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Candidiasis

Candidiasis

Cultivo en una placa de agar de Candida albicans

Clasificación y recursos externos


CIE-10 B37
CIE-9 112
OMIM 606788
DiseasesDB 1929
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MeSH D002177

 Aviso médico 

La candidiasis es una infección fúngica (micosis) de cualquiera de las especies Candida


(todas ellas levaduras), de las cuales la Candida albicans es la más común.1 2 Comúnmente
conocida como infección por deuteromicetos, la candidiasis también se conoce
técnicamente como candidosis, moniliasis y oidiomicosis.3 :308

La candidiasis incluye infecciones que van desde las superficiales, tales como la candidiasis
oral y vaginitis, hasta las sistémicas y potencialmente mortales, conocidas como
candidemias, y generalmente se limita a personas inmunocomprometidas, como pacientes
con cáncer, trasplante o SIDA o incluso pacientes de cirugías de emergencia no
traumáticas.4

Las infecciones superficiales y de membranas mucosas por Candida que causan


inflamación y malestar son comunes en la población humana.2 5 6 Aunque claramente
atribuible a la presencia de patógenos oportunistas del género Candida, la candidiasis
describe una serie de diferentes síndromes de enfermedades que usualmente difieren en sus
causas y resultados.2 5
Signos y síntomas

Lengua humana con infección de candidiasis oral

La mayoría de las infecciones por Cándida son tratables y generan mínimas complicaciones
tales como enrojecimiento, picazón y malestar, aunque las complicaciones podrían ser
graves o fatales si no se tratan en ciertas poblaciones. En personas inmunocompetentes, la
candidiasis suele ser una infección muy localizada de la piel o membranas mucosas,
incluida la cavidad oral (candidiasis oral), la faringe o el esófago, el aparato digestivo, la
vejiga urinaria o los genitales (vagina, pene).1

La candidiasis es una causa muy común de la irritación vaginal (vaginitis) y también puede
presentarse en los genitales masculinos. En pacientes inmunocomprometidos, las
infecciones por Candida pueden afectar el esófago con el potencial de volverse sistémico, y
causan un padecimieto muchísimo más grave, una fungemia llamada candidemia.5 6

La candidiasis oral es muy común en los bebés. No se considera patológica en los bebés a
menos que dure más de un par de semanas.7

Los niños, sobre todo entre los tres y los nueve años de edad, pueden verse afectados por
infecciones crónicas de levadura orales, observadas habitualmente alrededor de la boca
como manchas blancas. Sin embargo, no es un padecimiento común.

Los síntomas de la candidiasis pueden variar según el área que éste afecte. Infecciones de la
vagina o de la vulva pueden causar picazón grave, ardor, dolor, irritación y una descarga
blanquecina o blanco grisáceo con consistencia como de requesón, a menudo con una
apariencia similar a grumos. Estos síntomas también están presentes en la más común
vaginosis bacteriana.8 En un estudio publicado el 2002 en la Journal of Obstetrics and
Gynecology (Revista de Obstetricia y Ginecología), sólo una parte de las mujeres que se
estaban automedicando para una infección por levaduras en realidad tenían una infección
por levaduras, mientras que la mayoría tenía vaginosis bacteriana o una infección de tipo
mixto.9 Los síntomas de una infección en los genitales masculinos incluyen manchas o
llagas rojas cerca de la cabeza del pene o en el prepucio, picazón severa o una sensación de
ardor. La candidiasis del pene también puede tener una descarga blanca, pero es poco
común.

Causas
Véase también: Candida albicans

Las levaduras de Candida generalmente están presentes en seres humanos sanos, en


particular sobre la piel, pero su crecimiento suele verse limitado gracias al sistema inmune,
a la competencia de otros microorganismos, como bacterias que ocupan los mismos lugares
del organismo,10 o por la relativa resequedad de la piel, pues Candida requiere la humedad
para su crecimiento.11

Se aisló C. albicans de la vagina del 19 por ciento de un grupo de mujeres aparentemente


sanas, es decir, mujeres que presentaban pocos síntomas o que no tenían ningún síntoma de
infección. El uso externo de detergentes o de duchas o algunas irregularidades internas
(hormonales o fisiológicas) pueden provocar trastornos en la flora vaginal habitual, que
incluye sobre todo bacilos de ácido láctico como, por ejemplo, Lactobacillus, y generan un
crecimiento excesivo de células de Candida y provocan síntomas de infección, como
inflamación local.12 El embarazo y el uso de anticonceptivos orales se consideran factores
de riesgo.13 La diabetes mellitus y el uso de antibióticos antibacteriales también están
relacionados con una mayor incidencia de infecciones por hongos.14 Se ha descubierto que
las dietas ricas en carbohidratos simples influyen sobre las tasas de candidiasis oral,15 y la
terapia de reemplazo hormonal y los tratamientos de la infertilidad también pueden ser
factores predisponentes.16 El uso de trajes de baño húmedos por periodos largos también
pueden ser un factor de riesgo.17

Un sistema inmune debilitado o poco desarrollado o enfermedades metabólicas como la


diabetes son factores de predisposición significativos de la candidiasis.18 Hay enfermedades
o situaciones o padecimientos vinculados con la candidiasis: el VIH/SIDA, la
mononucleosis infecciosa, los tratamientos del cáncer, los esteroides, el estrés y la
deficiencia de nutrientes. Casi el 15 por ciento de las personas que presentan debilidad en el
sistema inmune desarrollan una enfermedad sistémica provocada por especies de
Candida.19 En casos extremos, estas infecciones superficiales de la piel o de las membranas
mucosas pueden entrar al torrente sanguíneo y provocar infecciones sistémicas de Candida.

En la candidiasis del pene, las causas incluyen relaciones sexuales con una persona
infectada, una baja inmunidad, antibióticos y diabetes. Las infecciones en los genitales
masculinos por hongos son menos comunes, y la incidencia de las infecciones es tan sólo
una fracción de las que se observan en las mujeres; sin embargo, la infección por hongos en
el pene a través de contacto directo en las relaciones sexuales con una pareja infectada no
es rara.20

Las especies de Candida suelen formar parte de la flora oral e intestinal habituales del
cuerpo humano. El tratamiento con antibióticos puede llegar a eliminar a los competidores
naturales de los hongos en busca de recursos, y aumenta la gravedad del padecimiento.21 En
el hemisferio occidental, aproximadamente el 75 por ciento de las mujeres muestran estas
afecciones en algún momento de su vida.
Diagnóstico
Micrografía de la candidiasis esofágica. Muestra de biopsia; ácido periódico de Schiff.

El diagnóstico de una infección por levaduras se realiza ya sea a través de un examen


microscópico o urocultivos.

Para la identificación por microscopía óptica, un raspado o frotis de la zona afectada se


coloca en un portaobjetos de un microscopio. Luego se le añade a la muestra una sola gota
de solución de hidróxido de potasio (KOH) al 10%. El KOH disuelve las células cutáneas
pero deja las células Candida intactas, y permite la visualización de pseudohifas y las
células de la levadura en ciernes típico de muchas especies de Candida.

Para el método de cultivo, un bastoncillo estéril se frota sobre la superficie de la piel


infectada. El bastoncillo se pasa luego por un medio de cultivo. El cultivo es incubado a
37°C por varios días, lo que permite el desarrollo de las colonias de levadura o bacterianas.
Las características (la morfología y el color, por ejemplo) de las colonias puede permitir el
diagnóstico inicial del organismo que está causando los síntomas de la enfermedad.22

Un diagnóstico diferencial característico de la cándida con otras lesiones blancas orales es


que se elimina al raspado.

Tratamiento
El tratamiento de la candidiasis se basa en cuatro pilares:

 Realización de un diagnóstico precoz y certero de la infección


 Corrección de los factores facilitadores o de las enfermedades subyacentes
 Determinación del tipo de infección candidiásica
 Empleo de fármacos antifúngicos apropiados23

En el ámbito clínico, la candidiasis es comúnmente tratada con antimicóticos; los


medicamentos antimicóticos comúnmente usados para tratar la candidiasis son clotrimazol
tópico, nistatina tópica, fluconazol y ketoconazol tópico.

Por ejemplo, se ha informado que una dosis única de fluconazol (una tableta de 150mg por
vía oral) es 90 por ciento eficaz en el tratamiento de una infección vaginal por levaduras.24
Esta dosis es solamente eficaz para las infecciones vaginales por levaduras; otros tipos de
infecciones por levaduras podrían requerir diferentes dosis. En infecciones graves, se
podría utilizar anfotericina B, caspofungina o voriconazol. Los tratamientos locales pueden
incluir supositorios vaginales o duchas vaginales medicadas. Se puede utilizar violeta de
genciana para la lactancia materna con candidiasis, pero cuando se utiliza en grandes
cantidades este puede causar ulceraciones en la boca y la garganta de los lactantes, y se ha
relacionado con el cáncer de boca en los seres humanos y el cáncer en el tracto digestivo de
otros animales.25

No es recomendado utilizar el enjuague bucal de gluconato de clorhexidina para tratar la


candidiasis,26 pero es efectivo como profilaxis;27 el enjuague con dióxido de cloro tiene una
efectividad similar contra la Candida in vitro.28

La C. albicans puede desarrollar resistencia contra los fármacos antimicóticos.29 Las


infecciones recurrentes pueden ser tratadas con otros antimicóticos, pero también se podría
desarrollar una resistencia contra estos otros agentes antimicóticos.

Historia
El género Candida y especie C. albicans fueron descritos por la botánica Christine Marie
Berkhout en su tesis doctoral en la Universidad de Utrecht en 1923. Con los años, la
clasificación de los géneros y especies han evolucionado. Nombres obsoletos de este
género incluyen Mycotorula y Torulopsis. La especie ha sido también conocida en el
pasado como Monilia albicans y Oidium albicans. La clasificación actual es nomen
conservandum, lo que significa que el nombre es autorizado para su uso por el Congreso
Internacional de Botánica (IBC).30

El género Candida incluye alrededor de 150 especies distintas; sin embargo, sólo unas
pocas son conocidas por causar infecciones en seres humanos. C. albicans es la especie
patogénica más significativa. Otras especies Candida patogénicas en humanos incluyen C.
tropicalis, C. glabrata, C. krusei, C. parapsilosis, C. dubliniensis y C. lusitaniae.

Sociedad y cultura
Algunos defensores de la medicina alternativa postulan una amplia presencia de candidiasis
sistémica (o síndrome de hipersensibilidad por cándida, alergia a la levadura o crecimiento
excesivo de Candida gastrointestinal), un padecimiento médicamente no reconocido.31 La
opinión fue ampliamente promovida en un libro publicado por el doctor William Crook32
que planteaba como hipótesis que una variedad de síntomas comunes tales como la fatiga,
el síndrome premenstrual (SPM), la disfunción sexual, el asma, la psoriasis, problemas
digestivos y urinarios, la esclerosis múltiple y los dolores musculares podrían ser causados
por infecciones subclínicas de Candida albicans.32 Crook sugiere una variedad de remedios
para tratar estos síntomas, lo que incluye modificaciones en la dieta, antimicóticos con
receta e irrigación del colon. Con la excepción de algunos estudios dietéticos en la sección
de infección urinaria, la medicina convencional no ha usado la mayoría de estas
alternativas, ya que no hay evidencia científica que pruebe la efectividad de estos
tratamientos o que la candidiasis sistémica subclínica sea un diagnóstico viable.33 34 35 36
En 1990, el proveedor de medicina alternativa Nature's Way firmó un acuerdo de
consentimiento FTC de no desvirtuar en la publicidad ninguna prueba de autodiagnóstico
acerca de condiciones de candidiasis o hacer cualquier representación sin fundamento
acerca de la capacidad de cualquier alimento o suplemento para el control de condiciones
de levaduras, con una multa de $30.000 a nombre de los Institutos Nacionales de Salud
para investigaciones en una candidiasis genuina.31

Referencias
1. Walsh TJ, Dixon DM (1996). «Deep Mycoses». En Baron S et al. eds.
Baron's Medical Microbiology (4th edición). Univ of Texas Medical Branch.
ISBN 0-9631172-1-1.
2.
 En MedlinePlus hay más información sobre Vaginal yeast infection
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