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CAPITULO 2
Nuevamente bienvenidos a la continuación de nuestro estudio, sobre la sana doctrina en lo que
es su segunda parte, estudiando el tema nos damos cuenta que tenemos mucho que aprender
sobre este tema, y nuestra intención es que sigamos aprendiendo, y no solo simplemente
leyendo por leer, sino más bien tratando de estudiar y estudiar a fondo si nos es posible.
b) La sana doctrina en un sentido saludable divide: ¿Cómo es que divide o por qué?
* Entre la luz y las tinieblas. Es completamente imposible que estas dos cosas se puedan
complementar o relacionarse entre sí, En cualquier ambiente de oscuridad, si la luz aparece las
tinieblas huyen inmediatamente, porque son irrelacionables, e incompatibles.
* Entre el bien y el mal. De igual manera entre estos dos aspectos, la diferencia no solo es obvia
sino también es absoluta, la sana doctrina muestra claramente que es el bien y a la vez muestra
el mal, y la incompatibilidad entre ambos, por esa razón nos es posible saber que es lo bueno y
que es lo malo, y también podemos saber los resultados de practicar ambos,
* Entre la vida y la muerte. Estas son también dos condiciones completamente opuestas, tanto
en el aspecto físico como en el aspecto espiritual, la vida espiritual es de suma importancia para
Dios y debería serlo para nosotros también.
* Entre la verdad y el error. Es muy evidente que, aunque el error muchas veces cabalga sombre
lomos de la verdad no por eso se convierte en verdad, el error sigue siendo error, aunque
cambie de color o de apariencia, pero la verdad no necesita cambios, es siempre verdad en
cualquiera de sus formas es verdad por y en sí misma.
c) Pero también la doctrina verdadera, sana y sabia sirve para unir, todo aquello que se
conforma a ella y que es parte de ella.
e) La fuente de la sana doctrina son las escrituras, y son infalibles e inequívocas. 2ª. Tm.3:16-17;
esto implica que no hay espacio para que nosotros pensemos que la doctrina tenga orígenes
humanos, o inciertos o falibles, es en la biblia que se enseña la sana doctrina, y a través de
todos los siglos desde su existencia a demostrado ser lo que es.
* La sana doctrina es para alcanzar solides espiritual. Hb.5:14; la solidez espiritual es entonces
el resultado de la aplicación de la sana doctrina a la vida práctica, y cuando conocemos alguien
espiritualmente solido es porque la doctrina ha obrado en él.
f) La buena doctrina es siempre provechosa en todo sentido, espiritual, moral, físico y mental.
Pr.4:1,2,8; por esa razón es muy evidente lo que ella hace, y no debe haber confusión, pues no
se trata de una apariencia falsa sino de una realidad práctica.
* La sana doctrina verdadera hace arder el corazón. Lc.24:32; en estos discípulos la palabra que
escucharon les impacto tremendamente su corazón,
* La sana doctrina nos ayuda a salvarnos de la intoxicación teológica moderna. 1ª. Tm.4:1,13-
16; necesitamos aprender a diferenciar la doctrina verdadera de la falsa, debemos tener
cuidado con las supuestas nuevas interpretaciones de la biblia, o lo que algunos llaman
reinterpretación de la biblia, la biblia es su propia interprete, ella se explica así misma.
* La doctrina nos ayudara a afirmarnos. Efe.4:14; en los tiempos que estamos viviendo de tanta
confusión, es cuando más firmeza escritural necesitamos, porque de lo contrario seremos
llevados por todo viento de doctrina, que era lo que pablo quería evitar en los creyentes de
Éfeso. Tenemos que salir de la niñez espiritual para lograr afirmarnos en la doctrina.
* La doctrina nos ayuda a edificarnos. 2ª. Tm.2:15; la edificación es un asunto serio en la vida
del cristiano, edificar implica entre otras cosas crecimiento y desarrollo, y cuando esto se da
entonces hay resultados evidentes.
* La doctrina nos ayuda a equiparnos. 2ª. Tm.3:13-17; el equipamiento en la vida cristiana es
necesario, para no estar desprevenidos contra los diferentes ataques del enemigo, ya que el
tiene un arsenal muy diverso para atacarnos, y necesitamos tener y usar toda la armadura de
Dios, para lograr la victoria diariamente contra Satanás.
* La doctrina nos debe liberar de las tradiciones, costumbres y mandamientos de los hombres.
Mt.15:7-9; Col.2:8,20-22; cuando conocemos bien la doctrina, diferenciamos fácilmente que es
lo que la biblia enseña sobre cualquier cosa que vemos, oímos o practicamos y podemos decir si
es doctrina o una costumbre lo que estamos defendiendo. Por la ignorancia a veces
defendemos más las tradiciones y costumbres que la doctrina o defendemos esas cosas
pensando que son sana doctrina, por eso debemos saber qué.