Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PSE - Clase 2 - 2021
PSE - Clase 2 - 2021
Clase 2
Didáctica: herencias y aportaciones del campo
Decíamos -en la clase anterior - que Perspectiva Situacional de la Enseñanza es una invitación a
revisitar la agenda clásica y actual de la Didáctica, con la finalidad de aproximarnos analíticamente a la
complejidad y tensiones inherentes a la enseñanza.
En esta clase les proponemos recuperar la historia de la Didáctica, con la finalidad de capturar sus
sentidos originarios, para avanzar en el análisis de las aportaciones específicas de la disciplina.
En este sentido, Araujo (2014) sostiene que para comprender las particularidades de la Didáctica es
indispensable rastrear sus orígenes, puesto que los problemas epistemológicos que la atraviesan
hunden sus raíces en la historia.
Abordar el campo problemático de la disciplina nos remite a nuestra tradición europea y la impronta que
ésta nos ha legado: en el pasado por la marca que impuso a la constitución de nuestros sistemas
educativos y en el presente porque las discusiones del Norte recorren de manera fuerte los debates
educativos de hoy - en la toma de decisiones a nivel político, en nuestras instituciones educativas, en
nuestras prácticas, en las relaciones con los otros-.
La Didáctica Magna
Ubicamos el primer escrito en el campo de la Didáctica en el año 1657,
cuando Juan Amós Comenio publica su Didáctica Magna. Sobre ella,
este autor sostiene “(la Didáctica Magna es) un artificio universal para
enseñar todo a todos. Enseñar realmente de un modo cierto, de tal
manera que no se pueda menos que obtenerse resultados. Enseñar
rápidamente, sin molestias ni tedio alguno para el que enseña ni para
el que aprende. Antes, al contrario, con un mayor atractivo y agrado
para ambos. Enseñar con solidez, no superficialmente ni con meras
palabras, sino encauzando al discípulo en las verdaderas letras, a las
suaves costumbres, a la piedad profunda. Finalmente nosotros
demostramos todo esto a priori, está fundamentado en un
conocimiento a priori. Es decir, haciendo brotar como de un manantial
de agua viva, raudales constantes de la propia e inmutable naturaleza
de las cosas, las cuales reunidas con un solo caudal forman el
universal artificio para organizar las escuelas generales.”
El plan de su obra y el plan de su vida se confunden en uno: “en su vida y en su obra, la Didáctica fue
la disciplina que le permitió reunir de manera integral su concepción religiosa, filosófica y científica así
como sus ideales sociales. A ella ligó su vasta experiencia como educador, maestro y director de
escuela, autor de libros de texto y guía espiritual de su comunidad” (Camilloni, 2016, p. 12).
Fernández Enguita (1986) señala que Comenio fue un hombre de su tiempo, y desde allí pensó y
escribió. Para sostener este argumento, definirá el contexto de enseñanza en los inicios de la
Modernidad - siglo XVI y XVII- en Europa, a partir del Renacimiento, la Reforma y la Contrarreforma;
siendo esta coyuntura histórica central para comprender el desarrollo de ideas y prácticas pedagógicas
hasta el presente.
Siguiendo el mismo autor, podemos decir que se puede discutir cómo se prefigura la escuela en la
historia, pero “está fuera de dudas que surge o se consolida (en este periodo) el que todavía hoy es el
discurso dominante en materia de educación” (Fernández Enguita, 1986, p.4).
Comenio es el primero que “explicita una filosofía o concepción general de la educación” (Fernández
Enguita, 1986, p.6): organiza su teoría en torno a la categoría de “orden”; éste explica todo, pone en
movimiento el universo, conserva cada cosa en su sitio y, en este sentido, el hombre es un
“microcosmos, un mundo en miniatura” (Fernández Enguita, 1986, p.6), y por lo tanto lleva dentro de sí
todas las potencialidades del saber. Como todo buen moderno entiende que hay un potencial pero el
problema es que no todos disponen de él correctamente. Desde una mirada optimista, Comenio
sostiene que será la educación la que posibilitará sacar al hombre de su estado de ignorancia.
La fe de Comenio en la educación no tiene límites: “considera a la educación indispensable para que el
hombre sea un animal racional, sabio, honesto y piadoso” (Camilloni, 2016, p.89); y la escuela juega un
papel fundamental aquí: “La escuela es necesaria dado que hay un orden natural que debe ser
observado y se requiere un lugar especial para enseñar. Además los padres rara vez están en
condiciones o tienen tiempo de educar a sus hijos. Hace falta una persona que se dedique a esa tarea
en exclusividad. Es mejor, también, que se eduque a la juventud reunida y no en forma individual, para
ejemplo e impulso entre los jóvenes. Las escuelas sirven para avivar, depurar y multiplicar las luces de
la sabiduría” (Didáctica Magna, Capitulo VII; en Camilloni, 2016, p.90)
En la obra, partiendo de esta concepción de educación, Comenio propone el “ideal pansófico”, o el “todo
a todos”, que supone en este planteo no dejar a nadie afuera de la educación – ricos, pobres, mujeres,
hombres-; y su pretensión fue de máxima: “el alcance que Comenio dio a su obra fue muy grande. Su
propósito explícito fue cumplir la misión de ayudar a la salvación de género humano” (Camilloni, 2016,
p. 14).
Finalmente, podemos afirmar con Fernández Enguita que Comenio es un hito en la constitución de la
Pedagogía como disciplina, por el esfuerzo de sistematización que significa la Didáctica Magna en
relación con la educación y sus técnicas de enseñanza (Fernández Enguita, 1986, p.10).
A partir de la obra de Comenio, comienza la tradición de la Didáctica como técnica y, según V. Candau,
allí estaría el germen de la didáctica instrumental entendida como “un conjunto de conocimientos
técnicos presentados de forma universal y, consecuentemente, desvinculados de los problemas
relativos al sentido y a los fines de la educación, de los contenidos específicos, así como del contexto
sociocultural en el que fueron generados” (Candau, 1989, pp. 13- 14). Sin embargo, en el caso de la
obra de Comenio, se trata de una Didáctica constituida por un conjunto de saberes acerca de cómo
enseñar que se presenta articulado a una finalidad explícita y en relación con un proyecto global definido
claramente (Araujo, 2014).
Desde la visión instrumental del tecnicismo se pretende el control del ambiente mediante la acción de
acuerdo con reglas basadas en leyes con fundamento empírico. Pero, como iremos viendo hacia
adelante, la disciplina no es un campo exento de conflictos: “como todo campo de conocimientos, es
un hecho la presencia de disputas entre posturas a las que adscriben quieres forman parte de él”
(Araujo, 2014, p. 33). Así la corriente o movimiento crítico, emergió como una reacción crítica del
pensamiento técnico en la Didáctica.
Esta corriente incluye diversidad de autores ubicados en diferentes contextos, cuya producción ha
tenido incidencia en nuestro ámbito: Apple, Giroux y Popkewitz, en Estados Unidos; Young y Carr, en
Inglaterra; Kemmis y Grundy, en Australia; Diaz Barriga, Furlán y Remedi, en el contexto
latinoamericano; Gimeno Sacristán, Pérez Gómez y Contreras Domingo, en España.
En la Argentina, S. Barco puede ser considerada como una de las principales seguidoras de la corriente
crítica. Ya en 1970 publica: “¿Antididáctica o nueva didáctica”, proponiendo aspectos claves para la
reconceptualización de la disciplina, “y una de las notas características de este esfuerzo (…) es la
conjunción explícita de la dimensión ideológico- política y la didáctica, lo cual le quita toda implantación
aséptica a la implantación de propuestas didácticas” (Araujo, 2014, p. 34).
La nueva propuesta presentada por la autora, emergente en un contexto histórico- político particular,
proponía el análisis de la institución educativa -de sus fines, de la política educativa que la respalda, de
los sectores a los que se dirigía, de los recursos materiales y presupuestarios para la educación- tanto
como de los contenidos y de la evaluación.
De esta manera sostiene Alicia Camilloni que todas aquellas preguntas referidas a los fines, los
objetivos, el diseño de los materiales, cómo lograr que el otro aprenda, cómo evaluamos, son
problemas que aborda la Didáctica.
Escuchamos a la autora:
https://www.youtube.com/watch?v=VlI1D7NS5rY
En este sentido definir ¿cuál es el objeto de la Didáctica? no es una mera pregunta sin importancia,
muy por el contrario, supone una forma de entender la naturaleza de ese objeto de estudio; explicarlo,
transformarlo, comprenderlo, construirlo, operar creativamente sobre ese conocimiento.
Esta pregunta por el objeto necesariamente nos lleva a identificar problemas y dificultades y entender
entonces a la Didáctica como un campo de problemas complejos, en tanto conjuga saberes teóricos
y prácticos y, como señalábamos anteriormente, tiene una historia y su definición está ligada a ella.
Asumiendo la complejidad del campo problemático de la educación, Contreras señala primero que
esta denominación disciplinar se da en el ámbito europeo desde donde surge la mayor producción
respecto a la temática; de allí que sea importante indagar en qué circunstancias y con qué compromisos
se desarrolla la Didáctica.
Contreras nos invita a partir de una definición: la Didáctica es una disciplina que se ocupa del
proceso de enseñanza- aprendizaje4. Entonces destaca que:
• Es una práctica humana, por ello ética que nos compromete moralmente.
• Es una práctica social y, por lo mismo, política que responde a necesidades y determinaciones
que están más allá de las intenciones de cada uno de nosotros (Contreras, 1994, p. 4).
En tanto tarea ética nos compromete en la intervención y nos hace responsables de la misma. Su
compromiso con el otro es lo que le da sentido y por lo tanto no es una acción meramente individual
sino colectiva que implica una transformación conjunta.
En tanto tarea social y política señala que lo que ocurre en las aulas no está aislado del contexto tanto
institucional como social. Con estas afirmaciones Contreras asume una mirada crítica con respecto al
fenómeno educativo situándolo como un fenómeno social complejo y por lo tanto que “lo que sucede
en el aula escapa a las prescripciones de los especialistas (…) la enseñanza no es una práctica guiada
por la Didáctica” (Contreras, 1994, p. 5). La complejidad de la disciplina estriba en que se propone
aportar elementos para la práctica educativa pero no está al margen de la “reproducción social”. La
Didáctica, señala Contreras, forma parte de la dinámica social de la que participa la enseñanza. A veces
es un elemento que legitima la práctica y otras entra en conflicto con ella. Siendo así afecta e influye en
la enseñanza, cobrando sentido.
Desde este lugar es importante pensar y discutir en torno a la relación compleja y comprometida entre
Enseñanza/ Didáctica y, por otro lado, señalar que la Didáctica debe mirarse a sí misma y reflexionarse
dentro de ese entramado, dado que impacta en la enseñanza.
A partir de entonces propone una definición: “La Didáctica es una disciplina que explica los procesos
de enseñanza aprendizaje para proponer su realización consecuente con las finalidades educativas”
(Contreras, 1994, p. 5).
4 Atención: Camilloni señala que es preciso abandonar el lema pedagógico “proceso de enseñanza-
aprendizaje”, afirmando que en la actualidad se tiende a la delimitación entre estos dos procesos, la enseñanza
y el aprendizaje; los que se presentan no sólo como diferentes sino incluso “contradictorios” y, por ende, no es
aceptable establecer relación causal entre ellos.
Y en este contexto explicita los componentes que tiene la definición del campo: sus características
formales como ciencia; sus fines - justificados por su valor educativo- y la realidad objeto de análisis: la
enseñanza- aprendizaje.
Luego de esto se detendrá como fundamental en la caracterización de la Didáctica y los problemas
que aborda.
Ejes fundamentales:
– a través de las ideas de emancipación y justicia social- nos permiten inscribir a la Didáctica en el
marco social en donde los fenómenos educativos acontecen.
Finalmente señala y desarrolla tres principios fundamentales para una mirada crítica de la Didáctica:
1º La enseñanza no es sólo lo que ocurre en el aula. El entorno, social, político, económico y
cultural condiciona lo que ocurre en la práctica cotidiana. Todo el currículum, la legislación, la
estructura administrativa, constituyen las conexiones del aula con las estructuras sociales
(Contreras, 1994, p. 18).
2º Cualquier intento de actuación docente está en relación estrecha con los elementos antes
citados (Contreras, 1994, p. 19).
3º La Didáctica es comprometida si se sitúa al servicio de la estrategia de enseñanza guiada por
la idea de justicia.
“La Didáctica en tanto que ciencia de la enseñanza está moralmente comprometida con la intervención
educativa”. Con esta afirmación Contreras sostiene la dimensión ético- política de la educación en tanto
compromiso con los otros (Contreras, 1994, p. 20).
TEXTO COMENTADO
Araujo, S. (2006). “Didáctica, investigación e intervención docente”; en: Docencia y enseñanza. Una
introducción a la didáctica. Buenos Aires: Universidad Nacional de Quilmes.
LECTURA SUGERIDA
Camilloni, A. y otras (2007). “Justificación de la Didáctica”; en El saber didáctico. Buenos Aires: Paidós
(pp. 4 y 5).
Contreras Domingo, J.D. (1994). Enseñanza, currículum y profesorado: introducción crítica a la
Didáctica. Madrid: Akal (Cap. 1).