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A veces cuando hablamos de comercio electrónico (y por extensión de Internet) se nos olvida
que estamos refiriéndonos a algo que hace 10 años prácticamente no existía.
Cuando hoy nos cuentan que hay más de 1.300 millones de personas conectadas a Internet
en todo el mundo o que existen 190 millones de servidores web y más de 12.000 millones de
páginas es cuando empezamos a darnos cuenta de que ya no estamos hablando de lo que se
puede o no hacer por Internet y de su razón de ser sino que estamos ante una realidad social
y económica de la que necesariamente tenemos que formar parte.
No hay negocio por pequeño, sofisticado, especializado (o incluso raro) que sea cuya
presencia en Internet no suponga una ventaja.
Tengamos en cuenta que tanto compradores como no compradores on-line, utilizan Internet
como fuente de información comercial.
La gran mayoría de internautas (compradores o no) usa como canal de información comercial
para acabar realizando una compra. Es decir, es un hecho que los consumidores se apoyan en
la red para comprar
cierren o no sus compras por Internet. Por otro lado, los internautas cada vez más buscan y
confían en comentarios y valoraciones para realizar sus compras. Esto hace que estemos
De acuerdo con el estudio publicado por RED.es en la mayoría de los casos, los internautas
compradores optan por realizar sus compras preferentemente en las tiendas online que
cuentan también con un establecimiento físico, probablemente por una cuestión de
confianza.
Internet es una red interconectada de miles de redes y millones de computadoras que vincula
negocios, instituciones educativas, agencias gubernamentales e individuos.
Internet provee a cerca de 4.4 mil millones de personas en todo el mundo con servicios como
e-mail, grupos de noticias, compras, investigación, mensajería instantánea, música, videos,
juegos y noticias
La historia de Internet se puede segmentar en tres fases (vea la figura 3.1). En la primera fase
(la Fase de Innovación) de 1961 a 1974, se conceptualizaron los bloques de construcción
fundamentales de Internet y se realizaron en hardware y software. Los bloques básicos de
construcción son: hardware de conmutación de paquetes, computación cliente-servidor y un
protocolo de comunicaciones llamado TCP/IP (analizaremos estos bloques con más detalle a
lo largo de esta sección). El propósito original de Internet, cuando fue concebida en la década
de 1960, era vincular grandes computadoras mainframe en distintos campus universitarios.
Este tipo de comunicación de uno a uno entre un campus y otro sólo había sido posible
anteriormente mediante el sistema telefónico o el correo postal.
Este esfuerzo creó lo que entonces se denominaba ARPANET (Red de la Agencia de Proyectos
Avanzados de Investigación). En 1986, la NSF asumió la responsabilidad por el desarrollo de
una Internet civil (conocida entonces como NSFNET) y empezó un programa de expansión de
diez años y $200 millones.
En la actualidad, los consumidores pueden comprar casi cualquier cosa por Internet, desde
ropa, artículos de cocina y boletos de aerolíneas, hasta computadoras y automóviles. Incluso
después de la reciente recesión, las compras en línea continúan creciendo a un ritmo
saludable de dos dígitos. Más de la mitad de los hogares estadounidenses realizan compras
en Internet de manera habitual. Se espera que las ventas actuales al menudeo en línea en
Estados Unidos, que suman 279 000 millones de dólares, tengan un crecimiento anual mayor
al 11% durante los próximos cinco años, a diferencia de la tasa de crecimiento del 2.5% de las
ventas al menudeo totales. Los compradores en línea difieren de los consumidores
tradicionales fuera de Internet en los métodos de compra que utilizan y en sus respuestas al
marketing. En el proceso de intercambio de Internet, los clientes inician y controlan el
contacto. El marketing tradicional se dirige a un público hasta cierto punto pasivo. En
contraste, el marketing en línea se dirige a las personas que eligen de forma activa los sitios
web que visitan y la información de marketing que reciben acerca de los productos, y bajo sus
propias condiciones.
entre negocios utilizan sitios web, el correo electrónico, catálogos de productos en línea,
redes comerciales en línea y otros recursos de Internet para contactar a nuevos clientes de
negocios, atender a los ya existentes de manera más eficaz, y para lograr compras más
productivas y mejores precios.
Internet constituye un medio excelente para que los consumidores compren e intercambien
entre sí bienes o información. Por ejemplo, mercado libre, eBay, Overstock.com Auctions y
otros sitios de subastas ofrecen mercados populares para exhibir y vender casi cualquier cosa,
desde piezas de arte y antigüedades, monedas, estampillas postales y joyería, hasta
computadoras y aparatos electrónicos
Gracias a Internet, los consumidores de hoy se comunican con mayor facilidad con las
organizaciones. La mayoría de las empresas ahora invitan a los clientes actuales y potenciales
a enviar sugerencias y preguntas a través de sus sitios web. Además de esto, en lugar de
esperar una invitación, los consumidores pueden buscar vendedores en Internet, conocer sus
ofertas, iniciar compras y dar retroalimentación. Con el uso de la web, los consumidores
incluso dirigen sus transacciones con los negocios y no a la inversa. Por ejemplo, al visitar
Priceline.com, los posibles compradores hacen ofertas para boletos de avión, habitaciones de
hoteles, renta de automóviles, cruceros y paquetes vacacionales, y dejan que los vendedores
decidan si aceptan o no sus ofertas.