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Lectura 2 Estructura
Lectura 2 Estructura
CAPITULO 2
ORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURA
Armando Zubizarreta
1. ¿Qué es el esquema?
Es poco probable que el investigador pueda organizar las supuestas partes del futuro trabajo
sin antes haber tenido por lo menos una primera lectura de todo el material recopilado hasta el
momento de iniciar la elaboración del esquema base, y haber hecho una selección inicial de los
conceptos y principios en torno a los cuales girará el desarrollo del tema. Claro, no se trata de
contar con la totalidad de la información, porque el esquema tiene como finalidad seguir captando
mayor información ligada a los requerimientos del esquema base.
Por simple que parezca el tema a tratar y cualquiera el tipo de documento a elaborar, realizar
apuntes previos a su redacción será sumamente útil y ventajoso, más aun tratándose de un
informe profesional especializado.
A través del esquema o plan será posible la clarificación de los objetivos y la profundización
del pensamiento sobre el tema y su contenido; igualmente, éste en su condición de guía, orientará
en forma permanente el desarrollo de la investigación y ayudará a disminuir los riesgos de una
improvisación. El esquema obliga también a un manejo metódico, sistemático y coherente de toda
la información lograda, de manera que las partes principales y aquellas subordinadas sean
identificadas y tratadas como tales (temas, sub temas, sub sub temas). Finalmente, su condición
de esquema base permitirá realizar enmiendas o cambios de ajuste que irá definiendo su alcance y
sus límites a medida que va progresando la investigación.
1.1. ¿Qué condiciones debe reunir el esquema para su formulación?
Toda idea o pensamiento forma parte de un conjunto -coherentemente relacionados entre sí-
o son concebidos dentro de otros conceptos de mayor extensión. Ellos llevan en sí algún mensaje
a partir de una estructura, ya sea que éstos se encuentren en el plano mental o en el plano
declarativo (Maurial, 1974).
Cualquiera sea el plano en el cual se esté trabajando el esquema de un informe debe tomar en
cuenta el problema, los objetivos, las hipótesis, la metodología, los resultados, la discusión y las
conclusiones. En los informes científicos, hablar en estos términos es normal e inexcusable; sin
embargo, en los informes de evaluación psicológica se puede considerar extraño y hasta anómalo.
Una apreciación más detenida conduce a creer, sin duda, que en el proceso de investigación el uso
de dicho esquema es correcto en ambos casos; la diferencia está en que la investigación científica
en psicología tiene como objeto de estudio a un grupo o grupos representativos de la una
población, mientras que la investigación evaluativa tiene como objeto de estudio
fundamentalmente al individuo o grupo menor no representativo.
Por consiguiente, para efectos del informe, la investigación científica mantiene el mismo
esquema del plan inicial con el añadido de los resultados, la discusión y las conclusiones; mientras
que la investigación evaluativa omite casi la totalidad del esquema inicial –en este caso el
esquema funciona generalmente en el plano mental- y el esfuerzo está dedicado a discutir los
resultados e inferir conclusiones, vale decir, interpretar resultados y diagnosticar.
Por otro lado, de nada servirá el esquema si éste no se encuentra dentro del contenido del
tema en cuestión; así como debe lograr la coherencia entre sus partes conformando un todo y, no
sea sólo un conjunto desordenado e ilógico de datos, será indispensable el conocimiento de la
información elemental y la información secundaria que esté relacionada con el tema.
Igualmente, será importante considerar al lector en la presentación del esquema desde esta
etapa y, si fuera posible, cualidades relacionadas a su formación profesional y/o cultural a fin de
usar el lenguaje y la terminología apropiados. Dentro de este proceso también es indispensable
trabajar pensando en el uso que le dará el lector al informe. Una perspectiva en verdad incierta, si
no se exploró esa posibilidad, pero a estas alturas ya se debe tener la información más o menos
clarificada.
Es indiscutible que el esquema se elabore sobre la base de una primera lectura informativa o
conocimiento elemental del problema. Teniendo en cuenta estos conocimientos, el propósito del
informe, la amplitud y profundidad del estudio y los intereses de los lectores es posible encaminar
y armar el esquema con el apoyo del método inductivo o el método deductivo.
Mediante el método inductivo se comienza con una interrogación donde se incluye el
problema, los objetivos, sus alcances y el método, seguido los resultados y la discusión
(interpretación), para terminar con las conclusiones precisas y las recomendaciones (Leyton,
1971). Algunos llaman a este método como “sintético” porque va de las partes a la
conceptualización del conjunto, ley o principio.
Este método es de uso muy común en los informes psicológicos, tanto en los informes de
evaluación psicológica, en los informes científicos como en los informes organizacionales. En los
informes científicos como paso previo a su publicación, pero también cuando se trata de tesis,
tesina o monografía. En aquellos informes de estructura profesional lo precede un resumen,
ubicándose inmediatamente antes de la introducción.
Veamos algunos ejemplos para tener una visión más cercada a lo afirmado:
- Esquema para informes de evaluación psicológica planteados por Palmer (Kloffer, 1975):
Observaciones de conducta
Análisis de resultados (descripción del funcionamiento del problema con fuentes o génesis de sus patrones de
conducta).
Resumen (condiciones o inferencias)
- Esquema de informe para trabajos de Tesis, propuesta por la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos (RR N°080-EPG-2010):
1. Parte preliminar
2. Cuerpo de la Tesis
Introducción
(Planteamiento del problema y sus componentes)
Marco teórico
Hipótesis y variables
Metodología
Resultados
Discusión
3. Parte final
Conclusiones
Recomendaciones
Impactos
Referencias y/o bibliografía
Anexos
Título
Autor (s)
Resumen (síntesis del trabajo)
Descriptores (palabras claves)
Introducción (problema)
Materiales y métodos
Resultados
Discusión
Referencias
Título o portada
Contenido
Referencias
Tablas
Figuras
Apéndice
Título: Debe ser lo más claro y sencillo posible y que nos de una idea precisa de lo que vamos a encontrar en el
trabajo.
Introducción o antecedentes
Justificación
Objetivos
Método
Resultados
Discusión
Conclusión
Bibliografía
Anexos: tablas, cuestionarios, etc.
Resumen
Cuerpo (de acuerdo a las limitaciones del lector)
Recomendaciones
El esquema anterior parece muy simple a la vista de los psicólogos actuales, pero tiene mucho
sentido porque en ese resumen iba el diagnóstico para ser usado de manera inmediata, porque al
probando había que atender con prisa. En el cuerpo del informe se incluía los resultados en detalle
en armonía con las características del lector, y las recomendaciones estaban dirigidas al referente
y por tanto variaba de acuerdo a la persona y su condición de profesional afín, familiar u
organización. Sin duda, que la mayoría de casos referidos eran de tipo clínico allá por los años de
1960 y antes. Actualmente se usa muy poco dicha estructura, salvo los psiquiatras, que han sabido
conservar esta metodología.
Este es un esquema muy razonable y aceptado por la comunidad empresarial porque lleva
dentro de sí un resumen que les permite tomar conocimiento del tema tratado en pocos minutos,
cualidad que en el mundo empresarial resulta muy relevante para la toma de decisiones. Sin
embargo, se puede notar que una de las grandes debilidades es el tratamiento que se le da al
problema antes de la discusión, cuya forma de ver las cosas puede conducir al error y, por tanto,
tener un resumen con las conclusiones más relevantes equivocado. Lo recomendable sería que la
discusión de los resultados se haga antes de las conclusiones.
Lo más importante en todos los esquemas es que, cualquiera sea las formas que se adopte, se
tenga claro que durante la elaboración y redacción del informe exista una marcha coherente y
lógica.
El esquema como una estructura básica y necesaria para la elaboración del informe debe
tener como característica la de ser un instrumento flexible y manejable y la de ser un instrumento
guía.
Durante la elaboración del esquema y después durante el curso de la redacción del informe,
se ponen en juego dichas características de manera simultánea. Es decir, en el primer caso,
mientras sirva de guía para seguir recolectando información relacionada al tema, se va también
incorporando o desechando datos que permiten ir afinando la estructura iniciada; inversamente,
en el segundo caso, durante la redacción del informe se hace más intenso su papel de guía y
disminuye su flexibilidad al cambio y a las enmiendas, aunque estas dos características intrínsecas
no desaparecen sino solo cuando ha concluido su publicación, hasta una nueva edición donde
reaparecen, si se da el caso, permitiéndole al autor hacer nuevas enmiendas.
Así mismo, en el esquema propiamente dicho se debe distinguir la correspondencia entre los
encabezados principales y las ideas centrales; entre los encabezados de segundo orden y las ideas
secundarias; y continuar de la misma manera ubicando en la jerarquía que le corresponde en cada
cual. Aún más, la presencia de un inciso exige necesariamente un segundo inciso como mínimo -en
caso contrario el inciso único no se justifica- y claro, como todos los demás puntos, la enunciación
debe tomar la misma forma gramatical en todo el esquema.
La distribución de los temas, subtemas, sub subtemas, etc. deberá llevar números romanos,
arábigos, letras y la combinación de todos ellos para una mejor ubicación y localización.
CUADRO N° 1
Distribución de las partes de un esquema mediante dos sistemas
DISTRIBUCIÓN SISTEMA 1* SISTEMA 2**
Titulo general LA INVESTIGACIÓN DOCUMENTAL
Tema central del capítulo 1.La búsqueda de los datos I. La búsqueda de los datos
Sub tema 1.1. El subrayado A. El subrayado
1.2. La técnica del fichaje B. La técnica del fichaje
Sub sub tema 1.2.1. ¿Qué es una ficha? 1. ¿Qué es una ficha?
1.2.2. Utilidad de una ficha 2. Utilidad de una ficha
1.2.3. Clases de fichas 3. Clases de fichas
Sub sub sub tema 1.2.3.1. Ficha bibliográfica a) Ficha bibliográfica
Sub sub sub sub tema 1.2.3.1.1. Elementos i) Elementos
1.2.3.1.2. Modelo de ficha ii) Modelo de ficha
Sub sub sub tema 1.2.3.2. Fichas de trabajo b)Fichas de trabajo
Sub tema 1.3. El fichero C. El fichero
CUADRO N° 2
Jerarquización de los títulos de un escrito en el estilo de la Asociación de Psicología Americana (APA)
Nivel Formato
Centrado, Negrita, Título del encabezado del caso
1
El texto comienza como un nuevo párrafo.
Alineación a la izquierda, Negrita, Título del encabezado del caso
2
El texto comienza como un nuevo párrafo.
Alineación a la izquierda, Negrita cursiva, Título del encabezado del caso
3
El texto comienza como un nuevo párrafo.
Sangría, Negrita, Título del encabezado del caso, Finalización con un punto.
4
El texto comienza en la misma línea y continúa como un párrafo regular.
Sangría, Negrita cursiva, Título del encabezado del caso, Finalización con un
5 punto.
El texto comienza en la misma línea y continúa como un párrafo regular.
En el cuadro anterior vemos que no existe jerarquización de los títulos y sub títulos con
números romanos, ni arábigos, ni letras. La jerarquización se da sobre la base de resaltar los títulos
y subtítulos con letras negritas y sangrías. De hecho se trata de una comunicación académica o
científica -y no de otro tipo de comunicación- caso en el que, según APA, …“ cuando el estilo
funciona mejor, las ideas fluyen lógicamente, las fuentes se acreditan adecuadamente y los
artículos se organizan de forma previsible y coherente” (APA, 2020).
La distancia que se tiene que recorrer entre el esquema y el informe es un camino todavía
largo y azaroso. Existe, sin embargo, una base que conducirá el procesamiento de la información y
la elaboración o composición que será el informe propiamente dicho. Esa base es el esquema.
Entonces, ¿qué pasos se deben dar en el diseño del esquema?
El diseño del esquema incluso preliminarmente, responde a las motivaciones del informe; es
decir, al fenómeno, al hecho, al problema que exige una respuesta.
En esta etapa, se continúa con el acopio de información. Aquí es donde los testimonios
orales, escritos u otros documentos serán útiles porque constituirán el punto de partida para la
preparación del esbozo inicial. Por tanto, anotar los tópicos centrales e importantes para dar
forma al esquema convencional –introducción, cuerpo y conclusiones- es ir diferenciando el tipo
de informe, su extensión y complejidad.
Si el informe se proyecta a ser extensa, el esquema deberá formularse por escrito y empezar
consignando los temas principales en primer orden y continuará subdividiéndose en segundo,
tercer y cuarto orden a fin de conseguir que la exposición en unidades cada vez más pequeñas
asegure, llegado el momento, una profundidad suficiente que explique la totalidad del fenómeno.
En cambio si el informe se proyecta a ser corto, como es el caso de los informes de evaluación
psicológica de tipo individual, no será preciso formular el esquema por escrito, con mayor razón si
se tiene experiencia, manteniéndose el esquema en el plano mental. Lo inaceptable es la usencia
total de un esquema.
Organizar un esquema largo en forma práctica y lógica, es colocar los tópicos principales en
tarjetas separadas para ir subordinando los detalles en orden jerárquico apropiado, conforme se
va completando la información requerida. Este proceso permite incluir aspectos que mejoren el
esquema o desechar otros que van perdiendo sentido de unidad y coherencia con el tema central.
Por otro lado, todo escrito, incluso el esquema de un informe que se presume lleva un
mensaje de cierta importancia, aunque todavía incompleto, debe contar desde un comienzo con
un título transitorio; éste, flexible al cambio como el esquema, tiene la función de delimitar al
informante sobre los alcances del diseño en proceso de organización y el de mantenerlo dentro
del tema durante la redacción. Tener el título del trabajo frente a uno, permanentemente frente a
la vista, mientras dure el proceso de maduración del esquema y, luego, durante la redacción, será
también de importancia cardinal por cuanto evitará desviaciones del tema central y permitirá
hacer correcciones oportunas al esquema, al texto, o cambiar el título, según el caso (Van Hagan,
1986)
Esta etapa implica la verificación forzosa del orden establecido en el esquema; es decir, la
comprobación del grado de importancia y valor de cada uno de los temas, subtemas, sub
subtemas (incisos y sub incisos) entre sí, con el objeto de afinar el esquema para darle
profundidad y efectividad al informe.
La importancia de estas verificaciones con fines de configurar el esquema para lograr uno a
satisfacción, es alcanzar el equilibrio entre las partes y el conjunto, entre el esquema y el texto,
entre el texto y las tablas e ilustraciones.
Así, la descripción de los hechos será más objetiva y directa, el análisis y la interpretación más
cercanas, ajustadas y provechosas al propósito del informe; y las conclusiones y recomendaciones
serán también más acertadas.
En estas circunstancias, la redacción del informe, desde el primer borrador se vislumbra como
una delicada labor de composición y no como un “mero problema de redacción externa”
Zubizarreta (1987).
Este es un paso trascendente en la preparación del esquema o plan. Es aquí donde podrá
establecerse el grado de enlace que existe entre los grandes temas (por ejemplo: la introducción,
el cuerpo y las conclusiones; o el problema, las hipótesis, la metodología, los resultados y las
conclusiones), entre un capítulo y otro y, también entre los puntos más menudos del esquema. Es
la etapa donde se retiran los puntos o temas inconexos, se reubican de una posición a otra en el
mismo bloque o pasa a otro bloque por ser inconsistente en éste. Es ésta la última oportunidad
que tiene el informante de realizar enmiendas con libertad y respetando la jerarquía implícita; y
más aún, sin ocasionar perjuicio a la composición del texto, salvo en ocasiones de enlace entre los
bloques de texto.
Este procedimiento de cambio y recambio de temas y materiales será más eficaz y menos
engorroso si se opera dentro del criterio lógico-racional y sin perder de vista los objetivos
esenciales del estudio y del informe. La claridad con que se trabaje, tomando en cuenta estos
factores permitirá la coherencia estructural esperada. Naturalmente que, una evaluación crítica
del autor –que no es fácil- y el uso apropiado de transiciones entre un punto y otro, y entre
secciones mejorará significativamente la relación ansiada.
American Psychological Association. (2020). Guía resumen del estilo normas APA. Séptima edición
Normas APA-PRO. Recuperado:
https://normasapa.pro/wp-content/uploads/2020/02/Normas_apa_septima_edicion_spanish.pdf
Van Hagan, Charles (1986). Manual del redactor de informes, México: Editorial CECSA.