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Los niños del siglo XXI son de poca lectura, aseguran algunos maestros, los niños
actualmente están más interesados en ver películas, en jugar video juegos, jugar
en el ordenador, etc. Pero no tienen como pasatiempo la lectura y ese es uno de
los problemas que más afecta a nuestra niñez, los padres están más conscientes
de ello porque como el examen que marcará sus vidas, que decidirá que va a
hacer, se concentra en pura lectura (prueba saber) y hacen lo posible para
incitarles el arte de la lectura desde muy pequeños.
La lectura no es solo para los viajeros mágicos, para los que buscan aventuras, es
también para los científicos, los estudiosos, los niños de ciencia, que son libros
que nos hacen estar en las nubes, en el universo, en el espacio, etc. Son los libros
de estudio, que para muchos son libros aburridos.
Pero aun así habiendo tantos libros, tantas aventuras, los niños no leen, y creo
que el problemas es que los padres a los niños con el afán de que aprendan, que
sean inteligentes, ponen a los niños a leer textos muy avanzados para ellos
conforme a su edad, ya que el niño desea un libro maravilloso con piratas,
caballeros, princesas, dragones, castillos, brujas, etc. Y como la primera
experiencia de lectura no es la que desean y además son aburridos, el niño cree
que todas las lecturas son aburridas, y no es por pereza, o porque no les guste, es
solo porque sus primeras experiencias son malas o porque nunca le incitaron la
lectura.
Esta es una problemática muy grabe porque los padres desde muy pequeños
ponen a los niños de transición o de primero a leer un libro de 7, 8 grado de
bachillerato o incluso libros de la universidad, libros que no entienden y aburren
incluso a los que los pueden leer les aburre estos libros.
La solución para ello, creo que es muy fácil, es invitar a los padres a que compren
libros con ilustraciones, de fantasías para sus hijos pequeños y que los vallan
actualizando a medida que crezca el niño(a).
Quiero decir que el niño lea conforme a su edad, que lean los libros de fantasía,
de magia y de aventuras y que a medida que vaya creciendo, va descubriendo
nuevas fantasías, nuevas maravillas, una nueva magia más poderosa que antes.
Permitirle al niño escoger los cuentos que desea leer y acompañarlo por si escoge
uno que no debe leer inventarle una historia fantástica, mágica.
Los niños poseen un gusto que comienza y crece durante sus primeros 5, 6 años
donde los padres tienen el deber de contarles historias para que él le interese leer
nuevas aventuras, donde también crea que existen caballeros, princesas,
dragones, dinosauros, así como también nosotros vivimos esas fantasías.
Cuando leo no quiero apartarme del libro, no quiero cerrarlo, quisiera poder seguir
leyendo, pero lo que pasa con los niños es todo lo contrario, cuando los ponen a
leer ellos quieren cerrar el libro, quieren apartarse de él, debemos lograr que los
niños deseen tener un libro en sus manos, que así no vallan al colegio se queden
en sus casas leyendo, si un niño se encuentra leyendo no debemos molestarlo
porque se encuentra en un mundo mágico, es como cuando estamos soñando y
nos despiertan así como nos ponemos bravos por eso, el niño se comporta igual.
En los colegios la estrategia es otra ya que lo que le toca hacer a los maestros es
enseñarles, a incentivar su aprendizaje desde los libros, es decir, enseñarles cómo
usarlos, como aprender de ellos y para ello se necesita el apoyo de los padres en
incitarles a los niños leer que antes de ponerlos a estudiar, que ellos tengan gusto
por la lectura, así poder ser más fácil para los maestros enseñar y lo más
importante para que el niño se sienta bien consigo mismo en que puede aprender
sin hacer mayor esfuerzo que el de leer para aprender.
Invito a los padres, a los maestros, a incitarle a los niños leer para poder soñar, ya
que, si no lee jamás tendrá una meta, un sueño que seguir, por eso hay gente en
la calle, porque no les dieron la oportunidad de soñar y lo que nos permite soñar
es la lectura.