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1.

Capítulo IV: Conclusiones


1.1.1.1.
Al estudiar la relación familia escuela desde la mirada de la orientación familiar

se puede llegar a las siguientes conclusiones:

 El amor conyugal y los valores que sustenta el matrimonio, la familia y la

Iglesia doméstica traspasa de la privado a lo público, por lo que se debe tener en

consideración al momento de trabajar con los estudiantes y sus familias.

 La familia es el grupo primario de socialización por tanto debe ser

cuidada y engrandecida.

 La educación es un proceso que comienza en la casa y continúa en la

escuela, por lo tanto, es labor de todos los miembros de la comunidad educativa el

desarrollo integral de los estudiantes.

 El complemento de la familia y la escuela abre espacios de trabajos

efectivos que deben ser fortalecidos por el orientador familiar.

 El fortalecimiento de la relación familia escuela no debe ser algo que los

establecimientos educacionales tomen a la ligera, ya que además de potenciar el

desarrollo integral del estudiante se encuentra normado por variadas leyes en nuestro

país: Ley general de educación, Ley de inclusión escolar, Política nacional de niñez y

adolescencia, Principios de la política y participación de las familias y la comunidad de

la escuela, entro otras.

 Si bien existen múltiples obstáculos que dificultan la alianza familia

escuela como son: desvalorización de la cultura de origen, débiles canales de

comunicación, relación centrada en lo negativo y atribución cruzada de culpa, el

orientador familiar posee las herramientas para disminuir estas problemáticas y

contribuir así, al buen clima familiar y escolar, el éxito educativo, la disminución de la

deserción escolar y beneficios a nivel de cada estamento.


 La familia participa de la escuela, pero en los niveles más bajos como

son el informativo y el colaborativo, condicionando su actuar principalmente a ser

responsables de la crianza de los niños y jóvenes en el hogar sin implicarse mayormente

en la labor educativa. Es desde este punto, que el orientador familiar puede mostrar sus

habilidades desarrollando instancias que impliquen que padres, madres y apoderados

sean entes consultivos y de control de eficiencia para el establecimiento.

 La línea de trabajo que tiene el orientador familiar en contexto educativo

puede tomar dos caminos que pueden ser complementario: el de la prevención y el de la

terapia. Para ambos escenarios el orientador cuenta con una serie estrategias y técnicas a

las cuales recurrir dependiendo el contexto en que se encuentre el estudiante y su

familia. Por ejemplo, en el área de prevención se encuentran las escuelas para padres,

las visitas a domicilio, el after school entre otros. Por su parte, en el área de técnicas de

terapia podemos visualizar las que se desprenden del enfoque sistémico como son: las

preguntas circulares, el genograma, metáforas, las máscaras. etc.

 Los jóvenes de primero medio se encuentran atravesando la adolescencia

la cual viene cargada de conflictos consigo mismo, sus pares y sobre todo su familia. En

esta etapa la familia no solo debe lidiar con un joven cambiante, sino también con la

crisis de la edad media de los padres y el deterioro de los abuelos. Es una etapa clave

para acompañar a la familia en su crisis normativa y que salga lo suficientemente

fortalecida como para enfrentar lo que viene a futuro.

 El orientador familiar en la adolescencia se transforma en un guía para

las familias y los profesores que deben ayudar al joven a desarrollar su independencia,

autonomía y originalidad.

 El orientador familiar sustenta su trabajo en múltiples teorías que

involucran en mayor o menor medida un trabajo individual y/o familiar. Para elegir cual
es el mejor enfoque para trabajar debe considerar el contexto y la problemática con que

se trabaja.

 El orientador familiar a pesar de trabajar en contextos laicos debe

siempre tener en consideración la visión de la Iglesia, esto porque se enfoque en las

enseñanzas de la Biblia y los valores que tanto hacen falta en esta sociedad.

 El orientador familiar en contexto educativo está llamado a compartir su

conocimiento y habilidades con los demás miembros de la comunidad educativa,

unificando saberes y con ello, potenciar el desarrollo integral de los niños y jóvenes.

 El orientador familiar es quien más sabe de los procesos que enfrenta la

familia y cada uno de sus integrantes, es, por tanto, que debe generar estrategias para

mejorar la relación familia – escuela. Si bien, existen muchas en la bibliografía, estas

deben ser contextualizadas y monitoreadas.

 Las actividades planteadas por el orientador familiar en contexto

educativo no deben ser una carga más para los integrantes de la comunidad educativa

sino más bien, una instancia de crecimiento personal y grupal, teniendo un objetivo

claro y motivante.

 En los casos más complejos el orientador familiar puede desarrollar

terapia a nivel individual o familiar, lo que lo posiciona en un lugar estratégico dentro

de la comunidad educativa.

Dentro de las recomendaciones más significativas de este trabajo encontramos:

 El orientador familiar debe integrarse como un miembro activo de la

comunidad educativa siendo el nexo familia – escuela – comunidad.


 EL trabajo del orientador familiar en contexto educativo debe siempre

tender al desarrollo integral del estudiante.

 La creatividad y el análisis del contexto deben ser las prioridades al

momento de desarrollar las actividades para la comunidad educativa.

 Si bien el orientador familiar en contexto educativo tiene una sólida

formación, siempre debe estar dispuesto a aprender de otros.

Finalmente, las proyecciones de este trabajo contemplan:

 Ser una guía de ayuda a los orientadores familiares que se desempeñan

en contexto educativo para desempeñar de mejor manera su labor.

 Documentar el trabajo del orientador educativo en contexto educativo

tomando las consideraciones descritas en este texto.

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