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Relativismo (ingl. relativism; franc. re- tativisme; alem. Relativismus; ital.

relativismo). La doctrina que afirma la relatividad del conocimiento, en el sentido


que a esta expresión se le diera en el siglo xix, es decir: 1) como acción
condicionante del sujeto sobre sus objetos de conocimiento; 2) como acción
condicionante recíproca de los objetos de conocimiento. Este doble
condicionamiento de todo objeto de conocimiento fue por vez primera considerado
como fundamento del R. por W. Hamilton, quien insistió, por un lado, en el hecho
de que todos los objetos existentes pueden ser conocidos sólo en relación con las
facultades humanas y bajo condiciones determinadas por estas mismas facultades
(Lectures on Metaphysics, I, 1870, 5* ed., p. 148), por otro lado, acerca de la
condicionalidad que los objetos de conocimiento ejercen uno sobre otro
(Discussion on Philosophy, 1852, p. 13). Sobre el fundamento de estos dos puntos
(que no tenían nada original, porque pueden reconocerse con facilidad como las
tesis más genéricas del empirismo y del criticismo) Hamilton afirmó, al mismo
tiempo, la incognoscibilidad de lo Absoluto y su existencia, ya que también se
puede creer en lo que no se conoce (Lectures, ’it., II, pp. 530-531). Estas tesis
fueron utilizadas para una apologética religiosa por Έ. L. Mansel (Philosophy of
the Conditioned, 1866). Pero fue sobre todo el positivismo el que las difundió
aceptando, con Spencer, el punto de vista de Hamilton que admite la relatividad
del conocimiento humano, la incognoscibilidad de lo Absoluto y su existencia (First
Principies, 1862, §§ 23 ss.).
Fuera del positivismo, el R. ha sido aceptado por algunas corrientes del neo-
criticismo y del pragmatismo. En el ámbito del primero, C. Renouvier, en los
Essais de critique générale (18541864), insistió acerca de la relatividad del
fenómeno, que no subsiste sino en relación con otros fenómenos y en relación con
el sujeto cognoscente (Essais, I, pp. 50 ss.) y G. Simmel afirmó que "el R. se
puede formular así, con referencia a los principios del conocimiento: los principios
constitutivos fundar mentales, al expresar una vez por todas la esencia de las
cosas, resultan principios reguladores, los cuales son solamente puntos de vista
para el progreso del conocer” (Philosophie des Geldes ["Filosofía del dinero”],
1900, p. 68). En el ámbito del pragmatismo, el R. fue defendido por F. C. S.
Schiller y resultó, desde este punto de vista, la negación de toda verdad "absoluta"
o “racional” y el reconocimiento de que la verdad está siempre en relación con el
hombre, o sea, es válida por serle útil, por lo que Schiller vio en el dicho de Pro-
tágoras: "el hombre es medida de todas las cosas”, el mayor descubrimiento de la
filosofía (Studies in Humanism, 1902, pp. xss.). La antigua sofística, el
escepticismo y (en parte) el empirismo y el criticismo resultaron, desde este punto
de vista, manifestaciones de un R. que iba en busca de sus precedentes e
intentaba crearse una tradición. Pero en realidad, el R. ha sido fenómeno
moderno, ligado a la cultura del siglo xix y ha constituido una especie de giro de la
filosofía dogmática de este siglo, giro que tiene sus mismos supuestos. Esto se
observa muy bien en la manifestación extrema (la única auténtica) del R., o sea en
la doctrina expuesta por O. Spengler en su libro La decadencia de Occidente
(1918-1922), en el cual se afirma la relatividad, no solamente del conocimientc.
sino de todos los valores fundamentales de la vida humana en la., épocas de la
historia, consideradas como entidades orgánicas, cada una de las cuales crece, se
desarrolla y muere sin relación con la otra. Desde este punto de vista, la
relatividad ataca, no sólo a la verdad religiosa y filosófica, sino también a la moral
y científica: "Toda cultura —dijo Spengler— tiene su propio criterio, en el cual
comienza y termina su validez. No existe moral universal de ninguna naturaleza”
(Der Untergang des Abendtanges, I, cap. I, p. 55; trad. esp.: La decadencia de
Occidente, Madrid, 1934).
De esta manera, que es la única rigurosamente coherente, el R. afirma la
relatividad de los valores sólo por considerar necesaria la relación entre los
valores mismos y la época histórica a la que pertenecen, negando la posibilidad de
que puedan relativizarse a otros hombres, épocas y circunstancias, logrando de tal
manera obtener una autonomía parcial que desmentiría el R. Por lo tanto, en sus
supuestos filosófifilosóficos, el R. no es más que absolutismo, una de las
manifestaciones del absolutismo del siglo xix (cf. P. Rossi, Lo storicismo tedesco
contemporáneo, 1956, passim).

Subjetivismo (ingl. subjectivism; franc. subjectivisme; alem. Subjectivismus; ital.


soggettivismo). Término moderno que designa la doctrina que reduce a estados o
actos del sujeto (universal o individual) la realidad o los valores. En tal sentido, el
idealismo es S. porque reduce la realidad de las cosas a estados del sujeto
(percepciones o representaciones) y análogamente se habla de S. moral o de S.
estético cuando se reducen el bien, el mal y lo bello y lo feo a las preferencias de
los sujetos en particular. El término se usa a menudo en forma polémica y por lo
tanto su significado no tiene gran precisión.
Subjetivo (ingl. subjective; franc. sub- jectif; alem. subjektiv·, ital. soggetti-
vo). Lo que pertenece al sujeto o tiene el carácter de la subjetividad. El adjetivo ha
tenido los dos significados que corresponden a los del término sujeto, pero sólo el
segundo de ellos sigue usándose. 1) A partir de la escolástica del siglo xin el
adjetivo significa simplemente sustancial. Dijo Occam: "Se puede decir con
probabilidad que lo universal no es algo real que tiene existencia sustancial (esse
subjectivum) en el alma o fuera del alma, sino que existe en el alma en un modo
de ser representativo (in esse objectivo) que corresponde a lo que la cosa externa
es en su existencia sustancial” (In Sent., I, d. 2, q. 8, E; cf. Duns Scoto, DeAn., 17,
14). Este significado se mantuvo durante toda la Edad Media.
2) El significado de S. como perteneciente al yo o al sujeto del hombre se
encuentra por vez primera en algunos autores alemanes del siglo xvm (acerca de
los cuales cf. Cassirer, Er- kenntnisproblem, 1908, libro VII; trad. esp.: El problema
del conocimiento en la filosofía, y en la ciencia modernas, 4 vols., México, 1948-
1957, F.C.E.). Ya Baumgarten hablaba de la “fe considerada subjetivamente”
frente a la "fe considerada objetivamente” que es el conjunto de las reencias (Met.,
1739, §993). Y algún decenio más tarde se discutió si la belleza o la verdad eran
S. u objetivas, entendiéndose por objetiva "una propiedad de los objetos” y por S.
“una representación de la relación de las cosas con nosotros, o sea una relación
con el que las piensa” (J. C. Lossius, Physische Ursachen des Wahren [“Causas
físicas de la verdad”], 1775, p. 65). La misma distinción se encuentra en Tetens
(Philosophische Versuche [Ensayos filosóficos], 1776, I, pp. 344, 560, etc.). Kant
dedujo el nuevo significado atribuido al sustantivo sujeto, a través de este uso del
adjetivo.
Sublimación (ingl. sublimation; franc. sublimation; alem. Sublimierung; ital.
sublimazione). Un mecanismo psicológico de defensa que consiste en la
transformación de los impulsos sexuales en actividades psíquicas superiores y
especialmente en la producción artística. La S. fue descrita por Freud como un
proceso "en el cual es proporcio1

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