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UNIDAD N°1

- WEINBERG, G. (1995), “Cap. 3: La Ilustración” y “Cap. 4: Emancipación”, en: Modelos educativos en la


historia de América Latina, A/Z, Bs. As. , pp. 83-98 y pp. 99-122.

-TEDESCO, J. C. (1993), “ Parte I, Cap. 1: La concepción de la educación en la historia Argentina previa a 1880”,
en: Educación y Sociedad en la Argentina (1880-1945), Solar, Bs. As., pp. 13-35.

-BARRANCOS, D (2007) Las primeras publicaciones para mujeres en Mujeres en la sociedad argentina: una
historia de cinco siglos. Cap II Vida independiente mujeres sujetadas. P: 87-88

clase 1

El cambio de clima político en América provocó reformulaciones en la educación, asociadas a la ilustración que
le otorga a la educación ideas vinculadas a formar ciudadanos capaces de ejercer la soberanía política. Esta
responsabilidad deberá recaer en el Estado quien, a partir de la expansión de este ideario político, será el
encargado de tomar a su cargo la educación de las mayorías sociales.

Los procesos de independencia en Latinoamérica recorrieron diversos caminos, que tuvieron que ver con el
tipo de relación entre la metrópoli y las elites locales, con la estructura social de las colonias, y con el tipo de
estructura económica que sostenía el funcionamiento de las mismas. Estas diferencias incidirán en la
formación de los Estados nacionales en cada territorio colonial. La mayoría de las ciudades latinoamericanas
habían crecido asociadas a la expansión comercial y con ella creció una burguesía diferente a la europea. La
estructura social colonial adquirió diversas características surgiendo una sociedad nueva. Los grupos populares
crecieron y los peninsulares quedaron relegados por los criollos blancos y por las castas. Los movimientos
revolucionarios tuvieron un origen común, relacionado con los conflictos europeos. La mayoría de la población
veía con desagrado el crecimiento del poder del rey y de los que estaban vinculados a él. La presión impositiva
recaía sobre los campesinos y los burgueses, quienes comenzaron a reclamar mayor participación dentro del
poder. Los funcionarios de gobierno, no estaban preparados para resolver esta situación; además la burguesía
se iba consolidando y cuestionaba la representatividad del rey, impulsando nuevas formas de gobierno que los
incorporara como protagonistas. Los hombres dedicados a la ciencia y a la filosofía, buscaron respuestas a
estas problemáticas.

La Ilustración creció y penetró en todo el continente europeo, especialmente, en Francia. Se destacaron


Montesquieu, Voltaire y Rousseau. El pensamiento ilustrado buscó reformular la organización de la sociedad
aunque sus preocupaciones no giraban en torno a los sectores populares. Por ello muchos pensadores de esta
corriente intelectual colaboraron con los monarcas absolutos. En el Río de la Plata, la situación antes
mencionada fue el origen del movimiento revolucionario de mayo. Guerra, sostiene que este proceso en el Río
de la Plata no implicó un gran cambio en las instituciones. La verdadera revolución se produjo en el
pensamiento político y en la forma de hacer política. La influencia de los pensadores del iluminismo colaboró
en forjar una idea de sociedad distinta a la que existía hasta ese momento. Para los Ilustrados, los individuos,
más allá de su clase, son LIBRES E IGUALES desde ahí se reformuló las prácticas políticas y se crearon espacios
de encuentro como las asociaciones, los clubes, en los cuales se comienza a debatir política. Vinculación entre
la mirada de GUERRA y la que desarrolla Romero, quien menciona la emergente politización de las ciudades
como parte de los cambios que empezaban a producirse. A fines del siglo XVIII y comienzo del siguiente, las
ideas liberales modificarían la relación entre el poder político y la sociedad. Se trataba de implementar
reformas educativas que no significaran alfabetizar a grandes masas sino que la ampliación de las minorías
selectas. El cambio que se promovía buscaba más la instrucción, aprendizaje de nociones modernas y cosas
útiles, que la educación.

En 1807, se firmó un tratado entre España y Francia por el cual ambos países se repartían Portugal, aliada de
Inglaterra, permitiendo la entrada en España de las tropas francesas; lo que llevó a la ocupación de las
ciudades del norte de España por parte de los franceses. La pasividad de Carlos IV, lo llevó a abdicar a favor de
Fernando VII. Napoleón usó esta crisis para provocar la renuncia al trono del nuevo monarca y reemplazarlo
por su hermano. El pueblo español no aceptó al nuevo rey, de origen francés, y organizó juntas provinciales
que gobernaban en nombre del rey Fernando VII, prisionero de Napoleón. En 1808, estas juntas se reunieron y
organizaron un órgano general de gobierno: la Junta Central en Sevilla. La tradición política consideraba la
relación entre el rey y el pueblo como un pacto de sometimiento, el rey daba protección a sus súbditos y éstos
le debían lealtad y obediencia. Ante la ausencia del rey, el pueblo reasumía la soberanía.

Weinberg señala que la sustitución de la idea de súbdito por la de ciudadano dio como resultado la
participación de un número más amplio de individuos en la estructura educativa. Se alentó la incorporación de
la mujer o de los indios y, aparece la necesidad de darle un significado político diferente al educador quien
tendrá en sus manos una nueva tarea. Los años de enfrentamientos y luchas ocasionaron enormes gastos. La
guerra implicó la necesidad de reclutar hombres para el ejército, sumada a las contribuciones forzosas en
ganado, dinero y alimentos para las milicias. Estos costos eran trasladados a la comunidad. El dinero obtenido
por los impuestos no era suficiente. La demanda del Estado provocó tensión entre grupos políticos y los
poderosos sectores comerciantes y productores de la campaña. Las fracturas propias del proceso
revolucionario, las tensiones políticas y los cambios institucionales atentaban contra la construcción de un
sistema educativo estable. La falta de recursos económicos como humanos van a permitir la implementación
del sistema educativo lancasteriano que permitió impartir educación básica a un número de niños
simultáneamente apelando a un solo maestro. Esto explica el éxito de este sistema en la historia educativa
latinoamericana. La implementación del modelo político del liberalismo y su influencia en los modelos
educativos, presentó tensiones en una sociedad que no se desprendía de las instituciones y los modelos
coloniales. Entre 1800 y 1850, la promoción de la enseñanza caracterizada como popular creció pero fueron
limitadas sus realizaciones. Esta transformación está asociada a la idea que la ilustración le da a la educación:
formar ciudadanos capaces de ejercer la soberanía política.

-WEINBERG, G. (1995), “Cap. 3: La Ilustración” y “Cap. 4: Emancipación”, en: Modelos educativos en la


historia de América Latina, A/Z, Bs. As. , pp. 83-98 y pp. 99-122.

La Ilustración antes de la independencia. Tiene un espíritu modernizador (nada revolucionario en sus


objetivos , pero sí en sus efectos mediatos), algunas de cuyas características podrían ser:

i. Secularización de la vida en general ii. Diversificación productiva iii. Actualización cultural y educativa. Es
necesario tomar en cuenta las características de la corriente 'ilustrada' española, y las influencias francesa e
italiana. Estas ideas arraigan en el Nuevo Mundo con retraso, superar ese destiempo plantea un problema
para encontrar nuestro propio tiempo. A lo largo del período colonial España impuso una ortodoxia durante
los Austrias que irá en aumento con los BORBONES. Ideas y criterios similares se impondrán en toda la
política educativa, la que era funcional para la metrópoli pero adversa si se piensa en las necesidades
americanas. Este tradicionalismo autoritario explica principios vigentes: "La letra con sangre entra"; "el niño
está corrompido por el pecado original, etc., que le costaría desarraigar al pensamiento moderno y a la
Ilustración. Los lineamientos educativos y culturales se trazaban desde la península, las Leyes de Indias no
menciona la educación infantil, interesándose por los otros niveles. En la península desempeñaron un papel
fundamental las Sociedades de Amigos del País, preocupadas por la prosperidad y la recuperación de las
diversas regiones, apelaban a la educación como instrumento para superar con eficacia las inadecuaciones
advertidas tanto en el campo de la actividad económica, como en el de las relaciones sociales; en ese sentido
la educación aparece como un factor clave. La Ilustración contribuyó a debilitar el rígido tradicionalismo, el
principio de autoridad y, a incorporar nuevas pautas, valores y actividades en sustitución de las vigentes. Los
'ilustrados' estaban convencidos de la necesidad y de la posibilidad del 'progreso', entendido éste como un
impulso que llevase a la difusión y secularización de ideas como las de 'felicidad' y 'libertad', sin descuidar las
de 'utilidad'. Y aquí la educación desempeña un papel importante. Los representantes de la Ilustración no
podían confiar en ningún sector de la sociedad colonial como tampoco en la Iglesia, ya que se ajustaban al
ordenamiento tradicional. El único agente de cambio posible era el Estado, y desde allí los 'ilustrados'
intentaron impulsar el proceso de transformación social. En el caso de las colonias, los representantes del
iluminismo actuaron a partir del apoyo prestado por la Corona, que facilitaba el acceso a puestos de poder en
el aparato político de la administración colonial. Pero el estallido de la Revolución Francesa y sus
consecuencias sobre la monarquía, produjo un retroceso en los impulsos renovadores de los Borbones,
trayendo el rechazo de numerosas iniciativas originadas en los medios ilustrados de las colonias, entre ellas las
vinculadas a la educación. Pero la consecuencia más seria de esta reacción del espíritu borbónico fue hacer
perder a los 'ilustrados' las esperanzas puestas en la Corona española como factor de cambio. Esta alternativa
volcó a esos sectores en favor de la propuesta emancipadora y, a apoderarse del Estado para seguir
impulsando el proceso modernizador iniciado durante las últimas décadas de dominación española.

Lo que distinguirá el 'modelo' educativo de la Ilustración del de la EMANCIPACIÓN es el contenido político


que se asigna a la tarea educativa. Los 'ilustrados' ven la educación como un vehículo de afianzamiento de la
autoridad real , el movimiento independentista cuestionará la legitimidad del poder de la monarquía y
enfatizará los contenidos igualitarios y de soberanía popular. En América fueron las Sociedades de Amigos del
País, y los consulados los centros desde donde dichas ideas se difundieron. Las iniciativas, y los logros, que se
sitúan durante la última década del siglo XVIII y primera del XIX, tienen similitud entre ellas. Todos se
proponen el mejoramiento de las condiciones del país y el aumento de la felicidad de sus pobladores. La
expulsión de los jesuitas, orden encargada de la educación en casi todos los virreinatos supuso una
desarticulación en la educación y una baja del nivel. La Corona no estaba en condiciones ni disponía de los
profesionales para sustituir las labores de la orden entre cuyos propósitos estaba la formación de una clase
dirigente.

-El tiempo mostró que el modelo colonial requería una restructuración administrativa. La enseñanza elemental
se desenvolvía en condiciones deficientes. En palabras de Simón Rodríguez, puede verse un pensamiento
crítico acerca de la sociedad tradicional, y sobre otra nueva que se estaba incubando en la vieja y arcaica
sociedad colonial. La enseñanza preparatoria estaba reservada a quienes pudieran demostrar su pureza de
sangre, que conducía a los estudios superiores. Las universidades se volvieron rígidas, por lo que las
innovaciones en ideas iban a parar a espacios no institucionalizados.

- Tanto Belgrano como Rodríguez y Salas reclaman educación pública para lograr el progreso. El
modelo de Salas es más modernizador que cambiador. La educación renueva el entusiasmo por la
actividad educativa, aunque atribuyéndole diferentes objetivos y el que se manifiesta de formas diferentes:

i. Creación de establecimientos e enseñanza inspirados en espíritu práctico

ii. Sensación de que la educación promueve la felicidad de la población y su progreso

iii. Enriquecidos por una renovada extracción social.

iv. Se difunde el libro, y comienza a haber un público lector cada vez más numeroso

CAP. 4 Emancipación. - La guerra de independencias produjo cambios en lo político, social, cultural y


económico. En el ámbito cultural, se sustituye el ideal del súbdito fiel por el de ciudadano activo. La
educación pasa a desempeñar una función ampliada, enriquecida. La imprenta y las bibliotecas, el libro y
los periódicos, constituyeron elementos importantes para difundir las nuevas ideas. Durante el gobierno de
Artigas en la Banda Oriental se instala la primera biblioteca pública (1816). Los catecismos eran utilizados
para instar la emancipación o para provocar fidelidad hacia Fernando VII. Se prohíben castigos corporales en
las escuelas.

-La escasez de recursos humanos y económicos constituyó uno de los obstáculos que debieron enfrentar los
nuevos grupos dirigentes para llevar adelante su proyecto. Se incentiva la inserción de la escuela
lancasteriana. Su aplicación significaba una respuesta al problema que numerosos niños no podían concurrir a
la escuela: se instituye la enseñanza mutua. El mérito de Lancaster es el de haber acostumbrado a la gente a
escuelas para la gran masa del pueblo, a contribuir a su sostenimiento y a considerar la educación como una
función estatal. Thompson fue el gran difusor del Lancasterianismo, sistema avalado por O’Higgins, San
Martín, Rivadavia. Llegan los tiempos de la enseñanza popular. En Bolivia se dio el gran experimento
educativo, con S. Rodríguez. Hay dos experiencias elocuentes del proceso emancipatorio con respecto a la
educación: i. Haití. Regido por el code noire, de Luis XIV. Toussaint Louverture proclama un artículo específico
de la nueva constitución independiente que se refiere al desarrollo de la educación formal. Cualquier persona
tiene derecho a abrir un establecimiento educacional. Se intenta poner c lengua of. el francés. Sin embargo y
a pesar de las fuertes intenciones políticas, el desorden desencadenado por la independencia haitiana
no permitió llevar adelante una política educativa eficaz y real. ii. El debate de las Cortes de Cádiz. Se propone
‘encargarse de la educación de la juventud’. La educación es la base de la felicidad pública, y el gobierno debe
proporcionarla y la debe velar no solo por su implementación sino también por su método. Larrazábal,
diputado guatemalteco, pedía la instrucción de los indios ya que la Constitución exigía el ‘voto letrado’.
Güereña, diputado por Durango, estableció en las Cortes que por beneficio de la educación se
uniforman con buen orden las costumbres de los pueblos y se conserva en éstos la debida
subordinación a las legítimas potestades. Se propone a la educación como instrumento legitimador.

CLASE 2. Se produjo el desmembramiento de las grandes unidades políticas, representadas por los Virreinatos,
en entidades menores. Pero no fue fácil organizar políticamente las regiones independizadas. Las disputas
entre liberales y conservadores, centralistas, confederacionistas y federalistas, enfrentaron durante gran
parte del siglo XIX a las élites locales. Se enfrentaban intereses económicos contrapuestos. En el Rdl Plata, el
proceso de independencia significó pérdidas económicas y la aparición de nuevas tendencias políticas que
entraron en conflicto. Luego de la revolución y la guerra se presentó una lucha entre Bs. As y el resto de las
provincias. Entre 1810 y 1853, el conjunto de pueblos que formarían parte de la República Argentina no
contaron con un gobierno central, ni acordaron la sanción de una constitución que los uniera. Después de las
guerras de independencia, y a partir de 1820, la organización autónoma de las provincias llevó a que se
establecieran pactos y tratados que regularan los contactos y relaciones uniéndolas a manera de una
confederación. Se conformó un sistema político donde cada parte mantenía una fuerte autonomía. Los
enfrentamientos políticos expresaban problemas q correspondían a las oposiciones que se generaban entre
los grupos sociales, los intereses provinciales o regionales y las diferencias que se producían entre el campo y
la ciudad. Los intentos por construir un Estado unificado no resultaron. En algunas provincias, junto a las
estructuras de gobierno se destacó la figura de los caudillos, líderes políticos que contaban con el apoyo de
importantes sectores. Hubo casos, donde los caudillos fueron gobernadores de sus provincias. EJ. Santa Fe,
con Estanislao López o en Entre Ríos, Ramírez. A esta etapa, le siguió, a mediados de la década de 20, un
intento centralizador que fracasó. En la década del 30, llegó al gobierno de Bs As, Rosas. Su política
proclamaba un federalismo basado en una posición autonomista que le permitía reunir en su persona la
representación de las relaciones exteriores de la Confederación. Su acción política en el gobierno demoró
todos los intentos de organización nacional que pudieran significarle a la provincia una pérdida de recursos y
de mecanismos de control.

El desplazamiento político de Rosas del poder -batalla de Caseros- en 1853 que lo enfrentó con Urquiza, hizo
que Bs As iniciara su vida independiente separándose de la Confederación Argentina. El rechazo a la nueva
constitución y a las políticas de Urquiza dio origen a la existencia de dos entidades políticas autónomas. La
provincia de Bs As, en 1854, dictó su propia constitución e intentó establecer pactos de convivencia con el
estado confederado. Las tendencias políticas autonomistas en los primeros años de vida independiente
lograron afianzarse ya que la realidad económica bonaerense era beneficiosa. El Estado provincial contaba con
los recursos que provenían de la Aduana, lo que le permitió suscribir empréstitos y lograr que el público
acepte el papel moneda emitido por su propio banco. El clima de prosperidad económica benefició a los
sectores mercantiles y ganaderos de la provincia. En 1859, se produjo un enfrentamiento entre ambos estados
(la Confederación y la provincia de Buenos Aires), en la batalla de Cepeda. Las fuerzas confederadas,
comandadas por Urquiza, negociaron con el ejército provincial dirigido por Mitre la firma del Pacto de San José
de Flores, en el que se establecía la incorporación gradual de Bs As al resto de la Confederación. Recién en
1860, Bs As acepta la Constitución de 1853, se deja en suspenso el tratamiento de la nacionalización de la
Aduana y la federalización de la ciudad de Bs As. El arreglo trajo conflictos que derivaron en la batalla de
Pavón, en 1861, que significó el fin de los conflictos con las provincias. En 1862, se reunió el Congreso
Nacional en Bs As y se decidió permitir la coexistencia del poder nacional y el poder provincial en la ciudad de
Bs As. De esta manera, comenzó a forjarse la unidad nacional. La formación del Estado nacional enfrentó la
tarea de subordinar a los poderes locales de todas las provincias. Se debatía la asociación del Estado con la
idea de Nación. En el transcurso del siglo XIX se consolidaron transformaciones en la Rep. Argentina afectando
la política y la cultura. La inserción de Am. Lat era fundamental para el desarrollo de su economía como para
participar de los procesos de cambio que se estaban operando en el mundo. Los jóvenes intelectuales y
pensadores latinoamericanos concebían la incorporación al mercado internacional de las distintas regiones
como la única vía de acceso a la necesaria modernización política y social. Pero había que lograr un
ordenamiento interior. El Estado fue fundamental para la consolidación y expansión del sistema capitalista.

En la Argentina de la década del ’70, el triunfo del proyecto de unidad nacional permitió reconstruir la
hegemonía porteña, sometiendo a los poderes provinciales .Entre 1862 y 1880, las presidencias de Mitre,
Sarmiento y Avellaneda consolidaron esta política mediante una estrategia que combinaba el acuerdo y la
coerción. Sus fines fueron alcanzar la subordinación a la autoridad central, la organización institucional y la
integración territorial. Se produjo en este período una modernización económica y social. Alcanzar la unidad
significó abrir la posibilidad de reunir intereses, valores y creencias en torno a un sistema de poder común. La
Argentina, en las últimas décadas del Siglo XIX y las primeras del siglo XX fue el escenario de grandes cambios.
Se trató de una expansión económica inusitada, una movilidad social ascendente y una modernización cultural
impulsada desde el aparato estatal. Esta etapa representa un momento en el cual las preocupaciones
nacionales y nacionalistas se manifestaron en distinto tipo de actividades que incluyeron movimientos de
opinión, producción de debates que se expresaron en la prensa y en la edición de libros y revistas
especializadas. Es una etapa de reformulación de valores y de cuestionamiento del lugar que van a tener en él
los distintos actores de la sociedad: políticos, jefes de estado, maestros, ciudadanos. En estos procesos, la
educación tiene un lugar preponderante, como vía para ofrecer respuestas a los desafíos del final del siglo.
Algunos sectores dentro de la elite gobernante, impulsaban la propuesta de fortalecer una educación que
incluya la presencia de valores morales, la disciplina normalizadora coadyuvaría a resolver la encrucijada de la
nacionalización y ciudadanización de la sociedad aluvional. Este es el clima de circulación de ideas que se da
durante estos años. Los gobiernos del periodo impulsaron acciones para conseguir estos objetivos. El
ejecutivo promulgó leyes, como la de federalización, en la que el Estado nacional se aseguró los recursos
aduaneros, para el desarrollo de la política de integración y redistribución. Se creó el registro civil, con el
objetivo de limitar la injerencia de la iglesia dentro de la sociedad, y de posibilitar que el Estado tuviese el
control de los nacimientos, matrimonios y defunciones de la población. En el marco de esta tendencia a la
laicización, se creó el Consejo Nacional de Educación Primaria y se sancionó la Ley 1420 de Educación Común
que establecía la escolaridad primaria laica y obligatoria. La ley 1420 crea un sistema que regula cuestiones
como grados y contenido de la enseñanza, sistemas de control y supervisión, censo y estadística, sanidad
escolar, administración y fondo educativo con un efecto en todo el territorio nacional y con cuestionamientos
de los sectores católicos. La creación de un sistema escolar nacional hizo crecer las resistencias y provocó la
irritación de estos grupos y la ruptura con el vaticano. El gobierno reconocía a la educación como un
instrumento importante para construir una identidad nacional.

TEDESCO, J. C. (1993), “ Parte I, Cap. 1: La concepción de la educación en la historia Argentina previa a


1880”, en: Educación y Sociedad en la Argentina (1880-1945), Solar, Bs. As., pp. 13-35. Prólogo (por
Weinberg)

- La hipótesis central del libro sostiene que los grupos dirigentes le dieron a la educación una función política
y no económica Cuando los sectores representativos de los grupos sociales llegan al poder no pretendían
poner en duda la estructura económica Argentina, basada en una mirada agropecuaria exportadora. Las clases
medias y los estratos altos de los grupos populares se darán por satisfechos con poder ampliar la participación.
Los grupos que disputaban la hegemonía del poder político no ofrecían alternativa en materia de un modelo
nuevo o diferente de desarrollo económico-social. La educación tiene como principal característica política un
papel estabilizador, se percibe la solución de las luchas internas en torno a la organización del país a fines del
siglo XIX. Se aventuraba un rol moralizador de la enseñanza, logrando que se eliminen los centros de
resistencia al poder central. El período en el que se constituye el Estado-Nación, aspira a la homogeinización
de la población a través de la educación, formando hombre apto para cumplir papeles políticos y excluyendo la
formación de hombres apto para actividades productivas. La enseñanza se transformó en patrimonio de una
elite que pretendía alejar otros núcleos sociales en ascenso. Otra punto que alude a lo político y no económico
de la educación, es la diversificación del sistema educativo, no correspondiéndose con el desarrollo
agroexportador de la época.

-A juicio de Tedesco, los sectores tradicionales, para evitar las presiones favorables a la democratización de la
enseñanza solo tenían dos caminos: frenar el proceso educacional (lo que estaba en contra del progreso) y
diversificar la enseñanza, orientándola hacia carreras técnicos profesionales. Optaron por el segundo camino,
viéndose plasmado en iniciativas como la escuela intermedia y el ciclo secundario especializado. El arribo al
poder de Yrigoyen en 1916 determinó la anulación de estas reformas y un regreso al plan tradicional. Los
argumentos para esta oposición sostienen que los valores humanísticos representaban el espíritu nacional
mientras que el utilitarismo era extranjerizante. Lo que al radicalismo le interesaba era posibilitar la ampliación
de las posibilidades de acceso a la enseñanza, de ahí el contenido democratizador de sus reivindicaciones en
este plano. Fueron los sectores tradicionales quienes propiciaron las reformas para favorecer una
diversificación de la enseñanza cuyos objetivos eran carreras prácticas, para apartar así a los nuevos grupos de
sus proyectos de compartir el poder político. Y los movimientos políticos que representaron los intereses y
aspiraciones de los sectores medios prefirieron mantener los viejos criterios sin modificar las pautas, los
contenidos ni los objetivos de la educación. A partir del 80, todo el desarrollo en materia manufacturera y
fabril, y el consiguiente requerimiento de mano de obra pudo ser satisfecho con el aporte inmigratorio, por
eso se necesitaba nacionalizar esos contingentes de extranjeros que llegaban a nuestro país. Tampoco
aumentaron las necesidades de mayores y mejores calificaciones en el sector agropecuario, puesto que la
ampliación de sus actividades se hacía por la expansión de la frontera, y no por mayor densidad de mano de
obra.

Introducción. Este trabajo analiza la ubicación y las relaciones de la educación con el resto de la estructura
social, en las dos últimas décadas del siglo XIX en la Argentina. Todos los planteamientos que se realizaron con
anterioridad a 1880 se concretaron en la construcción de un sistema educativo cuyas partes se articularon
para cumplir determinados objetivos y funciones que, no siempre fueron los deseados por los individuos que
lo componían ni por los que lo idearon. La sanción de las leyes educacionales que organizaron los ciclos
primario y superior de la enseñanza, la práctica de una determinada política educacional coherente en todos
sus ámbitos, resultaron los hechos más notables del período, y la vigencia de esas leyes y de esa política
durante casi un siglo, demuestra que estamos frente a un hecho de verdadera relevancia.

Capítulo I. La concepción de la educación en la historia argentina previa a 1880. 1796 queda inaugurado el
debate educacional en términos modernos con la ponencia de Belgrano ante el Consulado de Buenos Aires.
Belgrano imaginó un país de gente laboriosa, que cultivara la tierra, explotara las minas y produjera
manufacturas. Consideraba que la agricultura era la base de la riqueza. Proponía la creación de una Escuela de
Agricultura. Dependiendo de la riqueza producida por el agro, se desarrollarían la industria y el comercio, por
eso preveía la creación de escuelas especializadas. Este programa no respondía a las necesidades de la vida
colonial. Era una aspiración y un método, a través del cual se suponía que se podría lograr la transformación
modernizante de la estructura social, deseada por el grupo porteño ilustrado que promovió para ello el
movimiento independentista. Cuando fue nombrado secretario del Consulado de Comercio de Buenos Aires en
1793, creó las escuelas de náutica y minería. Fundó la Sociedad Patriótica, Literaria y Económica, proyecto que
relacionaba el progreso económico con el estímulo a la educación. Siendo vocal de la Primera Junta fundó la
Escuela de Matemática, para formar técnicos en el campo de las ingenierías. Cuando la Junta le encomendó la
creación de cuatro escuelas durante su campaña militar, dictó un Reglamento para las Escuelas del Norte. En
él se determinaba que los establecimientos debían ser estatales y administrados por los ayuntamientos, y en
su entrada debían fijarse las armas de la soberana Asamblea Nacional Constituyente del Año 1813: un ritual de
enorme significación, porque distinguía la escuela del naciente Estado argentino de las parroquiales y de las
escuelas del rey. En la enseñanza el espíritu nacional prevalecería sobre lo extranjero, la educación pública era
condición para tener una sociedad independiente. El gran desafío que enfrentaron los intelectuales y políticos
que consolidaron el Estado nacional fue crear un orden legítimo, capaz de imponerse en un extenso territorio,
poco poblado y escasamente integrado.
Las luchas políticas internas que sucedieron a la declaración de la independencia, permitieron que el primer
intento de ejecución de un programa científico dentro de la enseñanza, se llevara a cabo durante el gobierno
de Rivadavia, período en el que el sistema educativo se organizó según el modelo napoleónico: todos los ciclos
pasaron a depender de la UBA, desde donde se enseñaron los principios de la filosofía moderna. En el ciclo
medio se trató de ensayar una diversificación en los estudios creando, junto al Colegio de Ciencias Morales,
otro especializado en cas nat, para lo cual se encargaron equipos, instrumental y profesores especializados,
que venían desde Europa. En un plano utilitario más concreto, Rivadavia intentó promover la enseñanza
agrícola, para lo cual creó una escuela en la zona de la Recoleta. El triunfo de Rosas significó la derrota de estos
planes y la concepción utilitaria y científica quedó en manos de los opositores al gobierno que hicieron de ella
uno de los puntos centrales de su programa. La escasa difusión de la enseñanza pareció la causa principal del
fracaso de la política liberal e ilustrada que siguieron los representantes del unitarismo porteño. La difusión
masiva de la educación fue concebida como el instrumento eficaz de cambio social y de "progreso" en general.
A medida que las condiciones políticas del país se iban convirtiendo en una traba para el desarrollo del
programa liberal, el contenido de la educación fue incluyendo, un énfasis en el papel político que le competía
para la transformación del habitante nativo en un ciudadano, apareciendo como la clave para la solución de
todos los problemas.

La concepción de la educación como agente fundamental para el cambio social es patrimonio del siglo XIX.
Este optimismo pedagógico no es común a todos los pensadores de la época, en la Argentina. A partir del
fracaso de los intentos liberales ilustrados en las décadas posteriores a 1810, algunos intelectuales y políticos,
como Alberdi, dudaron del valor de la educación como formadora del ciudadano. Alberdi criticó las
realizaciones educativas de ese período. Según Alberdi el fracaso de la enseñanza en la formación del
ciudadano tenía que ver, más que con defectos propios de la enseñanza formal, con el papel que a ella le cabía
en ese proceso. Percibió la existencia de medios más eficaces para lograr la modernización de la sociedad, y
elaboró para ello una nueva categoría —educación de las cosas—, con la cual hacía referencia al conjunto de
influencias sociales que intervenían en la formación de un individuo, pero que están al margen de la
enseñanza institucionalizada. Esos medios eran, en Alberdi, la inmigración, la legislación civil, comercial y
marítima, los ferrocarriles, el sistema constitucional, el gobierno representativo, etc. Alberdi intentaba aludir al
conjunto de elementos que regulan la vida social de los hombres entendiendo que en esa vida social se
encuentra la base de los sistemas de valores de cada individuo en particular. Se debía retomar la tradición
utilitaria y pragmática, reclamando una educación formadora de técnicos y científicos en lugar de abogados,
médicos y teólogos. El modelo de Alberdi era el de una educación en relación directa con las necesidades de
una economía desarrollada basada en el comercio de materias primas y en la creación de industrias locales. La
puesta en marcha de este esquema requería la presencia del inmigrante europeo, quien cumplía, un doble
papel: solucionaba la carencia de personal nativo preparado para esas tareas y operaba la transformación de
los hábitos y costumbres del nativo haciendo de éste un hombre integrado en la nueva sociedad. Resumiendo,
Alberdi, consideraba que la educación se subordinaba a la economía y a los cambios demográfico-culturales.1°
había que traer inmigrantes, su influencia produciría cambios de hábitos y valores. Luego se podría educar. No
bastaba con alfabetizar, había que enseñar a trabajar. La concepción de Alberdi tuvo un obstáculo, solo
concibió al sujeto pedagógico como una proyección de la cultura francesa, inglesa Y norteamericana. Igual que
Sarmiento, borró al sujeto social real y volvió inviable su propuesta educativa.

La diferencia más importante entre el proyecto de Alberdi, y el de Sarmiento, reside en la manera de


concebir la relación entre educación y cambio social. La discusión no giraba alrededor de si la educación era un
factor de cambio social o un agente de conservación; lo que interesaba a estos hombres era determinar el
medio más eficaz para lograrlo. Mientras Alberdi sostenía que la educación era un instrumento de menor
eficacia comparado con la inmigración masiva, la expansión de los ferrocarriles, etc., Sarmiento concibió a la
educación como el factor prioritario en el proceso de cambio y modernización. En Sarmiento aparece la
dependencia que existe entre todas las manifestaciones del "progreso" de una nación y la capacidad de los
individuos que la componen. El aumento de esa capacidad debía hacerse en un sentido determinado,
distinguiendo tres tipos de capacidad: la industrial, la moral y la intelectual; la primera era considerada como
fuerza de producción, la segunda de acción y la tercera de dirección. La educación pública debe tener como
finalidad aumentar el número de individuos que las posean. Para ello Sarmiento sostenía la necesidad de
considerar a la educación desde el punto de vista de la economía política y propender hacia una enseñanza
utilitaria, racional y científica. Trató de probar la existencia de una correlación positiva entre educación y
estabilidad política, de manera que la educación apareciera como una doble tarea: promover el aumento de la
producción a través de la preparación de personal capacitado y brindar la estabilidad política para que las
funciones de producción se realicen normalmente. Apostaba al poder de la escuela primaria obligatoria. Había
que cambiar las costumbres, la cultura y el lenguaje para que la gente se volviera industriosa, así se alcanzaría
el progreso. Propuso darle a la población una educación básica integral que elevara su cultura. Dio importancia
al desarrollo de las escuelas de artes y oficios y quiso una educación racional y científica, pero no fue
simplemente un utilitarista. La formación de la moral y las costumbres era la base de la estabilidad sobre la
cual debe descansar el progreso económico y social. Quiso construir un modelo educativo capaz de operar
sobre la sociedad cambiándola y controlándola, y creyó posible imponer una forma de ser, de sentir y de
hablar a quienes escaparan de la categoría de bárbaros. Sarmiento creía que la escuela influiría en forma
decisiva en la transformación de la Argentina, garantizando el progreso nacional y el sistema democrático. Con
respecto a la preparación de mano de obra, entendía que cualquier plan de desarrollo económico sería
impracticable sin una población preparada. Se debatió entre las posibilidades de transformación a través de la
educación popular y una concepción fatalista acerca de la incapacidad natural de los americanos con respecto
al trabajo industrial. Entonces optó por intensificar la educación desde una perspectiva utilitaria y suplir las
deficiencias de la población nativa con la de inmigrantes. Nuestro país sumaba a la incapacidad y falta de
tradición industrial de su población, la ausencia de fuentes naturales para ese tipo de producción: fuentes de
energía, yacimientos carboníferos, etc. Propugnaba una enseñanza concentrada en la agronomía y en la
minería, desechando la industria y la ganadería, ya que esta forma de explotación implicaba grandes
extensiones de tierra deshabitadas. Otro aspecto de la concepción educativa de Sarmiento ES el papel
asignado al Estado y a la participación popular en la acción educativa. Antes de Caseros Sarmiento tendió a
relativizar el poder del Estado en materia educativa, preveía que los sectores interesados en dar educación a
sus hijos eran otros que los sectores económicamente poderosos y no se orientarían hacia los estudios
utilitarios sino hacia las carreras de prestigio tradicional, como derecho y medicina. El Estado se le presentaba
como la única fuerza capaz de promover estudios diferentes. El desarrollo de los acontecimientos desmintió la
esperanza de Sarmiento en el Estado, si bien se afianzó como órgano centralizado de poder, orientó su acción
en el mismo sentido del esquema de valores tradicionales. En cuanto a la tarea planteada a la educación para
contribuir a la estabilidad política, ejemplifica la legitimidad con la que la burguesía percibía, en los comienzos
del proceso de desarrollo capitalista, su posición dentro de la sociedad. Habla de la educación como un
elemento que enseña a respetar la propiedad ajena.

Tanto para Sarmiento como para Alberdi el progreso material y la estabilidad política eran cuestiones
centrales y en la necesidad de cambiar las costumbres y los hábitos de la población, discrepando sobre el
papel de las instituciones educativas. Torcuato Di Tella analizó las diferencias entre ambos pensadores
asociándola con la polémica que ambos pensadores tuvieron luego de la caída de Rosas, quedando en
evidencia el carácter combativo de Sarmiento y el conservador de Alberdi; Di Tella los tomó como tipos
representativos de dos clases sociales diferentes: la clase media empobrecida y la clase alta. Gran parte del
debate desarrollado en las Cartas quillotanas y en Las ciento y una, fue de tipo personal. Cada uno tendió a
demostrar las inconsecuencias y las debilidades que tuvo el otro en la defensa de los principios comunes que
guiaron la acción contra Rosas. Mientras Sarmiento veía en Urquiza la personificación de una política que
retrotraía a la época rosista, Alberdi vio en la actitud opositora de Sarmiento y de los liberales porteños en
general, algo parecido. Ese enfrentamiento traslucía un enfrentamiento político. Alberdi se ubicó del lado de la
Confederación en su lucha contra Buenos Aires, mientras que Sarmiento estuvo a favor de la política porteña.
Las diferencias entre Buenos Aires y la Confederación no eran diferencias entre la clase media empobrecida y
la clase alta acomodada. sarmiento insistió en la educación primaria por encima de cualquier otra. El
optimismo pedagógico supone que el desarrollo social se logra a través de cambios en la mentalidad individual
de cada miembro de la sociedad y ahí la escuela juega un papel relevante. Para Alberdi, la inmigración, los
ferrocarriles y las leyes pueden mucho más que la acción de las escuelas. Ni el programa de Alberdi ni el de
Sarmiento, contaban con fuerzas sociales que lo ejecutaran. La modernización propuesta fue funcional con las
necesidades de la clase ganadera y mercantil. Esta es la tesis del autor. El programa nunca fue más allá de eso.

BARRANCOS, DORA Mujeres sujetadas El mundo occidental tuvo innovaciones en materia de usos y
costumbres debido a la solidez que consiguió la nueva clase social- la burguesía-. Sus sensibilidades e
inclinaciones implicaron una nueva forma de relación entre varones y mujeres. Las jóvenes de la burguesía
vivieron mayores restricciones. Las obligaciones de la maternidad se hicieron más estrictas, ya que el estatuto
de madre tuvo mayor consideración y la condición femenina se reducía a esa misión. La sensibilidad maternal
fue un aprendizaje de la nueva subjetividad. Ante el contexto político de ese momento, la logia masónica jugó
un papel importante en la sociabilidad humanística, pudieron haber mujeres pero en poca cantidad, recién en
el siglo XIX se practicó la masonería destinada a las mujeres.

2.- ¿Cómo explica Tedesco la correlación entre educación y desarrollo económico? El sistema económico de
nuestro país en ese entonces estaba basado en un modelo agroexportador de producción extensiva. Dicho
modelo, no requería un aparato de formación de recursos humanos capacitados técnicamente. Debido a esto,
Tedesco explica que por mucho tiempo no hubo una correlación entre educación y economía, y que la
educación se desarrollo manteniendo las notas más características de la enseñanza tradicional:
enciclopedismo con predominio de las materias humanísticas, dejando de lado el carácter pragmático que
debería haber tenido. La correlación que se dio fue entonces entre educación y política, y solo a partir de la
revolución industrial es posible hablar de la educación desde una perspectiva económica.

ALBERDI SARMIENTO
“Educación de las cosas” (influencias sociales que Tres capacidades indispensables para el desarrollo:
intervenían en la formación de un individuo, pero • Capacidad industrial
que están al margen de la educación • Capacidad moral
institucionalizada) • Capacidad intelectual
La educación pública no debe tener otro fin que el
aumentar cada vez más el número de individuos que
las posean.
Argentina debía convertirse en la continuidad de La barberie bloqueaba a dos sujetos claves para la
europa en América “ Gobernar es poblar” construcción de una nación :EL PRODUCTOR, Y EL
CIUDADANO
La educación un instrumento de menor eficacia Confiaba en los inmigrantes pero a diferencia de
comparado con la INMIGRACIÓN MASIVA Alberdi, ni la inmigración, ni el crecimiento
económico constituían las únicas herram de una
NAC. MODERNA
Tradición utilitaria y pragmática (educación Enseñanza utilitaria, racional y científica. No
formadora de técnicos y científicos, en lugar de orientada específicamente hacia la industria, sino
abogados, médicos y teólogos). Se debe multiplicar más bien hacia la agronomía y minería.
las escuelas de comercio y de la industria.
La educación debe estar en relación directa con las La educación debe promover el aumento de la
necesidades de una economía desarrollada basada producción a través de la preparación de personal
en el comercio de materias primas y en la creación capacitado y brindar la estabilidad política necesaria
de industrias locales. para que las funciones de producción se realicen
normalmente .Educación= estabilizadora social
Presencia del inmigrante europeo. Solución a la Suplir las deficiencias de la población nativa con la
carencia de personal nativo preparado para esas atracción de inmigrantes.
tareas. Contagio de hábitos y costumbres.
Carácter conservador (no-énfasis en la educación) Carácter combativo (énfasis en la educación)
EL ESTADO custodio del orden El pasaje de la BARBARIE a CIVILIZACIÓN
demandaba la acción política con presencia estatal.
Faro o modelo a seguir: EUROPA Faro o modelo a seguir: EEUU

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