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CUADERNO DE NOTAS

William Gilpin: dibujo analítico del lago Keswick

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LO PINTORESCO: DEL JARDÍN A LA ARQUITECTURA


Miguel Ángel Aníbarro

El texto siguiente pertenece a la segunda de las tres conferencias dictadas


en el ciclo "Paisaje y arquitectura moderna" (Colegio Oficial de Arquitec-
tos de Baleares, sep.-oct. 1991), cuya publicación se inició en el número
anterior. Como el de la primera, ha sido revisado y puesto al día,
añadiéndose en notas las referencias bibliográficas.

Pintoresco era, de acuerdo con la opinión estable- guen lo Pintoresco de lo Bello están, pues, en
cida en el siglo XVIII, lo que hacía bien en función del medio pictórico, y son la variedad y
pintura. Un paisaje pintoresco era aquél que el contraste, los efectos de luz y los de color, y
merecía ser representado en un cuadro. Por tanto, sobre todo la aspereza o rugosidad requerida por
no todo paisaje natural puede considerarse co- la composición pictórica.
rrectamente pintoresco: así, William Gilpin
plantea desde los años 70 una crítica del paisaje Edmund Burke había fijado en su Indagación
atendiendo a la adecuada combinación de partes filosófica, publicada en 1757, un par de valores
variadas según ese criterio (1). Dada su particular distinto, el de lo Sublime y lo Bello (2). Defi-
posición, el jardín puede juzgarse pintoresco en niendo el primero, escribe: "Todo lo que de
dos sentidos complementarios: por estar realizado algún modo es terrible (...) u obra de un modo
al modo de la pintura -esto es, al modo de un análogo al terror es un principio de sublimidad";
paisaje pintado-, o bien por ser un jardín digno, en cambio, lo Bello deriva para Burke de aque-
en cuanto paisaje construido, de trasladarse al llas cualidades que inspiran afección y ternura.
lienzo. El mismo Gilpin (de quien es esta lámina Mientras el horror sería la causa primera de la
que presenta, no un paisaje concreto, sino la idea sublimidad, sus causas secundarias serían el
de cómo debe ser uno para que resulte verdadera- vacío, la soledad, el silencio y el estruendo, la
mente pintoresco) da una definición algo más inmensidad -fuera real o simulada-, la oscuridad
apurada: pintorescos serían aquellos objetos "que y el contraste violento de luz y sombra (obsérve-
complacen por alguna cualidad que puede ser se la proximidad entre algunas de éstas y las
ilustrada en pintura", mientras que bellos serían propuestas arquitectónicas de un Boullée). Y las
"los que agradan al ojo en su estado natural"; de de la belleza serían la pequenez, la tersura, la
ahí que considere unas bellezas pintorescas y delicadeza, la variación gradual y la limpieza de
otras que no lo son. Las cualidades que distin- color.

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PINTORESCO

William Gilpin: paisaje montañoso pintoresco

A finales d e siglo, Uvedale Price propondrá provocaría desorden- hacía de él un objeto poco
elevar a categoría estética, junto a lo Sublime y pintoresco. Se comprende ahora que este jardín al
lo Bello, lo Pintoresco (3). Pero Price no consi- uso, el paisaje arreglado o corregido cuyas
dera ya suficiente la noción aceptada de éste, ni variaciones se habían de graduar y sus rigores
siquiera la más precisa de Gilpin, ya que no suavizarse, le pareciera a Price -como a Richard
todos los objetos que agradan en pintura le Payne Knight- insípido, monótono e incluso
parecen pintorescos en la realidad. Para explicar declaradamente formalista: "Antiguamente todo
lo Pintoresco utiliza como ejemplo mejor el de estaba hecho en cuadrados o rectángulos; ahora
las ruinas: en ellas "la belleza propia de la arqui- todo se hace en segmentos de círculo y elipses:
tectura, el brillo de las columnas, la acabada el formalismo aún permanece, sólo ha cambiado
ejecución de sus capiteles y molduras, las urnas de carácter. El antiguo canal ha perdido su
y estatuas, se halla trastocada por lo que podría rectitud y sus ángulos, pero ha venido a ser
llamarse la belleza de las ruinas [la propiamente serpentina regular, y los bordes siguen siendo tan
pintoresca], por incrustaciones y manchas produ- limpios y uniformes como antes; avenidas, vistas
cidas por la intemperie y por las plantas que y paseos rectos son cambiados por grupos y
trepan por los muros o florecen en ellos". Desa- cinturones de arbolado; las calles rectas, por las
rrollando lo expuesto por Gilpin, los atributos de curvas del paseo de grava". Knight, por su parte,
lo Pintoresco serán para Price la aspereza, el confesará preferir "el carácter artístico declarado
cambio repentino, la irregularidad, la variedad y de los jardines italianos al oculto de los jardines
la intrincación, entendiendo por tal "aquella dis- a la moda" (4). Es decir, en opinión de ambos el
posición de los objetos que, por un incierto y jardín paisajista, tal como había quedado formu-
parcial encubrimiento, excita y alimenta la curio- lado con Brown y sus seguidores, no era menos
sidad"; y sus causas, el accidente, origen de los artificioso que el jardín clásico: una manipulación
mejores efectos en el paisaje, y el descuido, esto del paisaje, en cualquier caso. Frente a él escoge-
es, la ausencia de intervención alguna del arte. rán, como verdaderamente pintorescos, los jardi-
nes caracterizados por los contrastes fuertes y la
Respecto al jardín, ya Gilpin había admitido que aspereza: terrenos rocosos y quebrados en lugar
la suavidad que le era propia -pues la aspereza de praderas ondulantes; maleza y arbustos mez-

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PINTORESCO

Paisaje 'arreglado' a la manera de Brown (izquierda) y paisaje pintoresco al gusto de Price y Knight, en sendos grabados de
Thomas Hearne para The Landscape.

ciados con los árboles, prescindiendo de la del hecho de ser un espacio real, no un espacio
limpieza de las partes bajas de éstos acos- figurado como el de la pintura.
tumbrada en la época; corrientes violentas, rotas
en rápidos, de riberas descuidadas y pedregosas En este sentido, Repton parece consciente de la
en vez de superficies quietas de netos bordes de esencia, más que pictórica, arquitectónica del
hierba. jardín. Así, reivindica para él atributos relaciona-
dos con su uso, como la utilidad y la convenien-
Sin embargo, Price y Knight, teóricos del cia, y reconoce abiertamente su artificialidad,
paisaje de refinado gusto, eran en los aspectos solicitando congruencia de estilo, armonía de las
prácticos meros aficionados, sin otra experiencia partes y unidad de carácter frente a la heteroge-
que la de sus intervenciones en las propiedades neidad de un paisaje agreste. Vuelve a diferen-
respectivas de Foxley y Dowton Castle. La ciar, en consecuencia, el jardín del paisaje, pues
respuesta a su pintoresquismo selvático desde el "es tan pequeño el arte en comparación con la
campo profesional de los diseñadores de jardines, naturaleza que ambos no pueden mezclarse bien",
la dará quien se proclamara a sí mismo sucesor sugiriendo que la parte exterior de la posesión
de Brown: Humphry Repton (5). Buscando un sea similar a ésta, mientras el jardín ocupa la
compromiso que le permitiera hacer un jardín interior en torno a la casa. A este criterio obede-
que resultara agradable a sus clientes, Repton ce, por ejemplo, su propuesta para Endsleigh, con
reclama para aquél las cualidades de propiedad y elementos artificiales junto al edificio, más la
conveniencia por encima de los efectos pintores- terraza recta, los macizos plantados sobre muretes
cos, y rechaza polémicamente que el criterio y el invernadero con enrejados, desde donde se
pictórico sea el adecuado para juzgarlo. Entre contemplan el valle del Tamar, los bosques y los
paisaje pintado y jardín paisajista hay, dice montes.
Repton, diferencias capitales: la luz variable a lo
largo del día y de las estaciones en vez de la luz Pero esa postergación del paisaje acompañada de
fija del cuadro, las panorámicas amplias y cam- la declaración del carácter artificial del jardín
biantes en lugar del encuadre inalterable y cons- llevarán a Repton a admitir, entrado ya el siglo
treñido, y la posibilidad de recorrer el jardín más siguiente, la posibilidad de un jardín entendido
allá de la contemplación externa de la escena como colección de sectores consagrados a dife-
pictórica: de verlo desde dentro y en movimiento. rentes estilos o especies, presentados en una
Así que las peculiaridades del jardín provienen envolvente paisajista: un jardín ecléctico. En
Ashridge, de donde es esta planta, aparecen una

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PINTORESCO

La propuesta de Hiinipliry Repton para Endsleigh.

Ashridge, de Repton: planta; véase la leyenda en la parte inferior derecha.

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PINTORESCO

arboleda de especies exóticas, un jardín america- ellos ciertos resultados escénicos propios del
no, otro alpino y una rosaleda, junto a una paisaje y de la pintura. Y a continuación de estas
pradera abierta, un jardín monacal, un parterre frases, hace el pintor un significativo elogio de la
bordado y un gabinete de verdura, circunscritos obra de John Vanbrugh con argumentos pictóri-
por franjas arboladas y conectados entre sí por cos -que no arquitectónicos- extraídos de lo
senderos curvos. De este modo, el paisajismo, anterior.
cerrando el arco de su desarrollo, acabará conflu-
yendo en los primeros decenios del siglo XIX Ahora bien, esa traslación de lo Pintoresco
con el debate del historicismo que tenía lugar en resulta más convincente cuando Robert Adam -
el campo arquitectónico. otro entusiasta de Vanbrugh-, al definir el con-
cepto de movimiento en un edificio, la lleva a
cabo en términos arquitectónicos (8): "Movimie-
II nto quiere decir elevación y descenso, avance y
retroceso, así como diversidad de formas en las
En el ámbito de lo Pintoresco la contraposición diferentes partes de un edificio, de modo que se
entre arquitectura y paisaje natural se desvanece, acreciente grandemente lo pintoresco de la com-
como afirma Patetta (6), al tratarse de una visión posición. Porque el subir y el bajar, el avanzar y
estética unitaria en la que pintura y naturaleza, el retroceder, junto a la convexidad y la concavi-
poesía, jardín y arquitectura quedan fundidas en dad, y otras formas de las partes mayores, tienen
el paisajismo. Desde la óptica de las teorías en arquitectura el mismo efecto que la colina y el
asociacionistas parecía factible trasladar a la valle, el primer término y la distancia, y la
arquitectura las cualidades pintorescas, y por ondulación [del terreno] tienen en el paisaje: esto
tanto las reglas de la composición del paisaje en es, sirven para producir un perfil agradable y
la pintura y en el jardín. El pintor Joshua Rey- diversificado, con agolpamientos y contrastes
nolds, primer presidente de la Real Academia de como en una pintura, y crea variedad de luces y
Bellas Artes inglesa, proponía a los arquitectos sombras, lo cual da vivacidad, belleza y mucho
en su discurso XIII tomar esa posibilidad en efecto a la composición".
consideración (7): "La arquitectura posee muchos
principios en común con la poesía y con la Adam hace una comparación directa entre
pintura. Entre ellos el que debe ser considerado paisaje y arquitectura, y una trasposición a ésta
el primero es el de conmover a la imaginación de los efectos pictóricos. No obstante, esos
por medio de la asociación de ideas (...) Quizás rasgos de variedad de formas, diversificación del
no sea inoportuno para el arquitecto sacar algu- perfil, manifestación de la profundidad, agrupa-
nas veces provecho de aquello a lo que el pintor ción y contraste, pueden atribuirse a arquitecturas
debe estar siempre atento, me refiero al uso de muy diferentes. No a las villas neopalladianas,
los accidentes: para seguirlos donde deba hacerse desde luego, pero sí a algunos palacios
y para mejorarlos, en lugar de atenerse siempre tardobarrocos: en Castle Howard, de Vanbrugh,
a un plano regular". Y añade: "En la medida en por ejemplo, son notables las oposiciones entre el
que los edificios se apartan de la regularidad cuerpo principal elevado y las alas más bajas -de
adquieren, gracias a ese accidente, un cierto cuerdo con el principio clásico de jerarquización-
carácter escénico, el cual en mi opinión podría y entre la concavidad del antepatio y el bloque
ser adoptado con éxito por un arquitecto en un central adelantado, el levantamiento de frentes a
proyecto original, si no interfiriera demasiado con distintas profundidades, el agrupamiento de
la conveniencia. La variedad y la intrincación - masas en una organización tripartita que se
concluye- son consideradas hermosas y excelen- extiende a los edificios de servicio, y la prolifera-
tes en todas las artes que se dirigen a la imagina- ción de remates, chimeneas y torretas que diver-
ción: por qué no en la arquitectura?". Reynolds sifican su perfil culminando en la cúpula. Pero es
está, pues, sugiriendo la posibilidad de aprove- posible hacer las mismas consideraciones respec-
char en las operaciones proyectivas la presencia to a edificios construidos externamente en estilos
de lo accidental con el fin de lograr en arquitec- medievales, como Culzean Castle del propio
tura efectos de complejidad y diversidad, y con Adam, o exóticos, como el Pabellón Real de

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PINTORESCO

Castle Howard, de John Vanbrugh, en una perspectiva aérea del Vitruvius Britannicus.

El falso castillo ruinoso de Wimpole, de Sanderson Miller La casa columna del Desert-de-Retz, de Francoise Racine
de Monville: sección

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PINTORESCO

Brighton de John Nash, en los que aparecen, de cargarla al mismo tiempo de utilidad y simbolis-
distinto modo pero en no menor medida, los mo (y si salimos por un momento de las islas
atributos pintorescos mencionados, sin que ni ello británicas), en el Désert de Retz se levantó una
ni su novedad estilística los aparten de la compo- columna dórica partida de tamaño gigantesco,
sición regular. que alojaba la residencia campestre de Francois
Racine de Monville.
Por otro lado, cabría entender, impropiamente,
como pintorescos edificios que no lo son en sí Con todo, no parece que la ruina pudiera consi-
mismos según los criterios ante-riores, sino por derarse seriamente como una opción arquitectóni-
su situación en un paisaje -natural o artificia 1-que ca. Pero, si los caracteres pintorescos son los que
puede ser calificado de tal: por el lugar en que se relacionan de manera más directa con el
están ubicados y su combinación con los elemen- 'desorden' de la naturaleza, sólo parcialmente
tos naturales que los rodean; es decir, porque podrían encontrarse en edificios que -fueran
forman parte de una composición pintoresca, barrocos, neomedievales o exóticos- mantenían
como es el caso de los pabellones de todo género una organización regular, cerrada y simétrica. La
construidos en los jardines de la época. Además irregularidad como rasgo esencial de lo selvático
estaban las ruinas, presentadas por Price como y el carácter abierto de la composición del jardín
paradigma de lo Pintoresco en cuanto poseedoras paisajista, donde encontrarán una mejor
en grado superlativo de los rasgos de irre- correspondencia no será en los planteamientos
gularidad, aspereza e intrincación. El interés por anteriores, sino en algunas residencias neogóticas.
ellas tuvo en el siglo XVIII un desarrollo con- La del gótico debía ser una tradición todavía muy
siderable que aquí sólo podemos esbozar. Pinto- presente en la Inglaterra del siglo XVIII, mucho
rescas eran las ruinas de la abadía de Rievaulx, más cercana en el tiempo, debido a la lenta
en Yorkshire, un monasterio del siglo XII situado penetración del Renacimiento, de lo que pudiera
en un valle quebrado y boscoso que se transfor- estarlo en Italia, Francia o España. La permanen-
mó en objeto de contemplación y de rememora- cia de muchos de sus rasgos en las casas de los
ción histórica. Debido a lo cual se explanó en la periodos tudor y elisabetiano y su utilización por
ladera que desde un costado las domina un paseo Christopher Wren en al menos un par de ocasio-
o terraza de contorno ondulado entre dos temple- nes, permiten hablar de un solape entre la super-
tes clásicos, desde el que, a través de aberturas vivencia del gótico y su renacimiento (9). Ade-
previstas en las arboledas y arbustos plantados en más el gótico empezaba a ser tempranamente
el borde, se van teniendo, a medida que se considerado como estilo nacional, igual que en el
recorre, vistas sucesivas del edificio. Las de la XIX lo será por los partidarios de su recupera-
abadía de Fountains, en la misma región, fueron, ción en Francia y Alemania: la arquitectura
en cambio, utilizadas como final del recorrido gótica remitía al mito medieval del rey Alfredo
que sigue, a contracorriente, una sucesión de y del nacimiento de las libertades británicas,
piezas acuáticas a lo largo del jardín de Studley renovadas entonces con el sistema parlamentario.
Royal, tras ser divisadas desde un mirador gótico En esas connotaciones nacionalistas y liberales la
escondido entre la vegetación. Esta fascinación arquitectura gótica venía a coincidir con el jardín
pintoresca por la ruina llegaría, como es sabido, paisajista, entendido como un símbolo del cre-
hasta el extremo de representar edificios nuevos ciente predominio de Inglaterra frente a Francia
en ese estado; es el caso del dibujo de William y de su sistema de libertades frente al absolutis-
Chambers para el mausoleo del Príncipe de mo continental, representado por el jardín barro-
Gales, probablemente destinado a ser levantado co.
en los jardines de Kew. Más aún: al considerar la
ruina como un motivo particularmente apropiado Comenzó, pues, este estilo a ser utilizado de
en un parque paisajista, en algunos donde no nuevo en las casas campestres, seguramente
existía una verdadera se construyó falsa; esto es porque en ellas era más fácil prescindir de las
lo que ocurre en Wimpole, donde se edificó un consideraciones de representatividad ligadas a la
castillo ruinoso ficticio. Jugando, finalmente, con arquitectura clásica -y después a la neoclásica-
la falsedad de la ruina, haciéndola obvia para que todavía se hacía preciso mantener en la

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PINTORESCO

vivienda urbana, poniendo en primer plano las en torno al vestíbulo y la escalera se colocan en
demandas de utilidad y comodidad. Pero asimis- disposición centrífuga hasta cinco estancias
mo por congruencia entre el jardín naturalista, y conectadas entre sí; de ahí nace un corredor hacia
por tanto irregular, y la casa que, según se el oeste, al cual se adhieren en distintas etapas,
empieza a comprender en la segunda mitad del por el lado norte, la capilla saliente hacia el
XVIII, quizá debiera serlo también. Así lo plan- jardín delantero y varios cuerpos prismáticos, por
tea Price en su Ensayo sobre lo Pintoresco: "Si el sur una galería o gran claustro, como la llama
el propietario [de una casa de campo] en vez de Walpole, y en el extremo oeste la torre redonda
hacer un frente y unas alas regulares hubiese y la Beauclerck.
insistido en tener las ventanas mirando hacia los
puntos donde los objetos estuvieran más grata- Como en Castle Howard es posible encontrar
mente distribuidos, -es decir, hacia los mejores aquí diversidad de formas, avance y retroceso, -
panoramas-, el arquitecto se habría visto obligado elevación y descenso, contraste y agrupamiento,
a inventar formas y combinaciones pintorescas esto es, los rasgos con los que Robert Adam
que, en otro caso, jamás se le habrían ocurrido, identificara el movimiento. Pero en Strawberry
y se vería obligado a hacer lo que raramente se Hill la composición pintoresca es entendida no
ha hecho: adaptar su edificio al paisaje y no el sólo como asimetría, sino como disposición
paisaje al edificio". Así pues, esta adaptación del centrífuga y crecimiento agregativo. La construc-
edificio al paisaje por razones puramente visuales ción gótica significa para Walpole -primer histo-
es una necesidad que a la hora de proyectar está, riador del jardín paisajista y distinguido defensor
en opinión de Price, por encima de las conven- de la obra de Brown (11)-, más que una elección
ciones de frontalidad y de regularidad propias de estilística, la posibilidad de obtener en arquitectu-
la arquitectura clásica; pero además, la composi- ra la organización abierta e irregular propia de
ción del edificio pasa a entenderse no ya como aquél; no es casual a este respecto que el edificio
una imitación de formas, según el procedimiento se situara sobre una colina, combinándose con el
tradicional, sino como una invención de formas arbolado y con vistas hacia el Támesis a través
y combinaciones nuevas, que ya no serán regula- de las praderas arregladas que descienden hasta
res sino pintorescas. su orilla.

De modo que la correspondencia entre edificio y Downton Castle, la residencia campestre de


paisaje va a implicar irregularidad, y ésta se va a Richard Payne Knight, se construyó en los años
entender sobre todo como asimetría. Según 70 dominando la garganta del rio Teme, un
Pevsner (10), fue Vanbrugh Castle, la casa de selvático paisaje apenas retocado, como corres-
campo que Vanbrugh construyó para sí en torno pondía a un adalid del pintoresquismo agreste.
al año 20, el primer edificio con una asimetría Pero el edificio fue concebido con intenciones
intencionada. La casa construida inicialmente, que deben ponerse en continuidad con las de
acastillada aunque simétrica, fue ampliada des- Walpole. La composición irregular tenía para
pués por la agregación hacia el este de dos piezas Knight "la ventaja de ser susceptible de alteracio-
casi iguales, pero perpendiculares entre sí, sin nes y adiciones en casi todas las direcciones, sin
correspondencia en el lado opuesto; en el eje del perjuicio de su índole genuina y original". La
frente sur se situó la torre cilindrica de la escale- casa es una combinación de piezas desiguales
ra, en vez de la entrada desplazada al costado que se disponen en crujías perpendiculares
más cercano a la adición. Nadie volvería a hacer, articuladas por el vestíbulo original: la gruesa
que se sepa, otro edificio asimétrico hasta 1750, torre cuadrada del comedor, el estudio y la
cuando Horace Walpole comienze la remodela- galería en la meridional, mas la estancia con torre
ción de Strawberry Hill que se prolongará duran- octogonal que se adelanta hacia poniente e inicia
te no menos de veintiséis años, para convertirla, la secuencia girada de salas terminada al norte
según sus palabras, en un 'pequeño castillo con otra torre circular, forman en conjunto un
gótico'. La casa se configura por agregación de bloque aditivo en su concepción al que, en
piezas de diferente figura, tamaño y orientación: efecto, se añadieron dependencias en distintos
en el núcleo oriental (parte inferior de la planta), momentos posteriores a 1780; un bloque en cuyo

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PINTORESCO

1 Dming-room
2 Mornino, foom. originally entonce hall
3 DfBvvioQ'ioom
4 Library
5 Baltroom
6 Porch
7 Staircase
8 Entry
9 Chapel
10 Business'Oom
11 Smoking room
12 Servants' hall
13 Kitchen
14 Stable ya'd

t'/J/A >¿<* shotins on 1780 PU*\

Vanbrugh Castle, de John Vanbnigh: planta


Strawberry Hill, de Horace Walpole: planta.
Downton Castle, de Richard Payne Knight: planta.
Liiscombe Castle, de John Nash y Humphry Repton: planta y perspectiva

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PINTORESCO

frente sur comienza a plantearse otra cuestión la línea divisoria entre los valles, y se quiebra
derivada de esta composición irregular: la bús- formando un ángulo obtuso para asomarse al
queda de un equilibrio visual entre piezas que ya paisaje costero. La planta se organiza a partir de
no están referidas a un eje de simetría. un eje señalado por la torre que se levanta sobre
la puerta cochera, y en el cual se suceden el
Sin embargo, las torres almenadas y los ventana- vestíbulo y la estancia principal; ésta forma un
les góticos que dan al edificio su aspecto medie- volumen octagonal a cuyo alrededor se agrupan
val, se combinan con interiores clásicos a la cuerpos de alturas diversas, todos ellos almena-
antigua. Pero esta falta de coherencia, que culmi- dos. Al este se colocan perpendicularmente el
na en el comedor convertido en una reproducción comedor, formando una directriz transversal con
a menor escala del espacio interno del Panteón, la escalera, y el invernadero de una sola planta,
era vista por Knight como característica del con ventanales hasta el suelo abiertos al valle
peculiar estilo que recomendaba para las casas inferior; en el lado contrario el ala de servicio
campestres: "El mejor estilo que hoy en día se gira unos 45 grados y se prolonga al pie de la
puede adoptar para casas irregulares y pintorescas colina, evitando la simetría. La composición se
es el mezclado que caracteriza los edificios de hace más estable gracias a las dos directrices
Claude [Lorraine] y los [de Gaspard?] Poussin; perpendiculares que simplifican la distribución,
pues como se han inspirado en modelos que se pero se aleja de la pura agregatividad de los
han ido construyendo gradualmente, durante casos anteriores; esa estabilidad es contrarrestada,
muchas edades sucesivas y por muchas naciones no obstante, por la apertura del ángulo y la
diferentes, se distinguen por no tener un modo extensión asimétrica del edificio hacia el suroes-
especial de ejecución ni una sola clase de orna- te, que plantea un equilibrio más complejo de
mentos, sino que admiten todo promiscuamente, pesos visuales entre la agrupación de volúmenes
desde una pared desnuda a un contrafuerte, desde verticales del núcleo residencial y el ala más baja
la más tosca mampostería al más elaborado y extendida, significativamente reforzada en el
capitel corintio". Así que la pintura paisajista siglo siguiente por una nueva capilla construida
ofrecía modelos, además de para la composición por George Gilbert Scott.
del jardín y la ubicación de los edificios en el
paisaje, para el diseño de los mismos edificios; Ill
según los cuales, por otra parte, la gradualidad de
la construcción habría de entenderse como agre- Expuestos los conductos por los cuales se encau-
gación no sólo de piezas, sino de ornamentos y za lo Pintoresco hacia la arquitectura en el siglo
estilos diversos, que se colocarían unos junto a XVIII y vistos los primeros ejemplos, no es
otros para lograr ese 'estilo mezclado', adelantado difícil seguir su rastro a lo largo del XIX. No
quizá del eclecticismo. vamos a adentrarnos en los aspectos pintorescos
presentes en las obras de arquitectos muy señala-
Luscombe Castle es también una casa neogótica dos, como Ledoux -la libertad de sus combina-
con interiores clásicos, construida en 1799 por ciones de volúmenes, sin embargo simétricas,
John Nash en un parque diseñado por Humphry probablemente deba referirse a este ámbito-,
Repton. El parque está formado por dos valles Soane -los efectos visuales y las continuidades
separados por sendas colinas: una cubierta por la espaciales resultantes de lo que él llama 'poesía
espesura que da fondo a la casa y otra que nace de la arquitectura'- o Schinckel -la aplicación de
delante de ella cerrando el valle superior; el los principios de la composición pintoresca en
inferior desciende rápidamente en dirección a la algunos edificios, combinados tanto con un estilo
costa. Repton extiende una mancha arbolada que gótico acastillado como con uno romano-italiano-
recoge por detrás el edificio y rodea el valle alto ; tema de importancia que merecería un trata-
ocultando las tierras de labor, mientras puntúa la miento específico. Nos limitaremos a seguir las
parte baja con árboles en líneas sueltas que pistas que continúan lo anterior del modo más
indican la profundidad y encuadran las vistas reconocible: la de la arquitectura doméstica
hacia el mar. La casa se apoya en la base de la inglesa y después la de sus derivaciones nortea-
primera colina, ligeramente retrasada respecto a mericanas.
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PINTORESCO

El ejemplo que mejor enlaza a principios de siglo elisabetiana, con una planta en H cuya inicial
es Endsleigh, la casa construida en 1810 por simetría se disuelve en yuxta-posiciones de
Jeffry Wyatville en un paisaje con intervenciones cuerpos muy diversifica dos, que culminan en una
de Repton, del que hemos hablado anteriormente. acumulación de miradores, torrecillas, gabletes y
En el edificio -que se asienta en un promontorio haces de chimeneas.
dominando el valle del Tamar- la adaptación a
las vistas mediante giros de 45 grados en tres Desde mediados de los años 30, sin embargo,
puntos, definiendo una planta convexa que Augustus W. N. Pugin argumentará la falta de
permite obtener una secuencia panorámica sobre correspondencia entre la variedad de contornos
el paisaje, se hace coincidir con la diferenciación del edificio y los requerimientos funcionales de
funcional entre el bloque principal, el de servicio la planta -entre otras razones- para rechazar el
y el de los niños, conectado por un largo porche gótico pintoresco preferido en la época (12):
al primero. La libre disposición de las piezas se
"Cuando un edificio está diseñado para ser
corresponde con una flexibilidad distributiva que
pintoresco, poniendo tantos dentros y fueras,
favorece la adaptación del edificio a los usos, y
tantos arribas y abajos como sea posible (...) [es
produce una agrupación informal de volúmenes
bajos y extendidos que recuerda el aspecto de un como] una cascada o una roca artificiales (...),
agregado de viviendas rurales. Acompañada de la tan innaturalmente natural que parece ridículo".
irregularidad, esta organización en alas oblicuas Su disgusto ante las residencias en forma de
lleva consigo la pérdida de la frontalidad y, por castillo o de abadía medieval -como Fonthill
tanto, del punto de vista preferente propio del Abbey de James Wyatt, cuyas ruinas visitaría con
espacio perspectivo; la casa presenta en su costa- delectación- radica en la búsqueda artificial del
do convexo al menos cuatro frentes sucesivos, lo pintoresquismo, que le parece rechazable en
que obliga a encadenar sus respectivas imágenes nombre de la verdad y la consistencia arquitectó-
visuales para obtener una imagen mental unitaria nicas. El verdadero Pintoresco sería el que se
de aquella. La aprehensión del edificio sólo es produjera como expresión de la variedad de los
posible ya mediante mediante una visión en usos del edificio, de modo que cada parte presen-
movimiento, congruente, por otra parte, con la tara "rasgos distintos y bellos, no enmascarados
del paisaje que lo rodea. u ocultos detrás de un frente uniforme, sino
aumentando el efecto del edificio por su variedad
de forma y perfil", tal como ocurriera en la
Ahora bien, en los primeros decenios del siglo arquitectura realmente gótica.
los criterios pintorescos debieron generalizarse
con rapidez, pues los ejemplos son mucho más Estos ideales son puestos en práctica en Scaris-
abundantes que en los anteriores. Citemos algu- brick Hall (1836-47), donde Pugin plantea una
nos destacados: hacia el año 2, Nash había planta ortogonal y compacta -aunque con dos
construido Cronkhill en estilo 'italiano', con una cuerpos adelantados que delimitan un antepatio-,
torre cilindrica y otra prismática diagonalmente de distribución asimétrica; cada pieza encuentra
opuestas, una arcada en ángulo y muros blancos su propia expresión dentro del conjunto del
en los que se recortan ventanas en arco, que se edificio, con cubiertas de distintas altu-ras,
asociaban a la imagen de las villas toscanas. cuerpos adelantados y ventanas de diferente
Thomas Hope y William Atkinson amplían The figura, equilibrándose los volúmenes bajos con la
Deepdene, una casa del XVIII, en 1823, con altísima torre lateral. El radicalismo moral de
piezas en estilos griego, gótico, pompeyano y Pugin ejerció una extraordinaria influencia,
lombardo, dispuestas libremente en torno a una inmediata en el ámbito de la arquitectura ecle-
torre toscana y entremezcladas con la vegetación siástica; pero en el de la doméstica debió ser
sobre un terreno de pronunciada pendiente: un tomado inicialmente con alguna reticencia. En
caso de estilo mezclado y de intrincación que 1844 Salvin comienza las obras de una casa de
indica cuan presentes están las ideas de Knight y nuevo en forma de castillo, Peckforton, en la
de Price. En Harlaxton Manor, a partir de 1831, cumbre de una colina, en respuesta a la presencia
Anthony Salvin y William Burn retoman el de la ruinosa fortaleza de Beeston sobre otra
modelo de las 'casas prodigiosas' de la época altura no muy lejana. La planta se desarrolla

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PINTORESCO

Endsleigh, de Jcffry WyatvOle: vista y planta.


Peckforton Castle, de Anthony Salvin: vista y planta.
La casa roja, de Philip Webb: vista y planta

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CUADERNO DE NOTAS
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PINTORESCO

linealmente siguiendo el perímetro de la cima y las chimeneas como únicos elementos verticales
cerrándose en torno a un patio mediante giros destacados. No hay torres, remates medievalist as
repetidos. Las piezas se acumulan en el núcleo ni ángulos obtusos, sino cubiertas inclinadas,
residencial, enfrentado en diagonal al acceso, muros de ladrillo y sensatez constructiva; pero,
para extenderse hacia el oeste en una crujía muy contenidos dentro de los límites de una modesta
larga y quebrada de servicios que empalma escala suburbana, allí reaparecen la asimetría,
después con los establos. El efecto de la planta se ligada a la flexibilidad distributiva, y el contraste,
transmite al alzado con el marcado contraste entendido como agrupación informal.
entre el conglomerado vertical de las torres y la
silueta extendida y baja del resto, conformando Como es bien conocido, todo el Revival Domés-
una imagen no menos convencionalmente pinto- tico de los últimos decenios del XIX se hará eco
resca que la de los ejemplos del siglo XVIII. de la nueva situación (14). Pero de diferente
manera. En Richard Norman Shaw, junto a la
Mucho mayor impresión debieron causar las búsqueda de la comodidad en el funcionamiento
admoniciones de Pugin en William Butterfield o interno de la casa, predomina la libertad formal
George Edmund Street, cuyos respectivos presbi- de la tradición pintoresca: por ello en Leyswood
terios de Cowick y Boyne Hill, ambos del año retoma la lección de Peckforton, con la planta
54, presentan, en sus pequeñas dimensiones, una extendida en largas alas en torno a un patio,
sobriedad formal y una correspondencia funcional ahora rectangular, y la de Strawberry Hill con la
antes apenas conocidas. Quizás también estuviera agregación centrífuga de las estancias en torno a
presente la influencia de Ruskin; menos la del la escalera abierta hacia el vestíbulo, germen de
ardiente admirador del gótico veneciano, que la la planta aglutinante tan repetida en sus obras
del analista vigoroso que, al definir la naturaleza posteriores; mientras en Grims Dyke reaparece el
del gótico (13), identifica entre sus 'características giro de Luscombe, aunque más leve, marcando la
morales', el salvajismo o rudeza, entendido como diferenciación funcional entre dos bloques; y en
la imperfección derivada del libre trabajo del ambas la elaboración del lenguaje de la antigua
artesano, la mutabilidad o variedad, esto es, la casa señorial -el 'viejo estilo inglés'- produce un
capacidad de transformación para adaptarse a los juego extraordinariamente rico de cubiertas
usos, y el naturalismo o representación franca de cruzadas, grandes ventanales, cuerpos en voladi-
los objetos naturales. Particularmente si esos zo, pisos altos con teja colgada y hastiales mos-
rasgos eran apreciados a la luz de la voluntad de trando el maderaje, que se enfatiza con los haces
regeneración arquitectónica expresada más ade- de elevadas chimeneas. En cambio, para su
lante por William Morris, de la que la Casa Roja antiguo ayudante Lethaby utilidad y comodidad
de Philip Webb fue, en 1858, la manifestación están en la raíz de una precisión de las formas
más temprana. Una voluntad que, siendo innega- que ha de evitar todo pintoresquismo afectado: en
blemente deudora de los ideales neogóticos, se la casa Melsetter la planta en doble L busca las
traducirá en un abandono de las complicaciones vistas y el soleamiento para las habitaciones
de la arquitectura victoriana -y en buena medida principales, y los muros enlucidos, los piñones
de la discusión estilística-, para hacer otra arrai- dentados y las ventanas aisladas de proporciones
gada en el carácter y el clima del país, inspirada verticales, que le dan su aspecto de simplicidad
en la construcción vernácula: materiales de la encantadora, están tomados de la tradición local.
región, coherencia formal, disposición libre y
despojamiento ornamental serán las condiciones También en Voysey el cuidado confort de los
del retorno a los valores esenciales de la interiores se pone en relación con una extremada
arquitectura doméstica. Así, la Casa Roja se contención formal. Las plantas tienden a una
organiza en dos compactas alas perpendiculares, mayor compacidad, con distribuciones lineales o
adecuadas a la distribución de los usos en dos de doble crujía en un solo cuerpo rectangular -
plantas, que se resuelven en la contraposición de The Orchard- o en dos ortogonales -Broadleys- y
unos pocos volúmenes articulados por el de la estancias en secuencia, con ventanas-caja y
escalera, cuyos muros se ahuecan aquí y allá con contrafuertes como únicas piezas salientes,
ventanas de muy distintos figura y tamaño, y con mientras mobiliario y objetos domésticos conti-

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CUADERNO DE NOTAS

PINTORESCO

Leyswood, de Richard Norman Shaw: perspectiva y planta.


Melsettcr, de William R. Lethaby: planta
Broadleys, de Charles F. A. Voysey: planta
St. Mar/s Home en Wantage, de M. H. Baillie-Scott: planta

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CUADERNO DE NOTAS
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PINTORESCO

mían a escala menor la arquitectura, cumpliendo tes desde el punto de vista espacial apreciables
el abarcador enunciado de Morris. Los alzados se en los modelos de Downing, habían sido introdu-
resuelven con contrastes simples: uno o dos cidas a finales del siglo anterior: la conexión de
hastiales girados equilibran las masas largas y dos estancias dando a fachadas opuestas mediante
bajas de cubierta dominante, las chimeneas son un gran hueco con puertas correderas, que proba-
gruesas, los muros blancos con ventanas en tiras blemente esté en el origen de la apertura de los
bajo los aleros, al modo de las granjas rústicas espacios interiores, y el desarrollo del porche,
enlucidas de entramado de madera, renunciando ligado en Inglaterra al estilo mogol y aquí a las
a todo detalle ornamental. Baillie-Scott y mansiones neopaladianas y griegas de los estados
Mackintosh compartirán en su arquitectura del sur, arranque de la continuidad entre el
doméstica esas intenciones -desde una posición espacio interior y el exterior.
más alejada el segundo, referida a la casa baro-
nial escocesa-, con igual refinamiento espacial y Tras la popularización de la estructura de globo,
decorativo en los interiores, pero con mayor apareció en los años 60 lo que Scully ha denomi-
énfasis volumétrico, entendiendo el volumen nado Stick Style (16), con sus grandes porches
como una envolvente sensible a la configuración rodeando la casa, en el que el entramado de
de los espacios. A su vez, Lutyens recogerá la madera se manifiesta al exterior en un elaborado
versatilidad de Shaw en el tratamiento de la revestimiento de tablazones enmarcadas. Lo
planta, de las masas y de los materiales, si bien contrario ocurre con el posterior Shingle Style:
resultará tan capaz de manejar la composición las ripias que le dan nombre cubren horizontal-
libre o de rememorar el tema de la casa acastilla- mente los muros, ocultando la estructura y subra-
da, como de componer con ejes, jerarquizando el yando la continuidad de la superficie externa.
edificio, o incorporar elementos clasicistas. Mientras, los espacios internos se diversifican, se
agrupan en torno al vestíbulo y se abren unos a
Con esto nos hallamos en los umbrales del siglo otros, respondiendo, en parte, a la influencia de
XX. Antes de entrar en él conviene considerar, la planta aglutinante de Shaw que se conocía en
aunque sea de modo más provisional, las peculia- Norteamérica desde mediados de los 70. En una
res derivaciones de la arquitectura doméstica y otra variantes sigue, además, elaborándose una
inglesa producidas en los Estados Unidos. No agrupación informal de volúmenes cerrados en
parece que la casa pintoresca adquiriera notorie- contraste con las abiertas galerías, de hastiales
dad en este país antes de que Andrew Jackson girados 90 grados, huecos diversiformes y esbel-
Downing publicara Residencias Campestres tas chimeneas, cada vez más comparable a la que
Victorianos en 1842 (15), un año después de que se da por los mismos años en Inglaterra. Es el
apareciera su Tratado sobre la Teoría y la Prác- caso de la casa Sturtevant de Dudley Newton y
tica del Jardín Paisajista adaptado a Nor- de la construida por Emerson en Mount Desert
teamérica, que daría carta de naturaleza al nuevo respectivamente.
jardín. En Residencias Campestres se presentan
casas de planta tanto simétrica como asimétrica A partir de 1880 tanto Richardson como McKim,
en variedad de estilos, se propone como punto de Mead y White adoptarán el Shingle Style en su
partida para uno norteamericano el bracketed arquitectura doméstica. Esta es la casa Stoughton,
cottage', caracterizado por unos aleros muy construida en 1882, en la que Richardson organi-
salientes apoyados en ménsulas en los hastiales, za una planta lineal con cuatro piezas
y para la construcción en madera un revesti- perpendiculares: el vestíbulo desarrollado en
miento de tablas puestas en vertical que se aplica profundidad, con la escalera curva abierta al lado
a dos modelos con ménsulas: uno simétrico de de la entrada y el mirador asomando a la fachada
estilo indefinido y otro irregular en italiano posterior, articula una sucesión angular de estan-
vernáculo. Este interés arquitectónico por la cias comunicadas entre sí mediante amplias
construcción en madera vino a coincidir con la puertas correderas, mientras las habitaciones de
utilización cada vez más frecuente desde los años servicio se reúnen en un bloque en el extremo
30 del entramado ligero o 'estructura de globo'. opuesto. En el exterior, la continuidad de la
Sin embargo, las dos aportaciones más interesan- tablazón contrasta con la diversidad de las piezas

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CUADERNO DE NOTAS

PINTORESCO

'Bracketed cottage' de planta irregular construido en madera en estilo italiano vernáculo, según Andrew Jackson Downing.
Shingle Style: casa en Mount Desert, de William R. Emerson.
La casa Stoughton, de Henry H. Richardson: planta y vista.

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CUADERNO DE NOTAS

PINTORESCO

unificada superficialmente por aquélla, así como ha transformado en continuidad articulada -como
la agrupación en paralelo de la caja de escalera y la llama Hitchcock-, los porches y terrazas no
el hastial se contrapone -en una reelaboración de son una envolvente sino prolongaciones directas
la fachada de la biblioteca Crane- al volumen de los espacios interiores. Por otra parte, la
extendido a la derecha, aligerado por el hueco del diversifica ción de las masas ha dejado paso a una
porche que se reduce a la anchura del comedor. reverberación de volúmenes contrapuestos: vacíos
Del mismo año es la casa Bell de McKim, Mead y llenos, largos y cortos, altos y bajos; los hastia-
y White: la planta está concentrada alrededor del les girados, a una superposición piramidal de las
vestíbulo, con la gran chimenea y la escalera cubiertas; la continuidad de la superficie, a la
abiertas, no menos que las estancias; éstas a su subdivisión y articulación del muro con el made-
vez abren al porche, extendido en dos fachadas y raje. Abandonada la frontalidad, se impone el
asimétrico, con pabellones salientes a ambos recorrido en torno al edificio; negada la simetría
lados, uno de ellos de dos alturas que se integra y rota la compartimentación, el reco-rrido conti-
en una agrupación libre de cuerpos, hastiales y nuo -mediante giros de 90 grados- a través del
chimeneas -reflejando la centrifugación de la espacio interno se hace posible.
planta-, aquietada por la disposición regular de
las ventanas. IV
Esta evolución de la casa campestre americana
culmina con Frank Lloyd Wright, y con su Por estos caminos llega a establecerse en la
discípulo Walter B. Griffin y los californianos arquitectura una manera de componer nacida de
hermanos Greene. Situada en este contexto, la las premisas de irregularidad y varie-dad propias
arquitectura doméstica de los primeros años de del jardín paisajista. Al aplicarse al diseño de
Wright -admirador de Ruskin y de Morris desde edificios, tales premisas son entendidas, princi-
su juventud- puede ser entendida como una palmente, en el sentido de asimetría y, vulnerado
reconsideración de los principios de la agrupa- su principio esencial, todo el sistema de la com-
ción informal, que se someten a un mayor con- posición clásica comienza a desplomarse. Así, el
trol geométrico, bien sea regularizando el períme- abandono de la simetría trajo consigo el creci-
tro o bien ordenándola mediante un juego de miento mediante agregación libre de piezas
líneas directrices. En el primer caso se obtiene autónomas, la disposición centrífuga que tiende
una planta rectangular -casa Winslow o casa a resolverse en cuerpos lineales laxamente articu-
Heurtley- en la que las zonas se encajan angular- lados, y luego el equilibrio visual entre masas de
mente respetando el contorno y entrantes y figura y tamaño distintos en posición libre;
salientes son tratados como excepciones bajo una rasgos que más adelante serán templados por una
cubierta unificadora. El segundo da lugar a la más estrecha sujección a los usos y una más
planta longitudinal -casas Heller o Glasner- y severa disciplina formal. Esta composición
después a la cruciforme -casas Hickox y Willits-, pintoresca implicaba, a su vez, una trans-
basadas en una combinación de piezas que formación del espacio, cuya consecución final en
obedece al desplazamiento -tanto horizontal el interior edificado dependerá a largo plazo de
comoverti-cal- de ejes en paralelo y a su contra- la aparición de nuevos sistemas constructivos que
posición ortogonal, haciendo efectiva la planta permitan superar una compartimentación forzada,
centrífuga latente en el primero. De esta manera, en gran medida, por el muro de carga; pero cuya
asimetría, planta centrífuga y equilibrio de pesos manifestación en el exterior se produjo en cuanto
visuales, propios de la composición irregular, son el recorrido visual en torno al edificio comenzó
producidos y controlados por un procedimiento a sustituir al punto de vista preferente. Tales son
de origen probablemente beauxartiano. Todo ello los ideales desplegados, sobre todo, en el ámbito
aparece maduro en la casa Willits, construida con de la arquitectura doméstica en Gran Bretaña
entramado de madera y revoco blanco en 1902: durante siglo y medio y, con particular énfasis en
el espacio central del vestíbulo ha quedado la elaboración espacial, en los Estados Unidos
sustituido por el núcleo macizo de las chimeneas, durante setenta años.
las funciones se han separado en alas diferentes,
la amplia conexión entre los espacios mayores se

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CUADERNO DE NOTAS
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PINTORESCO

La casa Willits, de Frank Lloyd Wright, en los dibujos del álbum Wasmuth.
La villa Primavesi de Josef Hofftnann: planta y vistas

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CUADERNO DE NOTAS
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PINTORESCO

Es sabido cómo estas novedades fueron transmiti- por éste en el año 8 y el ofrecimiento del editor
das en su estado final al continente europeo en Wasmuth en el siguiente que motivaron, en parte,
los primeros años de nuestro siglo. La 'arquitec- el viaje del arquitecto a Europa: la exposición de
tura libre' del Revival Doméstico era conocida en su obra en Berlín y la edición en 1910 del álbum
Europa a través de las revistas británicas y de las de sus dibujos (18), con una introducción del
propias, de exposiciones locales y de contactos propio Wright en la que sentaba las bases teóri-
personales; el resultado del concurso internacio- cas de aquélla, tendrán una repercusión de largo
nal convocado en 1901 por el editor alemán alcance. Su influencia será particularmente
Koch sobre la "Casa para un aficionado al arte" profunda en Holanda gracias a Berlage, quien
confirma su prestigio: los proyectos de Baillie- tras su viaje a los Estados Unidos a fines de
Scott y Mackintosh fueron los mas apreciados. 1911 describirá en un arü'culo del año siguiente
Pero será Muthesius quien suministre las claves (19), entre otras cosas, las 'casas de la pradera',
para entender el alcance de la aportación inglesa. constatando la originalidad de su concepción
Hermann Muthesius reside durante siete años en frente a las tradiciones inglesa y europea y
Gran Bretraña como agregado cultural de la comentando a continuación, con largas citas, la
embajada alemana; a su retomo comienza en el introducción de Wright al álbum Wasmuth,
año 4 la publicación de La casa inglesa (17), un aunque sin extraer todavía sus consecuencias.
pormenorizado estudio de la arquitectura domés-
tica en el que muestra sus raíces vernáculas y su En el ámbito centroeuropeo se encuentran así, en
relación con las condiciones geográficas y socia- los momentos anteriores a la primera guerra
les del país, explica su desarrollo desde Morris mundial en que se fragua la eclosión del movi-
hasta la generación más joven y analiza la orga- miento moderno, las dos ramas de la tradición
nización de la planta, los tipos de viviendas y el doméstica anglo-norteamericana. La arquitectura
tratamiento de los interiores. Para Muthesius los de estos años es un territorio de experimentación
valores de la casa inglesa son su sentido práctico, en el que se someten a prueba todas las posibili-
su concepción lógica y su sencillez formal, dades combinatorias -apuntadas antes en Lutyens
dirigidos siempre a hacerla confortable y a y en Wright, pero también presentes en Hoff-
adaptarla a su entorno; esos valores, subraya, son mann o incluso en Behrens- entre este legado y
independientes de la búsqueda del estilo, incluso el del academicismo clasicista, tradicionalmente
de la de un 'estilo moderno'. Muthesius busca arraigado en el continente, entre composición
restablecer la continuidad con la ascendencia informal y composición académica, que son
inglesa, quebrada por la interpretación sesgada auspiciadas por dos condiciones favorables: la
que habría hecho de ella el Art Nouveau, y de explotación de las potencialidades técnicas de los
este modo la coloca en el centro del debate nuevos materiales y la reciente liberación formal
alemán. propiciada por el Art Nouveau. La retirada en el
campo clasicista desde la simetría a la regulari-
El influjo de la contribución norteamericana llegó dad, desde la proporción a la modulación y desde
indirectamente a través de Loos, cuya juvenil la jerarquización a la uniformidad repetitiva -
estancia en los Estados Unidos, en el momento desde Wagner a Perret- en virtud de la reducción
de la exposición colombina de Chicago, queda ya a lo esencial, demarcará una zona de intersección
reflejada en los interiores de su propia casa coincidente con los intereses de la época. En la
(1903) y de la Steiner (1910), y más tarde, como síntesis resultante, composición abierta, equilibrio
argumenta Zevi, en la elaboración del 'plan asimétrico -o simetría irracional, como se la ha
espacial'. La coincidencia entre la polémica llamado- y espacio continuo emergerán como
antimodernista de Loos, que comprende la lec- principios fundamentales, en el plano formal, de
ción inglesa a la luz de la experiencia americana la arquitectura del siglo XX. Una arquitectura
y no de la europea como sus contemporáneos dual, a este respecto, que está en tensión entre
vieneses, y la de Muthesius es muy significativa. dos polos, identificados con denominaciones
Pero el episodio de mayor trascendencia será el diferentes según el momento, que constituyen los
de la llegada de Wright. Conocidos son su amis- extremos del arco entre los que esta síntesis
tad con Ashbee desde 1900, el interés mostrado puede ser graduada.

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CUADERNO DE NOTAS
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PINTORESCO

NOTAS 12. Augustus W. N. Pugin: Contrasts (1836), The True


Principles of Pointed or Christian Architecture (1841) y An
1. William Gilpin: Three Essays: on Picturesque Beauty; Apology for the Revival of Christian Architecture (1843),
on Picturesque Travel; and on Sketching Landscape (1792), eds. fac. St. Barnabas Press, Oxford 1969. Puede verse
ed. fac. Gregg International Publishers, Farnborough 1972. igualmente Joe Mordaunt Crook: 77ie Dilemma of Style,
John Murray, Londres 1989; cap. 2, págs.42 ss.
2. Edmund Burke: Indagación filosófica sobre el origen de
nuestras ideas acerca de lo Sublime y lo Bello (1757), reed. 13. John Ruskin: The Stones of Venice (1851-53), reed.
de la trad. cast, de 1807: Colegio Oficial de Aparejadores y Bellew, Londres 1989; cap. 7: The Nature of Gothic', págs.
Arquitectos Técnicos de Murcia y otros. Murcia 1985. 118 ss.

3. Uvedale Price: An Essay on the Picturesque as Compa- 14. Para un panorama general del mismo, Peter Davey: Arts
red with the Sublime and the Beautiful (1794), ed. fac. de la & Crafts Architecture, The Architectural Press, Londres
definitiva de 1810 con el título Essays on the Picturesque: 1980.
Gregg International Publishers, Farnborough 1971. Véase
también Nikolaus Pevsner: "Uvedale Price", recogido en 15. Andrew Jackson Downing: Victorian Cottage Residences
Studies in Art, Architecture and Design, Thames and (1842), ed. fac. Dover Architectural Press, Nueva York
Hudson, Londres 1968, vol. 1, págs. 127 ss.; trad. cast, en 1981.
Anales de Arquitectura num. 6, Universidad de Valladolid
1995, de inminente aparición. 16. Vincent J. Scully, Jr.: The Shingle Style and the Stick
Style (1955), Yale University Press, New Haven y Londres
4. Richard Payne Knight: 77ie Landscape, a Didactic Poem 1971.
(1794) y An Analytical Enquiry into the Principles of Taste
(1805), eds. fac. Gregg International Publishers, Farnbo- 17. Hermann Muthesius: Das englische Haus (1904-5); hay
rough 1972. Puede verse así mismo N. Pevsner: "Richard trad, ingl.: The English House, BSP Professional Books,
Payne Knight", en op. cit., págs 109 ss.; trad. cast, en Oxford 1987.
Anales de Arquitectura cit.
18.Frank Lloyd Wright: Ausgefiihrte Bauten und Entwurfe
5. Humphry Repton: Sketches and Hints on Landscape (1910); hay ed. norteamericana con el texto original en
Gardening (1794) y otras publicaciones, todas ellas recogi- inglés: Studies and Executed Buildings by F.L1.W., Rizzoli
das en John Claudius Loudon (ed.): The Landscape Garde- International, Nueva York 1986.
ning and Landscape Architecture of the late Humphry
Repton, Esq. (1840), ed. fac. Gregg International Publishers, 19. Hendrik Petms Berlage: Amerikaansche Reisherinnerin-
Farnborough 1969. También N. Pevsner: "Humphry Rep- gen (1912); hay trad, ital.:" Ricordi di un viaggio in
ton", en op. cit., págs. 139 ss.; trad. cast, en Anales de America", recogida en la selección de sus arts. Architettura
Arquitectura cit. urbanística estética, Zanichelli, Bolonia 1985.

6. Luciano Patetta: L'architettura dell'eclettismo, Gabriele


Mazzotta, Milán 1975; cap. primero, págs. 9 ss.

7. Joshua Reynolds: Discourses delivered to the students of


the Royal Academy (1778-90), reed. Seely & Co., Londres
1905; discurso XIII (1786), pags. 349 ss.
8. The Works in Architecture of Robert and James Adam
(1773-1822), ed. fac. Academy, Londres y St. Martin's
Press, Nueva York 1975; prefacio del vol. I (1773), pág. V.

9. John Summerson: Architecture in Britain 1530-1830


(1953), Penguin, Harmondsworth 1989; cap. 24, págs. 397
s. Nikolaus Pevsner: The Englishness of English Art (1956),
Penguin, Harmondsworth 1988; págs. 71 ss.

10. N. Pevsner: "Richard Payne Knight" cit., págs. 110-113.


Para lo que viene a continuación, David Watkin: The
English Vision, John Murray, Londres 1982, págs. 89 ss.

11. Horace Walpole: The History of the Modern Taste in


Gardening (ms. 1770), recogido en Isabel W. U. Chase:
Horace Walpole: Gardenist, Princeton University Press,
Princeton (N. J.) 1943.

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