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M.

a del Carmen Garrido

Algunas consideraciones sobre la técnica de las


Pinturas Negras de Goya

Como se indicó en el precedente número de nuestro Boletín (septiembre-diciembre 1983) y financiado


por Productos Roche con motivo del cincuentenario de su implantación en España el pasado mes de no-
viembre se celebró un Simposium internacional para estudiar los problemas di conservación de las Pintu-
ras Negras de Goya y las Hilanderas de Velázquez, con vistas a su restauración o, al menos, a su definiti-
va consolidación.
La preparación del Simposium determinó la obtención de un abundantísimo material de estudio que
comprendió fotografías de gran formato con los más nuevos procedimientos radiográficos e infrarrojos y un
sistemático muestreo para el análisis de pigmentos y de estratigrafías.
Este material, especialmente el radiográfico, se ha revelado, en el caso de las Pinturas Negras, como
extraordinariamente sugestivo y sorprendente.
Las modificaciones que revela en la composición de la escenas y la determinación de las amplias zonas
perdidas y repintadas en las sucesivas restauraciones, plantean una serie de problemas que están aún muy
lejos de poder resolverse de modo satisfactorio.
Dada la trascendencia de estas obras y la abundantísima bibliograjia interpretativa a que ha dado lu-
gar, hemos considerado obligado dar a conocer de inmediato estas radiografías qut obligan a repensar
cuanto hasta ahora se ha dicho.
El concienzudo trabajo realizado por los miembros de nuestro Gabinete Técnico se brinda, pues, como
una presentación de materiales sobre los cuales habrá que volver una y otra vez, desde las más diversas
perspectivas.
El hechizo, misterioso y sombrío, de estas subyugantes pinturas se multiplica al penetrar en ellas, in-
cluso a través de los medios físicos que la ciencia pone a nuestro alcance. Tras el estudio del material que
aquí se aporta, quizás haya que renunciar a alguna de las interpretaciones hasta ahora sugeridas, pero se
abre camino a otras. Y sobre todo, nos adentramos algo más en el proceso creador del gran maestro que
—evidentemente— no concibió de una vez este mundo terrible, sino que, por alguna causa que ignoramos
—y que tocará sin duda a sus crisis, las personales o las histórico-politicas del momento— transformó de
raíz lo que parece ahora concebido en otra clave bien diversa.

Alfonso E. Pérez Sánchez

L [a serie de las Pinturas Ne-


gras está integrada por catorce
composiciones realizadas por
primavera2. Después de ser aban-
donada la casa por Goya, pasó por
varios propietarios que realizaron
el traslado a lienzos de las pinturas
en 1874, con la intención de sal-
varlas de su mal estado y utilizar-
Goya sobre los muros de su casa de diferentes tasaciones. Según los da- las como decoración en su residen-
campo llamada la «Quinta del Sor- tos recogidos3, estas tasaciones cia de París. Dicho traslado fue lle-
do». Estaban ubicadas sobre las fueron poco a poco rebajándose, vado a cabo por Salvador Martínez
paredes de dos de las estancias, seis dado el mal estado en que se en- Cubells, que era restaurador del
en el comedor del piso bajo y ocho contraban y el problema que plan- Museo del Prado 4.
en el gabinete principal '. teaban al estar adosadas a la pared. Tras su estancia en la Exposi-
Se sitúan cronológicamente en- En 1873, el barón Frederic Emile ción Universal de 1878 en París,
tre 1820 y 1824, año en el que el d'Erlanger pasó a ser propietario en el Palacio del Trocadero, y la
pintor partió para Francia en la de la Quinta, ordenando al parecer poca acogida que recibieron, fue-

4
ron regaladas por el barón d'Erlan- Existen algunas excepciones to- los fondos y se pierde la idea de la
ger al Estado español. Por una tales o parciales a esta concepción representación al aire libre, suce-
Real Orden del 20 de diciembre de inicial de las pinturas. diendo esto último fundamental-
1881, pasaron a formar parte de las En la representación de la Ma- mente en las escenas de menor ta-
colecciones del Museo del Prado. nola, la zona de celaje del fondo es maño. En las figuras también se
Las vicisitudes sufridas por las muy similar a la del resto de los aprecian grandes diferencias entre
pinturas desde su ejecución, pa- cuadros6, pero la figura es muy unas y otras. Mientras que unas
sando por su extracción del muro y posible que fuera proyectada desde tienen un fuerte contraste radio-
cambio de soporte y continuando el primer momento, ya que es difí- gráfico, modelándose con gran
por las sucesivas restauraciones a cil percibir bajo ella el paisaje, abundancia de materia pictórica,
que han estado expuestas, han como sucede en otras escenas, otras están muy ligeramente pinta-
dado como resultado su delicado aunque tampoco puede olvidarse das y el contraste radiográfico es
estado de conservación. que el mal estado de conservación muy débil o nulo. Incluso en las
Los estudios técnicos que se ex- y la abundancia de repintes desvir- radiográficamente densas se apre-
ponen a continuación han sido lle- túan y enrarecen la imagen radio- cian diferencias entre las de unas
vados a cabo a fin de determinar en gráfica. escenas y las de otras. En El Aque-
lo posible la materialidad de las Otra figura de gran tamaño apa- larre por ejemplo, las figuras se
pinturas y las transformaciones su- rece en este estadio de la ejecución realizan de una manera simple, rá-
fridas por las mismas, con objeto pictórica. Se trata del hombre, en pida y muy efectista, mientras que
de permitir un conocimiento más posición de baile, realizado sobre en la mayoría de las otras compo-
profundo de ellas desde el punto el paisaje subyacente de la escena siciones las figuras se efectúan con
de vista de la Historia del Arte, y de Saturno devorando a un hijo. más detalle en el trazo.
de establecer unas bases que per- Este personaje estaba situado en el También es interesante señalar
mitan su conservación futura 5. ángulo opuesto a la Manola, dentro que durante la ejecución de estas
de la sala del piso bajo, y muy bien segundas composiciones, el pintor
ESTUDIO RADIOGRÁFICO podrían ser ambas figuras las úni- ha introducido cambios importan-
cas proyectadas en este momento tes, como se observará posterior-
Las radiografías ahora realizadas de las pinturas. mente en La Romería de San Isi-
a las pinturas negras de Goya evi- A estas excepciones parciales dro, tal vez correspondientes a un
dencian fundamentalmente la hay que sumar una total, constitui- titubeo previo a la ejecución de las
transformación sustancial de su te- da por la escena de El Aquelarre escenas en su temática definitiva.
mática y su estado de conserva- (Escena Sabática), ya que fue con- Por último, los documentos ra-
ción. cebida directamente sobre el muro diográficos son de suma importan-
Los muros de las dos habitacio- sin ningún paisaje de fondo, con el cia para evaluar la cantidad de in-
nes pintadas en la Quinta del Sor- mismo tema y sentido que tiene cidencias acaecidas en estas pintu-
do, lo fueron en primer término actualmente 7. ras en el devenir de los años y sus
con un sentido diferente. Goya circunstancias, incidencias que las
realizó una decoración muy sim- En un segundo momento de la han llevado a sufrir transformacio-
ple por medio de paisajes claros y realización pictórica, el pintor su- nes profundas. Desde el cambio de
luminosos de celajes muy amplios. perpuso a los paisajes de fondo las soporte en el que fueron concebi-
Las líneas que contornean las grandes figuras que hoy observa- das, que modifica la visión de su
montañas y delimitan la perspecti- mos. Aquí ya existe una dicotomía textura original, hasta la cantidad
va se sitúan en primer plano. Es entre unas escenas y otras, y entre de intervenciones padecidas, que
frecuente el dibujo de las monta- unas figuras y otras dentro incluso tienen como punto de partida el
ñas, cortando el paisaje en diago- de la misma escena. En unos temas arranque de las mismas de los mu-
nal de un lado a otro. La presencia se muestra el pintor respetuoso ros —su estado de conservación en
de personajes no es importante en con el paisaje primeramente reali- este momento ya no era demasiado
este momento de sus pinturas, tan zado, añadiendo sobre él las figu- bueno—, y la mala adhesión de las
sólo aparecen algunas pequeñas fi- ras, como se observa por ejemplo mismas, en muchos de los casos, a
guritas situadas en las partes bajas en las escenas de gran tamaño, los soportes actuales, problema
de las escenas. mientras que en otros se oscurecen éste que las ha llevado a sucesivas

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1. Goya: Una Manola, Doña Leocadia Zorrilla. 2. Radiografía general del cuadro. Técnica
Museo del Prado. operativa: 25 kv, 8 mA 1 mn y 1/4 a 2,20 mts de
distancia. 3 placas 60x90, 1 placa 90x90.

restauraciones, fruto de las cuales hueco comprendido dentro de di- hacia delante. La mano visible ra-
es la abundancia de repintes que cha moldura revela densidades diográficamente aparece después
presentan, transformando las pin- confusas, dada la gran cantidad de oculta tras la cabeza. La mirada
turas originales. Los bordes de to- repintes existentes en la zona, que también se encuentra ligeramente
das las pinturas están muy deterio- cubren un número no menor de modificada por influencia del giro
rados y muestran un perfil muy pérdidas de pintura 8. de la cabeza.
irregular, a causa del proceso de La fisonomía femenina al igual La figura femenina se enmarca
extracción de las mismas de su so- que la posición de la figura es tam- en claro por medio de largas pince-
porte original. bién diferente (Fig. 3-4). El óvalo ladas en los bordes que sitúan su
de la cara se manifiesta ligeramen- contorno, insertándose sobre un
Una Manola: Doña Leocadia te más redondeado y las cejas se di- fondo claro de color azul, realiza-
Zorrilla señan más altas y menos arquea- do con trazos rápidos y sueltos
145,7 x 129,4 cms. (± 0,2 cms.). das. El cuello y el escote tienen que se quiebran a veces tornándose
N.° de Catálogo: 754. una posición más rehundida, tal en pequeñas curvas zigzagueantes.
Los cambios de composición vez impuesta por la colocación del La mantilla que cubre a la mu-
mostrados por la radiografía modi- brazo izquierdo de la mujer que jer, así como la barandilla sobre el
fican la visión actual de esta repre- muestra rectificaciones en su con- montículo, carecen totalmente de
sentación (Figs. 1-2). torno, dando una imagen de la fi- contraste radiográfico. En la cara y
La figura femenina aparece gura muy recortada sobre la mol- en el busto aparecen unos empas-
apoyada sobre una moldura arqui- dura. En la escena que ahora con- tes de fuerte densidad radiográfica,
tectónica, que pudiera ser inter- templamos, el hecho de que el bra- que no presentan el modelado nor-
pretada como una embocadura de zo esté apoyado en una posición de mal del trazo del pintor. Estos em-
chimenea, un marco de cuadro, de mayor perpendicularidad al torso, pastes son visibles en otros cuadros
ventana, de puerta, etcétera. El hace que este último se proyecte que se describen posteriormente.

6
4. Detalle de la cabeza de La Manola. Rayos X. 3. Detalle de la Cabeza de La Manola. Luz visible.

Es evidente en la radiografía la momento posterior se añadieron Radiográficamente, la integra-


gran cantidad de pérdidas de pin- las figuras de gran tamaño, respe- ción de las grandes figuras con los
tura original sufridas por la obra, tando como fondo las primeras re- paisajes se manifiesta menos recor-
causa esta fundamental en la expli- presentaciones paisajísticas, ya tada y rígida que en la visión ac-
cación de la cantidad de repintes y que todas se desarrollan al aire li- tual, efectuándose de una manera
transformaciones sufridas por la bre. más suelta. Los numerosos reto-
misma. Estas primeras composiciones ques que presentan los contornos
fueron llevadas a cabo con pince- de los personajes son la causa de
ladas sueltas y de gran libertad. En esta diferencia en la visión.
algunas zonas se quiebran en on-
Peregrinación a la Fuente de dulaciones muy características, La Peregrinación a la Fuente de
San Isidro (El Santo Oficio) que aparecen también en los paisa- San Isidro (El Santo Oficio) (Fig.
127 x 263 ( 0,3 cms.) N.° de Ca- jes subyacentes de las escenas de 5-6).
tálogo: 755. pequeño tamaño. Radiográfica- Las grandes figuras se yuxtapo-
Al Aquelarre (Asmodeo) mente estas pinceladas se obser- nen sobre el paisaje de fondo en el
121,5 x261,7( 0,3 cms.). N.°de van con mayor nitidez, ya que la lado derecho de la escena. Se pue-
Catálogo: 756. superficie pictórica ha sufrido dife- den observar las líneas que corres-
El Destino (Átropos) rentes intervenciones que la modi- ponden a la primera composición
123 x 266 ( 0,3 cms.). N.° de fican y la muestran muy alterada. pasando por debajo de los persona-
Catálogo: 757. Tan sólo aparecen sobre estos jes (Figs. 7-8). Es posible, por los
Duelo a garrotazos fondos de la primera composición trazos visibles radiográficamente,
125,1 x 261 ( 0,2 cms.). N." de pequeñas figuritas, que después que exista en este ángulo inferior
Catálogo: 758. han entrado a formar parte de los derecho una montaña horadada a
temas realizados en segundo lugar, modo de túnel. La gran densidad
como es el caso de algunas de las de la zona blanca del primer plano
Las cuatro escenas están conce- que aparecen en La Peregrinación y la línea que traza el perfil de una
bidas de la misma manera. Fueron a la Fuente de San Isidro o en Al montaña subyacentemente bajo las
proyectadas como paisajes y en un Aquelarre. figuras, así lo indican.
5. Goya: Peregrinación a la Fuente de San Isidro (El Santo Oficio). Museo del Prado.

Los personajes añadidos han pidos de gran fuerza plástica. La saje, a excepción de algunas que
sido pintados con un concepto diferencia del espesor de la materia proceden de la primera composi-
muy similar a los de la representa- pictórica entre unas zonas y otras ción. La densidad radiográfica se
ción de El Aquelarre (Escena Sabá- es evidente (Fig. 9-10). concreta en las zonas claras y lu-
tica), respetando las zonas oscuras Las figuras de menor tamaño minosas. Las de menor tamaño
en hueco, y dibujando los contor- que acuden a la fuente están super- que rellenan el fondo carecen de
nos y luces con brochazos muy rá- puestas de la misma manera al pai- este contraste.

7. Detalle de tres de los personajes en el lado 8. Detalle de tres de los personajes en el lado
izquierdo. Luz visible. izquierdo. Rayos X.

8
Radiografía general del cuadro.
Técnica operativa: 25 kv, 10 mA, 2 mn a 2,50 mts. de distancia. 3 placas 90 x 90, 3 placas 90 x 60.

Las líneas que delimitan los di- montañoso, así como una falta de Al Aquelarre (Asmodeo) (Fig.
ferentes detalles del paisaje se ma- densidades prácticamente total en 11-12).
nifiestan en la radiografía con los árboles realizados sobre el mis- Radiográficamente se constata
mayor libertad. Existen modifica- mo. la cantidad de pérdidas que pre-
ciones en los contornos del fondo senta la obra. Aparte de las abun-

9. Detalle de una figura del lado izquierdo. Luz 10. Detalle de una figura del lado izquierdo. Rayos X.
visible.

9
1. Goya: Al aquelarre (Asmodeo). Museo del Prado.

dantes carencias de la materia pic- bre el mismo. Destaca dentro de de la representación del Perro se-
tórica original, son visibles zonas esta apreciación la gran mancha si- mihundido. Los empastes con
en las que aparece la pintura como tuada en la ladera derecha de la fuerte densidad radiográfica, evi-
si hubiese sido raspada. Además, montaña. La textura de la pintura dentes en el lado izquierdo, son
existe un desgarrón en el lado dere- es muy gruesa y diferente al resto muy similares a los observados en
cho, y densidades muy confusas de la obra, semejándose su granu- la cabeza y el busto de La Manola.
por los repintes llevados a cabo so- losidad a la de los grandes repintes Las dos figuras principales se su-

Radiografía general del cuadro.


Técnica operativa: 25 kv, 8 mA, 1 m y 1/2, 2'5O mts de distancia. 3 placas de 90 x 90 y 3 placas de 60 x 90.

10
13. Goya: El destino (Átropos). Museo del Prado.

perponen al paisaje. La que tapa Existe un cambio de posición de la dibujan las nubes recortan de ma-
su rostro tiene un cierto contraste cabeza en la figura ligeramente vi- nera diferente la roca. Las casitas
radiográfico en la cabeza y en par- sible en el documento, por el dife- carecen totalmente de densidad ra-
te de la capa, mientras que la otra rente giro de la misma. diográfica, al igual que las monta-
carece absolutamente del mismo, La roca central tiene modifica- ñas bajo los personajes. Estas últi-
destacando que la cabeza se sitúa ciones en su perfil, pudiéndose mas coinciden sobre abundantes
en una zona muy deteriorada. apreciar cómo las pinceladas que pérdidas de la capa pictórica. Las

14. Radiografía general del cuadro.


Técnica operativa: 25 kv, 8 mA, 1 mn y 1/2, 2,50 mts de distancia. 3 placas 90 x 90 cm, 3 placas 60 x 90 cm.

II
16. Detalle de las tres figuras
centrales. Rayos X.

15. Detal le de las tres figuras


centrales. Luz visible.

montañas dibujadas sobre la ladera ve cómo se ha producido un gran


de la roca se sitúan encima de la desgarrón en la pintura. La figura
gran mancha antes mencionada. de la derecha, que sujeta en su
La figura en el ángulo inferior mano unas tijeras, carece casi por
derecho del fusilero se superpone a completo de contraste radiográfi-
la montaña, siguiendo en contraste co, tan sólo se plasma sobre la ra-
y lugar el mismo concepto que la diografía lo que pudieran ser los
figura femenina superpuesta al dedos de la mano derecha y tal vez
puente, en la escena de la Romería muy ligeramente la parte baja del
de San Isidro. cuerpo, pero estas pinceladas tie-
De las pequeñas figuras del pai- nen menos rigidez que las visibles
saje sólo tienen densidad radiográ- actualmente. El perfil de la figura
fica las del primer plano, que fue- se sitúa dentro del gran desgarrón
ron en su mayoría proyectadas so- con pérdida de materia pictórica,
bre el paisaje inicial, las situadasmencionada anteriormente. Es
en el fondo y en el lado izquierdo fruto, en gran parte, de las restau-
no son visibles en el documento. raciones posteriores, al igual que
otros detalles del personaje.
El Destino (Átropos) (Fig. 13-14). Las otras tres figuras están reali-
En las radiografías se observa la zadas con trazos sueltos y ligeros
colocación de tres de lasfigurasso- sobre el paisaje, pasando las líneas
bre el paisaje pormenorizado del que marcan las montañas y el cielo
fondo, que se respeta en líneas ge- por debajo de ellas. El personaje
nerales en el momento de llevar a central tiene un tocado muy dibu-
cabo la superposición (Figs. jado y de mayor desarrollo que el
15-16). Sobre el lado derecho del que se contempla. El contorno de
cuadro, de arriba abajo y diagonal- su cuerpo, sobre todo en el brazo
mente de izquierda a derecha, se derecho, muestra una mayor am-

12
17. Goya: Duelo a garrotazos. Museo del Prado.

Duelo a garrotazos (Fig. 17-18). personaje que porta un monóculo plitud. La mano derecha tiene un
La visión radiográfica es la de un en su mano ha sufrido un ligero cambio en su posición, revelándo-
paisaje de cielos muy amplios con desplazamiento de arriba abajo al se en el documento radiográfico en
diferentes accidentes orográficos. variar el giro de su cabeza. una proyección más frontal. El

18. Radiografía general del cuadro.


Técnica operativa: 25 kv, 8 mA, 1 mn y 1/2 a 2,50 mts. de distancia. 3 placas 90 x 90 cm, 3 placas 60 x 90 cm.

13
19. Goya: Dos frailes. Museo del Prado. 20. Radiografía general del cuadro. Técnica
operativa: 25 kv. 10 mA, 1 mn y 1/4, 2'10 mts.
de distancia; una placa 90x90 cm., 1 placa 60x90
cm.

14
Detalle de las cabezas de los 22. Detalle de las cabezas de los 23. Detalle de montañas realizadas
frailes. Luz visible. frailes. Rayos X. en primer término en el paisaje
subyacente. Rayos X.

Los trazos son muy sueltos y den- numerosos rotos que cubren no 65-C/3, D/l), realizadas sobre la
tro de la línea de las otras tres com- menor número de pérdidas de pin- mano y el manto del fraile situado
posiciones de similar tamaño. tura, haciendo que la escena nos en primer término. Pinceladas cla-
La carencia de densidades radio- llegue un tanto desfigurada, al ras enmarcan las líneas fundamen-
gráficas de las dos figuras es mani- transformarse en numerosas partes tales de ambas composiciones re-
fiesta. Tan sólo algunas pinceladas la textura de la pincelada de Goya. forzándose la cantidad de materia
de la figura derecha, en el cuello, pictórica en la ejecución de las lu-
en la manga del brazo izquierdo y Dos Frailes ces.
en las piernas, pueden ser vislum- 142,6 x 65,6 (+ 0,2 cms.) N.° de Ca- El fraile del segundo término
bradas. El personaje en el lado iz- tálogo: 759. presenta un desplazamiento lateral
quierdo carece casi por completo derecho y ligeramente ascendente
de densidad radiográfica. La radiografía muestra, bajo los de la nariz. En su boca puede apre-
Observadas las dos figuras por personajes que hoy contempla- ciarse igualmente este movimiento
medio de la luz rasante (Fig. mos, la existencia de un paisaje corrector, así como un cambio de
73-74) se constata que están reali- con montañas trazadas en primer composición en las comisuras de
zadas por medio de una ligerísima término, una zona intermedia ha- los labios que fueron proyectadas
capa sobre el fondo y llenas de nu- cia la mitad del cuadro con las lí- en un ángulo muy acusado (Figs.
merosos repintes. neas de horizonte, y celajes en la 21-22).
El paisaje que contemplamos parte superior (Figs. 19-20-23). En el lado superior existe un
hoy sigue, en líneas generales, al Las dos figuras se superponen a cuadrante separado del resto de la
que vemos en la radiografía, y las este fondo inicial de una manera composición, que debió romperse
modificaciones y densidades raras directa, como puede comprobarse en el momento de la extracción de
que se observan son debidas a los en las microfotografías (Figs. la pintura del muro.

15
24. Goya: La Romería de San Isidro. Museo del Prado.

presentación de un puente de tres muy rectificadas sufriendo un pro-


La Romería de San Isidro ojos desiguales (Fig. 33). Bajo este fundo cambio la idea primitiva.
138,5x4,36(18 EF4 0,5 cm.s) N.° puente se encuentra, tal vez, la re- En el lado derecho, en la zona
de Catálogo: 760. presentación 9 de un río, dada la baja, existen cambios de composi-
gran luminosidad que existe por ción debidos al proceso de la eje-
Se pueden estudiar en la radio- debajo y por encima del mismo, cución de la pintura en este mo-
grafía diferentes momentos impor- que induce a pensar que estas den- mento (Figs. 26-27). La figurillas
tantes desde el punto de vista de la sidades claras correspondan con la del fondo han sido tapadas y apa-
ejecución pictórica de la composi- representación del agua. En el lado recen unos personajes femeninos
ción actual. (Fig. 24-25). izquierdo sobre la línea de hori- que no son visibles en la actuali-
En primer lugar fue realizada zonte aparecen pequeñas figuritas dad 10, resaltando sobre todo la pre-
por el pintor la representación de sobre caballerías, como en otras sencia de dos figuras femeninas en
un paisaje, pudiéndose apreciar escenas de esta serie (Fig. 27). primer término, de fuente contras-
cómo las líneas que delimitan la te radiográfico (Fig. 28). Este con-
orografía del mismo se desarrollan Sobre esta composición super- traste es diferente al del resto de las
de izquierda a derecha ascendien- puso Goya una serie de figuras de figuras, tanto de las que tampoco
do y decendiendo formando las diferentes tamaños, según la posi- hoy observamos que están tapadas
montañas, rematándose por últi- ción que ocupan dentro de la esce- en esta zona, como de las del resto
mo en el lado derecho con la re- na. Las líneas del paisaje aparecen de la composición.

25. Radiografía general del cuadro.


Técnica operativa: 25 kv, 10 mA, 2 mn, 2'60 mts. de distancia, 5 placas 90 x 90 y 5 placas 60 x 90 cm.

16
Detalle del cuadrante inferior 27. Detalle del cuadrante inferior 8. Detalle de dos figuras que
izquierdo. Luz visible. izquierdo. Rayos X. subyacen en el lado izquierdo.
RavosX.

29. Detalle de la cabeza del 30. Detalle de la cabeza del 31. Detalle de la guitarra. Rayos X.
personaje que toca la guitarra. personaje que toca la guitarra.
Luz rasante. Rayos X.

32. Detalle del cuadrante inferior derecho. Luz 33. Detalle del cuadrante inferior derecho. Rayos X.
visible.

17
34. Goya: El aquelarre (escena sabática). Museo del Prado.

En el grupo central se constata muestran embozadas y con som- dera más alargada tapando el
cómo los personajes están super- brero, carecen de densidad radio- puente y el río, y pintándose enci-
puestos a la realización del paisaje gráfica, y al igual que las dos feme- ma otro tipo de paisaje diferente.
(Figs. 29-30-31). Las modificacio- ninas colocadas a su lado derecho, En primer término y con un canon
nes que se ven en ellos son sobre sólo se sitúan por el ligero contras- similar al de las grandes figuras,
todo en las cabezas de algunos de te de las luces de sus vestidos. superpuso Goya el busto de una
los situados en la parte intermedia, De la procesión que va afluyen- mujer.
en la que se aprecian particulari- do por las veredas, en las radiogra- Los fondos están muy deteriora-
dades de los rostros —narices, bar- fías sólo vislumbramos algunos de- dos y presentan grandes pérdidas.
bas, etc.—, que en la visión actual talles de los personajes más próxi- Sobre el lado derecho se aprecia
se ven tapados al yuxtaponerse mos, el resto no son visibles en el una línea curva de empastes de
unos a otros de forma diferente. documento. alta densidad radiográfica, simila-
Las densidades radiográficas va- Sobre el puente de la primera res a los encontrados en otras com-
rían dependiendo de los detalles. composición existe un cambio sus- posiciones. En algunas zonas, se
tancial (Figs. 32 y 33). La montaña superponen a rotos con pérdida de
Algunas figuras de la zona cen- en el lado izquierdo se ha suaviza- pintura, y en otras, a la pintura
tral, concretamente las dos que se do al hacerse la pendiente de su la- original.

35. Radiografía general del cuadro.


Técnica operativa: 25 kv, 10 mA, 2 mn, 2'60 mts. de distancia. 5 placas 90 x 90 cm, 5 placas 60 x 90 cm.

18
36. Detalle de las cabezas de dos personajes de la 3 7. Detal le de las cabezas de dos personajes de la
zona central. Luz visible. zona central. Rayos X.

El Aquelarre Tal vez, El Aquelarre sea la úni- paisaje de fondo y la representa-


(escena sabática) ca escena pintada por Goya direc- ción que hoy se contempla fue rea-
140,5 x 4,35 cms (± 0,5 cms) N.° tamente, dentro de la serie de las lizada sin cambios de composición
de Catálogo: 761. Pinturas Negras. No existe ningún ni modificaciones. Las pinceladas

38. Detalle de la cabeza de un personaje que mira al 39. Detalle de la cabeza de un personaje que mira al
macho cabrío. Luz visible. macho cabrío. Rayos X.

¡•»
20
40. Goya: Dos viejos comiendo. Museo del Prado.

41. Radiografía general del cuadro.


Técnica operativa: 25 kv, 8 raA, mn y 1/4, 2 mts. de
distancia. 2 placas de 30 x 90.

que se observan en la radiografía,


se corresponden fielmente con la
imagen visible (Figs. 34-35).
Las figuras están realizadas de
una manera diferente a las del res-
to de las composiciones, a excep-
ción de las de la Peregrinación a la
Fuente de San Isidro (Santo Ofi-
cio). Con pinceladas, a modo de
brochazos, de abundante materia 42. Detalle de la cabeza del viejo
principal. Rayos X.
pictórica radiográficamente densa,
se ejecutan los contornos, luces de
las zonas claras, cabezas, manos,
etc. Estas pinceladas se aplican so-
bre un ligero fondo oscuro. El ca-
rácter del trazo hace que resalten
fuertemente las zonas claras de las
oscuras delimitadas por las prime-
ras, en un concepto moderno de la
pintura que da gran expresividad y fía, el viejo tiene más desarrollo da descubierta radiográficamente
fuerza a los personajes. Las zonas que el que se contempla en el cua- (Fig. 42).
oscuras carecen de contraste radio- dro, proyectándose con fuerza ha- El segundo personaje apenas tie-
gráfico por lo que en la radiografía cia el espectador. El manto se ele- ne contraste radiográfico. Se su-
esta expresividad se acentúa aún va sobre la cabeza y el hombro de- perpone ligeramente a la capa de
más (Figs. 36 a 39). recho, dando más volumen a la fi- fondo como puede verse en la mi-
gura, y cae hacia adelante por el crofotografía Fig. 66. B/l.
Muy abundantes son las pérdi- lado izquierdo. El personaje se Al igual que la mayoría de las
das de pintura original, así como muestra con mayor fuerza porque escenas, ésta también fue realizada
los repintes de superficie, sobre se acentúa con nitidez la pincelada
todo en los fondos, en la parte baja sobre otra primera estructura. En
muy suelta con que está realizado. la parte superior se observa el fon-
y en los negros de la representa- La cabeza aparece en posición di-
ción del macho cabrío. do claro y puede constatarse cómo
ferente, más girada hacia el lado la figura principal se superpone a
derecho, posición que se refuerza un fondo azul. Este pigmento en el
Dos viejos comiendo con la elevación del hombro. Ac- lado izquierdo aparece casi hasta
49,3 x 83,4 cms (± 0,2 cms) N.° de tualmente, el pigmento negro que el borde.
Catálogo: 762. tapa la mejilla izquierda del viejo Ciertas densidades confusas que
El cambio de composición sufri- suaviza el contorno de la cara y se observan en el fondo están pro-
do por la figura principal es evi- cambia su expresión. Tampoco ducidas por la abundancia de re-
dente (Figs. 40-41). En la radiogra- puede verse esa soltura de pincela- pintes que presenta el cuadro.
21
43. Goya: Saturno devorando a su hijo. Museo del 44. Radiografía general del cuadro. Técnica
Prado. operativa: 25 kv, 8mA, 1 mn, 2'10 mts. de
distancia. 1 placa 90 x 90 cm.

22
45. Detalle de la cabeza de Saturno. Luz visible. 46. Detalle de la zona correspondiente a la cabeza de
Saturno. Rayos X.

Saturno devorando a un hijo nera de recortarse las piernas sobre confirmarlo— hacen suponer una
el fondo, al personaje que baila en intención premeditada.
143,5 x 81,4 cms (± 0,2 cms) N.° primer término en el Entierro de la Superpuesta a esta escena se en-
de Catálogo: 763. Sardina, aunque el giro es diferen- cuentra la de Saturno devorando a
La primera escena concebida te. Esta primera composición fue un hijo, tema diametralmente
por el pintor es temáticamente realizada con mucha materia pic- opuesto, cuyo contraste radiográfi-
opuesta a la visible actualmente. tórica en el fondo, respetando el co es ligerísimo, tan sólo éste au-
Sobre un fondo de paisaje de pers- contorno de la figura que se mani- menta tenuemente en algunas zo-
pectiva oblicua, en el que se siguen fiesta oscura en el documento nas de luces.
con nitidez detalles tales como las (Figs. 43-44). Esta representación
líneas del horizonte, las montañas se encontraba localizada en la mis- Se constata que la pintura tiene
y el celaje, se recorta la figura de ma habitación que la de la Manola numerosísimas pérdidas de mate-
un hombre de un canon de cabeza enfrentadas en una casi diagonal. ria original. La zona de la cabeza
pequeña" en posición inestable El hecho de que sean las dos únicas de Saturno, que apenas tiene den-
sobre su pierna izquierda, posición proyectadas en un primer momen- sidad radiográfica, está situada en
que muy bien puede ser identifica- to, y el estudio de la colocación de una de las partes más dañadas, y
da con un paso de baile. Recuerda, ambas, que parecen situadas como puede observarse, por ejemplo,
tanto en su colocación como en al- si la Manola contemplase a este cómo los ojos coinciden en puntos
gunos detalles, tales como el zapa- personaje que baila —su posición con carencias de pintura (Figs.
to de su pierna izquierda y la ma- y mirada primitiva así parecen 45-46).

23
J

47. Goya: Judith y Holofernes. Museo del Prado. 48. Radiografía general del cuadro. Técnica
operativa: 25 kv, 8mA, 1 mn, 2'10 mts.de distancia, 1
placa 90x90 y 1 placa 90x60 cm.

24
49. Detalle de la cabeza de Judith. Luz visible. 50. Detalle de la cabeza de Judith. Rayos X.

Judith y Holofernes zona y pueden estar representando la cabeza. Es evidente también


143,5 x 81,4 cms (± 0,2 cms) N.° montañas, ya que caen sobre la cómo el vestido de Judith invade,
de Catálogo: 764. parte baja de la escena de un modo en parte, el lugar ocupado por esta
oblicuo, de derecha a izquierda figura, al tener mayor desarrollo.
Las densidades claras sobre el (Figs. 47-48).
fondo que se observan radiográfi- La superposición de la figura fe- Con respecto a la posible figura
camente, corresponden a la primi- menina de Judith se realiza con de Holofernes en el lado derecho
tiva concepción de la pintura con mucha materia pictórica, radiográ- del cuadro, caído en primer térmi-
una temática de paisaje luminoso. ficamente igual de densa que el no, se puede constatar que el espa-
La zona superior muestra una re- paisaje de fondo (Figs. 49-50). Sin cio reservado en oscuro es el que
presentación de cielo de líneas embargo, el personaje femenino correspondería con el hombro,
muy marcadas. En la parte central, que acompaña a Judith carece casi mientras que la cabeza está super-
la interpretación se hace más con- por completo de contraste radio- puesta a una densidad clara en la
fusa por la yuxtaposición de las gráfico, tan sólo se pueden obser- radiografía, aunque esto puede ser
dos estructuras con similar densi- var determinadas pinceladas en debido a la yuxtaposición de las
dad radiográfica. Las pinceladas claro que delimitan esta zona, por dos composiciones pintadas por
que trazan el paisaje parten de esta ejemplo en torno a las manos o a Goya.

25
52. Radiografía general del cuadro. Técnica
51. Goya: Dos mujeres y un hombre. Museo del operativa: 25 kv, 8mA, 1 mn y 1/4, a 2 mts. de
Prado. distancia. 1 placa 90x90, 1 placa 90x60 cm.

Dos Mujeres y un Hombre mujer sobre un burrito (Fig. 55). Las dos figuras centrales que se
125,4 x 65,4 cms (± 0,2 cms) N.° La zona central es de difícil lectu- superponen al fondo tienen una
de Catálogo: 765. ra, ya que en ella se superponen gran densidad radiográfica, obser-
Radiográficamente, es evidente ambas escenas con densidades si- vándose en ellas una expresividad
la existencia de una primera com- milares, sin embargo, la superior y espontaneidad mayores a las que
posición, en la que sobre la parte se muestra con mayor nitidez de- contemplamos en la actualidad.
inferior se trazan las líneas del pai- sarrollándose en ella un amplio ce- Determinadas pinceladas oscuras
saje entrecruzadas, apareciendo li- laje. Todo este primer trazado se de superficie suavizan estas expre-
geramente desplazada a la derecha realiza con pinceladas sueltas y li- siones. Bajo sus cabezas (Figs. 53 a
una pequeña figura, tal vez una bres (Figs. 51 y 52). 56) se aprecia con nitidez la super-

26
tura jocosa situada en la misma es- posición de los trazos para la eje-
tancia que la escena de La Lectura, cución de éstas sobre el fondo de
que se estudia a continuación, en cielo.
paredes contiguas con un sentido
de oposición temática. Se observa en el documento que
La posición de la segunda figura la mano y el brazo izquierdo del
también revela ligeras diferencias, personaje reresentado en primer
al situarse su cabeza algo más tum- término son totalmente diferentes.
bada y con un giro diferente. Su mano derecha se encuentra si-
El tercer personaje de la escena, tuada en donde vemos en la actua-
en el lateral izquierdo, tiene radio- lidad el antebrazo, proyectándose
gráficamente una tenue densidad de frente y con los dedos doblados,
diferente a la de los otros dos re- como si sujetase lo que podría ser,
presentados, apenas distinguién- por la forma, un libro ll. Muy bien
dose el perfil de su rostro. podría tratarse de un tema de lec-

53. Detalle de una de las figuras


centrales. Luz visible.
54. Detalle de una de las figuras
centrales. Rayos X.

5 5. Detalle de una de las figuras.


Luz visible.
56. Detalle de una de las figuras.
Rayos X.

57. Detalle del paisaje subyacente, zona


inferior. Rayos X.

27
59. Radiografía general del cijadro. Técnica 58. Goya: La lectura. Museo del Prado.
operativa: 25 kv, 8mA, 1 mn y 1/4,2 mts. de
distancia, 1 placa 60x90 cm, 1 placa 30x60.

28
60. Detalle de las cabezas 61. Detalle de las cabezas 62. Detalle del paisaje subyacente.
centrales. Luz visible. centrales. Rayos X. Zona inferior. Rayos X.

La Lectura de la Manola y también en otras original, y se puede observar, en


125,3 x 65,2 cms (± 0,2 cms) N.° escenas. Sobre este empaste, cuyo lugares donde ésta es más delgada,
de Catálogo: 766. contorno sobresale del resto de la la existencia de los rotos y de restos
La visión radiográfica revela un pintura, está realizada práctica- del celaje realizado en la primera
fondo de paisaje con líneas de ho- mente toda la cabeza del personaje composición (Figs. 60-61).
rizonte en diagonal de izquierda a que en el fondo mira hacia arriba, Algunas de las figuras del cuadro
derecha. En la zona inferior, se ob- salvo la última parte de la frente y carecen de contraste radiográfico.
serva una pequeña figurita de un el pelo. Pero es importante anotar Tan sólo dos de ellas muestran
jinete sobre su cabalgadura 13 (Fig. que tanto la parte situada sobre el densidad suficiente para ser obser-
62). Los personajes, cuyo contraste empaste, como la que está nivela- vadas a través del documento l5. El
radiográfico no es demasiado acen- da con el resto de la pintura son hombre que sostiene el libro y el
tuado, a excepción de algunas lu- idénticas, y no tienen la textura ni situado por encima de él en el lado
ces realizadas con mayores empas- la estructura normal de la pincela- derecho. De los otros dos persona-
tes, se superponen a la primera da auténtica del pintor. También jes, dejando a un lado el que está
composición (Figs. 58-59). está dentro de la zona pintada so- realizado sobre el empaste cuya
En la zona central, sobre el fon- bre el empaste, una parte de la ca- problemática ya ha sido analizada,
do, se manifiesta una gran man- beza del personaje situado de perfil el que se coloca al lado izquierdo
cha blanca de densidad radiográ- en el lado derecho. La materia pie- - del que lee se vislumbra muy te-
fica elevada. Se trata de un empas- tórica que forma esta gran mancha nuemente, mientras que el otro del
te realizado con blanco de plomo, está aplicada a espátula o simi- mismo lado, más hacia el borde,
muy similar en textura a los que se lar 14, tapando un espacio de abun- carece por completo de imagen ra-
aprecian sobre la cara y el pecho dantes pérdidas en la estructura diográfica.

29
64. Radiografía general del cuadro. Técnica
63. Goya: Perro semihundido. Museo del Prado. operativa: 25 kv, 8mA, 1 mn y 1/4 a 2 mts. de
distancia, 1 placa 90x90 cm, 1 placa 60x90 cm.

Perro semihundido mente con pinceladas sueltas, mar- pero no puede ser demostrada la
131,5 x 79,3 cms. N.° de Catálogo: cando las luces con mayor abun- posibilidad, apuntada por algunos
767. dancia de pasta (Figs. 63-64). historiadores, de la existencia, de-
Una línea de horizonte, de iz- bajo de esta zona, del cuerpo del
Bajo la cabeza de perro que ve- quierda a derecha, pasa por el cue- animal. Es difícil pensar que a una
mos en el cuadro, aparecen en la llo del animal. Bajo esta zona neu- cabeza con tanto contraste radio-
radiografía pinceladas que se co- tra del primer plano, tan sólo se gráfico corresponda un cuerpo sin
rresponden con el primer diseño ven ligeras pinceladas que pueden ninguno (Figs. 65-66). l6
de un fondo de paisaje. La cabeza corresponder al momento inicial Se ha sugerido también, basán-
del animal se superpone directa- de temática paisajística de la obra, dose en determinadas fotogra-

30
63B. Detalle de la cabeza del perro. Luz visible. 64B. Detalle de la cabeza del perro. Rayos X.

fías l7, la posibilidad de la existen- tas capas son fruto de las diferentes Dos de las pinturas, «Dos viejos
cia de un cazador y también de un intervenciones, y que se superpo- comiendo» y el «Perro semihun-
caballo, bajo la mancha que cubre nen a la pintura original. dido», muestran restos, bajo la pre-
todo el lado derecho. Tanto la ra- paración blanca, de otra base de color
diografía como los cortes estrati- gris-violáceo, en cuya composición
gráficos efectuados en estas zonas COMPOSICIÓN Y ESTRUCTU- se mezclan el sulfato de calcio, el
no confirman estas teorías. RA negro de carbón y el óxido de hierro
Existe si, sobre dichas zonas, naranja y ocre, y la cola como
una granulosidad extraña de la Las pinturas murales fueron lle- aglutinante, con un espesor mayor
capa pictórica, debida a los nume- vadas a cabo sobre una prepara- a 50 ¡i. Esta capa grisácea está situa-
rosos repintes que hay sobre ella, ción blanca de sulfato de calcio, da la primera en las dos obras, no
ya que su mal estado de conserva- cuyo aglutinante es la cola gelati- puede ser medida en su integridad,
ción, y el gran número de restaura- nosa. El espesor máximo medido pero puede ser de utilidad para la
ciones sufridas, han alterado y mo- es de 320 ¡i, si bien hay que tener determinación del grosor aproxi-
dificado la superficie original. Se en cuenta que esta capa no es uni- mado del estrato de la preparación
ha comprobado en los estudios de forme, ni se presenta en su totali- blanca, ya que esta última en am-
la estratificación pictórica, que es- dad. bos casos se presenta entera, al ser,

31
dentro de la estratificación de la sus cuadros, resultando de este el tiempo transcurrido entre una
pintura, la segunda capa del corte modo crudos en demasía», al ha- composición y otra.
transversal. Ambas pinturas esta- blar de la última etapa del pintor y La composición material es bas-
ban situadas en la misma pared posteriormente al referirse al cua- tante similar entre las capas de la
separadas por una puerta. Si bien dro de La Comunión de San José estructura estratigráfica que co-
la explicación de la presencia de de Calasanz. Aunque se ha podido rresponden a las primera escenas y
esta preparación podría encontrar- detectar la presencia de hierro en las que pertenecen a las superpues-
se en la entonación diferente de la los análisis de los negros de super- tas. En muchos casos el contraste
pared, es también muy probable ficie 20 y de los que refuerzan los radiográfico es igualmente similar,
que sea debida a que en su arran- bordes de las figuras, no puede ol- mientras que en otros se evidencia
que la técnica empleada fuera dis- vidarse que tal vez en buena parte diferente, bien porque el grosor de
tinta, extrayéndose con más canti- no son debidos a la mano del pin- los estratos de las pinturas yuxta-
dad de muro l8. (Figs. 66-A/2 y tor, sino a restauraciones (Figs. 69 puestas es menor, bien porque se
3-B/l,D/l-2y3). y 70). encuentran deterioradas y resque-
Los análisis efectuados sobre los En muchos de los cortes estrati- brajadas en superficie, o bien por-
pigmentos utilizados por Goya en gráficos efectuados es visible la su- que son debidas a restauraciones
la ejecución de estas pinturas han perposición de las escenas descri- posteriores y los materiales de pin-
llevado a determinar que el blanco tas ya en el estudio radiográfico tura utilizados no tienen densidad
usado, bien solo, bien como base (Figs. 65, C/3, D/l y 3; 66-B/2 y radiográfica.
para la mezcla de los otros pig- 3-C/2). Puede observarse cómo so- Existen excepciones puntuales a
mentos, es el blanco plomo (Fig. bre la capa de azul correspondien- lo antes descrito. En los cortes
67), de ahí el gran contraste radio- te a la ejecución del cielo, se en- transversales efectuados en el cua-
gráfico que presenta. El negro de cuentran otras que corresponden dro de la representación de la Ma-
los fondos y el que se encuentra al oscurecimiento de los fondos nola, sobre el montículo, la baran-
mezclado con otros pigmentos con el negro, o la yuxtaposición de dilla y la mantilla (Fig 65-A/l y 2)
—es frecuente su presencia ac- las figuras sobre los paisajes. Ade- se observa que unas capas de pin-
tuando como carga de otras tonali- más de estos estratos azules del tura se separan del resto por medio
dades— es un negro de origen or- paisaje, existen en las láminas del- de una sustancia resinosa. Es muy
gánico, negro de carbón de madera gadas otros tonos oscuros y claros posible que la presencia de la resi-
(Fig. 69). En las pinceladas rojas subyacentes que son asimismo de- na interpuesta entre las capas sea
dadas de una manera directa y en bidos a las primeras composicio- debida a problemas existentes en el
los rojos mezclados con blanco, nes (Figs. 65-D/2 y 3, y 66-C/l y arranque de las pinturas, al sepa-
por ejemplo en la realización de 3). En numerosos casos los estratos rarse unos estratos de otros, y que
las carnaciones, utilizó el pintor el negros sobre las capas azules, por su misión consista en intervenir
bermellón de mercurio (Fig. 68). ejemplo (Fig. 66 A/3), son fruto de como adhesivo. Esta sustancia
repintes posteriores. Es muy pro- también se detecta en los análisis
El pigmento azul empleado en
bable que estas superficies oscuras de otras representaciones en situa-
los fondos del paisaje es el azul de
sufrieran mucho en el arranque de ción diferente, como por ejemplo
Prusia, si bien además, en algunas
las pinturas, dado que el cambio de en Dos viejos comiendo, uniendo
zonas, han sido detectados cristales
temática de las mismas se efectuó las dos preparaciones (Fig, 66-A/3
azules decolorados, que los análi-
directamente sobre la primera es- y B/l) o en el Saturno devorando
sis microscópicos y por microfluo-
tructura, sin mediar ningún barniz a un hijo bajo la preparación
rescencia de R. X. determinan
o capa intermedia, como puede blanca (Figs. 66-B/3), lo que apoya-
como esmalte. En las zonas amari-
verse en las microfotografías reali- ría esta teoría. La resina presenta
llas se constata la presencia, como
zadas sobre las superposiciones; impurezas y trozos que no han lle-
materias colorantes, del oropi-
además la elaboración fue más gado a disolverse totalmente.
mente y de los óxidos de hierro,
simple. Tan sólo es visible, sobre el
muy abundantes por otra parte és- En el Duelo a garrotazos (Fig.
último estrato perteneciente a los
tos últimos en la realización de los 65-B/3, C/l y 2) la separación
paisajes de fondo, una superficie
marrones. también es evidente, mostrándose
ligeramente grisácea que corres-
Carderera 19 relata «el abuso del ponde a la suciedad depositada por con nitidez en las micromuestras
negro de imprenta que se nota en efectuadas y alcanzando espesores
32
67. Goya: Aquelarre (escena sabática). Espectro de un blanco original.
68. Goya: El Aquelarre (Asmodeo). Espectro de un rojo original.
69. Goya: El destino (Átropos). Espectro de un negro original.
70. Goya: El destino (Átropos). Espectro de un negro en zona repintada.
71. Goya: Perro semihundido. Espectro tomado sobre la mancha que cubre la parte baja.
72. Goya: Duelo a garrotazos. Espectro tomado sobre la pierna izquierda del personaje situado al lado izquierdo.

considerables. En la Fig. 65-C/2 se corresponder a las capas super- bón (Fig. 66-A/l), si bien en otras
observa que la sustancia resinosa puestas a la pintura original. Tam- lo que aparece es un ligero tono
interpuesta entre las capas de pin- bién se ha podido determinar la grisáceo que correspondería a la
tura es similar al barniz resinoso, presencia del blanco de zinc y de suciedad depositada sobre el
aplicado sobre el último estrato. titanio en estas superposiciones. muro 22. Tal vez los restos de pig-
En el Perro semihundido (Fig. La realización de la escena del mento negro puedan determinar la
66-D/3) se constata igualmente Aquelarre se hizo de una manera presencia de un diseño o trazado
este hecho. En los cuadros antes directa sobre la preparación, como inicial23. En la Fig. 64-C/l que co-
mencionados se ha detectado la ha podido ser estudiado en las lá- rresponde a la representación del
presencia de abundante blanco de minas delgadas efectuadas, confir- tema de Judith y Holofernes tam-
bario (Figs. 71 y 72) 2I . Esta mate- mándose la idea mostrada por las bién puede verse, sobre la prepara-
ria también ha sido encontrada en radiografías. Se puede ver sobre ción, esta finísima capa de negro.
las numerosas zonas de repintes de ella, en algunas zonas, una ligera En otras microfotografías el negro
las otras pinturas, por lo que debe capa entre 5 y 10 u de negro de car- aparece separando la primera esce-

33
Fig. 65. Microfotografias de láminas delgadas. Pinturas Negras de Goya. (Ver pág.

34
Fig. 66. Microfotografias de láminas delgadas. Pinturas Negras de Goya. (Ver pág. 39 ).

35
73. Duelo a garrotazos. Detalle de la cabeza del 74. Duelo a garrotazos. Detalle de la cabeza del
personaje del lado izquierdo. Luz rasante. personaje del lado derecho. Luz rasante.

na del cambio de composición decisión de su arranque. Pero lo dría decirse que en algunos temas
(Fig.66-A/2,B/1). que es evidente es que en el trasla- resulta ser una auténtica «orogra-
El aglutinante de las capas de do sufrieron además, numerosos fía», en la que algunos puntos so-
color es mixto, comprobándose en avatares, desgarros, roturas, etc., bresalen de otros, en los que la
los análisis 24 la presencia del óleo que los documentos radiográficos capa extraída es ya tan fina que se
y de la proteína, en algunos estra- obtenidos revelan en toda su cru- marca la tela del soporte actual.
tos individualmente y en otros deza. Las superficies se muestran asimis-
mezclados formando una emul- La extracción de las pinturas mo discontinuas por los numero-
sión. El aglutinante proteico indi- murales y su trasposición a lienzos sos repintes, de granulosidad y re-
vidualizado es más frecuente en las fue realizada de una manera un lieve diferentes a la pintura origi-
capas primeras de la estratifica- tanto irregular. Esto hace que el nal, así como también por los bar-
ción, mientras que en las últimas grosor de las capas de su estructura nices enranciados y sucios por el
aparece mezclado con el óleo o el material sea muy diferente de unas tiempo, aplicados en las diferentes
óleo como único elemento. zonas a otras dentro de un mismo intervenciones sufridas por las
cuadro. En algunas se puede en- obras.
ESTADO DE CONSERVACIÓN contrar la estructuración bastante En algunos casos, como por
completa, mientras que en otras ejemplo El duelo a garrotazos, la
Por lo que se ha visto, parece de- sólo se arrancó la capa última de la capa pictórica se desprende en for-
ducirse que las pinturas no se en- pintura. ma de lascas, tal vez debido a la re-
contraban en buen estado de con- El relieve superficial de las pin- sina anteriormente señalada que se
servación ya en el momento de la turas no es uniforme, más bien po- interpone entre las estructuras a

36
modo de adhesivo (Figs. 73 y 74). 3. Cambio de composición en dos veces la misma escena. V. von Loga,
En otros casos se observa que la la elaboración de las segundas es- Francisco de Goya, Berlín, 1903 (2.a edi-
ción 1921), las visitó cuando ya habían
capa pictórica que se levanta es, en cenas. sido arrancadas, pero aún permanecían
realidad, la de los repintes. 4. Pérdidas y deterioros de las a pie de obra.
La bibliografía sobre las pinturas negras
pinturas en su permanencia en el es muy extensa. Conviene señalar: G.
Las telas sobre las que fueron co- muro. CRUZADA VILLAMIL: La casa del sordo,
locadas estas pinturas son lienzos 5. Pérdidas y deterioros de las «Arte en España» 1868. J. EZQUERRA
de lino con torsión Z y con densi- pinturas durante el traslado del DEL BA YO: La quinta de Goya, «Revista
de la Biblioteca, Archivo y Museo del
dad entre 12 y 15 hilos por cm. de muro a los lienzos. Ayuntamiento de Madrid» 1924;
urdimbre y 13 y 16 pasadas por Proyecto de compra de la quinta de
6. Restauraciones sufridas des- Goya en el año 1854, «Arte Español»
cm. de trama 25. Dentro de la serie de que fueron arrancadas hasta el 1928. L. G. VALDEAVELLANO: Ante las
de las catorce pinturas existen dos momento. pinturas de la quinta del sordo, «Arte
cuadros que han sido reentelados Español» 1928. E. M. AQUILERA: Las
7. Estado actual muy delicado, pinturas negras de Goya: historia, inter-
posteriormente: El Aquelarre y El con falta de adhesión al soporte, en pretación y critica. Madrid, 1935. M.
perro semihundido, con lienzos muchos casos, falta de adhesión de GÓMEZ MORENO: Las crisis de Goya,
«Revista de la Biblioteca, Archivo y
muy gruesos de lino en los que los unas capas de pintura con otras, a Museo del Ayuntamiento de Madrid»,
hilos de la urdimbre y de la trama causa tal vez de la resina utilizada 1935. D. SÁNCHEZ DE RIVERA: Goya, la
son dobles y tienen unas densida- como adhesivo entre ellas durante leyenda, la enfermedad y las pinturas re-
ligiosas, Madrid, 1943. F. J. SÁNCHEZ
des de 7 a 8 hilos por cm. en la ur- el traslado, y superficies muy dete- CANTÓN: Cómo vivía Goya. I: El inven-
dimbre y de 9 a 10 pasadas por cm. rioradas por el sinfín de vicisitudes tario de sus bienes. II: Leyenda e historia
de la «Quinta del Sordo». III: El inven-
en la trama 26. La cola empleada padecidas por estas obras. tario de los bienes de Josefa Bayeu, fe-
para el reentelado es asimismo ex- chado en 1812, «Archivo Español de
cesivamente fuerte saliendo con Arte», 1946. A. HERRÁN: Pinturas ne-
gras y apocalípticas de Goya, Bilbao,
abundancia por el reverso. Estas 1950. F. J. SÁNCHEZ CANTÓN: Goya, sus
dos pinturas presentan actualmen- La documentación técnica ha enfermedades y sus médicos, «Sinergia»,
te una mala adhesión al soporte, sido obtenida por M.a del Carmen 1956. D. ÁNGULO IÑIGUEZ: El «Satur-
no» y las pinturas negras de Goya, «Ar-
hecho asimismo visible en algunas Garrido, con la colaboración de chivo Español de Arte», 1962. F. J. SÁN-
zonas de otras representaciones. Inmaculada Echeverría y Juana CHEZ CANTÓN: Goya y sus pinturas ne-
a gras en la Quinta del Sordo, Milán,
En otras pinturas se ha observa- M. Navarro. 1963 (Apéndice de Xavier de Salas). J.
do la presencia en los bordes de GARTHER: Goya. Berlín, 1974. E. HEL-
Agradecemos a los profesores R. MAN: Transmundo de Goya. Madrid,
dos telas iguales, en Al Aquelarre H. Marijnissen, L. Masschelein- 1983. P. GASSIER: Goya. Suiza, 1983.
(Asmodeo), La romería de San Kleiner y L. Kockaert del Instut 2
Goya adquirió la casa el 27 de febrero de
Isidro y La Peregrinación a la Royal du Patromoine Artistique 1819, traspasando la propiedad a su nie-
Fuente de San Isidro, aunque no su eficaz colaboración, así como a to Mariano el 17 de septiembre de 1823.
3
En una de las tasaciones que hace Juan
se ha podido determinar por el los diferentes departamentos del de Rivera en 1855, se dice que se en-
momento si los cuadros están Museo del Prado, y muy especial- cuentran en muy mal estado, si bien el
montados sobre dos telas o si una mente al laboratorio fotográfico. dato pueda estar exagerado para conse-
guir una rebaja en el precio.
de ellas es debida a la colocación En el documento de compra realizado
de bandas laterales27. por Segundo Colmenares en junio de
1859, también se hace referencia al dete-
rioro sufrido por las pinturas. Ver F. J.
En resumen, se pueden marcar NOTAS SÁNCHEZ CANTÓN: op. cit. 1963, pp.
las diferentes etapas sufridas por 1 63-79 del Apéndice.
4
El primer inventario de las pinturas lo Es comúnmente aceptado que fue ayu-
las pinturas hasta llegar a su estado realizó Antonio Bregada (1824), aunque dado en la operación por sus hermanos
actual. El conocimiento de las mis- no se conserva completo (Departament 5
Enrique y Francisco.
mas será de suma importancia Fitz-Gerald, 1950, I, pág. 4, 53-54, La documentación técnica ha podido ser
71-72), redactado cuando la casa ya per- realizada gracias a la colaboración de los
para su conservación futura: tenecía a su nieto. En él se reseñan quin- laboratorios Roche, que subvencionaron
1. Escenas de paisajes, prime- ce pinturas. Charles Yriarte en su Bio- el trabajo y el coloquio celebrado en el
ramente realizadas por Goya. grafía clásica de Goya (París, 1867), las Museo del Prado en noviembre de 1983,
describe cuando aún estaban sobre los bajo el tema Las hilanderas de Veláz-
2. Cambio de la temática ini- muros, comprobando que el número quez y las pinturas negras de Goya. Ver
cial con la superposición de las exacto es el de catorce y aclarando el Boletín del Museo del Prado. Madrid,
error cometido por Brugada, al describir 1983, tomo IV, n.° 12, pp. 197-199.
grandes figuras.
37
6
A pesar del gran deterioro del fondo de lumbran algunos detalles en lugares en respectivamente. Se recoge esta cita y se
la pintura, son evidentes las pinceladas los que la cantidad de pigmento es me- hace mención a otros detalles sobre la
sueltas y zigzagueantes similares a las nor. La textura de la superficie de estos técnica.
que se observan en los celajes de otras es- empastes es también diferente, resul- 20
A u n q u e la obtención de los negros para
cenas. tando muy lisa. las tintas de imprenta puede ser realiza-
7 15
En los planos de la casa, con la ubica- En el Inventario de YRIARTE (op. cit. 1) da p o r distintos métodos (materias colo-
ción de las pinturas, reproducidos en nu- se denomina a esta composición Dos rantes artificiales, negro de h u m o , anili-
merosos libros sobre el tema, ver por hombres, al igual que en el caso del nas solubles, etc), los d e mejor calidad
ejemplo: F. J. SÁNCHEZ CANTÓN: op. cit. tema anteriormente estudiado se men- son obtenidos a partir d e las sales ferro-
1963, p. 81, se marca sobre el muro la ciona el de Dos mujeres. Si se tiene en sas.
indicación de una puerta que se corres- cuenta que en este último, llamado ac- 21
En los numerosos análisis espectrales
ponde en situación con la de la sala del tualmente Dos mujeres y un hombre, efectuados p o r energía dispersiva de
piso alto. Tal vez la cuestióii de la excep- una de las figuras, la del lateral izquier- rayos X con u n equipo d e la marca Ke-
ción en su realización pudiese venir de do, carece de contraste radiográfico, y vex, sobre las zonas que n o presentan re-
un cambio en la distribución de la estan- que en el primero conocido como La pintes posteriores, n o h a n sido detecta-
cia. lectura, sólo dos de las figuras de la dos ni el bario, ni el zinc, ni el titanio,
8
Algunos de los repintes están aplicados composición sobresalen por su densi- materias frecuentes en las partes m u y
con mucha materia pictórica en trazos dad del resto de los personajes visibles restauradas.
curvos que tienden al círculo. Son muy (hasta seis figuras pueden situarse en la 22
Esta ligera señal grisácea de suciedad so-
similares a otros que aparecen en AI escena actual), se puede pensar que pu- bre la preparación, es m u y similar a la
Aquelarre (Asmodeo) sobre el gran des- dieran ser temas contrapuestos en su in- existente entre la primera y la segunda
garrón del lado derecho. La zona eviden- tencionalidad con dosfigurascada uno, estructura de las composiciones super-
cia densidades radiográficas borrosas a que han sufrido adiciones posteriores. puestas en el resto de los cuadros.
causa del gran número de repintes. El mal estado de las pinturas y los nu- 23
Los estudios efectuados p o r medio de la
9
El pintor ha podido inspirarse en el merosos repintes que presentan condu- reflectografía infrarroja n o han dado re-
puente de Segovia, muy cercano a la cirían a esta idea. Alguna de las figuras sultados positivos, por la abundancia de
Quinta del Sordo, aunque éste consta de es plenamente demostrable por los do- los pigmentos negros sobre la superficie,
mayor número de ojos y además éstos cumentos que han sido añadidos, ade- no dejando ver lo que subyace. En las zo-
son iguales. más ya se ha reseñado que las manos de nas claras t a m p o c o se h a revelado nada
10 la figura situada en primer término en de interés con esta técnica operativa.
Pueden distinguirse en la radiografía los la escena Dos mujeres y un hombre han 24
trazos que sitúan la presencia de hasta sufrido un cambio, mostrándose en la Los análisis efectuados por el IRPA
sietefigurasmás o menos alineadas. Sin radiografía en posición de sujetar un li- coinciden, en líneas generales, c o n los
embargo, algunos personajes de los ac- bro. llevados a cabo en el Museo del Prado.
tualmente visibles, como son el hombre 16
Son numerosas las publicaciones que ha-
de la chistera y lafigurasituada por de- Las pruebas estratigráficas realizadas cen referencia a las pinturas c o m o si d e
bajo de él, no tienen densidad radiográ- sobre esta zona no evidencian el hecho. frescos se tratase, tal vez p o r u n a asocia-
fica. Es, sin duda, una falsa imagen produci- ción de esta técnica con la pintura m u -
11 da por la incidencia de la luz en el com-
Este canon de cabezas pequeñas, así ral. Ver C A R D E R E R A , o p . cit. n.° 19.
como las deformaciones del propio ca- plicado relieve de esta parte de la pintu- 25
Se h a n efectuado mediciones precisas de
non son práctica habitual en numerosas ra. las diferentes telas. Datos más exhausti-
17
obras de Goya. Las fotografías realizadas por el Institu- vos pueden ser consultados en los archi-
12 to Amatller de Arte Hispánico han sido
Existen numerosos repintes de superfi- vos del Gabinete de Documentación
cie sobre esta zona, haciendo muy con- la causa de las diferentes interpretacio- Técnica del Museo del Prado. Por no ser
fusa la visión actual que ha inducido a nes erróneas. Las diferencias en el relie- las telas el soporte original de las pintu-
las diferentes interpretaciones que so- ve de la pintura y las sombras proyecta- ras se omiten mayores puntualizaciones
bre el tema se han realizado. das por las luces al incidir sobre ella, al respecto.
13
Recuerda a algunos de los caballos con han podido producir la impresión de la 26
Esta tela de forración es posible q u e esté
jinetes realizados en la parte baja del existencia de ciertos detalles y figura- colocada en sentido diferente al de su fa-
cuadro de Goya denominado El Coloso ciones inexistentes en la obra. bricación, si nos atenemos al n ú m e r o de
18
o El Pánico. N.° de catálogo del Museo La escena Dos viejos comiendo, fue ven- hilos y pasadas medidos por centímetro.
27
del Prado 2.785. dida con anterioridad a D. José Sala- PHILIBERT BRÉBAN (1878) al escribir
14
Esta manera de aplicación del pigmen- manca. Catálogo del Museo del Prado sobre la Exposición U n i v e r s a l de
to no es la habitual del pintor en la eje- 1972. Al parecer Iriarte no vio «Los VIE- París, e n la cual estuvieron e x p u e s -
cución de esta serie de obras. Se tiende, JOS» por estar ya arrancada la pintura. tas las p i n t u r a s , r e c u e r d a q u e fueron
19
por medio de las anchas paletadas, a CARDERERA: Biografía de D. Francisco llevadas a la tela «mediante un do-
empastar de manera rápida determina- de Goya, «El Artista», II, 253-55, y, ble traslado». No conocemos si el
das zonas en diferentes escenas. La den- Goya, «Semanario Pintoresco» 1838. hecho se refiere a que fueron trasla-
sidad radiográfica de la materia em- .Textos recogidos en el libro de E. LA- dadas dos veces o a que se emplea-
pleada es tan fuerte, que no deja ver con FUENTE FERRARI: Antecedentes, coinci- sen las telas dobles. F. J. SÁNCHEZ
facilidad lo que sucede debajo de donde dencias e influencias del arte de Goya. CANTÓN: op. cit. n." 1. Apéndice, pág.
ésta ha sido aplicada. Tan sólo se vis- Madrid 1947, págs. 302-305 y 305-308 79.
Explicación de las láminas 65 y 66

Fig. 65. Microfotografías de láminas delgadas. Pinturas Negras C/3. Referencia micromuestra: 759/3.
de Goya. Localización: Dos frailes- Carnación de la mano del primer fraile.
1. Sulfato de calcio; > 80 f¿.
A/1. Referencia micromuestra: 754/2. 2. Azul de Prusia, blanco de plomo y negro de carbón; = de 10 a 30 ¡x.
Localización: Una Manola: negro de la mantilla sobre azul de fondo. 3. Blanco de plomo y negro de carbón; - de 10 a 20 u.
1. Sulfato de calcio; > 250//. 4. Blanco de plomo y bermellón de mercurio; = 180 fi.
2. Blanco de plomo y azul de Prusia; = 15//. 5. Barniz resinoso; = de 20 a 50 fi.
3. Sustancia resinosa; = 5//. D/l. Referencia micromuestra: 759/2.
4. Blanco de plomo y azul de Prusia, negro de carbón y ocre; Localización: Dos frailes. Marrón del hábito del fraile primero.
5. Blanco de plomo, azul de Prusia y negro de carbón; = 10/i. 1. Sulfato de calcio; > 90 fi,
6. Repinte. Negro de carbón y blanco de bario; = 10 //. 2. Azul de Prusia, blanco de plomo y negro de carbón; = de 10 a 20 u-
1. Barniz resinoso; = 5 fi. 3. Óxidos de hierro marrón y rojo, negro de carbón y blanco de plomo; = de 50 a 70 ft
A/2. Referencia micromuestra: 754/4.
Localización: Una Manola: Ocre del montículo. 4. Barniz resinoso; = 20 ft.
1. Sulfato de calcio; > 1 5 0 / J . 5. Barniz resinoso; = 60 fi.
2. Blanco de plomo, y negro de carbón, ocres y oropimente; = de 50 a 10 //. D/2. Referencia micromuestra: 760/2.
3. Sustancia resinosa; = de 20 a 60/i. Localización: La romería de San Isidro. Gris del fondo, cambio de composición sobre
4. Negro de origen orgánico; — de 0 a 15 ¡i. la zona de! puente.
5. Repientes; hasta 80 medidas. 1. Sulfato de calcio; > de 30 a 60 ti.
A/3. Referencia micromuestra: 756/1. 2. Blanco de plomo; - de 20 a 58 fi.
Localización: Al Aquelarre (Asmodeo). Rojo del manto de un personaje. 3. Negro de carbón, blanco de plomo y óxido de hierro naranja; = hasta 60 fi.
1. Sulfato de calcio; > 160/i. 4. Negro de carbón y algo de blanco de plomo; = 15 y..
2. Blanco de plomo; = de 10 a 40 //. 5. Barniz resinoso; = 20 fi.
3. Bermellón y blanco de plomo; = de 10 a 30 //. D/3. Referencia micromuestra: 760/3.
4. Restos de negro, ¿suciedad?; = 5 //. Localización: La Romería de San Isidro. Amarillento del pañuelo del personaje que
5. Barniz resinoso; - de 10 a 20 //. porta un cayado.
6. Barniz resinoso; - de 10 a 20 //. 1. Sulfato de calcio; > 30 fi.
B/l. Referencia micromuestra: 756/5. 2. Azul de Prusia y blanco de plomo; = 10 fi.
Localización: Al Aquelarre (Asmodeo). Negro sobre rojo. Manto de la figura sobre el 3. Oropimenti, blanco de plomo, negro de carbón y bermellón de mercurio; = 50 //.
paisaje. 4. Restos de carbón; = 5 fi.
1. Sulfato de calcio; > 160 //. 5. Blanco de plomo y bermellón de mercurio; = de 20 a 90 ¡i.
2. Blanco de plomo y negro de carbón; = 3 //. 6. Barniz resinoso; = de 20 a 40 fi.
3. Bermellón, blanco de plomo y negro de carbón; ^ 30 /i.
4. Negro de carbón; =* 10 a 30 fi. Fig. 66. Micro fotografías de láminas delgadas. Pinturas Negras
de Goya.
B/2. Referencia micromuestra: 757/1.
Localización: El destino (Átropos). Negro del fondo.
1. Sulfato de calcio; > 180//.
A/1. Referencia micromuestra: 761/1.
2. Negro de carbón y blanco de plomo; = de 50 a 80 //. Localización: El Aquelarre (Escena sabática). Carnación figura femenina del lateral
3. Barniz resinoso; = de 40 a 60 //. derecho.
1. Sulfato de calcio; > 100 fi.
B/3. Referencia micromuestra: 758/2. 2. Negro de carbón y blanco de plomo; = de 5 a 15 u.
Localización: Duelo a garrotazos. Azul del cielo. 3. Negro de carbón; = de 5 a 10 ¿¿.
1. Sulfato de calcio; > 20//. 4. Blanco de plomo y bermellón de mercurio; = 50 fi.
2. Azul de Prusia, blanco de plomo y negro de carbón; = hasta 90 //. 5. Barniz resinoso; = de 5 a 15 fi.
3. Blanco de plomo; - 125 fi.
4. Sustancia resinosa; = de 10 a 30 fi.
A/2. Referencia micromuestra: 762/2.
5. Azul de Prusia, blanco de plomo y negro de carbón; — 25 //.
Localización: Dos viejos comiendo, Rojo de la mano del viejo central.
6. Barniz resinoso; = 10//.
1. Negro de carbón, sulfato de calcio y trazas de ocre naranja; > 50 ti.
2. Sulfato de calcio; = de 20 a 60 p,
C/l. Referencia micromuestra; 758/6. 3. Azul de Prusia y blanco de plomo y negro de carbón; = 10 fí.
Localización: Duelo a garrotazos. Marrón del vestido del personaje, en el lado dere- 4. Blanco de plomo; = de 10 a 40//.
cho. 5. Negro de carbón; =• 10/i.
1. Negro de carbón, blanco de plomo; > 60 //. 6. Blanco de plomo y bermellón de mercurio; - de 15 a 50 n.
2. Sustancia resinosa; = de 20 a 30 //. 7. Barniz resinoso; = 25 fi.
3. Bermellón de mercurio, blanco de plomo; = 70 //.
4. Restos de barniz resinoso; = \0 fi.
A/3. Referencia micromuestra: 762/4.
C/2. Referencia micromuestra; 758/3. Localización: Dos viejos comiendo. Negro del fondo, sobre la cabeza del viejo.
Localización: Duelo a garrotazos. Rojo de la cara del personaje del lado izquierdo. 1. Negro de carbón y sulfato de calcio y trazas de ocre naranja; > 50 fi.
1. Negro de carbón y blanco de plomo; > 90 //. 2. Sustancia resinosa; = 15¿x.
2. Sustancia resinosa; aa de 15 a 40//. 3. Sulfato de calcio; - de 15 a 40 ii.
3. Azul de Prusia, blanco de plomo y negro de carbón; = 35 //. 4. Azul de Prusia, blanco de plomo, trazas de ocre y negro de carbón; = de 15 a 40 fí.
4. Bermellón de mercurio, blanco de plomo; = 1 0 / / .
5. Barniz resinoso 5. Negro repinte (?), restos de carbón; = de 5 a 20 ¡i.
La capa intermedia resinosa es semejante a la de la superficie. 6. Barniz resinoso; - 5 ¡i.

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B/l. Referencia micromuestra: 762/3. C/3. Referencia micromuestra: 765/3.
Localización: Dos viejos comiendo. Pinceladas rosáceas sobre negro de fondo, bajo la Localización: Carnación brazo de la mujer situada en primer lugar.
mano del viejo del lado izquierdo. 1. Sulfato de calcio; > 100 fi.
1. Negro de carbón, sulfato de calcio, trazas de ocre naranja; > 40 fi. 2. Negro de carbón y blanco de plomo; = 25 fi.
2. Sustancia resinosa (capa no completa); = 10 ti. 3. Negro de carbón, bermellón de mercurio y trazas de blanco de plomo (capa muy
3. Sulfato de calcio; * 35^. irregular); =* de 0 a 25 fi.
4. Blanco de plomo; = 20 ¡i. 4. Barniz resinoso (pueden ser dos capas); = de 20 a 85 fi.
5. Negro de carbón y blanco de plomo; = de 5 a 15 fi, D/l. Referencia micromuestra: 767/3.
6. Blanco de plomo, trazas de ocres; ™ 110 /i. Localización: Perro semihundido, Marrón junto a un roto en la mancha del lado
7. Barniz resinoso; = de 5 a 15 /i. derecho.
B/2. Referencia micromuestra: 763/1. 1. Sulfato de calcio, negro orgánico, trazas de ocre naranja; = 80 fi.
Localización; Saturno devorando a su hijo. Rojo de la sangre sobre el fondo. 2. Restos de adhesivo(?); > 20//.
1. Sulfato de calcio; > 100//. , 3. Sulfato de calcio muy impregnado; = de 0 a 80 fi.
2. Azul de Prusia, blanco de plomo y negro de carbón; ~ 35 ti. 4. Blanco de plomo, oropimenti y negro de carbón; = 80 fi.
3. Bermellón de mercurio y blanco de plomo; = de 20 a 35 fi. 5. Repintes, blanco de bario y blanco de zinc y ocres; =* 25 fi.
4. Restos de negro (capa no continua) (¿tal vez lo que se ha denominado negro de D/2. Referencia micromuestra: 767/5.
imprenta?); = 3 a 5 //. Localización: Perro semihundido. Marrón repinte de la parte baja del cuadro.
5. Barniz resinoso; ~ 15 ¡i, 1. Sulfato de calcio, negro de carbón y trazas de ocre naranja; > 50 ¿i.
B/3. Referencia micromuestra: 763/2. 2. Sulfato de calcio muy impregnado; = 150 a 200 /i.
Localización: Saturno devorando a su hijo. Carnación brazo izquierdo de Saturno. 3. Sustancia resinosa; = 5 fi.
1. Sustancia resinosa, adhesivo(?); > de 10 a 25 fi. 4. Blanco de plomo y negro de carbón; - 40 /J.
2. Sulfato de calcio; = 35 ti. 5. Oropimenti, blanco de plomo y negro de carbón y ocres; = de 10 a 40 fi.
3. Azul de Prusia, blanco de plomo, negro de carbón y trazas de ocre; = 35 (¿. 6. Repinte, blanco de bario y ocres; ~ 15 /¿.
4. Blanco de plomo y poco bermellón de mercurio; = 20 /¿. 7. Barniz resinoso; = 20 ¡x.
5. Repintes, blanco de plomo y ocres; — 35 a 45 fi. 8. Repintes en varias capas, blanco de bario, blanco de zinc y ocres en varias capas;
6. Barniz resinoso; = 30/¿ - 25 a 100 fi.
C/l. Referencia micromuestra: 764/1. D/3. Referencia micromuestra: 767/6.
Localización: Judith y Holofernes. Negro del vestido de Judith. Localización: Perro semihundido. Fondo gris zona de transición no repintada.
1. Sulfato de calcio; > 170/*. 1. Sulfato de calcio, negro de carbón y trazas de ocre naranja; > 40 fi.
2. Restos de negro de carbón; ss 5 fi. 2. Sulfato de calcio muy impregnado; =* hasta 190 ¿i.
3. Blanco de plomo y bermellón de mercurio; = de 30 a 50 ¡x. 3. Sustancia resinosa; = 30 fi.
4. Negro de carbón y blanco de plomo; = 25 a 50 fi. 4. Negro de carbón, blanco de plomo y trazas de oropimenti y ocres; = 40 a 50 fi.
5. Barniz resinoso; = de 10 a 25 ¡L 5. En parte barniz resinoso; = 10 fi.
En parte repinte; = 10 ^.
C/2. Referencia micromuestra: 765/2.
Localización: Dos mujeres y un hombre. Blanco del vestido de Judith.
1. Sulfato de calcio; > 320 fi, i
2. Azul de Prusia y blanco de plomo; = de 10 a 20 fi.
3. Negro de carbón y blanco de plomo; - 25 fi.
4. Blanco de plomo, azul de Prusia, negro de carbón y trazas de ocre; m hasta 400 ¡u,
5. Barniz resinoso; = 10 a 100//.

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