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Blas de Lezo
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Índice

1. Blas de Lezo, el almirante "mediohombre"

2. Blas de Lezo y la batalla de Vélez-Málaga

3. Don Blas de Lezo en Orán

4. Blas de Lezo y la captura del Stanhope

5. Blas de Lezo en los mares del Sur

6. revistadehistoria.es
Blas de Lezo, el almirante
"mediohombre"

Blas de Lezo, el almirante "mediohombre" es a los españoles lo que Nelson a los


ingleses. Mucho se ha hablado del almirante Nelson como uno de los mejores
marinos más famosos de la historia, el cual participó en las guerras napoleónicas
y en la batalla de Trafalgar, y cuyo nombre se recuerda con grandeza en Gran
Bretaña. Menos sabido al mismo nivel fue el caso de Blas de Lezo, el almirante
español conocido como patapalo o mediohombre, apelativos otorgados por sus
heridas militares.

Blas de Lezo nació en 1687 en Pasajes (Guipúzcoa), aunque su lugar y fecha de


nacimiento aun crean controversias. Es considerado como uno de los mejores
estrategas navales españoles de todos los tiempos.

Blas de Lezo sirvió en la Armada Española

Su familia se había dedicado siempre a la mar, al igual que sus antepasados. Se


educó en un colegio francés y siendo aún un adolescente, se unió a la armada
francesa de Luis XIV en el puesto de Guardia Marina al servicio del conde de
Toulouse.
Blas de Lezo

Blas de Lezo, el almirante "mediohombre" en


la Guerra de Sucesión
En aquella época había estallado la Guerra de Sucesión entre los que apoyaban
a los borbones, de los que Francia era su aliado, y aquellos que apoyaban a los
Austrias. Blas de Lezo combatió en aquella guerra con bravura, fue
concretamente en la batalla de Velez-Málaga, donde perdió una pierna a causa
de una bala de cañón. A pesar del dolor, continuó batallando. Le tuvieron que
amputar la pierna, sin anestesia. El adolescente no profirió lamento alguno
durante la operación.

Batalla de Vélez-Málaga

La ejemplaridad y la entrega crearon la fama en Blas de Lezo, que no tardó en


conseguir el puesto de alférez de navío. Dos años más tarde, también durante la
Guerra de Sucesión, perdió el ojo izquierdo cuando una esquirla de un proyectil
se alojó en su órbita. Aquel suceso ocurrió en la fortaleza de Santa Catalina de
Tolón, en Francia, contra las tropas de Saboya.

Galeón Español

La Guerra de Sucesión prácticamente había terminado en 1713 tras firmar con


paz de Gran Bretaña. No obstante, en Cataluña, la gente aún se alzaba en armas.
Fue a la edad de veintiséis años cuando recibió un cañonazo en su brazo
derecho que le dejó manco para el resto de sus días. Aquel acontecimiento tuvo
lugar en la ciudad de Barcelona. Estar manco, cojo y tuerto le valieron los
apodos de Almirante patapalo y mediohombre.

Blas de Lezo: La batalla en Cartagena de


Indias
En 1720, a bordo del galeón Lanfranco, pone rumbo a los Mares del Sur de las
costas de Perú para hacer frente al pillaje pirata y a los barcos corsarios. Sus
hazañas y sus éxitos le elevaron a la categoría de teniente general en 1734. En
Colombia, en la Cartagena de Indias, defendió duramente las riquezas españolas
contra los ingleses.

Blas de Lezo combatiendo contra el Stanhope

El Almirante inglés Edward Vernon estaba al mando de una flota de 195 navíos,
3000 cañones y casi 30.000 hombres, entre los que también había milicianos
estadounidenses. El pretexto de la guerra se basó en una ofensa ante el honor
nacional inglés cuando un contrabandista de nombre Robert Jenkins acusó a un
guardacostas español de confiscar su carga.

Plano de Cartagena de las Indias

Blas de Lezo no contaba con los mismos números de la armada inglesa, cuya
proporción era de un español por diez ingleses. Sus navíos eran un total de 6, y
sus tropas no superaban las 4000 unidades entre indios y españoles. A pesar de
su inferioridad, Blas de Lezo contaba con las ventajas orográficas del terreno.

El único acceso a Cartagena de Indias era a través dos angostos pasos,


conocidos como bocachica y bocagrande, ambos defendidos por dos y cuatros
fuertes, respectivamente. El Almirante Patapalo ordenó que se incendiasen y
hundiesen los barcos antes de que fueran apresados por las manos inglesas, para
así también evitar la navegabilidad por aquellos estrechos accesos. La batalla
comenzó en el mar. Los ingleses, que veían imposible acceder a la bahía, usaron
sus cañones contra los fuertes del puerto.

La flota Inglesa bombardea los fuertes Españoles

La respuesta de Lezo no se hizo esperar, y sirviéndose de tretas y una


preparación rigurosa de la artillería de sus navíos, les hizo frente. Los españoles
tuvieron que abandonar dos de los fuertes ante el incesante fuego inglés.

Pero la rendición no estaba dentro de sus valores, y ordenó incendiar varios de


sus navíos en los dos accesos para ralentizar el avance enemigo.
Artillería de Blas de Lezo

No obstante, las tropas inglesas logran desembarcar y conquistar las posiciones


españolas. Su victoria estaba cerca. Vernon se declaró vencedor de la batalla
cuando consiguió llegar a la bahía. Ordenó acuñar incluso una moneda que
rezaba lo siguiente:

«El orgullo español humillado por Vernon»

Un giro inesperado de Blas de Lezo


Pero aún quedaba unos 600 soldados españoles confinados en torno al Castillo
de San Felipe. El primer intento de asalto por parte del ejército inglés fue un
rotundo fracaso, perdiendo más de 1000 efectivos.

La contundencia de Vernon no se hizo esperar y ordenó un ataque masivo con


escalas, pero Blas de Lezo había ordenado cavar un foso en las murallas para
aumentar su altura y las escalas fueron insuficientes en medida para lograr el
asalto.

Monumento a Blas de Lezo en Cartagena de Indias

El resultado se saldó con la muerte de cientos de ingleses. La batalla había dado


un giro inesperado a favor de los españoles. Ante la baja autoestima de las
tropas de Vernon, Blas de Lezo animó a los suyos para salir de la fortaleza y
darles el golpe final. El mediohombre iba en primera línea de batalla, armado
con un fusil que sujetaba con su única mano.

Placa dedicada a Blas de Lezo

Vernon se batió en retirada, maldiciendo a su adversario. Según la leyenda, el


almirante inglés le maldijo de la siguiente manera:

“God damn you, Lezo!" (¡Que Dios te maldiga, Lezo!)

La derrota sufrida, de una manera inverosímil para el gobierno inglés, obligó al


rey Jorge II a prohibir cualquier alusión a la debacle inglesa en aquella fatídica
batalla.

Autor: Augusto Alejandro Peña Díaz para revistadehistoria.es


Blas de Lezo y la batalla de
Vélez-Málaga

Hoy contaremos la historia de Blas de Lezo y la batalla de Vélez-Málaga. Nacido


en Pasajes, el 3 de febrero de 1689, Blas de Lezo se educó en un colegio de
Francia del que salió en 1701 para embarcarse como guardiamarina en la marina
francesa, siguiendo las directrices de Luis XIV, el cual había ordenado que ambos
países intercambiasen oficiales entre los ejércitos y las escuadras de España y
Francia. Así, en 1704, un jovencísimo Blas de Lezo estaba encuadrado como
guardiamarina a las órdenes del gran almirante de Francia, el conde de Toulouse,
sin saber que estaba a punto de participar en el mayor combate naval de la
Guerra de Sucesión Española.

Blas de Lezo y la batalla de Vélez-Málaga

La batalla de Vélez-Málaga
Tras la toma de Gibraltar por una flota anglo-holandesa al mando del almirante
George Rooke, éste recibió noticias de que una flota franco-española se
aproximaba. En efecto, una escuadra francesa había partido desde Toulon, y tras
reunirse con efectivos españoles en Málaga, comandados por el conde de
Fuencalada, se dirigían a su encuentro.

La escuadra franco-española se componía de 51 navíos de línea, 6 fragatas, 8


brulotes y 12 galeras, con un total de 3.577 cañones y mas de 24.2000 hombres
mientras que la anglo-holandesa de Rooke la formaban 53 navíos de línea, 6
fragatas, un conglomerado de pataches y brulotes, con 3.614 cañones y
aproximadamente 22.000 hombres, pues había dejado la mitad de su infantería
de marina en la recién conquistada plaza de Gibraltar.

Blas de Lezo y la batalla de Vélez-Málaga

El 24 de agosto de 1704, a la altura de Vélez Málaga, ambas flotas se


encontraron. El combate fue durísimo, y ninguno de los bandos consiguió hundir
ni rendir barco alguno, a pesar de que uno de los escuadrones anglo-holandeses
abandonó la batalla por falta de munición (que había gastado en la toma de
Gibraltar). Sin embargo, el precio en vidas fue de mas de 3000 franco-españoles
por 2700 anglo-holandeses.
Blas de Lezo y la batalla de Vélez-Málaga

Ambos bandos quisieron atribuirse la victoria (los franceses volvieron a su base


de Toulon atribuyéndose una gran victoria), pero se considera que fue una
victoria táctica franco-española y una victoria anglo-holandesa desde un punto
de vista estratégico, puesto que la flota franco-española no volvió a presentar
ninguna batalla naval de importancia durante el resto de la guerra.

Blas de Lezo y la batalla de Vélez-Málaga


Como hemos dicho, el joven Blas de Lezo participaba como guardiamarina a las
órdenes del almirante conde de Toulon. Durante la batalla, se distinguió
rápidamente por su serenidad ante el fuego y la intrepidez de sus acciones. En
un momento de la batalla, una bala de cañón le arrancó la pierna izquierda, pero
lejos de abandonar, siguió en su puesto de batalla, de tal manera que el propio
almirante le elogió y por su comportamiento ante la batalla y la adversidad, fue
ascendido a Alférez de Bajel de Alto Bordo..

Cuentan que Blas de Lezo no se quejó ni una sola vez en el transcurso de la


operación de amputación de su pierna, la cual se realizó sin anestesia alguna,
por debajo de la rodilla. Además del ascenso, se le ofreció ser asistente de
cámara de Felipe V, pero Blas de Lezo rechazó dicho cargo, y prefirió seguir
luchando a bordo de los barcos de la armada, lo cual, como sabemos, fue una
suerte, no para él, sino para todo el Imperio Español.
Don Blas de Lezo en Orán

Don Blas de Lezo llevó a cabo una de sus intrépidas acciones tras la expedición
española a Orán de 1732. En aquel año una fuerza española compuesta por
veintiséis mil hombres a bordo de 535 buques de transporte desembarcó en la
cala de Mazalquivir, y al tomar esa ciudad, los defensores de Orán decidieron
huir a pesar de contar con una ciudad amurallada y guardada por cinco castillos.

Sin embargo, las potencias berberiscas se coaligaron para entre todas poder
reconquistar Orán atacándola por tierra y bloqueándola por mar. Pero no
contaban con Don Blas de Lezo, el cual partió desde Cádiz hacia Orán con dos
navíos, el Princesa y el Real Familia, a los que se les unieron otros cinco mas. En
un periquete burló el bloqueo berberisco e introdujo en la ciudad sitiada los
suministros que tanto necesitaba.

Don Blas de Lezo en Orán


El 7 de febrero de 1733 decidió dar caza a la nave capitana de la escuadra
berberisca, un navío de 60 cañones con 300 soldados turcos a bordo, que ante el
fuego de Don Blas de Lezo inició su retirada a la fuerza de sus velas. Lezo los
persiguió hasta la ensenada de Mostagán, donde el buque berberisco se refugió,
confiado en que la entrada estaba protegida por dos castillos y 4.000 hombres.
Pero no contaban con la intrepidez de Don Blas de Lezo, el cual entró a saco en
la ensenada a pesar del intenso fuego que recibía de las baterías costeras de
ambas bandas. Cuando el escaso calado de la ensenada impidió a su navío
acercarse mas al enemigo, decidió botar sus botes y lanchas y atacarlo con ellos.
Don Blas de Lezo en Orán. Jabeque español frente a dos galeotas corsarias
argelinas

El buque enemigo, de nombre Argel, recibió el apoyo adicional de una galeota


berberisca, que disparaba agazapada tras unos escollos, aún así Don Blas de
Lezo consiguió dejar a la nave capitana enemiga sin aparejos, medio inundada y
volcada, mientras los hombres Lezo la incendiaban y se llevaban sus banderas
como trofeo.

A raíz de esta acción, y tras otros cincuenta días de patrulla, que casi le cuestan
la salud (recordemos que ya estaba manco y cojo), Don Blas de Lezo fue
ascendido a Teniente General de la Armada.
Blas de Lezo y la captura
del Stanhope

Blas de Lezo, el almirante "Medio Hombre" y el mejor de la armada española de


todos los tiempos, protagonizó una arriesgada misión contra la armada inglesa,
años antes de su épica victoria sobre el almirante Vernon en Cartagena de Indias.

Blas de Lezo fue ascendido a Teniente de Guardacostas en 1707, y tres años


después realizó una gran gesta rindiendo en 1710 a una decena de barcos
enemigos, el menor de los cuales disponía de 20 piezas de artillería. Poco
después interceptó al Stanhope, un barco de 70 cañones mandado por John
Combs, que lo triplicaba en fuerzas.

Blas de Lezo remolcando al capturado Stanhope

Blas de Lezo y la captura del Stanhope


Blas de Lezo mantuvo un cañoneo entre ambos barcos, al tiempo que
maniobraba constantemente con su pequeña fragata, intentando alcanzar la
distancia de abordaje, momento en el que ordenó el lanzamiento de los garfios :
«Cuando los ingleses vieron aquello, entraron en pánico »

La maniobra de abordaje española era muy temida, particularmente por los


ingleses, que confiaban en su superior artillería y evitaban el cuerpo a cuerpo. De
este modo, con una tripulación muy inferior en número, Blas de Lezo logró
apresar al Stanhope, un buque de la Compañía de Indias, cubriéndose de gloria
en tan fenomenal enfrentamiento no sin sufrir heridas (¡como siempre!), siendo
ascendido a Capitán de Fragata.

Poco a poco se está recuperando la memoria sobre este gran Almirante español,
como la reciente estatua instalada en Madrid y otras acciones, si bien es cierto
que la Armada siempre le ha concedido el mayor privilegio posible ya que por
ejemplo en la actualidad una fragata de la clase Álvaro de Bazán (F103) lleva su
nombre.
Fragata F103 Blas de Lezo
Blas de Lezo en los mares
del Sur

Blas de Lezo llega a los mares del Sur en 1720 con la mitad de sus miembros ya
mutilados durante su impresionante hoja de servicios. Su fama ya le precedía, y
el mote que sus paisanos vascuences le habían puesto "Anka-Motz" ya se había
castellanizado y universalizado como "Medio-Hombre". Al mando del buque
Lanfranco, de 62 cañones, se integra en una flota hispano-francesa con la misión
de limpiar de corsarios y piratas las costas del Perú.

Blas de Lezo en los mares del Sur

Blas de Lezo en los mares del Sur


Junto a otros cinco buques de guerra españoles y dos navíos de línea franceses,
comienzan sus misión con buen pie. En poco tiempo Blas de Lezo (que estaba a
las órdenes de Bartolomé de Urdizu), consiguió ahuyentar al pirata John
Clipperton, que al mando de los buques Success y Speed Well, ambos de 70
cañones, asolaban las costas del Perú.
Blas de Lezo en los mares del Sur, El "Success"

Clipperton ante la presión de Blas de Lezo huyó a Asia, donde mas tarde fue
apresado y muerto.

John Clipperton

La misión de Blas de Lezo continuó durante 14 años, en los que patrulló


constantemente las costas de Perú y Chile, derrotando repetida y
constantemente a todos los piratas y corsarios que se cruzaron en su camino. El
5 de mayo de 1725 Blas de Lezo se casó con doña Josefa Pacheco, nacida en la
actual Tacana e hija de criollos. La ceremonia fue celebrada por el arzobispo de
la ciudad, fray Diego Morcilla.

Escasamente un año mas tarde nació su primer hijo (tendría dos mas), pero Blas
de Lezo, con el mar en las venas, volvió a partir en seguida.
Blas de Lezo en los mares del Sur

Su leyenda y fama se fueron magnificando con el paso de los años, ya que sus
maniobras revolucionarias, y sorpresivos ataques, sorprendían una y otra vez a
los corsarios, derrotándolos, capturando sus barcos y apresándolos. Permaneció
en los mares del Sur hasta el año 1730, en que fue llamado a España por orden
del Rey.
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