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SESIÓN 1
ASPECTOS GENERALES
1.1 DEFINICIÓN:
La Iglesia nunca ha renunciado a decir la palabra que le corresponde acerca de las cuestiones de
la vida social. Es una voz dirigida a las comunidades cristianas y especialmente a los laicos y
laicas, llamados como recuerda el Concilio Vaticano II a ocuparse de las realidades temporales
según Dios (Lumen Gentium= LG 31).
Conocer a fondo y saber cómo actuar y comprometerse en la vida pública es una tarea tanto
imprescindible como compleja. La doctrina social de la Iglesia nos permite juzgar los cambios
de nuestra sociedad a la luz de la fe y de la sensibilidad cristiana en temas tan complejos como
la militancia política, el servicio al bien común, las participación en la sociedad y en la cultura, el
compromiso en el mundo del trabajo y de la empresa, la acción contra la pobreza y la
marginación...
Así es como el pueblo cristiano encuentra ayuda para discernir valores auténticamente
cristianos en medio de una sociedad abierta y plural. Saber guiarse en medio de ese "mar" de
opciones y compromisos es un aporte que podemos y debemos recibir de la Doctrina social de
la Iglesia. Así lo recordaba Juan Pablo II a la hora de definir la misión de la Iglesia y de las
comunidades en su tarea evangelizadora: "El cometido fundamental de la Iglesia en todas las
épocas y particularmente en la nuestra - como recordaba en mi primera encíclica programática
- es "dirigir la mirada del hombre, orientar la conciencia y la experiencia de toda la humanidad
hacia el misterio de Cristo" (Redemptoris missio Nº4).
a. Algunas definiciones
Podemos decir que la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) es el conjunto de enseñanzas y normas
referentes a todos aquellos valores humanos que han de realizarse en cooperación social.
Otra definición expresa que es la aplicación de la perenne moral cristiana a las presentes
circunstancias económicas y sociales. Se dice también que es la enseñanza moral de la Iglesia
sobre la convivencia humana.
a.- Una tercera vía. No es una propuesta económica o política, no es un “sistema”... Aunque se
haga una crítica, por ejemplo, del socialismo y del capitalismo, no propone un sistema nuevo,
una vía intermedia. No es una propuesta técnica, tanto para el campo político, o para el campo
económico o social, sino que es más bien una doctrina moral, que surge de la concepción
cristiana del hombre y de su vocación al amor y a la vida eterna.
b.- Una utopía, en el sentido de un ideal social imposible de alcanzar. No intenta describir un
paraíso terrenal donde el hombre pueda alcanzar su perfecta realización.
d.- Una doctrina fija, estática, sino más bien un desarrollo continuo. En verdad, los principios
fundamentales no cambian, puesto que están arraigados en la naturaleza humana que no
cambia, sino que las aplicaciones se adaptan a las nuevas circunstancias históricas de tiempo y
espacio.