Está en la página 1de 130

Aprendiendo en Familia

Curso para tutores, orientadores educacionales


y padres de alumnos de nivel medio
Cristina Kalbermatter

APRENDIENDO EN FAMILIA

Curso para tutores,


orientadores educacionales y
padres de alumnos de nivel medio
Título: Aprendiendo en familia : un curso para tutores, orientadores y padres
de alumnos de nivel medio
Autores: Kalbermatter, María Cristina

Kalbermatter, María Cristina


Aprendiendo en familia : un curso para tutores, orientadores y padres de alumnos
de nivel medio / María Cristina Kalbermatter. - 1a ed . - Córdoba : Encuentro Grupo
Editor, 2016.
Libro digital, PDF

Archivo Digital: descarga y online


ISBN 978-987-4078-00-1

1. Pedagogía . I. Título.
CDD 370.11

© 2016 Encuentro Grupo Editor


1° Edición.
Impreso en Argentina
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-4078-00-1

Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723.


Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de tapa, puede ser reprodu-
cida, almacenada o transmitida por ningún medio, ya sea electrónico, químico,
mecánico, óptico, de grabación o por fotocopia sin autorización previa.

www.editorialbrujas.com.ar publicaciones@editorialbrujas.com.ar
Tel/fax: (0351) 4606044 / 4691616- Pasaje España 1485 Córdoba–Argentina.
Dedicatoria

A mi hija Adriana Noemí, mis nueras Ana Iris, Rosa Beatriz


y mi nieta Helen Giselle, con cariño.
Agradecimientos

A mi querida amiga, la Lic. María del Valle Rodríguez y a la


psicopedagoga, prof. Silvia R. Luna por los valiosos aportes que ambas
realizaron, al implementar este Curso para Padres en la Escuela Normal
Superior “Dr. Alejandro Carbó”, que fueron tenidos en cuenta en esta
segunda edición del libro.
Prefacio de la segunda edición

Es el propósito de este libro concientizar a padres y docentes


de la importancia del trabajo mancomunado, para apoyar y orientar al
alumno que ingresa a un nuevo ciclo educacional: la escuela secundaria.

Los profesores, directivos y orientadores educacionales experi-


mentan diariamente, desde sus prácticas, que el alumno es el punto de
encuentro entre el hogar y la escuela y todos los que nos preocupamos
verdaderamente por él, trataremos de involucrar a su familia en un tra-
bajo conjunto.

La familia tipo como medio ambiente poderoso, ha sido reempla-


zada en muchos casos, por lo que hoy llamamos núcleos convivientes.

Pienso en esos progenitores solos, tal vez tíos, quizá abuelos que
tienen la responsabilidad de ocupar el lugar de la pareja parental, cons-
tituyendo un agrupamiento que no alcanza a construir un estilo de vida
que de alguna manera satisfaga las expectativas de la educación formal
y de la sociedad en general.

Asistir desde la escuela al adulto que se preocupa y ocupa de la


educación del niño o adolescente en el hogar, es más urgente hoy que
nunca antes, pues esos núcleos convivientes funcionan muchas veces en
el marco de necesidades básicas insatisfechas, con sólidas evidencias de
desorganización, falta de afecto e incomprensión mutua.

El curriculum del hogar constituye una preocupación cada vez


más notoria de muchos educadores postmodernos.

7
Cristina Kalbermatter

Hay grandes avances y experiencias realizados en distintos paí-


ses. Quizá la más cercana, en nuestro país hermano Chile, iniciada
por la Universidad de Playa Ancha de Ciencias de la Educación y
dirigida por el Dr., Raúl Pizarro Sánchez y sus colaboradores, quienes
por medio de distintas investigaciones y programas, probaron que una
intervención decidida en el curriculum del hogar, por medio de cursos
semi–presenciales, a los que agregaban tareas, podía influir decidida-
mente en el mejoramiento del rendimiento de los alumnos de nivel
primario.

Ellos comprobaron que lo que los padres hacen para mejorar el


clima de aprendizaje de sus hijos y el apoyo en el estudio que les brindan
es más importante parta el éxito académico que cuán acomodada sea la
familia.

Menciono además, como relevante la labor realizada en Buenos


Aires por la profesora Susana Rozenmacher en el abordaje terapéutico
de la familia como generadora de modelos de aprendizaje. Sus aportes
son muy interesantes en lo que se refiere a qué aprende el niño en la
familia:
• si sus necesidades son satisfechas
• quién tiene el poder
• si sus tiempos son respetados
• a considerar arbitraria o no la autoridad
• los límites
• los códigos particulares para expresarse
• las reglas y normas que imperan en ese grupo
• internalizará las relaciones familiares y la comunicación relacio-
nal construida dentro de ese sistema peculiar
• y sobre todo aprende a ser autónomo, independiente, interdepen-
diente o dependiente.

Luego de haber trabajado por espacio de veinticinco años en di-


ferentes colegios de nivel medio, en gabinetes psicopedagógicos, impar-
tiendo cursos presenciales y a distancia, tratando de mejorar las condi-
ciones familiares que interfieren en el aprendizaje, fui enriqueciendo mi
experiencia, con nuevos aportes de padres, docentes, psicólogos educa-

8
Aprendiendo en Familia

cionales e investigadores, y elaboré este curso para padres de alumnos


ingresantes al nivel medio: Aprendiendo en familia.

Este libro tiene por objetivo realizar aportes a los directivos, pro-
fesionales de gabinetes psicopedagógicos y profesores tutores, en el tra-
bajo de diez variables posibles de modificar en el hogar con el apoyo y
orientación de la escuela, que tienen incidencia en la maduración de los
alumnos y por ende en sus procesos de enseñanza y aprendizaje.
Recordemos, que hasta no hace mucho tiempo, considerábamos
las variables de la situación socio–económica de los padres: su ingreso
mensual, el nivel de educación y el tipo de trabajo o empleo, como
factores que incidían decisivamente en el rendimiento académico de los
hijos y lamentablemente, es bastante poco lo que la escuela puede hacer
para alterarlas.

Pero hay características en las familias que pueden ser modifi-


cadas con una adecuada información, orientación y seguimiento, si se
logra que los padres se interesen por estimular el aprendizaje escolar,
desde el hogar.

Estas condiciones son:


• Actitudes de comprensión hacia los cambios puberales y psi-
cológicos de los hijos.
• Acompañamiento en la elaboración de los miedos, ansiedades
y nuevas adaptaciones provocadas y requeridas por la inicia-
ción de un nuevo nivel de enseñanza.
• Organización de los horarios para cada actividad en el hogar,
priorizando las más importantes,
• Distribución equitativa de las responsabilidades entre todos
los miembros de la familia.
• Revisión de las pautas de convivencia hogareñas, para lograr
un clima saludable.
• Mayor preocupación por una comunicación familiar que po-
sibilite que cada uno pueda hablar libremente y ser escuchado
con atención.
• Creación de un ambiente tranquilo donde los hijos puedan
estudiar.

9
Cristina Kalbermatter

• Conocimiento de técnicas de estudio que les permitan a los


padres ayudar a estudiar a sus hijos.
• Revalorización de la importancia del estímulo y reconoci-
miento por el trabajo escolar bien hecho.

Al escribir este curso para padres, pensamos también en esos pa-


dres sustitutos o solos (separados o solteros), familias ensambladas con
hijos, que tienen la responsabilidad de guiar a esos adolescentes llama-
dos vagos, rebeldes o difíciles en el hogar, denominaciones que muchas
veces la escuela tiende a reforzar.

Nos preocupan especialmente esos adultos con tan escasos sabe-


res de cómo guiar a púberes que ya se perfilan con una identidad nega-
tiva y baja autoestima, que se traduce en fracasos, desorden, inquietud y
descontrol, porque sus conductas resumen el disconformismo existen-
cial respecto a ese lugar que ocupan en la sociedad.

El curso también fue escrito pensando en esos padres y madres,


que participando de realidades diferentes, hayan omitido la importan-
cia de desarrollar adecuadamente algunos de estos aspectos.

También hemos recordado a aquéllos progenitores que se preocu-


pan por conocer las diferentes maneras de ayudar a sus hijos y las llevan
a la práctica, y los invitamos a través de este curso, a ser solidarios , a
participar activamente del intercambio de sus experiencias y apoyar así,
a los padres más carentes de ellos.

Es clave, en la programación e implementación del curso, que


éste forme parte del Proyecto educativo institucional (P.E.I.)
La experiencia nos ha demostrado que el mayor éxito en la parti-
cipación de los padres se obtiene de la siguiente manera:

• en el momento de la inscripción definitiva de los alumnos de


primer año, se les informa a los padres, que como requisito
obligatorio del establecimiento, los padres deben realizar un
curso que dura una semana, previamente al inicio del año es-
colar.

10
Aprendiendo en Familia

• Se les explica la importancia de que asistan ambos padres,


pero que si esto no fuera posible, debe concurrir por lo menos
uno de ellos, pero realizar conjuntamente con el otro proge-
nitor, las tareas.

• Se realizan las reuniones en horario vespertino, para que la


asistencia sea más viable y se les recuerda que es muy impor-
tante participar de los cinco encuentros, porque es un proceso
en el que avanzamos teniendo en cuenta los conocimientos
impartidos en cada módulo. Para ello deben concurrir con su
tarjeta de asistencia que será sellada cada día.

Si existieran razones muy justificadas para no poder asistir (enfer-


medad o trabajos en horarios vespertinos), se les ofrece realizar el curso
a distancia, recibiendo el material en el acto de inscripción, personal-
mente, debiendo enviar las tareas realizadas, al terminar la semana.

Durante cada reunión se desarrollan dos módulos del curso, so-


licitándoles que realicen las tareas de los mismos para el día siguiente
y se les brinda un espacio para que compartan sus apreciaciones. En
la última reunión se contestan las actividades al finalizar la misma, se
entregan las diez hojas de tareas y se realiza una corta evaluación final.

En el primer acto escolar, en el salón de actos del colegio, se reali-


za la entrega de los certificados a los padres presentes, o se los envía con
los hijos, a aquéllos que no pudieron concurrir.

Estas recomendaciones son fruto de un arduo seguimiento de


diferentes modos de implementación del curso a través de los años,
logrando un éxito importante (90% de participación presencial y 7% a
distancia) con este modelo de abordaje.

A continuación explicaré cuáles son algunas de estas variables, al


presentarles cada uno de los módulos de trabajo.

11
Cristina Kalbermatter

Módulo 1: ¡Cómo pasó el tiempo…mi hijo ya está en el secundario!


En él se hace referencia brevemente a algunas características
propias de la pubertad y se explica cómo acompañar a los hijos en la
elaboración de miedos, ansiedades y nuevas adaptaciones provocadas y
requeridas por la iniciación de un nuevo nivel de enseñanza.

Módulo 2: ¡Cómo pierden su tiempo…no se organizan!


Esta lección hace hincapié en no culpar a priori a las circuns-
tancias, al profesor o a otros, de los fracasos escolares, sino intentar
descubrir las verdaderas razones de dicho fracaso y buscar modos de
revertirlo, mejorando las actitudes y hábitos de estudio.

Módulo 3: Construyendo juntos una manera de aprender


En él se promueve la reflexión sobre los objetivos del estudio y
cómo los adolescentes necesitan ver los beneficios que éste les brinda,
también en el presente.
Presenta a los padres algunas técnicas de estudio simple, para que
ellos puedan ayudar a sus hijos en el aprendizaje.

Módulo 4: ¡Atención! ¡Concentración!


En este módulo se comenta algunas razones por las cuales los
adolescentes no se concentran en el estudio. Explica cómo la TV, los
videos juegos y la navegación en internet acortan el espectro de atención
de los chicos y los distraen marcadamente del estudio aplicado de los
contenidos curriculares.
Se rescata la importancia de crear un ambiente tranquilo en de-
terminados momentos del día, donde los hijos puedan estudiar.

Módulo 5: ¡Si lo escucharas…mirándolo a los ojos!


Esta lección tiene por objetivo promover una mayor preocupa-
ción por una comunicación familiar que posibilite que cada uno tenga
oportunidad de hablar y ser escuchado.
Se trabaja también sobre los mensajes contradictorios de la co-
municación relacional, con los que el sujeto cae en un doble vínculo
del que no puede salir. Descubrir esos errores y corregirlos es de vital
importancia.

12
Aprendiendo en Familia

Módulo 6: Valen más de lo que pesan


En él se hace hincapié y se revaloriza la importancia del estímulo
y reconocimiento por el trabajo escolar bien hecho y con una técnica
específica, se promueve que los padres animen, alienten y ayuden a de-
sarrollar la autoestima de los hijos.

Módulo 7: ¿Quién manda en mi casa?


En este módulo se invita a los padres o tutores a revisar las pautas
de convivencia hogareñas para lograr una disciplina con más acuerdos y
menos enfrentamientos nocivos.

Módulo 8: Si faltan constructores… necesitamos más ingenio


En él se reflexiona sobre los cambios observados actualmente en
la conformación y funcionamiento de las familias y los nuevos roles
que de ellas se desprenden. Se resalta el concepto de que la normalidad
de la familia no está definida por la ausencia de problemas, sino por la
capacidad de resolverlos.

Módulo 9: Los adolescentes de ahora…no son como los de antes


El adolescente postmoderno y la influencia de las características
de la época en su conducta y en las relaciones familiares, es el tema de
esta lección. Se plantean en ella sugerencias para enfrentar dichas pro-
blemáticas.

Módulo 10: ¡Qué paragolpes tan extraños!


Esta lección comenta las condiciones que aumentan las posibi-
lidades de que los hijos crezcan sanos en las áreas psico–física y social:
cantidad y calidad de tiempo dedicada a los hijos, ocupación positiva
del tiempo libre y pertenencia a grupos saludables, desarrollo del pensa-
miento crítico, manejo del stress y la adversidad, enseñanza de criterios
para la resolución de conflictos, los adultos como referentes éticos, pla-
nificación, educación para el autocuidado de la salud física y psico–so-
cial, empatía interpersonal y social, experiencias positivas en la escuela.

13
Cristina Kalbermatter

Cada módulo de trabajo consta de una parte teórica y una prác-


tica. En esta última propongo tareas para realizar en familia, porque
considero especialmente importante la vivencia de llevar a la práctica
la información obtenida. El compromiso emocional y volitivo que esto
requiere, ayuda a dar el primer paso hacia los cambios.

Acompañamos a este material una encuesta de quince preguntas,


basadas en una propuesta de Benjamín Bloom, que sirve a los padres
para autoevaluarse en sus progresos.

Para finalizar, deseo afirmar por experiencia, que cuando el hogar


y la escuela estimulan aprendizajes comunes, el niño y el adolescente
tiene menos dificultades en el aprendizaje. Sólo una efectiva interrela-
ción entre las distintas partes del sistema social (familia, escuela) posibi-
litará mejores resultados.

14
Carta abierta a los padres

Queridos padres, abuelos, tíos u otros adultos que asumen la res-


ponsabilidad en el hogar con nuestros alumnos:

Quisiera, a través de estas páginas, escritas con mucho amor,


acercarme a ustedes, para que, a través del intercambio, lleguemos a
comprendernos cada vez más, docentes y padres o sustitutos de ellos,
y el trabajo conjunto que surja como resultado de este acercamiento,
redunde en beneficio del educando, que indudablemente es el punto
de encuentro entre el hogar y la escuela y el objeto de nuestros desvelos,
preocupaciones, satisfacciones y alegrías.

A lo largo de veinticinco años, a través de entrevistas, reuniones


formales e informales, cursos para padres y participación conjunta en
proyecto con ellos, he tratado de llegar a comprender el estilo de vida de
muchas familias, y en muchos casos, la cruda realidad de sus necesida-
des básicas insatisfechas, en las cuales prima a menudo el desánimo, que
a veces aparece como desinterés o abandono, pero que es sólo un disfraz
que recubre la impotencia que sienten debido a la frustrante realidad de
su diario vivir.

¿Cómo llegar a ustedes, queridos progenitores o responsables de


los niños, que por el cansancio ocasionado por la larga jornada laboral,
a veces redituada con magros sueldos, no les quedan fuerzas para ocu-
parse de los hijos, cuando por fin llegan a sus hogares?

¿Cómo reconocer el inmenso aporte de los abuelos, tíos, u otros

15
Cristina Kalbermatter

parientes o sustitutos de los padres, que ocupan esos lugares, tratando


de contener a los niños y jóvenes, que de otro modo, quedarían sin
orientación y afecto?

¿Cómo comprender y ayudar a esas familias en las que predomina


una inmensa soledad de las madres o padres, que han perdido su pareja,
por fallecimiento o separación y están luchando solos para hacer frente
a las necesidades de sus hijos, quienes muchas horas quedan solos, a
merced de la buena voluntad de los vecinos, o expuestos a la “cultura
callejera”, con grupos de amigos no saludables, con los cuales comparten
conductas de alto riesgo?

¿Cómo involucrar a los padres y madres, que participando de


realidades diferentes, logren sentir la necesidad de apoyar a las familias
que así lo necesitan, compartiendo con ellos todo tipo de ayuda, desde
una palabra de aliento, un tiempo planeado para resolver necesidades
puntuales, un trueque de servicios, o cualquier otro aporte que nazca
del corazón?

Para todos ustedes, quiero decirles, que creo en los cambios, de


los jóvenes y de sus familias, y aunque no podamos modificar la si-
tuación socio–económica en que viven hay características que sí pode-
mos mejorar con una adecuada información, orientación, seguimiento
y compromiso, si nos proponemos trabajar juntos, docentes y padres,
para lograrlo.

En estos diez Módulos o lecciones, reflexionaremos sobre algunas


de esas características, habrá un intercambio mutuo, pues ustedes nos
aportarán sus vivencias, limitaciones y posibilidades, de acuerdo a la
realidad que cada uno esté viviendo, y juntos construiremos diversas
alternativas para mejorar la situación.

Para finalizar, quiero alentarlos diciéndoles, que cuando el hogar


y la escuela estimulan aprendizajes comunes, el niño y el adolescente
tienen menos dificultades en el aprendizaje. De allí el nombre de este
trabajo:

16
APRENDIENDO EN FAMILIA
Cómo estimular el aprendizaje desde el hogar

17
MÓDULO Nº 1
¡Cómo pasó el tiempo...
mi hijo ingresa al secundario!

Cuando los hijos ingresan a la escuela secundaria experimentan


una serie de preocupaciones y miedos por las dificultades que surgirán
en la transición.

La realidad les presenta una serie de situaciones nuevas, para las


cuales no se sienten preparados, no sirviéndoles ya los hábitos anterio-
res. Todo esto les produce bastante ansiedad.

En estas circunstancias ¿qué pueden hacer los padres para ayudarlos?

• Asumir una actitud comprensiva hacia los cambios físicos y


psicológicos de los hijos, que surgen a partir de una adecuada
información acerca de los mismos.

19
Cristina Kalbermatter

• Acompañarlos en la elaboración de sus miedos, ansiedades y


nuevas adaptaciones.

Comencemos por conocer las características propias de la edad.

La pubertad o pre–adolescencia abarca desde los 11 a los 14 años


aproximadamente. En esta etapa, el desarrollo físico tiene una impor-
tancia fundamental, porque se sientan las bases para la transformación
del organismo infantil en un organismo adulto. Dicha transformación
se observa especialmente en el aumento de estatura y en la aparición de
los caracteres sexuales secundarios.

Los órganos genitales crecen y adquieren funcionalidad, de modo


que el individuo es capaz de tener hijos. Así, el niño y la niña, se desa-
rrollan paulatinamente convirtiéndose en un hombre y una mujer. Su
crecimiento corporal es acelerado e irregular y hay una progresiva incor-
poración de la nueva imagen. Por ello, son torpes en los movimientos y
tienen escasa armonía corporal. Todos estos cambios producen en ellos
un impacto tal que los lleva a sentirse inseguros y desorientados, sobre
todo si no están bien informados. “Saber lo que les va a suceder y cómo”
es una ayuda valiosa para tranquilizarlos.

Algunas de las conductas más habituales a esta edad son: los cam-
bios de humor, las tendencias contradictorias y la necesidad de oponerse
para autoafirmarse; quieren una cosa y al mismo tiempo lo contrario,
necesitan sentirse queridos y a la vez rechaza el afecto, reclama su inde-
pendencia, pero a la vez necesita sentirse respaldados.

Estas tendencias, si bien pueden resultar molestas para los adultos,


son necesarias para que el joven pueda construir su identidad personal.

Muchas veces los padres, en la lucha por terminar con el auto-


ritarismo de épocas pasadas, se confunden y se vuelven incapaces de
ejercer una sana autoridad sobre los hijos. El adolescente necesita ser
comprendido, pero también contenido, con límites claros y modelos
Es importante que los padres se asesoren cómo brindarles una adecuada
educación sexual y logren asumir una actitud de diálogo abierto que
ayude a disipar sus dudas.

20
Aprendiendo en Familia

Se amplía en esta etapa el grupo de relaciones y los pares empiezan


a ser más importantes que los padres. Surge también la típica rebeldía
generalizada, la evasión de responsabilidades, y se inicia el pensamiento
lógico–abstracto y el juicio moral independiente.

La inestabilidad afectiva está a flor de piel y se muestra en la am-


bivalencia que aparece en las fluctuaciones de sus estados de ánimo,
pasando de la desesperanza o la tristeza, a la euforia u omnipotencia,
del amor al desprecio, del hambre voraz a la abstinencia, del optimismo
al pesimismo.

Sus conductas también demuestran estas contradicciones, que


van de la sumisión a la rebeldía, de la sociabilidad al aislamiento, de la
dedicación a la indiferencia, de la fantasía a la realidad y del idealismo
al materialismo. Esto produce en ellos cambios en la capacidad de ver
y juzgar la realidad, por ello deben ser escuchado con criterios adultos.

En el contexto de todos estos cambios surgen algunos miedos y


ansiedades, que si bien son transitorios, necesitan ser elaborados.

21
Cristina Kalbermatter

Algunos de ellos son:


• temor a fracasar en el estudio: este miedo se centra funda-
mentalmente en la preocupación de “no pasar de año” más
que en la preocupación de no terminar la escuela secundaria
ya que ello aparece tan lejano, que ni siquiera es una meta.
También experimentan temor ante la reacción de sus padres.
Los alumnos expresan:

“tengo miedo a quedarme de año... que me reten... o me peguen”


“tengo miedo de que sea difícil... de no entender...”
“tengo miedo de no saber hacer las pruebas...”

• inseguridad respecto a su capacidad: esta preocupación tiene


que ver con su autoestima y está relacionada con el temor al
fracaso, mencionado anteriormente. No obstante se refiere a un
sentimiento muy personal que es la valía personal y el miedo al
ridículo y a las burlas. Los adolescentes lo refieren así:

“tengo miedo a equivocarme... que se rían de mí...”

• temor a la soledad, a no integrarse en el nuevo grupo: no


olvidemos que si el alumno cambia de colegio, extraña a sus
compañeros de la escuela primaria y le preocupa la posibilidad
de no tener nuevos amigos, expresándolo con estas palabras:

“tengo miedo de ser rechazada...”


“tengo miedo de sentirme solo...de que nadie me hable...”

22
Aprendiendo en Familia

• temor a la lo desconocido y a la diversidad de tantas ma-


terias y profesores: le preocupa la gran cantidad de asigna-
turas que deberá estudiar y también experimenta ansiedad
antes los nuevos vínculos (aparecen figuras desconocidas para
él: preceptores, profesores). A veces esta preocupación lo lleva
a negar la pluralidad de los docentes y se refiere a esto de la
siguiente manera:

“Tengo miedo que la maestra... digo, la profesora... me rete por


charlar...”
“tengo miedo de las materias”
“Tengo miedo que la maestra que me toque sea mala...y nos de
mucha tarea.

• temor de no tener deseos de estudiar: les preocupa no sen-


tirse motivados, con “ganas de estudiar”, inclusive habla de
“tener miedo de no tener ganas de hacer nada”

Frente a estos miedos, la familia puede reforzarlos o ayudarles a


enfrentarlos. Es conveniente tratar de no sobrexcitarlos con expresio-
nes como éstas: “ahora sí que sabrás lo que es tener que estudiar...”, “el
secundario es mucho más difícil... los profesores son muy exigentes...”

Una forma de ayudarlos es hacerles ver que detrás de un gran mie-


do, puede haber un gran deseo, así, el miedo al fracaso, generalmente
está acompañado por el deseo de tener éxito en el estudio y ese anhelo
se puede transformar en realidad con esfuerzo y trabajo responsable.

El papel de la familia es muy importante frente a estos cambios,


debiendo atender sus intereses y preocupaciones, negociar, permitir que
el niño participe en algunas decisiones, acompañarlo sin asfixiarlo, pero
tampoco abandonarlo. Es importante también que los padres asistan a
las reuniones, se informen periódicamente acerca del rendimiento de
sus hijos, para brindarles el apoyo que ellos necesitan.

23
MÓDULO Nº 2

¡Cómo pierden su tiempo... no se organizan!

“Mi hija mayor nunca me dio trabajo para estudiar, es como si


hubiera nacido buena alumna. En cambio al menor, no hay nada
que lo incentive a aprender”.

En realidad, la primera afirmación no es correcta, porque no se


nace buen estudiante. Pero también sabemos que a otros el tiempo
se les escurre entre las manos, porque quizá son muy activos, pero no
se organizan adecuadamente, pudiendo sucederles que no les quede
tiempo para realizar lo importante, o que nunca alcancen a realizar las
actividades que más les cuestan, porque se detienen más en las que les
agradan.

Algunos adolescentes están largos intervalos de tiempo sentados


con sus carpetas o libros en actitud de estudio o interrumpiendo el
mismo por mil razones diferentes, no logrando aprender lo necesario.

Y pocos, sabiendo estudiar, emplean menos tiempo y aprenden


más, porque el estudiante se hace aprendiendo a valorar el tiempo que
está en la escuela y su propio esfuerzo al escuchar atentamente las clases
y realizar todas las actividades propuestas por el profesor.

25
Cristina Kalbermatter

Los padres debemos comprender que cuando no se han desarro-


llado hábitos de orden y organización, no es fácil cambiarlos de un día
para el otro. Esto requiere mayor apoyo y orientación de los adultos
para hacerles ver los beneficios del cambio.

¿Quién tiene la culpa?

Cuando los alumnos fracasan en una prueba oral o escrita, gene-


ralmente tienden a poner la culpa en otros o en las circunstancias. Éstas
son las excusas más frecuentes:
• “En la primaria no nos enseñaron nada...”
• “¡Por qué nos hacen escribir tanto... me canso... y me quedo atra-
sado!”
• “Si me junto con mis compañeros... estudiamos un rato... pero
también queremos divertirnos...”
• “En el colegio si sos traga se te burlan... y al final aprendés a es-
tudiar para zafar...”
• “No tengo dónde estudiar, aquí mis hermanos me molestan... allá
está la T.V.”
• “Yo había estudiado todo... pero pidió algo que no había dado...”

26
Aprendiendo en Familia

Para reflexionar con los hijos

La mejor forma de no avanzar es asumir la actitud de “pobrecito


yo”. Esto nos llevará a quejarnos, enojarnos con los obstáculos o incon-
venientes, echarle la culpa a la “mala suerte”, al profesor, etc.

Pero ¿nos hemos puesto a pensar que importante sería, que cada
uno de nosotros pudiera asumir actitudes que modificaran las circuns-
tancias, haciéndose cargo de los errores y asumiendo la responsabilidad
que nos toca cuando fracasamos?

Fracasar no es morir... es volver a empezar, intentando de nuevo...


quizá de otra manera o con mayor empeño.

Y en nuestra casa ¿cómo sucede?

Dedico tiempo a ayudar a mis hijos a:

• Planificar el tiempo diario (comer, trabajar, estudiar, etc.)


• Ver T.V., o jugar con la computadora después de estudiar.
• Asumir las responsabilidades del hogar equitativamente y de
acuerdo a la edad.
• Comer alimentos sanos y habituarse a no comer fuera de hora.

27
Cristina Kalbermatter

• Descansar ocho horas diarias.


• Preparar todos los elementos necesarios antes de sentarse a
estudiar.
• Comenzar por las tareas más difíciles
• Hacer cortos recreos después de un estudio intensivo.
• Alternar el estudio con recreaciones sanas.
• Elegir un lugar apropiado para el estudio, si es posible ilumi-
nado, ventilado y tranquilo; pero lo más importante es saber
poner orden en el hogar, para que cada uno de los hijos res-
pete el tiempo de estudio que necesita el otro para realizar sus
tareas y aprender.
• Ajustarse al plan trazado, utilizando todos los recursos nece-
sarios (carteles, estímulos, etc.) para lograr los objetivos pro-
puestos.

Un caso concreto de un hogar organizado

En este hogar viven la madre, que trabaja fuera de la casa de 14


a 19 hs., cinco hijos (dos asisten a la escuela primaria, dos al colegio
secundario, una beba de un año y medio) y la abuela.

Horario Actividades del día Responsables


Desayuno para los hijos que
7:30 concurren al colegio por la Madre
mañana
Desayuno para los hijos que
8:30 concurren al colegio por la Abuela
tarde
Arreglo de las habitaciones Cada uno la
9 a 9:30
y tendido de las camas suya
Madre con
Hora de estudio con los hijos menores/se
9:30 a 11 los hijos/
realizan las compras
abuela
Madre con
Cocinar/cuidar a la hermana
11 a 12 los hijos/
menor
abuela

28
Aprendiendo en Familia

Horario Actividades del día Responsables


Almuerzo para los hijos que
12 a 13 Madre
van al T.Tarde y acompañarlos al colegio.
Almuerzo para los hijos que vuelven del colegio
13:30 a
secundario Abuela
14

14 a Lavado y secado de la
Abuela
14:30 vajilla y limpieza de la cocina
Hijos mayo–
14:30 a
Limpieza de patios y baños res
15:30

Los hijos solos, que


consultan
15:30 a con una tía
Hora de estudio de los hijos mayores
17 que vive
cerca, si es
necesario
Abuela y
17 a Retirar los niños del colegio
hermanos
17:30 y merienda
mayores
Lavar/planchar/ver TV o
17:30 a usar la computadora Abuela/ los
19 /jugar/cuidar hermanita hijos
menor
19 a 20 Preparar la cena Madre
Cena/conversar sobre las
20 a novedades del día
Todos
20:30

21 a Preparar ropa y útiles para el día siguiente/ fir- Los hijos y la


22:30 mar comunicados de la escuela madre
22:30 ó 23
Irse a dormir Hijos

23 a 24 Madre y abuela descansan. Madre y


ven TV, arreglan ropa, etc. abuela

29
Cristina Kalbermatter

Es necesario, además, que los padres conozcan bien la escuela: los


horarios de entrada y salida, la ubicación del aula de su hijo, los nom-
bres de las autoridades, preceptores y profesores, teniendo claro a quién
dirigirse respetando la vía jerárquica. Además deben comprometerse a
proveerles los materiales básicos para la escuela y el estudio (libros, fo-
tocopias, etc.). Si el alumno tiene una agenda con los teléfonos y direc-
ciones de los compañeros que lo pueden ayudar, en casos de ausencias,
los padres sabrán a dónde recurrir para actualizar sus tareas. Además,
deben solicitar información acerca del personal de la escuela que pueda
ayudarlos u orientarlos en caso de dificultad.

Nunca se debe fomentar en los hijos la actitud pasiva de dejar de


estudiar una asignatura porque “ya se la llevan a rendir”, sino, por el
contrario, se debe fortalecer la idea de que el esfuerzo permite la supe-
ración de las dificultades y que le brindarán el apoyo necesario para que
salgan airosos.

30
MÓDULO Nº 3

Construyendo juntos una manera de aprender

Cuando indagamos las razones por las cuales los alumnos inician
los estudios secundarios, escuchamos las siguientes: “porque me mandan
mis padres...”, “para ser alguien en la vida...”, “para conseguir un mejor
trabajo...”.

Estas motivaciones parecieran no ser suficientes para el adoles-


cente. Necesitan encontrar otras, que tengan más que ver con el aquí y
ahora, es decir, los beneficios que el estudio les brinda en el presente.

Si reflexionamos con ellos podremos encontrar otras razones:


• Quien estudia se encuentra mejor capacitado para resolver di-
versos problemas que la vida diaria le plantea. Por Ej. mejorar
la forma de expresarse, aspecto que incidirá favorablemente
en todo tipo de relaciones (afectivas, laborales, etc.) y posibi-
litará conocer gente que nos ayude a crecer y enriquecernos.
• Quien estudia es capaz de darse cuenta, frente a la propagan-
da, qué es lo real y qué es lo que quieren imponernos.
• Las distintas experiencias vividas en el ámbito escolar, facilitan
el conocimiento de capacidades y limitaciones, para desper-
tarlas y/ o desarrollarlas y aceptar las otras. De esta manera
se prepararán para ser protagonistas ahora, realizando aportes
útiles al medio que les rodea.

En síntesis, quien estudia dispone de un mejor equipaje para


viajar por la vida.

Por lo tanto, estudiar significa prepararse por medio de una


actividad intelectual para desempeñarse con acierto. Es un proceso
necesario que se debe seguir para llegar al conocimiento, o sea al apren-
dizaje y para ello necesitamos curiosidad y deseo de ser competente en
una actividad que exige determinadas habilidades.

31
Cristina Kalbermatter

Aprender, por lo tanto es un cambio en la conducta de las perso-


nas, que implica incorporar una nueva forma de reaccionar frente a una
necesidad, ya que las formas conocidas no son eficaces.

De modo que, aprendemos cuando tenemos un problema que re-


quiere un nuevo tipo de respuesta. Por ejemplo: sabemos andar en bicicle-
ta y compramos una moto. Esto nos exige incorporar nuevas habilidades.

No debemos olvidar cuáles son las principales dificultades de los


alumnos en esta etapa: les cuesta considerar varios aspectos a la vez, po-
nerse en el lugar del otro (irreversibilidad), realizar ejercicios o lecturas
teóricas que requieren un pensamiento hipotético–deductivo, resolver
problemas abstractos, utilizar un vocabulario más amplio, todo esto im-
plica la elaboración de nuevos conceptos.

Reflexionamos ya acerca de qué es estudiar. No consiste en repe-


tir de memoria la lección. Los padres pueden ayudar a sus hijos a seguir
una serie de pasos que hagan el aprendizaje más efectivo y a la vez agili-
cen el pensamiento. Esta actividad requiere un método y estrategias Les
proponemos algunas técnicas para un estudio eficaz.

A. Lectura comprensiva:

1. Si el tema es desconocido, realicen una lectura rápida de toda


la lección en forma silenciosa.

32
Aprendiendo en Familia

2.Busquen el significado de las palabras que no conocen.

3.– Relean el texto párrafo por párrafo, subrayando para diferen-


ciar lo más importante de lo accesorio y luego traten de relacionar lo
que ya saben con los datos nuevos que aparecen en el texto.

33
Cristina Kalbermatter

4. Apliquen una técnica que ayude a memorizar el texto remar-


cado y comprueben si ya lo han aprendido repitiendo en voz alta, utili-
zando palabras propias.

B. Resumen: es una versión simplificada del texto, preservando


las ideas centrales usadas por el autor, manteniendo los títulos y subtí-
tulos.

C. Síntesis: es una forma de organización personal, con recursos


propios. Se aleja del texto original porque presenta más elementos per-
sonales, respetando la idea central.

Éstas son algunas de las técnicas de estudio que le ayudarán al


alumno a organizar los conocimientos con el fin de aprenderlos más
fácilmente.

34
MÓDULO Nº 4

¡Atención! ¡Concentración!

La atención implica la capacidad para captar el mundo que nos


rodea, a través de los sentidos para darnos cuenta de su ubicación, for-
ma, sonido, tamaño, color, ruido, textura.
Podemos captar estas características de modo espontáneo, por-
que el objeto nos atrae o podemos proponernos captar algo que sea más
difícil de conocer y para ello se requiere de esfuerzo mental y voluntad,
siendo mayor la necesidad de concentración, en estos casos.

La falta de concentración en el estudio puede tener su origen en


el desinterés por los contenidos de enseñanza, que muchas veces están
desconectados de la realidad. Por esa razón muchos alumnos se pregun-
tan ¿para qué me sirve lo que estudio?. No demuestran interés en saber
porque no le ven utilidad a lo que se enseña en las aulas.

Si hubiera en el plan de estudios una asignatura que se llamara


“Las novedades de hoy”, allí seguramente estaría todo lo que les preo-
cupa a los jóvenes, sus familias y también a los docentes, aunque sería
mejor que en cada asignatura se dedicara un tiempo a comentarlas, con
el propósito de relacionar la escuela y la vida.

A veces, también hay situaciones particulares en el hogar, o del


propio alumno, que están preocupándolo e interfieren en el estudio. Ejs

• enfermedades(senusitis,,asma,alergia,problemas de visión, oí-


dos, anemia,dentición)
• mala alimentación
• déficit atencional
• nacimiento de hermanos
• cambio de casa o lugar de residencia
• separación de los padres
• muerte de seres queridos

35
Cristina Kalbermatter

• dificultades económicas
• conflictos o peleas de los padres u otros familiares
• ausencia de hábitos de estudio
• sobreestimulación o exigencias

Pero hay tres causas generalizadas que actúan directamente sobre


la atención del joven la T.V. los video–juegos y navegar en las redes
sociales de internet.

La televisión

Hay investigaciones muy serias que afirman que la T.V. acorta el


espectro de atención del espectador es decir, se reduce notablemente. Y
estas son las razones:
• porque presenta imágenes que se mueven rápida y dramáti-
camente
• no es de extrañar que sus hijos se aburran, a menos que vean
al profesor desde un ángulo diferente de cámara cada tres se-
gundos
• también echan de menos las tomas de primer plano del rostro

36
Aprendiendo en Familia

del profesor y la repetición instantánea, cuando el docente


hace una declaración importante (repetido en cámara lenta
desde dos o tres posiciones de la cámara).
• el corte cada diez minutos para la propaganda, es lo que más
influye para acortar la atención de niños y jóvenes.

Además, disminuye la capacidad de reflexión, porque la T.V. no


ha sido diseñada para presentar ideas (nadie tiene que aprender a ver
imágenes, es por eso que es accesible a todos). La invitación es simple-
mente siéntese y vea.

Los avisos comerciales invitan a la búsqueda de soluciones super-


ficiales, porque enseñan que todos los problemas pueden ser resueltos
rápidamente por medio de la tecnología.

No es de extrañar, entonces, que su hijo se sienta desilusionado


cuando Ud. o el profesor no pueden empaquetar rápidamente un pro-
blema, recetar la píldora o indicar la máquina que lo resolverá rápida-
mente y retirarse sonriendo, todo en veintiocho segundos. Por eso al
alumno le cuesta pasar cuarenta minutos aburrido, hablando o investi-
gando sobre temas o problemas que requieren algo más que respuestas
tecnológicas.

Por estas razones expuestas anteriormente, es importante reducir


el número de horas que pasan nuestros hijos frente al televisor y selec-
cionar los programas junto con ellos.

37
Cristina Kalbermatter

Los video–juegos

En estos juegos los sentidos son sacudidos por una avalancha de


estímulos violentos.

La memorización de cómo superar los obstáculos se adquiere por


ensayo y error; pero si el jugador no opera con velocidad y precisión, lo
mismo pierde. Aparece en pantalla, entonces, el game over, que quiere
decir fracasaste, la máquina te derrotó y entonces se altera, golpea la
máquina con violencia, se siente mal.

Esto se agrava en el caso de las pantallas grandes de las salas de juego,


donde el jugador pasa a ser actor, porque se trata de matar y no ser muerto.

Un análisis de estos juegos pone de manifiesto que están más cer-


ca de las conductas adictivas que de la diversión, porque hay compul-
sión a la repetición, huída mágica de la realidad, vértigo y fascinación,
semejante al viaje del drogadicto.

El flash que relampaguea ante los ojos perjudica notablemente


la retina y el cerebro. Después de estar expuestos mucho tiempo, sólo
vemos una mancha oscura. Además, quien entra al juego, debe aceptar
los códigos de violencia y responder automáticamente a las órdenes.
Indudablemente, esta diversión perjudica la salud mental y física.

38
Aprendiendo en Familia

En ella se queman los días y las horas, no se ejercita la inteligencia, ni se


aprende nada. Sólo se adquieren reflejos ante determinados estímulos vi-
suales proporcionados por la máquina. El jugador acumula emociones que
a la larga se vuelcan sobre él, volviéndose agresivo con los que lo rodean.

Los resultados saltan a la vista: cansancio ocular, contracturas, do-


lores de cabeza, incapacidad para concentrarse en las tareas que no
tengan que ver con las fantasías que proponen estos juegos y otros
malestares físicos y psíquicos.

La navegación en la Web

Internet es para los niños y adolescentes un mundo muy rico, que


les posibilita relacionarse, jugar, investigar y aprender.

Es responsabilidad de los padres o tutores acompañarlos en ese


recorrido. Para ello deben aprender a utilizarla primero ellos, informán-
dose exhaustivamente de los riesgos a que están expuestos los menores y
aprender a combatirlos. Todo esto requiere el asesoramiento de expertos
y/o la visita a sitios de la web donde los especialistas informan al res-
pecto. Nunca les prohíban que usen la tecnología, porque lo mismo la
utilizarán y es mejor que los padres los guíen en ese recorrido.

Enséñenles a tener cuidado con las cámaras web, hablen clara-


mente con ellos sobre el acoso cibernético y asegúrense de saber cuáles
son los aparatos que usan sus hijos con los que pueden conectarse a
Internet. Muchas consolas de juego incluyen controles parentales que
bloquean el acceso de los niños a contenido inapropiado.

Háganse amigos de sus hijos en las redes sociales, el hecho de


que estén presentes los padres les ayuda a controlarse en sus men-
sajes.

Aprendan a usar los controles integrados. Muchos dispositivos


cuentan con controles ya incorporados que pueden ayudarles a proteger
a los niños ante contenido sólo apto para adultos.

39
Cristina Kalbermatter

Personalicen el nivel de protección de acuerdo a la edad de sus


hijos. No olviden que si ellos tienen contacto con la pornografía cuan-
do aún están desarrollando su sexualidad, aprenden que esa debe ser la
manera de tratar y someter a las mujeres en el futuro.

Abran cuentas separadas para cada uno de sus hijos, para poder
realizar un mejor seguimiento y supervisen los navegadores adicionales
que se instalan, para averiguar si usan un navegador secreto o borran
el historial de sus entradas a internet. Bloqueen los sitios ofensivos en
forma personalizada, de acuerdo a la edad de los niños.

Mantengan la computadora en un lugar común de la casa,


donde otros integrantes de la familia puedan ver su uso. Esto evitará
que los hijos se sientan solos y libres para acceder a determinados sitios
que no son buenos.

Programemos momentos de recreaciones sanas

Los deportes, campamentos, caminatas, carreras de bicicletas, jue-


gos de ingenio, etc. producen fortalecimiento anímico, alegría espon-
tánea, suponen ingenio, creatividad, buen humor, habilidad motriz. Se
desarrollan destrezas físicas y mentales y es una forma sana de eliminar
energías acumuladas por el stress de la vida.

¿Qué elegiremos para nuestros hijos? La responsabilidad como padres


es conversar con ellos sobre estos temas y hacerles ver cuánto los perjudican
las prácticas nocivas o el exceso de participación en algunas de ellas.

40
MÓDULO Nº5

Si lo escucharas... mirándolo a los ojos...!

El setenta por ciento de las horas que pasamos despiertos, las ocu-
pamos comunicándonos – o intentando hacerlo–. Sin embargo, en las
relaciones familiares, muchas veces asistimos a un verdadero diálogo de
sordos.

El lenguaje popular tiene muchas expresiones interesantes sobre la


comunicación. Ejemplos de las mismas son:
• “prestar atención” (porque es cierto que la atención se presta por
un rato y después puede retirarse)
• “hablar hasta por los codos”
• “usar a alguien de oreja”

Estas expresiones tan comunes evidencian que necesitamos apren-


der a escucharnos entre nosotros y a nuestros hijos.

41
Cristina Kalbermatter

Para ello, recordemos algunos conceptos.


Comunicación: es el proceso por el cual se envía un mensaje
que se pueda comprobar que ha sido recibido.

Para lograrlo se necesita:


Un canal o medio: el principal código comunicacional es la pa-
labra.
El emisor: la persona que envía el mensaje
El receptor: la persona que lo recibe, interpreta y le hace saber al
otro que le llegó y lo comprendió.
El mensaje: es lo que se trasmite.

A veces aparecen dificultades en alguno de los elementos que


componen el proceso. A esto se denomina ruidos en la comunicación.
Ej. Al salir de casa para la escuela la mamá le dice a su hijo “sé un buen
chico”.

¿Qué es ser un buen chico para la mamá? ¿cómo sabe que Leonel
entendió lo mismo que ella? Pueden existir diferencias en el significa-
do: por ej. para la mamá significa no molestar, no pelear, no hacer lío,
callarse. Para Leonel, sugerirá sacar buenas notas o no hablar mucho en
el aula.

También puede haber saturación porque lo escuchó tantas veces


que ya no recibe el mensaje.

O tal vez hay un desconocimiento de las normas: algunas veces


Leonel creerá que está siendo un buen chico. Por ej. escribe las tareas
pero come en clase un alfajor.

O quizá existan ruidos personales. Ej. Toma apuntes de la expli-


cación del profesor pero se distrae con cuanto estímulo se le presenta y
su escrito es deficiente.

Hoy asistimos a la revolución de los teléfonos móviles, uno


de los ruidos más recurrentes que se presentan en todo momento.
Aunque son bastante útiles porque solucionan el problema de inter-

42
Aprendiendo en Familia

cambio de avisos y permisos, su verdadero valor pasa por la manera


como los utilizamos.

Si dejamos que el celular consuma horas y horas de nuestro


valioso tiempo, nos perderemos de vivir hechos importantes de la
vida y no podremos entender y atender al otro en tiempo real, pues
nos veremos constantemente interrumpidos por llamadas o men-
sajes de texto, hasta convertirse su uso en una verdadera adicción.

Si docentes y padres nos damos cuenta que nuestros chicos andan


perdidos en un mar de dudas, miedos y contradicciones, para los que
nadie tiene tiempo de reflexión en común, les daremos más oportuni-
dades de expresarse con espontaneidad.

Es importante conocer el código propio de la edad o grupo, in-


vitando al hogar a los amigos y compañeros, comunicándonos con sus
padres, compartiendo comentarios, críticas, intereses y preferencias de
los chicos, ayudándoles a dar un uso adecuado de sus celulares y de su
tiempo libre. Así comenzaremos a caminar juntos “abriendo puertas” y
“descubriendo caminos” para acercarnos.

Este será el primer paso y entonces será mucho más fácil trabajar
con los jóvenes en lectura y escritura, porque habrán aprendido el valor
de la comunicación.

Ahora les propondremos algunas sugerencias para estimular el


aprendizaje de la lecto–escritura y la comunicación.

43
Cristina Kalbermatter

Hablar

• atender a los hijos cuando hablan, mirándolos


a los ojos.
• no permitir las interferencias de las llamadas o
mensajes de texto del celular, priorizando sólo
las importantes o urgentes.
• Incentivarlos a que se comuniquen con otros
adolescentes.
• Proponerles que charlen con los abuelos, que
cuenten y anoten lo conversado
• Solicitar “simpáticamente” que cuenten: “qué hiciste hoy
en...”
• Proponer la práctica de tener un momento de encuentro pe-
riódicamente para decirnos lo que sentimos.
• Corregir continuamente el lenguaje vulgar y grosero.
• Que no haya silencio entre padres e hijos.
• Dar consignas claras, que no sean contradictorias y asegurarse
que el hijo las haya comprendido.

Leer

• Por espacio de quince minutos cada día.


• Leer juntos cuentos cortos adecuados a su edad.
• Realizar lectura silenciosa.
• Leer en voz alta.

Escribir

• Copiar trozos pequeños con una letra legible.


• Poner atención en su correcta ortografía

44
MÓDULO N° 6

Valen más de lo que pesan

En las lecciones anteriores hemos reflexionado sobre algunos fac-


tores que influyen sobre el éxito en el aprendizaje: la comunicación y el
uso correcto del lenguaje, las actitudes y hábitos de estudio y la impor-
tancia de una concentración adecuada.
Hoy reflexionaremos sobre la autoestima y su influencia en el
proceso de enseñanza–aprendizaje.

¿Qué es la autoestima?
Es la forma en que nos vemos a nosotros mismos.
De ello dependerá que nos sintamos dignos
de ser amados y con confianza en nuestras
capacidades o poco valiosos e inseguros.

La autoestima se construye con los mensajes que el niño escucha,


éstos conforman la imagen de sí mismo y condicionan su trayectoria en
la vida.

Un ejemplo es el fracaso escolar: si al niño se le dice que “no le


da la cabeza”, que “no vale la pena gastar plata en él porque no da para

45
Cristina Kalbermatter

más”, terminará convencido de que “no sirve para el estudio”. Por el


contrario, si se le ayuda a identificar las causas por las cuales fracasó,
podrá revertir su conducta y aprenderá a no temerle a las dificultades.

Actitudes de los padres que favorecen una autoestima favo-


rable para los hijos

Juguemos un poco con nuestra imaginación y hagamos de cuenta


que cada uno de nosotros lleva colgado en el pecho un cartel que dice:
MI JUSVALOR (mi justo valor)

Cuando nos dicen o hacen algo que nos hace sentir que somos
valorados, nuestro JUSVALOR se ilumina; por lo contrario, cuando
las actitudes o palabras de los demás nos hacen sentir incapaces, menos
dignos de ser amados, nuestro JUSVALOR pierde brillo y hasta puede
llegar a apagarse.

Si bien la autoestima no depende solamente de la forma que nos


tratan los demás, estos mensajes tienen mucha importancia en la adoles-
cencia, por ser ésta una etapa de inseguridades y miedos.

Algunas actitudes que favorecen su construcción son:


• valorar los logros
• realizar las críticas de una manera adecuada, tanto al referir-
nos a los aciertos como a los errores.

Ejemplificaremos lo expresado anteriormente:


Lautaro ha escrito una composición “La llegada del invierno”, con
buena redacción, pero totalmente borroneada e improlija. Su mamá
puede decirle: – ¡ qué linda la redacción, sos un genio!. En este caso su
JUSVALOR brillará tanto que encandilará y esto no le permitirá ver sus
errores.

Pero si ella le dice: – ¡esto es un desastre, está horrible! ¡vos sos siempre
el mismo inútil!, en esta situación su JUSVALOR se apaga.

46
Aprendiendo en Familia

La actitud correcta sería decirle:


• “te felicito por la redacción, está muy ingeniosa. Sería muy im-
portante que te esmeraras en ser más prolijo”.

Al utilizar esta afirmación estamos remarcando lo bueno y seña-


lando los aspectos en los que necesita superarse. El JUSVALOR tendrá
en este caso la luminosidad adecuada.

Las conductas que los padres asumen al conocer las calificaciones


de sus hijos pueden favorecer o no la construcción de una autoestima
saludable.

Conductas favorables

1. Procurar identificar las causas de las dificultades:


• Falta de estudio
• No entiende las lecciones
• No atiende en clase

47
Cristina Kalbermatter

• Sus trabajos son incompletos y esto dificulta el estudio


• Sus compañías no lo incentivan a estudiar
• No sabe organizar su tiempo para dedicarle lo necesario a cada
materia
• No tiene los libros de texto o apuntes de los mismos
• Ve demasiada televisión o navega mucho tiempo en internet.
• Tiene problemas de salud (dolores de cabeza, disminución vi-
sual, desmayos, etc.)

2. Conversar con el hijo respecto a las posibles causas de su


falta de rendimiento
3. Hablar con el profesor de la materia respecto a las dificulta-
des, para conocer su apreciación.
4. Estimularlo a superar sus fracasos y hacerle ver que aún está
a tiempo de recuperar y aprender los temas que no sabe.
5. Buscar el apoyo de un profesor particular, un hermano ma-
yor o familiar que conozca sobre el tema, en el caso que no
posean los padres o tutores los conocimientos necesarios
como para poder ayudarlo.

Conductas desfavorables

1. Comentarios negativos frente a otros


(Ej. “sos un inútil”)
2. Comparaciones desfavorables

48
Aprendiendo en Familia

(Ej. “tu hermana sí que es una buena alumna, en cambio vos...”)


3. Castigo corporal desmedido
4. Descontrol, gritos e insultos.
5. Amenazas que después no se cumplirán.
6. Restarle afecto al hijo–a
7. Señalar como injusto al profesor delante de su hijo–a, sin
conocer los criterios utilizados por él para evaluar.

Sos muy
valioso para mi!

Recuerden:

Los padres o adultos responsables


pueden aumentar la autoestima de sus
hijos. Anímenlos a progresar.

49
MÓDULO Nº 7

Quién manda en mi casa?

1.¿Cómo sería la vida si no existieran las normas?

– ¡ Qué lindos serían la casa y el colegio si no hubieran reglamen-


tos! ¿no te parece Gabriel?
– Bueno... claro... pero no estoy tan seguro de ello, Adrián, espe-
cialmente después de una conversación que sostuve días pasados con mi
abuelo. Él me oyó decir algo parecido y me llenó de preguntas que me
hicieron pensar un poco...
– No me vas a decir que ahora crees que las reglas son necesarias
o tal vez indispensables –replicó Adrián con un tono definidamente
burlón.

51
Cristina Kalbermatter

Adrián y Gabriel eran compañeros del secundario y cursaban pri-


mer año juntos. Ninguno de los dos se había distinguido por su excesiva
disposición al orden y la obediencia de las reglas de la escuela.
– Bueno, sin duda nos gustaría que el timbre despertador no so-
nara de mañana tan temprano o ni sonara, para que pudiéramos des-
pertar cuando nos viniera bien. También que los padres nos permitieran
ir a clases o no, según lo decidiéramos y que los profesores nos dejaran
hacer las pruebas cuando nos sintiéramos preparados y no cuando a
ellos se les ocurra.
– Eso es justamente lo que te quería decir, Gabriel –interrumpió
Adrián, ahora con entusiasmo visible.
– Pero nunca se me había ocurrido pensar qué pasaría si se sus-
pendieran todas las normas, tanto para los jóvenes como para los adul-
tos –reflexionó Gabriel.
– ¡Lo que pasaría sería muy divertido! –repuso Adrián con tono
festivo.
– Tal vez el primer día nos levantaríamos a la hora que quisiéra-
mos, podríamos prepararnos el desayuno, vagaríamos por la casa toda
la mañana y al llegar a la hora del almuerzo, quizá, no habría nada para
comer porque la madre había decidido que ese día no cocinaría porque
no tenía ganas.

Cuando irías hambriento a tu cuarto para cambiarte, tal vez en-


contrarías que no tienes ninguna camisa planchada, que el pantalón está
en el fondo del placard todo arrugado y... ¿a quién te vas a quejar, si no
hay reglas?

Luego irías con cualquier ropa al colegio, te llamaría la atención


el preceptor por ello... y a esto se sumaría que varios profesores están
ausentes porque decidieron quedarse en la casa para ponerse al día con
las tareas atrasadas de su jardín... o para ir al centro a realizar compras... y
dejaron una tarea árida y aburrida para que cumplieras en su ausencia. Y
ni siquiera conversar con las chicas es interesante con el estómago vacío...

– Nunca antes había pensado en esto, en realidad me parece que


la casa y el colegio no me gustarían mucho –repuso Adrián visiblemente
pensativo.

52
Aprendiendo en Familia

Todas estas actitudes hacen a la atmósfera familiar y a la conviven-


cia ¿no les parece?

2. La atmósfera familiar

La convivencia satisfactoria se logra creando una atmósfera fa-


miliar positiva, un clima de auténtica participación y diálogo, que se
perciba en las relaciones entre padres (u otros adultos responsables) e
hijos. Sin distancias, sin silencios, sin reacciones descontroladas, ya que
los hijos captan estas situaciones, rechazan esas conductas violentas y se
rebelan contra los adultos.

Un padre o madre rígidos dan como resultado un hijo miedoso,


que desobedece a escondidas, que miente para cubrir su falta. Padres
demasiado complacientes generan hijos negligentes e irresponsables.

Es necesario lograr el equilibrio en las relaciones personales, con


acuerdos acerca de las normas que regirán en el hogar y que éstas se
apliquen sin preferencias para que exista un trato equitativo y justo;
teniendo en cuenta que cada situación y cada hijo requieren un análisis
particular, de acuerdo a la edad y a la problemática.

53
Cristina Kalbermatter

3.¿Es necesaria la autoridad?

La autoridad es necesaria, porque


organiza y regula la convivencia. Un padre
o madre con autoridad respeta y promue-
ve la necesidad de crecer con el otro –por-
que los padres también crecen en su fun-
ción–, de aprender a adaptarse a las nor-
mas, aceptando el desafío de equivocarse,
de no alcanzar la meta todavía, de cometer
la falta y tener la oportunidad de repararla
y ser disculpado por el error cometido, de
ser alentado para lograr la superación.

4. La obediencia ¿cómo obligación o como una elección


responsable?

Cuando un padre enseña a su hijo a dominarse ejerciendo su fuer-


za de voluntad, de modo que su obediencia es más bien el resultado
de la elección que de la obligación, se logrará que ejerza una libertad
responsable, asumida y compartida por los adultos, que le permitirá de-
sarrollar la capacidad de elegir y lograr por convencimiento la conducta
deseable.

El mejor procedimiento para llegar a ella, parece ser, ir liberando


al hijo–a a medida que va creciendo, madurando y adquiriendo mejor
conciencia acerca de las situaciones en las que participa, con la posibili-
dad de reflexionar sobre sus propios actos.

54
Aprendiendo en Familia

Medio: familia,escuela,comunidad

Adolescente

La conducta se Una nueva vía de


mantiene porque conducta se inicia,
satisface una Necesidades cuando promete una
necesidad. mayor satisfacción

5. Seguimiento y orientación de los padres

El comportamiento de los jóvenes, a pesar de la libertad progre-


siva que se les debe conceder, requiere una supervisión del hogar, a fin
de que puedan ser auxiliados y reorientados siempre que sea necesario,
para que no atraviesen por fracasos muy frustrantes o caigan en la ne-
gligencia.

Ambos padres o adultos responsables del adolescente, con tole-


rancia, comprensión y firmeza deben encaminar al joven hacia la auto-
disciplina y hacia la responsabilidad, haciéndole sentir y comprender las
consecuencias de sus propios actos.

Debemos despertar en el adolescente el deseo de cambiar, por


medio de experiencias vivas y directas, que le permitan valorar los bene-
ficios concretos de adoptar conductas más deseables.

55
Cristina Kalbermatter

Por ejemplo, si su hijo se da cuenta que siendo más organizado


con su tiempo, podrá disponer de más horas dedicadas a los deportes
u otras recreaciones sanas, tendrá deseos de cambiar y aprovechar bien
su tiempo.

Formar un hijo en este tipo de disciplina puede parecer un enfo-


que no muy provechoso para un observador superficial, pues los resulta-
dos de esta tarea no son inmediatos. Pero los años posteriores mostrarán
la validez de este tipo de propuesta.

6. Formen su propio Consejo de Convivencia familiar

Es importante reunir a la familia y acordar las normas con el apor-


te de todos.

De ese modo se suprime la obediencia como imposición, logran-


do un espíritu crítico y la capacidad de ver el punto de vista del otro y
discutirlo. Es necesario también que ante el error participen los hijos
junto a los padres, para decidir una sanción o castigo justo.

Debemos recordar que el castigo reafirma lo que no se debe hacer


y logra una actitud negativa hacia el adulto que lo aplica, a menos que

56
Aprendiendo en Familia

el joven tenga un convencimiento pleno de la justicia del mismo y un


compromiso de su voluntad hacia el cambio.

Estimular y alentar son actitudes que refuerzan los modos correc-


tos de comportamiento y logran actitudes deseables más fácilmente.

El rol de los padres respecto a las normas de convivencia escolar


es ante todo, conocer las normas, reconocer y respetar la vía jerárquica,
ante un conflicto, informarse adecuadamente de la situación, no tomar
partido hasta no escuchar “las dos campanas” y considerar la sanción
como un ejemplo aleccionador para que el hijo no repita el mismo
error. Si es necesario, deben evaluar la posibilidad de atención profesio-
nal, dentro o fuera de la institución, si la conducta negativa se repite.

Finalmente, no olvidemos los adultos, que debe haber coherencia


entre lo que el adulto dice y hace, para tener el derecho de pedírselo al
hijo.

57
MÓDULO Nº 8

Si faltan constructores...
necesitamos más ingenio

En las últimas décadas, la familia ha experimentado algunas mo-


dificaciones como consecuencia de cambios ocurridos en la sociedad y
cambios en la escala de valores, a nivel personal.

Estas modificaciones se observan tanto en la conformación de las


familias, como en su funcionamiento. Algunas situaciones más frecuen-
tes son:
Padre sin trabajo: la esposa, generalmente asume una mayor res-
ponsabilidad en el sostén financiero y el padre cumple funciones que
antes correspondían a la madre. En estos casos, el poder que otorga la
provisión de dinero no debe menoscabar la importancia de la figura
paterna. A su vez el padre, no debe sentirse molesto por compartir las
tareas cotidianas –limpieza, preparación de las comidas, apoyo en los es-
tudios escolares– pues éstas son altamente valiosas para la organización
y buena marcha del hogar.

Padres ausentes: en los hogares donde ambos padres trabajan


todo el día, suele producirse el llamado “síndrome de hambre de pa-
dres”, con todas las deficiencias afectivas que implica la privación de la
atención y cuidado diarios.

59
Cristina Kalbermatter

Los niños, a menudo, quedan al cuidado de los hermanos mayo-


res. En estos casos, si se les delega la responsabilidad, también se les debe
conceder cierto grado de poder de decisión.

En otras situaciones, son los abuelos los que cumplen funciones


de padres sustitutos y no debemos desconocer que éstos pueden aportar
la seguridad de su experiencia y una relación con los niños donde pre-
domina el cariño. Como ellos tienen mayor disponibilidad de tiempo,
son a menudo compañeros privilegiados en los juegos y travesuras in-
fantiles e interlocutores sagaces y serenos con los adolescentes y jóvenes.
Es importante que entre abuelos y padres no existan ocultamientos que
perjudiquen a los niños. En otros casos, muchos abuelos son excluidos
del núcleo familiar, sin tener en cuenta el valioso aporte que pueden
realizar.

Familias con un solo padre: generalmente es la madre, ya sea


viuda, soltera o separada, la que permanece con los hijos. En estas si-
tuaciones, se requiere un especial énfasis en la distribución de respon-
sabilidades. Algunas podrían ser compartidas entre el adulto y los hijos.
La familia extensa (abuelos, tíos), puede ser también en estos casos, una
ayuda importante, si respetan los criterios establecidos por la madre en

60
Aprendiendo en Familia

el hogar. Las consecuencias de la ausencia temprana de alguno de los


dos padres, se observan en las conductas de los adolescentes de hoy,
pues pareciera haber una estrecha relación entre padre ausente y delin-
cuencia juvenil.

Familias ensambladas: son las familias de padres separados, en


las que uno de sus miembros o ambos vuelven a formar pareja y en mu-
chos casos integran a los hijos de cada uno de los cónyuges.
Hay en estos núcleos convivientes, un deseo imperioso de cons-
tituirse en forma armoniosa rápidamente, como una necesidad interna
y a la vez una expectativa social. Esto no les permite tomarse el tiem-
po necesario para adaptarse mutuamente y crea ansiedades que pueden
transformarse en problemas. A veces se crean conflictos porque los hijos
poseen una pertenencia simultánea con otra familia –del padre o de la
madre– que se intenta negar o prohibir no permitiendo el acercamiento
a la misma. Los padres, amistades, docentes que están en contacto con
ellos, deben saber esperar que estos ajustes se realicen paulatinamente,
parta lograr su propio modelo de familia, de acuerdo a las circunstancias
y a las características de sus miembros.

Familias ampliadas: son aquéllas familias en las cuales el hijo-a


constituye una unión de hecho con su pareja y siguen formando parte

61
Cristina Kalbermatter

del grupo familiar. Los hermanos menores suelen sentirse invadidos por
la presencia de sobrinos.

Compartir diariamente, requiere mucha capacidad de tolerancia


y a la vez claridad respecto a que ese nuevo núcleo familiar que nace en
el seno de ese hogar, generalmente por falta de vivienda, es otra familia.
Ni una, ni otra deben interferirse mutuamente. Esto exige acuerdos
previos y reajustes constantes.

En los tipos de familia mencionados, si bien es necesario redefinir


nuevas funciones, es importante tener en claro que existen formas de
compensar estas situaciones, ya que una familia es aquélla donde existen
lazos afectivos, es un grupo donde todos sus miembros se prestan ayuda
mutuamente para favorecer el crecimiento de cada uno de sus integran-
tes. Esto nos permite ampliar el concepto de familia tradicional, basada
fundamentalmente en los lazos biológicos y priorizar el valor de la com-
prensión y el amor mutuos.

Es importante recordar que la normalidad de la familia no está de-


finida por la ausencia de problemas, sino por la capacidad de resolverlos.

Todas estas cuestiones relacionadas con realidades familiares que


se encuentran fuera de la norma, requieren un acercamiento mayor de
la escuela por parte de los adultos que están a cargo de los niños y ado-
lescentes.

62
Aprendiendo en Familia

Tanto éstos, como los docentes deben superar los tabúes o ro-
tulaciones que comúnmente escuchamos, por tratarse de niños que
provienen de hogares constituidos en forma diferente. De este modo
posibilitaremos un cambio renovador que logre compensar desde la es-
cuela algunas carencias que existen en la familia, sin llevar a los tutores
a depositar en las instituciones educativas la total responsabilidad
de hacerse cargo de un gran número de aspectos que hacen a la for-
mación del niño en el hogar.

Sea cual fuere la constitución de


nuestra familia podemos trabajar
juntos para superar los obstáculos.

La presencia de los adultos responsables de los hijos, en las uni-


dades educativas, es cada vez más necesaria, especialmente desde las
familias no convencionales, para unificar criterios en cuanto a hábitos,
valores y exigencias, valorando la importancia de compartir metas co-
munes con los educadores, tratando de brindar en el hogar un ambiente
facilitador para el aprendizaje.

63
MÓDULO Nº 9

Los adolescentes de ahora...


no son como los de antes

Muchos adolescentes de nuestra época, se hallan influidos por un


clima de ideas de “postmodernidad”.

Para poder entender a los hijos y acompañarlos en su crecimiento,


puede sernos de utilidad conocer algunos aspectos que caracterizan a la
cultura adolescente actual. Cabe aclarar, que no todos los jóvenes com-
parten y asumen los valores sostenidos por esta cultura.

Algunas características de la época son:


• Predominan los conceptos individualistas de eficiencia y
competencia. Valores como la solidaridad y la cooperación,
han perdido jerarquía. Importa más la formación tecnológica
y no tanto la moralidad.
• Hay ausencia de idealismos y pérdida de proyectos que as-
piran al logro de una sociedad más justa y un mundo mejor
para todos.
• Se observa gran culto a la juventud y a la estética personal.
Las virtudes propias de la madurez (sabiduría, experiencia) no

65
Cristina Kalbermatter

tienen importancia; se promueven la belleza, rapidez, delga-


dez, etc. Porque lo importante es mantenerse joven el mayor
tiempo posible o por lo menos parecerlo, tratando de borrar
las huellas del tiempo. Con respecto a esto, la sociedad de
consumo inventa necesidades, para vender cada vez más.

¿Cómo influyen estas ideas en la conducta del adolescente y en las


relaciones familiares?

A veces, los padres, presionados por la ideología imperante en la


sociedad que promueve que “a los hijos hay que criarlos con total liber-
tad” y presionados por éstos, experimentan dificultades en poner límites
y establecer pautas. Muchos expresan, además, que quieren vivenciar
con sus hijos todo lo que no pudieron disfrutar en su adolescencia.

Además, la sociedad postmoderna promueve las actitudes propias


de la infancia: a los jóvenes les falta el deseo de superar esas conduc-
tas, porque éstas son aprobadas por el medio. A esto se suma, que los
adolescentes comprueban que no es real la expectativa de que todo se
puede conseguir rápido y sin esfuerzo; esta contradicción los sume en la
angustia, el vacío y la desesperanza.

Los padres, a su vez, tienden a vivir como sus hijos, se visten y


hablan como ellos, razón por la cual los jóvenes no incorporan la idea

66
Aprendiendo en Familia

de adultos claramente diferenciado, pues los ven como personas con sus
mismas dudas y conflictos.

En consecuencia, no sienten la necesidad de rebelarse, por lo tan-


to no existe enfrentamiento entre ambos. La falta de conflicto no es
beneficioso, ya que la rebeldía ha sido suplantada por la indiferencia y
la falta de compromiso.

En este marco, los jóvenes se ven obligados a ser padres de sí mis-


mos, porque si bien tienen mayor libertad, no están preparados para
asumirla con responsabilidad.

¿Cómo pueden los padres enfrentar estas problemáticas que


afectan la relación con sus hijos?

• Tratar de recuperar el modelo familiar en el que existe la dife-


renciación de roles: no se puede ser “compinche” de los hijos,
el rol de los padres significa afecto, protección, transmisión de
conocimientos y valores, a través de cierta distancia, conse-
cuencia inevitable de la diferencia generacional.

• No tener miedo de poner límites. Los mismos son necesarios


para que el joven se prepare para la vida, aprendiendo a tener
consideración por el otro, tomando conciencia que él no pue-
de lograrlo todo, y menos sin esfuerzo, que hay que trabajar

67
Cristina Kalbermatter

para conseguir lo que se quiere, que hay que cuidar para con-
servar y ahorrar para tener.

Indudablemente que todos estos factores influyen en el rendi-


miento de los adolescentes en la escuela, porque no se sienten motiva-
dos al esfuerzo, la aplicación y el estudio.

Ser padres hoy, significa un gran desafío. Primeramente debemos


aclararnos por dentro, qué joven queremos formar, y cómo lo podemos
orientar para que sea un miembro constructivo de la sociedad.

68
MÓDULO Nº 10

¿Qué paragolpes tan extraños!

¿Cómo crear las condiciones en nuestra familia para favorecer un


crecimiento saludable de todos sus integrantes?

Es importante reflexionar sobre algunos de esos factores, que al


ser desarrollados, funcionan como paragolpes protectores contra la ad-
versidad y las influencias negativas del ambiente y aumentan la posibili-
dad de que los hijos logren salud y equilibrio psico–social.

1. Valoración del tiempo compartido en familia

Cuando el padre integra el grupo familiar, su presencia es valiosa,


no sólo en cuanto a la calidad del tiempo que pasa con su familia, sino
también la cantidad. Es necesario que el padre sea capaz de cumplir
funciones que tradicionalmente eran exclusivas de la mujer–caricias,
cuidado, alimentación –y también de poner orden y legalidad cuando
es necesario.

Los adolescentes que no lo tienen, tenderán a buscar algún perso-


naje masculino en otro lugar. En esta época en la que la T.V. ha pasado
a ser un nuevo miembro de la familia, ésta puede proveer ese personaje
masculino, que generalmente son modelos inadecuados e irreales.

Es importante que alguien –tío, abuelo– asuma la función pater-


na como modelo de identificación.

El ideal a lograr es un padre y una madre que se amen, respeten,


que tomen decisiones juntos, que se necesiten y apoyen mutuamente,
sin desautorizaciones mutuas y sin enfrentamientos violentos.

69
Cristina Kalbermatter

2. Experiencias positivas en la escuela

Todos sabemos que la escuela facilita la adquisición de una for-


mación integral y la preparación para el mundo del trabajo. Cuando
hablamos de experiencias positivas en la escuela no nos referimos sólo
al éxito académico– o sea las calificaciones obtenidas– sino al logro de
posiciones destacadas en música, deportes, artes u oficios, responsabili-
dad social como líderes de proyectos u organismos de la escuela u otras.

Éstas influyen favorablemente en su autoestima, particularmente


en su sentimiento de eficiencia. Las mismas hacen más probable que
los jóvenes tengan la confianza necesaria para tomar decisiones que les
permitan superar las situaciones difíciles que la vida les depare.

3. Pertenencia a grupos de amigos saludables

Los clubes deportivos, instituciones culturales o religiosas pro-


mueven la formación de actitudes de solidaridad, cooperación y acep-
tación de las normas. En ellas, los jóvenes se amistan con adolescentes
sanos, que ocupan el tiempo libre en forma positiva.

La pertenencia a esos grupos debe realizarse con control y super-


visión de los adultos pues, aunque les cueste reconocerlo, necesitan la
orientación y compañía de ellos para sentirse amados y contenidos.

70
Aprendiendo en Familia

Los padres y adultos responsables, deben interesarse por conocer


las compañías de los hijos, y brindarles también la posibilidad de reu-
nirse en sus hogares o en lugares de esparcimiento adecuados.

4. Promover el desarrollo de un pensamiento crítico

Los medios de difusión nos muestran modelos poco saludables.


La cultura adolescente es ampliamente manipulada por adultos que co-
mercializan con ellos. Se promueven modelos de recreación que atentan
contra el cuidado de la vida. Los ídolos promueven la exaltación del
placer, hacen apología de la violencia y están en contra de la institución
de la familia.

Debemos promover en los jóvenes el desarrollo de un pensamien-


to crítico que no acepte ni rechace nada porque sí, dentro del marco de
valores que transmita la familia.

5. Enseñarles a manejar el stress y enfrentar la adversidad

El lograr afrontar la adversidad resulta indispensable para el creci-


miento humano. Se les debe orientar sobre cómo encarar las dificulta-
des de la vida con una actitud positiva y ayudarles a desarrollar la con-
fianza y seguridad de que es posible superar las presiones y situaciones
desagradables.

La habilidad de darse cuenta rápidamente cuando están en una


situación de riesgo les permite contrarrestar las reflexiones distorsiona-
das de los que le rodean, poner el problema donde corresponde, reducir
la ansiedad, dar la respuesta adecuada y tomar la decisión de salir de la
línea de fuego.

71
Cristina Kalbermatter

6. Empatía interpersonal y social

Es la capacidad de sentir con y cómo los demás, de ponerse en “la


piel de los otros” en el diálogo con ellos, liberándose de los prejuicios o
comentarios sobre ellos, para darles una acogida espontánea.

Esta habilidad, también otorga al joven la posibilidad de conec-


tarse, de ser querido, de atraer y lograr una red de apoyo social fuera
de la familia, tan necesaria cuando se tienen que enfrentar situaciones
problemáticas.

El adolescente, con su omnipotencia, tiende a considerar que


todo lo puede resolver, y la sociedad acentúa este modo de reaccionar.
Es necesario hacerles tomar conciencia de la importancia de reconocer
sus limitaciones, de ser capaces de pedir ayuda y estar dispuestos a reci-
birla, sin que esto menoscabe su autoestima.

Una orientación de un adulto significativo– sean padres, docen-


tes o amigos o una consulta profesional oportuna, puede evitar el agra-
vamiento de muchas situaciones, y proveerles de herramientas útiles
para enfrentar otras situaciones semejantes.

72
Aprendiendo en Familia

7. Enseñanza de criterios para resolver conflictos

Todos los individuos tienen que enfrentar situaciones en las que-


no comparten los mismos puntos de vista con sus amigos, compañeros
o adultos y deberían conocer los criterios para resolver satisfactoriamen-
te esas problemáticas.

Es importante conocer los pasos adecuados, las posibles conse-


cuencias, las modificaciones que las actitudes de cada uno producen en
las decisiones de los demás y las distintas maneras de resolver las situa-
ciones que se plantean a diario y salir airosos de las mismas.

8. Los adultos, aunque imperfectos, pueden ser referentes


éticos

En esta sociedad postmoderna, en la que existe una total altera-


ción de las escalas de valores y se promueven las más diversas ideologías,
el joven necesita pautas claras respecto de lo que está bien y lo que está
mal, lo que está permitido y lo que no, lo que se debe y lo que no se
debe hacer, pero a la vez, necesita ver cómo sus padres viven y experi-
mentan esos valores en su accionar diario.

El establecimiento de una escala de valores y una fuerte espiritua-


lidad, posibilitará la internalización de los mismos dando coherencia
y orientación a toda su conducta. Esto les servirá de fundamento para
construir en su juventud su propia escala de valores e ideología personal.

73
Cristina Kalbermatter

9. Aprendizaje sobre el cuidado de la salud física y psico–


social

Cuando hablamos de salud debemos considerarla como una tota-


lidad, que incluye la salud personal, la del otro y el cuidado del entorno
que nos afecta a todos.

Las últimas investigaciones demuestran que si bien la informa-


ción es fundamental en el proceso de cómo cuidarse, es necesario un
cambio interno, que tiene que ver con el respeto hacia sí mismo, con
algo que se ha dado en llamar ética del amor propio.

Si el conocimiento por sí solo no garantiza el desarrollo de esa éti-


ca, debemos buscar otras maneras de enseñar y aprender que refuercen
la confianza de nuestros hijos para decidir acerca de su salud y asumir
el compromiso de promoverla también en sus pares. Éstas deben incluir
una comprensión adecuada y gradual de la sexualidad, aprendiendo a
respetar su cuerpo y haciéndolo respetar.

74
Aprendiendo en Familia

10. Desarrollo de la habilidad para planificar su vida

Es importante que los hijos conozcan sus capacidades y limitacio-


nes para desarrollar aspiraciones posibles de alcanzar.

La habilidad para planificar los distintos pasos a seguir para alcan-


zar un objetivo, y los caminos más adecuados para lograrlo, se adquiere
primeramente aplicándola en proyectos de poca monta, –participación
en trabajos de equipo escolares, excursiones, proyectos comunitarios de
corto alcance, para comprometerse finalmente en su propio proyecto
vocacional y de vida.

75
Anexo 1

CONTRATO PARA LOS PADRES O


ADULTOS RESPONSABLES

Este es un compromiso entre Uds., padres o adultos responsa-


bles que cumplen esa función en el hogar y que comparten con alguno
de nuestros alumnos que cursan sexto grado o que están ingresando al
secundario y nosotros, docentes o profesionales de gabinetes psicopeda-
gógicos, que nos interesamos especialmente en el trabajo con los padres
de nuestros alumnos y deseamos compartir con ustedes este momento
especial, en el que están acompañando a sus hijos en el paso del nivel
primario al secundario.

Probablemente ustedes estarán ansiosos por saber, respecto de su


hijo–a:
¿cómo le irá en el secundario?
¿le costará adaptarse a tantos profesores?
¿cómo serán sus nuevos compañeros?
¿de qué manera lo podemos ayudar?

Sabemos que ustedes no pueden evitar sentir ciertos temores, ex-


pectativas y dudas en esta etapa de transición.

Nosotros podemos ayudarles a elaborar esos miedos y brindarles


elementos que los prepararán para lograr que vuestro hogar construya
un ambiente favorable para el aprendizaje de los hijos.

Esto significa un compromiso mutuo, por el cual nosotros les


ofrecemos ayuda profesional y por parte de ustedes, deberán empeñarse
en una tarea que es importante que ambos padres o tutores la realicen.

77
Cristina Kalbermatter

El Curso para padres o tutores que ofrecemos se llama APREN-


DIENDO EN FAMILIA, Cómo estimular el aprendizaje desde el
hogar, y consta de diez módulos o lecciones. Cada uno estará confor-
mado por un temario y tareas.

Si ustedes optan por la Modalidad presencial asistirán a las reu-


niones estipuladas, debiendo realizar las tareas diarias asignadas Fecha y
horario de reuniones: .................................

Si ustedes eligen la Modalidad a distancia, recibirán el curso en


el momento de la inscripción.
• los temas deberán ser leídos y comentados, por los padres,
tutores o adultos responsables, en su hogar.
• Al finalizar la lectura de cada módulo realizarán las tareas,
que serán enviadas antes del primer día de clases, aclarando
el nombre completo de los adultos que contestan, y el del
alumno. Junto con ellas, nos gustaría que nos envíen sus co-
mentarios, preguntas e inquietudes.
• Nosotros leeremos las respuestas, responderemos vuestras du-
das y realizaremos sugerencias.
• Al finalizar el curso, recibirán un certificado que acreditará la
aprobación del mismo.

Si deciden llevar adelante esta propuesta, llenen el cupón que fi-


gura a continuación y fírmenlo para explicitar así vuestro compromiso.

78
Aprendiendo en Familia

CURSO A DISTANCIA PARA PADRES, TUTORES


O ADULTOS RESPONSABLES DEL ALUMNO

Fecha......................Curso.........Sección.............

Nombre y apellido del padre, padrastro, abuelo, tío, otro familiar


o adulto responsable. (subrayar lo que corresponda)
..........................................................................................

Me comprometo a realizar el curso.

Firma.................................................................................

Nombre y apellido de la madre, madrastra, abuela, tía, otro fami-


liar o adulto responsable (subrayar lo que corresponda)

…………………………………………………...............

Me comprometo a realizar el curso.

Firma.................................................................................

(Corte esta hoja y entréguela a los organizadores del curso)

79
Anexo 2

TAREAS PARA LOS PADRES O TUTORES

MODULO Nº 1

Nombre y apellido del padre, madre o tutor


...................................................................................................
Nombre del alumno/a y sección
...................................................................................................

1. Traten de recordar (padres e hijos) una escena de la escuela


primaria que recuerden con placer y otra que recuerden con frustración
y desagrado.

2. Qué enseñanza les dejaron esas experiencias?

3. Conversen con su hijo–a que ingresará al secundario sobre los


miedos que sienten y qué esperan de sus padres en este momento. Re-
gistren todo lo conversado entre Vds.

81
TAREAS PARA LOS PADRES O
ADULTOS RESPONSABLES

MODULO Nº2

Nombre y apellido del padre, madre o tutor


.................................................................................................
Nombre del alumno/a y sección
.................................................................................................

1. Teniendo como modelo el cuadro del módulo, organizar los


horarios del hogar para un día de la semana. No olvide de distribuir
equitativamente las responsabilidades, porque todos los integrantes de
la familia son parte importante del equipo.

Recomendación: Es conveniente evaluar para estimular o corre-


gir las actitudes irresponsables.

83
TAREAS PARA LOS PADRES O
ADULTOS RESPONSABLES

MODULO Nº 3

Nombre y apellido del padre, madre o tutor


................................................................................................

Nombre del alumno/a y sección


................................................................................................

1. Converse con su hijo–a sobre las dificultades que tiene en las


materias (si aún no ha comenzado las clases, tomen como referencia
las materias y áreas de sexto grado) y traten de encontrar las razones.
Anótelas.
2. Su hijo ¿tiene la costumbre de repetir la lección con las mismas
palabras del libro o apunte o trata de decir lo mismo con sus palabras?
¿Qué hacen ustedes si no lo logra?
3. ¿Han estudiado juntos algún tema de repaso con su hijo–a, si-
guiendo las instrucciones anteriores? ¿cuál? ¿qué resultados obtuvieron?
¿qué dificultades? Registre todo esto.
4. Observe la carpeta de clase de su hijo y subraye las palabras o
frases que corresponda.
–organizada –completa –letra legible –desorganizada –incomple-
ta –letra ilegible

85
TAREAS PARA LOS PADRES
O ADULTOS RESPONSABLES

MODULO Nº 4

Nombre y apellido del padre, madre o tutor


................................................................................................
Nombre del alumno/a y sección
................................................................................................

Observación de una tarde o mañana de estudio de su hijo–a:


1. Registre las posiciones corporales de su hijo, sus gestos, las fra-
ses que dice.
2. Controle cuánto tiempo mantiene la atención en la actividad
que está realizando.
3. Reconozca qué elementos o situaciones lo distraen:
– jugar con su animalito preferido
– atender a los amigos
– realizar manualidades
– atender el teléfono
– otras. Aclarar......................................

4. Proponga posibles soluciones.

87
TAREAS PARA LOS PADRES
O ADULTOS RESPONSABLES

MODULO Nº 5

Nombre y apellido del padre, madre o tutor


................................................................................................

Nombre del alumno/a y sección


................................................................................................

1. Relaten por escrito cómo les fue durante estos días con la pues-
ta en práctica de las sugerencias de éste módulo.

2. ¿Cuáles actividades pudo realizar con su hijo–a?


3. ¿Cuáles no? ¿Por qué?

4. ¿En qué tareas su hijo–a tiene más dificultades? ¿Ha pensado


como resolverlas?

89
TAREAS PARA LOS PADRES O
ADULTOS RESPONSABLES

MODULO Nº 6

Nombre y apellido del padre, madre o tutor


................................................................................................

Nombre del alumno/a y sección


................................................................................................

1. Recuerden tres situaciones en las que ustedes contribuyeron a


iluminar el JUSVALOR de su hijo–a.
2. Relaten tres situaciones en las que hicieron perder brillo a su
cartel.
3. ¿Han pensado de qué otra manera lo hubieran podido decir?
4. ¿Han tenido oportunidad de poner en práctica las recomenda-
ciones de esta lección? ¿Cómo les fue?

91
TAREAS PARA LOS PADRES O
ADULTOS RESPONSABLES

MODULO Nº 7

Nombre y apellido del padre, madre o tutor


................................................................................................

Nombre del alumno/a y sección


................................................................................................

1. Detallen las normas de disciplina de vuestro hogar.


2. ¿Quiénes intervinieron en decidirlas?
3. ¿Cuáles son las sanciones o castigos que se aplican?
4. ¿Cuáles son los estímulos ante las conductas satisfactorias?
5. Resuelvan este caso: “Franco es muy desordenado en su habita-
ción. Se le ha reprendido en muchas oportunidades, sin resultado. ¿Qué
se puede hacer para que cambie de actitud?

93
TAREAS PARA LOS PADRES O
ADULTOS RESPONSABLES

MODULO Nº 8

Nombre y apellido del padre, madre o tutor


................................................................................................

Nombre del alumno/a y sección


................................................................................................

Comenten cuál es la realidad de su estructura familiar. Traten de


representarlo con un dibujo esquemático, donde figuren todos los inte-
grantes, su sexo y sus edades.

2. En toda lectura, hay frases que nos tocan más de cerca y nos ha-
cen reflexionar. ¿Cuál es el párrafo que sienten que se refiere más a Uds.?

3. ¿Qué situaciones problemáticas de su familia, consideran que


inciden negativamente en el rendimiento escolar de sus hijos?
4. ¿Han intentado resolverlas? ¿de qué modos?
5. ¿Cuál fue el resultado?

6. ¿Consideran necesario una ayuda profesional para mejorar su


situación?

95
TAREAS PARA LOS PADRES O
ADULTOS RESPONSABLES

MODULO Nº 9

Nombre y apellido del padre, madre o tutor


................................................................................................

Nombre del alumno/a y sección


................................................................................................

Leandro es un adolescente de 15 años. Frecuentemente discute con


sus padres, porque reclama más libertad respecto a sus salidas y horarios de
regreso. Manifiesta que los padres de sus amigos son más permisivos y que
él se siente “preso”. No es un hijo que demuestre gran responsabilidad en su
conducta.

1. ¿Qué le recomendarían s sus padres para ayudar a resolver el


conflicto?
2. Mencionen algunas otras causas de discusiones que ustedes tie-
nen con su hijo–a.
3. ¿Cuáles han sido sus respuestas?
4.¿Hay algunas de ellas que consideran que se deberían modificar?

97
TAREAS PARA LOS PADRES O
ADULTOS RESPONSABLES

MODULO Nº 10

Nombre y apellido del padre, madre o tutor


................................................................................................

Nombre del alumno/a y sección


................................................................................................

1. De las diez condiciones que favorecen el desarrollo saludable de


los hijos ¿cuáles consideran que están logrando en familia?

2. Respecto a las que aún no han logrado, acuerden juntos cómo


podrían hacerlo y coméntenlo por escrito.

99
Anexo 3

INSERTAR CERTIFICADO EN FORMA HORIZONTAL

101
Aprendiendo en Familia

Mensaje poético para los papás

Si amas a tu hijo…
Contéstale, no lo informes.
Protégelo, no lo cubras.
Ayúdalo, no lo reemplaces.
Ámalo, no lo idolatres.
Acompáñalo, no lo lleves.
Muéstrale el peligro, no lo atemorices.
Incorpóralo, no lo aísles.
Aliéntalo en sus esperanzas,
no lo desencantes.
No le exijas ser el mejor,
pídele que sea bueno y dale tú el ejemplo.
Recuerda que tu hijo no te escucha,
te mira e imita lo que tú eres.
No le prodigues amor,
rodéalo de amor.
No le dediques la vida, vivan todos.
Y finalmente,
cuando se rompa la jaula del canario
no compres una nueva
enséñale a vivir sin puertas

Anónimo

103
Anexo 4

ENCUESTA PARA LOS PADRES O


ADULTOS RESPONSABLES

¿Estimula vuestro hogar el aprendizaje?

Estas quince preguntas pueden ayudarles a determinar si están


proporcionando un ambiente que posibilite a los hijos obtener un buen
aprendizaje escolar.

Asignen dos puntos por cada frase, si su contenido es “casi siempre verda-
dero” en su hogar, un punto si es “algunas veces verdadero” y cero si es “rara vez
o casi nunca verdadero”.

Casi Algunas Rara vez o


Actitudes de padres siempre veces casi nunca
o tutores Verdadero Verdadero verdadero
2p 1p. 0p
1. Nos interesamos por conocer
las características propias del
adolescente para poder ayudar
mejor a nuestros hijos en esta
etapa de transición entre la es-
cuela primaria y secundaria.

2. Estimulamos los buenos há-


bitos de lenguaje, ayudando a
nuestros hijos a usar correcta-
mente las palabras y a apren-
der nuevas, recordándoles el
uso del diccionario.
3. Conversamos entre nosotros
acerca de lo que nos pasa, lo
que sentimos, los pasatiempos,
salidas con los amigos, noti-
cias, películas de TV., etc.

105
Cristina Kalbermatter

4. Todos los miembros de la


famili familia tratamos de or-
ganizar
nuestro tiempo, de modo
que haya horarios para
estudiar, realizar tareas en
el hogar, comer, dormir, jugar,
ver TV.
5. Hemos buscado un lugar
tranquilo o creamos
diariamente el ambiente
adecuado para que nuestros
hijos puedan estudiar sin
interferencias.
6. Conocemos qué elementos
o situaciones distraen a
cada uno de nuestros hijos
en el hogar y les impiden
concentrarse en el estudio.
Buscamos juntos soluciones
superadoras.
7. Los trabajos, tareas
escolares y la lectura se
hacen antes de ver TV., salir
a jugar con amigos o
cualquier otro pasatiempo.
8. Los adultos de la familia
que viven en el hogar, dedican
parte del tiempo a apoyar el
estudio de los hijos y conocen
cuáles son los puntos débiles y
fuertes en el rendimiento aca-
démico de ellos.
9. Concurrimos al colegio
para conversar con los
docentes de las asignaturas
en las que nuestros hijos
presentan dificultades, para
acordar modos de ayudarles
a superar los problemas.
10. Felicitamos a nuestros hijos
por sus éxitos en el estudio y
los alentamos para que su tra-
bajo sea de calidad

106
Aprendiendo en Familia

11. En nuestro hogar los hijos


participan en la elaboración
de las normas de disciplina y
hay acuerdos entre los padres
u otros adultos de no
desautorizarse uno al otro.
12. Sabemos que sea cual
fuere la constitución de
nuestra familia, podemos
luchar juntos para superar
los obstáculos y
lo hacemos, para lograr que
los hijos crezcan como
personas y obtengan éxitos
en el aprendizaje.
13. Nos preocupamos para
que nuestros hijos participen
en grupos saludables.
14. Sabemos que hay situacio-
nes o problemas difíciles frente
a los cuales es necesario soli-
citar ayuda especializada y la
buscamos.
15. Conocemos cuáles son los
cuidados que todos debemos
tener respecto de nuestra salud
física y psicológica y tratamos
de anticiparnos a los proble-
mas.
Sume los puntos

CONTROLE LOS RESULTADOS

13 o más puntos…………MB o E

9 a 12 puntos……………B

8 o menos puntos .........R o Deficiente

107
Anexo 6

LA MIRADA DEL ALUMNO

Incluimos en esta sección una técnica de diagnóstico que reco-


mendamos sea aplicada a los alumnos por el orientador educacional en
la primera semana de clases.

“Cómo me veo aquí y ahora frente al aprendizaje”

Características generales

Es una técnica de autoconocimiento que tiene por objeto facilitar


la reflexión sobre sí mismo y promover la comunicación con los demás
integrantes del grupo.

Se recomienda incluirla en un proceso de adaptación de los alum-


nos al ingresar al nivel medio o como técnica de
diagnóstico junto con otros trabajos o entrevistas individuales.

El desarrollo de la misma se propone en una secuencia de tres


momentos, que se integran y complementan entre sí.

En una primera instancia se promueve la conexión del orientado


con imágenes de su mundo interno a través de un ejercicio vivencial que
se realiza por medio de un viaje imaginario por el interior del cuerpo,
con el cual el orientado se auto–observa detenidamente.

En esta experiencia anticipada, que fluye en el curso del “darse


cuenta”, se movilizan y vivencian otros elementos que en la percepción
consciente no los tiene presentes y que actúan como índices referencia-
les en los cuales se podrá apoyar para conectarse con una realidad más
amplia.

109
Cristina Kalbermatter

El “meterse adentro” y “sintonizar con sus sentimientos e imáge-


nes” favorece el aprender a “verse”.

La relajación previa con los ojos cerrados facilita la conexión


“consigo mismo” y superar las interferencias del “afuera”.

A través de este recorrido dirigido de sus imágenes y fantasías,


surge el

“COMO ME VEO AQUÍ Y AHORA FRENTE AL APRENDIZAJE”

En un segundo momento se posibilita la expresión escrita de di-


chas imágenes, en el contexto gráfico de la figura humana, lo que su-
pone un trabajo de recordar qué sintió, cómo lo vio y qué piensa ahora
acerca de ello.

Finalmente en un tercer momento, se estimula la expresión oral


de los trabajos individuales realizados, con el fin de crear un espacio
que facilite la comunicación. Además, al compartirlo libremente en el
grupo se reflexiona sobre determinados aspectos, que de otra forma no
se verían. Esto reviste gran importancia porque cuando “uno dice lo que
siente y vivencia de sí mismo”, ayuda al otro a decirlo también, lo que
posibilita en el grupo una mayor confianza y comprensión. “Si yo me
animo a transmitir a los otros algo de mí”, es porque los valoro como
“capaces de recibirme”. Además, escuchar las experiencias de los otros,
permite relativizar y completar las nuestras.

En un grupo, donde sus miembros se animan a manifestar sus


vivencias, se mejora sensiblemente la calidad de la comunicación, tan
necesaria en esta situación particular de inserción al secundario.

Esta técnica brinda al alumno la posibilidad de DARSE CUEN-


TA POR SÍ MISMO y reflexionar sobre los siguientes aspectos de su
persona:
• las motivaciones reales frente al estudio
• las habilidades personales (facilitadores para el logro de bue-
nos resultados)

110
Aprendiendo en Familia

• las limitaciones o dificultades (obstáculos para el buen rendi-


miento en el estudio)
• los miedos y deseos que siente en este momento de inserción
al nivel medio.
• las condiciones familiares y sociales que favorecen y obstaculi-
zan el estudio en el hogar.

Formas de administración
Individual
Grupal (123 a 15 sujetos)

Tiempo de administración
Aproximadamente 80 minutos.

Materiales
Grabación de música apropiada para relajación, hojas, lápices.

Consignas previas
“Este trabajo necesita mucha concentración y conexión consigo
mismo, para que no interfiera lo de afuera y puedas descubrir lo que vas
viendo y sintiendo”.

Recomendaciones para el primer momento


Leer pausadamente e ir vivenciando el tiempo que el grupo nece-
sita para lograr la relajación.
Puede utilizarse cualquier técnica de relajación que le permita
conectarse bien con su cuerpo.

Primer momento – ejercicio vivencial


“Trata de sentarte confortablemente, apoya tu cabeza, cierra los
ojos…
¿Estás realmente cómodo?... ve si puedes ponerte aún más
cómodo, cambiando levemente de posición…
Siente tu cabeza…relaja el cuello…la cara….afloja las mandíbu-
las…
Siente tu respiración…percibe todos los detalles y cómo estás
respirando…siente como el aire entra por tu nariz y después vuelve a

111
Cristina Kalbermatter

salir…
Ahora siente tu cola…tus piernas apoyadas en la silla…las piernas
caen al suelo…los pies se apoyan…siente todo tu cuerpo…

Ahora imagino que puedo entrar a mi cabeza por una de mis ore-
jas…penetro por un túnel oscuro…lentamente…a tientas…hasta que
de pronto caigo en un gran espacio…
Me enderezo…ya puedo ver mejor…comienza a estar todo más
claro…
Miro hacia arriba…allí está todo lo que más me importa en la
vida…todo lo que valoro más…
Me acerco…miro detenidamente…observo todos los detalles…
(PAUSA)
Decido seguir explorando…encuentro un pasaje, mi cuello, lo
atravieso caminando lentamente…y tomo un camino que me lleva a
uno de los brazos…
Al entrar veo todo lo que siento capaz de hacer…las cosas que me
salen bien…las reconozco…las miro…una a una…
(PAUSA)
Salgo de este brazo, sigo caminando… y me encuentro con el otro
brazo…
Bajo y exploro…me doy cuenta que allí está todo lo que me cues-
ta hacer…me fijo bien…veo qué aparece…cómo es…cada detalle…
(PAUSA)
Salgo del brazo y continúo mi andar…hasta que llego a mis pier-
nas…
Siento que se mueven…me están llevando a mi casa…
De pronto veo en una de las piernas todas las situaciones que hay
en mi hogar que me ayudan a estudiar mejor…me acerco y miro bien…
Me dirijo ahora hacia arriba, salgo de esa pierna y camino lenta-
mente hacia la otra y allí veo todo lo que obstaculiza o impide que yo
pueda estudiar en mi casa…me doy cuenta de lo que pasa…con quié-
nes…
Ahora me desplazo hacia el lado izquierdo del pecho…y llaman
mi atención unas luces rojas y verdes intermitentes…parecen proceder
del corazón…
Me acerco y reconozco en cada luz roja los miedos que siento en este

112
Aprendiendo en Familia

momento, al ingresar al secundario. Me detengo…los observo…ya no les


tengo tanto miedo…
(PAUSA)
Ahora las luces son verdes…¿qué está pasando?
Es que me estoy dando cuenta que esas luces rojas de los miedos, ahora
se muestran verdes como la esperanza, los deseos…
Y veo allí todo lo que me gustaría…miro bien todo esto…me siento
bien…
(PAUSA)
Y ahora muy despacio…me voy yendo con mis imágenes…con todo lo
que vi en este viaje por mi interior…
Salgo por el túnel del cuello…y finalmente por la otra oreja…
Lentamente siento nuevamente como todo mi cuerpo se apoya en
la silla, siento mi cabeza…mis brazos…mis piernas…mis pies…todo mi
cuerpo…
Abro los ojos…estoy aquí, en este salón, donde están mis compañeros
y el orientador…
Me tomo un tiempo para conectarme con todo lo que me rodea…”

Segundo momento– Instancia gráfica


Consigna:
“Ahora dibuja el contorno de una persona y escribe dentro de ella
todo lo que viste en cada una de las partes de tu cuerpo al realizar este viaje
imaginario. Puedes utilizar toda la hoja para ello.”

Tercer momento – Verbalización de lo vivenciado


Consigna:
“Les propongo que ahora cada uno comente a los demás cómo se sin-
tió al realizar este trabajo y cuáles fueron las imágenes que pudieron ver al
recorrer las partes de su cuerpo”.
El orientador coordina este proceso de “puesta en común” de las
vivencias individuales sin realizar interpretaciones, ofreciendo pautas
para la reflexión crítica y la búsqueda de relaciones significativas.

113
ANEXO 7
Datos estadísticos

La técnica “Cómo me veo aquí y ahora frente al aprendizaje”,


aplicada a los alumnos en el primer mes de asistencia a clases, en las
seis secciones de primer año del Bachillerato D. F. Sarmiento, durante
el año 2002, arroja luz acerca de las apreciaciones de los educandos con
respecto a las variables reales que influyeron en esa comunidad de nivel
socio-económico medio y medio-bajo. Nos referimos específicamente a
los obstáculos familiares y sociales que interfirieron en el estudio y las
condiciones que lo favorecieron.

Al concluir el relevamiento de datos, cruzamos las apreciaciones


de los alumnos, con las expresadas por los padres, en forma oral y escrita
en el curso. Se observó mayor autenticidad en las respuestas de los edu-
candos, especialmente respecto a los obstáculos para concentrarse en el
estudio, visualizados en el hogar.

A lo largo del año, se pudieron realizar entrevistas a las familias


que presentaban mayores dificultades y se realizó un seguimiento es-
pecial de las mismas. Los profesionales del Gabinete Psicopedagógico
informamos de estos resultados a los Equipos educadores de cada curso,
integrado por los docentes de todas las asignaturas, en las reuniones de
diagnóstico y seguimiento.

Ese trabajo mancomunado nos posibilitó realizar prevención se-


cundaria con los educandos y sus familias, tratando de modificar las
variables que incidían negativamente en el apoyo que el hogar podía
brindarles para mejorar el rendimiento escolar.
Con gran satisfacción podemos afirmar que este apoyo aportado
por todos los miembros de la comunidad educativa se evidenció en el
mejoramiento de las calificaciones obtenidas por los alumnos en el cur-
so del año lectivo, comparadas con el rendimiento obtenido en años
anteriores.

115
La tarea de lograr el acercamiento de la familia a la escuela, fue
ardua y los logros fueron muy paulatinos y lentos, pero luego de diez
años, pudimos apreciar, con “sano orgullo” los importantes cambios
logrados.
Aprendiendo en Familia

117
Cristina Kalbermatter

118
Aprendiendo en Familia

119
Cristina Kalbermatter

120
Aprendiendo en Familia

121
Cristina Kalbermatter

122
Aprendiendo en Familia

Conclusiones de la apreciación diagnóstica

Respecto a las condiciones familiares y sociales que interfieren en


el estudio, los alumnos destacaron como importante, la asiduidad de las
visitas (parientes, amigos, vecinos), que fueron vivenciadas por los hijos
como “robo del tiempo que los padres pueden dedicar a la atención de
ellos” y manifiestan que los distraen y no le permiten concentrarse en el
estudio.

La ausencia de ambos padres, o del único progenitor que se hace


cargo del hogar, por razones de trabajo, recarga a los hijos con responsa-
bilidades (cuidado de hermanos y otras tareas propias de la madre). Este
es un obstáculo severo en el medio social en el que están insertos nuestros
alumnos.

La falta de un espacio adecuado para estudiar es una limitación


real, que se ve acentuada en muchos casos porque no hay un adulto
que asuma el rol de organizar el tiempo y los espacios para posibilitar
el estudio. Las discusiones familiares son vistas por los alumnos como
interferentes para la concentración necesaria requerida en el aprendizaje.

En relación a las condiciones familiares que favorecen el estudio,


los alumnos expresaron que la música suave o el silencio es muy valorado
por ellos como parte de un ambiente favorable y mencionan “la música
fuerte de los hermanos mayores” y la “televisión encendida todo el día”
como interferentes.

123
Cristina Kalbermatter

La actitud de diálogo entre padres e hijos es también una condi-


ción relevante que es mencionada por los educandos como facilitador
del aprendizaje.

Evidentemente aún necesitan ayuda de los adultos para distribuir


su tiempo y para el estudio en sí. Aunque surjan rebeldías y protestas,
finalmente reconocen el valor de estos aportes.

124
Aprendiendo en Familia

Bibliografía

Bloom, Benjamín S. “Ayudando a los niños a aprender bien”, “La


inocencia en educación” en Selección pedagógica, edit.
Mario Leyton Soto, 1973 Centro de perfeccionamiento, expe-
rimentación e investigaciones pedagógicas. Ministerio de educación,
Santiago de Chile.
Pizarro Sánchez, R. “Perspectivas educacionales”. Universidad de
Playa ancha Santiago de Chile 2000.
Costa, Pablo “Estudiante se hace, no se nace” Ed. Troquel, Bs.As.
1993.
Padioleau, Marie “Queridos adolescentes”. Ed. Grijalbo,1999’ Bri-
tos de Vila, G. y Müller, Marina “101 juegos para educadores, padres y
docentes”. Edit. Bonum Bs. As. 1999.
Kalbermatter, Cristina; Bertarelli, Ana; Cravero, Nora; Pérez,
Sandra y otros. “Cómo me veo aquí y ahora” Téc. Presentada en Jornadas
de Orientación Vocacionat, Córdoba, 1992.
Kalbermatter, Cristina “Cómo estimular desde el hogar el apren-
dizaje”. Ponencia en Jornadas “La familia y la escuela: un espacio de
concertación”, Córdoba, 1994.
Kalbermatter, Cristina “Aprendiendo en familia”, Disertación en
el Simposio Hogar y Escuela en el Congreso Nacional de Educación,
Córdoba, 2000.
Rodríguez, M. y Luna, S. Desarrollo teórico práctico de los módulos
del curso “Aprendiendo en familia” en la Escuela Normal Superior “Dr.
Alejandro Carbó. Córdoba 2003

125
Contenido

Dedicatoria......................................................................................3

Agradecimientos...............................................................................5

Prefacio de la segunda edición..........................................................7

CARTA ABIERTA A LOS PADRES..............................................15

Cómo estimular el aprendizaje desde el hogar.................................17

MÓDULO Nº 1...........................................................................19
¡Cómo pasó el tiempo... mi hijo ingresa al secundario!...................19

MÓDULO Nº 2
¡Cómo pierden su tiempo... no se organizan! .................................25

MÓDULO Nº 3
Construyendo juntos una manera de aprender...............................31

MÓDULO Nº 4
¡Atención! ¡Concentración!.............................................................35

MÓDULO Nº5
Si lo escucharas... mirándolo a los ojos...!........................................41

MÓDULO N° 6
Valen más de lo que pesan..............................................................45

MÓDULO Nº 7
Quién manda en mi casa?...............................................................51

126
Aprendiendo en Familia

MÓDULO Nº 8
Si faltan constructores... necesitamos más ingenio..........................59

MÓDULO Nº 9
Los adolescentes de ahora... no son como los de antes....................65

MÓDULO Nº 10
¿Qué paragolpes tan extraños!.........................................................69

Anexo 1
Contrato para los padres o adultos responsables..............................77

Curso a distancia para padres, tutores o adultos responsables


del alumno.....................................................................................79

Anexo 2. Tareas para los padres o adultos responsables............. 81-99

Anexo 3........................................................................................101

Anexo 4. Encuesta para los padres o adultos responsables............105

Anexo 6. La mirada del alumno ..................................................109

Anexo 7. Datos estadísticos..........................................................115

127

También podría gustarte