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CAMBIO ORGANIZACIONAL
I. INTRODUCCION
Cambio en sentido general, es la acción de cambiar. Esto último es dar, tomar o poner una cosa por
otra; además es variar, alterar.
Cambiar no es muy fácil, primeramente, porque no todas las personas están dispuestas a realizar
esfuerzos en este sentido y, aunque estén dispuestas es muy fácil volver a los antiguos padrones de
funcionamiento.
Mediante una breve reflexión nos damos cuenta de que con el transcurso del tiempo las cosas varían,
cambian, en múltiples situaciones crecen, se empequeñecen, adquieren otra forma, envejecen,
mueren. Lo planteado puede ocurrirle a los seres vivientes u otros elementos materiales
cualesquiera, como consecuencia de factores externos o internos, según sea el caso.
Las organizaciones no están exentas de lo planteado anteriormente. La posibilidad de afectación del
cambio puede ser en nuestra vida social, familiar o laboral, puede también surtir efecto en los equipos
de trabajo y/o en toda la organización.
Cualquier cambio ocasiona ansiedad, estrés, miedo ante la pérdida del equilibrio lo cual es necesario
contrarrestar para restablecer nuevamente el equilibrio.
El cambio es un patrón aceptado y normal en la sociedad actual, aunque puede ser que sus efectos
sean o no reconocidos o experimentados inmediatamente. Sin embargo, se puede decir que el
cambio de la índole que sea afecta a cada individuo ya sea directa o indirectamente.
Básicamente nuestros patrones de cambio y respuestas al mismo (si es que existen) están influidos
por nuestra cultura individual, de grupo y de forma organizacional y colectiva que se desarrollan
durante nuestra vida y desarrollo personal y profesional.
El cambio implica evaluar el presente y determinar un futuro que sea relevante y satisfaga los
objetivos planteados presentes, por lo que se puede decir que el mismo implica una visión, ya que si
en una organización no se establece una visión se iría sin un rumbo fijo, se estaría a la deriva y eso
podría llevar implicaría a la no supervivencia de la misma.
Todo cambio es dinámico, no es estático, se tiene que establecer una gestión del cambio que lleve
una planificación de estrategias motivados por diversos factores lo que garantice un resultado
positivo de acuerdo con los objetivos establecidos para la organización, grupo o individuo que haga
frente a los requerimientos del cambio. Éste mismo que puede ser impuesto o voluntario implica una
acentuación personalizada y subjetiva que involucra individuos y la sociedad en general incluyendo
también a cualquier organización, pero éste puede llevarse mucho tiempo en establecerse.
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En un entorno dinámico, el cambio es inevitable. La velocidad del cambio ha llegado a ser tan rápida
en la actualidad, que es difícil ajustar o compensar un cambio antes de que sea necesario otro. El
entorno tecnológico, social y económico cambia rápidamente, esto implica que una organización será
capaz de sobrevivir si es capaz de responder efectivamente a estas demandas cambiantes.
El estudio sobre el cambio organizacional es de gran amplitud, y aún continúan las investigaciones
y ensayos prácticos al respecto, por lo que el tema no se agota, no obstante, es consideración del
autor que lo abordado en el mismo será de gran utilidad a los lectores, por su actualidad, enfoque
que hace de éste y forma de presentarlo.
A pesar de la atenuante necesidad del cambio, una reorganización es temida particularmente porque
significa una alteración del status quo, dando lugar a un diferimiento en su aplicación, por lo que
como consecuencia se podría esperar la pérdida de efectividad o productividad y el incremento en
los costos.
Existen diversas definiciones de cambio ya que dependen del contenido del mismo y del proceso
usado. Un significado actual del cambio: Implica la cristalización de nuevas posibilidades de acción
(políticas, comportamientos, modelos, metodologías, productos o ideas de mercado), basadas en la
recapitulación de los modelos de la organización.
Otras definiciones establecidas desde la perspectiva del individuo como agente del cambio señalan
que en un cambio real hay una pérdida, ansiedad y lucha, proponiendo que el cambio puede resultar
ser doloroso, si es un cambio real ya que puede ser impuesto o voluntario. El cambio impuesto
puede resultar de eventos
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naturales o reformas deliberadas, y el cambio generado voluntariamente es porque se
encuentra insatisfacción, inconsistencia o intolerancia de la situación actual.
Ante estas formas de cambio (impuesto o voluntario) existe la realidad subjetiva y objetiva
del mismo que se da en el individuo ya que éste es quien representa la raíza del proceso
de cambio en una organización. La realidad subjetiva y su construcción por el individuo
proporciona el mundo internamente aislado del individuo; donde mecanismos ocultos,
resisten o apoyan los cambios objetivos que ocurren fuera del individuo. Un cambio real
debe estar dirigido hacia esta realidad interna del individuo para asegurar la eficacia y larga
duración de los resultados del cambio.
Hemos estudiado las organizaciones teniendo en cuenta que son sistemas abiertos, y como
tal con una interrelación y una interdependencia con el entorno, lo cual permite que estas
sean vulnerables a las variaciones que ocurren en el ambiente. De igual manera, como cada
organización conforma un sistema, está integrada por subsistemas cuya variación en alguno
de estos trae consigo una afectación en los demás, así como en la organización en general.
Una gestión empresarial óptima facilita que todo proceso de cambio en una organización
se lleve a cabo de manera satisfactoria para todas las partes interesadas y en un periodo
de tiempo relativamente corto. Por el contrario, una dirección desatinada o una ejecución
incorrecta traen consigo la falta de motivación, implicación y productividad de los
empleados. Como resultado, su compromiso desaparece, la consecución de objetivos se
vuelve escurridiza y todo el mundo vive en un ambiente de “sálvese quien pueda”.
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se corre el riesgo de sucumbir, por tal razón nuestra actuación debe ser proactiva y trabajar
en función del cambio planeado, aspecto este que se desarrollará más adelante.
El cambio organizacional se parece a un viaje continuo con múltiples destinos, pero sin que
tenga un verdadero fin. Se caracteriza por numerosas fuerzas contrarias: la necesidad de
equilibrar las perspectivas a corto y largo plazo; la necesidad de mezclar o elegir entre
puntos de vista conservadores o arriesgados; mantener la objetividad cuando se analizan
asuntos subjetivos; tener paciencia cuando el tiempo apremia y la capacidad de dejar atrás
las viejas prácticas, procesos y mentalidad para orientarse hacia los nuevos.
Por lo tanto, ante todo, es necesario exponer que lo primero es estar consciente de la
existencia de una situación que requiere de un cambio organizacional, que existe una
solución y que debemos encontrarla, este estado de ánimo y convicción es necesario no
sólo trasladarla a los demás trabajadores sino garantizar que tome carácter interno en los
mismos.
Gibson et al. (1996), plantean otra perspectiva que se sitúa, según ellos, a medio camino
entre los dos enfoques antes mencionados: Reeducación. Explican los autores que la
reeducación implica un conjunto específico de actividades en las que se reconoce, que ni el
poder ni la razón por sí solos pueden generar el cambio anhelado. Ese conjunto de
actividades es la esencia de lo que en las últimas tres décadas del pasado siglo se llamó
Desarrollo Organizacional (DO) como modelo de cambio organizacional basado en las
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personas y que ahora a la luz de las ideas postmodernas, es simplemente la forma natural
de cambiar organizaciones: Cambio en los patrones de conducta de los empleados,
concentrándose en sus habilidades, actitudes, percepciones y expectativas en el ámbito
individual, grupal y organizacional, a fin de trasladar a la organización entera a un nivel
superior de funcionamiento; es un cambio de la organización, a través de las personas, a
través de sus valores y donde la estructura y la tecnología giran alrededor del hombre.
Se requiere conocer, en primer lugar, cuales son los valores que promueven la participación
de los individuos en los cambios; y en segundo lugar, si esos valores están presentes en la
organización estudiada. Lo anterior implica, por una parte, estudiar las características de
las organizaciones en la postmodernidad para saber cuáles valores están positivamente
relacionados con ella; y por la otra, al conocer los valores, estudiarlos detalladamente para
definir cuáles son los indicadores de su presencia en una organización en particular.
Este fue el trabajo que se llevó a cabo y se pretende con él, proporcionar a todas las
organizaciones en esta nueva era, una guía que les permita diagnosticar.
¿Qué es el cambio?
¿Cómo se manifiesta?
¿Qué efectos pueden ocurrir en el sistema organizativo?
¿Cómo enfrentarlo?
¿Qué acciones tomar?
Como se aprecia la esencia es lograr el paso de una situación existente hacia otra que se
desee, donde lógicamente exista una dinámica o sea hay movimiento y además
transformación.
Un cambio puede presentarse como una amenaza o como una oportunidad, en cualquiera
de los casos se requiere darle el tratamiento adecuado.
Debemos tener en cuenta algo de suma importancia, el cambio como fenómeno natural y
de ocurrencia continua es una realidad, por lo que es necesario tratar de actuar de manera
proactiva, que no se produzcan sorpresas que nos desorienten, luego la mejor solución es
el cambio planeado para crear acciones preventivas, este aspecto se estudiará más
adelante.
Cabe destacar que cuando los cambios se dan, la situación dentro de una organización no
es sencilla, pues en ocasiones no existe la disposición para aceptar tales modificaciones. No
obstante, para poder realizar un cambio, debe involucrarse el esfuerzo de todos los
miembros de la organización. Asimismo, el cambio organizacional es el proceso que se
sigue para modificar a una organización.
Una organización debe reconocer cuándo aceptar los cambios, así como aprender a
administrarlos y, sobre todo, saber identificar e inducir al personal para aceptar el cambio,
tanto en niveles gerenciales, como en los operativos. Sin bien es cierto que si se propician
cambios en las empresas, no hay que eliminar de forma drástica los métodos anteriores con
los que se venía operando sino hacerlo de manera paulatina, para que el personal se adapte
y acepte tales modificaciones.
Las empresas han evolucionado a través de la historia; primero, su organización era muy
incipiente y tenían un concepto muy precario de la administración, luego, con el paso del
tiempo y con la aportación de diversos personajes fue obteniendo más auge hasta lo que
hoy conocemos como una organización con sus principios, misión, visión, valores y
objetivos.
Esta es una amplia definición. Aplicable casi a cualquier técnica, política o práctica
administrativa utilizada en un intento deliberado de cambio personal en una organización o
de la organización en sí misma para lograr sus objetivos. El término clave es cambio. Las
intervenciones pueden comprender desde la instrumentación de cambios en el diseño de
plantas, hasta proveer al personal de las experiencias para que crezca su puesto, o una
efectiva comunicación para seleccionar miembros de una organización.
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1. Todo cambio que se da en alguna parte de la empresa la afecta en su totalidad,
se perciba o no por sus integrantes.
2. El cambio es un reto tanto humano como técnico.
3. La actitud de los directivos ante el cambio debe estar orientada a
establecer y mantener el equilibrio en sus grupos, y favorecer el ajuste de cada
uno de sus integrantes, a las nuevas circunstancias.
4. Es de esperar que se presenten reacciones grupales ante el cambio, dado la
adherencia que presentan algunos individuos a posturas
predominantes en su grupo de trabajo, este aspecto debe ser entendido y
manejado por la gerencia del desarrollo organizacional.
5. Cuando ocurre un cambio, el grupo busca el equilibrio intentando regresar al
estado o situación anterior, percibido como una mejor formar de ser y/o hacer las
cosas. Cada presión a favor del cambio, por lo tanto alienta una contrapresión del
grupo.
6. La comunicación es vital en el momento de consolidar un cambio. Ya que este
puede llegar a parecer injustificado cuando la gente no cuenta con elementos
para ver claramente que sus beneficios compensan sus costos económicos,
sicológicos y sociales. Por lo tanto cada cambio deberá basarse en un análisis
costo/beneficio que tome en consideración todas sus implicaciones, y deberá
estar precedido por suficiente información para el personal.
7. Entre los implicados en el cambio hay distintos niveles de tolerancia al estrés
que el mismo produce. En todo caso, rebasar el umbral de tolerancia puede
dañar la salud física y sicológica de los individuos.
8. La existencia de personas muy bien preparadas o muy inteligentes no
necesariamente significa que el grupo comprenderá y aceptará mejor el cambio.
A veces sucede lo contrario, porque el grupo utiliza su capacidad para
racionalizar o justificar los motivos de su resistencia al cambio.
9. Si el gerente como promotor del cambio hace que sus colaboradores
participen activamente del proceso, logrará niveles de apertura y colaboración
muy superiores a los que obtendría si únicamente se limitara a informarles acerca
de los antecedentes, naturaleza y forma de implantación cambio.
10. Aunque sea el gerente de desarrollo organizacional el que inicie los cambios,
los resultados finales siempre dependen en gran medida de los colaboradores y
su actitud hacia dicho cambio.
La mayoría de los gerentes, en un punto o en otro, tendrán que cambiar algunas cosas en
sus centros de trabajo. Nosotros clasificamos estos cambios como cambio organizacional, el
cual es cualquier modificación de personal, estructura o tecnología.
Los cambios organizacionales suelen requerir que alguien actúe como catalizador y asuma
la responsabilidad de manejar el proceso de cambio; es decir, un agente de cambio. Un
agente de cambio podría ser un gerente dentro de la organización o algún otro empleado;
por ejemplo, un especialista en cambios perteneciente al Departamento de Recursos
Humanos, o incluso un consultor externo. Para cambios importantes, por lo general una
organización contrata consultores externos que les brinden consejo y apoyo.
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El mundo moderno se caracteriza por un ambiente que cambia constantemente. El
ambiente general que rodea las organizaciones es dinámico en extremo y exige de ellas
una gran capacidad de adaptación como condición primordial para sobrevivir. El DO es una
respuesta a tales cambios. El mundo moderno se caracteriza por cambios rápidos,
constantes y progresivos. Las transformaciones científicas, tecnológicas, económicas,
sociales, políticas, etc. actúan e influyen en el desarrollo y en el éxito de las empresas en
general, ya sean industriales, de servicios, organizaciones públicas, hospitales, bancos,
universidades.
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todos enfocados al marketing, todos escuchan, todos piensan, todos hablan, todos ven,
todos venden en todo lo que hacen.
1. Delegación de autoridad
Para Stoner et al (1996:389), el delegar facultades no es otra cosa que otorgar a los
empleados la libertad y la responsabilidad de efectuar su trabajo de acuerdo con su criterio,
sin tener que dirigirse continuamente a autoridades de mayor nivel para conseguir
autorización; de manera más formal, señala el autor que, delegación es “El acto de asignar
a un subordinado la autoridad formal y la responsabilidad para que realice actividades
específicas”.
En la práctica es imposible separar las diversas partes de este proceso ya que al asignar
metas, se debe proveer la autoridad para lograrlas y al delegar autoridad hay que dar a
conocer los resultados finales en función de los cuales se delega.
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Agregan estos autores, que aun cuando la elaboración de organigramas, y descripción de
metas y deberes administrativos contribuyen a la eficaz delegación de autoridad, ciertas
actitudes personales son indicadores de una delegación real:
Receptividad: Uno de los atributos básicos que debe tener un gerente que delega,
es la disposición a conceder que otras personas pongan en práctica sus ideas. La
toma de decisiones supone cierto grado de discrecionalidad, de modo que es
probable que las decisiones tomadas por un subordinado no sean iguales a las que
habría tomado el superior. El jefe debe no solo aceptar de buen grado las ideas de los
demás, sino también apoyarlas, colaborar con su puesta en práctica y elogiar su
inventiva.
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utilizada en apoyo a las metas y planes de la empresa o departamento. Siendo que
el jefe nunca puede delegar su responsabilidad, el establecimiento de controles es
un imperativo; pero el uso de controles implica la definición de estándares de
desempeño, por lo tanto involucra un serio proceso de planificación. La ausencia de
una planeación adecuada puede ser, en oportunidades, el motivo de una renuencia
a delegar y confiar en el personal.
Cuando en una organización existe delegación de autoridad, los individuos sienten que
el trabajo les pertenece, no solo están haciendo lo que se les pide, el trabajo les importa
realmente, ellos saben qué tan bien se está haciendo, pueden expresar sus ideas, el
trabajo es parte de ellos mismos y ellos tienen control sobre lo que hacen. Todo esto,
como planteaba Deming (1989) en sus muy conocidos 14 puntos hace sentir, al
trabajador, orgullo por lo que hace y aumenta su eficacia y eficiencia al incrementar su
compromiso con la organización.
Ahora bien, ¿podríamos decir que es básico para lograr un cambio organizacional en la
gerencia del nuevo milenio, la existencia de delegación de autoridad? Al respecto, los
hallazgos de García y Dolan (1997), plantean una nueva realidad gerencial para el siglo
XXI, según la cual el paradigma de la modernidad tiene una cultura orientada al control,
mientras que el de la postmodernidad tiene una cultura orientada al desarrollo.
Paradigma de la
Paradigma de la
Valores modernidad: CONTROL postmodernidad:
DESARROLLO
Control Supervisión orientada a Supervisión orientada a facilitar el
corregir desviaciones de la autocontrol, autonomía y
norma responsabilidad.
Apoyo Ayudar a disimular errores Ayudar en la ejecución de ideas y
y alabar falsamente ideas de aprender de los errores.
otros.
Integridad Intransigencia ante las Disposición a modificar cuando se
creencias propias. Ceder cree estar equivocado o hay
jamás. posibilidades de mejorar
Respeto Acatar los razonamientos Confiar en que todos tenemos
de otros sin discutirlos, interés y capacidad de aprender
sobre todo si son jefes. (aun los jefes)
Seguridad Mostrar capacidad para Mostrar capacidad para afirmar y
en uno ganar, persuadir y firmeza, someter a juicio los criterios. Ser
mismo sobre todo con subordinados vulnerable sin sentirse intimidado.
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Valores necesarios en la postmodernidad y sus indicadores
Valores Indicadores
Receptividad
Disposición a ceder
Delegación de Disposición a permitir q u e los demás cometan errores
Autoridad Disposición a confiar en los subordinados
Disposición a establecer y aplicar controles amplios
Comunicación vertical
Comunicación cruzada
Apertura en la
comunicación Confianza
Empatía
Retroalimentación
Toma de decisiones
Resolución de problemas
Participación
Información compartida
Retroalimentación positiva
Compartir labores
Cultura de
colaboración Compartir conocimientos
Apoyo mutuo
Capacidad de desaprender
Aprendizaje
continuo Visión global de la empresa
Legitimidad del aprendizaje a través de los errores
Para empezar a comprender el proceso de facilitación del cambio, y lograr que el mismo
genere valor, sin dejar de reconocer las pérdidas que todo cambio supone, habrá que
reconocer la existencia de al menos tres elementos:
Internas: son aquellas que provienen de dentro de la organización, surgen del análisis del
comportamiento organizacional y se presentan como alternativas de solución,
representando condiciones de equilibrio, creando la necesidad de cambio de orden
estructural; es ejemplo de ellas las adecuaciones tecnológicas, cambio de estrategias
metodológicas, cambios de directivas, et
c.
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Las fuerzas externas e internas para el cambio
Muchas de las alteraciones que se traducen en fuerzas, no siempre traen como resultado
un cambio de orden estructural, por ejemplo el cambio de pintura de la fábrica, el intercambio
de oficinas, cuando esto sucede estamos en presencia de los Cambio Genéricos. Otro factor
a considerar es que si los cambios originan una nueva conducta, ésta debe tener carácter
de permanencia, de lo contrario podría estar en presencia de un acto reflejo; se expresa lo
anterior para traer a colación el aprendizaje.
Todo cambio debe ir de la mano con el aprendizaje, tal es la relación, que muchos de
los autores consideran que cambio y aprendizaje son palabras sinónimas. El aprendizaje
es cualquier cambio de carácter permanente en el comportamiento que ocurre como
producto de la interacción de las experiencias, es importante sintetizar este párrafo con las
siguientes frases:
Si bien, puede comenzarse con el conocimiento y luego con las emociones o viceversa, es
más común operar cambios iniciando por el conocimiento. Es decir, que primero se sabe
qué queremos y dónde estamos y luego se encuentra la manera de conseguirlo. Los
factores, se dan entonces en ciertas etapas, que culminan con la implantación de procesos.
En las organizaciones, las estructuras están diseñadas de tal manera que se formen
equipos. Es conveniente tener una dirección apropiada para conseguir la madurez del o
los equipos antes o durante la implantación del cambio. Veamos cómo interpretar cada uno
de los factores mencionados:
Conocimiento
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• El grado de madurez del equipo u organización (ver el modelo de Liderazgo Situacional).
• Identificación de las fortalezas y debilidades.
• Identificación del conocimiento técnico previo.
• Identificación de experiencias similares previas de algunos miembros del equipo.
• Identificación de roles que desempeña cada miembro del equipo.
• Identificación de metas y objetivos.
• Planeación de la implementación desde el punto de vista técnico.
Emociones
Los equipos necesitan motivadores para volverse impulsores del cambio. Los mejores
motivadores son los que satisfacen las necesidades e intereses propios. En el caso de un
equipo, los motivadores personales siguen teniendo gran impacto, pero resulta difícil
conseguir ligar el cambio a la satisfacción de los intereses individuales. Por ello, la
motivación se centra más bien en aquéllos que todos pueden reconocer como beneficios
personales, ya sea para el desempeño de su función o a nivel personal.
Procesos
Entre los diferentes estilos que con más frecuencia se ponen en práctica para producir
cambios en las organizaciones, se encuentran:
El participativo
El coercitivo
Generalmente son procesos externos, rápidos e inestables cuyos efectos son muy cortos y,
generalmente, provocan el retorno al estado anterior.
La secuencia de acciones que lleva implícitas estos procesos, veremos que con
completamente inversas a las del estilo participativo.
Cambio Cambio
proactivo PROBLEMA reactivo
(antes) (después)
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Proactivo: fija nuevos cursos de acción correctiva; es anticipado porque se adelanta a los
acontecimientos, previéndolos y preparando a la organización para disminuir la afectación.
El proceso de cambio más efectivo es aquel que se planifica, y evita (por su anticipación y
proactividad) afectaciones a la estabilidad, los rendimientos, eficiencia y eficacia
organizacional; el cambio efectivo es aquel que establece previamente los mecanismos
para evaluar su impacto en todos los ámbitos, estructuras y procesos de la organización
y en la relación de ésta con todos los grupos de interés y actores implicados.
Beckhard y Pritchard señalan que los líderes tienen que escoger entre tratar el
cambio en forma incremental y lineal o en forma fundamental y diagnóstica.
Tanto una forma como la otra tienen sus ventajas y desventajas; en la incremental
se toman menos riesgos, pero se invierte más tiempo, ya que se supervisa cada uno
de las acciones que se van realizando; esto permite encauzar el rumbo, pero
obviamente en más cantidad de horas. En el fundamental aumentan los riesgos
por la sincronización paralela de los eventos, aunque se gana en tiempo.
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esencia, en el sentido que describen el cambio en cuanto a su magnitud, aunque con
planteamientos sustanciales distintos
En tanto, el tipo de participación tiene que ver con el involucramiento que se prefiera
del personal: puede ser bajo involucramiento o alto grado de involucramiento,
dependerá del tipo de estrategia o acuerdos que se hallan estipulado; lo más común
es que se comience por ciertos niveles y se vaya expandiendo hacia los demás,
aunque se puede comenzar en un intento revolucionario, contemplando a toda la
organización.
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John P. Kotter (1947), un experto de renombre mundial en el liderazgo de la Escuela de Negocios de Harvard,
ha sido la voz más importante de cómo las mejores organizaciones en realidad "hacen" el cambio. Su bestseller
internacional "Leading Change" (“Liderando el cambio”) - que describe un proceso de acciones concretas, de 8
pasos para implementar transformaciones exitosas - se convirtió en la biblia de cambio para los gerentes de todo
el mundo.
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