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Universidad Nacional de

Universidad Nacional de
Moquegua
Moquegua

 Apellidos y Nombres: Incacoña Ramos


Gerardo Mauro

 Docente: Platero Huanca Miguel Mauro

 Ciclo: 1

 Sección: B

 Curso: Introducción a la gestión


pública y desarrollo

 Tema: Gestión Pública y su dimensión


pública
Gestión Pública
Gestionar significa conducir los asuntos de alguien y,
también, ejercer autoridad o mando sobre una
determinada organización. Ambos significados se
podrían aplicar al concepto de administración:
administrar los asuntos de un tercero y administrar el
buen funcionamiento de una organización. Entonces,
¿por qué hemos sustituido el concepto de
administración por el de gestión?, ¿por qué
presentamos un libro sobre lecturas de gestión pública
y no utilizamos la terminología más consolidada de
administración pública? Podríamos responder a estos
interrogantes de diferentes modos. Quizá la respuesta
más inmediata -y también la más desconfiada- sería
aducir que se trata de un asunto de modas. Pero el
estar de moda es un argumento analíticamente muy
débil, excepto si somos capaces de explicar la razón por
la que algo está o deja de estar de moda

Dimensión pública de la gestión pública

¿por qué utilizamos el adjetivo «pública» cuando


podríamos hablar del término gestión de un modo
genérico? ¿Es qué la especificidad pública incorpora
alguna peculiaridad a la gestión en este ámbito?
Existen varias respuestas para estas interrogantes,
desde que la gestión es solo una versión de la privada
hasta que la gestión pública y la privada son
completamente distintas.

La gestión pública, a diferencia de la privada, ha de


permitir la expresión de unos valores que no son sólo
instrumentales, sino también políticos. Es decir, no se
ha de limitar a buscar la mejor manera de hacer las
cosas, sino que ha de actuar para reconciliar una gran
diversidad de intereses sociales antagónicos. Tal como
estos mismos autores nos explican en el capítulo 2, la
función básica de la gestión pública consiste en mediar
entre ciudadanos que son, a la vez, muchos y miembros
de una única comunidad. Así pues, la gestión pública
no se limita a los medios. Ha de incorporar también los
objetivos, su definición y su articulación operativa. No
se trata de que la gestión pública se deba ocupar
únicamente de los fines, pero tampoco exclusivamente
de los medios. La gestión pública ha de ser
instrumental y al mismo tiempo orientarse a partir de
unos valores sociales: de aquí su extrema complejidad.
En función de la articulación medios-fines, la gestión
pública se ha entendido desde tres perspectivas: 1) La
socialdemócrata (años sesenta); 2) La corporativa (años
setenta), y 3) La consumerista (años ochenta).

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