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Durante un viaje a la ciudad de Cuzco (Perú) el año 1997 pude conocer al compositor local Pablo
Ojeda Vizcarra, quien publicó, el año 1989, su libro Guitarra Andina Peruana (30 composiciones
para guitarra) en el cual incluyó innumerableswuaynos - entre otras danzas - con títulos
como Sumaq Sonqo, Qantutita, Urpillay etc. Todas piezas cargadas de ese misterioso toque
andino que hacen de esta expresión musical tan cargada de soledad, sufrimiento y extrema
profundidad.
Este libro, junto a otros publicados, son enormes intentos que hacen nuestros creadores para
mantener viva una tradición que debe conservarse alerta para no desaparecer ante los intentos
de dominación cultural actualmente existentes. Así por ejemplo, la llamada guitarra
ayacuchana -expresión musical emparentada con la guitarra andina- y su principal
exponente Raúl García Zárate, es presentado como un modelo y un aporte imprescindible para
que esta parte de nuestro continente latinoamericano cumpla con la intención anteriormente
expuesta y se sienta reflejado y manifestado en nuestro instrumento, la guitarra.
Hay que recordar que Chile, Perú y Bolivia se enfrentaron entre los años 1879 y 1884 en la
llamada Guerra del Pacifico, en la cual estos dos últimos países perdieron parte de sus territorios
siendo entregados a Chile. Esta parte que se anexó a nuestro país, fue justamente la zona
norte (regiones I y II), lugar donde se cultiva aún esta danza con el nombre de trote.
Obviando entonces las barreras impuestas por conflictos pasados, y entendiendo la necesidad
actual existente de estratégica demarcación territorial, entendemos que el Huayno no pertenece
a una sola nación propiamente sino más bien a una zona geográfica determinada, el altiplano.
Organología
Los instrumentos más característicos para acompañar el Huayno son guitarras, quenas,
zampoñas y el charango.
Se escribe en 2/4 y se privilegian las tonalidades menor junto con el uso de la escala
pentáfona. Rítmicamente presenta un patrón muy básico, compuesto por una corchea seguido
de dos semicorcheas.
Links de interés
“Lejana” (Huayno I)
Está escrito en do menor, y utilizo la sexta cuerda en re, para conseguir un mayor grado de
profundidad armónica. Esta sonoridad aparece en el compás 36 (nota re) aún cuando se
percibe de una manera más clara desde el c.39 al 42. El comienzo de esta pieza es muy similar
al Huayno anterior. Se establece un obstinato que va a prevalecer en gran parte de la pieza y
sobre este se va estableciendo una línea melódica muy pasiva (c.5 en adelante).
La línea que va generando el bajo es muy habitual encontrarla en música popular (importante
mantenerla bien sostenida para darle una buena estabilidad armónica). El clímax se va
conduciendo gradualmente hasta llegar al c.73. En el siguiente compás comienza una sección
muy dulce, melódicamente muy rica y que la voy a ir “desdibujando” con la inclusión de una
armonía un poco más rebuscada (c.95) y el clímax que está ubicado en el c.103, aún cuando
rápidamente baja a un estado anímico más tranquilo y estable (c.111). Hay una nueva
reexposición del segundo tema (c.118). Esta sección finaliza en el c.139. Desde ahí se
produce una reexposición del tema principal hasta el final.
Usé, principalmente, una armonía mayor (modo mixolidio). Como en los anteriores Huaynos
compuestos, presento un patrón en la introducción que se va a mantener en casi toda la pieza.
Muy alejado armónicamente de lo que se usa en el Huayno tradicional, la armonía se asocia un
poco más al lenguaje del jazz y la música popular.
La melodía comienza con un alzar (c.8) y el tema está construido sobre la escala pentáfona
(do#-mi-fa#-mi etc.). Notar la indicación de vibrar de una manera exagerada la melodía de los
compases 13 y 14. La ornamentación del c.24 y 26 son totalmente necesarias, muy
característicos de la guitarra andina.
En el c.51 aparece un tema muy expresivo y transparente compuesto en la tonalidad de mi
mayor. Se sugiere darle una claridad melódica muy precisa ya que se trata de una sección
nueva y muy cantabile.
El final de esa sección (c.61 al 74) se continúa con el patrón expuesto anteriormente y aparece
un intercambio modal que le da un rasgo más melancólico a la pieza.