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Las paredes rojo sangre de Van Gogh

“La Noche Estrellada”, “El Dormitorio en Arlés” y “Autorretrato con Oreja Cortada” son
solo algunas de las cerca de novecientas obras de Vincent Van Gogh, reconocido
mundialmente por sus trazos y colores tan característicos. Sin embargo, detrás de sus obras de
arte se esconde un significado mucho mayor de lo que el ojo ve a primera vista. Sus obras
cuentan la historia de un hombre crecido en la Europa del siglo XIX, momento en que,
gracias a los avances industriales, las ciudades se vuelven un centro de comercio y de
encuentro para las multitudes; una pasarela donde se puede ver a simple vista los
movimientos de la sociedad de la época. Tener ante sí los gérmenes de la sociedad de
consumo no es tarea fácil para alguien que ha vivido toda su vida poniendo lo espiritual por
sobre lo material y esto acaba por traducirse en un sentimiento de marginalización que con el
pasar de los años se va profundizando y reflejando en sus pinturas.

Por ello, en este ensayo he de explorar cómo se ve reflejada la sociedad europea del siglo
XIX a través de las aflicciones que tiene Van Gogh con ella y que plasma en sus obras.

Para esto usaré como principales ejes tres pinturas de Van Gogh, que serán objeto de análisis
y comparación, además de vincularlas con algunos conceptos que sirven para describir la
sociedad europea de la época.

En primer lugar, hablaré acerca de “Café nocturno” (óleo sobre lienzo; Arlés, 1888; ver
Anexo) y su relación con conceptos como el spleen de Baudelaire, apoyándome en los textos
“El París de Baudelaire”, de Walter Benjamin “El Pintor de la Vida Moderna” y “Cartas a
Theo”.
En segundo lugar, hablaré de “Un par de zapatos viejos” (óleo sobre lienzo, 1886; ver
Anexo) y su vínculo con la idea de alienación y del espíritu por sobre lo material propio de
Van Gogh. Para esta obra usaré principalmente de apoyo “Van Gogh el Suicidado por la
Sociedad”, ensayo hecho por Antonin Artaud en 1947.
Finalmente hablaré brevemente de “Terraza de café por la noche” (óleo sobre lienzo; Arlés,
1888; ver Anexo) para referirme sobre algunos aspectos de la ciudad europea del siglo XIX,
caracterizado por terrazas y pasajes.

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Comenzaré con “Café nocturno” (óleo sobre lienzo; Arlés, 1888; ver Anexo).

Esta obra muestra una fuerte presencia de tonos rojos, amarillos y verdes. En el centro de la
pintura se encuentra una mesa de billar verde, al rededor, hay mesas con copas y personas
sentadas que parecen estar a medio dormir. Hay una lucha constante entre el rojo y el verde
en esta pintura, chocando con la barra que se encuentra hacia el fondo y el jarrón de flores
rosa pálido.

Esta pintura demuestra el contexto histórico en que la ciudad se vuelve un centro social que
permite ver las dinámicas de las masas en movimiento. Esta vida urbana mezcla gentes y
comportamientos heterogéneos, saliendo a la luz todo aquello que usualmente se encontraba
tras puertas cerradas. (Baudelaire, 1863) Aparece a plena vista la decadencia y alienación con
los personajes que duermen sentados en la mesa. Es, en parte, a esto a lo que Baudelaire se
refiere con el spleen: la decadencia, la desilusión de la sociedad, la melancolía, la rabia por
vivir, (Benjamin, 2012) las “paredes rojo sangre” y el verde utilizado por Van Gogh para
expresar “las terribles pasiones humanas.” (Van Gogh, 1888, p. 345.)

Si bien “Un par de zapatos viejos” (óleo sobre lienzo, 1886; ver Anexo) fue realizada unos
años antes que esta obra, parece ser, en cierta forma, la sensación que la sociedad deja en Van
Gogh.

Esta obra está hecha con tonos cafés y amarillos y solo tiene un objeto distinguible: un par de
zapatos o botas desgastadas. La pincelada del artista es suelta en esta obra, en comparación
con la anterior, aunque de todos modos logra gran detalle.

Sobre esta obra hay gran debate, pues parece tener un significado profundo detrás. En cierta
manera habla de la ausencia del yo; como se puede apreciar, no hay nadie usando los zapatos.
Se puede hasta argumentar que hay un descalce del sujeto, una fractura. Esto remite un poco
hacia la noción de alienación dentro de la sociedad del comercio que tenemos como contexto
histórico-social dentro de este ensayo. También se puede vincular a la filosofía de vida de
Van Gogh donde lo espiritual tiene una mayor importancia que lo material, (Artaud, 1947)
demostrado en el acto de dejar atrás los zapatos, andar descalzo. A partir de esto es que
argumento que esta obra refleja muy bien los conflictos que tenía Van Gogh con esta nueva
sociedad que se comienza a formar, que contribuye al sentimiento de marginalización del

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artista al no conformar con el estilo de vida que promueve esta nueva sociedad que no quiere
escuchar las ideas de Van Gogh. (Artaud, 1947)

Esta obra es significativamente diferente a “café nocturno” pues en esta pintura se puede
apreciar un objeto principal, mientras que en la anterior obra se pueden destacar un sin
número de elementos y colores, aunque en ambas pinturas hay una presencia clara del color
amarillo.

Si bien son completamente distintas a primera vista, parecen representar algo parecido: la
alienación, el spleen de Baudelaire que se refiere a la ciudad como un lugar que se hunde; la
pérdida del sujeto en la multitud. “Café nocturno” representa la decadencia de la ciudad y
“Un par de zapatos viejos” se puede ver como la sensación de ausencia del sí que provoca
esto en Van Gogh.

Finalmente tenemos “Terraza de café por la noche” (óleo sobre lienzo, Arlés, 1888)

Esta pintura muestra un pasaje; los colores más brillantes se encuentran en las afueras de un
café o restaurant donde hay gente sentada alrededor de las mesas del lugar. También se puede
apreciar personas caminando por el pasaje. Destacan, una vez más, los tonos amarillos,
además de los verdes y azules. En el fondo se puede ver la silueta de edificios y el cielo de
tonos vibrantes con lo que parecen ser estrellas.

Lo que más quiero destacar en esta pintura es la representación de los pasajes característicos
de la época; demuestra el escenario que servirá de centro social, el Flâneur de Baudelaire:
presencia de multitudes, centros comerciales, la ciudad como el nuevo paisaje. (Benjamin,
2012) Se puede ver la vida nocturna y los movimientos de la sociedad en él. Es en estos
pasajes donde están los cafés, como “café nocturno” que Van Gogh utilizó para retratar la
decadencia de la ciudad. Son estas las calles en que la sociedad marginaliza a Van Gogh.

Entonces, ¿cómo se ve reflejada la sociedad del siglo XIX a través de las aflicciones que
tenía Van Gogh con ella y que plasma en sus obras?

Se puede apreciar la manera en que Van Gogh representa la sociedad como una
principalmente materialista y alienada. También se puede ver el efecto del creciente comercio
en la ciudad y las masas en sus pinturas de los distintos cafés, y pasajes que se va
encontrando, de la gente y las escenas que conforman y las sensaciones que generan en el

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artista, donde hasta la manera de emplear el color cambia, usando colores contrarios para
reflejar la decadencia humana que estaba ante él. (Van Gogh, 1888, p. 345.) Al pretender
hacer una especie de análisis de la sociedad moderna – por corto que sea dicho análisis – es
difícil mantenerse objetivos ante este fenómeno cuando se estudia a través de la visión
artística de otra persona, pues estudiar la sociedad europea del siglo XIX a través de los ojos
de Van Gogh significa necesariamente tener que comprenderla desde la nostalgia de tiempos
más simples, la alienación, la marginalización y la decepción de la creciente importancia de
lo material por sobre lo espiritual, de la incesante decadencia nocturna de los cafés en los
angostos pasajes, de las botas dejadas atrás, del suicidio y el contraste del verde con las
paredes rojo sangre.

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BIBLIOGRAFÍA

- Antonin Artaud (1947) Van Gogh el suicidado por la sociedad. Editorial Argonauta.
Buenos Aires, 2007.

- Charles Baudelaire (1863) El pintor de la vida moderna. Editorial Fundación Caja


Murcia. Murcia, 1995

- Walter Benjamin (2012) El París de Baudelaire. Editorial Eterna Cadencia. Buenos


Aires, 2012.

- Vincent Van Gogh (1873 - 1890) Cartas a Theo. Editorial Alianza. Madrid, 2008.

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Anexo: Obras

Vincent Van Gogh, “Café nocturno”, 1888.


72,4 x 92,1 cm (óleo sobre lienzo).

Vincent Van Gogh, “un par de zapatos viejos”, 1886.


38,1 x 45,3 cm (óleo sobre lienzo).

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Vincent Van Gogh, “Terraza de café por la noche”, 1888
81 x 65,5 cm (óleo sobre lienzo)

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