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SCRIPTA THEOLOGlCA 30 (1998/2) RESEJ'lAS

liada, pero sí la presentación de algunos miento de Gaston Fessard sería tarea


jalones especialmente representativos ardua. Limitémonos por eso a reco-
del desarrollo histórico respecto a una mendar su lectura, difícil pero estimu-
de las experiencias espirituales básicas. lante, y a dar algunos datos histórico-
bibliográficos. Fessard publicó parte de
J. L. Illanes esta obra en algunos artículos apareci-
dos en 1947 y 1948. Posteriormente,
en 1960, en una de sus obras funda-
Gaston FESSARD, Le mystere de la mentales, De l'actualité historique, reela-
sociéte. Recherches sur le sens d'histoire, boró esos escritos llegando a un amplio
Culture et verité, Bruselas 1997, 645 esquisse, esbozo o síntesis, de una obra
pp., 14 x 22, ISBN 2-87299-053-4. definitiva que deseaba preparar. En el
momento de su muerte, ocurrida en
1978, no había llevado a cabo el pro-
Gaston Fessard es, sin duda alguna
yecto. Retomando esos escritos, junto
uno de los pensadores más originales de
con materiales inéditos, el también
ese mundo intelectual particularmente
jesuita Michel Sales. asumió la tarea de
rico que fue la Francia de mediados de
completar la obra, llegando al libro que
nuestro siglo. Su intento de repensa-
ahora se publica. En él, el texto de Fes-
miento y superación, desde una pers-
sard ocupa las páginas 139 a 523. Una
pectiva cristiana, de la dialéctica histó-
amplia introducción al pensamiento
rica hegeliana constituye un jalón de
fessardiano, debida a Michel Sales, y
particular importancia en la historia del
diversos apéndices, con escritos breves
pensamiento teológico católico francés.
de Fessard o con aclaraciones comple-
Le mystere de la société representa a mentarias, llenan el resto del volumen.
ese respecto un momento culminante
de su esfuerzo especulativo. Como
J. L. Illanes
punto de partida, Fessard afirma la exis-
tencia de una escisión, introducida por
el liberalismo, entre el hombre y el Dietrich VON HILDEBRAND, El corazón.
mundo, que intentan superar, pero Un andlisis de la afectividad humana y
equivocadamente, esos dos plantea- divina, Ediciones Palabra, Madrid
mientos opuestos, aunque ambos tota- 1997, 224 pp., 21 x 13, ISBN 84-
litarios, que son el comunismo y el 8239-155-0.
nacionalsocialismo. Ese diagnóstico da
paso -segunda y tercera parte de la Con esta obra de D. von Hilde-
obra- a un esfuerzo de superación gra- brand (1889-1977), Ediciones Palabra
cias a la dialéctica entre hombre y inicia una nueva colección de libros de
mujer, entre esclavo y libre, entre judío pensamiento, Biblioteca Palabra, con la
y pagano, que conducen -en su pen- que pretende poner al alcance de los
samiento y en su pluma- a una inte- lectores un amplio abanico de reflexio-
gración, primero, de las nociones de nes sobre temas de actualidad: cuestio-
familia, pueblo, nación y ciudadanía, y, nes de ética y antropología, la mujer,
después, de la afirmación de la fraterni- problemas sociológicos, la crisis del
dad tanto nacional como universal. estado del bienestar, etc.
Intentar esbozar aunque fuera bre- La elección de esta obra de von Hil-
vemente las líneas centrales del pensa- debrand, El corazón (The Heart), que

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no había sido publicada en España en se pueden producir libremente; en


su versión definitiva, parece un gran segundo lugar, porque se quiere evitar
acierto, que será objeto de agradeci- confundir el sentimiento de dolor por el
miento por parte de todos aquellos que mal que se ha realizado con la verdadera
están interesados en conocer mejor una contrición, que lleva consigo la firme
dimensión de la persona humana (y de intención de no pecar más en el futuro;
Cristo) -el corazón- tan postergada y por último, por el hecho de que el
por filósofos y teólogos unas veces, y corazón usurpa a menudo el papel del
tan mal comprendida, otras. intelecto o de la voluntad. Todos ellos
son peligros reales que el autor nos
Como afirma Alice von Hildebrand enseña a evitar, a la vez que nos muestra
en el Prólogo, el gran mérito de esta también los peligros también reales que
obra «estriba en su brillante y original lleva consigo la hipertrofia del intelecto
análisis de la esfera afectiva». El discí- y de la voluntad, y por tanto, la impor-
pulo de Husserl desenmascara la nota- tancia de situarlos a su vez en el lugar
ble ambigüedad que existe en el uso de que les corresponde.
la palabra «sentimiento», y muestra
cómo la vida afectiva de la persona no La segunda parte de este libro se
se puede limitar a los sentimientos cor- vuelve hacia el Sagrado Corazón de
porales y psíquicos, sino que existe tam- Jesús y nos ofrece una larga meditación
bién el mundo de los «sentimientos sobre <<la afectividad del Dios-hombre»,
espirituales», a los que denomina «expe- contemplando la Santa Humanidad de
riencias intencionales», que requieren lá Cristo. El autor trata de comprender el
aprehensión intelectual previa de un Corazón de Jesús escuchando, en pri-
«objeto motivante». Tales experiencias mer lugar, las palabras y las parábolas en
afectivas, cuando son auténticas, deben las que se manifiestan sus sentimientos;
ser «sancionadas» por la voluntad a fin y después, contemplando las acciones y
de poseer plena validez, del mismo las actitudes que revelan su afectividad
modo que los sentimientos ilegítimos santa. Esta comprensión de los senti-
deben ser «desaprobados». mientos de Cristo es indispensable si
queremos darnos cuenta de la natura-
A partir de este análisis previo, D. leza y profundidad de la verdadera
von Hildebrand nos hace ver la impor- devoción al Sagrado Corazón, como
tancia de los sentimientos, y los errores también para desenmascarar las defor-
que pueden derivarse para la persona maciones y faltas de autenticidad que a
tanto de su desprecio y anulación como veces se han dado.
de la actitud que trata de concederles la
La tercera parte trata de la sublimi-
primacía directiva de la vida moral.
dad e importancia de la vida afectiva de
El error que ha llevado a clasificar a la persona para su santificación; más
los sentimientos y al corazón como aún, del necesario cambio de su corazón
«sentimentales» y a excluirlos, por tanto, a través de la vida sobrenatural de la gra-
de la parte más seria e importante del cia, teniendo en cuenta que «la transfor-
alma humana, se ha dado a veces en el mación de nuestro ethos depende de la
campo de la dirección espiritual. Dicho posesión de una verdadera imagen de
enfoque puede comprenderse, sin Cristo y de su Sagrado Corazón» (p.
embargo, por varias razones: en primer 200) . En esta parte muestra el autot
lugar, porque las actitudes afectivas, a cómo la transformación de nuestro
diferencia de los actos de la voluntad, no corazón, operada por la gracia, no

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implica en modo alguno una proscrip- orden temático. Los tre~ primeros capí-
ción de la afectividad; por el contrario, tulos (S. Vidal, M. Gesteira, S. Arzu-
el corazón se hace incomparablemente bialde) tratan del seguimiento desde
más sensitivo y ardiente, y queda dotado una perspectiva bíblica. J. A. Martínez
con una afectividad inaudita, al mismo Camino y M. Vidal lo abordan inme-
tiempo que se purifica de toda afectivi- diatamente después desde el punto de
dad ilegítima, de toda respuesta afectiva vista de la Teología Moral. Las ponen-
no motivada por el valor o por un ele- cias que vienen a continuación obede-
vado bien objetivo para una persona. cen a perspectivas menos unitarias.
Algunas hablan de interpretaciones his-
En mi opinión, la lectura de esta tóricas del seguimiento (S. Ignacio: J.
obra de von Hildebrand -accesible e Corella; la espiritualidad monástica: P.
interesante para muchos- es de espe- Alvarez Navarrete). Otras se asoman al
cial importancia para los educadores y tema desde un punto de vista linguís-
para todos aquellos que de algún modo tico-narrativo (X. Quinzá), psicológico
tienen la misión de orientar la vida (J . A. García-Monge) o espiritual-
espiritual de otros. Tal importancia amartológico (segui¡piento a Cristo en
radica en que puede enseñarnos a poner su descenso a los infiernos: D. Aleixan-
el corazón en su sitio, en el lugar que le dre) . Un último grupo lo hace desde
corresponde dentro de la vida moral, una perspectiva histórico-cultural (A.
alejándonos a la vez de dos extremos Tornos) , ecuménica (J. J. Alemany) o
igualmente nocivos: el fervoroso y esté- interreligiosa (E. Gil). El capítulo final
ril sentimentalismo, y el frío y descar- nos reconduce a la dogmática, anali-
nado espiritualismo. zando las relaciones entre seguimiento
T. Trigo de Cristo y comunión con la Trinidad
(J . R. García-Murga).
La variedad de perspectivas y autores
impide, como resulta obvio, un juicio
J.M. GARClA loMAS y J. R. GARClA
unitario. El estilo y grado de cientificidad
MURGA (dirs.), El seguimiento de Cristo,
es también distinto según los casos.
PPC, Madrid 1997,445 pp., 13 x 21 ,
ISBN 84-288-1416-3. Resulta en todo caso un libro que será útil
a quienes se interesen por el tema,
entrando en diálogo con quienes protago-
Durante varios períodos académi- nizaron un seminario por el que no cabe
cos, entre febrero de 1995 y junio de sino felicitar a la Facultad que le dio vida.
1996, varios profesores de la Facultad
de Teología de la Universidad Pontificia J. L. Illan es
de Comillas, desarrollaron un semina-
rio de profesores en torno al segui-
miento de Cristo. El libro que recensio-
José María MAImONES, Andlisis de la
namos recoge, reelaborados, los textos
de las catorce ponencias que fueron
socíetÚld y fe cristiana, PPC, Madrid
1995, 299 pp., 13 x 21, ISBN 84-288-
presentadas como base para el posterior
diálogo teológico. 1210-1.

En el libro -ignoro si también en «La fe siempre es una opción exis-


la sucesión de las sesiones del semina- tencial situada. Está anclada en unas
rio- los textos se disponen según un raÍCes sociales y culturales determinadas

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