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ROM. 6.12 NVI Por lo tanto, no permitan ustedes que el pecado reine en su
cuerpo mortal, ni obedezcan a sus malos deseos.
B. “La mera palabra, ‘no dejéis que el pecado reine’, da por sentado que el pecado
todavía está allí. Pero no debe estar como amo y señor soberano1
E. Nadie que conoce la historia de David negaría que él era verdaderamente un hijo
de Dios; de hecho, “un varón conforme al corazón de Dios” (1 S. 13:14). La
Y David no es la excepción. De allí que sea comprensible que el apóstol insta a los
creyentes a estar siempre en guardia en contra de este gran peligro de rendirse a
las pasiones, pasiones que, como sucedió también con David, están
frecuentemente asociadas con el cuerpo y sus funciones
Lo que Pablo dice, entonces, es esto: “No sigan poniendo los miembros de su
cuerpo a disposición del pecado, como armas de iniquidad. Dejen de hacer esto;
en su lugar pónganse ahora mismo, completa y decisivamente, a disposición de
Dios. ¡Ofrézcanse a él!
C. Presentaos a Dios como los que están vivos de entre los muertos.
Romanos 6:22 (RVR60) — 22 Mas ahora que habéis sido libertados del
pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y
como fin, la vida eterna.
6 Panning, A. J. (2001). Romanos. (J. A. Braun & C. A. Jahn, Eds.) (p. 103). Milwaukee, WI:
Editorial Northwestern.
7 Greathouse, W. M. (2010). La Epístola a los Romanos. En Comentario Bíblico Beacon:
Romanos hasta 2 Corintios (Tomo 8) (p. 139). Lenexa, KS: Casa Nazarena de
Publicaciones.
Pedro Pablo Gómez 722 y García Moreno Tfno. 045116068 Página 3
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Horario de reuniones: Lunes, miércoles, jueves y sábados 18h30; domingos 08h00 y 09h30
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De las Asambleas de Dios Pastora Jessica Alzamora de Balbuca
A. La ley puede hacer muchas cosas: manda, demanda, reprende, condena, refrena
y hasta señala. Hay, sin embargo, una cosa que la ley nunca podrá hacer. No
puede salvar. “Por las obras de la ley ninguna carne será justificada” (Gá. 2:16).
B. ¿Quiere decir esto que las exhortaciones dirigidas a los creyentes en los vv. 12 y
13 son inútiles? ¿Quiere decir que todos perecerán en sus pecados?
Romanos 8. (RVR60) — 3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era
débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a
causa del pecado, condenó al pecado en la carne; 4 para que la justicia de la ley
se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al
Espíritu.
E. Ese envío del Hijo es la verdadera esencia de la gracia de Dios. Y esta gracia no
sólo perdona sino que también limpia.
G. El hijo de Dios puede hacer esto porque no está bajo la ley sino bajo la gracia, ya
que en su amor y gracia de infinita condescendencia Cristo le ha redimido de la
maldición de la ley, al haberse hecho maldición por él 8
I. Ya no pensamos en Dios como un juez severo, sino como el Que ama las almas
de todas las personas. No existe en todo el mundo una inspiración que se pueda
comparar con la del amor.
J. ¿Hay alguien que salga de la compañía del ser querido sin sentir el deseo ardiente
de ser mejor persona? La vida cristiana no es una carga que hay que soportar,
sino un privilegio a cuya altura se puede vivir. Como decía Denney: «No son las
8 Hendriksen, W. (2006). Comentario al Nuevo Testamento: Romanos (pp. 226–227). Grand
Rapids, MI: Libros Desafío.
9 Barclay, W. (2006). Comentario Al Nuevo Testamento (p. 576). Viladecavalls (Barcelona),
España: Editorial CLIE.
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prohibiciones lo que libera del pecado, sino la inspiración; no es el monte Sinaí,
sino el Calvario el que produce santos».
K. Muchos han sido liberados del pecado, no por las normas de la ley, sino porque no
habrían podido soportar el desilusionar, o fallar, o herir a la persona que mas nos
ama en el mundo y que dio su vida por mi, que es Jesús. En el mejor de los casos
la ley nos sujeta por el temor; pero el amor nos redime inspirándonos para que
seamos mejores de lo que hemos conseguido ser. La inspiración del cristiano
viene, no del miedo al castigo de Dios, sino de la contemplación de lo que Dios ha
hecho por él.10