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restricciones de su tierra natal. En cambio, Él es un Dios universal que manda y controla a las
personas y a las naciones. En Babilonia, Dios impartió a Ezequiel Su Palabra para el pueblo. Su
experiencia de llamada transformó a Ezequiel. Se convirtió en un ávido devoto de la Palabra de
Dios. Él se dio cuenta de que personalmente, no contaba con nada para ayudar a los cautivos
en su amarga situación, pero estaba convencido de que la Palabra de Dios les hablaba sobre su
condición y podía darles la victoria en ella. Ezequiel utilizó varios métodos para comunicar la
Palabra de Dios a su pueblo. Utilizó el arte al dibujar una representación de Jerusalén, y
acciones simbólicas y conductas inusuales para asegurarse la atención de la gente. Se cortó el
pelo y la barba, para demostrarles lo que Dios le haría a Jerusalén y a sus habitantes.
Capítulos 25-32: profecías sobre el juicio de Dios sobre las naciones vecinas.
}El libro de Ezequiel contiene las visiones y las profecías de Ezequiel, al que Jehová
llamó para ministrar a los judíos cautivos en Babilonia. Este libro muestra que el Señor
está al tanto de su pueblo en dondequiera que esté. El Profeta Ezequiel fue un
contemporáneo tanto de Jeremías como de Daniel. A la edad de 30 años comenzó como
sacerdote luego que fue sacado de su país a los 25 anos
-EPOCA
El Libro de Ezequiel fue escrito probablemente entre el 593 y el 565 a.C. durante el cautiverio
babilónico de los judíos.
ESCUELA DE FORMACION
TRABAJO EN GRUPO
ASIGNATURA: ----------------
INTRODUCCION
Versículos Clave: Ezequiel 2:3-6, “Y me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a
gentes rebeldes que se rebelaron contra mí; ellos y sus padres se han rebelado contra mí hasta
este mismo día. Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón; y les dirás:
Así ha dicho Jehová el Señor. Acaso ellos escuchen; pero si no escucharen, porque son una
casa rebelde, siempre conocerán que hubo profeta entre ellos”.
Ezequiel 18:4, “He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del
hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá”.
Ezequiel 33:11, “Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino
que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos;
¿por qué moriréis, oh casa de Israel?”.
Ezequiel 48:35, “Y el nombre de la ciudad desde aquel día será Jehová-sama.” [EL SEÑOR ESTÁ
AHÍ].