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LA ATENCIÓN

Concepto de atención
La atención es un concepto complejo que abarca
diversos procesos psicológicos. No funciona de
forma aislada, sino que se relaciona, interacciona
y precede, en muchos casos, a procesos como
son la percepción, la emoción, la motivación, la
memoria o la inteligencia. La importancia de la
Atención estriba, en que muchos de estos
procesos no serían posibles sin ella.

Al abordar su estudio nos encontramos:

• Problema conceptual que deriva de que el


término ha sido utilizado para describir una gran
diversidad de fenómenos.

• Problema funcional que deriva de la dificultad


para desvincular la atención del resto de
procesos con los que interactúa.

La definición de Pío Tudela de atención:

Otorga a la atención la categoría de mecanismo


central de capacidad limitada, alegando que no
se trata de un filtro sino de una estructura
funcional que organiza jerárquicamente los
procesos que elaboran la información su función
primordial, es controlar y orientar la actividad
consciente del organismo, de acuerdo con un
objetivo determinado.

La atención es un constructo hipotético ya que no


es observable de forma directa; únicamente podemos observar conductas más o
menos atentas. Es un mecanismo de activación gracias al cual el sujeto puede captar
la información de uno o varios estímulos de su entorno, seleccionando sólo aquello
que le resulta relevante aumentando así la eficacia de algunos procesos psicológicos
como la percepción o la memoria. La atención está además implicada en el control de
los procesos de selección, distribución y mantenimiento de la actividad mental.

El medio en el que vivimos, generalmente está lleno de infinidad de estímulos de


diferente modalidad sensorial, que llegan a nuestros sentidos, en muchas ocasiones
desbordando nuestra capacidad de procesamiento. Esta sobrecarga del sistema
cognitivo se debe a diversos factores, la mayoría pertenecientes a la misma tarea o
situación a atender.

Evolución histórica del concepto


Diversas escuelas de la psicología han definido de acuerdo con su propia perspectiva,
la atención. Sobrevolaremos las distintas concepciones más elementales a
continuación:
ESTRUCTURALISMO: Atención entendida como un estado de conciencia que conlleva
una nitidez sensorial.

FUNCIONALISMO: Atención entendida como una función activa del organismo basada
en las emociones y con carácter adaptativo, es decir, con una función dentro del
proceso de adaptación del individuo al medio.

GESTALT Y CONDUCTISMO: Rechazaron de sus postulados teóricos la relevancia del


procesos de la atención.

COGNITIVISMO: El enfoque cognitivo, denominado “procesamiento de la información”


más relevante, concederá a la atención gran valor ya que le atribuye la selección de la
información debido a una capacidad de procesamiento de información limitada en el
ser humano.

Es así que la atención es percibida como una cualidad de la percepción y un


mecanismo de control.

Historia
PRIMERA PARTE DE LA HISTORIA

La atención como volición

Desde los presocráticos, la atención es entendida como una facultad cuya vertiente
activa se relaciona con un principio volitivo, con un agente mental o potencia, que
puede ser el espíritu, el alma, la psique, el intelecto o el «aliento» de los estoicos. Esta
concepción se adivina tanto en Heráclito, como en Parménides y Empédocles, cuya
teoría de los «rayos cognoscitivos» se
puede entender como un ingenuo
modelo de atención voluntaria. Sin
embargo, es en el siglo I a.C. cuando
Lucrecio formula la primera propuesta
que alude explícitamente a una
atención dirigida volitivamente. En los
siglos III y IV, respectivamente, Plotino
y San Agustín equiparan atención y
voluntad, mientras que en el XIII,
Tomás de Aquino postula una
«facultad activa» en el intelecto
agente (lumen intellectuale) responsable de que las especies sensibles devengan
inteligibles (Neumann, 1971).

La atención como agente unificador de la conciencia


Esta concepción ya se intuye en la Época Fenomenológica en autores como Plotino,
aunque es Philoponus, en el siglo VI, quien afirma explícitamente que la atención es la
potencia del alma cuya función primordial radica en unificar la conciencia (Hamilton,
1895). En el siglo XVII, Descartes sugiere que la atención fija los contenidos de la
conciencia, mientras Leibniz acuña el término apercepción, refiriéndose precisamente a
una forma unificada de conciencia, una idea que llegó con Kant a su máxima expresión.
Según Wolff (1740), autor del primer capítulo que se conoce dedicado a la atención, la
atención consciente sirve al propósito de combinar las representaciones espaciales y
los procesos temporales en «todos» organizados.

La atención como claridad cognitiva

Es ésta una idea de la atención muy extendida en la historia del pensamiento.


Originado en Aristóteles, el vínculo atención-claridad perceptiva es asumido, entre
otros, por Lucrecio, San Agustín o Sto. Tomás. Sin embargo, es Buridan, en el siglo XIV,
quién profundiza en la descripción de dicha relación (Neumann, 1971). Según Descartes
(1642), el conocimiento consiste en ideas claras y diferenciadas, una claridad que se
consigue precisamente atendiendo.

La atención como selección

La idea de atención como mecanismo selectivo posee notables visos de actualidad,


pese a que sus antecedentes implícitos se remontan a Aristóteles y a Lucrecio. Según
San Agustín, el alma «escoge», condicionando la percepción del mundo externo. Una
función similar atribuye Sto. Tomás al lumen intellectuale. Según Descartes, la
capacidad de fijar con fuerza la atención nos ayuda a ignorar los estímulos «débiles».
En 1738, Wolff describe la capacidad de atender a una conversación, ignorando otras,
en la que puede considerarse una alusión avant la lettre al fenómeno cocktail-party
(Broadbent, 1958). Por otra parte, según Bonnet (1769) la atención se basa en la
asignación de una serie limitada de recursos neurofi siológicos a las percepciones
sensoriales relevantes, una idea que reencontramos en los modelos de recursos
contemporáneos.

La atención como disposición o prepercepción

También esta idea de atención se refleja especialmente en los modelos


contemporáneos. Pese a que ya Lucrecio se refiere a la preparación anticipada del
alma para la percepción o a que, siglos después, Descartes afirma que la fijación previa
de la atención facilita la percepción, la idea de prepercepción es relativamente
moderna. En la Época Descriptiva, encontramos un claro antecedente en la formulación
de Herbart sobre la masa aperceptiva, según la cual los estados mentales precedentes
determinan las ideas aperceptibles (Baldwin, 1901). Fue Lewes, un asociacionista
evolutivo, quién acuña el término prepercepción, desarrollado luego por James. De
hecho, la prepercepción resulta crucial en la explicación del fenómeno de la ecuación
personal y de los experimentos de complicación.

La atención como acto motor


La estrecha relación entre atención y acción, que tanta investigación genera hoy, no es
tampoco un concepto reciente. Ya en la Época Descriptiva, Bain defi ende que la
voluntad obra en la atención a través del elemento motor (Pillsbury, 1908). Por su parte,
Fechner (1860) postula que la atención sensorial se debe a la contracción de los
músculos de los órganos de los sentidos.

La atención como apercepción

Leibniz introdujo el vocablo apercepción para designar el grado máximo de conciencia


perceptiva, en cuyo extremo opuesto se hallan las «pequeñas percepciones», de
naturaleza inconsciente. Kant también concibe la apercepción como la forma más
completa de conciencia, aunque la atribuye a una fuerza espiritual. Según Herbart, las
ideas «compiten», mediante mecanismos de mutua inhibición, para acceder a la
conciencia. Aquellas que lo logran, son apercibidas. Para los psicólogos de la atención
contemporáneos resulta difícil no relacionar la propuesta de Herbart con la llamada
Hipótesis de la Competencia Sesgada, formulada por Duncan hace sólo una década. La
apercepción, que para Helmholt es una combinación de las ideas procedentes de
experiencias previas y de las impresiones sensoriales, consigue con Wundt un estatus
sistemático.

SEGUNDA PARTE DE LA HITORIA

En el año 1879 se constituye la psicología como ciencia gracias al psicólogo alemán


Wilhem Wundt que funda el primer laboratorio de psicología experimental en la
universidad de Leipzig

El estudio de la atención dentro de la psicología establece tres etapas fundamentales:

1. El antiguo Mentalismo:

Método de estudio era la introspección dentro de un marco experimental de


laboratorio. Se define la introspección como la capacidad que tiene un sujeto para
observar lo que ocurre dentro de su propia conciencia e investigar dentro de ella.
También se puede denominar autoatención o autoanálisis.

Varios autores realizaron el estudio de la atención utilizando el método introspectivo,


entre ellos podemos destacar a: Wundt, Tichener y William
James

Wundt (creador del estructuralismo).- Pretendía analizar y


descubrir las estructuras o elementos más simples en que se
podía descomponer la conciencia, que para él eran las
sensaciones.

Wundt Se centró especialmente en el análisis de dos


aspectos concretos de la conciencia, con lo que llegó a
considerar la atención como un a función básica de la
conciencia:
-La intensidad de la conciencia: hace referencia al grado de claridad con que se
presentan las sensaciones en la conciencia, se denominó como proceso de
apercepción. La apercepción requiere la participación activa del sujeto, de su intención
o voluntad de atender.

-El espacio de conciencia: cantidad de contenido que se puede captar en un solo acto
de apercepción.

William James.- precursor del movimiento funcionalista. Este movimiento tuvo como
objeto de estudio las funciones de los procesos mentales.

Criterios de clasificación de la atención que estableció James:

• Según el objeto al que va dirigida


- Sensorial: se atiende a estímulos que nos llegan a través de los sentidos (un sonido).
- Intelectual: se atiende a Estimulos intelectuales o cognitivos (una idea)

• Según el interés o motivación que evoque el estímulo:


-Inmediata: cuando el estímulo evoca mucho interés.
-Derivada: si el estímulo evoca escaso interés.

•Según el modo de control:


-Pasiva: también llamada refleja, sin intervención ni esfuerzo por parte del sujeto.
-Activa: también llamada voluntaria, requiere algún tipo de esfuerzo por parte del
sujeto.

Edgard Bradford Tichener (uno de los máximos impulsores de la psicología


experimental).-Para Tichener, la atención no era una actividad, ni un proceso, sino un
atributo más de la sensación que denominó atensividad, que se refiere a la claridad con
que se percibe la sensación.

Tichener, estableció tres tipos de atención:

•Atención involuntaria

•Atención voluntaria

•Atención habitual

2. El conductismo y la psicología de
la Gestalt:

El conductismo Norteamérica: primera


década del siglo XX. La Gestalt-Europa:
segunda y tercera década del siglo XX. El
conductismo, estudia la conducta que
podía ser directamente observable y
cuantificable.
Watson.- Criticaba a la psicología del antiguo mentalismo por su objeto de estudio
centrado muy específicamente en los elementos de la conciencia por su método
introspectivo, por su poca fiabilidad y sus fallos metodológicos. Consideraba que el
término atención era poco científico y no entraba en su concepción de la psicología.

Skinner[máximo representante del conductismo radical].- Consideraba que para


entender la conducta no había que referirse a actividades mentales ni fisiológicas, ni a
constructos hipotéticos como la atención.

La psicología de la Gestalt.- También estaba en contra del estructuralismo y el


funcionalismo. Miembros más reconocidos fueron: Max Wertheimer; Köhler, conocido
por sus investigaciones con monos; Koffka y Lewin. Estos psicólogos consideraban la
atención como una dimensión de otros procesos mentales, más que un proceso mental
independiente. La importancia de la atención en la escuela de la Gestalt, se encuentra
en su relación con la percepción.

La atención como alertamiento Para Daniel Berlyne no sólo tiene que ver con la
selectividad de estímulos sino también con la intensidad. Para Berlyne las propiedades
colativas son aquellas que pueden provocar en el sujeto una actitud de curiosidad o
aquellas que tienen un significado especial para el sujeto.

La captación de la atención depende de estas propiedades colativas descritas por


Berlyne

•La complejidad: variedad de componentes que caracterizan al estímulo.


•La novedad: características nuevas del estímulo o que fueron previamente
desapercibidas.
•La incongruencia: grado en el que un estímulo no se ajusta a su contexto.
•La sorpresa: cuando no se confirman las expectativas del sujeto.

La atención como respuesta de orientación: Se llegó a aceptar el estudio de la


atención, entendiéndola como conducta refleja, equiparando la conducta atencional al
reflejo de orientación (RO), lo cual permitía estudiar sus aspectos observables.

3. El nuevo mentalismo de la psicología Cognitiva

[Década de los años 30, el desarrollo de las ciencias de la computación unido a los
rígidos postulados del conductismo, cuyo objetivo era el estudio de la conducta, la
psicología cognitiva va a volver al estudio de la mente mediante la utilización de
técnicas experimentales y diseños de programas de simulación de conductas por
ordenador. El desarrollo de la cibernética se estableció en el año 1942, esta ciencia se
encargaba de estudiar los comportamientos del cerebro y del ordenador y de imitar la
conducta humana]

La teoría del procesamiento de la información [TPI], esta teoría dirigió sus estudios
hacia los procesos psicológicos implicados en la cognición y estableció una analogía
entre el funcionamiento mente humana y el funcionamiento del ordenador, es decir:
adoptaron los programas informáticos como metáfora del funcionamiento cognitivo
humano.
Este nuevo enfoque abrió la posibilidad de estudiar de nuevo la mente humana
partiendo de una serie de postulados renovados, como que la conducta está guiado
por los conocimientos adquiridos sobre el mundo que nos rodea, que el sujeto tiene un
papel activo sobre la adquisición de sus conocimientos

Broadbent fue quién determinó los planteamientos atencionales que dieron lugar al
primer modelo de procesamiento de la información:

•el modelo de filtro rígido de Broadbent(1958), posteriormente


•el modelo de filtro atenuado de Treisman(1960)
•Deutch (1963)
•Kahneman (1973)
•Norman y Bobrow (1975).

A partir de estos momentos hasta


aproximadamente los años 90, el
conocimiento de áreas como la biología y
la neurología empiezan a tener un gran
impacto en los estudios de la atención
junto con las ciencias cognitivas o los
modelos computacionales, que entienden
la atención como un sistema compuesto
por muchas redes neuronales
interconectadas.

Utilidad de la atención
1- Controlar la capacidad cognitiva.
Capacidad de “gestión de recursos”
cognitivos.

2- Activar el organismo ante situaciones novedosas, planificadas… en cierta manera


desencadenar el estado de alerta a partir de una serie de circunstancias o situaciones.

3- Prevenir la sobrecarga por exceso de información.

4- Estructurar la actividad humana facilitando la motivación consciente hacia el


desarrollo de actividades o habilidades y determinando la dirección de la atención.

5- Asegura un procesamiento perceptivo adecuado de los estímulos sensoriales más


relevantes.

Todo ello conforma un todo enfocado a la correcta recepción, interpretación y


respuesta a los estímulos tanto externos como internos así como un control correcto
de la focalización de la conciencia.
Funciones de la atención
La atención se divide en función del
objeto de la atención y la respuesta
atencional o el grado o nivel de
atención del sujeto. Cada función de la
atención tiene su importancia a la
hora de realizar una tarea, y cada
acción o tarea requiere de un tipo de
atención u otra según su función.

2)-En función de la exteriorización


de la respuesta al estímulo podemos
distinguir:

• Atención ABIERTA: Viene acompañada de una serie de respuestas motoras y


fisiológicas que son apreciables por el observador externo pues producen
modificaciones en los gestos, posturas o actitudes del sujeto.

Es un caso bastante corriente que se presenta con una cierta graduación en el sentido
de que en la mayoría de las personas los estímulos más significativos generan
respuesta motora, independientemente de lo visible que sea o de si ésta es consciente
o no. Un caso sencillo sería la mueca de repulsa ante la observación de algo que al
sujeto le pueda parecer repugnante.

• Atención ENCUBIERTA: Es aquella que, pese a que pueda estar presente a nivel
subjetivo, no es apreciable o
distinguible por el observador
externo pues no produce ningún
signo exterior motor.

La mejor baza de los mentirosos y


los jugadores de póquer en el
sentido que las fluctuaciones de
la atención no provocan una
respuesta motora o gestual
apreciable. Podríamos decir
que es más frecuente cuando la atención se vuelca sobre objetos de escasa
importancia.

También cabría mencionar que existe un tipo de atención por cada sentido que
transporta el estímulo pero que, por su simplicidad, tan sólo se mencionará por encima
aludiendo a la atención visual, auditiva, olfativa…la visual tendrá una relación más
directa con la especialidad y la auditiva con el transcurso del tiempo.

1)-En función del objeto de atención podemos distinguir:

• Atención INTERNA: Aquella dirigida a procesos mentales o estímulos de recepción


interna.

Así la reflexión sobre un tema particular o la acción de recordar un sueño, por ejemplo,
serían momentos en los que la atención se podría calificar de interna pues atiende a
objetos desligados del entorno.

• Atención EXTERNA: La que se enfoca hacia


estímulos externos al propio sujeto, que le
vienen del exterior.

Es la más simple de imaginar y practicar y


consiste en fijar nuestra atención en
cualquier estímulo con fuente externa como
por ejemplo al reflejo de nuestro rostro en
una superficie pulida o el vuelo de un pájaro
a través de la ventana.

3)-En función de la voluntad del sujeto


podemos distinguir:

• Atención VOLUNTARIA: Ligada a una actitud activa del sujeto hacia los estímulos y
su procesamiento. El individuo decide cómo gestionar su capacidad atencional.

Implica una decisión del individuo en la labor de atender a algo, bien sea una clase,
bien al contenido de un libro, bien al sonido de una melodía. Puede requerir dosis
variables de concentración según la motivación del sujeto o la complejidad de la labor
atencional.

• Atención INVOLUNTARIA: En este caso el sujeto, que desarrolla una actitud pasiva,
es captado, absorbido, por la potencia atractiva del estímulo que se le presenta con,
generalmente, relativa violencia.

Se corresponde a los casos en los que somos llamados a atender a un estímulo por la
propia virulencia del mismo. Éste se nos impone y provoca un estado de alerta casi
inmediato a partir de la percepción del mismo. Imaginemos que vislumbramos cómo
un objeto resbala de las manos de su portador y se dirige directamente a nuestro
rostro, aunque solo sean unas fracciones de segundo la multiplicación de la atención
suele provocar una respuesta motora extremadamente ágil y pronta para protegernos
del impacto.
Atención INVOLUNTARIA O PASIVA:

Arousal o estado de alerta: Es la capacidad de estar despierto y de mantener la alerta.


Es la activación fisiológica del organismo. Se trata de una respuesta de activación
primaria. Se activa ante un estímulo muy relevante, atractivo, novedoso o ante una
situación de peligro. También Implica la capacidad de seguir estímulos u órdenes.

 Alerta facica.- es un estado de preparación para procesar un estímulo y el


paradigma es el tiempo de reacción, es decir, involucra el tiempo que transcurre
entre la señal de aviso y el inicio de la respuesta.

 Alerta tónica.- es el umbral de vigilancia mínimo que se necesita para mantener


la atención durante la realización de una tarea prolongada. Implica cambios más
lentos en la disponibilidad del organismo para el procesamiento de estímulos y
también se denomina vigilancia. la alerta tónica constituye la base sobre lo que
se asientan los procesos del mantenimiento de la atención focalizada y
sostenida. El paradigma de la alerta tónica son las tareas de ejecución continua.

Respuestas de orientación- Es una modalidad de atención pasiva común a todos los


mamíferos, que permite la supervivencia del individuo y le prepara para responder ante
cualquier estimulo externo sorpresivo.

Atención VOLUNTARIA O ACTIVA:

Atención focalizada: Habilidad para enfocar la atención a un estímulo visual, auditivo


o táctil. No se valora el tiempo de fijación al
estímulo, sino la capacidad de redirigir el foco
atencional hacia el estímulo correcto.

Atención sostenida: Es la capacidad de


mantener una respuesta de forma consistente
durante un período de tiempo prolongado.
Se divide en dos subcomponentes: se habla
de vigilancia cuando la tarea es de detección
de un estímulo y de concentración cuando se
refiere a otras tareas cognitivas. La atención
sostenida se relaciona de manera directa con
la memoria de trabajo especialmente en
tareas que implican el mantenimiento y
manipulación de información de forma activa
en la mente (operaciones matemáticas,
cálculo, gestión de alternativas...).

Atención selectiva: Es la capacidad para seleccionar, de entre varias posibles, la


información relevante a procesar o el esquema de acción apropiado, inhibiendo la
atención a unos estímulos mientras se atiende a otros.
Atención alternante: Es la capacidad
que permite cambiar el foco de
atención entre tareas que implica
requerimientos cognitivos diferentes,
controlando qué información es
procesada en cada momento.

Atención dividida: Capacidad para


atender a dos cosas al mismo tiempo.
Es la capacidad de realizar la selección
de más de una información a la vez o
de más de un proceso o esquema de
acción simultáneamente. Es el proceso
que permite
distribuir los
recursos de una misma.

La realización exitosa de una tarea depende de la capacidad


del sujeto de poner su atención en dicha tarea, seleccionar las
partes importantes, localizar los posibles problemas, atender a
los detalles e inhibir los elementos distractores y que nos
alejan del objetivo o meta.

Factores determinantes de la atención


Se entiende por factores determinantes aquellas variables o situaciones que influyen
directamente sobre el buen o mal funcionamiento de los mecanismos atencionales.

Existen determinantes internos (aquellos que son propios del individuo y que
dependen de él) y externos (que proceden del medio).Puesto que son muy numerosos,
vamos a centrarnos en los más importantes:

Características de los estímulos del medio ambiente o externos.

Podemos decir que son los procedentes del medio y los que hacen posible que el
individuo mantenga esta atención ante determinados estímulos. Es decir, dependen del
medio ambiente. Dentro de estos determinantes destacan:

Potencia del estímulo. Un ejemplo de ello es la atención que sin duda se centra más
en los colores fuertes que por lo contrario en los suaves.

Cambio, en cuanto estamos centrados en un estímulo concreto, en el cual estamos


poniendo toda nuestra atención y se produce un cambio brusco, desestabilizando
nuestra situación anterior, nuestra mente atrapa de inmediato este nuevo estímulo.
Repetición, muchas veces los estímulos que más captan la atención son los más
débiles a pesar de su debilidad pero gracias a su repetición constante.

Movimiento, cuando hay un movimiento por ligero que sea en nuestro estímulo, lo
captamos y esto causa un mayor grado de atención que en estímulos inmóviles.

Organización estructural ya que todo estímulo debe estar organizado para poder
recibir correctamente la información.

Intensidad del estímulo. Cuando los estímulos son muy intensos tienen mayores
probabilidades de llamar la atención.

Tamaño.- Normalmente, los objetos de mayor tamaño llaman más la atención.

Posición. La parte superior atrae más; la mitad izquierda más que la mitad derecha. Por
lo tanto, la mitad superior izquierda de nuestro campo visual es la zona que antes
capta nuestra atención.

Color. Los estímulos en color suelen llamar más la atención del sujeto que los que
poseen tonos en blanco y negro.

El contraste. Se define por la diferenciación


existente entre dos o más estímulos, de tal
forma que aquellos que destacan entre el
resto captan de forma involuntaria nuestra
atención

La novedad. Los estímulos más novedosos o


inusuales atraen más la atención que los
familiares. Pero esta relación no siempre es tan sencilla, puesto
que la concepción de hasta qué punto un objeto es novedoso
para un individuo depende, evidentemente, de la experiencia
previa de dicho sujeto.

Determinantes internos o propios de la persona.- son


los que dependen del individuo, son propios de él y
condicionan aún más, no sólo la capacidad y desarrollo de la
atención, sino también su rendimiento.

Carga emocional.- Los estimulos que provocan emociones de


mayor intensidad, tienden a atraer la atencion del sujeto que los percibe. Los estímulos
con carga emocional, positiva o negativa, atraen más la atención que los neutros.

Estado orgánico ó Estadiorgánico. Este factor se relaciona con las pulsiones que
experimenta el individuo al momento de recibir la estimulación. (p.e. si una persona se
encuentra sedienta, es seguro que le atraerán más intensamente los estímulos
relacionados con la satisfacción de su necesidad.)

Motivaciones o Intereses. Esto se refiere a aquello que atrae la atención en función de


los intereses que se tengan. (Por ejemplo,. un aficionado al alpinismo se sentirá
fuertemente atraído por una vista de montañas nevadas, mientras que un biólogo será
atrapado por la imagen de una especie en peligro
de extinción.). Las personas fijamos o centramos
nuestra atención más en aquello que nos interesa.
Por ejemplo, al leer un periódico se miran antes los
titulares, decidiendo por éstos si leer o no el artículo
completo; al médico le atraerán más los temas
sanitarios, al ejecutivo los relacionados con su
empresa y al escritor las páginas de cultura.

Sugestión social. Puede llegar a atraer la atención


de otras personas por invitación, que es más que
por simple imitación.

Curso del pensamiento. Independientemente de las pulsiones o de los intereses del


individuo, si el curso de su pensamiento se encuentra siguiendo ciertas ideas y un
estímulo relacionado se le presenta en ese momento, este último captará su atención
en forma inmediata.

Estados emocionales.- Cuando las personas estamos sometidas a una importante


situación de estrés o ansiedad solemos reducir mucho el foco atencional sobre el
estresor o el estímulo que percibimos como amenazante, dejando incluso de atender a
otros estímulos y/o actividades que también podrían ser importantes para nuestra
adaptación al medio. Este fenómeno suele ser conocido con el nombre de efecto túnel.

Estados transitorios:

En el caso de los problemas de atención, los más importantes son el ruido, el sueño, el
cansancio u la fatiga, y el efecto de ciertas drogas y psicofármacos.

El ruido.- El ruido se caracteriza por ser un tipo de estimulación perturbadora que


suele provocar una serie de cambios importantes, físicos puede inducir a una
disminución o pérdida de la capacidad auditiva y psicológicos

En el caso concreto de la atención, el ruido influye, en términos generales, de forma


negativa sobre el nivel de concentración de un individuo, especialmente cuando la
intensidad del ruido es alta o cuando se presenta de forma intermitente. No obstante,
hay ocasiones en las que un fondo de ruido no muy intenso puede actuar como un
activador para que ayude a aumentar nuestros niveles de atención.

La falta de sueño.- Uno de los efectos principales de la privación del sueño es el


descenso del nivel de activación y lo que perjudica el mantenimiento de un nivel
óptimo de alerta. En consecuencia, disminuye la capacidad para enfocar la atención
sobre los estímulos relevantes o críticos, aumenta la susceptibilidad a los efectos
perturbadores de los distractores, los oscilamientos de la atención son más lentos y
disminuye la intensidad de la atención
El uso de psicofármacos.- Los medicamentos que más claramente afectan a los
problemas de atención son los tranquilizantes y los estimulantes. Dentro de los
primeros, uno de los que más
sistemáticamente ha sido estudiado ha sido
el diazepan. Aunque no siempre influye
directamente en tareas atencionales, sí
influye en tareas en las que hay implicados
oscilamientos de la atención, que los hace
más lentos, y niveles de alerta del individuo,
sobre los cuales produce una disminución.

Por su parte, los estimulantes ayudan a


incrementar el nivel de activación de un
individuo, por lo que, si no estamos muy
activados, pueden ayudarnos a
concentrarnos mejor.

El uso de sustancias activadoras.

Algunas drogas como la cafeína puede tener efectos positivos en dosis óptimas (400
mgs. al día): mejora los niveles de
concentración y aumenta el mantenimiento de
la atención.

Por su parte, el alcohol, por encima de los 0’3-


0’5 gr/l, tiene efectos negativos sobre la
atención: Afecta a la atención focalizada y a la
capacidad para oscilar y dividir la atención.

Trastornos y Alteraciones de la
atención

Existen diferentes trastornos o patologías en las que la atención se ve afectada.


Patologías como la esquizofrenia, lesiones cerebrales debidas a traumatismos
craneales, ICTUS, etc. padecen alteraciones en la atención en las que puede aparecer
alteraciones como:

– Alteraciones en atención sostenida que pueden provocar fatiga o disminución del


rendimiento en la tarea.

– Alteraciones en la atención selectiva que provocarían distractibilidad.

– Alteraciones en la atención alternante que provocaría una perseverancia en las


repuestas y conductas difíciles de modificar y flexibilizar.
– Alteraciones en la atención dividida que provocaría dificultad en realizar diferentes
tareas de manera simultánea aunque sean tareas sencillas como llevar una
conversación y meter algo en un cajón, etc.

Trastornos clásicos de la atención.- Para facilitar su estudio, agrupamos en las


siguientes categorías:

Hipoproxexia.- (trastorno de concentración, Falta de atención, elevación del umbral de


atención) Existe una capacidad disminuida para enfocar, concentrarse y orientarse hacia
un objeto. También hace referencia a la presencia de umbrales estimulares demasiado
elevados para conseguir la orientación del sujeto. Es propia de la esquizofrenia, estados
depresivos de agitación y de las demencias.

Oscilaciones hiperprosexia.- (distraibilidad, Inestabilidad atencional) La atención se


dirige superficialmente a los estímulos de cada momento, cambiando rápidamente,
mostrándose una incapacidad para mantenerla sobre los estímulos relevantes de la
situación. Es propia de los trastornos maníacos o de la acción de determinadas
sustancias psicotrópicas, y también puede darse en la esquizofrenia. Es una alteración
en la atención selectiva.

Fatigabilidad.- (incapacidad para mantener la atención). Aparece una fatiga prematura


centrada en un aumento del tiempo de reacción y en el número de errores sobre tareas
repetidas que exigen una atención sostenida durante cierto tiempo. Observable en la
esquizofrenia y en muchos otros trastornos mentales. Es una alteración de la atención
sostenida.

Estrechamiento de la atención. La concentración se focaliza sobre unos pocos


estímulos y en muchos casos también se internaliza. En la esquizofrenia el sujeto se fija
en sus alucinaciones o en sus delirios de un modo constante, siendo incapaz de
atender a otros estímulos del ambiente.

Síndrome Déficit de atención

El síndrome de déficit de atención constituye la manifestación más palmaria y aguda de


distracción reiterada. Se trata de un problema de atención sostenido o falta de
persistencia de la atención, con notorios efectos en el aprendizaje y el comportamiento
escolar. Constituye un caso típico de problemas de la atención, calificándose
corrientemente a estos alumnos como “distraídos e inquietos” un porcentaje de la
población escolar comprendido entre el 3 y el 5%, con mayor frecuencia en los varones.
Considerado como trastorno evolutivo, se manifiesta antes de los siete años, se
prolonga en la adolescencia, pudiendo incluso alcanzar la vida adulta, aunque
atenuado, particularmente en lo concerniente a la impulsividad.

Los alumnos con este síndrome tienen notorias dificultades para mantener la atención
en el estímulo informativo, tarea o actividad pertinente. Apenas logran terminar las
tareas escolares ordinarias y muestran evidentes dificultades en el aprendizaje, con un
limitado rendimiento escolar, aunque en grados diferentes.

Este problema de la atención ha sido ampliamente estudiado, especialmente en el


último decenio, en el ámbito de la pedagogía, psicología, psiquiatría, neurología y
neurología pediátrica. Inicialmente se destacaba la excesiva actividad motriz del sujeto,
ligando hiperactividad y dificultades para mantener la atención, incluyendo a quienes
presentaban tal sintomatología bajo la denominación general de sujetos hiperactivos.

Actualmente en el denominado trastorno de déficit de atención con hiperactividad


(TDA/H) se tiende a diferenciar dos tipos. En uno se destacan las deficiencias de
atención y en el otro la predominancia de la hiperactividad y la impulsividad.

Incluso se han propuesto tres conjuntos de criterios diagnósticos: uno referido a la


deficiencia de atención, otro a la hiperactividad y un tercero a la impulsividad, aunque
no resulta fácil aislar sus respectivos síntomas. Los más comunes a la deficiencia de
atención se manifiestan en el desorden y carencia de organización, las dificultades para
seguir pautas en la realización de la tarea y comportamiento, la tendencias al cambio
constante de actividad, dejando sin completar la mayoría, la precipitación en la
respuesta y errores frecuentes. En general, el acontecimiento más reciente atrae su
atención, rehusando, por otra parte, las actividades que requieren un esfuerzo mental
sostenido. Los síntomas de la hiperactividad se manifiestan en la inestabilidad corporal,
con evidente propensión a estar en movimiento, levantándose frecuentemente del
asiento, tendencia a tocarlo todo, moviendo pequeños objetos en las manos mientras
hablan o escuchan. La impulsividad de manifiesta principalmente por actitudes y
acciones caracterizadas por la impaciencia y la precipitación.

Por otra parte, se ha señalado que, como problema educativo, debe tratarse en el
marco educativo, escolar y familiar, comenzando por el análisis de los efectos
atenuantes o agravantes que puedan ejercer ciertos elementos del sistema escolar y
utilizando determinadas técnicas de modificación conductual. Los experimentos
realizados indican que los resultados más favorables para reducir la hiperactividad e
impulsividad y mejorar la atención se logran mediante una combinación de fármacos y
psicoterapia, con seguimiento psicopedagógico y apoyo escolar.

El seguimiento y apoyo en el ámbito escolar requiere medidas adaptativas,


individualizadas, que canalicen la propia energía personal mediante procedimientos
que requieren actividades motrices, como el subrayado selectivo de los textos,
asignación de funciones de colaboración en gestión en el aula, biblioteca, laboratorio,
actividades deportivas, etc. En bastantes casos, se trata de niños o adolescentes cuyas
capacidades intelectuales les permitirían alcanzar un notable o incluso destacado
progreso escolar con la aplicación del adecuado tratamiento pedagógico
individualizado.

BIBLIOGRAFIA

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