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Trastorno de ansiedad generalizada

El trastorno de ansiedad generalizada consiste en la presencia de un estado de

preocupación y nerviosismo excesivos en relación con diversas actividades o

acontecimientos. Las personas afectadas sufren ansiedad durante más días de los que

están libres de ella durante 6 meses o más.

La persona afectada está ansiosa y preocupada por diversos temas, actividades y

situaciones, y no por un único tipo de asuntos.

Para establecer el diagnóstico de este trastorno, la ansiedad ha de ir acompañada de

otros síntomas (como, por ejemplo, tendencia a cansarse con facilidad, dificultad para

concentrarse y tensión muscular).

El tratamiento consiste en una combinación de fármacos (generalmente ansiolíticos y a

veces antidepresivos) y psicoterapia.

El trastorno de ansiedad generalizada es un tipo frecuente de trastorno de ansiedad.

Presenta una prevalencia anual cercana a un 3% de la población adulta. Las mujeres

tienen un riesgo dos veces mayor de sufrir este trastorno. A menudo comienza en la

infancia o en la adolescencia (véase Trastorno de ansiedad generalizada en niños), pero

su inicio puede darse a cualquier edad.

En la mayoría de las personas el trastorno tiene un curso fluctuante, con empeoramiento

en periodos de estrés, y persiste a lo largo de muchos años.

Síntomas

Las personas con trastorno de ansiedad generalizada experimentan un estado de

preocupación o malestar constante que les resulta difícil de controlar. La intensidad,

frecuencia o duración de la preocupación es mayor a la situación.


Las preocupaciones son de carácter general y pueden referirse a diversos temas, si bien

es frecuente que con el tiempo vayan pasando de un tema a otro. Entre las

preocupaciones habituales se incluyen las responsabilidades laborales y familiares, el

dinero, la salud, la seguridad, las reparaciones del automóvil y las labores domésticas.

Trastorno de pánico: Cuando el miedo agobia

¿Hay ocasiones en que tiene ataques repentinos de ansiedad y temor abrumador que
duran varios minutos? Tal vez el corazón le late rápidamente, comienza a sudar y siente
como si no pudiera respirar o pensar. ¿Estos ataques ocurren en momentos
impredecibles sin ningún factor desencadenante obvio, llenándole de inquietud de que
pudiera tener otro en cualquier momento?

Si es así, puede tener un tipo de trastorno de ansiedad llamado trastorno de pánico. Si no


se trata, el trastorno de pánico puede disminuir su calidad de vida, ya que puede llevar a
otros temores y trastornos de salud mental, problemas en el trabajo o en la escuela, y
aislamiento social.

¿Qué se siente tener el trastorno de pánico?

"Un día, sin ningún motivo ni advertencia, un sentimiento de terrible ansiedad se me


vino encima. Sentí que no podía respirar, por mucho que inhalaba. Mi corazón
palpitaba y parecía que quería salirse de mi pecho, y pensé que podría morir. Estaba
sudando y me sentía mareado. Sentía como si no tuviera control sobre estos
sentimientos y como si me estuviera ahogando y no pudiera pensar claramente.

"Después de lo que pareció una eternidad, mi respiración se desaceleró y finalmente


dejé de lado el miedo y mis pensamientos apremiantes, pero estaba totalmente agotado
y acabado. Estos ataques comenzaron a ocurrir cada dos semanas, y pensé que me
estaba volviendo loco. Mi amigo vio cómo estaba luchando con estos sentimientos y me
dijo que llame al médico para que me ayude”.

¿Qué es el trastorno de pánico?

Las personas con trastorno de pánico tienen ataques repentinos y repetidos de miedo
que duran varios minutos o más. Estos se conocen como ataques de pánico. Los
ataques de pánico se caracterizan por temor a los desastres o miedo a perder el control,
incluso cuando no hay un peligro real. También se puede tener una fuerte reacción física
durante un ataque de pánico. Es posible que uno se sienta como si se va a tener un
ataque al corazón. Los ataques de pánico pueden ocurrir en cualquier momento. Muchas
personas con trastorno de pánico se preocupan y temen la posibilidad de tener otro
ataque.
Es posible que una persona que tiene el trastorno de pánico pueda desanimarse o
avergonzarse porque no puede llevar a cabo rutinas normales como ir a la escuela o
trabajar, ir a la tienda o conducir.

El trastorno de pánico con frecuencia comienza a finales de la adolescencia o a


principios de la edad adulta. Hay más mujeres que hombres que presentan el trastorno
de pánico. Sin embargo, no todo el mundo que tiene ataques de pánico tendrá el
trastorno de pánico.

¿Qué causa el trastorno de pánico?

El trastorno de pánico a veces se da en las familias, pero nadie sabe con certeza por qué
algunos miembros de la familia lo tienen y otros no. Los investigadores han descubierto
que hay algunas partes del cerebro y ciertos procesos biológicos, que juegan un papel
clave en el miedo y la ansiedad. Algunos investigadores piensan que las personas con
trastorno de pánico malinterpretan sensaciones corporales inofensivas como amenazas.
Al ir aprendiendo más acerca de cómo el cerebro y el cuerpo funciona en las personas
con trastorno de pánico, es posible que los científicos logren descubrir mejores
tratamientos. Los investigadores también están buscando cómo el estrés y los factores
ambientales pueden desempeñar un papel.

¿Cuáles son las señales y los síntomas del trastorno de pánico?

Las personas con trastorno de pánico pueden tener:

 Ataques repentinos y repetidos de pánico con ansiedad y miedo abrumador


 Sensación de estar fuera de control o de miedo a la muerte o una fatalidad
inminente durante un ataque de pánico
 Síntomas físicos durante un ataque de pánico, como latido fuerte o rápido del
corazón, sudor excesivo, escalofríos, temblores, problemas respiratorios, debilidad o
mareos, hormigueo o entumecimiento de las manos, dolor en el pecho, dolor de
estómago y náuseas
 Preocupación intensa acerca de cuándo ocurrirá el próximo ataque de pánico
 Miedo de ir a los lugares donde han tenido un ataque de pánico en el pasado

Fobia específica o simple


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Una fobia es un miedo intenso y progresivo o ansiedad por un determinado objeto,
animal, actividad o situación que ofrece poco o ningún peligro real.

Causas
Las fobias específicas son un tipo de trastorno de ansiedad en el cual una persona puede
sentirse extremadamente ansiosa o tener un ataque de pánico cuando es expuesta al
objeto del miedo. Las fobias específicas son un trastorno psiquiátrico común.
Las fobias comunes son, entre otras, el miedo a:
 Estar en lugares donde es difícil escapar, como entre multitudes, puentes o estar
solo en el exterior
 Sangre, inyecciones y otros procedimientos médicos
 Ciertos animales (por ejemplo, perros o serpientes)
 Espacios encerrados
 Volar
 Lugares altos
 Insectos o arañas
 Relámpagos

En el trastorno de ansiedad por separación se genera un estado de ansiedad


intensa y persistente al estar lejos de casa o al separarse de las personas a las que
el niño siente apego, generalmente la madre.
La mayoría de los niños sienten ansiedad por separación, pero suele desaparecer
a medida que se van haciendo mayores.
Los niños con trastorno de ansiedad por separación a menudo lloran o suplican a
la persona que se va y, una vez se ha ido, solo piensan en volver a reunirse con
ella.
Los médicos basan el diagnóstico en los síntomas y su duración.
La terapia conductual normalmente es eficaz, al igual que la psicoterapia
individual y familiar.
El tratamiento tiene como objetivo que el niño pueda volver al colegio lo más
pronto posible.
(Véase también Introducción a los trastornos de ansiedad en niños.)

Un cierto grado de ansiedad por separación es normal y se observa en casi todos


los niños, sobre todo en niños muy pequeños. Los niños tienen esta reacción
cuando se separan de una persona muy cercana a ellos. Esa persona por lo
general es la madre, pero puede ser cualquiera de ambos progenitores o la
persona encargada del cuidado del niño. De modo característico, la ansiedad
desaparece cuando los niños aprenden que esa persona regresará. En el trastorno
de ansiedad por separación hay una ansiedad excesiva que va más allá de la que
se puede esperar para la edad y el grado de desarrollo del niño. Este trastorno
por lo general se presenta en los niños más pequeños y es muy poco frecuente
después de la pubertad.

Alguna situación vital perturbadora, como la muerte de un familiar, un amigo o


incluso una mascota o el cambio de lugar de residencia o un cambio de colegio
desencadenan el trastorno de ansiedad por separación. La predisposición a sentir
ansiedad también puede ser heredada.

Síntomas
El niño con trastorno de ansiedad por separación siente un gran dolor al dejar su
casa o al separarse de las personas a las que está apegado. Durante las
despedidas con frecuencia se producen escenas dramáticas. Las escenas de
despedidas son característicamente dolorosas para los padres y para el niño. El
niño frecuentemente suplica y llora con tal desesperación que el padre o la
madre no puede marcharse, prolongando la escena y haciendo que la separación
sea todavía más difícil. Si el padre o la madre también es ansioso, el niño se
vuelve más ansioso, creándose así un círculo vicioso.

Cuando el padre o la madre ya se ha ido, el niño se obsesiona en volverse a


reunir con ellos. A menudo quiere saber dónde está el padre (o la madre) y siente
miedo de que les ocurra algo terrible a él o a sus padres. Algunos niños tienen
preocupaciones persistentes y excesivas sobre que perderán al padre o a la madre
por secuestro, enfermedad o muerte.

Viajar solo le incomoda y se niega a ir al colegio, a un campamento, de visita o a


dormir en casa de los amigos. Algunos niños no pueden quedarse solos en un
cuarto, y se pegan al padre o a la madre y le siguen como una sombra por toda la
casa.

Son frecuentes las dificultades a la hora de acostarse. El niño con trastorno de


ansiedad de separación insiste en que uno de los padres o su cuidador se quede
en el cuarto hasta que se haya dormido. Las pesadillas revelan los miedos del
niño, como por ejemplo la muerte de la familia en un incendio o cualquier otra
catástrofe.

El niño a menudo desarrolla síntomas orgánicos, como dolores de cabeza o de


estómago.

Habitualmente se comporta con normalidad cuando uno de los progenitores está


presente. Como resultado, el problema parece menos grave de lo que es.

Cuanto más se prolonga el trastorno, mayor es su gravedad.

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