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Resumen: internet, libertad & sociedad: una perspectiva analítica

El texto escrito por Manuel Castells1, profesor sénior del IN3 de la UOC, titulado tal como
el presente resumen, aborda las intrínsecas relaciones que presenta la sociedad y el
fenómeno tecnológico del internet. A lo largo de su escrito, el autor de nacionalidad
española aborda el tema desde una perspectiva histórica, haciendo énfasis en el proceso de
desarrollo de esta red internacional, y a los principales desarrolladores, legisladores y
activistas. De esta manera se logra informar a la audiencia de las situaciones más
relevantes, para después abordar el cuestionamiento principal (¿Hasta que punto es el
internet un espacio de libertad para los agentes sociales, tomando en cuenta los procesos de
control estatales y de grandes empresas?) desde múltiples ángulos. Dentro de las cuales
están las estrategias de control mas ampliamente utilizadas, el origen y los valores del
internet, la influencia de grupos como los hackers y crackers, el estudio de caso español y
del primer mundo, y la importancia de la encriptación.

Esto, con el fin de explicar la complicada batalla que se ha venido librando entre los
sistemas de control y la naturaleza libertaria del internet. Exponiendo así, las principales
problemáticas políticas y sociales que ha creado este prolongado conflicto. El cual, se basa
en el temor frenético de los estados y las elites de limitar el acceso a la información y a la
comunicación horizontal del pueblo, actividades que facilita el internet, gracias a su diseño
y a sus protocolos de funcionamiento.

En principio, estas características generales llevan a preguntarse sobre la


controlabilidad del internet, el cual, gracias a su funcionamiento de transmisión
multimodal, permite una amplia libertad en el flujo de la información que se transmite.
Haciendo que la censura sea interpretada como un fallo técnico y que la información sea
transmitida automáticamente por una ruta alternativa2. Además, siendo el internet una red
global, la cantidad masiva de nodos interconectados presenta una infinidad de rutas
alternativas, por las cuales la información puede moverse.

1
(Manuel Castells, 2003)
2
Jhon Gilmore
Sin embargo, la existencia de servidores centralizados presenta la posibilidad de
identificar usuarios específicos (mediante el registro electrónico) y por lo tanto sancionar
las conductas con las cuales lo organismos de control no estén de acuerdo. Ya que el
servidor actúa como un filtro por el cual la información de ciertas regiones tiene que fluir,
lo que lleva a los estados a concentrar la vigilancia en estos puntos de la red. De todas
maneras, esto se complica en la practica, debido al carácter global del internet y a la
limitación nacional de la legislación, que carece de jurisdicción cuando de puntos
extranjeros se trata.

Con el fin de comprender de mejor manera como ambos extremos interactúan, se


vuelve importante aclarar la historia del desarrollo de esta tecnología. “Desde el principio,
los diseñadores del internet […] buscaron deliberadamente la construcción de una red
informática abierta y sin cortapisas, con protocolos comunicables y una estructura que
permitiera añadir nodos sin cambiar la configuración del sistema.”(Manuel Castells, 2003).
Esto se dio gracias a las mentes de intelectuales universitarios, que buscaban facilitar la
comunicación de la comunidad académica, y a la financiación proporcionada por el
Departamento de Defensa de Estados Unidos. Institución que fue beneficiada por el
internet, al recibir supremacía tecnológica frente a la Union Sovietica en tecnologías de la
información y comunicación, en los años ochenta.

Después de haber visto el poder del internet, el gobierno estadounidense le permitió


seguir desarrollándose, ampliando su numero de usuarios mientras se volvía cada vez mas
fácil de usar, gracias a los múltiples aportes de universitarios y hackers, hasta el punto en el
que la base de usuarios se volvió significativa. En este punto, una nueva generación de
empresarios comprendió los beneficios de la red y la utilizó con fines mercantiles, con
múltiples aplicaciones dentro de la economía. Siendo entonces la empresa la razón por la
cual el uso de internet se popularizó.

De todas maneras, fueron los hackers los que contribuyeron en su mayoría a la


construcción de la World Wide Web, y por lo tanto los valores libertarios de estas
comunidades intelectuales las que definieron el algoritmo que le da vida a la red. En
contraste, los crackers utilizaron esta infraestructura para fines destructivos, con la
intención de perturbar procesos informáticos (Haffner y Markoff, 1995). Y en la medida en
la que la red evoluciona, esta clase de actores se vuelven cada vez mas poderosos y por lo
tanto peligrosos.

Esta relativa vulnerabilidad del sistema plantea una contradicción creciente entre
seguridad y libertad en la red. Donde no es aceptable dejar el funcionamiento de la
sociedad, sus instituciones y la privacidad de sus individuos a la merced de individuos
capaces de entrometerse en estos procesos, ya sea quienes tienen el poder burocrático o
económico de hacerlo. Pero tampoco permitir la monopolización del control sobre la libre
expresión, justificada generalmente con el pretexto de la protección informática. (Manuel
Castells, 2003).

Esta contraposición da paso a dos posibles soluciones. Por un lado, están lo que
argumentan a favor de la regulación político-jurídica de la red. Por el otro, los que advocan
por la autoprotección de los sistemas individuales. Castells se inclina por la segunda,
debido a que la centralización estatal de regulación supone una transgresión al derecho de
la libertad de expresión y de todas formas la segunda opción presenta una mejor alternativa.
Ya que, debido a la configuración del sistema, el nodo mas débil es el que representa la
barrera que protege al resto del sistema, sin importar la capacidad de protección de los
puntos consecuentes a este, por lo que la adopción de encriptación y autoprotección de los
sistemas individuales, resultaría en el fortalecimiento del sistema como un todo.

Ahora bien, así esta sea la opción mas viable, los gobiernos se mantienen reacios a
la libre divulgación de tecnologías de encriptación, con la excusa de que puedan ser
utilizados para actividades criminales (Así los grandes carteles ya dispongan de estos). Pero
en realidad es una postura de desconfianza frente a los ciudadanos, y a la facilidad que esta
herramienta dispone para la comunicación horizontal.

Debido a esta postura, los gobiernos han hecho todo lo posible para implementar
regulaciones y mecanismos de control, justificando sus propuestas en la defensa de los
principios democráticos. En el caso español, en respuesta a una directriz europea, el
Ministerio de Ciencia y Tecnología del gobierno español propuso un proyecto de ley
aplicable a los internautas españoles, que fue fuertemente criticado por sectores influyentes
de usuarios de la red. En esencia, las fallas resaltadas por el autor son la gran incidencia de
ambigüedad en las propuestas legislativas y la autoridad que este proyecto de ley
concedería a los reguladores a sancionar casi que, a cualquier internauta, y por lo tanto
censurar su opinión. Esto porque la distinción entre actividades económicas y no
económicas en el internet es prácticamente inexistente, debido a la constante presencia de
publicidad, sea esta directa o no, y esto podría ser considerado como actividad económica.

En razón al nerviosismo con el que las burocracias perciben al internet, y la


amenaza que representa al mantenimiento del status quo, a la postura defensiva que los
estados toman a través de políticas de la “confusión”, y a la rápida reacción de la
comunidad virtual frente a su libertad. Es que este tipo de debates siguen en discusión, y
presentan la realidad en la que ya no es posible operar como antes del internet.

Sin embargo, la defensa de la libertad parece no ser justa, debido a las grandes
diferencias que existen entre los actores. Debido a que cuando se trata del estado se
reacciona con entusiasmo, pero los abusos de poder que ejercen las grandes compañías y
los prestadores de servicios no son tema de interés para el publico, aunque de todas
maneras transgredan la privacidad de sus usuarios o usen su posición para priorizar
información que les conviene y censurar la que no. Pero la libertad sin igualdad no es más
que privilegio.

En este punto es donde la encriptación en realidad toma una posición de gran


importancia. Ya que la codificación del lenguaje presenta una barrera contra la intrusión de
terceros en informaciones privadas, y esa habilidad de controlar quien tiene acceso a la
información de un individuo por ese mismo individuo es lo que garantiza su propia libertad
y autonomía en la red. Esta herramienta tiene tanto alcance que ha definido resultados de
guerra en el pasado, y por esta misma razón es que los gobiernos han hecho su mejor
esfuerzo por limitar la divulgación de esta tecnología, y por lo tanto se ha vuelto un lujo
que solo los poderosos se han podido dar.

En contraparte, el autor expone una situación hipotética, y propone una sociedad en


la que el anonimato reinara sobre todas las cosas, en donde las tecnologías se usaran para
proteger los derechos de libertad de expresión, privacidad, autonomía y organización de los
individuos, en vez de ser explotados y monetizados por un reducido grupo de la sociedad.
Este tipo de tecnologías de encriptación se han propuesto múltiples veces a lo largo de la
historia, como el sistema llamado PGP de Phill Zimmerman, o Sun Microsystems de John
Gilmore. Movimientos de ciberanarquismo que han sido silenciados a lo largo de la historia
por las temerosas administraciones.

En conclusión, la libertad tanto en el mundo físico como en el virtual es un concepto


abstracto e invisible, que es difícil de definir y delimitar. Sin embargo, la historia y la
cultura del internet lo han desarrollado como una tecnología de la libertad, intención que
naturalmente se contrapone a los intereses privados de las entidades de control, como las
burocracias que han hecho lo posible por restringir esta libertad. Y actualmente la realidad
de la humanidad no podría definirse como liberada por la tecnología de la información, ya
que sigue mayoritariamente marginada y desinformada sobre el internet. Por eso es que hoy
en día el internet necesita de la libertad (de expresión y comunicación) para desplegar el
gigantesco potencial de transformación que tiene, y para que nos lleve, eventualmente, a la
construcción de una sociedad moldeada a la imagen de la practica de la libertad.

Referencias:
Manuel Castells. (2003). Internet, libertad y sociedad: Una perspectiva ananítica. 1.

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