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- Los Recursos Administrativos


Los recursos administrativos surgen como un remedio a la legal actuación de la
administración. Son medios legales que el ordenamiento jurídico pone a disposición de
los particulares para lograr, a través de la impugnación, que la Administración rectifique
su proceder. Son la garantía del particular para una efectiva protección de su situación
jurídica.
Son denominados recursos, porque se trabaja con un acto preexistente, es decir, con
una materia procedimental ya decidida, que en este caso, es un acto administrativo de
efectos particulares, nunca general (artículo 85).
En cuanto a la naturaleza de los recursos administrativos, la tesis predominante
considera los recursos administrativos como un derecho del interesado, que forma
parte de la garantía constitucional a la defensa. Este es el criterio acogido por el
Tribunal Supremo de Justicia, en sentencias de la Corte Federal del 05.08.55 y del
24.11.53. Otra tesis considera los recursos como medios procedimentales de defensa
de los derechos de los individuos ante las autoridades públicas, criterio éste
mayoritariamente aceptado, ya que el procedimiento en sí no puede ser calificado
como un derecho, sino como un medio que permita al particular revelarse ante la
conducta ilegítima de la Administración.
El recurso administrativo es un acto por el que un sujeto legitimado para ello pide a la
Administración que revise, revoque o reforme una resolución administrativa, o
excepcionalmente un trámite, dentro de unos determinados lazos y siguiendo unas
formalidades establecidas y pertinentes al caso.
Es necesario distinguir el recurso de la petición. En el primero se parte de la existencia
previa de un acto o resolución administrativa, que es lo que se pretende que se reforme
o revoque, mientras que la petición tiene como finalidad última la realización por parte
de la Administración de un acto nuevo.
Los recursos administrativos se interponen y resuelven ante la misma Administración,
por lo que esta se convierte así en juez y parte de los mismos. De ahí que la garantía
que se pretende asegurar ofreciendo mediante la interposición de recursos una
posibilidad de reacción contra las resoluciones administrativas se vea limitada por el
hecho de ser la propia Administración la que ha de resolver el litigio planteado y que
deriva de un acto suyo. Y de ahí que en muchas ocasiones, tras la resolución
administrativa, haya que acudir a otras instancias (la vía judicial) para la última
consideración y sentencia sobre el asunto en cuestión.
Se podrán interponer contra las disposiciones administrativas dos tipos de recursos: el
ordinario, que puede ser considerado como el sustituto del antiguo recurso de alzada, y
el extraordinario o de revisión. Sus características las examinaremos más adelante.
Por el contrario, no cabrá la interposición de recurso contra las disposiciones
administrativas de carácter general. En este sentido la Ley a que hacemos referencia
ha introducido una modificación sustancial con la situación anterior, no permitiendo
proceder a la impugnación de forma directa de una disposición de carácter general. No
obstante, sí cabe la posibilidad de una impugnación indirecta mediante la impugnación
de un acto administrativo de aplicación de una disposición general, pudiéndose
interponer el recurso ante el órgano administrativo del que emanó la disposición
general de cuya aplicación deriva el acto recurrido y no sólo ante el órgano del que
emanó el acto.
Las leyes podrán sustituir el recurso ordinario por otros procedimientos de impugnación
o reclamación, incluidos los de conciliación, mediación y arbitraje. Ello se hará en
supuestos o ámbitos sectoriales determinados y cuando la especificidad de la materia
así lo justifique y ante órganos colegiados o comisiones específicas no sometidas a
instrucciones jerárquicas. No obstante, deberán sujetarse a los principios, garantías y
plazos que la Ley sobre Procedimiento Administrativo establece.
Fin de la vía administrativa
Para saber qué tipo de recurso procede interponer ante una resolución administrativa
habrá de tenerse conocimiento de cuándo se produce el fin de la vía administrativa. En
este sentido, ponen fin a la vía administrativa:
- Las resoluciones que recaigan en los Recursos Ordinarios interpuestos.
- Las resoluciones que recaigan en los procedimientos especiales que sustituyan al
recurso ordinario, que se han indicado anteriormente (procedimientos de impugnación
o reclamación, incluidos los de conciliación, mediación y arbitraje).
- Las resoluciones que sean dictadas por órganos que carezcan de superior jerárquico,
salvo que se establezca lo contrario por Ley.
- Otras resoluciones administrativas que por ley o reglamentariamente se haya
establecido que ponen fin a la vía administrativa.
La disposición adicional novena de la Ley a que nos estamos refiriendo establece las
resoluciones que ponen fin a la vía administrativa en lo concerniente a la
Administración General del Estado, que son:
- Las del Consejo de Ministros y sus Comisiones Delegadas.
- Las de los Ministros dentro de sus competencias departamentales.
- Las de los Subsecretarios y Directores Generales en materia de personal.
6.1.- Tipos de Recursos Administrativos
Como se dijera en el capítulo anterior, los recursos administrativos forman parte de los
procedimientos de segundo grado. Dentro de estos procedimientos pueden destacarse,
de acuerdo a la Ley que rige la materia, tres tipologías distintas, a saber:
6.1.1.- Recursos Ordinarios:
Son aquellos que revisten un carácter genérico, ya que pueden plantearse en todos los
casos, salvo en aquellos que exista disposición legal en contrario.
a) Objeto:
El recurso ordinario es el que se interpone por las personas interesadas contra las
resoluciones que no pongan fin a la vía administrativa o contra los actos de trámite que
determinen la imposibilidad de continuar un procedimiento o produzcan indefensión.
Dicho recurso se interpone ante el órgano superior jerárquico del que dictó las
resoluciones o actos impugnados en el. A estos efectos, los tribunales y órganos de
selección del personal al servicio de las Administraciones Públicas se considerarán
dependientes de la Autoridad que haya nombrado al presidente de los mismos.
b) Plazo: El plazo para la interposición del recurso ordinario será de un mes.
Transcurrido dicho plazo sin haberse interpuesto el recurso, la resolución será firme a
todos los efectos, sin perjuicio, en su caso, de que proceda la interposición de recurso
extraordinario de revisión
c) Motivos: El recurso ordinario podrá fundarse en cualquiera de los motivos de nulidad
o anulabilidad de los actos de las Administraciones Públicas.
Los actos de las Administraciones Públicas son nulos de pleno derecho en los casos
siguientes:
a) Los que lesionen el contenido esencial de los derechos y libertades susceptibles de
amparo constitucional.
b) Los dictados por órgano manifiestamente incompetente por razón de materia o del
territorio.
c) Los que tengan un contenido imposible.
d) Los que sean constitutivos de infracción penal o se dicten como consecuencia de
ésta.
e) Los dictados prescindiendo total y absolutamente del procedimiento legalmente
establecido o de las normas que contienen las reglas esenciales para la formación de
la voluntad de los órganos colegiados.
f) Los actos expresos o presuntos contrarios al ordenamiento jurídico por los que se
adquieren facultades o derechos cuando se carezca de los requisitos esenciales para
su adquisición.
g) Cualquier otro que se establezca expresamente en una disposición legal.
También serán nulos de pleno derecho las disposiciones administrativas que vulneren
la Constitución, las leyes u otras disposiciones administrativas de rango superior, las
que regulen materias reservadas a la Ley, y las que establezcan la retroactividad de
disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales.
Por otro lado, son anulables los actos de la Administración que incurran en cualquier
infracción del ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder. El defecto de forma
sólo determinará la anulabilidad cuando el acto carezca de los requisitos formales
indispensables para alcanzar su fin o dé lugar a la indefensión de las personas
interesadas. Por último, la realización de actuaciones administrativas fuera del tiempo
establecido para ellas sólo implicará la anulabilidad del acto cuando así lo imponga la
naturaleza del término o plazo.
Los vicios y defectos que hagan anulable el acto no podrán ser alegados por los
causantes de los mismos.
d) Interposición: El recurso podrá interponerse ante el órgano que dictó el acto que se
impugna o ante el órgano competente para resolverlo. Si el recurso se hubiera
presentado ante el órgano que dictó el acto impugnado, este deberá remitirlo al
competente en el plazo de diez días, con su informe y con una copia completa
ordenada de su expediente. En este sentido, la persona titular del órgano que dictó el
acto recurrido será responsable directa de cumplimentar lo anteriormente indicado.
e) Resolución Presunta: Transcurridos tres meses desde la interposición del recurso
ordinario sin que recaiga resolución, se podrá entender desestimado y quedará
expedita a vía procedente.
Se exceptúa el caso de recursos interpuestos contra la desestimación presunta de una
solicitud por transcurso del plazo, en el que se entiende que queda estimado si la
Administración no resuelve en el plazo oportuno.
Dentro de los recursos ordinarios se distinguen a su vez: el recurso de reconsideración
y el recurso jerárquico.
El recurso de reconsideración se le suele calificar como un recurso horizontal, en el
sentido de que el mismo es ejercido en contra de la actuación emanada del órgano que
dictó el acto originario. El mismo debe ser decidido en un lapso de 15 días hábiles.
Ahora bien, cuando quien debe decidir el recurso de reconsideración es la máxima
autoridad, éste cuenta con un lapso mayor, el cual es de 90 días continuos.
Debe destacarse que en contra del acto que decide el recurso de reconsideración, no
es posible volver ha ejercer este tipo de recurso.
El recurso jerárquico es denominado, a diferencia del anterior, como un recurso
vertical, ya que el mismo se intenta ante la superior jerarquía dentro de la organización.
En el caso de los Municipios, ante el Alcalde o en los casos de la Administración
Pública Nacional, ante el Ministro respectivo.
El lapso para decidir el recurso es de 90 días continuos, contados a partir de la
interposición del mismo.
Es de hacer notar que las decisiones que resuelvan el recurso jerárquico, agotan la vía
administrativa, es decir, que al ser dictadas por la máxima autoridad del ente
administrativo de que se trate, dicha decisión, abre el camino al ejercicio de los
recursos jurisdiccionales judiciales.
 6.1.2.- Recursos Especiales:
Estos recursos sólo proceden en aquellos casos expresamente previstos en la norma,
la cual especifica el recurso admisible.
En nuestra legislación se considera como recurso especial, el denominado recurso
jerárquico impropio, el cual se ejerce ante las máximas autoridades de los entes
descentralizados de la Administración Pública. Por ejemplo, en caso de una decisión
emanada de un Instituto Autónomo Municipal, el recurso debe plantearse ante el
Directorio o Junta Directiva del mismo y luego de su decisión, conocería eventualmente
el máximo órgano del organismo de adscripción que sería el Alcalde. Este recurso se
funda en el principio de jerarquía administrativa, según el cual, los entes que ejercen la
tutela de los órganos que componen la Administración Descentralizada, tienen
competencia para revisar no sólo la legitimidad, sino la oportunidad o conveniencia de
sus actos.
6.1.3.- Recursos Extraordinarios: A diferencia de los anteriores, los recursos
extraordinarios operan "aún cuando el acto ha quedado firme", es decir, aún fuera de
los lapsos que la ley prevé para su impugnación.
Dentro de estos recursos encontramos el denominado recurso de revisión, el cual,
como se dijo anteriormente, supone un acto firme y, por lo tanto, la decisión que
eventualmente se dicte afectará la autoridad de cosa juzgada administrativa. Este
recurso procede frente a cualquier acto que haya quedado firme, no necesariamente
ante aquellos que causen estado. El lapso para su ejercicio es de tres meses y varía
según el motivo de impugnación de que se trate. En efecto, cuando los motivos de la
impugnación sean documentos o testimonios declarados falsos por sentencia judicial
definitivamente firme, que hubieren influido de manera decisiva en la resolución del
asunto, o cuando la decisión hubiere sido adoptada por cohecho, fraude, violencia o
soborno, y ello hubiere quedado establecido en sentencia judicial definitivamente firme,
el lapso de impugnación será dentro de los tres (3) meses siguientes a la fecha de la
sentencia. Ahora bien, si el motivo hubiere sido la aparición de pruebas esenciales para
la resolución del asunto, no disponibles para la época de la tramitación del expediente,
este lapso comenzará a computarse a partir del momento en que se haya tenido noticia
de la existencia de las pruebas. Por lo que se refiere al lapso para decidir, éste es
dentro de los treinta días siguientes a la fecha de presentación del recurso. (Artículos
85 al 99 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos).
Es de hacer notar que, una vez interpuesto cualquiera de los antedichos recursos, el
interesado no podrá acudir ante la jurisdicción contencioso-administrativa hasta tanto
se produzca la decisión o se venza el plazo que tenga la administración para decidir,
ello con la finalidad de evitar decisiones contradictorias.
a) Objeto: El recurso extraordinario de revisión es el que se interpone por las personas
interesadas contra los actos que agoten la vía administrativa o contra los que no se
haya interpuesto recurso administrativo en plazo.
b) Motivos: El recurso extraordinario de revisión podrá interponerse cuando concurra
alguna de las circunstancias siguientes:
1ª. Que al dictar los actos recurridos se hubiera incurrido en error de hecho, que resulte
de los propios documentos incorporados al expediente.
2ª. Que aparezcan o se aporten documentos de valor esencial para la resolución del
asunto que, aunque sean posteriores, evidencien el error de la resolución recurrida.
3ª. Que en la resolución hayan influido esencialmente documentos o testimonios
declarados falsos por sentencia judicial firme, anterior o posterior a aquella resolución.
4ª. Que la resolución se hubiese dictado como consecuencia de prevaricación,
cohecho, violencia, maquinación fraudulenta u otra conducta punible y se haya
declarado así en sentencia judicial firme.
c) Plazo: El recurso extraordinario de revisión se interpondrá cuando se trate de la
causa primera indicada en el apartado anterior, dentro del plazo de cuatro años
siguientes a la fecha de la notificación de la resolución impugnada. En los demás
casos, el plazo será de tres meses a contar desde el conocimiento de los documentos
o desde que la sentencia judicial quedó firme.
d) Interposición: El recurso extraordinario de revisión podrá interponerse ante el órgano
que dictó el acto que se impugna o ante el órgano competente para resolverlo. Si el
recurso se hubiera presentado ante el órgano que dictó el acto impugnado, este deberá
remitirlo al competente en el plazo de diez días, con su informe y con una copia
completa ordenada de su expediente. En este sentido, la persona titular del órgano que
dictó el acto recurrido será responsable directa de cumplimentar lo anteriormente
indicado.
El órgano al que corresponde conocer del recurso extraordinario de revisión debe
pronunciarse, no sólo sobre la procedencia del recurso, sino también sobre el fondo de
la cuestión resuelta por el acto recurrido.
e) Resolución Presunta: Transcurrido el plazo de tres meses desde la interposición del
recurso extraordinario de revisión sin que recaiga resolución, se entenderá
desestimado, quedando expedita la vía jurisdiccional contencioso-administrativa.
Revisión de Oficio.
En este tipo de Recurso la Administración Tributaria se reserva en todo momento para
corregir sus actos, para subsanar todos los vicios de que adolezcan.
Nociones Generales:
Los procedimientos de Revisión de Oficio, al igual que los Recursos Administrativos,
forman parte de los denominados Procedimientos de Segundo Grado. La diferencia
fundamental con respecto a los Recursos Administrativos, es que en estos casos, la
Revisión procede "motu propio", es decir, sin necesidad de requerimiento de los
particulares.
En estos casos la Administración, ejerce un conjunto de potestades que ponen de
manifiesto el principio de autotutela, es decir, la posibilidad de la administración de
controlar, no sólo la legalidad sino la oportunidad o conveniencia de sus actos en virtud
de los intereses generales que le corresponde tutelar.
Estas potestades son las siguientes:
1- Convalidación: Es la figura en virtud de la cual la Administración subsana los vicios
de los actos no afectados de nulidad absoluta. Su objeto es un acto viciado de
anulabilidad o nulidad relativa. Para su ejercicio no existe límite de tiempo, es decir,
que la potestad de convalidación se extiende aún interpuesto el Recurso Administrativo
o Judicial (Artículos 81 y 90 Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos).
2- Declaratoria de nulidad absoluta: Esta potestad está prevista en el Artículo 83
ejusdem, la cual le permite a la Administración "reconocer" (sinónimo de declarar) la
nulidad absoluta de los actos dictados por ésta. Esta potestad opera sólo en aquellos
casos en que el acto se encuentra subsumido en las causases del Artículo 19 de la Ley
y procede de oficio o a solicitud de particulares.
3- Corrección de errores materiales o de cálculo: Esta potestad es concebida como una
derivación o especie de la potestad general de convalidación y se contrae
exclusivamente a aquellos casos en que existen errores materiales o de cálculo que no
impliquen la nulidad absoluta del acto (Artículo 84).
4- Revocación: Es el poder conferido a la administración para extinguir un acto por
razones de oportunidad o conveniencia, bien por razones originarias o sobrevenidas.
Actos Administrativos absolutamente nulos:

Existen actos que sólo pueden considerarse viciados de nulidad absoluta, es decir, no
pueden ser convalidados de ninguna manera. Tal es el caso que su ejecución sea
ilegal, por ejemplo: que se pretenda aplicar una sanción distinta a la señalada en la ley;
y que sea emitido por un individuo con credenciales falsas de funcionario público.
Los actos de la Administración Tributaria serán absolutamente nulos en los siguientes
casos:
1- Cuando así esté expresamente determinado por una norma constitucional, o sean
violatorios de una disposición constitucional.
2- Cuando resuelvan un caso procedentemente decidido con carácter definitivo, y que
haya creado derechos subjetivos, salvo autorización expresa de ley.
3- Cuando su contenido sea de imposible o ilegal ejecución.
4- Cuando hubieren sido dictados por autoridades manifiestamente incompetentes, o
con prescindencia total y absoluta del procedimiento legalmente establecido
RECURSOS JERÁRQUICOS.
Puede definirse como la reclamación que se promueve para que el superior jerárquico
del autor del acto que se cuestiona, examinando este acto, lo modifique o lo extinga,
siguiendo para ello el procedimiento expresamente establecido en las normas vigentes.
Éste es un recurso meramente administrativo, es decir, que se plantea ante la propia
Administración para que ella misma reconsidere el caso, lo analice más profundamente
y decida teniendo en cuenta datos y argumentos que el contribuyente aportará a lo
largo del proceso.
Nociones Generales:
El Recurso Jerárquico es denominado como un recurso vertical, ya que el mismo se
intenta ante la superior jerarquía dentro de la organización. En el caso de los
Municipios, ante el Alcalde o en los casos de la Administración Pública Nacional, ante
el Ministro respectivo.
Es de hacer notar que las decisiones que resuelvan el recurso jerárquico, agotan la vía
administrativa, es decir, que al ser dictadas por la máxima autoridad del ente
administrativo de que se trate, dicha decisión, abre el camino al ejercicio de los
recursos jurisdiccionales judiciales.
Situación en la que no procede el Recurso Jerárquico:
No procederá el Recurso previsto contra:
1- Los actos dictados por la autoridad competente, en un procedimiento amistoso
previsto en un tratado para evitar la doble tributación.
2- Los actos por autoridades extranjeras que determinen impuestos y sus accesorios,
cuya recaudación sea solicitada a la República, de conformidad con lo dispuesto en los
respectivos tratados internacionales.
3- En los demás casos señalados expresamente en el Código Orgánico Tributario o en
las leyes.
¿Ante quién se interpone el Recurso Jerárquico y en qué tiempo?
El Recurso Jerárquico deberá interponerse ante la Oficina de la cual emanó el acto, y el
lapso para interponer el mismo será de 25 días hábiles contados a partir de día
siguiente a la fecha de notificación del acto que se impugna.
Efectos de la interposición de este Recurso:
La interposición del Recurso suspende los efectos del acto recurrido. Queda a salvo la
utilización de las medidas cautelares previstas en el Código Orgánico Tributario.
La interposición del Recurso Jerárquico contra una planilla de impuestos o contra el
acto tributario de que se trate tiene el efecto de suspender lo que ordena dicho acto. La
planilla no se cobrará, ni el acto se ejecutará mientras no se decida tal recurso. Así
pues, el recurso tiene un efecto suspensivo que la Administración debe respetar. Pero
hay una excepción: Si el acto tiene que ver con clausura de establecimientos, comiso,
retención de mercancías, aparatos, recipientes, vehículos, útiles, instrumentos de
producción o materias primas, y suspensión de expendio de especies fiscales y
gravadas, la interposición del Recurso no suspende la ejecución del mismo.
Efectos de la interposición de este Recurso: L Causales de la inadmisibilidad de
este Recurso:
Son causales de inadmisibilidad del Recurso:
1- La falta de cualidad o interés del recurrente.
2- La caducidad del plazo para ejercer el Recurso.
3- Ilegitimidad de la persona que se presente como apoderado o representante del
recurrente, por no tener capacidad necesaria para recurrir o por no tener la
representación que se atribuye, o porque el poder no esté otorgado en forma legal o
sea insuficiente.
4- Falta de asistencia o representación de abogado.
La resolución que declare la inadmisibilidad del Recurso Jerárquico será motivada, y
contra la misma podrá ejercerse el Recurso Contencioso Tributario previsto en el
Código Orgánico Tributario.
¿A quién corresponde la decisión del Recurso Jerárquico y qué tiempo tiene para
decidir?
La autoridad administrativa que va a decidir si el contribuyente tiene razón o no en su
recurso no es la misma que decidió la primera vez, sino la autoridad más alta, es decir,
la decisión queda en manos de la máxima autoridad de la Administración Tributaria. Si
no se trata de impuestos administrados por el Ministerio de Finanzas, el Recurso de
dirigirá a la más alta autoridad del respectivo organismo, que puede ser el Presidente
del Consejo o el Alcalde si se trata de impuestos municipales o el Gobernador del
Estado.
La Administración Tributaria dispondrá de un lapso de 60 días continuos para decidir el
Recurso, contados a partir de la fecha de culminación del lapso probatorio. Si la causa
no se hubiera abierto a prueba, el lapso previsto en el Artículo 254 del Código Orgánico
Tributario se contará a partir del día siguiente de aquél en que se hubiere incorporado
al expediente el auto que declare no abrir la causa a pruebas.
Los recursos administrativos
Antes de exponer cuáles son los recursos que pueden interponerse contra las
resoluciones administrativas, debe quedar claro, en primer lugar, qué actos
administrativos ponen fin a la vía administrativa, ya que de ello dependerá el tipo de
recurso a interponer, en segundo lugar, cómo se interpone y por último, si la
presentación del recurso suspende o no la ejecución de la resolución administrativa.
Así:
¿Qué actos ponen fin a la vía administrativa?
¿Cómo se interpone el recurso?
La suspensión de la ejecución
Los tipos de recursos administrativos: De reposición, de alzada y extraordinario
de revisión

¿Qué actos ponen fin a la vía administrativa?


Finalizan la vía administrativa:

 Las resoluciones de los recursos de alzada.


 Las resoluciones de los órganos administrativos que carezcan de superior
jerárquico, salvo que por ley se establezca lo contrario.
 Las demás resoluciones cuando así se establezca por ley.
 Los acuerdos, pactos o convenios cuando por ley se considere que ponen fin al
procedimiento administrativo.

. ¿Cómo se interpone el recurso?


El escrito de interposición del recurso debe contener:

 El nombre, apellidos del recurrente, así como del lugar que se designa a efectos
de notificaciones.
 El órgano administrativo contra el que se dirige el recurso así como el tipo de
recurso que se interpone.
 El acto que se recurre y la razón de su impugnación.
 El lugar, la fecha y la firma del recurrente.
Si el interesado se equivoca a la hora de identificar el recurso, se tramitará siempre que
de su contenido se deduzca el tipo de recurso que ha querido interponer.

La suspensión de la ejecución
La interposición de los recursos administrativos no suspenderá la ejecución de los
actos administrativos impugnados salvo que por ley se establezca lo contrario.
Aún así el acto administrativo podrá suspenderse de oficio o a petición del interesado
si la ejecución puede causar en el recurrente daños de muy difícil o imposible
reparación o la impugnación se funda en alguna de las causas de nulidad de pleno
derecho.
La suspensión de la ejecución se entiende concedida por silencio administrativo si el
órgano administrativo que debe pronunciarse sobre la misma no resuelve en un plazo
de 30 días.
Aunque se conceda la suspensión, pueden adoptarse medidas cautelares para
proteger el interés público, de terceros o para asegurar la efectividad de la
resolución que se adopte tras la tramitación del recurso.
Si de la suspensión pueden derivarse perjuicios, el interesado deberá prestar caución
o garantía para responder de los mismos (normalmente se hará aportando aval
bancario).

LOS TIPOS DE RECURSOS ADMINISTRATIVOS


Los recursos que pueden interponerse contra los actos administrativos son tres: el
recurso de alzada, el de reposición y el extraordinario de revisión.
Siempre es conveniente recabar el consejo de un abogado quien, a la vista de las
singularidades que presenta cada caso, informará sobre la conveniencia y forma de
entablar las correspondientes acciones legales.

El recurso de alzada
El recurso de reposición
El recurso extraordinario de revisión

EL RECURSO DE ALZADA

CONTRA QUE ACTOS SE INTERPONE

Se interpone contra actos administrativos que no ponen fin a la vía administrativa.


Debe dirigirse al órgano superior jerárquicamente del que dictó el acto que se quiere
recurrir, pero puede presentarse ante el órgano que dictó la resolución que se recurre
para que éste la remita a su superior, o directamente ante éste.

PLAZO PARA INTERPONER EL RECURSO

El plazo para interponer el recurso es de 1 mes en el caso de actos administrativos


expresos y de 3 meses en el caso de actos presuntos, contados a partir de que, de
conformidad a la normativa que en su caso sea aplicable, se produzcan los efectos del
silencio administrativo.
La resolución administrativa será firme si no se presenta el recurso en los plazos
anteriores.

PLAZO QUE TIENE LA ADMINISTRACIÓN PARA TRAMITAR Y RESOLVER

El plazo máximo que tiene la Administración para tramitar y resolver el recurso será
de 3 meses. Si transcurrido este tiempo no recae resolución, el recurso se entenderá
desestimado por silencio administrativo.
Existe una excepción a la norma anterior: si el recurso de alzada se ha interpuesto
contra la desestimación por silencio administrativo de una solicitud, se entenderá
estimatorio. Así, dos silencios de la Administración darían lugar a la estimación de
nuestras pretensiones.
Contra la desestimación del recurso de alzada sólo cabrá el recurso extraordinario de
revisión.

EL RECURSO DE REPOSICIÓN

CONTRA QUE ACTOS SE INTERPONE

Se interpone contra los actos administrativos que ponen fin a la vía administrativa y
ante el mismo órgano administrativo que dictó la resolución recurrida.
Su carácter es voluntario para el interesado que podrá o bien interponer este recurso
de reposición o bien acudir directamente a los tribunales, mediante el recurso
contencioso-administrativo.
Si opta por interponer el recurso de reposición no podrá acudir a la vía judicial hasta
que sea desestimado el recurso, ya sea de forma expresa o por silencio
administrativo.

PLAZO PARA INTERPONER EL RECURSO

El plazo para interponerlo es de 1 mes en el caso de actos administrativos expresos y


de 3 meses en el caso de actos presuntos. Transcurrido este plazo sólo podrá
interponerse recurso contencioso-administrativo, si procede, el recurso extraordinario
de revisión.

PLAZO QUE TIENE LA ADMINISTRACIÓN PARA TRAMITAR Y RESOLVER

EL RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISIÓN

CONTRA QUE ACTOS SE INTERPONE

Se interpone contra los actos administrativos que ponen fin a la vía administrativa y
ante el mismo órgano que dictó la resolución, que también será el encargado de
resolverlo.
Deben darse alguna de las siguientes circunstancias:

 Que al dictarlos se hubiese incurrido en un error que derive de los documentos


del expediente.
 Que aparezcan documentos importantes para la resolución del asunto que,
aunque sean posteriores, evidencien el error de la resolución que se recurre.
 Que en la resolución hayan influido esencialmente documentos o testimonios
declarados falsos por resolución judicial.
 Que la resolución se haya dictado como consecuencia de prevaricación,
cohecho, violencia, maquinación fraudulenta u otra conducta punible y se haya
declarado así en virtud de una sentencia judicial firme.

PLAZO PARA INTERPONER EL RECURSO

El plazo para interponer el recurso extraordinario de revisión es de 4 años contados a


partir de la fecha de notificación de la resolución impugnada, salvo en el caso de que
se formule por la primera de las causas, en cuyo caso el plazo será de 3 meses.

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