Arreglos Para Sección Rítmica

Consideraciones Musicales Fundamentales en el Arreglo

Además de un conocimiento de los registros, características sonoras y parámetros técnicos de los

instrumentos, un compositor/arreglista debe comprender algunas consideraciones musicales
fundamentales aplicables a casi todos los estilos musicales. A continuación veremos los factores
principales básicos que debemos conocer.

Balance

El concepto de balance en la música se puede aplicar a cualquiera de las siguientes áreas: melodía,
armonía, ritmo, forma e instrumentación (timbre). Por ejemplo, cuando se aplica a la armonía vertical,
un acorde para un arreglo de Big Band bien equilibrado podría ser que las notas de los acordes se
distribuyan de manera uniforme. Normalmente, se ubicaría la nota fundamental en la parte inferior, la
tercera y la séptima del acorde en el registro bajo a medio, con intervalos más amplios en la parte
inferior e intervalos más pequeños en la parte superior de la voz. Las tensiones de los acordes (novenas,
oncenas y trecenas) normalmente se ubicarían en el registro medio a superior, y no habría saltos de más
de una sexta mayor entre dos notas de acordes adyacentes, a excepción de las dos voces inferiores. Este
sentido de equilibrio armónico vertical se deriva de la distribución de notas en la serie de armónicos.

Cuando se aplica a la forma, el balance podría referirse a una forma musical que comienza con una
melodía y armonía clara, se desarrolla lógicamente hasta un clímax alrededor de dos tercios a tres
cuartos del camino a través de la pieza, y luego cae en intensidad, y siguiendo con la recapitulación del
tema principal. Se podría hablar también de una forma bien balanceada, cuando no se siente demasiado
corta, o en su defecto, demasiado extensa por falta o sobrecarga de contraste.

Economía de recursos

Se refiere al principio de transmitir el mensaje musical de la manera más eficiente posible. Esto significa
eliminar la escritura todo aquello que no sea absolutamente esencial para su realización óptima. La
partitura como entidad orgánica, con cada nota y sección teniendo importancia e impacto en relación
con el resto. Un buen compositor o arreglista debe aprender a ser objetivo en su trabajo y desarrollar la
capacidad de editar, cortar o revisar cualquier cosa que no contribuya al éxito general de la partitura. A
veces menos es más.

En la mayoría de la música, incluso en las composiciones clásicas contemporáneas más complejas,

generalmente no hay más de tres áreas principales de enfoque en un momento dado, a las que nos

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referimos como planos sonoros(primer plano, segundo plano, tercer plano, etc.). Es tarea del arreglista
llamar la atención del oyente hacia el foco primario apropiado (primer plano) en cualquier punto dentro
del arreglo.

Contraste y Variedad

El concepto de contraste y variedad en la música también se puede aplicar a cualquiera de las áreas
fundamentales de melodía, armonía, ritmo, forma e instrumentación. Por ejemplo, si se construye una
sección "A" de una melodía para saxofones, podría ser un buen contraste traer los trombones en el
“puente” y dejar la banda completa para la última sección "A". Si escuchamos demasiadas similitudes en
cualquier área, tendemos a aburrirnos y la música pierde su enfoque e impacto. La variedad genera
contraste y no necesita justificación.

Tensión y Resolución

A medida que una pieza musical se desarrolla en la línea de tiempo, siempre hay un flujo de tensión y
resolución, relacionada con la expresión de las emociones y sentimientos humanos dentro de la música.
Ciertas técnicas musicales específicas sirven para aumentar o disminuir la tensión. Por ejemplo, la
disonancia armónica, las cadencias rotas o suspensivas, el aumento del movimiento melódico o los saltos
de intervalos largos, los crescendos y los acelerandos también tienden a aumentar la tensión. La
consonancia, las cadencias perfectas, el movimiento melódico más lento o el movimiento gradual, los
decrescendos y los ritardandos tienden a proporcionar una liberación de tensión en la música. En
general, es una buena idea esforzarse por lograr un equilibrio entre la expectativa y la sorpresa, de esta
forma, la música adquiere la cantidad adecuada de tensión emocional y la liberación necesaria para la
expresión musical óptima. Sin embargo, si la música cambia constantemente, esto puede tener el efecto
contrario. La tensión continua puede volverse aburrida, convertirse en demasiada liberación de energía y
desequilibrar la música. El oyente se queda entonces sin nada a lo que aferrarse, lo que hace que la
música se vuelva desenfocada y aburrida.

Unidad

Además de los elementos anteriores, para que una composición musical transmita un sentido de belleza
y expresividad, deben estar presentes elementos unificadores que permitan al oyente absorber la
totalidad de la experiencia musical dentro de un marco de referencia que les sea familiar. Esto se puede
lograr mediante la repetición y el desarrollo de elementos temáticos, armónicos, rítmicos y tímbricos a lo
largo de la composición.

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