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HISTORIA DE LA MUSICA DE LA MUSICA REGIONAL 14-06-

2021
XAVIER ALEJANDRO ACOSTA
FEDERICO BORUNDA LEON fedepianoforte@gmail.com

VINCULANDONOS EN LA COMPRENSION

Hablar de la comprensión*, es un término, que es bueno que me detenga

revisar, pues en el argot de un amplio sector de la población, percibo que es tomado a

la ligera y se pudiera confundir con el hecho de entender, donde si, ello se involucra,

pero además de efectuar un proceso lógico razonable, también se realiza el sensible,

experiencia que se incentiva desde dos plataformas, el interior y exterior de cada

persona.

Comprender requiere de una disposición, apertura de nuestros sentidos y

entendimiento, que este último, redondea el rumbo que tomaran los estímulos internos

y externos, que en nuestras relaciones interpersonales, se dirigen, más que nada hacia

la empatía, simpatía, comunidad con nuestros semejantes y porque no, en la antipatía,

también valida. La afinidad, concertada en la comprensión, devendrá en crear nexos,

vínculos de convivencia, apoyo, servicio, aceptación, comunidad y también, por el lado

introspectivo, definir más nuestros rasgos personales, nuestros límites a respetar, y

algo muy primordial, nuestro carácter y personalidad, que es susceptible de cambios

debido a dichas experiencias.

En la actualidad el acto de entender es a lo que se destina una ejercicio más

consciente y determinado, pues por enseñanza, se le ha priorizado para comunicarnos

sesgadamente, desde los límites de la palabra y saber percibir las circunstancias del
entorno, organizarlas, ordenarlas con fines funcionales de obtener tales o cuales

resultados benéficos a nuestro intereses, más que nada, individúales, creo yo, esto

originado por el capitalismo y competencia a la que involucra e invita y que al mismo

tiempo está derivando en una desvinculación, desintegración del núcleo social,

amistoso, familiar, pareja y mucho más y no menos importante, el ecológico con

criaturas como los animales, plantas y todo lo que concierne al planeta.

Resuelvo que hemos llegado a este punto de enajenación, porque la

comprensión dejó de tener un sentido amplio y pleno, pues a las sensaciones las

hemos relegado a un punto que se dan de por sí, de una manera, instintiva, reactiva,

incluidas en la composición del ser animal que nos comprende y que ocupan por ello

una categoría inferior que el pensamiento, que por el contrario a incentivarlas debemos

controlarlas, suprimirlas, reprimirlas, extirparlas de nuestra constitución porque esto nos

convida a ser personas con menos control de sus actos y propensos a decidir y convivir

de una manera errónea, todo esto contrario a lo recién expuesto en el ejercicio de la

comprensión.

Ser músico es algo que a primera instancia e invariablemente invita, incentiva a

la sensorialidad, sensibilidad, en primera plano: sonoro, auditivo y que deviene en la

emocional y animosa, diversión, siendo esto el primer y constante incentivo para

continuar en la práctica de dicha labor, profesión, que resulta ser muy estimulante

tanto para el interprete como para el público, auditorio.

Personalmente me atrevo a equipar la música con terapia emocional, espiritual,

y aunada a la psicológica, consigue ser un gran complemento y herramienta,


holísticamente es un conducto para conseguir estados del ser que son considerados,

en un nivel evolutivo, superiores, equilibrados, valiosos.

A lo largo de mi actividad musical y carrera he ido reconociendo, identificando, en

la música, estas características tan provechosas, que por los comportamientos,

consientes o inconscientes, del público, manifiestos involuntariamente o con

determinación, recibo la retroalimentación, si en sus palabras y charlas y hasta elogios

o congratulaciones, pero más en la empatía que distingo en sus gestos, expresiones,

cambios de estado de ánimo, del inicio de su estadio como auditorio, hasta el final de

él.

En un principio de mi recorrido por la música y como interprete, aprendiz, lo que

yo generaba con la música fue una gran motivación para ser y continuar como músico,

recuerdo, siendo yo niño, la sonrisa de mi padre al sentarse al lado del piano, en un

sillón de la sala, al escucharme comenzar a tocar pequeñas piezas o pedazos de ellas y

ese momento, como cuando mi madre se sentaba a introducirme, enseñarme, en otras

pequeñas canciones, fue lo que me motivo a ser músico.

Antes, más al principio, mi partida para ser músico provenía por el hecho de

recibir el aplauso, aceptación y pertenecer y hoy, en gran parte por mi accidente y

bastante por lo que decidí vivir a partir de, comencé a experimentar mas desapego por

la pertenencia, el reconocimiento o aplauso y a disfrutar la música per se, esto me ha

conducido a apreciar que mi aporte como músico es generar un anima en la gente que

los vaya acercando a percibirse, más conscientes, como personas sensibles,

emocionales, capaces de sentir, reconocerse y consentir es faceta de su persona,


permitiéndose suceder desde esa faceta de su vida, que como ya mencione, que muy

seguido, suele suceder inconscientemente.

Debido a esto, actualmente y no solo en mi interpretación, sino también en la

composición, comienzo a proyectar en mi labor y aporte como músico, el hecho, no solo

de despertar emociones o generar estados de ánimo, sino de convocar a la

comunicación plena, completa, que convoque a experimentarnos, no solo desde lo

verbal o entendible, sino desde lo sensible, desde la expresión de sonidos, fonemas,

expresiones rítmicas con nuestra voz, boca, extremidades, práctica que ya ejerzo con

mis mascotas y que ayuda a comunicarme y hacerme comprensible para con ellos, y

claro, con las personas, es en un sentido más elevado, próximamente con

composiciones que involucre a grupos numerosos o simples de personas, músicos o

no, pero con interpretaciones accesibles que en conjunto tengan como resultado, si,

una obra de arte, que en su estética sea agradable, aceptable, en buena proporción

pero, que además, ponga de manifiesto el resultado del trabajo en comunidad, de ser

receptivo a los demás y al mismo tiempo de sí mismo, manifestando, entonces, el

ejercicio de la comprensión, que devenga, como ya se mencionó, en empatía, gusto,

comunidad y con ello plantear una propuesta de comportamiento más humanista que

congregue a la vinculación.

*comprender 
De comprehender.

1. tr. Abrazar, ceñir o rodear por todas partes algo.

2. tr. Contener o incluir en sí algo. U. t. c. prnl.

3. tr. Entender, alcanzar o penetrar algo.
4. tr. Encontrar justificados o naturales los actos o sentimientos de otro. Comprendosus 
temores. Comprendo tu protesta.
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