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TEXTO: 1 Ts.

1:1-3
TEMA: CARACTERISTICAS DE LOS CREYENTES DE TESALÓNICA
OBJETIVO

INTRODUCCIÓN:

Pablo y Silas habían viajado 160 kilómetros hasta Tesalónica. En aquel entonces
Tesalónica era la capital de Macedonia, con una población de 200,000 personas.
era una ciudad clave en esta carretera militar estratégica que brindaba a Roma
acceso hacia el este.

Tesalónica era además un gran puerto central y base naval. Aparte de su


población griega atraía a prósperos romanos y a astutos mercaderes judíos.

La población judía fue lo suficientemente grande como para establecer una


sinagoga, la que atraía además a muchos gentiles devotos.

Como la mayoría de las ciudades antiguas, la mayor parte de su población parece


haber estado constituida por trabajadores. Había una inmoralidad muy difundida,
que congeniaba con los lujuriosos marinos que la visitaban y con la población
pagana y sensual.

En esta ciudad, que pronto se convertiría en una base de la cual el evangelio "se
extendería por toda Europa, Pablo discutió durante tres sábados en la sinagoga
presentando a Cristo como el Mesías sufriente y resucitado.

Éstos fueron los inicios de la nueva iglesia que el apóstol Pablo estableció en la
ciudad de Tesalónica

Una iglesia local de creyentes regenerados tal como la descrita en 1 Ts. 1:1, no
pudiera haber existido en este mundo oscuro fuera de un milagro sobrenatural de
la gracia, veamos algunas características de los hermanos de la iglesia de
Tesalónica.

I LA OBRA DE LA FE

1 Tesalonicenses 1.1–3 (RVR60) — 1 Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de


los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia y paz sean a
vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

A. ¿Qué quiere decir Pablo cuando describe a los tesalonicenses y dice que
están “en Dios Padre y en el Señor Jesucristo”?

Pablo sabía que los tesalonicenses estaban pasando por la prueba de las
persecuciones, pero también sabía que seguían siendo fieles.
Los tesalonicenses no sólo tenían una relación externa con el Padre, sino
que realmente estaban “en” Dios. Los sufrimientos los habían acercado aun
más a su Padre celestial y al Señor Jesucristo.1
1 Kuske, D. P. (1997). 1, 2 Tesalonicenses (L. A. Schaller, A. J. Panning, & R. C.
Ehlke, Eds.; p. 8). Editorial Northwestern.
B. El nombre “Señor Jesucristo” nos dice tres cosas acerca del Hijo de Dios.
“Señor” nos recuerda que él es el verdadero Dios a quien pertenecemos y a
quien servimos. “Jesús” quiere decir Salvador; fue el nombre que el ángel le
dijo a José que le diera al hijo de María, “porque él salvará a su pueblo de
sus pecados” (Mateo 1:21). “Cristo” quiere decir “el ungido”, el prometido
en el Antiguo Testamento que vino a servir como nuestro Profeta, Sumo
Sacerdote y Rey.2

C. La primera virtud que vino a la mente de Pablo fue la fe, esta fe no era una
cosa vacía y teórica sino una fe que se expresaba en acción enérgica.

3 acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de


vuestra fe…

D. ¡Qué fe tan maravillosa había obrado Dios en la congregación de Tesalónica,


así como también la puede obrar en nosotros hoy en día! 3

E. Mediante su palabra, Dios había obrado la fe en el corazón de ellos. Era una


fe que confiaba en la promesa de Dios, de que por los méritos de Jesús, sus
pecados les habían sido perdonados.

Esa fe llenaba su corazón y los impulsaba a encontrar la manera de darle


gracias a Dios por el don misericordioso del perdón. Las obras de
obediencia, amabilidad y pureza emanaban de su fe. Así que Pablo dio
gracias por “la obra de vuestra fe”.4

F. La verdadera fe salvadora en Jesucristo siempre dará como resultado la


obra poderosa de Dios que cambia la vida o disposición una persona. La
obra de la fe es la acción representativa del poder transformador de la
regeneración (2 Co. 5:17).

2 Corintios 5:17 (RVR60) — 17 De modo que si alguno está en


Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas.

En palabras simples, los hijos de Dios se dedican a las obras justas y santas
para honrar a Dios. Obra es la palabra griega ergon y se refiere al hecho,
logro o función como tal. 5

2 Kuske, D. P. (1997). 1, 2 Tesalonicenses (L. A. Schaller, A. J. Panning, & R. C.


Ehlke, Eds.; p. 8). Editorial Northwestern.
3 Kuske, D. P. (1997). 1, 2 Tesalonicenses (L. A. Schaller, A. J. Panning, & R. C.
Ehlke, Eds.; p. 9). Editorial Northwestern.
4 Kuske, D. P. (1997). 1, 2 Tesalonicenses (L. A. Schaller, A. J. Panning, & R. C.
Ehlke, Eds.; p. 9). Editorial Northwestern.
5 MacArthur, J. (2012). 1 y 2 Tesalonicenses, 1 y 2 Timoteo, Tito (Vol. 1, p. 20).
Portavoz.
El Nuevo Testamento también enfatiza el lado activo de la fe: la salvación
producirá necesariamente una conducta santa. Tal enseñanza no se opone
a la justificación por la fe sola, por la sola gracia y, en realidad, cuando se
entiende apropiadamente, complementa dicha doctrina.

Pablo es claro en el comienzo de Romanos al decir que las obras fluyen de la


fe salvadora: “[Dios] pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a
los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad”
(Rom. 2:6–7).

Eso no quiere decir que las personas puedan obtener su salvación por sus
buenas obras, sino que esas buenas obras verifican su salvación.6
G. El apóstol Santiago también enseñó que las buenas obras deben estar
presentes en las vidas de quienes profesan fe en Cristo; de otra forma dicha
profesión no es genuina.
Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin
tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es
uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. ¿Mas
quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue
justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su
hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus
obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?… Porque como el
cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está
muerta (Stg. 2:18–22, 26).
H. Los creyentes desobedecerán los mandatos de Dios en ocasiones y no harán
su voluntad, pero siempre anhelarán obedecer (Ro. 7:18–20) y manifestarán
el fruto espiritual verdadero de la obediencia (cp. Jn. 15:5).
I. Por definición, la fe salvadora auténtica está inclinada hacia la obediencia a
Dios, y esta lleva inevitablemente a la obra de la fe por la cual Pablo elogió
a los tesalonicenses.7

J. El capítulo 11 de hebreos es un buen ejemplo de la fe que hace cosas o de la


creencia que produce frutos

Hebreos 11.6 (RVR60) — 6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es


necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los
que le buscan.

Heb. 11.4 Por la fe Abel ofreció mejor sacrificio que Caín


Heb. 11:7 Por la fe Noe edificó el Arca
Heb. 11.8 Por la Fe Abraham salió a la tierra prometida

6 MacArthur, J. (2012). 1 y 2 Tesalonicenses, 1 y 2 Timoteo, Tito (Vol. 1, p. 21).


Portavoz.
7 MacArthur, J. (2012). 1 y 2 Tesalonicenses, 1 y 2 Timoteo, Tito (Vol. 1, pp. 21-22).
Portavoz.
K. La fe que actúa basada en las promesas de Dios era la fe de los
tesalonicenses y es la fe que Dios quiere ver en nosotros

L. La fe no es únicamente lo que decimos que tenemos o creemos; también es


lo que hacemos. Hablar de la fe da testimonio de lo que pensamos; hacer la
obra es darle convicción práctica a la fe.

M. Si la fe es necesaria para la salvación, también es indispensable para la


continuación de esa obra salvífica.

BIBLIOGRAFÍA

Juan Carlos Cevallos y Rubén O. Zorzoli, Comentario Bíblico Mundo Hispano, Tomo
22: 1 y 2 Tesalonicenses, 1 y 2 Timoteo y Tito (El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano,
2009), 32.

William Barclay, Comentario Al Nuevo Testamento (Viladecavalls (Barcelona), España:


Editorial CLIE, 2006), 785.

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POR PASTORA JESSICA ALZAMORA
LUNES 4 DE ENERO DEL 2016

MIERCOLES 2 DE FEBRERO DEL 2022

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