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ideas literarias de Alfonso Reyes
ALFONSO REYES 1
1. Génesis de la crítica
La actitud crítica acompaña las varias actividades del pensamiento.
En el ámbito literario, el mismo acto de creación lleva consigo una po-
sición crítica, como ocurre en cualquier otra tarea del espíritu, trátese
de la reflexión y el análisis racional, como de la apreciación ética o es-
tética de la vida y sus expresiones. Toda actitud crítica es una toma
de conciencia, pues implica un enfrentarse el pensamiento consigo
mismo. Aceptar o rechazar, afirmar o negar, elogiar o desdeñar, son
respuestas del pensamiento crítico, e incluso pudiera ser que fueran
previas a cualquier razonamiento, y que se llegara a éste por el impul-
so generador de la postura crítica. "Somos acción y contemplación
-dice Alfonso Reyes-; somos actor y espectador; somos ánodo y cá-
todo, y chispa que los polos se cambian: lucha y conciliación de princi-
pios antagónicos; izquierda y derecha, anverso y reverso, y el tránsito
que los recorre. . . '' 2 Creación y crítica se consideran así partes de
un continente mayor en el que ambas responden a una ley superior que
finalmente las explica. Una y otra se significan por esta referencia que
las enfrenta y las integra. El objeto de la crítica es condicionante de
ésta desde el momento en que la alimenta y la hace posible.
Cuando surge la literatura nace la actitud crítica. El mismo crea-
dor somete su obra a la revisión resultante de la autocrítica. En estas pri-
meras manifestaciones de la crítica, ésta impone un mínimo de distancia
entre el autor y su realización, permitiéndole sujetar o someter su mis-
ma energía creadora, encauzándola para no excederse de ciertos límites.
Esta capacidad del creador para medir su propia acción le permite
(287)
2. Crítica y lectura
El crítico es un lector que ordena e indentifica los elementos integran-
tes de la obra literaria, reflexiona sobre su composición y estructura
e interpreta su sentido mediante la lectura, encuentra la significación
del producto literario y llega a su valoración. Puede además emitir una
opinión sustentada en el placer o en el disgusto que le causa la obra,
y con todo esto, proponer su apreciación literaria. De la lectura se des-
prende la crítica, que puede ser resultado sólo de la impresión primera
o llegar hasta el juicio crítico sustentado en el acervo cultural del lec-
tor, su experiencia literaria y su conocimiento de épocas, escuelas, ten-
dencias o corrientes. Todo esto, más la intención del lector, son los
condicionantes de la tarea crítica.
Según Alfonso Reyes, los diferentes métodos utilizados en la críti-
ca pueden identificarse como métodos del buen leer. s Esto implica
que en la lectura misma está el arranque de la crítica, pues de acuerdo
con esa lectura se podrá penetrar en los varios niveles de la obra e ilu-
minarla bajo puntos de vista distintos, bien en cuanto a sus propios
componentes, bien considerando factores externos que la enmarcan y
en buena medida también la explican. Y si Alfonso Reyes afirma, con
Sainte-Beuve, que la lectura es el A B C de la crítica -lo que implica
que ésta depende de aquélla-, propone además que el destino de la
obra literaria no es propiamente el especialista, sino el hombre total,
es decir, el lector capaz de capturar con su lectura lo propio de toda
obra literaria auténtica: su capacidad de representación de la vida.
Quien se enfrenta así con la obra puede descubrir en ella la fuerza su-
perior de reflejar el mundo, es decir el hombre. Mostrar esa calidad
de la obra literaria es la tarea del crítico. Si bíen la literatura va dirigi-
da al hombre total, éste puede recibir el beneficio y el auxilio del espe-
cialista, entre los cuales se encuentra el crítico: "El filósofo busca en
la obra una representación del mundo, un testimonio de nociones, un
sistema de argumentos: el sociólogo, una visión de la época social; el
historiador o el científico, los datos o noticias acarreadas en la obra.
El crítieo literario, según que aplique su atención de' lector al registro
de sus emociones personales, a la reconstrucción de la biografía del
como receptora del mundo del escritor, en el texto de Alfonso Reyes, ''El mundo priva-
do de un escritor", so, Primera Serie, 1v, pp. 19-21.
9 "Génesis de la crítica", Y, xx1, p. 298.
10 "'El cántico del ruiseiior" (Crónica de una noche del alma)", CA, m, p. 205.
11 "Un intérprete de Renan", ibid., pp. 113-114.
12 "Joaquín Arcadio Pagaza", CLM, 1, p. 274.
más que el comienzo de toda exégesis y -para decirlo de una vez- de toda crítica."
/bid., p. 289.
17 "El criticón", s, 111, pp. 280-287.
18 "Aristarco o anatomía de la crítica", El, XIV, pp. 111-112.
19 ACL, XIV, pp. 350-352.
28"!bid., p. 247.
29 /bid., p. 310.
30 Estas observaciones y crítica de Reyes a la Poética de Aristóteles están dispersas
en La crítica en la Edad Ateniense, principalmente en las pp. 250, 258, 266, 278-279,
282, 289-290, 290-297 y 309-310.
31 En "Breve resefia histórica de la crítica", texto que forma parte de los materia-
les no incluidos en El deslinde, y que es un posible antecedente de La crítica en la Edad
Ateniense, Alfonso Reyes también se ocupó de Isócrates como crítico de los poetas:
"ellos poseen la mayor libertad para desarrollar sus pensamientos, para usar de
metáforas, de neologismos y aun de extranjerismos; y el encanto del verso y del ritmo
disimula la trivialidad general de sus ideas, cosa que resalta en cuanto reducimos a prosa
sus poemas. Esta idea aparece ya en Gorgias -maestro de Isócrates, y en Platón
(República). ¿Envidiaba a los poetas, o no los entendió este primoroso artista de la pro-
sa? Más bien quería, desde la prosa, competir con ellos, afán general de la Retórica epi-
díctica." ACL, XIV, pp. 349-350.
32 /bid.' p. 198.
33 CEA, XIII, p. 342.