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Introducción

Desde Gaudium et Spes, se explica la vocación humana a la vida comunitaria (nadie se


salva solo). El documento expresa que: “Dios creó al hombre no para vivir aisladamente,
sino para formar sociedad” (Ver como el otro es mi hermano y lo ignoramos y no hacemos
ni lo tenemos en cuenta) (n. 32), y explicita la forma como han de ser las relaciones
sociales (et al., 1965), según el designio del Creador, “Dios, que cuida de todos con paterna
solicitud, ha querido que los hombres constituyan una sola familia y se traten entre sí con
espíritu de hermanos” (n.24). Pero en la realidad, encontramos que el ser h umano en su
inclinación al mal se ha apartado en muchas ocasiones de la voluntad de Dios, cayendo en
situaciones de injusticia que han deteriorado las relaciones sociales entre unos y otros.

Primer capítulo

1.1 Definición:

La moral social puede ser presentada como “la mediación de la fe en el ámbito de las
realidades sociales. Es la reflexión sistemática, a la luz de la fe, sobre los valores y
responsabilidades que demandan el compromiso de la persona en el mundo social y
determinan el discernimiento sobre la eticidad de las estructuras”1 Es la parte de la ética que
estudia el valor moral del comportamiento humano en el ámbito de las relaciones sociales.
Trata preferentemente del comportamiento de las personas en relación con los demás, en
cuanto viven en sociedad, en unas estructuras y ámbitos determinados. La moral social
“tendrá por objeto la reflexión crítica sobre las estructuras sociales existentes y la acción
colectiva encaminada a la reforma de esas estructuras o a la instauración de unas estructuras
nuevas”.

Decimos que la moral de una sociedad tiene su manifestación primera y más aparente en
las “costumbres” (Mores). El conjunto de costumbres morales aceptadas por un grupo
constituye el Êthos de esa comunidad humana. De ahí que la pregunta moral en este campo
tenga en cuenta el nivel sociológico de la realidad ética en un doble sentido:
- Como punto de partida: Cualquier reflexión moral sobre la vida social ha de partir de
los datos de la realidad. Se dan por medio de encuestas y estadísticas, estudios de
antropología cultural, estudios de crítica social
- Como punto de llegada: En cuanto que la moral tiene por cometido “transformar” las
costumbres. Esta transformación la situamos en los siguientes aspectos de la vida
social: Los esquemas de valores, en las pautas de comportamiento y en conjunto de
aspiraciones que orientan los cambios sociales.

Ahora es oportuno hacer la salvedad, del porqué es “Social”. Se enmarca el campo a


abordar, como explica Roger Mehl:

«Mientras que la ética personal tiene por objeto y por contenido la acción que yo ejerzo
sobre mí mismo para establecer en mi opción y, de modo más general, en mi estilo de
1
J. FLECHA ANDRÉS, «Moral Social, la vida en comunidad», 23.
vida un cierto orden que esté en armonía con determinados valores, la ética social
tendrá por objeto la reflexión crítica sobre las estructuras sociales existentes y la acción
colectiva encaminada a la reforma de esas estructuras o a la instauración de unas
estructuras nuevas, entendiendo que esta reflexión y esta acción están presididas por
una cuestión ética fundamental… ¿Qué tipo de hombre queremos construir?»2

También es necesario agregarle otro adjetivo: “cristiana”, así pues, en el presente apartado
hablamos de moral social cristiana, y su objetivo que es: “cómo debe ser la vida en
sociedad según la fe cristiana”.

Para inferir, que: la Moral Social Cristiana tiene por cometido reflexionar sobre las
opciones éticas concretas que hacen su aparición dentro del horizonte de la sociedad, y
específicamente a la luz de la fe en Cristo.3

La moral social “tendrá por objeto la reflexión crítica sobre las estructuras sociales
existentes y la acción colectiva encaminada a la reforma de esas estructuras o a la
instauración de unas estructuras nuevas”.
Para completar nuestro acercamiento a la definición de moral social cristiana, tomaremos a
Centesimus Annus (1991), que la toma como un elemento importante en la misión
evangelizadora de la Iglesia, al respecto dice que:

“Tiene de por si un instrumento de evangelización: en cuanto tal, anuncia a Dios y su


misterio de salvación en Cristo a todo hombre y, por la misma razón, revela al hombre a sí
mismo. Solamente bajo esta perspectiva se ocupa de lo demás: de los derechos humanos
(...) los deberes del estado, el ordenamiento de la sociedad, la vida económica, la cultura, la
guerra y la paz, así como del respeto a la vida”. (n. 54).

Por otra parte, Sollicitudo Rei Socialis (1987) afirma la neutralidad de la Iglesia frente a los
sistemas económicos, en este sentido, la Iglesia en la moral social, no representa ninguna
ideología, sino que es una fiel abogada de la dignidad del hombre, el documento aclara:

“La doctrina social de la Iglesia no es, pues, una “tercera vía” entre el capitalismo liberal y
el colectivismo marxista, y ni siquiera una posible alternativa a otras soluciones menos
contrapuestas radicalmente, sino que tiene una categoría propia. No es tampoco una
ideología, sino la cuidadosa formulación del resultado de una atenta reflexión sobre las
complejas realidades de la vida del hombre en la sociedad y en el contexto internacional, a
la luz de la fe y de la tradición eclesial. Su objetivo principal es interpretar esas realidades,
examinando su conformidad o diferencia con lo que el Evangelio enseña acerca del hombre
y su vocación terrena y, a la vez, trascendente, para orientar en consecuencia la conducta
cristiana (...) y tiene como consecuencia el compromiso por la justicia según la función,
vocación y circunstancias de cada uno”. (n.41).

1.2. Contenido de la moral social

2
L. GONZÁLEZ-CARVAJAL, «Entre la utopía y la realidad, curso de moral social»,15-16.
3
M. VIDAL, «Moral de actitudes tomo tercero Moral Social», 8.
La moral social se inserta dentro de los cuadros de la llamada “moral concreta”, que es la
parte de la síntesis teológica – moral en la que se someten a reflexión los problemas
concretos y diversificados del compromiso ético de los cristianos.

Así pues, “la moral social cristiana” tiene por cometido reflexionar sobre las opciones
éticas concretas que hacen su aparición dentro del horizonte de la “sociedad”. De este modo
daremos respuesta al interrogante con el que termina la “Ética de la persona”; la exigencia
de una “mas allá del personalismo ético”. Una moral social fundamental (Fundamentos
teóricos de la moral social: histórica y sistemática) y una moral social concreta, los
problemas morales que suscita el compromiso social del cristiano4.

1.3. Método

Desde el significado etimológico, según el (RAE, et al., 2016), un método es el


“procedimiento que se sigue en las ciencias para hallar la verdad y enseñarla”, de acuerdo a
esto, veremos la forma como la moral social cristiana fundamenta sus argumentos.

En nuestro estudio moral es necesario tener una visión objetiva de la realidad, para ello es
imprescindible indagar distintas fuentes del conocimiento, de no ser así́ corremos el riesgo
de parcializar la verdad. Por esto, no dependemos de una sola fuente de información, por el
contrario, encontramos que las ciencias, sobre todo las sociales hacen muchos aportes.
Concluimos pues, diciendo que la moral social es una ciencia interdisciplinar basada en dos
bloques: la Sagrada Escritura y la razón humana (Carvajal, et al., 1998).

En primer lugar, la teología moral cristiana está basada en la Sagrada Escritura porque “es
ésta el alma de la teología” (Dei Verbum, et al., 1965, n. 24), y “la teología moral ha de ser
nutrida con mayor intensidad por la doctrina de la Sagrada Escritura” (Optatam Totius, et
al., 1965, n. 16). Bien conocemos, que para los cristianos el criterio fundamental para la
vida en sociedad ha de ser el actuar de Jesús, descubierto sobre todo en los Evangelios.
Pero, toda la Biblia es Palabra revelada y fuente de moralidad para el creyente.

Sin embargo, descubrimos un problema al poner la Biblia como base de la moral social, y
este es que, muchos de los problemas sociales, sobre todo los actuales, no tendrán respuesta
directa y literal en la Sagrada Escritura, por ello es necesario un trabajo hermenéutico para
lograr que de alguna forma responda a aquello que no se planteaba en el momento de la
redacción (Carvajal, et al.,1995).

Por otra parte, afirmábamos que la razón humana constituía otro bloque de la metodología
de la moral social cristiana, en este punto diremos citando a (Carvajal, et al., 1995) que,
“para que nuestro discurso ético tenga también validez para quienes no comparten nuestra
fe, o al menos nos permita dialogar con ellos, no podemos basarnos únicamente en la
Escritura, necesitamos emplear argumentos de la razón” (p. 15). Por lo anterior la moral
social en su segunda base estará ayudada por las ciencias, sobre todo las humanas y
sociales.

4
Cf. VIDAL, Marciano, Moral de Actitudes III, 7 – 17.
Concluimos diciendo que, la metodología de la moral social cristiana, es como una balanza
entre la razón humana, (ciencias sociales) y la Revelación divina (Sagrada Escritura).

1.4. Bíblico e Historia: Ver presentación PPT.

Introducción a las sagradas Escrituras

El dinamismo de la conciencia creyente en el ámbito social.

Lo específicamente cristiano en la moral social es la importancia del Reino de Dios como


realidad y tarea para la Moral social: su carácter dialéctico entre el Ya pero todavía no.

 El Reino de Dios es el núcleo central del N.T, que Jesús anuncia como mensaje de
salvación a todos los hombres.
 El Reino se inaugura en el acontecimiento y persona de Jesucristo. El ha cumplido en su
vida, muerte y resurrección la Alianza definitiva de Dios con los hombres.
 El Reino sólo se revelará en plenitud en un futuro último y esta realización plena en
nosotros, pertenece a la promesa escatológica que se acerca.
 El Reino se va haciendo – Ya- presente en la medida que se va verificando “la
comunión de todos los hombres y mujeres entre Sí y con Dios, la filiación y la
fraternidad.
 El Reino, guarda siempre un – No Todavía-. Existe una tensión escatológica (un ya
pero todavía no), una tensión entre el presente no terminado y el futuro pleno por hacer.
 Desde el horizonte del Reino de Dios, la moral social cristiana aparece como:

-  Una moral dinámica: que impulsa a la acción y al compromiso por el desarrollo,


promoción y liberación integral del hombre.

-  Una moral positiva y creadora: que estimula la fraternidad, la justicia, la solidaridad.

-  Una moral de esperanza, que mira al futuro para transformarlo.

1.4.1 La moral social en la Sagrada Escritura

1.4.1.1 El Antiguo Testamento: alianza, sabiduría y profetismo

El Antiguo Testamento nos presenta fundamentalmente una Historia de Salvación de un


pueblo. Yahvé invita continuamente a hombres y mujeres a una vida en comunión con El
sellada por la alianza. Y esta experiencia comporta una comunión de los hombres y
mujeres entre sí, una convivencia humana. El pueblo tiene, pues, una vocación social, que
la Alianza propone como proyecto de convivencia humana en la justicia y el derecho.

La justicia aparece en el AT con tres dimensiones:

a. Dimensión teocéntrica ó religiosa: Antes que nada, la justicia aparece como una
exigencia para con Dios que quiere se cumpla su proyecto de justicia. Por ejemplo, el
profeta Isaías 5,7 pone en boca de Yahvé: “Esperaba de ellos Justicia y hay asesinatos;
esperaba rectitud, y hay gritos de opresión”.
b. Dimensión comunitaria: Es la reciprocidad en la comunidad de la Alianza. Aparece
como responsabilidad hacia el prójimo, preferencialmente con los más débiles. El
capitulo 25 del Libro del Levítico, por ejemplo, nos presenta una serie de leyes sociales
fundadas en la solidaridad nacional, en la propiedad de Yahvé sobre la tierra, en la
protección del pobre por Yahvé, porque Yahvé es liberador (Dt 24, 17-18). Así, el año
sabático, aparte de ser un año de cultivo beneficioso para la tierra, da margen a los
israelitas para dedicarse a otras actividades religiosas, culturales, comunitarias. Lo que
produzca la tierra servirá para él, sus siervos, los jornaleros, los extranjeros:”. La tierra
tendrá́ también su descanso en honor de Yahvé. Seis años sembrarás tu campo, seis
años podarás tu viña y cosecharás sus productos, pero el séptimo año será de completo
descanso para la tierra (...) Lo que produzca la tierra durante su descanso os servirá de
comida a ti, a tu siervo, a tu sierva, al jornalero y al emigrante" (Lv 2 5, 1-7). El año
jubilar (Lv 25, 8 –17), que se celebraría cada 49 años, al séptimo años sabático. Las
propiedades: casas y campos – empeñados – debían volver a sus primitivos propietarios
sin que medie pago alguno, los esclavos hebreos debían quedar en libertad. El sentido
profundo de estas legislaciones protectoras es que Dios no permite que nadie acumule
los bienes de los demás. La tierra es de Dios. Señala, pues, una meta de justicia e
igualdad muy elevadas tuteladas por Yahvé. La responsabilidad hacia el prójimo se
concreta de un modo particular en la legislación con respecto a los débiles: esclavos,
huérfanos, forasteros, viudas... Y en la prohibición del préstamo a interés, en la tutela
del salario diarios... Así, por ejemplo: “Si tu hermano se empobrece (..) lo mantendrás
como forastero o huésped, para que pueda vivir junto a ti. No tomarás de él interés (..).
Lv 25,35 – 55). La presencia del pobre es siempre una interpelación a la solidaridad (Dt
15, 7 – 11). Además, hay que moderar los instintos de avaricia y de crueldad, que
pueden ligarse inconscientemente a la propiedad, en contra de los pobres (Dt 24, 14 –
15).
c. Dimensión jurídica o legal: La Ley es expresión y actuación de la justicia. Es la manera
de ordenar la vida de Alianza. Sirve para definir el derecho de cada uno a vivir en la
seguridad y la paz. Subyace siempre el valor que protege la norma. La frecuente
expresión “la justicia y el derecho “indica el sentido del juicio recto, el ejercicio
correcto de la justicia regulada por la Ley. Y ésta es expresión de la voluntad de Yahvé.
Por eso podemos entender la justicia como fidelidad a la Ley de Dios (Dt 6, 25).

En la perspectiva de la Alianza, los profetas:

a. Denuncian la practica de la injusticia: Alzan su voz ante todo, para defender el derecho
del humilde, del pobre, de la viuda, del huérfano, del extranjero, del asalariado... Así
Am 8, 4-6:
- Denuncia a los ricos que hacen la vida imposible a los pobres, Os 4, 1-2: de manera más
generalizada a todo Israel, (Miq 2,1-2; Is 61, 1-3. 1,17 –18)
- Denuncian un culto vacío o una religión sin ética: De nada valen las practicas de
piedad si no van acompañadas de una vida social justa (Am 5,21 – 25; Is 1,10-16; 58,34
1; Mq 6,5-8; Sal 50,545. 51, 18-19; Jr 7, 4-7). Una radicalización en el Evangelio: Mt
12,7. 9 – 14. 15, 1-7. 23,23.
b. Anuncian una intervención positiva del mesías: Hay una promesa de Justicia y Paz
mesiánicas.

1.4.1.2 El Nuevo Testamento: el Reino y la pobreza evangélica

En el Nuevo Testamento se define claramente EL REINO DE DIOS, como realidad


inaugurada en el acontecimiento y la persona de Jesucristo, como realidad cuya plenitud
sólo se revelará en un futuro ultimo y definitivo y, como hecho presente en la historia
propagado en el mundo por la fe de Jesucristo y el seguimiento que inspira, el cual, se ha de
verificar:

- En la experiencia de la Conversión del corazón a la Nueva Ley, en la experiencia de La


filiación de hijos de Dios Padre, en Jesucristo, por el Espíritu Santo, como nueva
alianza.
- En la experiencia de la fraternidad de hermanos que viven el amor de entrega.
- En el estilo de vida de las bienaventuranzas. La pobreza evangélica (La
Bienaventuranza) es sobre todo un modo de estar:
- ante Dios: totalmente disponibles, conscientes de la propia insuficiencia y prontos a
abandonarse a su iniciativa de Salvación.
- Ante los hombres: haciéndose todos para todos, compartiendo la condición de los más
pobres.

Por la pobreza evangélica el cristiano vive la confianza radical en Dios y ve en el


necesitado el rostro de Cristo:

- en el respeto de las exigencias imprescindibles del decálogo,


- en el amor gratuito que no excluye a los malvados (Mt 5, 39) ni a los enemigos (Mt 5)
que ama a todo hombre (Lc 10, 29-37), que se hace preferencia por el /la más pobre (Mt
25, 31 – 46).
- en la justicia como reciprocidad que expresa la regla de oro: “Haz a los otros lo que
consideras justo que te hagan a ti” (Mt 7, 12).

1.4.2 La moral Social en la Reflexión Cristiana:

En el Nuevo Testamento encontramos una Moral Social, aunque no se trata de una


enseñanza sistematizada, pero de importancia decisiva para nosotros.

Las Sagradas Escrituras juegan un papel fundante en la Moral Social, como nos diría
Mifsud, «el lenguaje teológico es un discurso Social no tan solo porque la persona humana
es un ser social sino también por ser un discurso sobre el Dios que actúa en la historia y en
la vida del hombre y la mujer.» 5 Y termina siendo una voz para las realidades de hoy por
ser Palabra revelada.6

5
T. MIFSUD, «Moral Social, lectura solidaria del Continente»,137.
6
T. MIFSUD, «Moral Social…»,138.
Flecha nos plantea: «los textos bíblicos invocados son recordados a modo de confirmación
de afirmaciones que han nacido de la experiencia humana y han sido estructuradas y
aclaradas por la razón.»7 Por ello, decimos con toda seguridad que ya hay una opción clara
de Jesús por los pobres.8 Se nota a lo largo de todo el Evangelio, es el caso de las
Bienaventuranzas: “Bienaventurados los pobres en el Espíritu porque de ellos es el Reino
de los Cielos” (Mt 5, 3), y así Jesús recomendó muy insistentemente las obras de
misericordia respecto a los pobres y a los necesitados (Cf. Mt 6, 19-34; Lc 12, 3-34).

Es más ejemplificó el ideal del amor gratuito en la invitación a los Pobres: “cuando des un
banquete, invita a los pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado” (Lc 14, 13). 9
Finalmente, Jesús se identificó con los Pobres al anunciar que la historia y cada uno de los
hombres habrán de ser juzgados precisamente por su acogida o rechazo hacia los
marginados: “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis
hermanos más pequeños conmigo lo hicisteis” (Cf. Mt 25, 40). Lo anterior nos lleva a
inferir la variada riqueza que la Sagrada Escritura nos puede ofrecer a la Moral Social,
aunque esta proyección ético-social pueda estar condicionada, y a veces hasta limitada, por
las circunstancias culturales y sociopolíticas de la época, que no le permiten manifestarse
plenamente en la integridad de sus exigencias.10

Luego la enseñanza de los Santos Padres fue por lo general poco orgánica, de ellos
conservamos homilías y afirmaciones de carácter ocasional porque hoy se les presta una
especial atención por su índole profética, por lo tanto, es de gran importancia fijarnos en
algunos puntos concretos de esta época:

Partimos del presupuesto que los autores de esta época fundamentan su teología moral, en
referencias continuas a las Sagradas Escrituras. En el tema social, hablan de la riqueza y de
la pobreza, haciendo énfasis en el recto uso de los bienes, en función del servicio a los
demás. Las obras principales se encuentran en Clemente de Alejandría, San Cipriano, San
Basilio, San Gregorio Nacianceno y San Juan Crisóstomo (Galindo, et al., 1996).

Después de San Agustín, los autores eclesiásticos escribieron pocas obras con relación a lo
social, cabe mencionar a Abelardo (1142), en su obra Sic et non, trata de materias
económicas y sociales, pero estas sólo se exponen con claridad en las Sentencias de Pedro
Lombardo (1164).

Sigue el recorrido en la primera escolástica que elaboró tratados sistemáticos que tenían
como eje transversal la categoría ética de la justicia. Nos dice Luis González que, «el
tiempo de oro de la moral social fue la segunda escolástica (la que comienza con el
Renacimiento).

En la Edad Media se hace vital entender la reflexión que hace santo Tomás, quien se ve
influenciado por Aristóteles, «El mundo al que santo Tomás se acerca para conocerlo es un

7
J. R. FLECHA ANDRÉ, «Moral Social, la vida en comunidad», 30.
8
Cf. M. VIDAL, «Para comprender la ética cristiana», 241.
9
Cf. J. R. FLECHA ANDRÉ, «Las Bienaventuranzas, caminos de felicidad», 30.
10
A. LUCIANI, «Catecismo Social Cristiano», 34.
mundo ordenado que llega desde Dios hasta el más pequeños de los seres… Siguiendo a
Aristóteles define a la sociedad como un orden de reciprocidades en el que cada una de las
partes aporta y cambia servicios, que se orienta a la vida buena.» 11 Así como, el concepto
de justicia, que ocupa un lugar central en la teología moral, a partir de allí, trata temas como
la propiedad, el trabajo, la producción y los sistemas comunitarios Esto nos permite
constatar cómo la Teología Moral se esforzó por dar a los problemas sociales una solución
cristiana.

A lo largo de los siglos XVI y XVII fueron apareciendo muchos tratados De Iustitia et Iure
que abordaron los temas sociales, políticos y económicos de aquella época con una
metodología interdisciplinar digna de alabanza.»12. Son como una mezcla de filosofía
moral, teología sistemática, ciencias jurídicas, el derecho canónico y una naciente ciencia
económica (Carvajal, et al., 1998).

En el siglo XVI la reflexión moral se concentra sobre todo en España, sobresalen allí las
universidades de Salamanca y la de Alcalá, su interés era darles soluciones cristianas a los
problemas morales. Juristas y teólogos elaboraron la carta de los derechos del hombre, el
código de derecho de los pueblos, entre otros escritos muy importantes a nivel
internacional. Los moralistas españoles adquirieron gran fama y eran consultados
frecuentemente por los reyes y hombres de negocios.

En el siglo XVII, se da un gran hito en la historia, en 1600 aparecen las Instituciones


Morales, escritas por Juan azor. Se trataba de libros destinados a los confesores, con
elementos de casuística (et al., 1998). “Hasta la aparición de las Instituciones morales, el
esquema tomista centrado en la justicia da paso al nuevo esquema centrado en los
mandamientos” (Galindo, et al., 1996, p. 91). Con esto podemos decir que queda atrás la
moral de virtudes y se pasa a una moral de mandamientos, que en lo social se reduce al
quinto y séptimo del decálogo. Surge entonces una moral casuística que según algunos
autores como Flecha “no fue capaz de reflexionar con profundidad sobre los nuevos
problemas socio- económicos surgidos de la revolución industrial” (p.23).

De la antigua moral de virtudes se pasa a las instituciones morales y más tarde a los
manuales, que establecieron una moral con base en los mandamientos. «La ética social
concretamente, dentro del marco del Decálogo, quedó encajada en el quinto mandamiento
y, sobre todo, en el séptimo.»13 El resultado que tenemos de ello, es una moral casuística y
muy individualista, preocupada por formar confesores y resolver casos de conciencia. Pero
no meditó con profundidad sobre los nuevos problemas socioeconómicos surgidos en la
revolución industrial.14

Hasta finales del siglo XIX, la casuística sigue imponiéndose, pero, en 1891, el Papa León
XIII publica la encíclica Rerum Novarum, en ella la Iglesia pronuncia su voz frente al
problema social de la época y se convierte en un precedente para la reflexión moral en

11
R. M SANZ DE DIEGO, «Moral Política», 97.
12
L. GONZÁLEZ-CARVAJAL, «Entre la utopía y la realidad…», 21.
13
L. GONZÁLEZ-CARVAJAL, «Fieles a la Tierra, curso breve de Moral Social», 18.
14
L. GONZÁLEZ-CARVAJAL, «Fieles a la Tierra…», 19.
cuanto a lo social, a partir de ese momento nace lo que se llama el Magisterio Social de la
Iglesia.

El Magisterio Social de la Iglesia viene a darle un encause a la Moral Social, no como una
tercera vía15 entre dos sistema económicos, sino desde la Enseñanza del Magisterio dará las
luces necesarias para el respectivo vivir del cristiano. A partir de León XIII (1891) hasta
Francisco en Fratelli tutti se descubre que la comunidad cristiana no está desligada del
mundo, sino todo lo contrario, responde a las problemáticas sociales desde el Evangelio.
Podríamos decir que desde Rerum Novarum, se escribe otra historia en la moral social,
hasta nuestros días.

15
La Iglesia deja claro que su doctrina social no es una «tercera vía», un camino intermedio entre el
capitalismo y el socialismo. No tiene nada que ver con una agenda económica o política, y no es un “sistema”.
Cf. T. WILLIAMS, Los fundamentos de la doctrina social cristiana, acceso: 11-06-2017, en,
http://es.catholic.net/imprimir.php?id=17915

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