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Principios de Agilidad

Las emociones y la Agilidad

Las emociones y la Agilidad


Entender nuestros sentimientos y los de mi equipo de trabajo es el primer paso para crear ambientes de confianza
que permitan colaborar y hacer crecer a la organización.

Complementario a lo que se conoce como gestión o dirección de proyectos, existen también herramientas para
manejar las emociones (Emotional project management). En este ámbito, se entiende un proyecto como un
sistema social, cuyo elemento fundamental son las comunicaciones. De ahí que para la agilidad sea tan
importante lograr una buena comunicación.
En el modelo de gestión, la comunicación tiene una dimensión estructural, racional y emocional. El objetivo
racional de comunicar cierto contenido, es influenciado por la estructura de la situación comunicacional (tiempo,
rol, medio, etc.), pero también por las emociones que existen entre las personas que participan. Así como el
desarrollo de la inteligencia emocional es necesario, entender la situación emocional del equipo es muy relevante
también, tanto para detectar emociones negativas como para conocer las positivas, ya que esto sirve para
monitorear al equipo y crear acciones que ayuden a mantener un buen nivel de colaboración y comunicación.
Las emociones son sentimientos intensos que viven las personas, los equipos y las organizaciones. La emoción
tiene un comienzo y un fin y siempre va a estar relacionada con algo o alguien que nos hace sentir de esa
manera.
Ahora bien, en muchas situaciones que vivimos a diario se nos hace complejo entender y verbalizar la emoción
que estamos sintiendo. Para ello existen algunas herramientas que nos ayudan a identificar nuestros
sentimientos, y así, actuar de manera correcta y coherente frente a ellos.

1.- La rueda de las emociones.


El psicólogo estadounidense Robert Plutchik, desarrolló en 1980 la “rueda de las emociones” la que se compone
de ocho emociones básicas de las que se desprenden otras emociones más complejas.
Este mapa nos puede ayudar a describir la emoción que estamos sintiendo, y hacernos una imagen mental de
nuestras emociones o las del equipo de trabajo.
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2.- Mapa que te permite ver dónde sientes las emociones en el cuerpo.

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3.- Mapa mental de las emociones, que es un poco más descriptivo.

La agilidad y las emociones


Ahora bien, cuando hablamos de proyectos de agilidad, debemos considerar que éstos también provocan
emociones en los equipos de trabajo, las que pueden ser causadas simplemente por la estructura del proyecto o
inducidas por ciertas situaciones particulares.
Por ejemplo, al comienzo, es normal que exista incertidumbre, mientras que si realizamos entregas, es probable
que sintamos alegría, o por el contrario, frustración, en el caso de un mal feedback. En este sentido, es
fundamental que nos hagamos cargo de analizar nuestras emociones y crear un plan con estrategias para lidiar
con ellas consciente y sistemáticamente, tanto para nosotros mismos como para el equipo.
Una buena forma de llevar esto a cabo es a través de gráficos emocionales, en los cuales cada persona del
equipo hace una línea de cómo ha transitado desde la “cara feliz” hasta “cara triste” y anota su emoción final,
antes de realizar cualquier otra reflexión. Esto ayuda a pensar en las emociones, permitiendo abrir las
conversaciones desde otros puntos de vista, y comprobando si la emocionalidad va mejor o peor. Normalmente es
difícil hablar de las emociones, pero haciendo este ejercicio periódicamente las conversaciones se volverán más
naturales y será más fácil hacerse cargo de lo que le pasa al otro.

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Con esto lo que buscamos es encontrar “desilusiones” más temprano que tarde (anticiparnos a que el resultado
que estamos logrando no es el correcto), de manera que las emociones vayan creciendo positivamente. Mientras
más tiempo dejamos que pase para detectar una emoción negativa es menos el valor que agregamos de cara al
cliente y menor el feedback que podemos entregar al equipo.

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