Núm. 19 - Enero 2020 - ISSN 2605-2946 www.museocanariodemeteoritos.

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Geología Planetaria - Química Asteroidal - Petrografía - Geoquímica - Investigación- Cuerpos Menores

Publicación científica sobre Ciencias Planetarias

Mares Lunares El meteorito peruano

R. Bartali y M. Colli. de TOCACHE
J. García
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 1

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2 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
Sumario Editorial
Un año de ciencias
CRÁTERES; Los mares El meteorito peruano de
lunares .................................Pág. 10 TOCACHE ............................Pág. 64
EDITORIAL.
Buscadores de ciencia.
..................................................................................................................... Pág. 3
NOTICIAS DEL ESPACIO. Queridos amigos;
..................................................................................................................... Pág.4
Despedíamos el tercer año de
Preguntas de los lectores. nuestra revista, y con este núme-
..................................................................................................................... Pág.6
ro damos inicio al cuarto año. Los
MUSEÍSTICA. El Museo de Viena. anteriores han sido años de duro
..................................................................................................................... Pág.30 trabajo, en el que muchos colabo-
radores han aportado su granito
ACTUALIDAD. 2019, un año de descubrimientos. de arena para hacer que las cien-
..................................................................................................................... Pág. 40 cias del espacio lleguen a una so-
ciedad sedienta de conocimientos.
ASTRONÁUTICA.
Europa Clipper y Titan Dragonfly. Hemos llegado a mas de 18 paí-
..................................................................................................................... Pág.46 ses de habla hispana, y varios
más en otros idiomas. Hemos
HISTORIA. La tumba de Winona. entrado en hogares, y también
..................................................................................................................... Pág.74 en Universidades. Nuestros
textos publicados han formado
INVESTIGACIÓN. Meteoritos cubanos siglo XIX. parte del currículo de algunos
..................................................................................................................... Pág. 78 profesores, y también han servi-
do a otros para dar sus clases a
BIBLIOTECA. Meteoritos en Sáhara. nuestros alumnos universitarios.
..................................................................................................................... Pág. 82 Hemos hecho ciencia, y no una
ciencia cualquiera. Hemos hecho
PIEZAS DEL MUSEO. Tocache. ciencia de calidad.
..................................................................................................................... Pág. 84
Y esto ha sido posible solo gra-
FORMACIÓN. cias al inquebrantable esfuerzo y
Interpretación de rocas ígneas (Plutónicas). dedicación de un equipo técnico
..................................................................................................................... Pág. 86
que no ha dudado un instante en
creer que las ciencias planetarias
y del espacio son un legado de la
humanidad que debe ser com-
partido con ella misma. Hemos
roto esquemas en cuanto a las
publicaciones científicas se re-
fiere, porque no creemos en el
sectarismo de quienes no com-
parten la ciencia.
Y tras tres años, estamos en dis-
posición de creer que serán mu-
chos más en el futuro.
Por ello desde la Editorial de esta
revista, mantuvimos nuestra lí-
nea de investigación abierta. Y
gracias a ello hemos establecido
importantes acuerdos de cola-
boración, en los que contamos
con laboratorios privados y uni-
versitarios, en los que profeso-
res y alumnos han encontrado
un vínculo para enriquecer cono-
cimientos y ofrecer colaboracio-
nes para avanzar en investiga-
ciones científicas.
Hemos trabajado codo con codo
para que el conocimiento que
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias
emana de la investigación cientí-
fica sea abierto y enriquecedor,
contribuyendo a la evolución de
nuestra propia especie.
En este nuevo número, en el que
volvemos a traer temas de espe-
cial interés tanto científico como
de la sociedad, y fieles a nuestra
política, queremos también dar
voz a los lectores, respondiendo
a sus preguntas, en la nueva sec-
ción “Preguntas del lector”.
Analizamos cráteres de impacto,
así como nuevos meteoritos y
astromateriales. Les contamos
los aspectos técnicos de misio-
nes espaciales, directamente de
la mano de quienen trabajan en
ellas. Les traemos una informa-
ción actualizada de la situación
en la que los científicos se en-
frentan a desentrañar los secre-
tos de las rocas del espacio, le-
yendo en ellas las líneas ocultas
que nos narran sus historias geo-
lógicas y evolutivas.
Y cómo no, esperamos que sea
de vuestro agrado, y que conte-
mos siempre con vosotros.
Sin más, el equipo de la revista
les desea a todos que disfruten
con su lectura.
José García. Director del MCM.
3
 Noticias del espacio climatológicas del continente ha-
cen que las evidencias de impacto
se conserven. «En otros lugares,
los cráteres son destruidos por la
actividad geomórfica, como la mi-
gración de ríos o los procesos de
pendientes en las montañas. Dado
que Australia tiene un excelente re-
gistro de preservación con cráteres
anticuados dentro de la zona árida,
podemos extrapolar un tasa para
toda la Tierra», declaró en un co-
municado el científico.
Así, según la datación y la cantidad
de estos meteoritos, en las tierras
dores utilizó la técnica de datación
por exposición, para determinar
la edad a la que los materiales del
cráter estuvieron expuestos en la
superficie de la Tierra a la radia-
ción que les llega del espacio, y la
luminiscencia estimulada óptica-
mente, para pedir el tiempo que
hace que los sedimentos estuvie-
ron expuestos al sol por última
vez.
Los investigadores también crea-
ron un nuevo modelo topográfico
tridimensional del cráter de Wolfe
Creek utilizando fotografías aé-
usaron para calcular las dimensio-
nes del cráter. «Calculamos que el
ancho máximo del cráter es de 946
metros en dirección noreste-su-
roeste, lo que refleja la dirección
del impacto. El diámetro prome-
dio es de 892 metros. Predecimos
una profundidad de 178 metros y
tiene una capa de unos 120 metros
de sedimentos, principalmente
arena arrastrada desde el desier-
to», señala Barrows.
Usando las mismas técnicas de
datación geocronológica, los in-
vestigadores también pudieron re-

Grandes impactos áridas de Australia cae uno cada

17.000 años. Sin embargo, este
reas tomadas por Ted Brattstrom,
un maestro de escuela secundaria
calcular la edad del Cráter del Me-
teoro, en Arizona. Descubrieron

se suceden cada 180 años.

El análisis de los cráteres australianos
mejor conservados en todo el mundo ha
permitido a los científicos determinar que
grandes impactos asteroidales se suceden
cada poco menos de dos siglos.
El pasado mes de noviembre co-
nocíamos la noticia, un equipo de
investigación internacional dirigi-
do por el profesor Tim Barrows,
de la Universidad de Wollongong
(Australia) arrojó algo de luz so-
bre la cadencia con la que gran-
des impactos asteroidales se su-
cederían contra nuestro planeta.
El equipo técnico analizó las evi-
dencias del cráter Wolfe Creek,
el segundo mayor en tamaño de
todo el planeta, y uno de los más
grandes del continente austra-
liano. Este cráter localizado al
oeste australiano, en la frontera
misma del gran desierto arenoso
y a unos 145 kilómetros de Halls
Creek se formó por el impacto de
territorio solo supone un 1% de la de Hawai que voló sobre el cráter que es probable que tenga 61.000
superficie terrestre, al ampliarlo a en 2007 tomando imágenes desde años, unos 10.000 años más de lo
toda la tierra, «la tasa aumenta a varias direcciones diferentes. Lo que se pensaba.
uno cada 180 años más o menos»,
afirman los investigadores.
«Esta es una estimación mínima
ya que algunos impactos más pe-
Ortofoto de Wolf Creek.
queños probablemente fueron cu-
biertos por arena durante la era de
Universidad de Wollongong hielo.
El número de objetos grandes es
probablemente 20 veces mayor
un asteroide de unas 14.000 to-
porque los meteoritos pedrego-
neladas y unos 15 metros de diá-
sos son mucho más comunes pero
metro que colisionó a 17 kilóme-
no muchos sobreviven al ardien-
tros por segundo contra el suelo
te viaje a través de la atmósfera
australiano.
o efectivamente hacer cráteres»,
aseguran. El equipo de investiga-
El impacto liberó una energía equi-
valente a 0.54 megatones de TNT,
y según los análisis existentes de
Rogamos a nuestros lectores y colaboradores, que para acelerar la posible publicación de los traba-
los materiales del terreno, ocurrió
jos que nos deseen hacer llegar, pueden enviarlos a la dirección del MCM a través del correo electró-
hace unos 300.000 años. Sin em-
nico que aparece en los contactos; direccion@museocanariodemeteoritos.com antes del día 20
bargo nuevas investigaciones del
del mes anterior a la publicación.
Dr. Barrows y su equipo lo fechan Todos los trabajos serán revisados por el equipo técnico, sugiriendo su corrección al autor, para
de hace unos 120.000 años. garantizar la veracidad de los datos publicados.
Más información, suscripciones, colaboración, etc, en nuestra página web www.museocanariodemeteoritos.com
No es un cráter solitario, pues junto o a través de las redes sociales en www.facebook.com/museocanariodemeteoritos
al mismo se pueden encontrar has- Revista científica dedicada al mundo de la investigación y divulgación científica en el ámbito de la Astronomía, Me-
ta seis cráteres de impacto más, en teoritos y cuerpos menores, Ciencias Planetarias, Geoquímica, Petrografía, didáctica y aplicación de estas ciencias
el mismo continente y datados del en el ámbito escolar y académico, agenda de actividades y eventos científicos.
mismo periodo. Las condiciones Portada; Meteorito TOCACHE en manos de Gabriel Gonçalvez, clasificador.

4 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020. Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 5

 MARTE,
de polo a polo
El pasado mes de junio, la cámara de
alta resolución de la sonda Mars Express
capturó varias imágenes de un polo a
otro. Ahora, varios después, la Agencia
Espacial Europea (ESA) y el Centro Ae-
rospacial Alemán (DLR) han hecho pú-
blicos los resultados: una impresionante
imagen que muestra con una resolución
pocas veces vista el planeta rojo.
La parte superior de esta impresionan-
te vista global de Marte muestra el he-
misferio norte con el Polo Norte aún
extendido en invierno. Un delgado velo
nublado se extiende sobre los valles ba-
jos contiguos, que están parcialmente
cubiertos de arena oscura. Si observa el
centro de la imagen, hay un borde del
terreno: marca el límite entre las tierras
bajas del norte y las tierras altas del sur
de Marte. Las arenas oscuras también
cubren áreas de las tierras altas repletas
de cráteres.
En el extremo sur de la imagen, todavía
se puede ver una parte de las nubes blan-
cas envueltas en Hitting Hells Hellas. La
vista del planeta está ligeramente «incli-
nada» hacia el sur, por lo que es posible
una vista del Polo Norte, pero no el Polo
Sur. De polo a polo, Marte tiene un diá-
metro de 6.752 kilómetros, y la imagen
que se muestra cubre poco menos de
5.000 kilómetros.
El invierno marciano
Durante el invierno en el hemisferio nor-
te, el frío intenso provoca que se precipi-
ten cantidades significativas de dióxido
de carbono fuera de la atmósfera sobre
el Polo Norte. Esto forma una capa del-
gada sobre la capa polar permanente,
que de otro modo consiste predominan-
6 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
temente en hielo de agua. Esta
capa de hielo se extiende hasta
aproximadamente 50 grados al
norte. El contenido de vapor de
agua en la atmósfera marcia-
na, que podría congelarse para
formar hielo de agua y caer a la
superficie como nieve o hielo, es
extremadamente bajo.
Los datos de la imagen fueron ad-
quiridos a principios de la prima-
vera en el norte. La noche polar
en el Polo Norte había terminado
y la capa polar, que había crecido
durante el invierno, comenzaba
a retroceder gradualmente. Este
crecimiento y contracción tam-
bién se podrían haber visto en la
capa polar sur. La delgada banda
blanca de nubes (probablemente
compuesta de cristales de hielo
de agua) es una de las muchas que
aparecen en el hemisferio norte en
esta época del año.
Llanuras interminables
Las llanuras rojizas de Arabia Terra
y Terra Sabaea en el centro de la
imagen son notables por la pre-
sencia de muchos grandes cráte-
res de impacto, lo que indica que
se encuentran entre las regiones
más antiguas de Marte. A lo lar-
go de su frontera norte hay una
escarpa sorprendente, con una
diferencia de varios kilómetros de
altura. Esto separa las llanuras pla-
nas, apenas con cráteres de las tie-
rras bajas del norte, de las tierras
altas del sur, que tienen muchos
más cráteres. Este cambio notable
en el terreno, conocido como la di-
cotomía marciana, marca una divi-
sión topográfica y regional funda-
mental en Marte.
Esto se refleja en los diferentes
grosores de la corteza, pero tam-
bién se extiende a las propieda-
des magnéticas de la corteza y su
campo gravitacional. Todavía hay
debate científico sobre cómo sur-
do el astrónomo italiano Giovanni
Schiaparelli (1835-1910) carto-
grafió por primera vez Marte en
gió esta dicotomía de la corteza: si
bien a partir de fuerzas «endóge-
1877, durante un período en que
las condiciones de observación
nas» en el interior de Marte y, por eran particularmente favorables,
lo tanto, haber sido causada por los cambios en la distribución de
convección del manto o tectónica; las superficies claras y oscuras en
o que fuerzas «externas» fueran Marte se pudieron monitorear du-
responsables, este efecto tal vez rante un período más largo. Enton-
podría atribuirse a uno o más im- ces se creía que el movimiento de
pactos importantes de asteroides. las áreas oscuras era causado por
cambios estacionales en la cubier-
ta vegetal, por lo que se pensaba
Un planeta congelado que existía vida en el planeta rojo.
en el tiempo Marte sigue siendo un planeta
fascinante, que seguirá dando
Los procesos geológicos (vulca-
mucha ciencia de calidad, entre
nismo, tectónica, actividad de
otras cosas, porque aún guarda
agua y hielo) se han detenido en
secretos que poco a poco se van
Marte. Hoy, los cambios que se
desvelando en las misiones es-
pueden observar en la superficie
paciales. No hace mucho tiem-
son causados principalmente por
po también pudimos escuchar
el desplazamiento inducido por
los tremores del subsuelo mar-
el viento de las arenas oscuras.
ciano que suscitan gran interés
Si bien estas arenas, que son de
científico al saber que Marte es
origen volcánico, forman vastos
campos de dunas en depresiones
un planeta cuyo interior está frío
y carece de tectónica. Quedará
como los cráteres de impacto, a
mucho por investigar sobre la
menudo también se depositan
fuente de dichos sonidos intra-
sobre otras áreas grandes, lo que
planetarios.
hace que partes de la superficie
planetaria tengan una apariencia
oscura. El desplazamiento de las
dunas se puede observar durante
un período de uno o dos años uti-
lizando datos de imágenes de alta
resolución.
Por el contrario, los cambios en
las capas de arena de área amplia
toman mucho más tiempo. Cuan-
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Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 7
 Preguntas de los lectores
Hola, me gustaría preguntar a los expertos motivo que cuando se definieron los protocolos
en meteoritos, ¿Por qué caen más meteori- para recuperarlos en Sáhara, el ritmo de los hallaz-
gos se incrementó de forma extraordinaria, produ-
tos en Sáhara que en el resto del mundo? ciéndose hallazgos casi a diario, que han hecho que
museos, coleccionistas e instituciones de todo el
Estimado lector.
mundo puedan disponer de un “almacén” de rocas
del espacio, en la Tierra.
Esta pregunta nos la suelen hacer frecuentemente,
ya que es cierto que el gran desierto de Sáhara es un
depósito de meteoritos, cuyos hallazgos se contabili-
zan por miles, y con cientos de toneladas de astroma-
teriales recuperados. A éstos debemos sumarles los
hallazgos no clasificados, que casi son más cantidad
que los oficialmente reconocidos. Sin embargo hay
un detalle a tener en cuenta, en Sáhara no caen más
que en el resto del mundo, de hecho la caída de me-
teoritos es algo arbitrario.

El motivo por el que se encuentran más en Sáhara es

debido a que el terreno pálido permite distinguir con
más facilidad rocas oscuras, y las condiciones climato-
lógicas del lugar permiten que las caídas se conserven
en buen estado de conservación, con el consiguiente
cúmulo de rocas a lo largo de los milenios. Es por tal

¿Qué fiabilidad tiene el hecho de utilizar

imanes para identificar meteoritos?
Estimado lector.

La fiabilidad es nula. El hecho de los meteoritos

produzcan reacciones a los imanes (sobre todo
los metálicos) es debido a que en su composición
intervienen metales nativos aleados tales como
hierro y níquel, que presentan una fuerte propie-
dad ferromagnética.
Sin embargo no son las únicas rocas que reac-
cionan a los imanes, ya que una gran cantidad
de basaltos terrestres también lo hacen. Esto
es debido a que aunque en la composición de los
mismos no existan metales nativos como en los
meteoritos, lo cierto es que el hierro contenido en
los mismos forma parte de las moléculas de los
silicatos, y presenta tal abundancia que producen
tal reacción.
El uso de imanes en las labores de rastreo en el
campo puede ser interesante para identificar ro-
cas que reaccionan con propiedad ferromagnética,
pero de ahí a concluir que una pieza adherida a un
imán es un meteorito, va un abismo. Tal determina-
ción deberá hacerse a través de los respectivos análi-
sis petrográficos y/o geoquímicos que sea preciso.
Es frecuente que muchas rocas que aparentan fide-
dignamente ser meteoritos, tras los análisis, resultan
ser rocas terrestres, y viceversa. Por otro lado el uso
de imanes para buscar meteoritos es algo que des-
aconsejamos desde la perspectiva científica, ya que
elimina de ellos los remanentes de posibles campos
magnéticos de sus progenitores.

8 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020. Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 9

 Cráteres de impacto
Mares Lunares
ROBERTO BARTALI y MANUEL S. COLLI.
Facultad de Ciencias, Universidad Autónoma
de San Luis Potosí, México.
Los cráteres de impacto son es-
tructuras cuyo tamaño va desde
milímetros o menos, hasta cien-
tos y miles de km de diámetro.
En este trabajo se describen las
características de los cráteres de
mayores dimensiones denomina-
dos mares (en el caso de la Luna)
y mesetas para todos los demás
cuerpos sólidos del Sistema So-
lar.Se han elegido algunos de los
mares más representativos para
los cuales se proporciona una
descripción detallada. Los even-
tos que han permitido la apari-
ción de estos cráteres han sido sin
duda, los que han tenido la mayor
importancia en los procesos de
construcción-destrucción de sa-
télites y planetas. Estas estructu-
ras se han formado por colisiones
que han liberado una inimagina-
10 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
ble cantidad de energía dejando,
como consecuencia, no solo crá-
teres de cientos de km de diáme-
tro y varios km de profundidad,
sino grandes afectaciones secun-
darias como enormes erupciones
volcánicas. Todavía no es posible
explicar la secuencia de procesos
que se necesita para obtener crá-
teres de esta magnitud y comple-
jidad estructural. En este artículo
se describirán las características
más sobresalientes de algunos de
los mares lunares.
Introducción
La colisión entre cuerpos sólidos
o agregados débilmente consoli-
dados de dimensiones considera-
bles (decenas de km de diámetro)
tiene siempre consecuencias ca-
tastróficas tanto para el proyectil
como para el blanco. Las mese-
tas y cráteres de fondo plano, los
cráteres de doble anillo y los mul-
ti-anillo, son ejemplos del resul-
tado de dichas colisiones. Todas
estas morfologías son circulares
o, en algunos casos, elípticas y
tienen bordes bien definidos. La
parte interna de las planicies, en
el interior de los cráteres y de las
mesetas, tiene elevación aproxi-
madamente constante.
En la Luna se pueden observar
otros tipos de estructuras geoló-
gicas las cuales son depresiones
de forma irregular, aparentemen-
te planas y, en la mayor parte de
los casos, no tienen bordes de-
finidos, inclusive ni siquiera po-
seen fronteras discernibles. Estas
depresiones o planicies no tienen
altura constante, puede haber
desniveles de más de 1 km cuya
pendiente es muy suave. A estas
planicies se le denomina Mares y
Lagos. En este artículo nos con-
centraremos en la descripción de
los mares lunares.
Mercurio, Marte y Plutón son los
únicos otros cuerpos sólidos del
Figura 1
Planisferio lunar en el que
se pueden apreciar áreas
claras y otras oscuras. Las
oscuras son los mares, enormes
bacinos creados por el impacto
de asteroides y sucesivamente
llenados por el magna que
encontró un camino fácil desde
el manto hasta la superficie. La
escala es de 8 km/px.
(Cortesía de NASA/LROC/Universidad
de Arizona)
Sistema Solar que presentan pla-
nicies similares a los mares de la
Luna, aunque en la actualidad,
no sean oficialmente clasificadas
como mares, sin embargo,Proc-
tor y Schiapparelli, que fueron
de los primeros en cartografiar
Marte, denominaron a varias re-
giones como mares.Los nombres
actuales, aprobados por la Unión
Astronómica Internacional, de
algunas de esas inmensas estruc-
turas son Hellas Planitia, Acida-
lia Planitia, Amazonis Planitia y
Utopia Planitia. Hellas se sitúa en
el hemisferio meridional y es una
depresión de 2300 km de diáme-
tro con una profundidad superior
a los 7.1 km y prácticamente pla-
na. Acidalia, Amazonis y Utopia
se encuentran en el hemisferio
norte del planeta rojo y fueron,
con mucha probabilidad comple-
tamente llenas de agua hace va-
rios cientos de millones de años.
Uno de los cráteres de mayor ex-
tensión en Mercurio es Caloris-
Basin, una depresión o planicie
con un diámetro de 1550 km, que
es una estructura que ha sido lle-
nada de basalto expulsado del
manto durante la colisión con un
proyectil que, seguramente, te-
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias
nía un diámetro de varias dece-
nas de km.
En Plutón, debido a que la radia-
ción solar es mínima y la tempera-
tura superficial extremadamente
baja (-200º C), se trata de océanos
congelados compuestos principal-
mente de metano y nitrógeno.
Mares (Lunar Maria)
Cuando se observa la Luna a sim-
ple vista se puede apreciar que
hay unas zonas claras y otras más
oscuras en su superficie (Figura 1).
Hace más de cuatro siglos, Gali-
leo Galilei apuntó su pequeño te-
lescopio a la Luna y bautizó esas
regiones oscuras, lisas y, aparen-
temente, privas de cráteres, como
“mares”, suponiendo que eran
regiones similares a los océanos
terrestres. En la actualidad sabe-
mos que no son océanos de agua,
sino enormes cráteres de impacto
cuyo fondo es un “océano de ba-
salto solidificado”. Los mares son
muy comunes en la cara visible de
nuestro satélite y ocupan más del
50% de la superficie que podemos
observar. En la cara lunar no visi-
ble son en cambio, las caracterís-
11
ticas menos representativas, de
hecho, los más importantes son el
Mare Orientale y el Mare Mosco-
viense.
En la Tabla 1 se proporciona una
lista de las formaciones que han
sido bautizadas, de manera ofi-
cial, como mares. Los datos de los
diámetros de los diferentes mares
han sido tomados de las bases de
datos de la NASA, en varios casos
se ha encontrado una diferencia
de un 5% (en exceso o en defecto)
como máximo respecto a diferen-
tes bases de datos, por lo que si
el lector encuentra diferencias no
es por errores imputables a noso-
tros.
Los mares se caracterizan por
tener un fondo plano, aparente-
mente liso. Debido a su extensión,
hay una gran cantidad de cráteres
en su interior que, en su mayoría,
son de tipo simple y por lo tanto
de pocos km de diámetro, pero
muy profundos (>1500 m).
Es interesante el hecho de que hay
muy pocos cráteres con diámetro
suficiente para que sean comple-
jos en el interior de los mares. La
mayor parte de los cráteres com-
plejos se encuentra en las orillas
de los mares. Una posible explica-
ción es que los mares se formaron
después de los cráteres complejos
y estos últimos quedaron sepulta-
dos por los escombros y las erup-
ciones de basalto provocadas por
la formación de los mares. Hay
excepciones como por ejemplo
el cráter Archimedes (80 km de
diámetro) en el mare Imbrium, y
unos pocos más.
Otro dato interesante respecto a
los mares es que se encuentran en
depresiones topográficas, es de-
cir que el nivel de los mares está
entre 2000 y más de 4000 m por
debajo del nivel medio del geoide
lunar.
El espesor de la corteza lunar es
muy variable, desde prácticamen-
te nada, es decir un par de km has-
ta más de 60 km alcanzando en al-
gunas regiones hasta los 100 km.
La corteza de la cara visible de la
Luna es, en promedio, mucho más
delgada que la de la cara oculta.
Los valores menores de espesor
se registran precisamente en las
regiones correspondientes a los
mares (15 a 20 km, en promedio
como máximo). Esta información
ha sido recabada gracias a los da-
tos proporcionados por la nave
GRAIL (GravityRecovery And In-
terior Laboratory) de la NASA la
cual ha realizado mediciones de
mucha precisión de las anomalías
gravimétricas de todo nuestro
satélite.En la Figura 2 se mues-
tra un planisferio lunar en el que
las expresiones topográficas han
sido superpuestas a las anomalías
gravimétricas. Dichas anomalías
muestran también que la densi-
dad de las rocas debajo, o en el
interior de los mares, es mayor
que en otras regiones. Los colores
rojos indican una mayor densidad,
mientras que las regiones colorea-
das con tonos azules son aquellas
en las que la densidad de las ro-
cas es menor. Las anomalías es-
tán calculadas con respecto a un
valor medio de la densidad de las
rocas lunares igual a 2550 kg/m3 y
tomando en cuenta un radio lunar
(medio) igual a 1738 km.
Esto explica porque ha sido fá-
cil, a consecuencia de colisiones
muy energéticas, para el magma
localizado en la parte inferior de
la corteza o la parte superior del
manto salir a la superficie, inva-
dir la depresión y solidificar para
crear los mares. Además, hay que
tomar en cuenta que el sincronis-
mo orbital de la Luna y la Tierra
ha provocado, por efecto de ma-
rea, un fuerte abultamiento de la
parte de la Luna que se encuentra
volteada hacia nosotros por lo que
el manto caliente y líquido, en el
interior de nuestro satélite, pudo
erosionar más fácilmente y adel-
gazar la corteza de un lado mucho
más que del otro. Por esta razón,
a paridad de energía liberada du-
rante una colisión, la capacidad de
perforación de la corteza lunar es
más alta en el lado visible que en
la cara oculta.
El diámetro del cráter depende de
la energía involucrada en la coli-
sión que, a su vez, es una función
de la velocidad del proyectil, de su
masa, ángulo de impacto y de su
consolidación y, al parecer, no hay
límites a los cuales puede crecer el
diámetro de un cráter. Se obser-
van cráteres de cientos de km de
diámetro en cuerpos relativamen-
te pequeños como por ejemplo as-
teroides y satélites. Por ejemplo,
el cráter Rheasilva (complejo con
pico central), en el asteroide Vesta
(Figura 3), mide 505 km de diáme-
tro, casi lo mismo que el diámetro
del propio Vesta (525 km).
Otro ejemplo de un cráter comple-
jo con pico central de dimensiones
enormes, si se compara con el diá-
metro del cuerpo que lo hospeda,
es el cráter Herschel de 130 km de
diámetro (Figura 4) el cual es la es-
tructura geológica más prominen-
te sobre la superficie del satélite
Mimas,la más interna de las lunas
de Saturno, cuyo diámetro medio
es de 396 km.
La profundidad, en cambio tiende
a saturar, es decir llega a un límite
que, para la gran mayoría de los
cráteres lunares, alcanza los 4 o 5
km, independientemente del diá-
metro del cráter, de las regiones
en las que se formaron (mares o
regiones altas) o de su morfolo-
gía (simples, complejos, mese-
tas). Sin embargo, hay excepcio-
nes y es interesante el hecho de
que los cráteres de doble anillo o
multi-anillo lunares sean mucho
más profundos, midiendo entre la
cima del borde y el fondo más de

12 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020. Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 13


5 km alcanzando, inclusive, los 10
km. La profundidad media de los
mares no sigue ninguna tendencia
con respecto a las dimensiones de
la depresión, pero no supera los
2 km. Esto puede deberse a que
los mares han sido llenados con
14 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
Figura 2
Mapa de anomalías
gravimétricas superpuesta al
planisferio lunar. Los mares
se caracterizan por tener una
fuerte anomalía positiva,
evidencia de una mayor
densidad en el interior. La
escala es de 8 km/px.
(Cortesía de NASA/GRAIL)
Figura 3.
Cráter Rheasilvia, la
estructura de mayor tamaño
sobre el asteroide Vesta.
Cortesía de: https://solarsystem.
nasa.gov/resources/1835/south-polar-
impacts/
Figura 4.
Cráter Herschel sobre la
superficie de Mimas, uno de los
satélites de Saturno.
Cortesía de: http://ciclops.org//view_
media.php?id=31191
los escombros de las rocas frag-
mentadas durante su formación
y por enormes flujos de lava que
han subido desde el manto. Sin
embargo, esta hipótesis ha sido
parcialmente refutada por estu-
dios recientes que han mostrado
que el espesor del basalto, en el
interior de los mares, forma una
capa muy delgada la cual varía
entre 33 y 455 m. El estudio de
las rocas lunares traídas a Tierra
por las misiones americanas y so-
viéticas, en las décadas de 1960
y 1970, y la técnica de conteo de
cráteres muestran que los mares y
los flujos de basalto son muy an-
tiguos, habiéndose formado hace
más de 3400 millones de años.
Con el paso del tiempo, el número
de proyectiles capaces de formar
cráteres enormes como los mares,
ha disminuido y además el interior
de la Luna ha ido enfriándose, li-
mitando también la capacidad del
basalto de subir hacia la superfi-
cie. (Du et al, 2019).
El análisis de las características
morfométricas (diámetro y pro-
fundidad) de los cráteres simples
muestra que éstos son igual de
profundos (a paridad de diámetro)
en las diversas regiones lunares,
en el interior o lejos de los mares
(Pike,1977) y en las regiones mon-
tañosas (denominadas “regiones
altas”). Esto es interesante por-
que muestra que la estructura y
las características del terreno en
los mares y en las regiones altas
reacciona de manera similar du-
rante los procesos de colisión.
Se mencionaba, en párrafos ante-
riores, que los mares son grandes
depresiones, pero muy poco pro-
fundas, comparadas con las pro-
fundidades de los cráteres mul-
ti-anillo. En la Tabla 2 se muestran
los valores de profundidad media
de algunos de los mares. La pro-
fundidad ha sido medida toman-
do en cuenta los valores de las
elevaciones que podrían formar
los bordes y los niveles topográfi-
cos en el interior de los mares. En
la tabla hay varios valores debido
a que, en muchos casos, el nivel
del fondo no es constante y a que
los bordes son muy difíciles de
identificar o son extremadamen-
te irregulares.
No todos los mares son estructu-
ras irregulares, algunos de ellos
son cráteres multianillocomo por
ejemplo el Mare Orientale o, de
doble anillo como es el caso del
Mare Moscoviense. Otros, como
el Mare Crisium, el Mare Smythii
y el Mare Humorum, son mese-
tascirculares u ovaladas con fondo
plano. En todos los casos se trata
de estructuras cuyo diámetro su-
pera los 250 o 300 km. Hay estruc-
turas que son clasificadas como
cráteres, cuyo diámetro es muy
superior al de un mar, las cuales
comparten varias características
típicas de los mares como el fondo
plano, liso y relleno de basalto. Por
ejemplo, el cráter Hertzsprung
(doble anillo) tiene un diámetro
de 536 km y el cráter Schrodinger,
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 15
también de doble anillo, cuyo diá-
metro es de 312 km, tienen mayo-
res dimensiones que el Mare Mos-
covienseel cual solo mide 277 km
de diámetro. No está claro porque
algunas estructuras se han clasi-
ficado como mares mientras que
otras son cráteres, es muy obvio
que tanto el Mare Orientale como
el Mare Moscoviense son cráteres
de doble anillo.
Características específi-
cas de los mares
En esta sección se presentan, más
a detalle, las características mor-
fológicas, gravimétricas y topo-
gráficas de los principales mares
lunares. Se trata de una selección
personal, no obedece a ningún
criterio en particular, simplemen-
te consideramos que estos mares
sean representativos de todos los
demás. Esto no quiere decir que
los otros sean similares, cada una
de las estructuras geológicas es
única, sin embargo, por razones
de espacio solo se describirán al-
gunos.
Definir los bordes de un mar no
es igual de simple que para la
gran mayoría de los cráteres, in-
dependientemente del tipo o de
su morfología. Los mares están
interconectados, a veces solo los
separa una cordillera de elevacio-
nes o inclusive no hay una frontera
definida. Sin embargo, los datos
de gravimetría permiten delimitar
sus extensiones cuando existe una
región con fuerte anomalía ya sea
positiva o negativa. Es posible que
los bordes hayan sido fuertemen-
te erosionados por efectos de la
radiación ultravioleta solar, bom-
bardeo constante, superposición
entre ellos o por haberse formado
en tiempos diferentes.
16 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
Algo que llama mucho la atención
es la ausencia casi completa de
cráteres de grandes dimensiones
(complejos) en el interior de los
mares.
Mare Serenitatis
El Mare Serenitatis es uno de los
más extensos y tiene forma casi
circular. En la Figura 5 se muestra
una fotografía de baja resolución
(1000 m/px) del mare Serenitati-
sen la que se muestran, además,
algunos de los cráteres que de-
limitan al Mare Serenitatis y los
principales cráteres en su interior.
Esta depresión tiene un diámetro
de 674 km. y está delimitado por
algunos cráteres de dimensiones
considerables,tales como el crá-
ter de fondo aparentemente pla-
no Posidonius que es un cráter de
95 km de diámetro. La topografía
en su interior es muy compleja y
parece que hay una cadena mon-
tañosa en su interior y de manera
concéntrica al borde. La profun-
didad máxima de este cráter al-
canza los 2.5 km. Otro cráter en la
topográfico. La resolución es de
orilla oriental del mare Serenitati-
ses Le Monniercuyo diámetro es
En la parte inferior se presenta
de 68 km y posee un fondo plano
cuya profundidad es de 1.4 km.
La formación del Mare Serenitatis
borró por completo la orilla occi-
dental de este cráter. Hacia el sur,
los cráteres de mayores dimensio-
inicio (extremo superior norte)
nes son el Dawes, de tipo simple
(17 km de diámetro y 2.5 km de
profundidad); el cráter complejo
con pico central Plinius (41 km de
diámetro y 3.4 km de profundi-
dad) y el Menelaus,otra estructu-
ra simple con muchos domos en
el interior, (27 km de diámetro y 4
km de profundidad).
En las Figuras 6 y 7 se presentan
dos perfiles topográficos del Mare
Serenitatis. Ambos se han obte-
Figura 5.
Mare Serenitatis. 1000 m/px.
Figura 6.
En la parte superior se
muestra una fotografía del
Mare Serenitatis, en la que
se indica la línea a lo largo de
la cual se ha obtenido el perfil
1000 m/px.
el perfil topográfico del Mare
Serenitatis a lo largo de la
línea gris que corre de norte a
sur. El extremo izquierdo de la
gráfica representa el punto de
del perfil.
Datos cortesía de: NASA/LROC/ASU
nido a lo largo de la línea gris di-
bujada encima de la fotografía.El
perfil topográfico mostrados en
las Figuras6 y 7, indican que el fon-
do es fundamentalmente plano y
prácticamente privo de desniveles
importantes. El borde sur es muy
abrupto, los picos más altos alcan-
zan los 2.6 km de altura con res-
pecto a la profundidad media del
fondo. En cambio,el borde norte
es en promedio 1000 más bajo al-
canzando, en media, 1700 metros
de altura con respecto al valor
medio del fondo.
El perfil topográfico mostrado en
la Figura 6 a lo largo de la direc-
ción norte-sur es básicamente si-
milar al mostrado en la Figura 7.
Este nuevo perfil muestra que el fondo es plano y no
hay indicios de desniveles importantes tampoco en
esta dirección (este – oeste). Los bordes oeste y sur
son muy abruptos y su altura alcanza 2.3 km con res-
pecto al valor medio del fondo. En cambio, el borde
norte tiene una altura promedio de 1.6 km respecto
al fondo y su pendiente es un poco menor. La depre-
sión que se observa hacia el borde este del Mare Se-
renitatis se debe al fondo del cráter Le Monnier.
Como se puede apreciar en la Figura 5, en la parte
interna del Mare Serenitatis, hay pocos cráteres de
dimensiones considerables. De hecho, todos son de
tipo simple, por lo tanto, con diámetros inferiores a
los 20 km. Los cráteres de mayor diámetro, ambos
de tipo simple,son elBesselque solo mide 15.6 km de
diámetro y 1700 m de profundidady el Sarabhai cuyo
diámetro es de 7.4 km y su profundidad de 1600 m.
En la Figura 8A se muestra la fotografía de ambos
cráteres además de su perfil topográfico, el cual se
puede apreciar en la sección B de esa misma figura.
Ambos cráteres son muy profundos y tienen bordes
bien definidos y elevados.
En la Figura 9 se muestra una fotografía,de alta reso-
lución (32 m/px), de una región en el interior del Mare
Serenitatis en la que se aprecia que hay una enorme
cantidad de cráteres, pero todos son de tipo simple
y muy pequeños. En este caso particular el cráter de
mayor tamaño, visible en la fotografía, mide 1200 m
de diámetro y tiene una profundidad de 120 m. Cual-
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 17

Figura 7.
En la parte superior se
muestra una fotografía del
Mare Serenitatis en la que se
indica la línea a lo largo de
la cual se ha obtenido el perfil
topográfico. La resolución es de
1000 m/px.
En la parte inferior se presenta
el perfil topográfico del Mare
Serenitatis a lo largo de la
línea gris que corre de este a
oeste. El extremo izquierdo de
la gráfica representa el punto
de inicio (extremo este) del
perfil.
Datos cortesía de: NASA/LROC/ASU
fundamental importancia, sobre
todo si se compara con los perfiles
topográficos y se crean mapas de
gradiente de elevación utilizando
colores falsos.
En la Figura 10 se muestran los
gradientes de anomalías gravi-
métricas medidas en el interior
del Mare Serenitatis. Aparece una
anomalía circular positiva al norte
que podría haber sido generada
por un evento anterior a la for-
mación del mar y, actualmente
oculto representado en la Figura
10por un círculo negro dibujado
con línea continua. Se aprecian,
además, dos regiones circulares,
en el interior, con diferente valor
de anomalía (secuencia de colores
rojo-verde-rojo-verde) las cuales
podrían representar uno o más
anillos, representadas en la Figura
10 como círculos con líneas pun-
teadas. Esto podría ser el vestigio
de una estructura multi-anillo. El
cráter Bessel se encuentra justo
en la frontera entre el primer ani-
llo (color rojo) con anomalía posi-
tiva y la región cuya anomalía es
negativa (color verde y azul), en
esta zona se aprecia una cadena
montañosa que podría definir el
borde sur del mar.
Mare Tranquillitatis
El Mare Tranquillitatis(Figura 11)
se localiza al sureste del Mare Se-
renitatis y, a diferencia de este, no
tiene una forma tan bien definida.
A pesar de su gran extensión (875
km) el interior está empobrecido
de cráteres de grandes dimensio-
nes. El cráter de mayores dimen-
siones es Plinus (41 km y 3.3 km de
profundidad), Ross (24 km y 2.36
km de profundidad) el cual es,
además, el único de morfología
compleja con pico central. Los crá-
teres Vitruvius (31 km y 1.85 km
de profundidad) que tiene fondo

Figura 8.
A) Fotografía de una región
en el interior del Mare
Serenitatis en las que se
encuentran los cráteres de
mayores dimensiones (Bessel y
Sarabhai).
B) Perfil topográfico de la
misma región obtenido a lo
largo de la línea azul.
Datos cortesía de: NASA/LROC/ASU.

plano es el que le sigue en tamaño. Todos los demás

quier región que se elija, mostrará
aproximadamente la misma es-
tructura.
Los cráteres que presentan un
halo más claro son de reciente
formación que, en términos de
tiempo lunar, podrían ser desde
pocos días a decenas de miles
de años. La diferencia de colores
muestra que el material, que ha
sido expulsado desde el subsuelo
durante la colisión, no ha sufrido
de fenómenos de intemperismo
los cuales, con el paso del tiempo,
oscurecen las rocas y el polvo por
efecto, básicamente, de la luz ul-
travioleta solar.
Es muy difícil determinar la es-
tructura interna de un cráter ob-
servando solo la fotografía, por
esto la información acerca de las
anomalías gravimétricas es de
Figura 9.
Fotografía en alta resolución
(32 m/px) del fondo del Mare
Serenitatis, centrada en las
coordenadas: latitud 27.46º N y
longitud 17.49º E.
Cortesía de: NASA/LROC/ASU
cráteres son mucho más pequeños y son de tipo sim-
ple, entre los que destacan Dawes (17 km y 2.48 km de
profundidad),Arago (25 km y 2.6 km de profundidad)
y Maskelyne (22 km y 2.56 km de profundidad) están
alineados formando un círculo que va de norte a sur
pasando por el oeste, cerca del borde del mar, junto
con algunos otros cráteres de menores dimensiones.
Todos estos cráteres (Figura 12), curiosamente simi-
lares en cuanto a morfología y dimensiones, presen-
tan bordes bien definidos y en su interior se aprecian
extensos e importantes procesos de colapso y ava-
lanchas de rocas.El óvalo de color naranja delimita la
región definida como Mare Tranquillitatis. Cerca del
centro del Mare Tranquillitatis se encuentran tres crá-
teres, el más prominente de los cuales es el Jansen de
fondo plano y 24 km de diámetro,pero solamente 300

18 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020. Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 19


m de profundidad. Los otros dos
son el Carrel de 16 km de diáme-
tro (2.15 km de profundidad) en
cuyo interior hay montículos pro-
ducidos por avalanchas y colapso
de las paredes y el cráter simple
clásico en forma de tazón denomi-
nado Sinas con 12 km de diámetro
y 2.2 km de profundidad.
En la Figura 13 se muestra, con
una línea azul, la trayectoria so-
20 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
Figura 10.
Fotografía en alta resolución
(32 m/px) del fondo del Mare
Serenitatis, centrada en las
coordenadas: latitud 27.46º N y
longitud 17.49º E.
Cortesía de: NASA/LROC/ASU
Figura 12.
Cráteres más representativos
en el interior del Mare
Tranquillitatis. La resolución
de la fotografía es de 1000 m/px.
Cortesía de: NASA/LROC/ASU
Figura 11.
Mare Tranquillitatis. La
resolución de la foto es de 1000
m/px.
Cortesía de: NASA/LROC/ASU.
Figura 13.
Fotografía de baja resolución
del Mare Tranquillitatis
(1000 m/px) en la que se ha
trazado una línea azul para
mostrar la trayectoria sobre la
que se ha determinado el perfil
topográfico mostrado en la
sección inferior de esta figura.
Datos cortesía de: NASA/LROC/
bre la cual se ha trazado el perfil
ASU.
topográfico el cual se muestra en
la sección inferior de esa misma
figura. Claramente se aprecia un
gran desnivel entre la parte oes-
te que es laregión conocida como
Lamont (ver Figura 12) y el lado
este, cercano al cráter Cauchy (ver
Figura 12). La diferencia de nivel
entre estas dos regiones es de
1480 m. Lamont es una depresión
de 83 km de diámetro, mientras
de la mitad este, en la cual pre-
valecen las anomalías negativas
(color azul). Hay tres zonas en las
que existen anomalías positivas:
la región en la cual se encuentra
la depresión Lamont, una región
localizada en medio de los cráte-
res Plinus, Ross, Carrel y Jansen,
los cuales forman una especie de
rectángulo y por último el área en
correspondencia de la altiplanicie
al sur, y casi colindante con, el crá-
ter Gardner (17.6 km de diámetro
y 2.8 km de profundidad).Estas
anomalías positivas podrían ser
regiones en las que hay un incre-
mento de densidad en el subsuelo,
posiblemente por el magma soli-
que Couchy es un cráter de tipo
simple con un diámetro de 12 km
y una profundidad de 2.5 km.
El cráter simple que se observa
en la Figura 13 a poco más de 100
km de distancia a partir del punto
inicial del perfil topográfico (ex-
tremo izquierdo de la línea azul)
es el cráter de tipo simple Ritter B
de 14 km de diámetro y 2.4 km de
profundidad. Este pequeño crá-
ter, apenas visible en la fotografía,
es suficientemente profundo para
alcanzar el nivel más bajo de la de-
presión Lemont.
En la Figura 14 se muestran, una
a un lado de la otra, la fotografía
y el mapa de anomalías gravi-
métricas, de esta manera es más
sencillo, comparando ambas imá-
genes, relacionar la topografía
con las anomalías gravimétricas
correspondientes. Los óvalos en
línea punteada delimitan al Mare
Tranquillitatis. Las anomalías gra-
vimétricas, en el interior del Mare
Tranquillitatis (Figura 14), mues-
tran una dicotomía. El valor medio
de las anomalías en el lado oeste
es, en casi toda la mitad izquierda,
positiva (color rojo), a diferencia
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 21

dificado que subió y fluyó durante
la formación de cráteres que aho-
ra son completamente ocultos.
El Mare Tranquillitatis ha sido vi-
sitado por diferentes misiones
espaciales, tanto de la ex Unión
Soviética como de Estados Uni-
dos, la más representativa de
las cuales fue la Misión Apollo 11
(NASA, 1969) que permitió a los
humanos pisar, por primera vez,
un cuerpo extraterrestre. Otras
misiones han sido la Surveyor 5
(NASA, 1967), Ranger 6 (NASA,
1964), Ranger 8 (NASA, 1965),
Luna 21 (URSS, 1973) y Lunokhod
2 (URSS, 1973). En realidad, no es
correcto decir que Apollo 11 fue
la misión de mayor importancia,
como muchas veces mencionan
los medios de comunicación, por-
que cada una ha representado un
enorme esfuerzo y ha permitido
lograr avances importantes tanto
tecnológicos como científicos, sin
los cuales habría sido imposible
llevar seres humanos a nuestro sa-
télite. Sin embargo, la proeza de
llevar a la Luna y, traer de regreso
sanos y salvos, a tres astronautas
ha tenido un impacto enorme tan-
to científico como social y político.
22 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
Mare Imbrium
Esta estructura geológica se en-
cuentra al noroeste del Mare Se-
renitatis y tiene una forma ovala-
da bien definida (Figura 15). Dos
grandes cráteres marcan los lími-
tes norte y sur. En el borde norte
se encuentra Plato, un cráter de
fondo plano de 100 km de diáme-
tro y 2 km de profundidad. En el
lado opuesto (sur) se aprecia el
cráter complejo con pico central
Copernicus con un diámetro de 96
km y 3.3 km de profundidad.
Sinus Iridum, en la parte noroeste
del Mare Imbrium, es el remamen-
te de un enorme cráter de fondo
plano cuya profundidad media es
de 2.6 km. Es una estructura de
forma circular de 250 km de diá-
metro con una anomalía gravimé-
trica negativa con respecto a la del
Mare Imbrium que posee un valor
positivo elevado, sin embargo, el
interior de SinusIridumes 700 m
(en promedio) más profundo que
el Mare Imbrium, por lo que no
se puede adjudicar esta anomalía
a un exceso de masa, más bien a
que las rocas de la corteza lunar,
Figura 14
Fotografía del mare
Tranquillitatis (lado
izquierdo) con una resolución
de 1000 m/px, en la que la
línea amarilla punteada
representa, aproximadamente,
sus fronteras. En el lado
derecho se muestra el mapa
de anomalías gravimétricas
de la misma región y con la
misma resolución espacial. En
la parte de abajo se aprecia la
legenda que indica que las
áreas coloreadas en rojo tienen
anomalías positivas, mientras
que las azules son regiones con
anomalía negativa.
Datos cortesía de: NASA/LROC/ASU/
GRAIL.
Figura 15.
Mare Imbrium, 4000 m/px.
Cortesía de: NASA/LROC/ASU
Figura 16.
Mare Imbrium a una
resolución de 2 km/px. La
línea azul superpuesta
representa el recorrido sobre el
cual se ha determinado el perfil
topográfico mostrado en la
parte inferior de esta figura.
Cortesía de: NASA/LROC/ASU
en el interior de esta región, se en-
cuentran altamente fragmenta-
das y/o muy porosas o débilmente
consolidadas.
En la Figura 16 se muestra el perfil
topográfico del Mare Imbrium ge-
nerado a lo largo de la línea azul
(de izquierda a derecha). Se puede
apreciar que es relativamente pla-
no y de profundidad aproximada-
mente constante.
Hacia el borde este se observan
tres cráteres de distinta morfo-
logía, representados en la Figura
17, pero cuya profundidad es si-
milar. Se trata del cráter simple
Bancroft de 12 km de diámetro
y una profundidad de 2500 m.,
a su lado y hacia el noreste, se
aprecia el mayor de los cráte-
res que se localizan en el inte-
rior del mare Imbrium, se trata
de Archimedes, cuyo fondo es
completamente liso y plano con
un diámetro de 81 km y una pro-
fundidad de 2.5 km. A su dere-
cha se aprecia un cráter, en cuyo
interior han ocurrido muchos
procesos de avalanchas, cuyo
nombre esAutolycus de 39 km
de diámetro y una profundidad
de 3.75 km. Aristillus es el único
cráter complejo de pico central
presente en el interior del mare
Imbrium, tiene un diámetro de
54 km y una profundidad de 3.6
km, su pico central alcanza una
altura de 1000 m con respecto al
fondo plano y liso del cráter. Si se
analizan los datos de anomalías
gravimétricas, estos cráteres se
encuentran fuera de los bordes
del mare Imbrium, justo a medio
camino entre el mare Imbrium y
el mare Serenitatis. Esta región
es muy interesante debido a que
hay cráteres de cuatro morfo-
logías distintas: simples, fondo
plano, complejo de pico central y
uno que podría haber sido com-
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 23

plejo de pico central, pero ha sido
borrado por los procesos de ava-
lancha y de erosión ocurridos a lo
largo de cientos de millones de
años. Independientemente del
tipo de terreno, la profundidad
de los cráteres de fondo plano
es menor que la de los cráteres
complejos. El valor de la relación
profundidad contra diámetro es
mayor para los cráteres simples y
disminuye para los cráteres com-
plejos de pico central hasta tener
un valor muy pequeño para los
cráteres de fondo plano.
24 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
Figura 17.
Sección este del Mare
Imbrium, la imagen tiene
una resolución de 500 m/px.
Se muestran los principales
cráteres y el perfil topográfico
de la región.
Cortesía de: NASA/LROC/ASU.
Figura 18.
Fotografía del Mare
Humboldtianumcon una
resolución de 500 m/px, en la
que se han agregado los nombres
de los principales cráteres.
Se muestran también las
direcciones hacia otros mares.
Datos cortesía de: NASA/LROC/
ASU. como la mayor parte del interior
Figura 19.
Fotografía del Mare
Marginiscon una resolución
de 500 m/px, en la que se
han agregado los nombres
de los principales cráteres.
Se muestran también las
direcciones hacia otros mares.
Datos cortesía de: NASA/LROC/
ASU. Mare Marginis
Otros Mares
En esta sección se describen de
manera somera y muy gráfica
otros mares lunares. En cada figu-
ra se muestran los principales crá-
teres que se encuentran en el inte-
rior de cada uno de los mares o en
sus orillas. En cada figura, la línea
de color naranja representa, de
manera aproximada, el períme-
tro, estimado, del mar. Se marcan
también, por medio de flechas, las
direcciones que indican hacia don-
de se encuentran los otros mares.
Esto es importante para localizar-
los en un mapa general de la Luna.
Mare Humboldtianum
Es una estructura de forma irre-
gular delimitada por varias cade-
nas montañosas hacia el sur y de-
presiones y los bordes de cráteres
de grandes dimensiones hacia el
norte (Figura 18). Hay un cráter
de 30 km de diámetro, de fondo
plano, en la parte oeste que no
tiene nombre. El cráter de fondo
plano Bel’kovich A de 57 km de
diámetro y 900 m de profundidad
es la estructura más prominen-
te y delimita el Mare Humbold-
tianum hacia el este. Este cráter,
deladepresión, se encuentra a
una profundidad media de 4.6 km
con respecto del nivel medio del
geoide lunar. Hacia la parte norte
y oeste se aprecian algunos cráte-
res de fondo plano cuyos bordes
son altamente erosionados, a nin-
guno de estos se le ha asignado
un nombre propio.
Este mare, de forma ovalada (Fi-
gura 19), se encuentra delimita- alcanza los 4100 metros de pro- terior es el Rosse, tipo simple, de
do por grandes cráteres de fondo fundidad (más de 2 km por deba- 11.4 km de diámetro y 2.4 km de
plano y complejos de pico central, jo del nivel topográfico medio del profundidad. La profundidad me-
algunos de los cuales están prác- fondo del mare Marginis). El crá- dia del interior del mare es de 2.7
ticamente ocultos y solo se puede ter complejo Jansky, posiblemen- km. El fondo del cráter complejo
apreciar lo que en tiempos remo- te tuvo un pico central que, en la de pico central Theophilus(98.5
tos fue su borde. Aun cuando apa- actualidad se encuentra muy ero- km de diámetro y 4.7 km de pro-
rentemente el fondo es plano, en sionado, es todavía más profundo fundidad) es 2 km más profundo
realidad hay muchos desniveles, alcanzando los 4950 m. del fondo del mare Nectaris. El
sin embargo, la profundidad me- cráter Fracastorius parece que se
dia de esta estructura es de unos formó antes que el mare Nectaris
2 km. Los cráteres al norte son Mare Nectaris y fue invadido por el magma que
muy poco profundos, entre 500 y llenó el Mare Nectaris. Esta hipó-
800 metros por debajo del fondo Es una depresión ovalada delimi- tesis podría tener como evidencia
del mare, en cambio, los cráteres tada por grandes cráteres hacia el hecho de que el borde norte de
al sur son mucho más profundos. el oeste y estructuras menores Fracastorius es apenas percepti-
Por ejemplo, el cráter de pico cen- hacia el este (Figura 20). El cráter ble, En cambio Theophilus se for-
tral Neper (144 km de diámetro) de mayores dimensiones en el in- mó claramente después del Mare
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 25

Figura 20.
Fotografía del Mare
Nectariscon una resolución
de 1000 m/px, en la que se
han agregado los nombres
de los principales cráteres.
Se muestran también las
direcciones hacia otros mares.
Cortesía de: NASA/LROC/ASU.
Figura 21.
Fotografía del Mare
Fecunditatiscon una
resolución de 2 km/px, en la
que se han agregado los nombres
de los principales cráteres.
Se muestran también las
direcciones hacia otros mares.
Cortesía de: NASA/LROC/ASU.
Foto de la cara oculta.
Obtenida por la tripulación de
Apolo 16.
Figura 22.
Fotografía del Mare
Australecon una resolución
de 2 km/px, en la que se
han agregado los nombres
de los principales cráteres.
Se muestran también las
direcciones hacia otros mares.
Cortesía de: NASA/LROC/ASU.
26 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
Nectaris debido a que sus bordes
son muy bien conservados y a que
hacia el sureste se observa una
avalancha de material proceden-
te de este cráter el cual está inva-
diendo al interior del Mare Necta-
ris.
Mare Fecunditatis
Esta depresión de forma irregular
(Figura 21) está delimitada por va-
rios cráteres complejos como por
ejemplo el Langrenus (132 km de
diámetro y 4.6 km de profundi-
dad) hacia el este; el Gutemberg
(70 km de diámetro y 2.5 km de
profundidad) hacia el oeste y el
Taruntius (57 km de diámetro y
2.7 km de profundidad, muy ero-
sionado) al norte. El fondo del
mare Fecunditatis es irregular con
abultamientos y depresiones y
que alcanzan, en algunas seccio-
nes hasta 500 o 700 m de altura o
profundidad, respectivamente.
Mare Australe
Es una estructura de grandes di-
mensiones que a diferencia de los
otros mares presenta una gran
cantidad de cráteres de todo tipo
y tamaño (Figura 22), por lo que
es más difícil de reconocer. Se en-
cuentra cerca del polo sur lunar.
Muchos de los cráteres de grandes
dimensiones son muy antiguos
y han sufrido procesos erosivos
importantes, por lo que apenas
se pueden apreciar sus bordes,
todos ellos son de fondo plano y
muy poco profundos. Algunos de
estos cráteres son: Lamb (104 km
de diámetro y entre 400 y 700 m
de profundidad), Lyot (151 km de
diámetro y menos de 1 km de pro-
fundidad), el Chamberlin (60 km
de diámetro y 1.7 km de profundi-
dad) y el Oken (diámetro de 79 km
y 2.4 km de profundidad media).
Los cráteres complejos más im-
portantes que se pueden observar
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias
en el interior del Mare Australe se
pueden citar el Hamilton (con diá-
metro de 57 km 3.6 km de profun-
didad con un pico central de 700 m
de altura máxima) y el Jenner (74
km de diámetro y 3.8 km de pro-
fundidad con un pico central de
800 m de altura).
Conclusiones
Las más prominentes estructu-
ras geológicas, en todo cuerpo
sólido del Sistema Solar, son los
cráteres cuyas dimensiones se
miden en cientos de km. Estas
estructuras en la superficie lunar
se denominan “Mares”, mientras
que en otros cuerpos simplemen-
te mesetas o cráteres. Los mares
lunares poseen características
comunes tales como baja profun-
didad, pocos cráteres complejos
o de dimensiones de decenas de
km en su interior, a pesar de sus
extensiones, y, son fundamental-
mente planos.
Referencias
Neumann et al., 2015. Lunar im-
pact basins revealed by Gravity
Recovery and Interior Laboratory
Measurements.
Raitala et al Venusian Impact cra-
ters xxxxxxx
Du J., Fa W., Wieczorek M.A., Xie
M., Cai Y., Zhu M-H., 2019. Thick-
ness of Lunar Mare Basalts: New
Results Based on Modeling the
Degradation of Partially Buried
Craters. Journal of Geophysical
Research: Planets, https://doi.or-
g/10.1029/2018JE005872
Pike R.J., 1977. Apparent depth/
apparent diameter relation for lu-
nar craters. Lunar Science Confe-
rence, 8th, Proceedings. Volume
3. 1977LPSC....8.3427P.
27
28 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020. Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 29
 Museística
La maravillosa visita
al museo de viena
José Antonio Rey.
Es imposible alzar la mirada en una
noche estrellada y no sucumbir al
vuelo de la imaginación que nos
lleva a preguntarnos con estupor
y desconcierto ¿de dónde proce-
de este universo que se extiende
en millones de galaxias y forma-
ciones estelares? ¿Qué portento
determinó que la vida surgiese
en un rincón del espacio? ¿Acaso
nuestra conciencia no es en parte
un geocentrismo existencial que
pone a girar el sublime surgimien-
to de la vida alrededor de nuestra
especie?
Desde que el modelo de Ptolo-
meo entrase en vigor en el siglo
30 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
II d.C. solidificando los teológicos
dictámenes de la Iglesia, hasta
que Copérnico formulase la teo-
ría heliocéntrica derrumbando el
mito creacionista, hay un espacio
de tiempo ocupado por el dramá-
tico empuje de la ciencia. Los des-
cubrimientos de Galileo y las leyes
de Newton cambian radicalmente
el sentido de esa mirada que des-
de nuestro más primitivo asombro
antropológico, nos llevó a adorar
al sol, las estrellas y el fulminante
paso de un cometa.
Por esos azares del destino, tan in-
auditos como aquellos que pudie-
sen hacer descender ante nues-
tros pies un fragmento de luna,
conocí a José García, director del
Museo Canario de Meteoritos y
un gran especialista en el tema.
Atraído por sus innumerables es-
critos, conferencias y entrevistas,
he estado orbitando alrededor
de su valioso conocimiento como
lo haría en el espacio sideral un
cuerpo rocoso o un fragmento de
algún planeta desaparecido. Es
indudable que los paralelismos de
ideas y las búsquedas interiores
pueden ser un campo magnético
para muchos seres humanos.
De este modo recibí su invitación
para escribir un artículo en la re-
vista “METEORITOS” sobre mis
experiencias y constantes visitas
al Museo de Historia Natural de
Viena o “Naturhistorisches Mu-
seum Wien“. Una institución inau-
gurada en 1889 con el objetivo de
reorganizar la vasta colección de
la dinastía de los Habsburgo, esti-
Pallasitas Fukang, China
y Eagle Station. Dos muestras
de indiscutible magnanimidad.
mada en 30 millones de objetos y
25 millones de especímenes, que
obviamente no pueden colocarse
en un espacio físico arquitectóni-
camente diseñado sobre un área
de 8.700 m2.
Las colecciones del Departamen-
to Mineralógico - Petrográfico de
esta inmensa exposición, alcanza
un total de 150.000 objetos inven-
tariados, de los cuales apenas el
15 % está a merced del público.
Muchas de estas valiosas reliquias
extraídas de antiguos yacimientos
ya desaparecidos o sobreexplota-
dos, procedían del área alpina y
eran parte de los tesoros que cobi-
jaba la monarquía austrohúngara.
En la espléndida sala de meteori-
tos de este museo, nos encontra-
mos con todo tipo de muestras
devenidas de varias partes del
mundo en donde sobresalen las
sideritas, las pallasitas y las con-
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias
dritas que tanto esplendor y mis-
terio generan.
Casi sin saber hacia donde dirigir
la mirada, tres objetos de renom-
brado peso científico e histórico
captaron especialmente nuestra
atención y la de la mayoría de los
visitantes. Concretamente me re-
fiero a los meteoritos de Knyahin-
ya, Cabin Creek y Hraschina.
El meteorito Knyahinya descendi-
do el 9 de junio de 1866 en Ucra-
nia, Rusia, fue durante mucho
tiempo la mayor pieza conocida
encontrada en los Cárpatos con
500 kilos de peso. El fragmento
que el museo de Viena expone
posee 280 kilos y procede del cin-
turón de asteroides con una anti-
güedad de 4500 millones de años,
lo cual lo sitúa en la misma edad
del sistema solar. Recordemos
que la clasificación de los meteo-
ritos comprende tres fechas fun-
31
damentales: la edad de formación
(que nos remonta a su origen), la
edad terráquea o el momento en
que el objeto impactó en la tierra y
la edad de radiación que determi-
na cuánto tiempo giró alrededor
del sol antes de ser despedido del
núcleo de un planeta ya desapare-
cido o de un asteroide que sufrió
un impacto o varió drásticamente
su órbita, en un largo viaje al infi-
nito que muy bien podría hacerlo
cubrir un itinerario de millones de
años.
Obviamente como el cinturón de
asteroides fluye entre las órbitas
de Júpiter y Marte, estos cuer-
pos son afectados por las mareas
gravitacionales que lo hacen coli-
sionar o salir despedidos en otras
direcciones. Cuando estas inmen-
sas masas carbonaceas, metali-
corocosas o metálicas atraviesan
el espacio en su misterioso des-
tino impregnado de rotaciones,
resquebrajamientos, choques,
fragmentaciones y continuos des-
plazamientos, quedan expuestas
a un constante bombardeo de la
radiación cósmica que transmuta
radicalmente sus núcleos atómi-
cos. Por este motivo su llegada a
32 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
la superficie de la Tierra constitu-
ye un regalo del universo o un pe-
queño recuerdo de los instantes
que dieron paso a la propia estruc-
turación de los planetas.
Es más que evidente que no esta-
mos frente a un común trozo de
hierro de ennegrecida o plateada
epidermis, sino de un laboratorio
de la creación que cobija bajo su
aparente inmutabilidad el prodi-
gio de la vida. Estos barómetros
del pasado son piezas de un rom-
pecabezas que puede deparar la
comprensión de múltiples fenó-
menos astronómicos. Por otro
lado, los meteoritos funcionan a
menudo como cápsulas de fecun-
didad que inoculan en sus explosi-
vas entradas en la atmósfera una
imperceptible lluvia de minerales
y una especie de incepción cósmi-
ca de múltiples componentes, que
a menudo trasladan hacia los con-
fines de la galaxia, la germinación
de formas embrionarias en las ca-
pas más microcósmicas o el pre-
ciado suplemento del agua arras-
trado sobre su pétrea corteza.
Otra pieza de sumo interés, es el
meteorito de Cabin Creek el cuál
Una de las fabulosas
vitrinas donde reposan algunas
extraordinarias piezas.
Meteorito de Knyahinya.
fue catalogado como un objeto
orientado en su descenso antes
de impactar en el suelo terrestre.
Oficialmente registrado el 27 de
marzo de 1886 los testimonios
que verifican su periplo lo descri-
ben en forma de punta de lanza.
Un moldeamiento recibido por
una pronunciada declinación que
lo hizo friccionar con la atmósfe-
ra de nuestro planeta.
Esta pieza es única en su género
y fue recogida casi con inmedia-
tez, lo cual mantuvo su frescura
constitutiva sin que llegase a su-
frir el corrosivo deterioro de la
humedad. Los meteoritos me-
tálicos no llegan al 10% de las
variaciones que han sido mun-
dialmente recogidas, siendo las
condritas las más abundantes.
Constituidos por hierro, níquel,
cobalto y platino, llevan en su
fuero interno una mezcla mineral
no presente en nuestro entorno
natural.
El Cabin Creek fue recogido en
Arkansas e integrado al museo
de Viena en 1890 por la altruista
iniciativa del empresario Albert
Mayer von Gunthof (1827-1906).
Por último, tenemos al meteorito
de Hraschina caído el 26 de mayo
de 1751 en las inmediaciones de
Zagreb, Croacia. Este bloque de
hierro dividido en dos piezas im-
presionó grandemente la imagi-
nación popular y dejó perplejos a
muchos aldeanos. No obstante,
bajo la opinión eclesial y el es-
cepticismo de la época, a nadie
se le hubiese ocurrido aceptar
que un pedazo de hierro pudiese
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias
aterrizar con luminosa estela de
las inmensidades del Cielo. Se-
gún cuentan algunos relatos, el
párroco del lugar desenterró uno
de los fragmentos metálicos de
39 kilogramos de peso, para en-
viárselo al emperador Francisco
de Habsburgo-Lorena y Borbón
(1768-1835), mientras que el otro
fragmento fue utilizado para fi-
nes locales, llegando incluso a
quebrarse bajo los diestros gol-
pes de los herreros con el obje-
tivo de construir clavos y otros
enseres.
Esta histórica pieza perfectamen-
te mantenida, fue incluida dentro
del tesoro imperial en 1751. Más
tarde, en 1778 fue agregada con
toda pompa y orgullo, a las excel-
sas colecciones privadas del gabi-
nete austrohúngaro.
33
 ante sus ojos el novedoso hallazgo
de un extraño fragmento semien-
terrado en las laderas de Krasno-
yarsk, en Rusia.
En las elegantes vitrinas del mu-
seo de Viena sobresalen muestras
de lustrosas pallasitas, dentro de
las cuales resaltan los fragmen-
tos de Seymchan, encontrados
en Magadan Oblast Duma, Rusia
(1967), South Bend, USA (1893),
Pavlodar, Kazajistán (1885), Ster-
ley, USA (1950), Marjalahti, Ru-
sia (1902), Krasnoyarsk (1749),
Quijingue, Brasil (1984), Sericho,
condado de Isiolo, Kenia (2016),
Esquel, Chubut, Argentina (1951),
Eagle Station, Kentucky, USA
(1880), Finmarken, Noruega
(1902), Imilac, Antofagasta, Chile
(1822), Glorieta Mountain, Nuevo
México (1884), Ahumada, Chi-
huahua, México (1909), Admire,
Kansas, USA (1881), Brenham,
Kansas, USA (1882) y una espec-
tacular muestra de la pallasita de
Fukang, localizada en la región
autónoma de Uigur en Xinjiang,
China en el año 2000. Una pieza
con grandes muestras de olivino y
una refulgente luminiscencia que
en el museo ha sido deliberada-
mente iluminada desde su parte
trasera para evidenciar su fasci-
nante esplendor.

Según narran los guiones graba-
dos en la audio guía del museo y
las explicaciones adjuntas a las
piezas, el conde Alois von Beckh
Widmanstätten (1753-1849), des-
cubre los patrones de reja en los
meteoritos metálicos que llevan
su nombre. O sea, “estructuras
de Widmanstätten“, lo cual fue un
notorio paso de avance para tes-
tificar científicamente la autenti-
cidad de un objeto procedente del
espacio. Estas avenencias fueron
continuadas por el descubrimien-
to de las líneas de Neumann en Meteorito de Cabim Creek.
1848, apreciadas en muchos cuer-
pos metálicos cuando son debida-
mente cortados, pulidos y trata-
dos con ácido.
Para completar la fabulosa mues- Meteorito Hraschina.
tra, el museo posee una excepcio-
nal exposición de litosideritos o
meteoritos pedregosos metálicos
en donde sobresalen las pallasitas
que deben su nombre al natura-
lista alemán Peter Simon Pallas
(1741-1811), quien en 1772 tuvo

34 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020. Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 35


Es indudable que estamos en uno
de los mausoleos de ciencias más
extraordinarios del mundo, con pie-
zas que sobrepasan nuestra expec-
tativa por su belleza, claridad, histo-
ria y antecedentes astronómicos.
En uno de los laterales de la sala
puede verse el gran meteorito de
36 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
Youndegin de 909 kg, encontrado
al este de Perth, Australia en 1884
y dos piezas menores, una en-
tresacada en 1891 del Cañón del
Diablo localizado en el “Barrin-
ger Cráter” de Arizona y otra de
210 kg, extraída de la localidad de
Acuña, en el estado de Coahuila,
México en 1981.
Casi por azar y justo antes de
abandonar la esplendorosa sala,
me encontré de pronto inmerso
ante un fragmento del meteorito
de Nakhla que impactó el 28 de
junio de 1911 a 40 km al este de
Alejandría. Los pedazos oscilaban
en 10 kg aproximadamente y sólo
tres museos del mundo poseen
muestras de este foráneo anfi-
trión del universo.
Conjunto de notables
pallasitas.
El autor junto a tres
piezas importantes: Youndegin,
Cañón del Diablo y Acuña.
Aunque la mayoría de los meteo-
ritos son residuos de asteroides
constituidos en edades tempra-
nas, existen algunos que no pu-
dieron ser clasificados dentro de
este origen, provocando algunas
polémicas e hipotéticas ideas. En
este grupo se encuentran los me-
teoritos de Shergotty, Nakhla y
Chassigny, científicamente defini-
dos bajo las siglas de SNC.
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias
Para aclarar el enigma, algunos
avances tecnológicos tuvieron que
estremecer el mundo astronómi-
co. Obviamente, los estudiosos
debieron esperar a que las sondas
espaciales midieran la superficie
de Marte, un acontecimiento que
corroboró la procedencia de estos
objetos, debido a su constitución
interna y además porque los tres
contienen incrustaciones de un
37
gas de igual composición quími-
ca, que impera en la atmósfera
del cuarto planeta y el segundo
más pequeño del sistema solar,
si se tiene en cuenta las dimen-
siones de Marte con respecto a
Mercurio.
Volviendo a una de las estante-
rías de un marcado corte natu-
ralista que me recuerda las pri-
meras colecciones que en época
de Darwin los exploradores ha-
brían comenzado a reorganizar,
vislumbro una alargada masa de
hierro en forma de cilindro de-
nominada Babb´s Mill (Blake´s
Iron), encontrada en Tennessee,
USA, en 1876. Seguramente el
bautismo de esta enorme pieza
fue inspirado en el término de
“Black”, que en el inglés antiguo
personificaba lingüísticamente
a un evento de corte enigmático
o una historia difícil de catalo-
gar, un claro simbolismo tal vez
inspirado por sus descubridores,
que denota el lado oscuro de
este interesante objeto, el cual
debe de haber dejado un cráter
de impacto y una ecléctica teori-
zación de su origen. La muestra
38 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
que el museo de Viena ostenta
posee un peso de 128.7 kg.
El encanto de los meteoritos de
hierro es inigualable. Aunque los
cortes que develan su lustrosa
superficie encandilen nuestros
ojos y muestren un corazón re-
fulgente, sus aleaciones con ka-
macita y taenita nos recuerdan
con silencioso testimonio, que
su rugosa fisonomía procede del Fragmento de Gibeón
núcleo de asteroides. en manos del autor.
Siendo extremadamente den-
sos, su peso es increíblemente
enorme en correspondencia con
sus dimensiones. Una cualidad
notable que indudablemente los
identifica.
Si sostuviésemos una pieza en-
tre los dedos y comparásemos
su densidad, textura y peso con
una roca de iguales dimensio-
nes extraída de nuestro entorno
natural, quedaríamos completa- y difíciles de trasladar cuando miné lentamente alrededor de No sé si existe vida en otras ga-
mente atónitos. Tal parece que han sobrevivido ala desintegra- estos visitantes del pasado, sin- laxias o en el interior de los mi-
hemos levantado un pedazo de ción física de su estructura, han tiendo en mi propia piel la tem- les de planetas que cada vez au-
gravedad que se resiste a ser volado paradójicamente como poralidad de nuestra vida. Com- mentan más las clasificaciones
elevada de su punto de contac- Meteorito de Babb’s Mill, ligeras plumas de acero en una parados con estas eternas rocas, astronómicas, pero tampoco lo
to material. Siendo tan pesados Tennessee, USA. acrobacia cósmica tripulada por ¿qué somos? ¡Apenas un grupo pongo en duda. ¡Sería muy iró-
la propia evolución. de habitantes de un exiguo rin- nico que fuésemos los únicos
cón de la galaxia! observadores de esta inmensa
Con estas evidencias ante nues- odisea!
tros ojos ¿cómo podemos com- La falta de “conciencia dimensio-
portarnos como si fuésemos los nal” ha sido históricamente una Si estos mensajeros de la in-
destinatarios de la eternidad? de las causas permanentes de finitud pudiesen dialogar, sa-
Aun elevando telescopios a las tantos desvaríos humanos. Ca- bríamos muchos secretos que
alturas, tomando muestras de tapultado en mi mente hacia el inquebrantablemente ocultan
un planeta, observando un co- infinito, salí del museo tras estar con resistente y lejana discre-
meta, clasificando estrellas o en- más de cuatro horas analizando ción. ¿Por dónde pasaron? ¿Qué
viando sondas a la superficie de estas maravillosas joyas del Cie- vieron? Tal vez tengan respuesta
uno de los tantos cuerpos estela- lo. Estar entre meteoritos, pal- para muchas de nuestras histó-
res de nuestro inabarcable siste- par su peso, tocar su superficie y ricas interrogantes.
ma solar, nuestras conclusiones sentir el magnetismo que emana
seguirán siendo cálculos de in- de su antigua efigie, es realmen-
ferencia, nociones comparadas te grandioso. Es un acto que nos
o vislumbres de un entendimien- acerca a las semillas germinales
to global que sobrepasa nuestra que hace millones de años surca-
actual capacidad tecnológica. ban los límites más insondables
Con estas ideas en mente ca- del universo.
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 39
 Actualidad
2019, un año de
descubrimientos
JORGE CARRO MAROTO. Físico por la USAL.
Máster en Astrofísica por la UCM.
Vicepresidente de la Organización Salmantina
de Astronáutica y el Espacio (OSAE).
Un año más ha terminado y otro
nuevo año se nos presenta por
delante. La astrofísica es una
ciencia que avanza a pasos agi-
gantados y no pasa una sema-
na sin que conozcamos nuevos
e interesantes descubrimien-
tos. No podemos predecir todo
lo que nos deparará este 2020,
pero lo que sí podemos hacer es
recordar algunos de los hallaz-
gos y eventos más relevantes
que la astronomía nos ha ofreci-
do en este año que hemos aban-
donado. Repasémoslos juntos.
40 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
Fuente: NASA/JHUALP/SwRI/Thomas
1. La sonda New Horizons
sobrevuela el curioso
cuerpo Ultima Thule
superpuesta por otra en la que
El año 2019 comenzó con la publi-
cación de la imagen de este extra-
ño objeto del cinturón de Kuiper.
El 1 de enero la sonda New Hori-
zons llegó al punto de máximo
acercamiento a este cuerpo deno-
minado oficialmente 2014 MU69,
apodado anteriormente como Ul-
tima Thule y llamado actualmente
Arrokoth. La sonda pasó a 3500
km de la superficie y se encontra-
ba a 6400 millones de kilómetros
de la Tierra, por lo que las imá-
genes tomadas tardaron más de
Imagen de Ultima Thule
tomada por New Horizons.
Appéré
Imagen de Neptuno
se ven algunos de sus satélites
incluido Hippocamp.
Fuente: NASA, ESA, y M. Showalter
(SETI Institute)
6 horas en llegar hasta nosotros
viajando a la velocidad de la luz.
Descubrimos un extraño objeto
con una calidad nunca vista antes.
Este cuerpo se denomina binario
por contacto y esto significa que
está formado por dos lóbulos an-
teriormente independientes que
se aproximaron lentamente hasta
colisionar y formar un solo objeto.
Parece ser que se habrían formado
de forma separada, pero quizás
no en lugares muy distantes uno
del otro, pues su reflectividad y
composición son muy similares.El
lóbulo más grande, el que se de-
nominó Ultima, tiene una forma
bastante aplanada, aunque no se
aprecie en la imagen debido a su
orientación. El lóbulo pequeño,
Thule, es más esférico a pesar de
la gran hendidura que presenta.
La superficie de Arrokoth es rojiza,
aunque no por la misma razón que
Marte. Este es llamado el planeta
rojo debido a la gran cantidad de
óxido de hierro que forma la su-
perficie, mientras que, en aquel,
la coloración se debe a unas sus-
tancias llamadas tolinas y que se
crean por la interacción entre la luz
del Sol y algunas moléculas orgá-
nicas como pueden ser el metano
o el etano.
2. Una nueva luna descu-
bierta orbitando Neptuno
La luna más grande de Neptuno,
Tritón, fue descubierta tan solo
unos pocos días después del des-
cubrimiento del propio planeta.
Hoy en día se han encontrado un por el Telescopio Espacial Hubble del resto de satélites. Este méto-
total de 14 satélites orbitando entre 2004 y 2009, Mark Showal- do dio resultado y el 20 de febrero
Neptuno. De ellos, ocho han podi- ter del Instituto SETI (California, fue publicado en la revista Nature
do ser observados desde la Tierra EE. UU.), las combinó, aumentó el descubrimiento de esta luna que
y seis mediante la sonda Voyager 2 su brillo y buscó en lugares con- recibió en nombre de Hippocamp.
que sobrevoló el planeta en 1989. cretos de ellas un posible satélite Este método fue también el que
El último que se descubrió se hizo cuya posición podía ser estimada ayudó a descubrir las lunas Cerbe-
mediante un curioso método. Ob- debido a la influencia gravitatoria ro y Nix de Plutón. Esta luna es la
servando 150 imágenes tomadas que ejerce sobre el movimiento más pequeña de Neptuno, pues-
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 41
to que tan solo tiene una exten-
sión de 17 kilómetros. Se cree que
puede ser un fragmento que se
desprendiese del primitivo Neptu-
no o incluso de otra de sus lunas:
Proteo. Realmente poco podemos
conocer de momento sobre este
satélite. La Voyager 2 no consiguió
verlo y a través de las observacio-
nes del Hubble solamente pode-
mos conocer su masa y su diáme-
tro.
3. Japón se posa sobre el
asteroide Ryugu.
En una revista como esta no po-
dríamos dejar pasar este hecho
que contribuirá a mejorar nues-
tros conocimientos acerca de los
asteroides. El cuerpo en cuestión
es 162173 Ryugu, descubierto en
1999 y perteneciente al grupo
Apolo, una zona de asteroides que
se localiza en torno a las órbitas
de la Tierra y Venus. La Agencia
Espacial Japonesa (JAXA) lanzó
su sonda Hayabusa2 en 2014. Su
predecesora, Hayabusa, fue muy
conocida por traer muestras a la
Tierra de otro asteroide en 2010.
En 2018 se produjo el encuentro
entre la sonda Hayabusa2 y el as-
teroide Ryugu aunque, debido a
unas características inesperadas
que mostraba la superficie del
objeto, el descenso se produjo
más tarde de lo esperado. Fue en
febrero de 2019 cuando la JAXA
anunció el éxito de dicho descen-
so. Estas operaciones son muy de-
licadas debido a la baja gravedad
que poseen estos cuerpos. A causa
de su escaso tamaño (1 kilómetro
de diámetro) la atracción gravita-
toria que ejerce sobre la sonda es
extremadamente baja, por lo que
esta debe quedar enganchada a
la superficie al descender para así
no salir rebotada. Esto fue lo que
ocurrió con Philae, el módulo de
42 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
aterrizaje de la misión Rosetta,
que no pudo desplegar sus arpo-
nes al descender al asteroide que
iba a estudiar y fue dando botes
hasta quedar en una zona de som-
bra que dio lugar al fin de la mi-
sión, pues los paneles solares no
podían recibir la luz necesaria para
su funcionamiento. Hayabusa2
detonó una serie de cargas sobre
Ryugu para obtener material, no
solo de su superficie, sino también
de debajo de ella. En noviembre
partió del asteroide con las mues-
tras a bordo y se espera que esté
de vuelta en la Tierra a finales de
2020. Por un lado, analizando las
muestras extraídas de debajo del
suelo se puede comprender la na-
turaleza del material original del
asteroide y, analizando las más ex-
teriores, podemos conocer cómo
afecta la “meteorología espacial”
(radiación solar, impactos de otros
cuerpos, …) a las características de
la superficie.
4. Comenzamos a com-
prender mejor las ráfagas-
rápidas de ondas de radio
provenientes del espacio
profundo.
Ahí fuera en el espacio, conti-
nuamente se están produciendo
numerosos fenómenos de una in-
tensidad energética inimaginable
comparada con cualquier evento
que tiene lugar en la Tierra. Por
ejemplo, los cuásares, que son
núcleos muy activos de algunas
galaxias, emiten radiación en di-
versas longitudes de onda con una
potencia billones de veces supe-
rior a la de la radiación solar. Des-
de su descubrimiento en 2007, las
ráfagas rápidas de radio (FRBs, del
inglés Fast Radio Bursts), han sido
todo un misterio para los astró-
nomos. Son difíciles de detectar
Recreación artística de la
sonda Hayabusa2 acercándose
al asteroide Ryugu.
Fuente; Akihiro Ikeshita.
Recreación artística
de la detección y la localización
de uno de estos destellos.
Fuente: Andrew Howells)
5. Se desvela la primera
imagen del horizonte de
sucesos de un agujero
negro.
Por último, abordaremos una de
las noticias más mediáticas y con
puesto que tan solo duran unos
milisegundos y son muy débiles
(en origen son muy energéticos,
pues en ese brevísimo intervalo de
tiempo emiten tanta energía como
el Sol en 80 años, pero se debilita
al viajar las largas distancias que
los separan de nosotros). Además,
algunos de estos destellos solo se
observaban una única vez en una
posición concreta, lo que los hacía
aún más intrigantes. En 2012, se
descubrió la primera señal repeti-
tiva. FRB 121102, que es el nombre
con el que se la bautizó, fue la pri-
mera cuyo origen se pudo trazar
con bastante precisión, debido a la
mayor repercusión que la astro-
nomía nos ha dejado este pasado
año. Los agujeros negros (restos
que dejan algunas estrellas muy
masivas al morir) han sido siem-
pre unos de los objetos del Uni-
verso más misteriosos y, a la vez,
más atractivos para los amantes
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias
repetición de su emisión. En 2019,
por un lado, se descubrieron otras
nueve FBRs repetitivas y, por otro,
se pudo obtener la posición del ori-
gen de otras dos fuentes que solo
brillaron una vez cada una. Gracias
a la mejora en la tecnología y las
técnicas empleadas, los científi-
cos pueden ahora elaborar teorías
sobre el origen de estos destellos.
Actualmente se cree que los FBRs
proceden de objetos extremada-
mente densos y compactos con in-
tensos campos magnéticos, como
pueden ser las estrellas de neutro-
nes, agujeros negros o el resultado
de la fusión de enanas blancas.
de la astrofísica. Desde su predic-
ción en la primera mitad del siglo
pasado, como resultado de ciertas
soluciones dentro de la Teoría de
la Relatividad desarrollada por Al-
bert Einstein, los conocimientos
que poseemos acerca de estos
objetos ultradensos han ido en
43
aumento de forma teórica y expe-
rimental. Dado que los agujeros
negros, debido a su inmenso cam-
po gravitatorio, no dejan escapar
ni la luz, su detección es realmen-
te costosa. Hasta ahora, esto solo
se había llevado a cabo de forma
indirecta, observando cómo cier-
tas estrellas se movían en torno
a ciertos puntos del espacio que,
usando las ecuaciones de Newton
y Einstein para la gravedad, debían
albergar cuerpos de una masa ex-
traordinaria concentrada en una
pequeña región del espacio. El 10
de abril de 2019, el equipo al man-
do del Telescopio del Horizonte
de Sucesos (EHT, del inglés Even-
tHorizonTelescope), mostró a la
humanidad la primera fotografía
tomada de un agujero negro con
una masa de 6500 millones de
soles en el corazón de la galaxia
M87. Podríamos preguntarnos: si
son negros y no pueden verse di-
rectamente, ¿qué nos está mos-
trando esta fotografía? Pues bien,
lo que estamos viendo es el “ne-
gativo” del agujero negro. La zona
luminosa que podemos ver es el
material que orbita alrededor del
horizonte de sucesos, la circunfe-
rencia que rodea al agujero negro
y que marca la frontera tras la cual
cualquier cosa que la traspase,
incluida la luz, no puede escapar.
Ese horizonte es lo que estamos
viendo en la imagen. El EHT está
formado por múltiples radiotele-
scopios repartidos por diversas
partes del mundo. Mediante una
técnica llamada interferometría
de muy larga base, varios tele-
scopios situados en lugares sepa-
rados de la Tierra pueden actuar
como si hubiésemos construido
un único telescopio y su tamaño
fuese tan grande como el de nues-
tro planeta. Para obtener esta
“sencilla” imagen, hubo que com-
binar numerosas observaciones y
procesar una cantidad ingente de
datos que ocuparon 5 pentabytes.
Esta cantidad de datos equivaldría
a 5000 años de audio de archivos
MP3. Esta imagen no es el final de
esta misión, sino que es el primer
logro de otros muchos que se es-
peran en el futuro y que podrían
ayudarnos a comprender mejor la
naturaleza de estos apasionantes
objetos.

BANDAS DE WIDMANSTÄTTEN

Imagen del horizonte de Las estructuras de Widmanstätten (tam-

sucesos del agujero negro de la
galaxia M87.
Fuente: Event Horizon Telescope
Collaboration/Maunakea
Observatories
bién conocidas como estructuras Thom-
son) son el resultado del intercrecimiento
de bandas de taenita y camacita (dos alea-
ciones de hierro [Fe] y níquel [Ni]), produ-
cidas por un enfriamiento muy lento du-
rante un lapso prolongado y presentes en
ciertos meteoritos metálicos y litosideritos.

Deben su nombre al conde Alois von Beckh

Widmanstätten, quien supuestamente las
descubrió en 1808.​ Sin embargo, a principios
del siglo XIX, el geólogo británico G. Thomson
las descubrió tratando la pallasita Krasnojarsk
con una solución de ácido nítrico.​ Es por eso
que a las estructuras de Widmanstätten tam-
bién se las conoce como estructuras Thomson.

44 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020. Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 45

 Astronáutica
CARLOS GALEANO.
Ingeniero Aeroespacial - NASA JPL
Integración de Sistemas. Instituto de
Astrobiología de Colombia (IAC).
Hoy comenzamos un capitulo
interesante sobre la vida en el
sistema solar, con misiones am-
biciosas que pretenden por pri-
mera vez buscar la posibilidad
de vida en Mundos como Europa
y Titán en nuestro anterior arti-
culo explicábamos los objetivos
de Mars 2020 entre ellos los bio
marcadores que llevan a la vida
y últimamente se ha dado prio-
ridad a la búsqueda de procesos
que sean fundamentales para la
vida en el planeta rojo, sin duda
vienen años de avances funda-
mentales para saber que la vida
es común en varios mundos de
nuestro sistema solar.
Hace semanas mientras prepa-
raba estas líneas viene una gran
noticia y es la presencia de agua
46 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
Astrobiología;
Europa clipper y
titan dragonfly
en la Luna Europa ya antes ha-
bíamos visto la presencia de
Geiseres ahora ya confirmados
por el Telescopio Espacia Hub-
ble, como otras observaciones
hechas con los grandes telesco-
pios en Chile y Hawái, ahora es
un hecho que hay posibilidad de
encontrar un océano rico de po-
sibles formas de vida en Europa
una razón más para explorarlo,
también hace unas semanas vi-
mos como Titán es un mundo
muy similar al nuestro al pre-
sentar un variabilidad de clima
muy similar a la de la tierra y
estos serán mi temas hoy para
ustedes queridos lectores voy
a comentarles sobre los planes
de exploración a Europa y Titán.
Europa Clipper y Titan Dragon-
Fly Comencemos…
EUROPA CLIPPER
El instrumento STIS Es la siguiente gran misión de
del HST detectó posibles Nasa tipo Flagship en la cual
géiseres en Europa. debe de responder muchos de
Fuente: NASA / ESA los misterios que envuelven a
Europa y su enigmático océano
subterráneo y por tanto idóneo
para la búsqueda de vida en el
Un posible mecanismo de sistema solar. Después de una
la actividad interna que larga lucha en que el proyecto
explicaría los géiseres de fue varias veces cancelado por
Europa. la casa blanca en la era Oba-
Fuente: NASA ma, finalmente en 2015 Europa
Clipper fue aprobada. Herede-
ra de la experiencia de Galileo
y Cassini, Europa Clipper se
alista para su fase C en marzo complejos que esténcalentando
del 2020 donde se empezara
Objetivo los Geiseres de el hielo del subsuelo y la confir-
a construir por los próximos 6 Europa mación de corrientes hidroter-
años, actualmente ya se dise- males, lo cual sería un paraíso
ñan parte de los instrumentos Sin duda es uno de los objetivos para cualquier astrobiólogo en
el cual se han visto beneficia- de alto interés científico en el el cual me incluyo el poder en-
dos por el avance en la tecno- estudio de Europa ya que se es- contrar la evidencia química
logía en simplificar y reducir de taría confirmando que hay posi- de la vida, esperemos que para
tamaño. bilidad de procesos geológicos 2034 tener esos estudios.
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 47

Los científicos han sospechado
desde 2012 que Europa podría
albergar penachos, Geiseres de
más de 100 kilómetros de altura,
después de que el Telescopio Es-
pacial Hubble observara vapor de
agua saliendo por encima del gé-
lido polo sur de la luna.
¿Cómo afecta este descubrimien-
to a la futura misión de la NASA
a Europa? Por un lado, vuelve a
poner a Europa en la mira me-
diática, lo cual es bueno porque
consideramos enviar una sonda
altamente sensible que pueda de-
tectar compuestos vitales para la
vida desde la órbita de Europa en
48 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
Diseño actual de Europa
Clipper el cual usara paneles
solares.
NASA
Imagen compuesta
donde se aprecian los posibles
géiseres detectados cerca al polo
sur de la luna
por el instrumento STIS del
Hubble.
Fuente: NASA/ESA/STScI
Comparativa de los tamaños
de Galileo, Cassini y Europa
Clipper.
NASA
Estructura central de la
nave, con el sistema de
propulsión.
Fuente: NASA
cada sobrevuelo que la nave pase
en medio de los chorros de partí-
culas de los geiseres de la luna y
por el otro lado, plantea el cami-
no para futuros proyectos como
Europa Lander o Laplace futuros
proyectos a realizar con la ESA y
la Academia de Ciencias de Rusia.
Diseño de Europa
Características de la Clipper en 2013-2014 con
Nave – Paneles Solares Generadores MMRTG .
Fuente: NASA
en Júpiter
Sin duda ha sido un cambio drás-
tico desde los primeros concep-
tos, hasta el último aprobado ac-
tualmente, veamos los cambios:
Originalmente Europa Clipper
estaba con un diseño clásico que
llevaría Generadores RTG de la
clase MMTRG como los que usa
MSL Curiosity o Mars 2020 aún sin
nombre oficial, pero debido a que
las reservas del preciado plutonio
de origen ruso 238 están escasas y
solo apenas este año 2019 se reini-
ció la fabricación de este preciado
elemento en el Laboratorio Nacio-
nal de los Álamos. Se decidió usar
Paneles Solares lo que ha abarata-
do la factura final a 2,700 millones
de dólares y esta es una experien-
cia y aprendizaje de JUNO que es
la primera sonda espacial en utili-
zar paneles solares a más de 740
millones de kilómetros, la poten-
cia solar en Júpiter es de solo el 4%
del valor en la órbita terrestre. Los
cálculos preliminares indican que
cada panel solar tendrá una super-
ficie de 18m2 y producir 150 watts
de manera continua cuando apun-
tan hacia el Sol desde Júpiter, y
mientras se encuentra a la sombra
de Europa, las baterías permitirán
que la sonda continúe adquiriendo
información. Sin embargo, la ra-
diación ionizante puede dañar las
celdas solares. Por tanto la órbita
de la nave Europa Clipper será tal
que la sonda pueda librar en gran
parte la intensa magnetósfera de
Júpiter, lo que degradará menos
los paneles solares a lo largo de la
misión.
El diseño de la nave es a partir de
un cuerpo cilíndrico el cual esta
reforzado para resistir la intensa
radiación del campo magnético
de Júpiter, aquí hemos aprendido
mucho sobre la experiencia con
Galileo y ahora con JUNO actual-
mente en órbita.
No todo ha sido un camino feliz
para la realización del proyecto en
más de una vez fue cancelado por
ser excesivamente caro más de
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 49

4.000 mil millones hace algunos
años y en aquel tiempo Europa
no era el favorito de estudio por
parte del gobierno de Bush hijo y
Obama, pero el congreso decidió
financiar un proyecto de estudio
sin garantía que fuese aprobado,
llevar el nombre de Europa Clipper
se volvió un karma para los ges-
tores del proyecto, que luchaban
contra la cancelación inminente.
Pero llegaría el 2018 con nuevas
noticias. Finalmente Europa Cli-
pper seria apoyado por la Nasa y
la administración Trump con to-
tal sorpresa el congreso decidió
hacer una nueva jugada de incluir
un Lander de nombre provisorio
Europa Lander que sería un com-
pañero más político que científico
pero últimamente debido a los
descubrimientos un Lander que
pueda descender cerca de uno de
los penachos y analizar los com-
puestos que hay cerca eso sí sería
un éxito total para la misión, aun
se evalúa en este momento en
incluir un vehículo ligero o por el
contrario enviar un vehículo más
refinando por separado para que
pueda descender en algún destino
de interés como lo es Thera Ma-
cula un lugar donde se sospecha
tendría la mayor actividad de geo-
lógica de Europa, llegar entonces a
la superficie de Europa es un obje-
50 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
Trayectoria de Europa
Clipper entorno a la Luna
Europa evitando en parte el
intenso flujo del Cinturón
Magnético de Radiación
Ionizante de Júpiter.
NASA
Diferencias entre una
trayectoria tipo VEEGA
(izquierda) con el Atlas SLUSH: Un taladro cánico y un taladro térmico. Y ojo
V y con el SLS Block IB nuclear para perforar es Nuclear lo que significa que no
(derecha). posee un RTG sino un reactor nu-
Fuente: BOEING. la corteza helada clear actualmente en desarrollo el
de Europa KILOPOWER que promete ser un
tivo prioritario para la comunidad
científica, pero para ello debemos
El SLS es la opción caballo de trabajo para la explora-
enviar a Europa Clipper primero a primaria para lanzar a Europa Este es un proyecto para largo ción del sistema solar de los años
Júpiter lo cual plantea un cambio Clipper. plazo, pero hago un alto para ex- 30s o 40s de este siglo una de las
Fuente: BOEING. plicar porque es están importante, grandes ventajas de este reactor
enorme ya que en la actualidad no
la importancia de la búsqueda de nuclear de nueva generación es el
tenemos un lanzador apropiado
vida en Europa. En cualquier caso, poder apagarlo convenientemen-
para un viaje directo de 2 años a
esto no es un problema para que te algo imposible con otros dise-
Júpiter en este caso, NASA se ha-
nocer las zonas abisales de Euro- se diseñen nuevas propuestas de ñosya planteados y que ocasiona-
lla inmersa en el desarrollo del SLS
pa con la posibilidad de encontrar taladros con el objetivo de perfo- ra pocos residuos radiactivos, con
block IB (Space Launch System) un
algo sorprendente, quizás sea la rar la corteza de Europa. Una de una potencia eléctrica de al menos
Saturno V con esteroides el cual se
tarea del futuro proyecto Ruso las últimas es SLUSH (Search for un kilovatio, que también genera-
debe de tener listo para 2022, lo
Europeo Europa Laplace en el que Life Using Submersible Heated), ría la electricidad necesaria para
que nos permitiría ir en un viaje di-
quizás se una NASA junto con un desarrollado conjuntamente en- el vehículo transportador. Este
recto de 2 años, pero si se retrasa
Mini Submarino (CryoBot) junto tre el JPL y Honeybee Robotics. reactor está siendo desarrollado
a más allá de 2026 lo que puede
con sistema de taladro nuclear ac- SLUSH combina dos de las técni- actualmente por la NASA, aun-
suceder con el SLS, podría signifi-
tualmente en diseño para cavar en cas más populares para perforar que todavía está muy lejos de ser
car utilizar un lanzador comercial
el gélido hielo de Europa. el hielo de Europa un taladro me- operativo. Ahora cómo funciona el
como el Atlas V Super-Heavy o in-
cluso el Falcon Heavy lo que puede
suponer un viaje con asistencias
gravitatorias a Venus y la Tierra y
por tanto elevar más el coste de
la misión ya que serían 8 años de
viaje, más vale tener listo el SLS
Block IB antes del 2026. Exploradores de superficie
de Europa (izquierda) Europa
Europa Lander sería un comple- Lander JPL- NASA y
mento necesario si queremos en- (derecha) Europa Laplace.
Fuente: ESA-IKI/Rusia.
tender antes de 2034 de cómo
está compuesto el hielo y la posi-
bilidad de vida, si esto es correc-
to podríamos tener no antes del
2040 la primera nave perforadora
que perfore un agujero en el hielo
y por primera vez despliegue un
submarino que nos permita co-
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 51

taladro? El primero es fácil de en-
tender es perforar a fuerza bruta
sobre el terreno. El segundo hace
uso de una fuente de calor para de-
rretir el hielo y permitir el flujo de
agua y fango —Slush, en inglés—
detrás de la sonda para que siga
descendiendo hacia el océano. En
las primeras etapas del descenso
el taladro mecánico sería el pro-
tagonista debido a las muy bajas
temperaturas del hielo, pero a una
mayor profundidad el taladro tér-
mico sería más eficiente. Entonces
SLUSH tendría la capacidad de
moverse y diseñar su propio cami-
no capaz de reconocer objetos po-
tencialmente peligrosos y poder-
los rodear finalmente llegar hasta
el océano y desplegar una carga
útil como un mini submarino o Cr-
yoBot. Slush tendría una dimen-
sión de 5 metros de largo por 58
cm de diámetro. Quizás uno de los
grandes problemas a que nos en-
52 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
frentamos es la comunicación lo
cual lo hace difícil en el entorno del
hielo usando ondas de radio, pero
una solución es dotarla de un ca-
ble óptico de más de 5 kilómetros
dependiendo de los resultados de
Europa Cillpper podremos conocer
realmente el grosor de la capa de
hielo y así buscar un sitio adecua-
do para poder perforary sea capaz
de transmitir los datos a la Sonda
base de superficie. Esperemos
que en un momento de los años
30s o 40s del siglo XXI tengamos
un taladro perforando la superficie
de Europa en Júpiter o Encelado
en Saturno.
Aún quedan cabos sueltosa estas
alturas en la construcción de la
Sonda y solo hasta marzo o abril
del 2020 sabremos si finalmente
se decidirá llevar un Lander a la su-
perficie de Europa o por el contra-
rio ser otra misión independiente.
Yo apuesto por conocer a primera
mano con un Lander que poda-
mos desplegar en la superficie de
Europa en 2034 y no esperar has-
ta 2042 o más, es una oportuni-
dad de oro que no podemos dejar
Partes de SLUSH.
NASA
Equipo de científicas
que lideran Europa Clipper,
de arriba abajo; Elizabeth
Turtle, Luz María Martínez,
Mar Vaquero, Diana Blaney y
Carol Raymond.
Buscando los orígenes de la
vida en Europa mediante un
CryoBot.
NASA
pasar por alto. Europa Lander es
liderada por la Científica del JPL
Mar Vaquero de origen Español.
Parte del equipo de Europa Cli-
pper es dirigido por Mujeres todo
un honor de poder trabajar y par-
ticipar en esta fascinante misión
de exploración a la Luna Europa li-
deradas por Mujeres en la Ciencia.
Y entre ellas nombro a Luz María
Martínez Sierra una Ingeniera Nu-
clear de nacionalidad Colombiana
que trabaja en el estudio de cómo
afecta la radiación de júpiter a la
estructura de la Sonda, sin duda
un aporte grande al desarrollo de
la ciencia Aero Espacial en Améri-
ca Latina e inspiración para jóve-
nes de todo el mundo.
INSTRUMENTOS
CIENTIFICOS QUE
LLEVARA EUROPA
CLIPPER A JUPITER
La sonda y su diseño sufren mo-
dificaciones en la medida que
madura. Los nueve instrumentos
científicos, tienen una masa total
de unos 82 kg y se indican a con-
tinuación:
PIMS
El Plasma Instrument for Magne-
tic Sounding (PIMS) (en español:
Instrumento Plasma para Recono-
cimiento Magnético) funciona en
colaboración con un magnetóme-
tro y es fundamental para deter-
minar el espesor de la capa de hie-
lo de Europa, la profundidad del
océano, y la salinidad al corregir la
señal de inducción magnética por
el efecto de las corrientes plasma
en torno de Europa.
Investigador principal: Joseph West-
lake, Applied Physics Laboratory.
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias
ICEMAG
El instrumento Interior Characte-
rization of Europa using Magne-
tometry (ICEMAG) (en español:
Caracterización Interior de Euro-
pa mediante Magnetometría) es
un magnetómetro que medirá el
campo magnético en cercanías de
Europa junto con el instrumento
PIMS, determinando la ubicación,
profundidad, espesor y salinidad
del océano bajo la superficie de
Europa utilizando sondeo electro-
magnético multifrecuencia.
Investigador principal: Carol Ray-
mond, Jet Propulsion Laboratory.
MISE
El instrumento Mapping Imaging
Spectrometer for Europa (MISE)
(en español: Espectrómetro de
Relevamiento de Imágenes de Eu-
ropa) investigará la composición
de la superficie de Europa, iden-
tificando y relevando las distribu-
ciones de compuestos orgánicos,
sales, hidratos ácidos, fases del
hielo, y otros materiales para de-
terminar la habitabilidad del océa-
no de Europa. A partir de esta in-
formación, los científicos esperan
poder relacionar la composición
de la superficie del satélite con la
habitabilidad de su océano. MISE
es construido conjuntamente en-
tre el Applied Physics Laboratory
(APL) de la Johns Hopkins Univer-
sity y el JPL.
Investigador principal: Diana Bla-
ney, Jet Propulsion Laboratory.
EIS
El instrumento Europa Imaging
System (EIS) (en español: Sistema
de Imágenes de Europa) es una cá-
mara de ángulo amplio y estrecho
53

que relevará con una resolución
de 50 m la mayoría de la superfi-
cie de Europa, además producirá
imágenes de ciertas porciones
selectas de la superficie con una
resolución 100 veces mayor.
Investigador principal: Elizabeth
Turtle, Applied Physics Labora-
tory.
REASON
El Radar for Europa Assess-
ment and Sounding: Ocean to
Near-surface (REASON) (en es-
pañol: Radar para Evaluación
y Relevamiento: Océano a Su-
perficie)es un instrumento tipo
radar de doble frecuencia con
penetración en el hielo diseña-
do para caracterizar y relevar la
corteza de hielo de Europa des-
de el campo próximo a la super-
ficie hasta el océano existente
en su inferior, revelando la es-
tructura oculta de la corteza de
hielo de Europa y las posibles ca-
vidades internas con agua. Este
instrumento será construido por
el JPL y la Universidad de Iowa.
Investigador principal: Do-
nald Blankenship, University of
Texas.
54 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
E-THEMIS
El Europa Thermal Emission Ima-
ging System (E-THEMIS) (en es-
pañol: Sistema de Imágenes de
Emisiones Térmicas de Europa) es
un “productor de imágenes térmi-
cas”, el cual proveerá una imagen
térmica multiespectral con una
elevada resolución espacial de Eu-
ropa para ayudar a detectar sitios
activos, como ser posibles ema-
naciones de agua hacia el espacio.
Este instrumento está basado en
el Thermal Emission Imaging Sys-
tem (THEMIS) de la sonda 2001
Mars Odyssey, que también fuera
desarrollado por Philip Christen-
sen.
Investigador principal: Philip Chris-
tensen, Arizona State University.
Thera Macula un sitio
probable para el descenso
del módulo Europa Lander
o Laplace y un sitio de alto
interés científico debido que
en esa área vista por Galileo se
han detectado penachos de hielo
de agua y es uno de los objetivos
prioritarios de la misión
Europa Clipper .
NASA/Galileo/JPL.
Plataforma instrumental
de Europa Clipper. A la
derecha, E-THEMIS.
Localización de los
distintos instrumentos en la
sonda.
NASA
Diseño conceptual para
un módulo explorador a la
superficie de Europa.
NASA
La infografía de la página anterior cer la composición del hielo entre gada a la órbita de Júpiter en Sep-
muestra el diseño conceptual para los instrumentos que llevaría se tiembre de 2031 y cierto no serían
un módulo explorador a la super- incluyen espectrómetros de tipo 2 años sino 5, es el precio que hay
ficie de Europa que sobreviviría RAMAN como un Taladro de cons- que pagar por llevar un polizón. Si
durante 20 a 30 días de misión ya trucción Europea desarrollado por todo es correcto y en Marzo o Abril
que no posee sistemas de recarga Thales Alenia Space. Nasa decide el desarrollo y cons-
o RTG solo con baterías de nueva trucción del Europa Lander será un
generación de alta durabilidad, En la página siguiente mostra- éxito para la comunidad científica
pero sería el tiempo necesario mos las posibles trayectorias con y que por primera vez tengamos
para explorar la superficie alre- un lanzamiento en 2026 y una resultados directos de un estudio
dedor y los datos de ciencia que asistencia gravitatoria a la Tierra bien detallado de Astrobiología de
recabe serán vitales para cono- (EGA) en Diciembre de 2028 y lle- la superficie de Europa por allá en
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 55
 a los datos que recabe Europa Cli-
pper o bien el Lander que sea in-
cluido en la misión o como una mi-
sión independiente.

El radar REASON será capaz de

detectar si existe o no un océano
bajo la corteza de hielo y podrá
medir el espesor de la misma con
un error máximo de 15 kilómetros.
La trayectoria de los 46 sobrevue-
los se ha modificado para estudiar
precisamente todas las caracterís-
ticas llamativas de la superficie de
Europa. Como vemos, Europa Cli-
pper sigue adelante, pero mucho
me temo que no la veremos alre-
dedor de Júpiter hasta después de
el 2034 podríamos saber la eviden- existencia de ese Océano global
2030.
cia de vida en el sistema solar. que tanto soñamos encontrar los
Astrobiólogos y Geólogos Plane-
Objetivos de Ciencia de Europa
Lo que podríamos encontrar con tarios. Esperemos que dentro de
Lander y de estudio, en parte está
Europa Clipper y confirmar la unos años esto sea posible gracias
centrado en la búsqueda de vida
en Europa, la habitabilidad y los
procesos químicos, como geológi-
cos determinar si hay actividad sís-
mica o como la radiación del cam-
po magnético de Júpiter afecta la
superficie de la Luna.

Queridos lectores este ha sido

nuestro recorrido por esta gran
misión ya en estos momentos he-
mos pasado a la fase C en Marzo
empezará a construirse. “Las Ma-
ravillas de Europa nos Esperan”

Los invito para seguir explorando

a continuación vamos describir
Titan DragonFly una interesante
propuesta de exploración a la luna
Titán, tan fascinante como lo es
Europa Clipper.

56 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020. Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 57


Es una época interesante para la
exploración espacial, y sin duda la
misión más fascinante tipo New
Frontiers ya que nos asegura llegar
a la Luna Titán con un explorador
volador o Drone que está basado
en lo aprendido con Curiosity y
Mars 2020 de hecho será ensam-
blado con piezas sobrantes de es-
tos últimos, pero lo realmente fas-
cinante será volar por la extraña
atmosfera de Titan.
Antes de ser aprobada todo mun-
do dábamos por ganador a CAE-
SAR (Comet Astrobiology Explo-
58 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
dragonfly, nos
vamos a titán
ration Sample Return) una misión
para regresar al Cometa 67P/
Churyumov-Gerasimenko y retor-
nar muestras del cometa, el cual
iba a ser dirigida nada más y me-
nos por Steve Squyres famoso por
haber sido el Padre de los Rovers
marcianos Spirit y Opportunity,
traer muestras de un Cometa era
una prioridad para la comunidad
científica que aparecía en el último
Decadal Survey. Yo mismo no daba
ni un dólar para que Titan Dragon-
Fly fuese construida no tenía opor-
tunidad de ganar ante CAESAR,
pero me equivoque y nos equivo-
abajo.
NASA
un mundo nuevo por explorar.
camos en general. NASA Eligio TI-
TAN DRAGONFLY como su misión
bandera Nuevas Fronteras para la
exploración de Titán, pero veamos
de qué se trata.
Titan DragonFly es una misión
apasionante pero a la vez muy
arriesgada ya que vamos a enviar
una aeronave con un Generador
de Radioisótopos de Plutonio
como lo leen a la atmosfera de
otro mundo por derecho propio
a 1500 millones de kilómetros del
Sol, Dragonfly deberá sobrevivir
a la entrada atmosférica 7,4 km/s
después de un viaje de nueve años.
La nave deberá desplegar dos pa-
racaídas para ayudarle a frenar
CAESAR para luego separarse de su escudo
La sonda que no ganó. térmico antes de iniciar el vuelo
Cornell University/NASA Goddard en la atmósfera de Titán gracias a
sus ocho rotores. Por si esto fuera
poco, otra limitante es la enorme
distancia entre Titán y la Tierra lo
que implica que Dragonfly debe-
Secuencia de entrada a la rá volar de forma completamente
atmósfera de Titán. autónoma utilizando la inteligen-
NASA/JHU-APL
cia artificial para que con sus cá-
maras de navegación y radar hacer
frente a los imprevistos que sur-
jan. Pero uno de los desafíos más
grandes que tiene la misión es el
retorno de la telemetría como los
datos científicos e imágenes a la
Tierra y que estos sean utilizables
Recordemos que DragonFly será
Dragonfly vista desde el segundo vehículo que llegue a
titán después de la sonda Huygens
de la ESA que llego a la superficie
de Titán el 14 de Enero de 2005, la
cual viajo a bordo de la Nave Cas-
sini como polizón el cual luego fue
TITAN desplegada en un viaje de 15 días
a Titán.
JPL/NASA
Un plan para explorar
Titán
Dragonfly despegará en 2025 aún
falta por establecer qué tipo de
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 59

lanzador la deberá impulsar hasta
Saturno y llegará a Titán en 2034.
Desafortunadamente no visitara
los lagos y mares del hemisferio
norte porque estarán en la época
de la larga noche invernal de Ti-
tán, las bajísimas temperaturas de
la noche ártica de la Luna pueden
destruir la delicada electrónica
de la aviónica. Por eso el objetivo
prioritario de Dragonfly son los
campos de dunas ecuatoriales los
más grandes del sistema solar.
Dragonfly analizará la atmósfera
de Titán, como la geología del pla-
neta y buscara analizar la corteza
de hielo para detectar sismos, evi-
dencia volcánica o detectar el agua
congelada, también en el estudio
de la posibilidad de vida, un punto
muy importante para la Astrobio-
logía. Para ello llevarán varias cá-
maras tipo MastCam de luz visible,
60 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
infrarrojo y ultravioleta heredadas
de los sistemas redundantes de
Mars 2020, un espectrómetro de
rayos gamma y neutrones (DraG-
NS), una estación meteorológica
(DragMET), un sismómetro des-
plegable y un espectrómetro de
masas (DragMS). DragMS estu-
diará muestras obtenidas median-
te el taladro CryoSADS también
tendremos una versión mejorada
de SAM el laboratorio de química
húmeda del Rover marciano Cu-
riosity. También añadimos que po-
seerá micrófonos para escuchar el
ambiente de titán.
Un largo viaje
DragonFly viajara a titán den-
tro de un escudo térmico de 3.7
metros de diámetro similar al
de Curiosity y Mars 2020, y con
Configuración de vuelo de
Dragonfly y su escudo térmico.
NASA
Etapa de crucero y
esquema de la sonda Titan
Dragonfly.
NASA/JHU-APL
Dragonfly antes de la
separación del backshell y el
paracaídas.
NASA/JHU-APL
Zonas de interés que
podría estudiar Dragonfly.
La región de Xanadú donde
aterrizó la sonda Huygens.
NASA
Plan de exploración y
estrategia de un SOL (día de
Titán, 16 días terrestres).
NASA
Dra. Elizabeth Turtle
La Investigadora Principal de
Dragonfly.
NASA
un sistema de guía y comunica-
ciones el cual deberá funcionar
sin problemas durante 9 años
de travesía hasta Titán.
DragonFly será un laborato-
rio estático válgame la aclara-
ción ya que pasara la mayoría
del tiempo en la superficie de
la Luna, y no volando todo el
tiempo como algunos medios
Referencias:
Imágenes y textos de descripción
Daniel Marín, Divulgador Científi-
co, Astrofísico Blog Eureka, Spa-
ceNews, LPI, Planetary.org, Spa-
ce, Lunar Planetary, Wikipedia.org
descripción instrumentos
h t t p s: //da n i el ma r i n . na u k a s .
com/2017/03/09/habemus-euro-
pa-clipper/
h t t p s: //da n i el ma r i n . na u k a s .
com/2019/05/20/slush-un-tala-
lo han publicado, aunque podrá
desplazarse en vuelos de 8 kiló-
metros o más, La Investigadora
Principal del proyecto Dragon-
fly, es la Dra. Elizabeth Turtle,
y la misión será realizada y diri-
gida por APL con colaboración
del JPL.
Lo cierto del caso es que no
tenemos ni idea de qué puede
encontrar Dragonfly cuando
llegue a Titán. Dragonfly es
la exploración del siglo XXI en
estado puro, así que por favor
abróchense y aseguren sus cin-
turones. ¡Nos vamos a Titán!
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 61
dro-nuclear-para-perforar-la-cor-
teza-helada-de-europa/
h t t p s: //da n i el ma r i n . na u k a s .
com/2016/09/26/el-telescopio-hu-
bble-vuelve-a-avistar-los-supues-
tos-geiseres-de-europa/
h t t p s: //da n i el ma r i n . na u k a s .
com/20 1 8 / 0 3 / 0 6 / los- progre -
sos-e-incognitas-de-la-sonda-eu-
ropa-clipper/
h t t p s: //da n i el ma r i n . na u k a s .
com/2018/08/31/estado-de-la-mi-
sion-europa-lander/
h t t p s: //da n i el ma r i n . na u k a s .
co m / 2 0 1 4 / 1 0 / 1 0 /eu r o p a - cli -
pper-estudiando-europa-con-pa-
neles-solares-780-millones-de-ki-
lometros-del-sol/
http://www.lpi.usra.edu/opag/
jul2013/presentations/Clipper_
Summary.pdf
https://es.wikipedia.org/wiki/Eu-
ropa_Clipper
http://www.planetary.org/blogs/
casey-dreier/2013/20130905-no-
asrgs-for-europa.html
http://www.spacenews.com/ar-
ticle/civil-space/42121europa-cli-
pper-opts-for-solar-power-over-
nuclear
h t t p s: //da n i el ma r i n . na u k a s .
com/2019/06/27/la-nasa-elige-
dragonfly-nos-vamos-a-titan/
h t t p s: //da n i el ma r i n . na u k a s .
com/2017/05/18/dragon-
fly-un-drone-explorando-titan/
h t t p s: //da n i el ma r i n . na u k a s .
com/2019/02/03/la-recta-final-pa-
ra-dragonfly-y-caesar-las-proxi-
mas-sondas-new-frontiers-de-la-
nasa/
h t t p s: //da n i el ma r i n . na u k a s .
com/2017/12/22/caesar-y-dra-
gonf ly-las-sorprendentes-f i-
nalistas-para-la-proxima-mi-
sion-new-frontiers-de-la-nasa/
https://www.hou.usra.edu/mee-
tings/lpsc2017/pdf/1958.pdf
h t tp: // w w w. s p a ce.
com/36598-dragonfly-quadcop-
ter-saturn-moon-titan-explorer.
html

62 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020. Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 63

 Laboratorio relatos de los testigos, se sintieron
caer dos fragmentos, de los cua-
les solo uno fue hallado, perma-
neciendo el segundo en paradero
El meteorito peruano desconocido, y nunca buscado.

de TOCACHE Recuerdo aún cuando me ofrecie-

ron comprar esta roca. Me llamó
tanto la atención su morfología
que no cabía duda de que se tra-
taba de un meteorito. El asunto
quedó en la sombra.

Pero por hazares del destino, la

noche del 30 de septiembre de
2016, encontrándome en el Mu-
seo, me hicieron entrega de un
sobre procedente de Brasil, don-
de Gabriel Gonçalvez me enviaba
unos fragmentos con una masa
de 12.4 gramos, de aquel mismo
meteorito, invitándome a colabo-
rar en el análisis y clasificación del
mismo. Después de todo, este tra-
bajo iba a ser parte de los estudios
de especialización universitaria del
mismo. Accedí a colaborar y for-
mar parte del equipo de investiga-
José García dores.

Laboratorio petrográfico del Museo Canario de Meteoritos. Junto a él, el compañero Felipe
P.O. Box #3. Agüimes, 35260 (Las Palmas, Spain). Falco, los profesores Lucelene
Correo-e: direccion@museocanariodemeteoritos.com Martins, Gastón Rojas y Fabio
Rodrigues, Dr. Douglas Galante.
Junto a este equipo, la inestimable
“Cayó en el distrito y provincia de indagando y haciendo algunas colaboración y asesoramiento de
Tocache, departamento de San pruebas, y por la forma de donde TOCACHE Carlos Augusto di Pietro. Intervi-
Martín, la selva peruana. Cayó cayó pues parece ser un meteorito, El ejemplar completo
una noche de año nuevo del 1998, lo atrae el imán y se oxida cada fotografiado en el suelo.
cayeron dos piedras con un sonido vez más, mira acá en donde vivo Números anteriores
parecía de avioneta, se escuchó lo pesé en esas balanzas antiguas, disponibles
dos impactos uno tras de otro. peso 5.500 gr pero lo mande pesar
Revista Científica del MCM
Solo una la encontré dejo un orifi- en una gramera. Debe tener casi
cio de aproximadamente 1 metro unos 6ooo gr pero más tarde me SUSCRÍBETE
de profundidad por unos 80 (cm) confirman su peso exacto.” a nuestra revista en PDF.
de ancho, tenía un olor a azufre Solicita información para tu suscripción.
casi el orificio. Con estas palabras explicaba Willi direccion@museocanariodemeteoritos.com
la caída y hallazgo de aquella roca
Desde entonces lo tengo en mi de casi 5.5 kilos de peso que cayó La mejor forma de estar informado en meteorítica y
poder, en ese entonces ni me ima- la madrugada de año nuevo de ciencias planetarias.
ginaba de qué se trataba, pero 1998 en la selva peruana. Según

64 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020. Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 65

ne también como parte del equipo
de análisis.
EXPLORACIÓN VISUAL
Nos encontrábamos frente a una
roca que mostraba numeroso óxi-
do en superficie, plagada de reg-
magliptos sobre una costra de fu-
sión evidente.
Debido a las sospechas inciales se
procede a la extracción de mues-
tras mediante corte, de las cuales
poco más de 12 gramos llegan a
mis manos para su estudio y de
las que quedarían posteriormente
varios gramos como espécimen
tipo en su clasificación, así como
66 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
un par de secciones delgadas para
análisis petrográfico, de las cuales
llevaría a cabo el mismo.
MICROSCOPÍA ÓPTICA
Se ha procedido al estudio me-
diante exploración a través de
Microscopio geológico STEREO
BLUE de Euromex, con ilumina-
ción LED incidente y transmitida,
y capacidad de 20 y 40 aumentos
a resolución óptica analógica de
gran calidad, de las partes de la
roca susceptibles de documenta-
ción y estudio, habiendo dividido
el estudio de los componentes y
partes identificados. Procedemos
al detalle de las observaciones y
extraídas de Tocache para su
estudio en USP.
Microscopías opticas.
Se identifica la fase metálica
nativa (color niquelado) y
troilita (color dorado).
(c) MCM / J.Garcia.
Primeras muestras
Microscopías opticas.
Se identifica la fase metálica
nativa (Fe) y troilita (Tr).
(c) MCM / J.Garcia.
características halladas. Se uti-
lizan láminas de polarización li-
neal cuando es requerido estudio
petrográfico de una muestra en
sección delgada de la roca. Las
fotografías, debido a las caracte-
rísticas de las cámaras utilizadas
(usualmente cámara SAMSUNG
de 8 megapíxeles, fotos de resolu-
ción 2560 x 1536), nos permitirán
multiplicar los aumentos con cali-
dad muy aceptable hasta x80.
ESTRUCTURA
Destaca la presencia de fase me-
tálica nativa en forma granulada,
compuesta por hierro-níquel, que
ocupa un volumen aproximado
del 12% de la roca. Este metal ha
dado resultado positivo al test de
níquel. En menor cantidad se ob-
serva la presencia de sulfuro de
hierro en forma de Troilita.
La estructura interna de la roca,
observada sobre una superficie
cortada y pulida, destaca por la
tendencia de sus componentes a
la homogeneidad. Se observa per- Sulfuros metálicos y metal nativo.
fectamente diferenciada la fase Minerales opacos. No se observan
metálica de la fase rocosa, consti- cóndrulos definidos a pesar de tra-
tuida esta última por una masa pé- tarse claramente de una condrita,
trea de piroxenos, con presencia lo que sugiere un recalentamiento
de plagioclasa, olivino y broncita. de la roca a temperaturas cercanas
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 67
a los 750 ºC. En dicho proceso los
cóndrulos manifiestan los bordes
con extinción progresiva en la ma-
yoría de ellos.

En el ejemplar a estudio se obser-

va que la costra de fusión externa
está bien conservada y es de color
marrón oxidada, en la que desta-
can la presencia de regmagliptos
formados por la presión del vien-
to, así como la estructura carac-
terística observada bajo aumento
al microscopio. La composición
de la costra es sílice amorfa. Los
Regmagliptos observados en las
microscopías, por su parte, se for-
man por la presión del viento so-
bre la superficie fundida durante
la fase de caída. El ejemplar no se
encuentra orientado.

Se puede intuir que la roca no es

una caída reciente. El interior de
la roca ha sufrido modificaciones,
manifestando una leve oxidación
de la fase metálica que tiñe con
óxido férrico la matriz colindante
en al menos 45% del volumen me-
tálico. Se constata la presencia de
sulfuros.
La roca se percibe sólida, se ob-
servan grietas internas que no
comprometen su integridad físi- Sección extraida como
ca, y se encuentra también afec- muestra, enviada a USP.
tada por venas intersticiales de
metal fundido.

TOCACHE.
El meteorito en manos de
su propietario antes de ser
adquirido por USP

68 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020. Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 69

PETROGRAFÍA
Se procede a llevar a cabo diversos
análisis petrográficos, algunos de
ellos se efectúan por Felipe Falco,
en la USP, y otros por el autor de
este artículo en el MCM. Todos
ellos tras ser discutidos llegan a
un consenso en la clasificación del
ejemplar, y se clasifica finalmente
en la tipología correcta.
Se procede a la obtención de su-
perficies pulidas mediante corte
con disco de diamante ultrafino de
una parte de la roca, susceptible
de ser muestra de investigación
científica. Obtenida la superficie
se procede a efectuar un pulido
suave de la misma para la obten-
ción de una superficie lisa y apta
para observación.
Después se procede a la preparación
de varias secciones en lámina delga-
da de la roca, y a su estudio, obser-
vando los siguientes resultados;
Los cóndrulos manifiestan un diá-
metro aparente entre 0.3 y 0.8 mm
(unos 0.5 mm de media). No se en-
cuentran bien definidos y repre-
sentan en torno al 60 - 70% de la
superficie analizada en las seccio-
nes delgadas. La mayoría de éstos
cóndrulos son de tipo PO y POP,
con algunos RP en menor propor-
ción. No se pudieron identificar
CAIs o AOAs (Inclusiones ricas en
calcio y aluminio y agregados de
olivino ameboide).
La proporción de Ol / Px es de en
torno a 80/20%. Más del 95% de
los cristales de piroxeno son de or-
topiroxeno mientras que el 5% es
clinopiroxeno.
El olivino muestra una leve ex-
tinción ondulatoria mientras que
cada cristal de piroxeno muestra
70 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
la misma propiedad con fuerte
extinción. En cuanto a fracturas,
los cristales de piroxeno muestran
irregulares y planares con frecuen-
cia. En el caso del olivino por lo
general son irregulares, y rara vez
planares.
Se observan numerosas y finas ve-
nas de fundido intersticial, algunas
de ellas con pequeños globulos de
metal fundido con inclusiones mi-
croscópicas de troilita. Entre 0.1 y
0.2 % es cromita.
zonas cercanas al exterior, que en
La tomografía muestra que sobre el interior del meteorito.
el 11% del volumen de la roca es
fase opaca en la cual sobre el 8% Se han documentado caracterís-
es kamacita/taenita, 3% es troilita ticas compatibles con conos es-
y entre 0.1 y 0.2 % es cromita. triados de impacto que se eviden-
cian tanto en el ejemplar de mano
Las partículas metálicas varían en como en las muestras conservadas
tamaño, entre 0.1 y 1 mm (una en el Museo Canario de Meteori-
media de 0.3 mm) con algún gra- tos como espécimen tipo.
do de conexión entre ellas. En los
cristales de kamacita se puede ob- En las microfotografías de esta
servar líneas de Neumann, y entre página, obtenidas de secciones
el 20 - 30% de la fase metalica se delgadas, podemos corroborar to-
encuentra en estado de oxidación.
Esto genera una tinción anaran-
Conos estriados en el das las observaciones efectuadas
jada en la fase silicatada anexa al
meteorito. Muestra MCM. y que se llevaron a informe para
(c) MCM / J.Garcia. incoar la clasificación oficial del
metal que es más acentuada en las
meteorito TOCACHE.
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 71
 Microscopía electrónica. Espectro del Ca. Espectro del Cr.

Espectro del Fe. Espectro del Mg. Espectro del Al.

Microscopía electrónica de barrido. Se

identifican dos cóndrulos, la fase metálica y
numerosas venas intersticiales.

Espectro del Si. Espectro del O. Espectro del Ni.

Tomografía computerizada de un fragmento

de Tocache, donde se identifica la cantidad de
fase metálica y opacos en la masa del meteorito.

Espectro del Ca. Espectro del S. Espectro del Na.

72 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020. Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 73

 Historia
La tumba
de WINONA
Aproximadamente treinta y cinco
millas al oeste-noroeste de Me-
teor Crater, Arizona, a lo largo de
la antigua Ruta 66, se encuentra
la pequeña ciudad de Winona. A
unas cinco millas al noreste de Wi-
nona se encuentra un pueblo pre-
histórico nativo americano llama-
do Elden Pueblo. Un pueblo tribal
se refería ahora a que Sinagua
ocupó el sitio entre 1070 y 1275
dC antes de desaparecer miste-
riosamente. Durante los 200 años
más o menos que el complejo del
pueblo estuvo ocupado, pasó de
unas pocas casas en boxes a cu-
brir varios acres y más de 60 ha-
bitaciones. En 1928, durante la
excavación del sitio, los arqueólo-
gos descubrieron un meteorito de
cincuenta y tres libras (24 kilos);
el meteorito Winona, cuidadosa-
mente enterrado en una tumba
de piedra artificial especialmente
diseñada en el piso de una de las
habitaciones. La manera en que
74 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
fue envuelto y enterrado, casi
replicando exactamente el mis-
Tumba original de Winona.
mo ritual de entierro que un niño
venerado de la cultura Sinagua,
indica que los constructores del
pueblo probablemente conside-
raron el meteorito como un ob-
jeto sagrado, posiblemente des-
pués de presenciar su caída.
En el momento de su descubri-
miento, el meteorito era aparen-
temente una masa única, grande
y cohesiva en forma de huevo.
Sin embargo, a pesar del hecho
de que había viajado miles y miles
de millas a través de los confines
del sistema solar, sobrevivió con
éxito la ardiente entrada a través
de la atmósfera de la Tierra jun-
to con su eventual impacto en el Elder Pueblo
suelo del desierto. Y, a pesar de Localización en plano.
que los indios aparentemente
pudieron trasladarlo al lugar del
entierro donde luego permane-
ció bajo tierra y sin ser molestado
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 75
durante más de 700 años, tras su
exhumación en 1928, se hizo pe-
dazos.
Curiosamente, el significado es-
pecial que los indios otorgaron al
meteorito Winona es en sí mismo
un misterio. Científicamente, el
meteorito es un tipo muy raro,
generalmente clasificado como
una acondrita primitiva, también
conocida como winonaita, lo que
significa que diferenció magmá-
ticamente de forma parcial en su
progenitor asteroidal, en el pro-
ceso que produce una roca ígnea.
De todos los meteoritos pedre-
gosos conocidos, alrededor del 7
por ciento son acondritas, y aún
menos son winonaitas. La inves-
tigación indica que las winonaitas
probablemente se originaron en
lo que se llama un asteroide par-
cialmente diferenciado que se in-
terrumpió por colisión o impacto
justo cuando comenzó a formar
un núcleo de hierro y una corte-
za rica en silicato. Aunque se cree
que la mayoría de las acondritas
provienen de esa fuente única o
similar, se sabe que algunas se
originaron en las regiones monta-
ñosas del lado lejano de la Luna y
76 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
en Marte. En su mayor parte son
muy diferentes de otros meteo-
ritos. Se desconoce cómo o si los
indios discernieron la importancia
de esa diferencia.
Cuando se retiró la masa se rom-
pió en fragmentos, ya que su
hierro metálico y varios otros
minerales ricos en hierro se ha-
bían degradado en gran medida.
Sin embargo, con el tiempo, este
conjunto reducido bastante cu-
rioso, rico en piroxeno equigranu-
lar y en enstatita (Fs6) y olivina
forsterítica (Fa5) acompañado de
hierro metálico y troilita, fue visto
como una plantilla para un nuevo
grupo geoquímico de meteoritos,
las winonaítas. Este grupo relati-
vamente pequeño de meteoritos
tiene una composición más o me-
nos condrítica con composiciones
reducidas de silicato muy simila-
res a las del grupo de condritas
tipo Kakangari (K). A principios
de junio de 2014, 25 ejemplares
habían sido incluidos en la base
de datos de la Sociedad Meteo-
rítica, pero esta lista incluye va-
rias posibles piedras emparejadas
del noroeste de África. Aunque
aparentemente se han encon-
trado algunos cóndrulos relictos
en algunas Winonaitas, se clasi-
fican como acondritas porque su
textura dominante es la de roca
diferenciada. Sus relaciones de
isótopos de oxígeno y otras ca-
racterísticas también indican una
estrecha relación con los hierros
IAB con inclusiones de silicato. Si
bien se conocen diez Winonaitas
con masas superiores a 100 gra-
mos, Winona es, con mucho, la
más masiva. Esto es cierto a pesar
de que Winona aparentemente ha
perdido una fracción significativa
de su masa debido a los procesos
de meteorización. Se conoce una
sola caída pequeña de Winonaita
(Pontlyfni). Sin embargo, Wino-
Tumba original en cuyo na ya se había establecido como
interior se conservaron los un punto de referencia fiduciario
fragmentos de Winona. (‘prototipo’) antes de que las si-
militudes geoquímicas y minera-
Sección cortada del
Meteorito Winona.
Fragmentos del meteorito
Winona.
lógicas de Pontlyfni con Winona
fueran ampliamente reconocidas
(Winona es uno de los pocos pro-
totipos de meteoritos cuya caída
no se observó).
Los componentes de Winona
son, aproximadamente, 50% en
volumen de ortopiroxeno (Fs ~
6), 15% en volumen de olivino,
~ 10% en volumen, plagioclasa,
más ~ 25% en volumen de opacos
y otras fases menores (Cf. Floss et
al., 2008). Dentro del meteorito
se encuentran litologías de grano
grueso y litologías de grano más
fino cuyas proporciones minera-
les variables pueden explicar al-
gunas abundancias diferentes en
las referencias citadas. El hierro
y la troilita todavía se encuen-
tran en las vetas residuales, pero
determinar las cantidades origi-
nales de hierro y troilita a partir
de los residuos y los productos
de meteorización hace que cual-
quier estimación cuantitativa de
la mineralogía original sea algo
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias
problemática. Sin embargo, la
presencia de cantidades acceso-
rias de alabandita, apatita, cro-
mita, clinopiroxeno, daubreelita,
diópsido, grafito y schreibersita
es bastante informativa.
Estos minerales, a menudo ra-
ros o incluso desconocidos en las
rocas terrestres, también indi-
can que el meteorito Winona en
realidad proviene de un entorno
muy reductor. Entre los meteo-
ritos pedregosos, generalmente
se han encontrado ensamblajes
mineralógicos más reductores
solo entre las condritas enstati-
tas y las acondritas enstatitas. El
meteorito Winona es de hecho un
prototipo útil para este grupo de
acondritas primitivas. Sin embar-
go, en este caso es especialmente
importante complementar nues-
tras consultas con información
adicional proporcionada por los
Winonaitas más pequeñas y me-
nos degradadas.
77
 Investigación jaban frecuentemente y tenían
relaciones con los científicos e in-
genieros cubanos. Quizás sucedió
así. En aquella época estas cosas
no eran más que curiosidades.
El enigma de Las Canas
Olvidado por más de siglo y me-
dio, el fragmento de piedra se
conserva en la colección del Cen-
tro de Estudios de Meteoritos en
Arizona (Estados Unidos) con el
número de catálogo 2051 y con
una antigua etiqueta escrita a
mano que dice “Las Canas, St.
nible no explica cómo llegó allí, y
el catálogo y el archivo del museo
proporcionan solo un número,
pero no más datos, por lo que la
forma de adquisición, y el cómo
y cuándo fue sacado de Cuba si-
guen siendo un misterio.
Lo que queda del meteorito, tal y
como se encuentra actualmente,
es un pedazo muy pequeño con
una masa de 0.3 gramos y cierta
forma piramidal. Parece tener un
remanente de color algo oscuro
de una corteza de fusión y al inte-
rior un núcleo de grano fino y más
claro.
“Las Canas, St. Andras” o sim-
plemente “St. Andrews”, es un
término muy ambiguo, pero qui-
zás esta localidad se refiera a Las
Cañas en las cercanías de la actual
provincia de Artemisa, que en el
pasado incluyó un sitio con el
nombre de San Andrés.
Además del registro en el catá-
logo en línea de la Colección de
Meteoritos en Arizona, la única
mención moderna a este raro me-
teorito es una correspondencia
en una la lista de correo (https: //

Meteoritos Cubanos
Andras, Cuba, 2 de octubre de

del siglo XIX

Yasmani CEBALLOS.
Instituto de Geofísica y Astronomía. Cuba.

Salen a la luz nuevas evidencias de por el famoso huracán (conocido

la caída de meteoritos en suelo cu-
bano en el siglo XIX.
Era 2 de octubre de 1844. El su-
ceso ocurrió en un lugar conocido
como San Andrés, en uno de los
tantos hatos y corrales que con
el mismo nombre existieron en
Cuba en aquella época. Según
parece trascender, los lugareños
debieron haber visto una bola de
fuego que cruzó el cielo y dejó un
fuerte resplandor que fue apa-
gándose al caer. El efecto pudo
verse por algunos segundos y
después una gran explosión dis-
persó unos pocos fragmentos de
roca que tocaron tierra.
Lo que para algunos fue una “es-
trella fugaz” se borraría después
en el recuerdo, quizás opacado
como Tormenta de San Francisco
Todo lo que queda del
de Asís) que azotó directamente
meteorito “Las Canas, St.
el occidente de la Isla durante los
Andras, Cuba, 2 de octubre de
próximos días (del 4 al 5 de octu-
1844”.
Foto: Laurence Garvie.
bre).
Sin embargo, algún curioso, testi-
go sin dudas de la caída en tierra,
se tropezó con un extraño frag- www. mail-archive.com/meteo-
mento de roca, tal vez con la con- rite-list@meteoritecentral.com/
vicción o el desconocimiento de 1844”. Para el catalogador Lau- En la literatura del siglo XIX se di- msg88156.html). Sin embargo,
que era lo que en aquel momento rence Garvie, quien participó en vulgó poca información sobre las los resultados de un reciente aná-
se conocía como “aerolito”. Por el análisis del reciente meteorito circunstancias de la caída de “Las lisis de isótopos y la composición
su pequeño tamaño, aquel frag- de Viñales, y es toda una autori- Canas”. Fue reportado en 1859 mineralógica lo validan como un
mento era de muy fácil traslado, dad en el tema, el meteorito “Las como un “meteorito explosivo, meteorito del tipo acondrita, y
y posiblemente pasó de “bolsillo Canas” es especial y también de- aerolítico”, mientras que algunos dentro del rango de una eucrita.
en bolsillo” hasta que alguien lo biera ser clasificado oficialmente. autores mencionaron la “caída La evidencia apunta a un nuevo, y
trasladó al vecino país del norte, Garvie afirma que su institución de una roca en St. Andrews”, y hasta ahora desconocido, primer
y así fue a parar a Arizona. Por adquirió esta pieza de la colección otros citaron en una línea: “Pierre informe histórico de recuperación
aquellos años, algunos dueños de Amherst / Shepard en el museo à Saint-Andrews, Cuba” (lo cual de meteoritos en Cuba y además,
ingenios y hacendados en Cuba del Amherst College de Massa- significa piedra en San Andrés, sería el menos común entre los
eran norteamericanos que via- chusetts. La información dispo- Cuba). hallados en el territorio cubano,

78 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020. Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 79

pues las eucritas son meteoritos proceden-
tes del asteroide Vesta, formados por el en-
friamiento de un flujo de magma fundido a
más de 1100 grados.
¿Más meteoritos
del siglo XIX?
Tradicionalmente se han listado seis meteo-
ritos para Cuba, todos a partir del año 1938.
El aterrizaje de una lluvia de fragmentos el
1 de febrero de 2019, en el Valle de Viñales
(provincia de Pinar del Río) sumó un séptimo
registro, y la investigación que sobre este
vendría después arrojó un octavo: un meteo-
rito descubierto en la zona oriental mucho
antes de 1871, y cuyos fragmentos se en-
cuentran etiquetados como “Cuba” en varios
museos del mundo. Pero ahora la investiga-
ción sobre el meteorito “Las Canas” ha cam-
biado la cuenta a nueve.
Sin embargo, el nuevo descubrimiento tam-
bién ha suscitado otro enigma: ¿Cayeron
más meteoritos en Cuba en el siglo XIX? Al
parecer sí. Aunque “Las Canas” ocurrió en
1844, la literatura disponible menciona que
una década antes, el 14 de agostode 1833, el
impacto de un bólido destruyó la tercera par-
te de la iglesia parroquial de Baracoa, en la
80 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
NUEVOS METEORITOS
Desde el pasado mes de noviembre, el verano se recuperó una nueva caída en
director del Museo Canario de Meteo- Mauritania, que tras ser recuperada, se
ritos, José García, trabaja en el estudio documentó y se identificó. Tras el corte
de nuevos ejemplares recuperados, del ejemplar y la extracción de muestras
algunos de los cuales ya han sido cla- mayores, se pudo refinar su tipología, y
sificados oficialmente. Su labor como se reclasificó. Se trata de una condrita
clasificador de meteoritos para The Rumuruti, que con sus 1552 gramos de
Meteoritical Society ha despertado el peso, ostenta ser la décima en TKW de
interés de numerosos buscadores que su tipo, de entre las 175 no antárticas re-
están enviando muestras para su análi- conocidas oficialmente, siendo la mayor
sis al laboratorio del mismo. El pasado NWA 7514 con 23.62 kilos de peso.
zona oriental. Además, en la obra “Naturaleza y civiliza-
ción de la grandiosa Isla de Cuba” publicada en 1876, su
autor Miguel Rodríguez-Ferrer proporcionó dos registros
antiguos de caídas de meteoritos, desafortunadamente
sin fecha ni muestras disponibles: uno lo refirió a un me-
teorito que cayó en una localidad mencionada como “dos
leguas de Cienfuegos, cerca de la confluencia del arroyo
Saladito y río Salado”, y el otro puede referirse al bólido
de Baracoa, pero según la descripción de Rodríguez-Fe-
rrer parece que se trató de una lluvia de meteoritos que
causó grandes destrozos.
Fragmentos oxidados del
meteorito Cuba de 1871 en el
Museo de Historia Natural de
Chicago.
Foto: Philipp Heck
La iglesia de Baracoa tuvo
que ser reconstruida luego de
que un meteorito la destruyera
el 14 de agosto de 1833.
Arte: Wilmer Pérez Gil
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 81
 BIBLIOTECA recomendada

Meteoritos del SÁHARA

De José García
Desde el año 1986, en que
un equipo alemán hallara de-
cenas de meteoritos durante
unas prospecciones en busca
de petróleo en el desierto de
Sáhara, la búsqueda de me-
teoritos en las extensas ham-
madas se ha convertido en
una lucrativa actividad que
está permitiendo a los cientí-
ficos disponer de materiales
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Hallarlos, reconocerlos y re-
cuperarlos es fundamental y
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82 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020. Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 83

 Piezas del Museo
Tocache
Información básica
Nombre: Tocache
Este es el nombre official del meteorito.
Abreviatura: No hay abreviatura oficial.
Caida observada: Si, caída confirmada.
Año de caída: 1998.
País: Perú
Masa: 5.14 kg.
Historia de la clasificación: Longitud: 76°28.64’W
Recomendada: H5.
Redacción en MB 108: Clase: H5
Tocache. 8º11.78’S, 76º28.64’W
San Martín, Perú.
Caída confirmada: 1 Enero 1998.
Clasificación: condrita ordinaria (H5)
Petrografía: (F. Falco, USP): Cóndrulos aparen-
tan diámetros típicos entre 0.3 y 0.8 mm (media
0.5 mm). No están bien definidos. Representan
entre 60-7’% del área de la sección delgada. La
mayoría son de tipo PO y POP, con RP en menor
proporción. La proporción Ol/Px es de 80/20%.
Más del 95% del piroxeno es Opx mientras
que sobre el 5% es Clpx. Olivino muestra leve
extinción ondulatoria, mientras que piroxeno
muestra fuerte extinción y fracturas planares
84 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
e irregulares. Olivino solo muestra fracturas
irregulares, las planares son raras. Muestra
numerosas venas fundidas finas y largas y
nodulos de metal y troilita. Fase opaca es el
11%, de la cual 7-8% es Kam/Tae, 3% Tro y
0,1-0,2 % cromita.
Geoquímica: Geoquímica y composición mi-
neral: Olivino (Fa20.1±0.8; N=82), low-Ca
piroxeno (Fs16.6±0.6Wo1.3±0.7; N=60), hi-
gh-Ca piroxeno (Fs11.2Wo25.7; N=1), feldes-
pato (Ab78.3±4.5An15.7±6.4Or5.9±4.7; N=7).
MEV/EDS: troilita (Fe = 64.7±0.6 wt%, S =
35.5±0.6 wt%; N=2), kamacita (Ni = 7.2±1.5
wt%; N=2), taenita (Ni = 29.8±3.7 wt%; N=2),
tetrataenita (Ni = 46.2±0.6 wt%; N=1), cromi-
ta (Cr/(Cr+Al): 0.88±0.06; N=4), Cr-espinela
zonada (bordes = Cr/(Cr+Al): 0.58±0.05, Mg/
(Mg+Fe): 0.22±0.03, Ti: 0.5±0.1 wt%; N=3)
(centro = Cr/(Cr+Al): 0.29±0.04, Mg/(Mg+Fe):
0.40±0.03; N=3), apatito (Cl: 5.0±0.2 wt%, F:
1.2±0.2 wt%; N=1), ilmenita y merrillita (RA-
MAN).
Datos de: MB 1078 Tabla 0 Línea 0:
Estado/Prov/País; San Martín
Fecha: 1 enero 1998
Latitud: 8°11.78’S
Masa (g): 5140
Piezas: 1
Grado S; S3
Grado W; W2
Fayalita (mol%): 20.1±0.7 (19.4-25.3, N=82)
Ferrosilita (mol%): 16.6±0.6 (16.0-19.3,
N=60); 11.2 (N=1)
Wollastonita (mol%): 1.3±0.7 (4.3-0.0, N=60);
25.7 (N=1)
Clasificador; G. Goncalves, F. Falco, L. Mar-
tins, G. Rojas and F. Rodrigues, USP; D. Galan-
te, LNLS/CNPEM; J. Garcia, MCM.
Especimen tipo (g); 397.13; 145.6; 7.4
Localización tipo; USP; MNRJ; MCM.
En el MCM se conservan 7.4 gramos y dos sec-
ciones delgadas como especímenes tipo.
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 85
 Formación

los flancos hasta desaparecer. Los
tamaños varían desde pocos cen-
tímetros a algunos kilómetros. Los
ejemplos más característicos se
observan en las rocas metamórfi-
cas inyectadas.
Tema 4. Cuerpos intrusivos Los cuerpos laminares se caracte-
conductos ideales para el magma
porque le permiten penetrar fácil-
mente, es especial en áreas afec-
tadas por extensión o en la parte
superior de un diapiro magmático.
Estos cuerpos tabulares se presen-
tan donde las rocas son suficiente-
mente frágiles para fracturarse.
de un tipo de roca está presente.
Los diques y filones capa, puede
presentarse como cuerpos solita-
rios, pero los diques en especial, tí-
picamente se presentan en series,
que reflejan los esfuerzos regiona-
les que desarrollan fracturas en las
cuales se inyecta el magma y se los

o plutónicos rizan por tener una relación longi-

Introducción
El término plutón es el nombre
genérico para los cuerpos intrusi-
vos y las rocas que los envuelven,
se denominan rocas de campo o
rocas de caja. El tamaño y forma
de los plutones es generalmente
especulativo, porque la erosión
expone sólo una pequeña parte
del cuerpo, aunque se ha logra-
do considerable información de
cuerpos profundamente erosio-
nados, mediante observaciones
de campo, estudios geofísicos
y trabajos mineros. Estos han
permitido, según su forma es-
pecífica, agrupar a los cuerpos
plutónicos en laminares y globo-
sos (Llambías 2008). En las clasi-
ficaciones también se tienen en
cuenta las relaciones con la roca
de campo, ya sea que corten a la
estructura, o que se adapten a
ella se los llama discordantes o
concordantes, respectivamente.
Cuerpos laminares
Entre los cuerpos laminares, se in-
cluyen: lacolitos, facolitos y lopoli-
tos (Fig. 5-1).
Lacolitos: son cuerpos concordan-
tes con un piso plano y un techo ar-
queado. Las rocas que los consti-
tuyen son viscosas (silícicas) lo que
limitan el flujo magmático a lo lar-
go de la superficie horizontal y son
suficientemente someros como
para que puedan levantar las rocas
del techo.
Lopolitos: son cuerpos concordan-
concordancia con la estructura
tes intruidos en una cuenca estruc-
tural. Son de gran extensión, con
forma de “plato” y característica-
mente están formados por rocas
básicas de baja viscosidad.
Facolitos: son cuerpos de peque-
ñas dimensiones que se ubican
en las charnelas de los pliegues y
se adelgazan paulatinamente en
Figura 5.1.-
Formas de cuerpos plutónicos.
A- Lacolito. B- Facolito. C-
Lopolito. D- Stock
(redibujado de Wimenauer, 1985).
. diques anulares, diques cónicos,
Figura 5.2.-
Filones capa (sills) de
pegmatitas. Observar la
metamórfica, así como las
deformaciones plásticas
sufridas. Sierra de Copabana,
Catamarca.
tud/espesor >>>1 y sus lados son Aunque la mayoría de los diques y
denomina enjambre de diques, los
que suelen tener desarrollo sub-
superficies con tendencias planas filones capa se emplazan durante paralelo. Los diques, también sue-
y subparalelas. Poseen alta rela- un único evento, algunos presen- len desarrollarse como enjambres
ción superficie/ volumen, que per- tan inyecciones múltiples, que radiales en los alrededores de las
mite la perdida rápida del calor y puede tener lugar porque las rocas chimeneas volcánicas, que en su
por ende su enfriamiento. Esto al enfriarse se contraen y desarro- ascenso producen fracturas radia-
permite la formación de texturas llan zonas de debilidad que permi- les, por las que puede ascender el
características para las rocas de ten el ingreso de un nuevo pulso magma.
estos cuerpos. Entre los cuerpos de magma. Un cuerpo se descri-
laminares, vamos a tratar: diques, be como múltiple, si las fases de Otra forma de presentarse es con
inyección son todas de la misma formas concéntricas, que se desa-
filones capa y chimeneas volcáni- composición y compuesto si más rrollan por encima de los plutones.
cas, que junto a los plateau basál-
ticos, coladas y depósitos piroclás-
ticos, ya tratados constituyen los
cuerpos laminares.
Un cuerpo tabular intrusivo es
simplemente magma que ha relle-
nado una fractura. Si el cuerpo es
concordante con la estructura, se
lo denomina filón capa (Fig. 5-2) y
si es discordante, dique (Fig. 5-3).
Un filón capa se desarrolla cuan-
do el magma aprovecha los pla-
nos de debilidad de sedimentos,
u otras foliaciones y se inyecta en
las mismas. Un dique es un relleno
de fractura que corta al bandea-
do o a las estructuras de las rocas
preexistentes. Las fracturas son

86 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020. Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 87


Los cuales se manifiestan como
diques anulares y diques cóni-
cos. Los diques anulares se pro-
ducen cuando la presión ejercida
por el magma es menor que la
presión de material sobreyacen-
te. En este caso fracturas circu-
lares se forman como en la Fig.
5-4. En este caso como la roca
de caja tiene una densidad algo
mayor que la del magma tiende
a hundirse en él, por lo que se
producen espacios por las que
penetra el magma. Cuando es-
tas fracturas alcanzan la super-
ficie y el magma escapa por las
mismas, se produce un evento
volcánico, como sería una calde-
ra de colapso.
Los diques cónicos, se forman
cuando la presión del magma es
mayor que la presión confinan-
te de las rocas sobrepuestas. En
este caso los diques se inclinan
hacia el interior y toman la forma
de la Fig. 5-4. Los diques anulares
y los diques cónicos pueden ocu-
rrir conjuntamente y serían el re-
sultado de diferentes fases de una
intrusión. Los diques y filones ca-
pas pueden tener espesores des-
88 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
plo los batolitos andinos de Chile
Fig. 5-3. Dique de y Perú. Composicionalmente se
pegmatita cortando la caracterizan por granodioritas y
estructura de un granito tonalitas, metaluminosas y cal-
equigranular. coalcalinas. Con carácter subor-
dinado también se encuentran
granitos, dioritas y gabros.
Figura 5.4.- Batolitos post-orogénicos: son
Esquema de desarrollo de los que se emplazaron con pos-
diques anulares en un cuerpo terioridad a la orogénesis y su
plutónico diferenciado. consolidación es post-deforma-
ción. Con posterioridad a un pe-
ríodo orogénico se produce la
relajación mecánica, pasando de
la compresión a la extensión, lo
que produce el colapso orogéni-
Cuerpos globosos to comienza a ser erosionado, co, en el que la actividad mag-
aparecen afloramientos res- mática puede ser intensa. Es en
Los cuerpos globosos, tienden a tringidos de granito, separados este período en el que se pro-
de pocos milímetros a mas de un desarrollar formas groseramen- entre si por roca de caja, que se ducen los batolitos post-orogé-
kilómetros, aunque comúnmente te equidimensionales, poseen en denominan cúpulas, cuando la nicos y los plateau riolíticos. La
los observamos en el rango de las general baja relación superficie/ evidencias geofísicas o el mapeo composición es monzogranítica
decenas de metros. volumen, por lo que la irradiación sugieren que un gran intrusivo y granodiorítica. Los plutones
de calor tiende a ser baja, permi- se encuentra por debajo. Los ba- intruyen aprovechando fracturas
Los cuerpos tabulares se empla- tiendo un enfriamiento lento y de tolitos constituyen los mayores y los más tardíos son de sección
zan generalmente por inyección larga duración. Entre los cuerpos cuerpos intrusivos y su compo- circular.
asociada con dilatación de las globosos vamos a tratar: plutones, sición corresponde a rocas silíci-
paredes del dique y la posición stocks y batolitos. cas. Los batolitos se forman por Batolitos anorogénicos: tienen
es en forma general aproxima- la actividad magmática relati- lugar en el interior de las placas
damente vertical. Los diques y Plutones: este término fue usado vamente continua en espacio y y su emplazamiento tiene lugar
filones capa se enfrían progresi- por Pitcher (1993) para cualquier tiempo, con pulsos de variada en corteza rígida, con bajo gra-
vamente desde las paredes ha- cuerpo grande, no tabular, y res- magnitud que se suceden en for- diente geotérmico. Se asocian
cia el centro y en algunos casos tringe el término batolito para ma intermitente, por lo que no con estructuras de rift, típicas
llegan a desarrollan estructuras agrupación de múltiples plutones constituyen un tipo de intrusión. de ambiente extensional. Cons-
columnares. Así en los diques que se desarrollan en zonas orogé- El desarrollo de los batolitos está tituyen complejos intrusivos
subverticales el desarrollo de las nicas. estrechamente ligado a los pro- centrados con notables diques
columnas es casi horizontal, lo cesos geológicos regionales de anulares. Son generalmente de
que ayuda a diferenciar los di- Stocks: son plutones con forma tectónica de placas, ya sean pro- dimensiones menores que las
ques de coladas de composición cilíndrica, que ocupan un área de cesos de subducción o de disten- otras dos categorías citadas. Las
similar, que tienen desarrollo menos de 100 km2. Estos con- sión. composiciones intermedias a silí-
subhorizonal y las columnas son ductos plutónicos cilíndricos en cicas tienen tendencias alcalinas
casi verticales. Europa son denominados plugs. Según la relación con los proce- y peralcalinas, constituyendo a
Y la parte expuesta de un plug, sos tectónicos podemos clasifi- menudo asociaciones bimoda-
El término vena, se refiere a después de la erosión del material car a los batolitos en: orogénicos, les, con participación de rocas
un cuerpo tabular pequeño, no volcánico superior se denomina post-orogénicos y anorogénicos básicas y ácidas. También cons-
interesa si es concordante o neck-volcánico. (Llambias 2008). tituyen complejos alcalinos máfi-
discordante y se usa preferen- cos, que incluyen carbonatitas y
temente en relación a cuerpos Batolitos: son cuerpos plutóni- Batolitos orogénicos: son los que sienitas. Los plutones son gene-
mineralizados. El término no es cos con superficies de exposición se desarrollan en los arcos mag- ralmente de secciones circulares
recomendado para su uso con superiores a 100 km2. Cuando máticos desarrollados en zonas y muestran abundantes diques
cuerpos ígneos. la parte superior de un batoli- de subducción. Como por ejem- anulares.
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 89

Relaciones de contacto de En razón de que muchos plutones
los plutones silícicos están saturados en fluidos
El emplazamiento de un plutón
involucra la yuxtaposición de un
líquido caliente en movimiento,
viscoso, comúnmente saturado
en fluidos, contra un material frío,
estacionario, sólido y general-
mente de composición muy dife-
rente. Tales contrastes en las pro-
piedades producen interacciones
mecánicas y químicas, que impar-
ten a la zona de contacto estruc-
turas y texturas diagnósticas. La
zona de contacto puede ser neta,
entre la roca ígnea y la roca de
campo relativamente inalterada,
o puede tener un cambio gradual
en la zona de borde.
La zona de borde puede ser es-
trictamente mecánica (inyectada)
o bien una amplia zona que exhi-
be gradaciones desde la roca de
campo sin perturbaciones, a tra-
vés de un sector con diques y ve-
nas, que provienen desde el plu-
tón. Esto puede dar lugar a una
zona de agmatitas (una roca con
alta concentración de fragmentos
de la roca de campo – xenolitos –
en una matriz ígnea), o xenolitos
espaciados de la roca de campo,
que flotan en el material ígneo,
hasta que estos se vuelven raros
y desaparecen.
90 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
y son químicamente distintos a
la roca de campo, los fluidos que
emanan del plutón pueden per-
near la roca que los rodea, produ-
ciendo alteración o incluso fusión
parcial y cristalizando minerales
magmáticos típicos en la roca ex-
terna. El resultado es una zona de
borde que pasa desde el plutón a
la roca de campo sin un límite dis-
tintivo.
Una tercera posibilidad de borde
gradacional sería el resultado de
la combinación de dos procesos de
inyección y de permeación. La in-
yección y fusión se asocian íntima-
mente dando como resultado una
roca híbrida de carácter mixto.
En los contactos netos de los ni-
veles someros, un intrusivo puede
afectar termal y químicamente a
la roca de campo. Una zona gra-
dacional puede resultar desde un
proceso estrictamente térmico,
si la intrusión está muy caliente
y es seca. En tales casos, la roca
de campo no metamorfizada es
calentada y recristalizada por el
plutón en una estrecha zona de
contacto. El tamaño de grano y
de recristalización decrece rápi-
damente desde el contacto hacia
fuera y el contacto real debería ser
Fig. 5-5. Vista afloramiento
Batolito de Capillitas, Sierras
Pampeanas, Catamarca.
Figura 5.6.-
Granito bandeado en zona de
borde del Granito Capillitas.
Mostrando la asimilación
parcial de esquistos de caja,
que da lugar a rocas híbridas,
controlado por el flujo laminar.
aún visible. Los efectos térmicos,
están comúnmente combinados
con un gradiente químico, esta-
blecido por los fluidos saturados
en sílice que salen del plutón. Esto
da como resultado una aureola de
metamorfismo de contacto.
La dinámica de la zona de contac-
to con las rocas de caja, imparten
al plutón caracteres tales como
la adición de xenolitos o zonas de
enfriamiento. Una zona de enfria-
miento es de grano fino resultante
del rápido enfriamiento y solidifi-
cación del plutón como resultado
del contacto con una pared fría.
Como el material ígneo es intrui-
do en movimiento contra una roca
de caja inmóvil, ello produce una
zona de cizalla en el magma y en
los magmas mas viscosos la cizalla
es más pronunciada. El resultado
de este fenómeno es el desarro-
llo de una importante lineación
o foliación paralelamente al con-
tacto en las partes marginales del
plutón, que se puede hacer más
evidente en algunos minerales
alargados o aplanados, tales como
anfíboles, piroxenas y micas. Hay
también desarrollo y acumulación
de minerales como biotita que se
acumulan en masas alargadas de-
nominadas schlieren (Fig. 5-6). Si
el magma es suficientemente vis-
coso y la roca de caja es suficiente-
mente calentada, la zona de cizalla
también la puede afectar, rotando
la foliación fuera del plutón y vol-
viendo los contactos, lo cual hace
que los contactos discordantes se
vuelvan concordantes.
La sobreimposición de estos pro-
cesos de deformación, hace que
se pierda la claridad de los contac-
tos y la perdida de isotropía de las
texturas ígneas. Las rocas ígneas
toman el aspecto de gneises y los
contactos con las rocas de caja se
vuelven difíciles de identificar.
Tiempo de intrusión
La mayoría de los batolitos están
emplazados en cinturones mon-
tañosos como parte de los pro-
cesos orogénicos de subducción
y juegan un importante papel en
la evolución de esos cinturones.
Cualquier intento para relacionar
la deformación con el emplaza-
miento debe demostrar que la
deformación y el metamorfismo
están estrechamente relaciona-
dos con la intrusión, tanto espacial
como temporalmente. Las tex-
turas de las rocas de los plutones
y de la roca de campo reflejan el
tiempo de emplazamiento con
respecto a la actividad tectónica.
Una clasificación de este tipo fue
desarrollada por González Bono-
rino (1950) en sus estudios de las
Sierras Pampeanas.
Plutones post-tectónicos: están
emplazados después del episodio
orogénico-metamórfico y las ro-
cas ígneas carecen de texturas de
deformación, tales como foliacio-
nes (como no sean las relaciona-
das con la intrusión). Las fábricas
regionales de deformación y las
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias
estructuras de las rocas de campo,
son cortadas discordantemente
por el plutón o se curvan paralela-
mente a los contactos.
Plutones sin-tectónicos: se empla-
zan durante el episodio orogéni-
co. Cualquier foliación regional se
continuará con las del plutón rela-
cionadas con la intrusión. El plu-
tón también se verá afectado por
cualquier reactivación tardía de la
orogénesis.
Plutones pre-tectónicos: son los
plutones emplazados antes del
episodio orogénico. Tanto los plu-
tones pre- como los sin-tectónicos
sufren los procesos de deforma-
ción y metamorfismo asociados
con la orogenia. Ellos tienen de-
formaciones internas que se conti-
núan paralelamente con la roca de
campo. La foliación regional pue-
de curvarse alrededor de plutones
no-foliados, por el contraste de
ductilidad entre ambos. Los plu-
tones sin-tectónicos son normal-
mente más dúctiles al tiempo de
la deformación y por lo tanto son
más elongados en la dirección de
la foliación y con contactos con-
91
cordantes. Los plutones pre-tec-
tónicos por su parte, están fríos y
son más resistentes a la deforma-
ción, que generalmente se con-
centra en las márgenes del cuerpo.
Como el plutonismo y la orogenia
están relacionados en la mayoría
de los cinturones orogénicos, los
plutones puramente pretectóni-
cos son raros y los que pueden ser
caracterizados como tales están
comúnmente asociados con una
orogenia anterior de un cinturón,
con múltiples ciclos de deforma-
ción.
Profundidad de
los intrusivos
Juntamente con el tiempo, la pro-
fundidad de emplazamiento afec-
ta las características estructurales
y texturales de los plutones. Algu-
nas de estas características fue-
ron sintetizadas por Buddington
(1959) sobre la base de los niveles
de emplazamiento en relación a
“zonas de profundidad” que fue-
ron propuestas originalmente por
Grubenmann (1904). Estas zonas
son: epizona, mesozona y catazo-
na y se basan en las características
de las rocas de campo y los limites
de profundidad propuestos son
solo aproximados, por cuanto va-
rían según las diferencias del gra-
diente geotérmico de cada zona
de los cinturones orogénicos.
La Epizona, está caracterizada por
ser relativamente fría (<300º C),
con rocas de campo de baja ductili-
dad y profundidades menores a los
10 km. Muchos plutones intruyen
su propio caparazón volcánico que
ha ascendido previamente hasta
la superficie. Los plutones epizo-
nales son generalmente post-tec-
tónicos y tienen contactos netos y
discordantes. Las rocas de pared
están típicamente brechadas y
92 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
están cortadas por numerosos di-
ques que salen del cuerpo ígneo.
El tope del plutón generalmen-
te penetra en las rocas de techo
de manera irregular. Un vástago
(offshoot) es un término general
para designar un lóbulo aislado del
cuerpo principal que intruye en la
roca de campo (Fig. 5-7). Una cú-
pula es un vástago no tabular, ais-
lado del cuerpo principal, como se
observa en la Fig. 5-7. Un septo es
una proyección como península en
la roca de campo dentro del plu-
tón que separa dos lóbulos de ro-
cas ígneas. Un pendiente de techo
(roof-pendant) es una proyección
de las rocas del techo dentro del
plutón, que ha quedado aislado
por efecto de la erosión. Las es-
tructuras de pendiente de techo,
son paralelas a las de la roca de
campo regional, significando que
ha formado parte de ella y que no
ha sido rotado. Si estas rocas han
sido rotadas reciben el nombre de
balsa.
En general los batolitos epizona-
les no son muy grandes y muchos
constituyen cúpulas de cuerpos
mayores que están profundidad.
El emplazamiento de un cuerpo
intrusivo puede fracturar la roca
de campo lo que le permite ascen-
der hacia la superficie, por lo que
la alteración hidrotermal y mine-
ralización metalífera son comunes
y se concentran a lo largo de tales
fracturas. Asimismo se suelen es-
Figura 5.8.-
Intrusivos compuestos. A:
Secuencia intrusiva múltiple
que va de 1 a 3. Los sucesivos
pulsos aprovechan la zona
más caliente para intruirse,
mientras que las zonas de
bordes están más frías y rígidas.
B: Secuencia intrusiva
múltiple que se inicia con
un primer pulso (1), seguido
por el 2 y finalmente el 3,
ocasionados por colapsos
progresivos. C: Intrusivo
con borde de enfriamiento
mostrando asimilación parcial
de un dique anterior. D:
cristalización centrípeta de un
Plutón.
(Modificado de Mc Birney 1984).
tablecer sistemas hidrotermales politos, diques anulares y diques desarrollada, porque los plutones
encima del plutón, produciendo cónicos. son mayores y el enfriamiento es
intensa alteración. El metamorfis- mas lento. Las rocas de la aureo-
mo de contacto suele ser impor- La mesozona, se desarrolla entre la de contacto comúnmente tie-
Figura 5.7.- tante, especialmente si la roca de los 5 y los 20 km de profundidad. nen fábrica foliada, porque sufren
campo no tiene metamorfismo La roca de campo corresponde tanto el metamorfismo regional
Esquema idealizado del previo. La principal limitación al al bajo grado del metamorfismo como el de contacto. Pizarras y fili-
desarrollo de un batolito. tamaño de la aureola es la veloci- regional con temperaturas entre tas moteadas son comunes, que se
dad de enfriamiento y la pérdida 300 y 500º C. Los plutones de esta desarrollan durante o después de
de fluidos a los largo de fracturas. zona tienen caracteres transicio- la foliación regional. La fábrica del
Los plutones epizonales tienen nales entre los de epizona y de plutón puede ser isótropa, pero
fábrica típicamente isótropa, con catazona. Ellos pueden ser tanto comúnmente es foliada o desarro-
contactos netos y suelen desa- sin- como post-tectónicos. Los lla lineación en las proximidades
rrollar cavidades miarolíticas, que contactos pueden ser netos o gra- del contacto.
representan burbujas de fluidos dacionales y concordantes o dis-
liberados a baja presión, con mine- cordantes, porque la roca de cam- En zonas más profundas se desa-
rales euhedros que se proyectan po es más dúctil que la de epizona. rrolla la catazona, con profundida-
hacia el interior de las mismas. Son La aureola de metamorfismo de des mayores a los 15 km. La roca
típicos de epizona los lacolitos, lo- contacto, está generalmente bien de campo está representada por
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 93
metamorfismo regional de medio
a alto grado en el rango de 450 a
600º C. Los plutones son general-
mente sin-tectónicos con contac-
tos gradacionales y sin bordes de
enfriamiento. El contraste de vis-
cosidad entre las rocas de campo
y el magma es relativamente bajo,
por lo que los contactos son gene-
ralmente concordantes, en el sen-
tido que la foliación se produce en
rocas relativamente dúctiles que
son deformadas y rotadas parale-
lizando los contactos. No produ-
cen metamorfismo de contacto,
por cuanto la roca regional ya está
en alto grado de metamorfismo.
Los plutones se presentan como
domos u hojas, en las que la folia-
ción o lineación interna, pasan di-
rectamente a la fábrica de la roca
metamórfica regional. Asimismo
se produce foliación por flujo, que
pudo haber sido impuesta al final,
junto con la foliación metamór-
fica, durante el final de la cristali-
zación ígnea. Todo esto produce
similitudes entre las rocas ígneas
y las rocas metamórficas de alto
grado, con relaciones transiciona-
les entre ambas en la corteza pro-
funda.
Inyecciones múltiples
plutones zonados
Como en los centros volcánicos,
muchos plutones muestran his-
torias complejas de intrusiones
múltiples de magmas que varían
en composición. Los grandes cin-
turones batolíticos están com-
puestos de numerosos plutones
menores y los mismos, cuando
se los mapea en forma cuidado-
sa muestran diferentes unidades
composicionales, que pueden pre-
sentar variaciones marcadas entre
ellas. En general los plutones más
antiguos tienen formas alargadas,
mientras que los últimos tienden
94 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.
a tener formas circulares. Asimis-
mo cada uno de ellos suelen de-
sarrollar zoneamientos concéntri-
cos producto de la cristalización
centrípeta de los mismos, con los
bordes más básicos y los núcleos
más silícicos. Las tendencias mi-
neralógicas y químicas asociados
con las secuencias intrusivas, son
generalmente consistentes con la
evolución de cámaras magmáticas
en profundidad, que sufren proce-
sos de cristalización fraccionada,
asimilación de las rocas de caja y
mezclas de magmas.
Los procesos de ascenso
del magma y emplaza-
miento y el problema del
espacio
Las rocas ígneas intrusivas, son
simplemente magmas que no han
alcanzado la superficie. El volu-
men de rocas ígneas que forman
los cuerpos plutónicos es consi-
derable y pueden gradar a los sis-
temas volcánicos. Los magmas se
forman en profundidad y se segre-
gan desde un residuo sólido para
formar masas discretas de fundi-
do. Estas masas son menos densas
y que el sólido que las rodea por lo
que se vuelven boyantes y tienden
a ascender si el material que los ro-
dea es suficientemente dúctil. Un
diapíro, que es una masa fundida
móvil que perfora las capas que se
encuentran por encima, que son
rocas dúctiles más densas, que as-
cienden mientras la viscosidad del
magma permita el movimiento y
la densidad de las rocas de campo
sean menores o similares. En las
áreas menos dúctiles del manto
superior y de la corteza, el magma
no puede ascender por diapirismo.
La forma por la cual un gran cuer-
po intrusivo asciende a través de la
corteza, creando suficiente espa-
cio para él, no ha sido totalmente
aclarada. El problema del espacio
ha sido objeto de extensos deba-
tes por décadas y aún así sigue
siendo un problema (Paterson et
al. 1991).
Las fracturas abiertas y vacías
están limitadas a niveles muy so-
meros próximos a la superficie y
tienen pocas decenas de metros.
El magma que viene ascendiendo
simplemente rellena tales abertu-
ras. El ascenso del magma puede
seguir fracturas preexistentes,
desplazando a las rocas que for-
man las fracturas y siguiendo estos
conductos planares. En profundi-
dad, la habilidad de los magmas
para forzar a una fractura a abrirse
es limitada, por la alta presión que
existe. Por supuesto si el área está
sometida a extensión regional, las
paredes de cualquier fractura no
están bajo compresión y el magma
puede forzar su separación. El nú-
mero y espesor de los diques que
rellenan los conductos depende
de la relación de extensión y tie-
Figura 5.9.-
Mecanismos posibles de
ascenso de intrusivos.
(redibujado de Paterson et al. 1991).
ne relación con la velocidad de las
placas tectónicas que es menor a
aproximadamente 3 cm/año.
El problema del espacio se vuelve
mas complicado para los grandes
cuerpos intrusivos que deben mo-
ver mucho mayor volumen de roca
en su ascenso. La fig. 5-9 resume
los mecanismos propuestos por los
cuales un plutón hace espacio para
ascender. Los batolitos pueden alzar
el techo por plegamiento o doma-
miento, o elevar bloques a lo largo
de fallas. La controversia se produce
con respecto a la fuerza de elevación
que tiene un plutón si se restringe a
su capacidad de boyar, que limita
su posibilidad de levantar el techo
cuando alcanza densidades iguales
a las de la roca de campo. El levanta-
miento puede ser facilitado en tales
casos por sobre-presión magmáti-
ca, que brinda un esfuerzo adicional
al ascenso. El domamiento de los
techos de los lacolitos está limitado
a profundidades de menos de 3 km,
donde la presión magmática puede
exceder la presión de carga.
Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias
Alternativamente el magma pue-
de fundir roca de campo en su as-
censo, proceso que se denomina
asimilación. La capacidad de un
plutón de fundir la roca de caja,
está limitado a la cantidad de calor
del magma. Así como se vio, que
los magmas que intruyen son el
resultado de fusión parcial, debe-
ría haber un “sobrecalentamien-
to” apreciable (calentamiento por
encima de la temperatura a la que
el fundido coexiste con el sólido).
Así, si el calor disponible para fun-
dir la roca de campo no existiera,
este debería ser aportado por el
calor latente de cristalización de
algunos minerales del magma, lo
que lo hace menos móvil.
Si las rocas de campo son sufi-
cientemente frágiles y bloques del
techo caen dentro del plutón, se
produce un desalojo por caída y el
magma asciende ocupando dicho
lugar. Este proceso se denomi-
na stoping. Buenas evidencias de
stoping se observan en las partes
superiores de muchos plutones,
95
 La belleza de las Eucritas Monomícticas.

donde bloques de roca de campo tudios teóricos y experimentales

están suspendidos en la roca ígnea
cristalizada, formando balsas y xe-
nolitos. El stoping requiere que la
roca de campo sea más densa que
el magma y que los bloques deben
ser lo suficientemente grandes (de-
cenas de metros) para que se hun-
dan rápidamente en el magma vis-
coso. El stoping puede ser efectivo
sólo en corteza somera cuando las
rocas pueden ser fracturadas.
sugieren que el diapirismo y balón
pueden se efectivos si las viscosi-
dades del plutón y las rocas de caja
son similares. La falta de eviden-
cias texturales de rocas de pared
ablandadas alrededor de plutones
en niveles medios y superiores,
son argumentos fuertes contra el
diapirismo como mecanismo de
emplazamiento en estos niveles.

Una combinación de solución sto-

Lecturas seleccionadas
ping o zona de fusión, puede ope-
Ahren, J.L., Turcotte, D.L., y Ox-
rar a profundidades donde la roca
burgh, E.R. 1981. On the upward
de campo está próxima al punto
migration of an intrusión. J.Geol.
de fusión. En este proceso los mi-
89: 421-432.
nerales de la roca de techo se fun-
Best, M. G., 1982. Igneous and
den y una cantidad equivalente de
Metamorphic Petrology. W.H. Fre-
magma cristaliza en el piso, como
eman and Co.
propone Ahren et al. (1981). Este
Buddington, A.F. 1959. Granite
proceso mitiga la pérdida de calor
Emplacement with Special Refe-
desde el magma, que es el mayor
rence to North America. Geologi-
impedimento para la asimilación.
cal Society American Bulletin 70:
Este proceso puede ser efectivo en
671-747.
el manto o en la corteza inferior,
González Bonorino, F. 1950. Algu-
donde el magma puede ascender
nos problemas geológicos de las
por diapirismo, pero si la roca de
Sierras Pampeanas. Revista de la
campo está por debajo del punto
Asociación Geológica Argentina
de fusión, muchos minerales pue-
5(3): 81-110.
den tender a cristalizar desde el
Grubenmann, U. 1904. Die Krista-
fundido y el plutón se solidifica rá-
llinen Schiefer. Borntraeger, Ber-
pidamente.
lin.
Hall, A. 1987. Igneous Petrology.
La deformación dúctil y el retorno
573 pág. Longman Scientific &
por flujo descendente, correspon-
Tecnical.
de a mecanismos asociados con
Llambías, E. J. 2008. Geología de
el ascenso de los diapiros desde
los cuerpos ígneos. Asociación
grandes profundidades y serían
Geológica Argentina. Serie B – Di-
eficientes donde la viscosidad de
dáctica y Complementaria Nº 29.
la roca de campo es baja. A cual-
222 pp.
quier profundidad el balón (ba-
Paterson, S.R., Vernon, R.H.,
lloning) o expansión radial de la
Fowler, T.K. Jr. 1991. Aureole tec-
cámara magmática, por adición
tonics. In: Kerrick, D.M. (ed.). Con-
de magma desde profundidad, es
tact Metamorphism. Rev. Mineral
posible. El balón de magma pue-
26: 673-722.
de comprimir físicamente las pa-
Smith, R.L., y Bailey, R.A. 1968.
redes de las rocas hacia los lados
Resurgent cauldrons. Geological
del diapiro, forzando a las pare-
Society American Memoir I16:
des a apartarse, produciendo una
623-662.
aureola de deformación. Los es-

96 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020. Petrografía, Geoquímica, Ciencias Planetarias 97

98 METEORITOS - núm. 19, Enero-Febrero 2020.