
mantenerlos en plantilla a largo plazo. Las empresas de mayor tamaño,
concretamente, además de utilizar los assessment centers cuando tienen
que seleccionar personal, suelen hacer que sus empleados repitan el proceso para
comprobar sus habilidades. Así, en el contexto del desarrollo de los recursos
humanos, se puede seleccionar a una serie de empleados para que reciban formación
extra.
Auditoría de gestión
En la mayoría de los casos, los assessment centers se llevan a cabo con el fin de
encontrar a la persona perfecta para una vacante específica. No obstante, a veces nos
encontramos ante un caso diferente. Un assessment center también puede utilizarse
como herramienta de análisis de los equipos actuales de la empresa. Al realizar una
auditoría de gestión, por ejemplo, se comprueba el rendimiento de los responsables y
su potencial de desarrollo. Lo anterior suele conllevar cambios en la política de
personal. Los empleados forman parte del valor de una empresa y para poder evaluar
ese valor (imaginemos un caso en el que otra empresa toma el control de la empresa
mediante la compra de activos) se puede llevar a cabo una auditoría de gestión.
Assessment center de desarrollo
Assessment online
Gracias a los avances técnicos, los assessment centers pueden realizarse online. Los
participantes no tienen que presentarse en unas instalaciones concretas a una hora
concreta, sino que pueden realizar las pruebas desde casa cuando mejor les venga. Se
pide a los candidatos que resuelvan tareas y pruebas a partir de cuestionarios y
ejercicios In-Tray.
Para poder recrear la situación de estrés de los assessment centers clásicos, a menudo
existen límites de tiempo en algunas partes de las pruebas. Por ejemplo, es muy
común que en cuanto un solicitante activa el proceso, el tiempo empiece a correr.
Normalmente, en este tipo de assessment centers no hay tareas de grupo ni
entrevistas personales, aunque pueden realizarse a través de Internet mediante
aplicaciones de videollamada en línea. Al tratarse de pruebas estandarizadas, es
posible realizar las evaluaciones con ayuda de los ordenadores.
Cada assessment center es diferente, aunque casi todos comparten un cierto tipo de
ejercicios o situaciones. Algo que suelen tener en común, por ejemplo, es que generan
una situación de estrés artificial para los candidatos. Los ejercicios no han sido
pensados precisamente para que el candidato se sienta cómodo. Más bien, todo lo
contrario: el factor estrés se incrementa de forma artificial. Una vez creadas estas
condiciones, se pide al candidato que realice una serie de tareas típicas y otras
específicas de cada assessment center.
Entrevista / presentación personal
Juegos de roles
Los juegos de roles son un clásico en los assessment centers actuales. A excepción de
que se trate de una evaluación individual, suelen tener lugar en grupo. Para ello se
reparten diferentes roles, a veces contrapuestos, entre los miembros de un grupo. Un
ejemplo típico consiste en crear una conversación ficticia entre los jefes y los
subordinados en el contexto de una situación que se vuelve tensa. También es muy
común encontrar el caso de una conversación entre vendedor y comprador. Los
evaluadores observan entonces todo lo que ocurre: desde la forma que cada
participante tiene de gestionar los conflictos, hasta su capacidad para llegar a acuerdos
y también su capacidad de convicción y persuasión.
Ejercicios In-Tray
Los ejercicios In-Tray o ejercicios de simulación son muy famosos. En su origen con
buzones de correo físicos y actualmente apoyados en los desarrollos técnicos, se trata
de gestionar mensajes, notas y citas bajo presión dentro de un plazo establecido.
¿Qué se envía a qué carpeta? ¿Qué tiene prioridad? ¿Qué se delega en los colegas? El
punto de dificultad añadido viene dado por tareas que en parte se contradicen, de
modo que un nuevo mensaje podría hacer desechar el trabajo que acabas de realizar.
Este tipo de ejercicios sitúa a los participantes en un entorno empresarial y tienen
como fin resolver un problema de gestión de tareas. El candidato recibe una gran
cantidad de documentos que tiene que ir solucionando y los responsables de recursos
humanos miden su rendimiento, su capacidad de organización y su capacidad de
reacción en situaciones de máxima presión.
Casos prácticos
Los casos prácticos son otra práctica muy habitual. Se trata de reproducir un caso real
de la empresa, repartiendo a los candidatos el caso a tratar y, a partir de ahí,
someterles a diferentes pruebas, grupales o individuales, relacionadas con el caso. Se
trata de un ejercicio mucho menos abstracto que requiere de conocimientos
especializados. Este tipo de ejercicios se aplica para evaluar la capacidad de resolución
de problemas y, según el caso, la capacidad de trabajo en equipo. Al finalizar el
ejercicio, no se valora exclusivamente la solución en sí misma. Los asesores hacen
preguntas sobre el propio proceso y cada candidato debe explicar qué ha hecho para
llegar a la solución.
Ejercicios Fact Finding
Los ejercicios Fact Finding son otro clásico y siguen el mismo principio que el de los
casos prácticos, ya que pretenden evaluar la capacidad de análisis y de resolución de
problemas. La diferencia reside en el hecho de que el participante no dispone de toda
la información necesaria y recibe un caso que debe solucionar en poco tiempo,
teniendo como única fuente de información a un consultor al que debe realizar
preguntas precisas para obtener los datos que necesite. De esta forma, se evalúa su
capacidad de resolución de problemas y también su capacidad para investigar y
obtener la información que le falta.
Cuestionarios
Entrevista final
Los assessment centers acaban el proceso con una entrevista final. En ella, se pide al
participante que cuente cómo ha sido su experiencia y que se evalúe a sí mismo. Es
decir, el participante tiene la oportunidad señalar cuáles han sido sus errores durante
el centro de evaluación y explicar por qué ha fallado. Llegado ese momento, los
consultores le dan su feedback y le explican en qué se basan para evaluar los
resultados del participante.
Pausas
Un assessment center suele durar de uno a tres días con pausas estipuladas. Eso sí,
algunas de ellas se realizan en presencia de los examinadores, por lo que los
participantes también son observados en esos momentos. Existe una prueba
especialmente famosa. Se trata de una prueba que no forma parte de las oficiales y
que tiene lugar durante la cena. En ella, se observa a los participantes para determinar
si presentan modales amistosos, agradables y responsables en su tiempo libre. Aunque
la mayoría de los assessment centers no realiza una puntuación oficial durante este
tipo de actividades, los participantes deberían prestar atención a los detalles y saber
que los consultores pueden utilizar esas valoraciones a la hora de tomar una decisión.
Durante un assessment center hay varias entrevistas y contactos con los solicitantes, lo
que nos permite hacernos una idea general muy detallada de cada uno de ellos. Las
cartas de motivación, los CV y las entrevistas de trabajo nos pueden aportar una
primera buena impresión y la idea de que ese candidato posee determinadas
competencias profesionales, pero todo ocurre en muy poco tiempo y es imposible
llegar a conocer a ese candidato a fondo. Algo que acaba ocurriendo cuando ya trabaja
en tu empresa. El objetivo último de un assessment center es minimizar todo lo
posible esa incertidumbre y, para conseguirlo, planifica toda una serie de entrevistas
de evaluación situacional e interacciones con el candidato bajo una serie de
condiciones especiales que se han creado previamente de forma artificial. Gracias a
este proceso, es posible llegar a conocer a los candidatos desde diferentes
perspectivas, algo que es importante si necesitamos, por ejemplo, a alguien capaz de
cooperar. Y eso es algo difícil de averiguar con un mero trato superficial.
En los procesos clásicos, para saber si una persona tiene resistencia al estrés,
capacidad para trabajar en equipo o de resolución de problemas, no es necesario un
proceso tan intenso. Los directivos y los responsables de personal simplemente creen
las afirmaciones del solicitante. En cambio, un assessment center recurre a expertos.
Por eso, las conclusiones se basan en la existencia previa de una seria de
conocimientos especializados. Es decir, son todo lo contrario a las entrevistas clásicas,
en las que las emociones suelen acabar jugando el papel más importante. Gracias a
que es posible entablar una conversación más completa con los solicitantes, hay
muchas más probabilidades de que el resultado sea satisfactorio para ambas partes:
el empleado elegido encajará mejor en la empresa, cumplirá con los requisitos del
perfil laboral y, en último término, se sentirá más cómodo. Así se evita que haya una
alta tasa de rotación de personal.
Por último, es necesario tener presente que los asesores externos son seres humanos
y, como tales, pueden acabar tomando decisiones subjetivas. Las empresas que
ofrecen assessment centers tienen que cerrar ventas y justificar sus resultados. Esta
presión puede traducirse en algunos casos en la falsificación de resultados. Por otra
parte, incluso los auditores pueden dejarse llevar por simpatías: en general, las
personas extrovertidas suelen recibir mejores valoraciones que las reservadas, a pesar
de que esta característica no guarda ninguna relación con la cualificación o valía de los
candidatos.
Es imposible conocer por adelantado cuáles van a ser las tareas que realizar, así que no
es realmente factible poder preparar las soluciones. Aunque sí que se recomienda
practicar con ejercicios In-Tray típicos, puede ocurrir que ni siquiera te pidan realizar
ejercicios de ese tipo. Precisamente porque cada vez son más conocidos y casi todos
los participantes los han preparado de antemano, muchos assessment centers están
empezando a no utilizarlos más.
Espontaneidad y autenticidad
Como candidato, tienes que saber que los asesores llevan probablemente años
desempeñando su profesión con éxito. A lo largo de su carrera, han desarrollado un
gran conocimiento de la naturaleza humana. Se dan cuenta enseguida si alguien finge y
también saben identificar si alguien está repitiendo frases que ha aprendido de
memoria. Lo que están buscando es personas que actúen de la forma más natural
posible. Nadie espera que nadie sea perfecto.
Sin duda alguna, un factor importante es la capacidad para ceder, algo que está muy
vinculado con la capacidad para trabajar en equipo. Eso no significa que no debas dar
tus puntos de vista. Si no lo haces, puedes dar la impresión de no ser lo
suficientemente asertivo o, incluso, de ser un mentiroso. Una forma en la que algunos
candidatos consiguen autodescartarse es dando diferentes opiniones en las entrevistas
individuales y en las entrevistas grupales. La mejor estrategia es ser claro respecto de
tus puntos de vista más importantes y, al mismo tiempo, mostrar comprensión hacia
los puntos de vista de los demás.
La presión inherente a un assessment center hace que algunos candidatos pierdan con
facilidad los nervios. Pero, aunque esto pueda ser comprensible, no es una excusa para
mostrar una actitud desagradable, maleducada o impaciente hacia el resto de los
participantes o hacia los asesores. Para demostrar nuestras fortalezas, nunca debemos
hacer sentir mal a los demás. Así que actitudes tales como insultar a los demás por la
espalda no es algo que pueda funcionar y sí es algo que acabará pasándote factur