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Analice las situaciones planteadas en el marco de una escuela inclusiva y

argumente según los siguientes interrogantes.


¿Se sentirán representados los/as chicos/as de las diversas comunidades que
asisten al jardín? ¿Se da la posibilidad de escucha y se incentiva la oportunidad
de la palabra a todos/as los niños y niñas? ¿Cómo?
¿De qué se trata enseñar hoy? ¿Es lo mismo copiar y reproducir en forma
mecánica que proponerles analizar, comparar, sintetizar, crear, inventar, argumentar?
¿Cómo pensamos los agrupamientos? ¿Se generan actividades que promuevan
aprendizajes grupales e individuales sustentados en la cooperación y en
la colaboración entre pares?
¿Ayudamos con nuestras propuestas a ampliar los horizontes de las experiencias
cotidianas de vida de nuestros/as niños/as?
La inclusión se ve como el proceso de identificar y responder a la diversidad de las necesidades de
todos los estudiantes a través de la mayor participación en el aprendizaje, las culturas y las
comunidades, y reduciendo la exclusión en la educación. Involucra cambios y modificaciones en
contenidos, aproximaciones, estructuras y estrategias, con una visión común que incluye a todos
los niño/as del rango de edad apropiado y la convicción de que es la responsabilidad del sistema
regular, educar a todos los niño/as

Se basa en el principio de que cada niño/a tiene características, intereses, capacidades y


necesidades de aprendizaje distintos y deben ser los sistemas educativos los que están diseñados,
y los programas educativos puestos en marcha, teniendo en cuenta la amplia diversidad de dichas
características y necesidades. 

Actualmente nos encontramos en una nueva realidad escolar, debida a que las motivaciones y
disciplinas de nuestros alumnos han cambiado. Han surgido nuevos aspectos a tener en cuenta
como la diversidad y heterogeneidad de alumnos, muchos de ellos con problemas de
adaptación. Esta nueva situación a dado lugar a nuevos planteamientos en la acción docente
por lo que han surgido múltiples problemas a los que hay que darle solución. En la práctica
docente conviene no sólo atender al conocimiento de una ciencia específica.

La teoría del aprendizaje significativo, entendiéndola como necesario relacionar los nuevos
aprendizajes con los conocimientos previos de mi alumnado. Podemos decir que el aprendizaje
es construcción del conocimiento donde unas piezas encajan con otras en un todo coherente;
por lo tanto, para que se produzca un verdadero aprendizaje, por lo que se hace
imprescindible presentar al alumno los conocimientos de manera coherente y no arbitraria,
“construyendo” de manera sólida, los conceptos, interrelacionándolos unos con otros en
forma de red de conocimiento. Un aprendizaje para que se pueda denominar como tal, tiene
que ser significativo. En la práctica docente es de vital importancia que contemplar los
conocimientos previos de nuestro alumnado y poder relacionarlos con nuevas ideas, buscando
encontrar una gran disposición del alumnado a este tipo de aprendizaje por aumenta su
autoestima y motivación.

El aula, se configura como el espacio más inmediato definido, con actividades, papeles a
desempeñar y una forma de distribuir el tiempo, en las que la conducta de los alumnos y los
profesores son producto y causa a la misma vez. Por lo cual, la realidad de lo que ocurre en la
enseñanza no se puede descubrir sino en la misma interacción de todos los elementos que
intervienen en esa práctica.

Para esto se seleccionan estrategias para trabajar el contenido y utilizar materiales didácticos;
la acción de la enseñanza en las aulas no es un puro fluir espontáneo, aunque existan rasgos y
sucesos imprevistos, sino algo regulado por patrones implícitos en las tareas que se practican.
La dinámica si bien puede ser fluida, imprevisible, los esquemas de actividad que la ordenan
no. Su dinamismo está condicionado por el orden interno de la actividad, es decir son prácticas
configuradas por un diseño interno. Las tareas, pueden ser mediadoras de la calidad de la
enseñanza a través del aprendizaje. Podemos señalar las dimensiones de las tareas como el
contenido, la adecuación de los mismos, los materiales, las condiciones organizativas y el clima
de la clase, entre otras. Es necesario hacer una reflexión acerca de cómo los diversos agentes
moldeadores del currículum, no sólo los profesores, se proyectan en la práctica y nos invita a
pensar en las acciones a llevar a cabo antes de la clase, pues las mismas tienen repercusiones
en el quehacer del aula y en las ideas que los estudiantes van formando en las clases. Además,
es importante tener en cuenta que las propuestas de acción en la clase permiten y acercan los
distintos contenidos a abordar por parte de los alumnos por lo cual debe ser un espacio y una
acción cuidada que permita, como dijimos anteriormente, un contexto de aprendizaje con
calidad. En las diferentes experiencias de trabajo compartidas, es necesario realizar diferentes
observaciones se puedan detectar diversa problemática relacionada con la estructura o con la
dinámica de la clase, un acompañamiento que permita la reflexión sobre los aspectos
pedagógicos y del trabajo junto con los docentes. Durante las observaciones de la clase, es
favorable realizar registros narrativos, compartirlos con nuestros pares y recibir una
devolución del mismo. El acompañamiento, puntualiza la importancia de que los docentes
incorporan distintos modos de llevar a cabo las clases, dinamizando las mismas, y por otro, que
los alumnos continuarán con el andamiaje necesario para aprender.
En general, el entrenamiento en los registros posibilita que el observador pueda dar cuenta de
la dinámica de trabajo, los conceptos que se intentan transmitir y la organización de la clase.
Estos elementos podían captarse en el transcurrir de la observación, apuntando al vínculo del
docente a con los alumnos, para generar espacios de interacción entre ellos. Es el docente,
quien está más conectado en lo que sucede en la clase lo que le permite flexibilizar la
propuesta, pero no improvisando sino teniendo un norte sobre el qué trabajar y cómo.

Esto nos permitirá, a los alumnos a comenzar a reconocer al docente como tal, pudiéndose
vincular, dialogar, y trabajar con sus compañeros en el espacio áulico.

Esto permitirá a los estudiantes a palpar aquello que estaban aprendiendo y darle un sentido
al tiempo y al espacio de la clase. Esta experiencia de trabajo en el aula y con los docentes
permitirá reconocer y tener claridad sobre el objetivo de la clase y cómo se llevará a cabo el
mismo no es sólo una preocupación de la didáctica, sino que ella es una de sus partes, ya que
el conjunto involucra a los estudiantes, al vínculo con ellos, al contenido y a la utilización del
tiempo y el espacio, como un todo que propicia que se lleve a cabo ese proceso de
aprendizaje.

Reflexionar acerca del trabajo en grupos como una estrategia de enseñanza permite a los
alumnos construir y reconstruir el contenido una y otra vez con el fin de apropiárselo. Los
beneficios del trabajo en grupos nos proponen otros modos de aprendizaje más dinámicos
donde el estudiante posee un lugar protagónico y no solo aprende, sino que también colabora
en el aprendizaje de sus pares. Existe una creencia generalizada que sostiene que en los
momentos de trabajo grupal “se pierde tiempo” o “que los alumnos se la pasan conversando
sobre otros temas”. Sin embargo, se considera que si la propuesta de trabajo va acompañada
de una actividad que invite a los alumnos a pensar y de un docente que supervise dicho
trabajo, los alumnos no pierden el tiempo, sino que lo utilizan para construir sus aprendizajes.
Es decir, que, como estrategia de enseñanza, el trabajo en grupos debe ir acompañado de dos
factores fundamentales: una propuesta de trabajo significativa y un docente que actué como
facilitador del aprendizaje. Consideramos que una actividad es significativa cuando la misma
invita a los alumnos a pensar, a intercambiar con sus pares, a repensar el contenido, a
establecer relaciones y reformular los conceptos. Diversas actividades, como una guía de
preguntas, el análisis de un caso, la realización de un trabajo práctico, entre otras, pueden
generar que los alumnos pongan en práctica este tipo de habilidades. En función del objetivo
de la clase, los alumnos alcanzarán niveles de profundidad distintos en la apropiación del
contenido. Es importante que como docentes definamos dichos objetivos cuando pensamos
en la actividad a realizar y actuemos como facilitadores del aprendizaje. Es decir que nuestro
rol comprendería varias dimensiones, ya que, implica tomar nuevas decisiones en nuestra
planificación, supervisar el trabajo de los grupos, retroalimentarlos y evaluar los niveles de
aprendizaje.

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