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Fernando Millán
Instituto Universitario Politécnico Santiago Mariño
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Fernando Millán, María Ocando, Elsy Gil, Milagros Valero y Carlos Méndez
*Instituto Universitario Politécnico “Santiago Mariño”, Mérida, IUPSM, Esc. Ing. Química
fcarlosmillan@gmail.com
Resumen
En el presente trabajo se evaluó la operación de enrase en instrumentos volumétricos aforados por
parte de alumnos cursantes de Laboratorio de Química Analítica. Específicamente se midió la
capacidad de los diferentes operarios en la lectura de meniscos en balones aforados de 50, 100, 250
y 500 ml así como en buretas aforadas de 1, 2, 5 10 y 20 ml. Como criterio de exactitud se tomó una
alta precisión y un sesgo pequeño del volumen promedio experimental (volumen real) con el
“volumen nominal” del instrumento, de manera que sólo aquellas operaciones con Error Relativo de
Exactitud, ERE y Desviación Estándar Relativa, DER menores al 0,1% pueden considerarse como
“mediciones exactas” o satisfactorias. Los resultados muestran que el factor humano juega un papel
fundamental en la operación del enrase de menisco y por ende la medición del volumen respectivo.
En el caso de los balones aforados, la mayoría de las operaciones tienen asociado valores de DER
mayores de 0,1 % con ERE por defecto entre 02 y hasta más de 1 %. Sin embargo, a nivel global las
DER tienden a ser menores para balones de mayor volumen más no así con el sesgo de las
mediciones. En el caso de la pipetas volumétricas, las DER son variadas y en la mayoría de los
casos supera el 0,1 % y ERE por defecto son más comunes en pipetas de mayor volumen. A pesar
de la experiencia previa de los operarios en laboratorios anteriores, los errores en la lectura de
meniscos se continúan cometiendo y la magnitud de estos errores se ve influenciada de manera
significativa por el factor humano y la mala praxis en el manejo de equipamiento de laboratorio en
general.
Palabras clave: instrumentos volumétricos, menisco, medición, calibración
Abstract
In present paper were evaluated volume measurement operations in volumetric graduated
instrumentation by a group of students in the Analytical Chemistry Laboratory course. Specifically
it was measured de performance of the different operators for filling volumetric instrument
accurately up to calibration mark in volumetric flasks of 50, 10, 250 and 500 ml and volumetric
pipets of 1, 2, 5, 10 and 20 ml capacities. Accurateness was defined as a high precision and small
bias between the measured volume average (real volume) and nominal volume of the instrument, so
only those measurements with REE and RED less than 0.1% could be considerate as “accurate
measurement” or acceptable. Results show that human factor plays an important role in the correct
filling operation and consequently the respective volume measurement. In case of volumetric flasks
most of the operations have associated SRD higher than 0.1 % and REE by defect between 0.2 %
and more than 1 %. Nevertheless, the RSD are smallest with volumetric flasks of higher volume but
is not the same with the bias of the measurements. In case of volumetric pipettes, the RSD are very
different and most of them are higher than 0,1 % and the REE by defect are common in pipettes of
higher capacities. Although the experience of the operators in previous chemistry laboratories,
mistakes in reading calibrations marks steal remain and its magnitude is definitely and
significatively influenced by human factor, and bad praxis in the manipulation of laboratory
equipment in general
Key words: volumetric instrumentation, meniscus, measurement, calibration
1
Introducción
Por ser una operación rutinaria de laboratorio, los operarios aplican cierta ligereza en la
lectura de las escalas y es común observar a los operarios leer meniscos en dirección ascendente o
descendente. Puede que en el vástago angosto de una pipeta volumétrica el menisco puede ser
observado con mejor precisión y el error de paralaje puede ser despreciable, pero en buretas y/o
balones aforados donde el diámetro del tubo es mayor, la lectura aparente del menisco puede verse
seriamente afectada por la posición relativa del ojo del operado en relación al menisco. Esto se
traduce en errores de medición de volumen que finalmente se reflejan en las concentraciones reales
de las soluciones preparadas y /o en los cálculos volumétricos de una titulación.
Otros de los factores que podrían conllevar a una lectura incorrecta de un menisco podrían
ser los cambios de temperatura, cambios en propiedades físicas como viscosidad, tensión
superficial, pérdida de líquido en el trasvase, aire atrapado en el líquido y errores de pesada. Sin
embargo, la mala limpieza del instrumento volumétrico puede conllevar a errores en el caso de
pipetas y/o buretas, si las paredes internas están sucias y/o contaminadas no hay un drenaje
reproducible, por lo general gotas de la solución a dispensar se adhieren a las paredes internas del
instrumento.
Por ser una operación crítica en el análisis volumétrico, la correcta enseñanza de la lectura
de menisco a los operarios principiantes es importante ya que esta forma parte de las buenas
costumbres de laboratorio, esto minimiza los errores aleatorios y mejora la exactitud en la
operación de medición de volúmenes lo que se traduce en resultados más exactos en operaciones
analíticas.
Por tal motivo el presente trabajo tiene una motivación pedagógica y tiene como objetivo
principal comparar los resultados de la calibración de diversos instrumentos volumétricos
cuantitativos realizada por un grupo de estudiantes avanzados de Ingeniería Química. De esta
manera se espera evidenciar errores aleatorios y/o sistemáticos producidos por esas malas prácticas
en la medición de un menisco.
2
Materiales y métodos
Los alumnos participantes, u operarios como se les denomina en el presente trabajo, son
cursantes del curso del Laboratorio de Química Analítica I y no tienen otra experiencia más que la
obtenida en laboratorios precedentes como los laboratorios de Química General I y II así como los
laboratorios de Química Orgánica I y II. En los dos primeros se instruye a los alumnos en los
procedimientos de calibración de aparatos volumétricos por lo que sólo se les solicitó retomar los
protocolos revisados entonces y proceder con los procedimientos de calibración de los instrumentos
seleccionados. El Procedimiento de calibración de los aparatos volumétricos se realizó por el
procedimiento gravimétrico clásico de pesar la masa de agua contentiva en el instrumento
volumétrico y a través de la densidad del agua a la temperatura dada se determina el volumen
ocupado por esa masa de agua y el mismo se le conoce como Volumen Real. (Millán, 2005). La
diferencia entre el volumen real (experimental) y el volumen nominal del instrumento se le
denomina el Factor de corrección, FC, el cual puede ser positivo o negativo tal como un error de
exactitud. El ERE se calcula según lo indicado en la literatura citada (Clavijo, 2002, Aranzeta,
2003). Para la calibración se utilizó una balanza marca UWE modelo NJW – 150 de capacidad 150
g x 0,005g para masas de agua de hasta 100 g y una balanza Mettler Toledo modelo PB 1502 de
capacidad 1510 g x 0,1 g para masas de agua mayores de 100 g. Todas las pesadas se realizaron por
diferencia para eliminar el error sistemático de las balanzas, si los hubiera. En el ejercicio se utilizó
sólo aparatos volumétricos clase A: Balones aforados de (10 ± 0,025) ml marca Pobel, (25 ± 0,03)
ml marca Pirex México, (50 ± 0,06) ml y (100 ± 0,1) ml marca Robel, (250 ± 0,15) ml marca LMS
Germany y (500±0,25) ml marca Lab Glass y pipetas volumétricas marca Pirex México de (1 ±
0,006) ml, (2 ± 0,006) ml, (5 ± 0,015) ml, (10 ± 0,02) ml y (50 ± 0,050) ml. Todos los instrumentos
fueron lavados previamente con detergente y los balones aforados fueron secados con acetona.
A fin de evidenciar el factor humano en las mediciones, cada aparato volumétrico fue
calibrado por cada uno de los integrantes del grupo por triplicado para poder calcular la estadística
básica para cada procedimiento. La interpretación y comparación de los resultados se hizo en base a
la definición de exactitud analítica la cual es la combinación de un sesgo pequeño (diferencia con el
valor verdadero) y una alta precisión (desviación estándar pequeña). El Factor de Corrección, FC,
representa al sesgo o diferencia con el volumen nominal del instrumento y el cual se puede expresar
de forma relativa, EER, mientras que la Desviación Estándar Relativa, DER representa la
variabilidad de las medidas del menisco, es decir la precisión con que se lee o se aprecia el aforo
respectivo. La DER y la ERE dependen entonces de cómo el operario entiende el proceso de la
lectura de un menisco.
Resultados
Figura 1.- ERE y DER de las mediciones obtenidas en la calibración de un balón aforado de 10 ml
por 10 operarios diferentes
Figura 2.- ERE y DER de las mediciones obtenidas en la calibración de un balón aforado de 25 ml
por 8 operarios diferentes.
Figura 3.- ERE y DER de las mediciones obtenidas en la calibración de un balón aforado de 50 ml
por 8 operarios diferentes
Figura 4.- Factores de Corrección y Coeficientes de Variación (%) de las mediciones obtenidas en
la calibración de un balón aforado de 100 ml por 12 operarios diferentes
A pesar de que el 75 % de las mediciones presenta DER menores a 0,1 %, los ERE
asociados a estas mediciones, en valor absoluto, son iguales o mayores que 0,3 %, el 90 % de las
mediciones de menisco fuero realizadas con errores por defecto, lo que produce ERE negativos. Por
lo tanto ninguna de las mediciones de los 12 operarios califica como medición exacta. Se observan
diferencias entre los ERE y DER individuales de cada operario debido justamente a cómo cada uno
de ellos aprecia el menisco del balón sin embargo, las mediciones realizadas por los operarios A, B,
C y D no difieren significativamente entre ellas, no siendo así para el resto de las mediciones.
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performance. Sólo el operario A presenta un ERE mayor al aceptado, de manera que queda
excluido.
Figura 5.- Factores de Corrección y Coeficientes de Variación (%) de las mediciones obtenidas en
la calibración de un balón aforado de 250 ml por 3 operarios diferentes
Figura 6.- FC y CV (%) de las mediciones obtenidas en la calibración de un balón aforado de 500
ml por 8 operarios diferentes
Las pipetas volumétricas son instrumentos aforados que miden volúmenes fijos con mayor
exactitud que las pipetas graduadas y pueden dispensar desde 1 ml hasta los 50 ml, con errores de
precisión que pueden ir desde un 0,6 % para una pipeta de 1 ml hasta 0,1 % para una de 50 ml. Es
de suponer que propiedades que afectan el drenaje como la densidad, viscosidad y tensión
6
superficial del agua de calibración no cambian durante el experimento por lo que las mediciones
son independientes de estos factores. Como se mencionó anteriormente la exactitud es la
combinación de una baja variabilidad en la medición del aforo y un sesgo pequeño entre el
promedio de estas mediciones y el volumen nominal del instrumento, de manera que sólo aquellas
operaciones con ERE y DER iguales o menores al 0,1% pueden considerarse como exactas o
satisfactorias.
Figura 8.- FC y %CV para la calibración de una pipeta volumétrica de 2 ml por tres operarios
diferentes
Los ERE obtenidos entre el 0,18 % y 4,4 % por lo que ninguna de las mediciones se
considera satisfactoria sin embargo, una evaluación complaciente podría considerar al operario J (<
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0,1 %) como medición satisfactoria con una DER de 0,02 % y un ERE de 0,5 % por exceso. El 75
% de las operaciones de aforo fueron realizadas con errores por defecto y el 25 por exceso y es
notoria la variabilidad entre las operaciones realizadas por los diferentes operarios, el 90 % de las
DER están por encima de 0,4 %. Los ERE están entre el -0,09 % y el 1,06 %. Cabe destacar el caso
del operario G con un ERE de 0,09 % por defecto presenta una DER de 1,21 %, lo que sugiere el
promedio de esos valores muy dispersos presentó un sesgo pequeño con el volumen nominal del
instrumento sin embargo, debido a su gran variabilidad la medición queda excluida de la definición
de medición exacta. Una evaluación complaciente podía incluir en la definición a la medición
realizada por el operario B que a pesar de su ERE de 0,4 % por defecto tiene una DER asociada del
0,18 %. El resto de las mediciones quedan excluidas de la definición de medición exacta.
Los ejemplo de los operarios B, C, H y J, son ejemplos claros de mala praxis ya que no solo
presentan una gran variabilidad en la lectura del menisco sino que el promedio de estas medidas
presentan un sesgo importante en relación al volumen nominal del instrumento. Esto también puede
ser evidencia de la introducción de un error sistemático por parte del operario que hace que los
mismos lean el menisco por debajo de la marca de calibración.
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Figura 10.- Pipeta volumétrica de 10 ml
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Figura 12.- Pipeta volumétrica de 50 ml
Discusión de resultados
En el caso de la calibración de balones aforados, los ERE obtenidos son en su gran mayoría
por defecto y presentan gran variabilidad en cada uno de los experimentos. Igualmente la
variabilidad en las mediciones de los volúmenes es significativa, no solo para un mismo operario
sino entre los diferentes operarios, lo que sugiere que cada quien tiene su manera de leer el menisco.
Sin embargo, si se considera el promedio del ERE, como el error colectivo, para cada uno de los
balones aforados se obtiene lo esperado en el sentido que la calibración de instrumentos de mayor
capacidad está sujeta a menos error. En la Figura 10 se muestra el comportamiento de los errores
promedio tanto de sesgo como de variabilidad en las mediciones y se observa claramente que
ambos errores son menores si el volumen del balón aforado es mayor.
En el caso de la calibración de las pipetas volumétricas, los ERE obtenidos son por defecto
especialmente en pipetas de mayor volumen y presentan gran variabilidad en cada uno de los
experimentos al igual que la variabilidad en las mediciones de los volúmenes, no sólo a nivel de
operario sino entre los diferentes operarios, producto pues del descuido y la lectura incorrecta de los
meniscos.
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Figura 10.- Relación de ERE y %CV en promedio con el volumen del balón aforado calibrado
Figura 11.- Variación de los ERE y DER en promedio con el volumen de la pipeta calibrada
Conclusiones
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Bibliografía
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