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Edith Stein
[APROXIMACIÓN AL TEXTO]
1
Religioso de la Sociedad del Divino Salvador. Licenciado en Filosofía y Letras, Universidad Santo Tomás.
Estudiante de últimos semestres de la carrera de Teología, Pontificia Universidad Javeriana. Correo
electrónico: afelipesds@gmail.com
El libro La estructura de la persona humana, es una de las obras fundamentales de la
autora, vértice y columna de su sistema filosófico y teológico, expresión de la madurez de
los mismos, sin la cual sería inviable toda pretensión de acceso positivo a su vida y
pensamiento.
Aunque en principio la obra no fue concebida por la autora en forma de libro o texto para
publicar, aquí se recoge el desarrollo amplio, sistemático, definitivo y sintético de su
antropología o comprensión-concepción del hombre2, así como las líneas teóricas de
naturaleza fenomenológica sobre la formación y educación del mismo hombre, expuesto
en un curso durante el semestre de invierno 1932-1933 que dictara la autora en la ciudad de
Munster (Alemania), en el Instituto de Pedagogía Científica.
La obra se desarrolla en nueve capítulos, a través de los cuales la autora realiza un recorrido
fenomenológico, riguroso y valiente, por la experiencia y el significado de la condición
humana, que parte, primero del establecimiento argumentativo de la antropología como
fundamento de la pedagogía y de la labor educativa, y segundo, de la consideración
estrictamente filosófica del hombre para llegar, al final del texto, habiendo realizado todo el
análisis bajo el método fenomenológico, al paso de la consideración filosófica del hombre a
la teológica, como forma necesaria de poder completar el movimiento en torno a un
comprensión lo más amplia y completa posible del hombre, su condición y su realidad.
2
Cfr. STEIN, Edith, La estructura de la persona humana, Madrid, B.A.C., 2003, pg. XIII-XIV
1. Presentación de un marco referencial de antropología filosófica, como punto de
partida crítico, de construcción y de desconstrucción.
[APROMACIÓN A LA AUTORA3]
Cualquier presentación o elogio que pueda hacer en favor de Edith Stein para demostrar la
relevancia e interés de su obra resulta poca e insuficiente.
Movida al igual que San Agustín por una búsqueda permanente y siempre inconforme de la
verdad, fue la primera mujer en acceder al doctorado en filosofía. Discípula y asistente
personal a título libre de E. Husserl y compañera de aula y de lides intelectuales de
Heidegger y Sheler, Edith no se limitó en su actividad académica al campo filosófico sino
que también profundizó, con notables resultados y aportaciones, en el campo del saber
teológico y psicológico. Dentro de su extensa producción literaria –que abarca un total de
diecisiete tomos en la edición alemana y que representa solo el setenta y cinco por ciento
del total de su obra conocida-, destacan de manera especial sus aportes a la antropología, a
la pedagogía, a la teología sistemática y espiritual, a la psicología posteriormente llamada
humanista y cognitiva, a la filosofía cristiana, a la hermenéutica, a la fenomenología, y a
los procesos feministas y de formación de la mujer del siglo XX y de hoy en todas sus
expresiones y dimensiones.
Juntamente con su intensa actividad intelectual que entregó con generosidad en infinidad de
conferencias todas publicadas, Edith fue, ante todo, una maestra. Fue en el aula de clase
donde recopiló el material que inspiró y dio forma a sus más grandes ideas, pensamientos y
teorías de alto rigor científico y metodológico. Juntamente con esto, fue una mujer
comprometida con las causas y las luchas sociales de su época. Activista feminista,
defendió siempre una postura crítica frente a las políticas nazis, lo cual le costó finalmente
3
Cfr. ARANGO García, Andrés Felipe, Edith Stein: La pedagogía, camino de humanización,
Bogotá, USTA, 2005 [En prensa].
su vida, entregada martirialmente el 12 de agosto de 1942 en el campo de concentración de
Auschwitz.
[APORTE DE LA OBRA]
Un intento de sistematización del amplio aporte de esta obra Steiniana al conocimiento del
hombre y de su educación-formación, podría plantearse de la siguiente manera:
Sin duda esto es un gran aporte porque imprime un carácter amplio de verdad,
realidad y certeza sobre el objeto de conocimiento.
4
STEIN, Edith. Florecillas amarillas, Madrid, EDE, 1990
3. Aporte a la antropología general. Con su obra antropológica, la autora señaló e
introdujo nuevas categorías para la consideración del hombre, pasando de la lista
general de criterios (ser animado, ser corporal, ser social, ser político, ser
trascendente), a una más amplia en la que se incluyen los criterios mencionados
en el primer punto de la reseña (especie, género, individuo, lo animal y lo humano
del hombre, etc.) Independientemente de que las ciencias sociales y humanas
actuales trabajen de suyo estas categorías, no obstante los aportes de Edith Stein
dentro de ellas, siguen siendo auténticos, novedosos, y pendientes por descubrir.
4. Aporte a la teología. En el capítulo nueve del libro están trazadas las líneas
esenciales del posterior desarrollo de la teología steiniana. Es un puente trazado
desde la filosofía hacia la teología, en donde ninguna esta superpuesta a la otra,
sino que son unidas, por su pensamiento serio, riguroso y creyente, en función de
la comprensión del hombre y de su educación. Este capitulo es la simiente de su
obra teológica fundamental y culmen de toda su producción humana e intelectual:
ser finito y ser eterno.
Edith Stein y su obra han sido retrasadas en su conocimiento y recepción por la Cámara de
Gas y, de alguna manera, por los altares. La historia nos enseña que, por lo general, cuando
un hombre o una mujer son llevados a los altares, son perdidos para la historia. En el
tiempo reciente, se vienen realizando serios esfuerzos por recuperar a la persona y la obra
de Edith Stein. En Europa se han logrado resultados muy positivos. En nuestra América,
apenas sí se conoce. Es importante no pasar por la historia del conocimiento sin
relacionarse con esta autora. Es importante no continuar construyendo conocimiento
teológico, filosófico y, en este caso, antropológico, ni en general ni en contexto, ignorando
el gran aporte de esta mujer del siglo XX.