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PROYECTO DOCENTE
PROYECTO DOCENTE
Presentado por Juan García López para concursar a la plaza de Profesor Titular
de Universidad, convocada mediante resolución de 19 de noviembre de 2001, de
la Universidad de León (B.O.E. nº 287, de 30 de noviembre).
Bases Conceptuales y Epistemológicas.
autores, que será retomada en el presente Proyecto Docente para hablar de las
perspectivas futuras de la investigación en Biomecánica deportiva (Knudson y
Morrison, 1997). Para ellos, la observación es un proceso de reunión, de
organización y de dar significado a la información sensorial del rendimiento
motor humano, y no está limitada a la inspección visual del movimiento, ya que
se pueden utilizar todos los sentidos y técnicas que se crean necesarios para
reunir información sobre el rendimiento. Por otro lado, la intervención es la
administración de feedbacks, de las correcciones, o de otro cambio en las
condiciones que rodean al movimiento para mejorar su rendimiento; y el
rendimiento es la consecución de una meta a corto o largo plazo en relación con
el movimiento de una persona.
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Bases Conceptuales y Epistemológicas.
solucionarlo, ya que la visión del problema sería tan parcial, y estarían tan
condicionada por multitud de variables que, posiblemente, la medición de una de
ellas no justificara el resultado. Los autores citados se basan en este argumento
para proponer, además de un análisis cualitativo del movimiento, la necesidad de
una interacción de disciplinas de la Ciencia del Deporte para dar solución a estos
problemas; a esto, en apartados anteriores, se le ha llamado
“Interdisciplinariedad en la Ciencia del Deporte”.
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Bases Conceptuales y Espistemológicas.
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La Investigación en Biomecánica.
Antes de comenzar este apartado nos disponemos a establecer las relaciones que
existen entre los términos paradigma, enfoque metodológico, método y técnica
en la investigación. El paradigma ha sido definido como “Un conjunto de
creencias y actitudes, una visión del mundo compartida por un grupo de
científicos que implica explícitamente una metodología determinada” (Pérez,
1994a). Según sea la visión que un grupo de científicos da a sus investigaciones
nos encontramos con dos enfoques metodológicos bipolares, cualitativo y
cuantitativo, y otro enfoque intermedio ó crítico, que no surgen del vacío, sino
que son proyecciones de planteamientos filosóficos diferentes (positivismo,
racionalismo y neomarxismo, respectivamente) (Colás y Buendía, 1994). Por lo
tanto, el paradigma elegido para llevar a cabo una investigación va a condicionar
los procedimientos de estudio que se sigan en la misma, ya que según sea
cualitativo, cuantitativo ó crítico, mantendrá una concepción diferente de cómo
investigar, qué investigar y para qué sirve la investigación (Pérez, 1994a).
“Como método se entiende la forma de llevar a cabo una acción de manera
estructurada”; difiere de un “suceso” porque conlleva unas reglas o un plan
prefijado, y también va a tener un carácter cualitativo, cuantitativo o intermedio,
en función de que pretenda explicar ó interpretar el fenómeno estudiado (Colás y
Buendía, 1994). Las técnicas por su parte son “los procedimientos aplicables en
cada fase concreta del método de investigación: técnicas de documentación
bibliográfica, técnicas de recogida de datos, técnicas de muestreo, técnicas de
análisis de datos, etc.” (Colás y Buendía, 1994). Uno podría pensar que los
métodos cualitativos deben ir ligados obligatoriamente al paradigma racionalista,
y los cuantitativos al paradigma positivista, sin embargo, “los atributos de un
paradigma no se hayan inherentemente ligados ni a los métodos cualitativos ni a
los cuantitativos ... aunque no se debe negar que ciertos métodos se hallan por lo
común unidos a paradigmas específicos..., los paradigmas no constituyen el
determinante único de la elección de los métodos” (Cook y Reichardt, 1986).
Estos autores advierten que una filosofía positivista no exige emplear únicamente
métodos cuantitativos, que emplear métodos cuantitativos no es una garantía de
aislamiento del investigador respecto del fenómeno estudiado, que los métodos
cualitativos también pueden ser empleados para determinar un resultado, que
necesariamente no tienen por qué ser menos válidos ni fiables que los
cuantitativos y que, aunque fundamentalmente se empleen para el estudio de
casos únicos, es incorrecto considerarlos como “no generalizables” (Cook y
Reichardt, 1986).
Hasta el momento, todos los apartados del presente Proyecto Docente hacen
referencia a la investigación cuantitativa en Biomecánica deportiva, una
investigación orientada al producto, a la influencia de la técnica en el resultado
final. Por este motivo, los esfuerzos han ido dirigidos a la mejora de las técnicas
de recogida, procesamiento, computación y tratamiento de los datos y, de la
misma forma, se ha abordado la investigación básica y aplicada únicamente
desde un punto de vista cuantitativo. Sin embargo, otros planteamientos de
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La Investigación en Biomecánica.
investigación también son posibles, sobre todo si se tiene en cuenta que la labor
del entrenamiento y la enseñanza están orientadas en mayor medida al proceso de
aprendizaje, el cual puede ser compatible con la obtención de buenos resultados
(un buen aprendizaje de la tarea o la mejora de los resultados en la competición).
En este sentido, los métodos y técnicas cualitativos y cuantitativos pueden ser
utilizados para la mejora del aprendizaje de la técnica, habiéndose dejado de un
lado a los primeros. Por ello, algunos autores opinan que el siglo XXI será “Siglo
del análisis cualitativo del movimiento” (Knudson, 1999), conllevando una serie
de procedimientos que velarán por la mejora en el análisis y la enseñanza de la
técnica, utilizando para ello las técnicas y métodos que se consideren oportunos.
La Biomecánica deportiva es una disciplina rica en ambos procederes, por lo que
jugará un papel importante en la consecución de este objetivo.
sí. Estas variables han sido ampliamente utilizadas por los entrenadores para la
valoración de la técnica de ejecución del nado, pero ambas tienen una relación
negativa (a mayor amplitud, menor frecuencia) y dependen de las características
antropométricas de los nadadores (Arellano y cols., 1994); por ello propone
utilizar criterios hidrodinámicos para la valoración de la técnica, como son la
minimización de la fuerza resistiva y la maximización de la fuerza propulsiva,
además de una disminución del gasto metabólico, que viene determinada por la
optimización de las dos variables citadas. Así pues, otras variables, como el
tiempo que la mano está moviéndose dentro del agua, la separación del brazo
respecto del tronco, o la velocidad de la mano, pueden utilizarse como criterio
para maximizar la fuerza propulsiva, lo que supone una mayor eficacia de la
técnica; mientras que la alineación de los segmentos del cuerpo (cabeza, tronco,
muslo, pierna y pie), la rotación durante el rolido o las bajas velocidades de los
segmentos en el sentido que se produce el desplazamiento se utilizan como
criterio para minimizar la fuerza resistiva (Sanders, 2002).
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La Investigación en Biomecánica.
Se han presentado dos ejemplos, uno teórico y otro práctico, de cómo se puede
llevar a cabo la investigación en el análisis cualitativo del movimiento, pero ¿qué
papel tiene exactamente la Biomecánica, además del desarrollo de nuevos
modelos de análisis cualitativo del movimiento, en esta línea de investigación?.
A nuestro entender, la sofisticada tecnología con la que cuentan los laboratorios
de Biomecánica hoy en día podría utilizarse, en cierta medida, para servir de
apoyo a los entrenadores-educadores en la tarea de observar el movimiento. Las
cámaras de alta velocidad, sistemas convencionales (NTSC ó PAL) de filmación
tridimensional, células fotoeléctricas, plantillas instrumentadas, etc., deben ser
utilizadas en condiciones de entrenamiento-enseñanza, con el único objetivo de
observar mejor el movimiento y ofrecer al entrenador-educador y al deportista-
estudiante una información a corto plazo que sirva para modificar las tareas de
entrenamiento-enseñanza (Linthorne y cols., 2002). En el último Symposium de
la Sociedad Ibérica de Biomecánica (Granada-2002), durante la mesa redonda
titulada “Reflexiones acerca de la utilización del 3D en las sesiones de
entrenamiento”, el responsable de la unidad de Biomecánica del CAR de Sant
Cugat (Xavier Balius) manifestó que la principal labor en su centro era el apoyo a
los entrenadores para un análisis cualitativo de la técnica (Balius, 2002).
diseñado unas gafas que permiten a los deportistas observar su ángulo lumbo-
pélvico mientras reman; para demostrar su eficacia, experimentaron con cuatro
grupos de remeros que utilizaban o no las gafas, y que recibían o no instrucciones
del entrenador; la estrategia más efectiva fue el aporte de feedback en tiempo real
(Soper y cols., 2002).
atletas con el salto ganador de los Campeonatos del Mundo (Beckford, con 8m y
46cm); en esta comparación encontraron que, durante el penúltimo paso, los
saltadores japoneses llevaban una inclinación excesiva del tronco hacia atrás, con
el centro de gravedad muy retrasado respecto al apoyo. Esta información fue
aportada a los atletas y entrenadores, que entendieron la necesidad de modificar
su técnica del penúltimo paso, pero se hizo demasiado tarde, una vez
transcurridos varios meses después de la competición.
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