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LO HUMANO

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Huesos. Líquidos, músculos, sangre. Corazón. Tendón, carne. Cerebro. Líquidos,


tendones, huesos, carnes, músculos, corazón.
¿Dónde comienza lo humano? ¿Qué es la naturaleza humana?
Al intentar definir al hombre tenemos que, por un lado, trazar sus límites con respecto
a todo lo que no es hombre. Aunque parecería que para ello sería necesario poder
encontrar una naturaleza del hombre clara y precisa Pero, ¿es posible poner un límite
así, contundente ¿O lo humano, en sus límites, es ambiguo?
No todas las culturas definen al hombre del mismo modo No hay un Hombre, con
mayúscula Hay hombres. O más bien, siempre que hablamos de "la" humanidad
hablamos, en realidad, de algunos hombres que se creen sus mejores exponentes.
Definir algo es establecer su esencia. Cuando se busca delimitar la esencia de
cualquier cosa, se termina optando por una de sus posibles interpretaciones como si
fuese la verdadera. Pero ¿esto significa que no hay una naturaleza humana?
En principio, si hubiera una naturaleza humana, habría que decidir dónde poner el
límite con respecto a qué poner el límite. Habría que decidir también qué es lo no
humano. Habría que decidir también qué es lo no humano Por ejemplo, Aristóteles
sostenía que el hombre es un animal racional,y así, el límite, lo trazamos con los
animales. El hombre comparte rasgos con cualquier animal, pero posee una
característica esencial que lo diferencia del resto. El hombre piensa. El hombre es un
ser vivo. Y comparte con todos ellos la mayoría de sus funciones vitales. Por eso
tiene, según Aristóteles, una serie de funciones parecidas al resto.
Por ejemplo, una función vegetativa, que le permite reproducirse o
nutrirse, al igual que las plantas. Pero también tiene una función
sensitiva, que comparte con los animales, y que le permite desear y
sentir dolor y placer.
Ahora, lo diferencial del hombre, su función, que no comparte con
nadie, es la función del pensamiento.
El alma se ha constituido, a lo largo de la historia de occidente, en aquel elemento que
aún siendo externo a lo biológico es quien más propiamente nos hace humanos.
Lo paradójico es que resulta ser un elemento extranatural quien mejor nos instala
en nuestra naturaleza humana.
Sostener la tesis del alma supone una metafísica. Esto es, la existencia de una zona
de sentido de las cosas más allá de la física. El alma se complementa, así, con una
serie de elementos metafísicos, como Dios o la inmortalidad. Y es por eso que las
religiones sostienen una idea de lo humano que está más cerca de lo divino que de lo
animal. El que el hombre habite en un cuerpo es casi una casualidad.
En los textos bíblicos, Dios crea al hombre del barro, y lo hace humano en la medida
en que le insufla el alma por la nariz. Pero hay otra forma de pensar el límite. Pensar,
por ejemplo, si el hombre es, por naturaleza, previo a la sociedad, o si en la
naturaleza de lo humano está el vivir en sociedad.
La tradición antigua va insistir en el carácter social de la naturaleza humana. No hay
hombres por fuera del marco social; la sociedad es como una gran familia. La
sociedad es como una gran familia, pero expandida.
En la modernidad, en teorías como la de Hobbes, el origen de lo social se lo piensa de
un modo inverso. El hombre, por naturaleza, es un ser aislado, egoísta e
individualista. Ya hay hombre previo al orden social. Hobbes entiende que los
hombres estamos como lanzados a la satisfacción de nuestros deseos, como si
fuésemos lobos hambrientos. De este modo, por temer a la muerte y poseer
capacidad racional, el hombre teme la posibilidad de llegar a una guerra de todos
contra todos. Para que esto no suceda, el hombre decide pactar con el otro y constituir
una sociedad regida por una ley que lo limite y lo ordene.
¿Somos los hombres egoístas por naturaleza? Pero, de nuevo
¿hay una naturaleza humana.
Marx cuestiona esta pregunta y nos habla del hombre alienado. La
alienación es un estado por el cual los factores de poder que hay
en toda sociedad hacen todo lo posible para que el sometido
naturalice su condición de dominado. La alienación logra su
propósito cuando el hombre internaliza valores, creencias e ideas como si fueran una
creación propia e independiente.
¿Cómo se aliena el hombre?

Por medio de toda una serie de dispositivos institucionales que instalan un imaginario
sobre las cosas. Como por ejemplo con la misma idea de hombre que se vuelve otro
producto del poder para sostener al actual sistema capitalista. Porque al sistema
capitalista le es funcional una idea de hombre que se sostenga desde el
individualismo y la meritocracia. Del mismo modo que le es funciona la idea de
libertad individual como única opción de libertad. O la idea de propiedad privada como
única forma de propiedad. Pero entonces ¿se puede pensar lo humano desde otro
lugar? Y si el hombre no es más que un animal, y punto Un animal que se cree
diferente Hay un sentido común que cree que el hombre no es más que un animal,
más desarrollado y un cuerpo más eficiente para el dominio de la naturaleza.
Así, nuestra superioridad sobre el resto de los seres vivos se hallaría justificada Sin
embargo, la teoría darwinista no postula, como se cree, que en la lucha por la
existencia sobrevivensolo los que mejor se adaptan a los cambios naturales por
generar mutaciones sino que es exactamente a la inversa.
Los seres vivos, por puro azar, generamos variaciones modificamos ciertos rasgos
por ello, cuando se produce un cambio natural imprevisible los que por azar hayamos
mutado y podamos adaptarnos mejor a los cambios seremos los que sobrevivamos
No hay merecimientos ni evolución preprogramada en la naturaleza, sino azar. No hay
criaturas superiores a otras. Los hombres someterán a las vacas pero las bacterias
someten a los hombres.
Todo es contingente. Es decir, que no responde a ningún tipo de
evolucionismo pensado desde el progreso, o desde el
mejoramiento de la especie.
¿Dónde comienza lo humano? ¿Qué es la naturaleza humana? El
hombre piensa. Y si pensar es para el hombre lo que otros
mecanismos neurológicos son para el animal? ¿Y si el nido es,
para el hornero, lo que un edificio es a lo humano? Sólo se trataría de una cuestión de
proporciones. Y sin embargo nos creemos superiores. No hay un hombre cerrado.
"La naturaleza del hombre es estar todo el tiempo transformando nuestra propia
naturaleza". No hay un modelo de lo humano. Lo humano se reinventa todo el tiempo.
El hombre, desde la técnica, vive modificando su entorno y modificándose a sí
mismo. De lo que se trata, tal vez, es de salirnos de la omnipotencia.
Nietzsche, para eso, nos hablaba del superhombre, pero no como una categoría
superior, sino como la posibilidad de pensar lo humano más allá del modo en que la
idea de hombre viene rigiendo en occidente. Pensar lo humano como cambio, como
vida, como contingencia, como un horizonte abierto.

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