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República Bolivariana de Venezuela

Iglesia Cristiana Evangélica Roca Eterna


Ministerio de Evangelismo
Departamento de Células Familiares

Capsula Visión: El Perdón. Lectura: Génesis 50: 15-17


Tema: Avanzar con resolución en el proceso del perdón. Fecha: 01 / 02 / 2017

Introducción: El perdón involucra un proceso en el que se profundiza: un camino que recorrer. No se


perdona únicamente por pensar que debemos perdonar o por pronunciar la palabra perdón; o por
obligación o deber, o por conveniencia. Perdonar es un proceso muy personal que se requiere vivir.
Finalmente se perdona cuando se está listo para perdonar.

¿Cómo transitar el camino del perdón? La vida del patriarca José sirve para ilustrar como ocurre este
proceso. José fue vendido como esclavo por sus hermanos, motivados por los celos y la envidia. Esta acción
causó consecuencias negativas en la vida de José, tales como: destierro de su tierra y familia, cárcel,
esclavitud y servidumbre; lo cual le ocasionó mucha pena, dolor y sufrimiento (José era un muchacho, tenía
17 años, cuando sus hermanos le vendieron como esclavo, Génesis 37:2). Luego, con el paso del tiempo,
José asciende a la cima del poder del imperio egipcio. En un momento de la historia, los hermanos de José, a
causa del hambre que había en la tierra de Canaán fueron a comprar alimentos en la tierra de Egipto.
Habían pasado más de veinte años desde que José fue vendido como esclavo a los mercaderes y su
encuentro con sus hermanos. (Génesis 41:46; 42:7,8).

Pero ese encuentro revivió las viejas heridas de José, quien los trató ásperamente y con
desconfianza en el primer encuentro (Génesis 42:9-14), acusándolos de espías (ese delito se pagaba con la
muerte) y encarcelándolos por tres días (Génesis 42:17). Finalmente José concibió un plan, con
manipulación para probar a sus hermanos, al exigirles que trajeran ante él a su hermano menor, como
prueba de que no eran espías. Después de 20 años de su experiencia traumática con sus hermanos, se
puede observar que las heridas emocionales de José todavía estaban abiertas: “Y se apartó José de ellos, y
lloró; después volvió a ellos, y les habló, y tomó de entre ellos a Simeón, y lo aprisionó a la vista de sus
hermanos” (Génesis 42:24).

Desarrollo: El perdón es un proceso por el cual pasa la persona agraviada, la sanidad de las heridas recibidas
no ocurre instantáneamente. El perdón no se traduce en forma automática en confianza y reconciliación; el
perdón es un proceso muy personal que recorre cada persona que ha experimentado ofensas y agravios,
hasta estar preparada para perdonar, y en ese proceso no hay límite de tiempo. Recuperar la confianza en la
persona que te agravia no es automática, no es fácil.

José en su proceso de perdón y reconciliación con sus hermanos necesitaba tiempo para probarlos,
y también necesitaba reconciliar sus propias emociones antes de darse a conocer y poder reconciliarse con
ellos. En todo caso este proceso resultó, dado que el objetivo final de José no era la venganza, en una
confesión y reconocimiento de la culpa por parte de sus hermanos (Génesis 42: 20 – 24), además de una
toma de conciencia del mal cometido contra José por parte de ellos. Este proceso produjo un despertar de

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la conciencia y un quebrantamiento de sus corazones, también ayudó a la sanidad y rehabilitación necesaria
para la reconciliación. Por más de veinte años sus hermanos habían cargado con la culpa de un pecado que
habían ocultado cuidadosamente. El efecto de este sentimiento de culpa acompañó a los hermanos de José,
aún después de la muerte de su padre Jacob, varios años después del encuentro inicial entre ellos a pesar
de las muestras de perdón por parte de José. (Génesis 50: 15-18). Después de la muerte de Jacob, José tuvo
que reafirmarles el perdón y consolarlos. (Génesis 50: 19-21).

Conclusión: En el camino hacia el perdón, es necesario que se cumplan ciertos pasos, para que el perdón se
experimente en forma genuina y sana. El perdón requiere de comprensión y conciencia emocional,
convicción y determinación. Veamos algunos elementos que nos ayudaran a avanzar con resolución en el
proceso de perdón:

1- Disposición para perdonar: Se requiere la resolución de perdonar. El perdón comienza cuando la


persona agraviada toma la decisión de perdonar a su ofensor. El perdón no ocurre accidentalmente.

2- Aceptación y reconocimiento de haber sido ofendido y herido : Reconocer la ofensa y admitir que lo
sucedido nos ha causado dolor, rabia, rencor resentimiento, etc. El perdón no es simplemente decir
“te perdono”; se requiere procesar el dolor, la rabia y los sentimientos asociados a la ofensa y al
agravio. Es preciso reconocer que hemos sido lastimados y aceptar ese dolor. No se trata de un
simple desahogo emocional, sino que se requiere asumir la responsabilidad por los sentimientos
experimentados, y el reconocimiento del daño recibido.

3- Perdonar implica también un cambio de percepción : Emocionalmente nos distanciamos de las


personas que nos han causado dolor y problemas. Además, este proceso nos obliga a abandonar la
victimización, la culpa y la autocompasión.

4- Es fundamental entregar la ofensa y el ofensor en manos de Dios : Esto permite soltar la ofensa, el
resentimiento y los deseos de venganza, para confiar en la justicia y la sabiduría de Dios. No hay
duda de que José encomendó este proceso en las manos de Dios, quien lo guío en el proceso.

5- Recrear los sucesos en un contexto diferente : Esto tiene que ver con, cómo se habla de la situación
que se ha presentado entre el ofendido y el ofensor. Se requiere evitar contar una historia de
resentimiento, culpabilización o victimización. Eso fue lo que hizo José: “Ustedes tramaron contra
mí el mal, pero Dios lo había planeado para bien, a fin de que sucediera como este día y salvar a
mucha gente”.
Contar una historia de victoria en vez de una historia de agravio, supone redefinir el significado de
nuestras experiencias vividas, nuestro enojo, nuestro dolor y nuestras heridas emocionales
experimentadas. Implica colocar los hechos en un contexto más amplio que nos brinde una nueva
perspectiva acerca de la ofensa y el agravio recibidos y de las situaciones vividas.

Preguntas para reflexionar:

¿Cómo está tu corazón? ¿Hay resentimiento en él? ¿Estás convencido que el perdón es una mejor opción que
el dolor y el enojo? ¿Sientes la necesidad de perdonar?

Pastor Francisco Sánchez

Nota: Tomado del Libro: “El Perdón, el camino a la Reconciliación”. Autor: Arnoldo A. Arana.
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