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FUNDAMENTOS DE NUTRICIÓN
Alimentación: es el conjunto de acciones mediante las cuales se proporcionan alimentos al
organismo. Abarca la selección de alimento, su cocinado y su ingestión. Depende de las
necesidades individuales, disponibilidad de alimentos, cultura, religión, situación socioeconómica
aspectos psicológicos etc. Los alimentos aportan sustancias que denominamos nutrientes, que
necesitamos para el mantenimiento de la salud y prevención de enfermedades.
Nutrición: Es la ciencia que comprende todos aquellos procesos mediante las cuales el organismo
incorpora, transforma y utiliza, las sustancias químicas (nutrientes) contenidas en los alimentos. El
cuerpo humano necesita los nutrientes para llevar a cabo distintas funciones:
1) Cubrir necesidades energéticas
2) Formar y mantener las estructuras corporales
3) Regular los procesos metabólicos
4) Prevenir enfermedades relacionadas con la nutrición
Bromatología: es aquella ciencia orientada al estudio de los alimentos. La bromatología es una
especialidad que analiza en profundidad las sustancias que ingiere el ser humano para sobrevivir.
Responde preguntas como ¿Qué es el alimento? ¿Qué contienes? ¿Qué nutrientes aporta? Entre
otras muchas preguntas.
Gracias a todos los conocimientos que proporciona la bromatología podemos conocer mejor el
desarrollo de aspectos como la nutrición, para conocer los efectos beneficiosos o perjudícales de
los alimentos.
Objetivos de la bromatología
Dietética: Es la rama de la medicina que estudia todo aquello relacionado con la nutrición de las
personas. Así, los profesionales de la dietética estudian el proceso por el cual nuestro organismo
procesa alimentos para metabolizar los nutrientes. Además, los dietistas también asesoran sobre
hábitos de alimentación saludable.
Objetivos nutricionales: Mantener una adecuada alimentación que le brinde una correcta
nutrición a nuestro organismo permitiéndole cubrir necesidades básicas y biológicas. Mantener y
mejorar la salud, prevenir enfermedades ligadas a una alimentación desequilibrada. Desarrollo y
crecimiento permitiendo que se cumpla el ciclo de la vida.
Componentes del gasto energético: el organismo gasta energía constantemente para vivir y por
ello es necesario reponerla con los alimentos que ingerimos. Los tres componentes del gasto
energético del gasto total diario (GETD) son:
1) Actividad física: es la energía que gastamos para movernos, pasear, subir escaleras, hacer
ejercicio etc. Supone un 25% del GETD pudiendo llegar a un 50% en caso de deportistas
profesionales.
2) Metabolismo basal: es la energía que gastamos para mantener nuestras funciones vitales
como respirar, latidos del corazón, funciones neurales y mantener la temperatura
corporal. Supone entre un 60 – 65% del GETD
3) Efecto termógeno de los alimentos: es la energía que gastamos para la digestión,
absorción, distribución, almacenamiento y excreción de nutrientes contenidos en los
alimentos. Supone un 10% del GETD, pero no es por ello menos importante.
Proteínas: las proteínas son sustancias que ofrecen una amplia variedad de funciones en el
organismo participando inclusive en la composición de las células. No existe ningún proceso
biológico en el cual las proteínas no estén involucradas.
Las proteínas están formadas por aminoácidos. Las proteínas son fundamentales para nuestro
metabolismo y para la formación y el desarrollo de todos los órganos y tejidos.
- Funcionan como vehículo para el transporte de las sustancias como vitaminas, minerales,
lípidos y oxigeno por todo el cuerpo.
- Al ser parte integral de la mayoría de las estructuras corporales, dan apoyo para el
crecimiento y la reparación de todos nuestros tejidos
- Las proteínas permiten mantener el equilibrio acido-base de los fluidos corporales al
actuar como amortiguadores.
- Son fundamentales para mantener el volumen de líquidos y la composición de los fluidos
corporales
Aminoácidos: las proteínas están compuestas por aminoácidos, algunos de los cuales nuestro
cuerpo puede producir, esos serían los aminoácidos no esenciales
Los aminoácidos esenciales son aquellos que necesitamos obtener de los alimentos de origen
animal y poseen proteínas completas.
Las proteínas animales son consideradas las de mayor calidad entre todas las fuentes alimenticias.
Sin embargo, algunos de estos alimentos se han asociado con altas ingestas de grasas saturadas y
colesterol.
No obstante, si se tiene una adecuada educación nutricional, se puede evitar el problema
consumiendo fuentes con poca grasa. Por ejemplo, eliminando la piel del pollo, consumiendo
carnes magras y pescados, así como las claras del huevo.
Las proteínas vegetales, cuando se combinan para proporcionar todos los aminoácidos esenciales
pueden llegar a ser una excelente fuente de proteína ya que es probable que su ingesta frecuente
disminuya el consumo de grasas saturadas y colesterol.
Es importante destacar que hay productos vegetales como la soya que ofrecen alternativas
saludables para quienes buscan fuente proteica diferentes del origen animal. Incluso para quienes
no toleran la lactosa pueden consumir productos lácteos.
Se ha comprobado que los productos elaborados con soya consumidos en grandes cantidades por
diferentes grupos poblacionales, tienen grandes beneficios.
Lípidos: los lípidos son un grupo de moléculas biológicas que comparten dos características: son
insolubles en agua y son ricas en energía debido al número de enlaces carbono-hidrogeno.
En cuanto a su propósito en el cuerpo humano los lípidos son de crucial importancia para el
almacenamiento de energía y el desarrollo de la membrana celular.
Si los niveles de los lípidos llegan a ser demasiado altos pueden acumularse en las paredes de las
arterias hasta formar una placa que puede obstruir el paso de la sangre.
Hidratos de carbono: Los carbohidratos son compuestos que contienen carbono, hidrógeno y
oxígeno. Durante el metabolismo se queman para producir energía, y liberan dióxido de carbono
(CO2) y agua (H2O). Los carbohidratos en la dieta humana están sobre todo en forma de
almidones y diversos azúcares.
Vitaminas: Cada una de las 13 vitaminas cumple una función concreta en el organismo, y su
carencia puede causar problemas de salud. Descubre sus fuentes alimenticias y las cantidades
diarias recomendadas para incluirlas en tu dieta.
Vitaminas liposolubles: Las vitaminas liposolubles se llaman así porque son capaces de disolverse
en lípidos y grasas. Originalmente se habló de un “factor liposoluble A”, pero luego la investigación
determinó que en este factor había más de un compuesto de interés para la salud. Hoy en día las
vitaminas reconocidas que pertenecen a este grupo son las vitaminas A, D, E, y K.
Los alimentos ricos en estas vitaminas son aceitosos o grasosos: aceite de hígado de bacalao,
aceite de almendras, etc. Las vitaminas liposolubles se comercialicen en preparados tales como
aceites, emulsiones, o cápsulas blandas que en su interior contienen aceites ricos en vitaminas.
Vitaminas hidrosolubles: Las vitaminas hidrosolubles se llaman así porque son capaces de
disolverse en agua en mayor o menor cantidad. Pertenecen a este grupo la vitamina C, vitaminas
del grupo B, biotina, ácido pantoténico y ácido fólico.
Son vitaminas que participan en varias reacciones químicas del organismo, y su falta se expresa de
diferentes maneras
Después, a medida que la investigación prosiguió, la comunidad científica descubrió que ese
extracto no tenía un factor B, sino que tenía varios factores diferentes.
Minerales: Los minerales son los elementos naturales no orgánicos que representan entre el 4 y el
5 por ciento del peso corporal del organismo y que están clasificados en macrominerales y
oligoelementos. El ser humano los necesita para mantener el buen funcionamiento del cuerpo y
garantizar, entre otros, la formación de los huesos, la regulación del ritmo cardiaco y la producción
de las hormonas.
Macro minerales: En la dieta normal, los macrominerales son aquellos que el organismo necesita
en cantidades más grandes. En este grupo se incluyen el calcio, fósforo, magnesio, potasio, azufre,
cloro y sodio.
Las funciones de cada uno de los macrominerales son muy amplias y algunas aún se desconocen.
Sin embargo, son necesarios para que las funciones del organismo se desarrollen con normalidad.
Los especialistas señalan que la mejor forma de obtenerlos es a través de la dieta. Los alimentos
que contienen macrominerales son muchos.
1) Los minerales que aportan calcio, uno de los responsables en la formación de los dientes y
de los huesos, están presentes fundamentalmente en los lácteos y los derivados lácteos.
Además, también podemos encontrar el calcio en hortalizas de hojas verdes, como el
repollo, el brócoli, la col rizada, los nabos o la berza común, el salmón, las sardinas, frutos
secos como las almendras o las semillas de girasol y legumbres secas, entre otros
productos.
3) El fósforo es otro de los macroelementos que participa en la formación de los dientes y los
huesos junto con el calcio. Se puede obtener principalmente en productos proteícos como
la carne y la leche. Otros alimentos que lo contiene son los cereales y el pan integral.
Oligoelementos: Respecto a los oligoelementos, estos son los minerales que el organismo sólo
requiere en pequeñas cantidades. Los principales oligoelementos son: hierro, manganeso, cobre,
selenio, yodo, cobalto, cinc y flúor. Tanto la falta de estos minerales, como su exceso pueden tener
consecuencias muy graves para la salud.
3) La formación de los glóbulos rojos está vinculada con el cobre. Este mineral se puede
obtener del marisco, las legumbres, las nueces, las patatas, las verduras de hoja verde y las
frutas deshidratadas, entre otros.
6) El cobalto actúa para estimular y conseguir el buen funcionamiento de los glóbulos rojos.
Se encuentra fundamentalmente en almejas, pescados, quesos, carne roja, en cereales
integrales, en frutas como las peras, las cerezas, las legumbres y en frutos secos como las
avellanas y las nueces, entre otros.
7) El cinc es uno de los oligoelementos que ayuda a que el sistema autoinmune funcione de
forma adecuada. Se encuentra principalmente en la carne del cerdo y del cordero, en
legumbres, levadura y las nueces. Las frutas y las verduras no contienen tasas elevadas de
este mineral.
Cumple una función vital para el buen funcionamiento del organismo, posibilita el transporte de
nutrientes a las células, ayuda a la digestión de los alimentos, contribuye a regular la temperatura
corporal, etc. Además, el intestino absorbe parte de estos líquidos, gracias a los cuales es posible
eliminar todos lo que el cuerpo no necesita, a través de las secreciones y de la orina, por lo que
también previene el estreñimiento.
El organismo pierde agua, en su mayor parte, eliminándola a través de los riñones en la orina.
Según las necesidades del organismo, los riñones pueden excretar menos de medio litro o varios
litros de orina al día. Se pierde casi 1 L al día por la evaporación del agua contenida en la piel y por
la respiración.