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La supervisión de instalaciones mecánicas requiere: 1) Revisar previamente la técnica constructiva; 2) Poner de acuerdo a las partes responsables; 3) Transmitir instrucciones de forma clara. Esto garantiza que la obra se ejecute correctamente y permite detectar y corregir errores de manera oportuna.
La supervisión de instalaciones mecánicas requiere: 1) Revisar previamente la técnica constructiva; 2) Poner de acuerdo a las partes responsables; 3) Transmitir instrucciones de forma clara. Esto garantiza que la obra se ejecute correctamente y permite detectar y corregir errores de manera oportuna.
La supervisión de instalaciones mecánicas requiere: 1) Revisar previamente la técnica constructiva; 2) Poner de acuerdo a las partes responsables; 3) Transmitir instrucciones de forma clara. Esto garantiza que la obra se ejecute correctamente y permite detectar y corregir errores de manera oportuna.
4 Supervisión de la ejecución de los trabajos de instalaciones de
acuerdo a las guías mecánicas del proyecto de instalaciones.
Los pasos para realizar una buena supervisión de obras son los siguientes:
Revisión previa de la técnica constructiva a aplicar.
Poner de acuerdo a todas las partes responsables. Transmitir delegar las instrucciones de la forma correcta. Revisión de la ejecución.
Revisión previa de la técnica constructiva a aplicar.
Antes de dedicarnos a la supervisión de obras, habremos interiorizado en nuestra mente lo que se va a ejecutar en la obra. Comprobando la idoneidad del detalle constructivo, la compatibilidad de los materiales, la posibilidad de optimizarlo o mejorarlo, tanto técnica, como económicamente, o acortar su plazo de ejecución. Por supuesto, con la experiencia esta tarea la tienes tan interiorizada que sale sola. Y, tampoco se trata, de dedicarnos a dicha revisión de todas las unidades de la obra de golpe, sino en el momento justo, bien acoplado con el resto de nuestras tareas y siguiendo un orden.
Poner de acuerdo a todas las partes responsables.
No podemos ejecutar algo que está mal, sabiendo que no es idóneo, ni podemos ejecutar lo que nosotros creamos conveniente. Necesariamente tenemos que poner de acuerdo, coordinar, organizar y obtener el visto de los responsables de la obra. No podemos saltarnos el Proyecto, sin haber obtenido previamente el permiso de los responsables de obra. Y además, dicho permiso se hará de la forma adecuada, es decir, por escrito. No confiaremos en que el viento no se lleve palabras, que quizás algún día sean determinantes. Tampoco defenderemos opciones técnicas mediocres por ahorrarnos trabajo o complicaciones. Porque en el caso del ahorro económico, lo barato al final sale caro, y la mejor forma de construir o las más económica, es hacerlo bien desde el principio. Por lo tanto, de la forma oportuna presentaremos nuestras propuestas y sabremos manejar situaciones delicadas como errores de Proyecto, etc.
Transmitir delegar las instrucciones de la forma correcta.
Además, tendremos la habilidad y mecanismos de hacer llegar al resto de involucrados en la obra las modificaciones e indicaciones oportunas, en tiempo y forma. Haciéndolo así, las tan temidas ampliaciones de contrato, discusiones por cuestiones económicas con los diferentes subcontratas durante la ejecución de lo contratado, la supervisión de obras, la detección y corrección de errores: todo se facilita y favorece un mejor resultado para todos los involucrados. Ellos, y nuestro equipo trabajan mejor, invierten su tiempo y energía en avanzar y no en dar un paso hacia delante y dos hacia atrás. Y tú, tú controlas tu obra, el resultado, la calidad, sus beneficios económicos.
Revisión de la ejecución. Supervisión de obras.
Y, por último, una adecuada supervisión de obras. Cuando has realizado los pasos anteriores, no es necesario ningún sobreesfuerzo para detectar posibles errores en tu obra. Sencillamente cuando estás concentrado en la tarea de la supervisión de obras, saltan. Eso sí, una vez más los tiempos son muy importantes, pues no se puede efectuar una buena supervisión de obras, o de oficios, si llegamos tarde o si la obra está desorganizada. Es decir, cuando un nuevo subcontrata, o una nueva ejecución entra en la obra, lo anterior ya ha tenido que ser supervisado y corregido. Construir encima de algo que no es correcto, en la mayoría de los casos, no produce el resultado deseado, acrecienta el desastre. Más vale cuidar todos los pasos anteriores y repetirlos con cada subcontrata, oficio y unidad de obra. Sólo así nos garantizamos que la obra está ejecutada correctamente y si detectamos un fallo, es algo que se puede solucionar en ese momento. Tendremos la seguridad que lo hecho es correcto, y por tanto, los errores detectados son de fácil solución. Trabajar así te dota de seguridad y tranquilidad, con la sensación de controlar tu obra. Y esto es fundamental para realizar un buen trabajo, y sentirnos satisfechos, poder salvar los obstáculos más fácilmente, y al fin y al cabo, ser más felices, enfocar nuestras energías en temas productivos, y no sólo en la resolución de conflictos. Falta de Supervisión de Obras y sus consecuencias. Aunque a estas alturas del artículo ya habrás sacado tus conclusiones, resumimos los problemas que genera una falta de supervisión de obras, no sólo el proceso total (lo cual ya puedes imaginar el desastre que sería), sino parcial, es decir, saltarse cualquiera de los pasos anteriores.