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Consumo de Drogas en Sentencia-C-221-94
Consumo de Drogas en Sentencia-C-221-94
SUMARIO
Introducción. 1. El rol del Estado. 2. La dignidad de la
persona. 3. El caso. 4. Consideraciones de la Corte en
mayoría. 5. Consideraciones de la Corte en minoría. 6.
Razonabilidad y Proporcionalidad. 7. Alternativas para
combatir el consumo de drogas. Conclusiones.
INTRODUCCIÓN
A propósito de los derechos humanos como límites a la intervención del
Estado y la corrección o incorrección de los apremios estatales para el
cuidado de la salud y la vida, el presente trabajo se desarrollará
tomando como referencia la Sentencia No. C-221/94 [1] de fecha cinco de
mayo de 1994 expedida en discordia por la Corte Constitucional
Colombiana, en la acción de inexequibilidad interpuesta por un
ciudadano contra las normas de la Ley 30 de 1.986 que penalizaban el
consumo de drogas y obligaban a los drogadictos a recibir un
tratamiento de rehabilitación.
Llama la atención que siendo la acción de inexequibilidad una acción
popular, pública o ciudadana, el caso se haya presentado a la Corte que
expide su decisión a casi ocho años de vigencia de la norma. El caso
permite apreciar la polémica de su aplicación, en una sociedad como la
colombiana, azotada por el problema del narcotráfico. Según Rafael
Roig, existen casos fáciles, difíciles y trágicos. “Casos fáciles son
aquellos en los que el ordenamiento jurídico contiene una respuesta no
discutida; casos difíciles, en los que hay más de una respuesta; y casos
trágicos, que se producen cuando en relación con el mismo, no cabe
encontrar una solución que no sacrifique algún elemento esencial de un
valor considerado como fundamental desde el punto de vista jurídico, y
la adopción de una solución en tales supuestos no significa enfrentarse
con una simple alternativa, sino con un dilema, por lo que es difícil
concebir la actuación judicial como una actividad mecánica”[2].
Siendo controvertida la extensa decisión, los argumentos expuestos en
la sentencia por la mayoría de cinco magistrados y en el salvamento de
voto de cuatro magistrados, nos servirán para desarrollar el tema.
Partiendo de la exigibilidad de algunos derechos sociales como el
derecho a la salud en su estrecha relación con el derecho a la vida[3],
surgen obligaciones de prestación a cargo del Estado ¿Cuáles son los
límites de su actuación, en el cumplimiento de sus obligaciones de
cuidar la salud y la vida de las personas? En el tema propuesto no nos
encontramos frente a una omisión del Estado sino frente a una acción
que puede vulnerar derechos humanos.
Con los argumentos de la demanda, de la defensa, las consideraciones
de la mayoría y minoría de la Corte y con el auxilio de las fuentes
bibliográficas desarrollaremos los problemas principales del tema:
1. - La obligación del Estado de cuidar la salud y la vida frente a los
derechos a la dignidad de la persona, la libertad personal y al libre
desarrollo de la personalidad. Se analizará el rol del Estado frente a los
derechos sociales, sus obligaciones negativas y positivas, y hasta que
punto el Estado puede imponer conductas a las personas a fin de
preservar sus derechos a la salud y a la vida.
2. - La drogadicción y la dignidad de la persona. Se analizará si el
respeto a la dignidad de la persona implica respetar su libertad de
consumir drogas o si la drogadicción atenta contra la dignidad de la
persona y por lo tanto debe penalizarse dicha conducta y someter al
adicto a un tratamiento de rehabilitación sin su consentimiento.
Para ello haremos una reseña del rol del Estado y de la dignidad de la
persona, para luego pasar al caso, resumiendo los argumentos de la
demanda y de la defensa y resaltando la influencia del pensamiento de
Carlos Santiago Nino en la decisión de la Corte y en los fundamentos de
la discordia. Luego se analizará los argumentos de la mayoría y de la
minoría de la Corte para terminar con un análisis de la razonabilidad y
proporcionalidad de las normas cuestionadas y unas posibles
alternativas respetuosas de los derechos fundamentales.
1. - EL ROL DEL ESTADO
Jurgen Habermas[4], desde su peculiar óptica señala “cuatro hormadas
de juridización que marcan épocas”. Estado burgués “que se desarrolló
en Europa Occidental en la época del Absolutismo” y pretende
“garantizar la libertad y la propiedad de la persona privada, la seguridad
jurídica y la igualdad”; Estado de derecho, “que adoptó una forma
paradigmática en la monarquía alemana del siglo XIX” e “implica la
normación jurídico constitucional de un poder público”; Estado
democrático de derecho, “consecuencia de la Revolución Francesa”, en
el que “los ciudadanos quedan provistos de derechos de participación
política” y Estado social y democrático de derecho, que “en el curso del
siglo XX es fruto de las luchas del movimiento obrero europeo” y “pone
freno al subsistema económico”, dirigiéndose “contra aquellas relaciones
modernas de poder y de dependencia que surgen con la empresa
capitalista y con el aparato de dominación burocrática”.
Como anota LUCAS VERDÚ[5] “el estado liberal de derecho apuntaba a la
consecución de la libertad; pero, merced a su individualismo y a la
neutralidad que adoptaba ante las transformaciones sociales, estaba
lejos de realizar la justicia social. El Estado social de derecho se
encamina al mantenimiento de la justicia social [...] Cabe la libertad
dentro del Estado social de derecho porque es una libertad responsable
de sus fines y está plenamente justificada por la sociedad justa”.
En este contexto, “en los últimos veinte años, en casi todos los países de
Occidente, los derechos sociales –desde el derecho a la salud, pasando
por el derecho a la educación, hasta los derechos a la subsistencia y
asistencia social- han sido objeto de ataques y restricciones por parte de
políticos considerados “liberales”. La constitucionalización de tales
derechos y políticas de bienestar –que constituyen tal vez la conquista
más importante de la civilización jurídica y política del siglo pasado- han
sido así puestas en discusión y corren hoy el riesgo de verse
comprometidas”[6].
No existe diferencia de estructura entre los derechos de libertad
clásicos y los derechos sociales, puesto que unos y otros imponen al
Estado prohibiciones de lesión de los bienes que constituyen su objeto
como obligaciones de proveer las numerosas y complejas condiciones
institucionales de su ejercicio y su tutela, siendo justiciables tanto los
comportamientos lesivos de tales derechos como las omisiones o falta
de prestación que constituye su objeto[7].
Toda política pública nace de obligaciones objetivas concretas que tienen
como finalidad primordial el resguardo de derechos tomando como base
el respeto a la dignidad de la persona, y que en el caso de la ejecución
presupuestal para fines sociales, esta no debe considerarse como un
gasto sino como una inversión social[8].
Dependiendo del tipo de Estado su actitud frente a los derechos
humanos será distinta. Es difícil pensar que un "Estado Gendarme", o
“Estado Policía” que corresponde al Estado burgués pueda darse un caso
como el que es materia del presente trabajo. Antes bien es en el
contexto de un Estado social y democrático de derecho como lo es o
pretende serlo la República de Colombia en que se produjo el caso que
nos ocupa. El problema es que la actuación del legislador colombiano al
penalizar el consumo de drogas y establecer la rehabilitación obligatoria
de los drogadictos, en nuestra opinión, estuvo en una zona gris muy
cercana al de un régimen totalitario.
2. - LA DIGNIDAD DE LA PERSONA
La Constitución de 1993 prescribe en su artículo 1º que “La defensa de
la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la
sociedad y del Estado”. Como bien anota César Landa, este artículo
constituye la piedra angular de los derechos fundamentales de las
personas y, por ello es el soporte estructural de todo el edificio
constitucional, tanto del modelo político como del modelo económico y
social. En tal sentido, fundamenta los parámetros axiológicos y jurídicos
de las disposiciones y actuaciones constitucionales de los poderes
políticos y de los agentes económicos y sociales, así como también,
establece los principios y a su vez los límites de los alcances de los
derechos y garantías constitucionales de los ciudadanos y de las
autoridades[9].
En la misma línea el artículo 1º de la Constitución colombiana proclama
que Colombia es una república fundada en el respeto de la dignidad
humana.
El artículo 3 del texto constitucional peruano precisa que “La
enumeración de los derechos establecidos en este capítulo no excluye
los demás que la Constitución garantiza, ni otros de naturaleza análoga
o que se fundan en la dignidad del hombre, o en los principios de
soberanía del pueblo, del Estado democrático de derecho y de la forma
republicana de gobierno”.
NOTAS:
µ
El presente trabajo es una reformulación del que fuera presentado en julio de 2005 en el curso
Fundamentos de los Derechos Humanos de la Maestría en Derecho con Mención en Derecho Constitucional
de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
*
Constitución Argentina de 1853, artículo 19.
[1]
Puede consultarse el texto completo de la sentencia en la página web del Ministerio del Interior y de
Justicia de la República de Colombia en http://web.minjusticia.gov.co/jurisprudencia/CorteConstitucional/
1994/Constitucionalidad/C-221-94.htm (Citado el 8 de agosto de 2006).
[2]
ROIG, RAFAEL. Jueces y Normas. Madrid, Marcial Pons 1995, p. 217.
[3]
Al respecto, puede consultarse la sentencia de fecha 20 de abril de 2004, recaída en el Expediente N°
2945-2003-AA/TC, en los seguidos por AZANCA ALHELÍ MEZA GARCÍA en
http://tc.gob.pe/jurisprudencia/2004/02945-2003-AA.html (Citado el 8 de agosto de 2006) y la sentencia de
fecha 5 de octubre de 2004, recaída en el Expediente Nº EXP. N.° 2016-2004-AA/TC en los seguidos por
JOSÉ LUIS CORREA CONDORI en http://tc.gob.pe/jurisprudencia/2005/02016-2004-AA.html (Citado el 8
de agosto de 2006).
[4]
HABERMAS, Jurgen. Citado por OLLERO TASSARA, Andrés En ¿Tiene razón el derecho? Entre
método científico y voluntad política. Madrid, Publicaciones del Congreso de los Diputados. 1996, p. 406.
[5]
LUCAS VERDÚ, Pablo. Estado Liberal de Derecho y Estado Social de Derecho. Madrid, Gráficas
Llagues, Universidad de Salamanca, p. 77-78.
[6]
FERRAJOLI, Luigi. En el prólogo a Los derechos sociales como derechos exigibles de
ABRAMOVICH, Víctor y COURTIS, Christian. Madrid, Trotta, 2002, p. 9.
[7]
FERRAJOLI, Luigi. Op. Cit. p. 10.
[8]
MORÓN DIAZ, Fabio. La dignidad y la solidaridad como principios rectores del diseño y aplicación de
la legislación en materia de seguridad social. Anuario de Derecho Constitucional. Buenos Aires, CIEDLA,
2000, p. 668.
[9]
LANDA ARROYO, César. Dignidad de la Persona Humana. En Cuestiones Constitucionales, Número 7
julio-diciembre 2002. En http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/cconst/cont/
7/ard/ard4.pdf, p. 109 (Citado el 8 de agosto de 2006).
[10]
Citado por LANDA ARROYO, César. Op. Cit. p. 120-121.
[11]
NINO, Carlos Santiago. Op. Cit. p. 423.
[12]
Citado por GUZMÁN, María Pía. Legalización o penalización de la droga. En La grieta de las drogas.
Desintegración social y políticas públicas en América Latina. HOPENHAYN, Martín. Compilador. Santiago
de Chile, Naciones Unidas, Comisión Económica para América Latina y el Caribe, 1997, p. 183.
[13]
NINO, CARLOS SANTIAGO, Op. Cit. p. 425.
[14]
NINO, Carlos Santiago. Op. Cit. p. 444.
[15]
NINO, Carlos Santiago, Op. Cit. p. 446.
[16]
SZASZ, Thomas. La moralidad del control de drogas. En Tráfico y Consumo de Drogas.
Consecuencias de su control por el Gobierno. HAMOWY, Ronald. Editor. Madrid, Unión Editorial S.A. 1991.
[17]
Constitución de Colombia
Artículo 47º. - El Estado adelantará una política de previsión, rehabilitación e integración social para los
disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos, a quienes se prestará la atención especializada que requieran.
[18]
Constitución de Colombia
Artículo 1º. - Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria,
descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada
en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la
prevalencia del interés general.
[19]
Constitución de Colombia
Artículo 2º. - Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y
garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la
participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y
cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la
convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo.
Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en
Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y para asegurar el
cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares.
Constitución del Perú
Artículo 44. - Son deberes primordiales del Estado: defender la soberanía nacional; garantizar la plena
vigencia de los derechos humanos; proteger a la población de las amenazas contra su seguridad; y promover
el bienestar general que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo integral y equilibrado de la Nación.
Asimismo, es deber del Estado establecer y ejecutar la política de fronteras y promover la integración,
particularmente latinoamericana, así como el desarrollo y la cohesión de las zonas fronterizas, en
concordancia con la política exterior.
[20]
Constitución de Colombia
Artículo 13º. - Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato
de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación
por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.
El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas en favor
de grupos discriminados o marginados.
El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se
encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se
cometan.
Artículo 47º. - El Estado adelantará una política de previsión, rehabilitación e integración social para los
disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos, a quienes se prestará la atención especializada que requieran.
Artículo 49º. - La atención de la salud y el saneamiento ambiental son servicios públicos a cargo del
Estado. Se garantiza a todas las personas el acceso a los servicios de promoción, protección y recuperación de
la salud.
Corresponde al Estado organizar, dirigir y reglamentar la prestación de servicios de salud a los habitantes y
de saneamiento ambiental conforme a los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad. También,
establecer las políticas para la prestación de servicios de salud por entidades privadas, y ejercer su vigilancia
y control. Así mismo, establecer las competencias de la Nación, las entidades territoriales y los particulares, y
determinar los aportes a su cargo en los términos y condiciones señalados en la ley.
Los servicios de salud se organizarán en forma descentralizada, por niveles de atención y con participación
de la comunidad.
La ley señalará los términos en los cuales la atención básica para todos los habitantes será gratuita y
obligatoria.
Toda persona tiene el deber de procurar el cuidado integral de su salud y la de su comunidad.
Constitución del Perú
Artículo 2. - Toda persona tiene derecho:
[...]
2. - A la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma,
religión, opinión, condición económica o de cualquiera otra índole.
Artículo 7. - Todos tienen derecho a la protección de su salud, la del medio familiar y la de la comunidad
así como el deber de contribuir a su promoción y defensa. La persona incapacitada para velar por sí misma a
causa de una deficiencia física o mental tiene derecho al respeto de su dignidad y a un régimen legal de
protección, atención, readaptación y seguridad.
Artículo 8. - El Estado combate y sanciona el tráfico ilícito de drogas. Asimismo, regula el uso de los
tóxicos sociales.
Artículo 9. - El Estado determina la política nacional de salud. El Poder Ejecutivo norma y supervisa su
aplicación. Es responsable de diseñarla y conducirla en forma plural y descentralizadora para facilitar a todos
el acceso equitativo a los servicios de salud.
Artículo 10. - El Estado reconoce el derecho universal y progresivo de toda persona a la seguridad social,
para su protección frente a las contingencias que precise la ley y para la elevación de su calidad de vida.
Artículo 11. - El Estado garantiza el libre acceso a prestaciones de salud y a pensiones, a través de
entidades públicas, privadas o mixtas. Supervisa asimismo su eficaz funcionamiento.
[21]
Constitución de Colombia
Artículo 42.- La familia es el núcleo fundamental de la sociedad. Se constituye por vínculos naturales o
jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad
responsable de conformarla.
El Estado y la sociedad garantizan la protección integral de la familia. La ley podrá determinar el
patrimonio familiar inalienable e inembargable.
[...]
Artículo 43º.- La mujer y el hombre tienen iguales derechos y oportunidades. La mujer no podrá ser
sometida a ninguna clase de discriminación. Durante el embarazo y después del parto gozará de especial
asistencia y protección del Estado, y recibirá de éste subsidio alimentario si entonces estuviere desempleada o
desamparada.
El Estado apoyará de manera especial a la mujer cabeza de familia.
Artículo 44º.- Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la salud y la seguridad
social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no ser separados de ella, el
cuidado y amor, la educación y la cultura, la recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos
contra toda forma de abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o
económica y trabajos riesgosos. Gozarán también de los demás derechos consagrados en la Constitución, en
las leyes y en los tratados internacionales ratificados por Colombia.
La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño para garantizar su
desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos. Cualquier persona puede exigir de la
autoridad competente su cumplimiento y la sanción de los infractores. Los derechos de los niños prevalecen
sobre los derechos de los demás.
(*) Juez Titular del Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Lima. Ex miembro de la Comisión Revisora de
la legislación sobre conciliación extrajudicial. Ex Director de la Escuela Nacional de Conciliación Extrajudicial.
Ex Conciliador Extrajudicial del Centro de Conciliación Runa Tupay. Editor de las revistas digitales Hechos de la
Justicia http://www.hechosdelajusticia.org y Derecho & Cambio Social
http://www.bahaidream.com/lapluma/derecho