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Introducción
Es principio general del Derecho que todo sujeto, natural o jurídico, dotado de
capacidad o competencia para actuar, sometido al ordenamiento jurídico, responda
por sus actuaciones, esto es, asuma las consecuencias de su proceder.
Sabido es que esta acción o actividad estatal puede ser legislativa, ejecutiva o
de gobierno y administrativa y jurisdiccional y que el Estado las desarrolla a través
de órganos-institución suyos, - ya legislativos ( Congreso Nacional), ya
administrativos ( Municipalidades, Servicios Públicos, Gobiernos Regionales, etc. ) ,
ya jurisdiccionales ( Cortes, Juzgados, Tribunales ) - integrados por personas
naturales dotadas de investidura regular – órganos individuos - denominadas "agentes
o funcionarios públicos"( parlamentarios, alcaldes, directores, consejeros regionales,
jueces, etc ).
Fundamento de la Responsabilidad del Estado
Dado que los sujetos estatales están configurados como personas ficticias ( jurídicas)
sus actuaciones las verifican valiéndose de personas naturales previa y regularmente
investidas ( funcionarios públicos o agentes del Estado ); estando la actuación de unos
y otros, igualmente sujetas al ordenamiento jurídico ( principio de juridicidad o
legalidad). Lo anterior obliga a distinguir la consecuencia que se sigue para unos y
otros, en términos de constatar la existencia de una:
(i) su acción, actos, actividad o función judicial (art. 19 n° 7, letra i CPE), que la
doctrina llama la Responsabilidad del Estado Juez;
(ii) por su acción, actos, actividad o función legislativa, (art. 19 n° 26 CPE), que la
doctrina llama la Responsabilidad del Estado Legislador; y una,
(i) civil;
(ii) penal
Esta distinción y diferenciación entre estos dos sujetos responsables y de los regímenes
de responsabilidad al que están sometidos uno y otro - el de la persona jurídica estatal
y el del funcionario o agente público - está claramente establecida y consagrada en
nuestro ordenamiento jurídico, como puede apreciarse en el art. 38 inc. 2 de la CPE.
Artículo 7°: “Los órganos del Estado actúan válidamente previa investidura regular de
sus integrantes, dentro de su competencia y en la forma que prescriba la ley ……. Todo
acto en contravención a este artículo es nulo y originará las responsabilidades y
sanciones que la ley señale”.
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Art. 19 Nº 7 letra i): " una vez que dictado sobreseimiento definitivo o sentencia
absolutoria, el que hubiere sido sometido a proceso o condenado en cualquier
instancia por resolución que la Corte Suprema declare injustificadamente errónea o
arbitraria, tendrá derecho a ser indemnizado por el Estado de los perjuicios
patrimoniales y morales que haya sufrido. La indemnización será determinada
judicialmente en procedimiento breve y sumario y en él la prueba se apreciará en
conciencia”
Art. 19 Nº 26; La Constitución asegura a todas las personas: " la seguridad de que los
preceptos legales que por mandato de la Constitución regulen o complementen las
garantías que ésta establece o que las limiten en los casos en que ella lo autoriza, no
podrán afectar los derechos en su esencia, ni imponer condiciones, tributos o
requisitos que impidan su libre ejercicio”
La norma de base o fuente constitucional específica que se refiere a la
responsabilidad de la Administración del Estado, por su actividad o función
administrativa ( sustancial o material y formal o jurídica) o del Estado Administrador -
está dada por el art. 38 inc. 2° CPE.
Art. 38 inc. 2º: " cualquier persona que sea lesionada en sus derechos por la
Administración del Estado, sus organismos o de las municipalidades, podrá
reclamar ante los tribunales que determine la ley, sin perjuicio de la
responsabilidad que pudiere afectar al funcionario que hubiere causado el daño",
I.- Concepto
II.- Fuentes
Son de rango constitucional y legal. Este conjunto de normas determina cuando
tiene lugar, cómo se manifiesta y castiga o sanciona esta responsabilidad; cuáles
son sus requisitos o elementos para configurarse en un caso concreto, cuál es su
contenido; de que tipo de responsabilidad se trata, cómo se hace efectiva,
cómo responde la Administración cuando incurre en ella, etc.
Artículo 7°: “Los órganos del Estado actúan válidamente previa investidura
regular de sus integrantes, dentro de su competencia y en la forma que
prescriba la ley ……. Todo acto en contravención a este artículo es nulo y
originará las responsabilidades y sanciones que la ley señale”.
Art. 38 inc. 2º: " cualquier persona que sea lesionada en sus derechos por la
Administración del Estado, sus organismos o de las municipalidades, podrá
reclamar ante los tribunales que determine la ley, sin perjuicio de la
responsabilidad que pudiere afectar al funcionario que hubiere causado el daño",
Bases Legales:
Art.4° ley 18.575: “ El Estado será responsable por los daños que causen los órganos
de la Administración en el ejercicio de sus funciones, sin perjuicio de las
responsabilidades que pudieren afectar al funcionario que los hubiere ocasionado “.
Esta es norma legal general que consagra la Responsabilidad Extracontractual de la
Administración del Estado o del Estado Administrador o Responsabilidad del Estado por
su función administrativa.
(*) Art. 42 “ Los órganos de la Administración serán responsables del daño que
causen por falta de servicio. No obstante, el Estado tendrá derecho a repetir en contra
del funcionario que hubiere incurrido en falta personal “.
La Ley N° 19.996, conocida como Ley Auge, también constituye una norma especial y
aún más específica de responsabilidad en la que puede incurrir la Administración del
Estado, cuando cause daños en el ejercicio de su actividad administrativa sanitaria.
Art. 38 Ley 19.966 :” Los órganos de la Administración del Estado en materia sanitaria
serán responsables de los daños que causen a particulares por falta de servicio. El
particular deberá acreditar que el daño se produjo por la acción u omisión del órgano,
mediando dicha falta de servicio”
Conclusión: Así las cosas, a modo de conclusión cabe señalar que: las personas
estatales administrativas, que integran orgánicamente la Administración Pública
Chilena, en cuanto personas jurídicas de derecho público que son, se encuentran
firmemente sujetas a este principio de responsabilidad, que es consecuencia refleja
del principio de juridicidad al que están igualmente sometidas y, específicamente, de
su infracción.
3.1. Es una Responsabilidad de Derecho Público, por cuanto: (i) ella se encuentra
consagrada en normas y principios de la Constitución Política, de la ley orgánica
constitucional relativa a las Bases Generales de la Administración del Estado ( ley
administrativa general ) o de la ley orgánica constitucional de Municipalidades (ley
administrativa especial) o en la ley orgánica del Ministerio Público o ley 19.966 (ley
administrativa especial), vale decir, en normas jurídicas que constituyen fuentes del
Derecho Público ; (ii) ha sido dispuesta por el propio constituyente ( en el art. 38 inc. 1º
CPE); (iii) afecta a un(os) sujeto(s) o persona(s) de Derecho Público (AE), regida(s) por
estas normas jurídicas de rango constitucional y legal, por su actividad o función estatal
administrativa realizada con infracción al principio de juridicidad y no de una
Responsabilidad de Derecho Privado regida por el Código Civil ( ley ordinaria o común
), que afecta a sujetos particulares, por infracción a sus disposiciones.
3.2.. Es una responsabilidad por el daño que causen los órganos de la Administración
del Estado, vale decir, lo que la desencadena o gatilla es la causación de un daño o
perjuicio por la Administración, esto es, un menoscabo o lesión al patrimonio ( daño
material) o persona (daño moral) de la víctima que lo ha sufrido ( administrado ).
3.4. Es una responsabilidad de una persona jurídica, esto es, de un ente ficticio que
actúa y expresa voluntad sólo a través de órganos, integrados siempre por
personas naturales regularmente investidas, denominados funcionarios o agentes.
Cómo el Estado, en su función de administración, actúa no a través de una sino de
varias personas jurídicas de derecho público ( el Fisco, las Municipalidades, los
Gobiernos Regionales, los Servicios Públicos Descentralizados ), la responsabilidad
extracontractual o por daños de la Administración del Estado es una responsabilidad
de no una sino de varias personas jurídicas públicas.
Pero ocurre que esta responsabilidad por los daños que se ocasionan o patrimonial
presenta, en nuestro ordenamiento jurídico, dos variantes:
1.- La variante subjetiva o responsabilidad patrimonial subjetiva o con culpa: en
que el sujeto responderá patrimonialmente por el daño que cause, siempre y
cuando, dicho daño fuere atribuible o hubiere sido ocasionado por su dolo o
culpa.
Este sistema es el que sigue el Código Civil Chileno para hacer responsable a
las personas regidas por él – y es, por tanto, el dominante, mayoritario, común o la
regla general en nuestro ordenamiento jurídico - que exige, para configurar
responsabilidad, no solo el daño de la víctima y un sujeto capaz de causarlo y que lo
haya ocasionado con su acción u omisión, sino, además, la culpa o dolo del agente o
autor causante del mismo, para imponerle la sanción de repararlo pecuniariamente
mediante el pago de una indemnización.
Esta responsabilidad patrimonial se hace efectiva, por la víctima del daño, mediante el
ejercicio del derecho a la acción de responsabilidad contra la Administración del
Estado, que el 19 Nº 3 de la CPE reconoce, en abstracto, a toda persona y el art.
38 inc. 2º, en forma específica y concreta, al administrado lesionado en sus
derechos por un órgano de la Administración del Estado, para incoar el debido
proceso o juicio de responsabilidad contra la Administración del Estado que
menciona la misma disposición ( art. 19 Nº 3), cuyo conocimiento corresponde a los
tribunales que determine la ley, de acuerdo a los arts. 38 inc. 2º y 76 de la CPE.
El debido proceso, a través del cual la víctima del daño causado por la
Administración persigue su reparación, será un juicio ordinario civil de mayor,
menor o mínima cuantía ( por aplicación del art. 3 y 698 del C. Procedimiento Civil),
pues no establecido en la ley un procedimiento especial para sustanciar o
perseguir esta responsabilidad.
Despejado lo anterior, esto es, que la acción de responsabilidad por daños contra
la Administración del Estado se extingue por prescripción extintiva , o sea, por su no
ejercicio durante un periodo de tiempo, cabe precisar cuál es el plazo o tiempo de
ésta, concluyéndose, en aplicación del artículo 2322 del Código Civil, que es de 4
años contados desde la perpetración del hecho dañoso, pues se trata de un
responsabilidad sin contrato o extracontractual.
fitosanitario.
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JURISPRUDENCIA SOBRE RESPONSABILIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN DEL ESTADO
d) Análisis Jurisprudencial
En Chile podemos distinguir diversos momentos en materia jurisprudencial, los cuales, para su
formulación, responden a si la Administración Pública es o no responsable, y si lo fuere, cuál será el
título de imputación de su responsabilidad. Tales momentos o episodios son:
- Un primer momento caracterizado por la aplicación de los principios propios del Derecho
Administrativo, en que resulta responsable la Administración.
- Un segundo momento donde los tribunales distinguen entre actos de autoridad y actos de gestión,
es decir, si se actúa revestido de poder público o no. En este caso, sólo será responsable la
Administración frente a los actos de gestión y se aplicarán las normas del Código Civil.
- Un tercer momento donde los tribunales se declaran incompetentes por no ser contencioso-
administrativos, como lo establecía el antiguo artículo 38 inciso 2° CPR. Esto fue considerado un
retroceso importante en la materia y concluyó con la modificación del texto constitucional el año
1989.
- Un cuarto y último momento es el que hoy estamos viviendo, donde se aplica la responsabilidad
por falta de servicio a toda la Administración del Estado, basados en los artículo 4° y 42 LBGAE0;
el artículo 142 LOCM y artículo 2314 del Código Civil.
A continuación se hará una breve referencia a los fallos que han marcado la evolución del Derecho
Administrativo nacional. No se trata de una enumeración completa, pero sí representativa de los
diversos momentos de la jurisprudencia en la materia.
i) "SOCIEDAD FUCHS Y PLATH CON Fisco". Recurso de Apelación. Corte de Apelaciones de Santiago,
11 de enero de 1908.
"El gobierno debe indemnizar los perjuicios causados a un particular durante una huelga por
la fuerza armada que, obedeciendo a orden superior arroja al mar bebidas para impedir que caiga
en poder de los huelguistas.
El deber de la autoridad de mantener ante todo el orden público, no la facultad para adoptar el
primer medio que se le presenta ni la exime de la obligación de recurrir entre varios, a los que
menos daños ocasionen al derecho de los particulares.
En consecuencia, no probándose que arrojar al agua la mercancía fuese el medio necesario y
único de impedir su apropiación por los huelguistas y los sucesos consiguientes, debe el Fisco
indemnizar el daño causado ".
A principios del siglo XX nos encontramos con un fallo que nos constata el poco desarrollo que tenía
el tema a la época. Efectivamente, la mente civilista de los jurisconsultos poco podía hacer frente a la
posibilidad de un Estado irresponsable, por lo que debían sacar, de algún lado, remedio a la injusticia y
al abuso de poder que podría significar un Estado que no asumía las consecuencias dañosas de su
actuación. Claramente la respuesta más obvia en esa época fue el Derecho común y general, un derecho
probado y gobernante hace años en Chile: el Código Civil. Fue así como se condenó al Estado a
responder de acuerdo al artículo 2329 CC, donde se establece que todo daño que pueda imputarse a
malicia o negligencia de otra persona, debe ser reparado por ésta. Sin embargo, en su razonamiento
el juzgador aplica principios propios de Derecho Administrativo, como por ejemplo el de
proporcionalidad.
ii) "LAPOSTOL CON Fisco". Casación en el fondo, Corte Suprema, 8 de enero de 1930.
"Nadie puede ser privado de lo suyo si no es por sentencia judicial, o por expropiación. En
consecuencia, el Fisco debe indemnizar los perjuicios causados al dueño de un predio impidiéndole
su explotación, sin cumplirse ninguno de los requisitos prescritos por la Constitución Política y con
el auxilio de la fuerza pública, de orden de autoridad competente, con el único objeto de que no se
perjudicara o interrumpiera el servicio de agua potable de una ciudad y que era absolutamente
necesario para la debida atención de la salubridad pública ".
Ya a estas alturas la jurisprudencia es inspirada por principios netamente públicos, dejando de lado
al Derecho privado. En este fallo nos encontramos ante la responsabilidad del Estado por su actuación
legítima. Según la señora Clara Szczaranski, el verdadero fundamento de este fallo se encuentra en
que "se trata de un daño sufrido por el demandante en beneficio de la comunidad (considerando 4°) (...)
Este fallo tiene el mérito de no distinguir la naturaleza del acto que produce el perjuicio— distinción
que será común apreciar en sentencias posteriores—, limitándose sólo a constatar que dicho perjuicio
provino de una actividad legítima del Estado, pero que transgredió el principio de la igual repartición
de las cargas públicas ". Esto es lo que haría parecer equitativo al fallo, ya que no existe ni culpa ni
dolo de persona alguna, ni menos estaríamos frente a una falta de servicio o falta personal, sino que
sería una especie de responsabilidad por riesgo160.
iii) "MARIO GRANJA CON Fisco". Casación en el fondo, Corte Suprema, 11 de octubre de 1938.
"Que tratándose de la responsabilidad del Estado por los actos cometidos por sus funcionarios
o agentes, debe hacerse la distinción de si los actos provienen del ejercicio defunciones de
autoridad, o si provienen de actos de gestión. En el primer caso el funcionario o agente ha actuado
por el Estado en ejercicio del poder público: y en el segundo como representante de él, sujeto de
derechos civiles ".
"Las disposiciones de este título (XXXV del Código Civil) son esencialmente de derecho
privado y no pueden aplicarse al Estado por la responsabilidad de los hechos ejecutados por sus
funcionarios o agentes como consecuencia del ejercicio de una junción pública sino cuando esos
funcionarios o agentes ejecutan los hechos consecuenciales de un acto de gestión ".
Es decir, se hace aplicable la normativa del Código Civil a aquellos casos constitutivos de actos de
gestión. Sólo en esos casos el Estado responde y de acuerdo a las normas de Derecho privado. Este
fallo marca un hito en la jurisprudencia chilena, ya que con él nace la aplicación en nuestros tribunales
de la clásica distinción entre actos de gestión y actos de autoridad. En efecto, nuestros tribunales a
partir de esta fecha empiezan a recurrir a esta clasificación, a propósito de negar en Chile la
irresponsabilidad absoluta del Estado. Lógicamente, este fallo cobra gran relevancia en Chile y sienta
en nuestro país una marcada jurisprudencia. Sin embargo, lo que en principio parece una solución
razonable no tarda en convertirse en un problema ante la particularidad de cada caso, ya que hay
situaciones en que por razones de justicia, aunque la Administración actúe revestida de poder público,
igualmente debería responder y, por lo tanto, se empiezan a considerar como actos de gestión actos
que, en realidad, son de autoridad.
iv) "AQUEVEQUE CON Fisco". Recurso de Apelación. Corte de Apelaciones de Santiago, 8 de junio
de 1943.
"El Fisco, representante de la entidad Estado en el orden patrimonial, responde civilmente de
los perjuicios causados por un empleado suyo que desempeña funciones o presta servicios en 'actos
de gestión' de una repartición fiscal que tiene a su cargo un servicio de utilidad pública. En ese caso
no se trata de responsabilidad civil alguna del 'Estado Poder 'por daños causados por funcionarios
que realizan actos de autoridad, ejerciendo funciones que corresponden sólo a los poderes
públicos; casos en que, ciertamente, por ser actos ajenos al Derecho Privado, no podría ser
aplicado el Código Civil y sería necesario que una ley especial creara la correspondiente
responsabilidad estatal".
"El Fisco es una entidad capaz de adquirir derechos y contraer obligaciones patrimoniales de derecho
privado con motivo de simples 'actos de gestión', carácter que tienen todos aquéllos en que administra
empresas industriales, de transporte de comunicación u otros servicios de utilidad común que ha tomado
a su cargo solo por motivo de mayor conveniencia y por ello queda sujeto a las ordenaciones del
Código Civil".
Con esta sentencia queda firme la jurisprudencia sentada por el fallo "Mario Granja con Fisco",
ya que se ciñe a ella e incluso acota la responsabilidad del Estado de modo tal, que sólo se entendió
que habría responsabilidad por parte del Estado cuando existiese un acto de gestión de por medio,
dejando de lado todo tipo de actos de autoridad, como la dictación de un acto administrativo, lo cual
trajo en un futuro numerosos problemas y tergiversaciones en la doctrina ya sentada.
v) "BECKER CON Fisco". Casación en el fondo. Corte Suprema, 13 de enero de 1965.
"Que tratándose de actos de autoridad o de poder, sólo el examen de cada caso en particular
determinará si ese acto produce o no responsabilidad para el Estado. En efecto, si, por ejemplo, se
producen estragos por obra de la naturaleza, como serían los terremotos, o por obra de los
hombres, como sería una reunión tumultuaria de gente que perturba gravemente el orden público,
sería posible, aceptable y aun necesario que, considerando estos casos, así como otros análogos y
de igual gravedad, se llegase a establecer la absoluta irresponsabilidad del Estado, cualquiera que
sea el daño que se cause a las personas o bienes, en presencia de su obligación de mantener el
orden público ".
En el fallo se aplica el artículo 2320, en relación con el artículo 2314 Código Civil, es decir, se
busca solución en el Derecho Privado, en contra del voto del abogado integrante, señor Cousiño
Mac-Iver, cuyas consideraciones son bastante interesantes. A partir de este fallo se da un vuelco
importante en la evolución jurisprudencial chilena respecto a la clasificación de los actos de la
administración y su respectiva responsabilidad, ya que se intenta solucionar la irresponsabilidad de
ciertos actos que no eran de gestión, de acuerdo a la jurisprudencia anterior. A partir de este momento
esta doctrina sufre un pequeño cambio y se distingue entre los actos de autoridad y aquellos que no
tienen ese carácter.
Así llegamos a la década de los ochenta, donde nos encontramos con un hito jurídico que
cambia el rumbo de la doctrina y jurisprudencia chilena en materia de responsabilidad
extracontractual del Estado: nace la Constitución Política de la República, la cual intenta llenar el
vacío que existía hasta la fecha respecto a la forma de hacer efectiva este tipo de responsabilidad.
A estas alturas ya empezamos a notar un cambio en la doctrina, primando la falta de servicio por
sobre los actos de gestión y actos de autoridad, empezando a desarrollarse su concepto y
condiciones.
vi) "TIRADO CON I. MUNICIPALIDAD DE LA REINA". Recurso de Casación en el fondo. Corte Suprema,
24 de marzo de 1981.
"Que no puede haber infracción de las disposiciones del Código Civil cuando la sentencia, con
extensos razonamientos, ha aplicado el principio de la responsabilidad objetiva establecido en el art. 62
de la Ley Orgánica de Municipalidades, descartando la responsabilidad por la culpabilidad o
fundándola exclusivamente en el hecho que ha provocado el riesgo, o sea, la causalidad material".
En este fallo se entiende que la falta de servicio establecida en la LOCM corresponde a una
responsabilidad "objetiva", basando su existencia en la mera causalidad, y dejando de lado el hecho de
que la falta de servicio implica un deficiente funcionamiento del servicio. La idea era diferenciar este
tipo de responsabilidad con el establecido en el Código Civil, donde sí es necesario probar el elemento
subjetivo de dolo o culpa en el actuar del funcionario, sin embargo, en este intento por diferenciar
uno y otro sistema, se cae en la imprecisión de catalogar a la falta de servicio como un sistema
objetivo de responsabilidad, prescindiendo de la culpa del órgano. Además, a pesar de que denomina
a la falta de servicio como responsabilidad objetiva, a lo largo del fallo se aprecia como se
argumenta en función del mal funcionamiento del servicio, cuestión que hubiere sido innecesaria en
un sistema de responsabilidad objetiva.
vii) "COMUNIDAD GALLETUÉ CON Fisco". Casación en el fondo. Corte Suprema, 7 de agosto de
1984.
"Que en efecto, la procedencia de la acción de cobro de perjuicio tiene como sustento en este caso
a la equidad y la justicia atendido los hechos que asienta el fallo impugnado, en el supuesto de que
no haya ley concreta que resuelva el conflicto suscitado.
(...) La prohibición del Decreto Supremo N° 29 aunque loable y oportuna porque esos bellos,
nobles e históricos árboles estaban en vías de extinción y aunque basada en la ley, redunda en
graves daños para los propietarios de Galletué que han acatado la decisión de la autoridad, no
siendo equitativo que lo soporten sin que sean indemnizados por el Estado, autor de la decisión,
conforme a los principios de equidad y justicia ".
Este fallo es de importancia no sólo por fundarse en la equidad y justicia, sino que por tratarse
de responsabilidad de la Administración por su actividad lícita. No estamos en presencia de un hecho
ilícito, sino de un decreto, una actuación lícita, dictada en forma absolutamente legal, fuente de
Derecho, y que, no obstante, produce un perjuicio para el particular por el cual el Fisco debe
responder. En este fallo es posible encontrar una aplicación de lo que conocemos como teoría del
sacrificio especial, ya que el demandante debió soportar un sacrificio mayor por la restricción de
explotación de su predio forestal, que le impuso el Estado a través del decreto supremo, por lo cual,
y en virtud de la justicia e igualdad en las cargas públicas, el Estado debió responder e indemnizar al
particular.
viii) "HEXAGÓN CON Fisco". Corte Suprema, 28 de julio de 1987.
"Que para resolver la existencia de este primer grupo de infracciones legales denunciadas,
especialmente la aplicación del plazo de prescripción del art. 2332 del Código Civil, es previo
dilucidar la existencia de disposiciones legales diferentes a dicho Código que contemplen la
responsabilidad del Estado cuando, actuando bajo su rol de administración ejecuta un acto o
comete una omisión que genera un daño o perjuicio a un sujeto de derecho.
Las normas legales y principios de derecho que rigen la responsabilidad extra-contractual del
Estado, según la mayoría de los autores chilenos que han estudiado la materia, se encuentra en el
derecho público, específicamente en las Actas Constitucionales números 2 y 3 de 1976, la
Constitución Política de 1980 y en las leyes que por mandato de ellas se han dictado ".
Este caso es de suma importancia, puesto que se prescinde completamente de las normas de
Derecho privado, específicamente del Código Civil, dando paso al Derecho privado en forma plena
para regir la responsabilidad extracontractual del Estado administrador.
Es destacable, también, que esta causa se refiere a una actuación omisiva por parte de la
Administración, es decir, la falta de servicio comprende tanto actuaciones como omisiones, lo cual
pareciera ser una afirmación obvia, sin embargo, para una jurisprudencia en desarrollo, donde el
concepto de la falta de servicio es emergente, todo avance que implique claridad en su concepto a
esas alturas resultaba valioso.
Hoy en día, la doctrina de la falta de servicio constituye la forma de hacer efectiva en Chile la
responsabilidad del Estado, fortaleciéndose claramente su concepto a través de los años, quedando de
manifiesto en nuestra jurisprudencia que en nuestro país no existe una responsabilidad objetiva y
que esta responsabilidad prescribe.
ix) "AEDO CON Fisco". Casación en el fondo. Corte Suprema, 27 de noviembre de 2000.
"Que asimismo corresponde tener presente que si bien las normas constitucionales de los artículos
7° inciso final y 38 inciso segundo se refieren a las responsabilidades que pueden derivarse de la
actuación contraria a derecho de los órganos de la Administración del Estado, de ello no se sigue
que las respectivas acciones patrimoniales no estén sujetas, a falta de un estatuto legal especial, a
las reglas de prescripción del derecho común, pues éstas materializan un principio de certeza y
seguridad jurídica que impide que pretensiones de ese carácter subsistan indefinidamente en el
tiempo, razonamiento que resulta además consistente con el artículo 2497 del Código Civil que
hace extensivas las reglas sobre prescripción igualmente a favor y en contra del Estado.
(...) Que tanto a la acción que persigue recuperar el valor de la cosa como a la acción
indemnizatoria resultan aplicables las normas sobre prescripción extintiva de los artículos 2515 y
2332 del Código Civil, porque respectivamente consisten en una acción restitutoria de una suma de
dinero, que bajo las condiciones de aplicación referidas en ese artículo 898 sustituye a la acción real
reivindicatoría para recuperarla posesión de la cosa, y en una acción reparatoria, de modo que basta
el transcurso de los plazos legales para que ellas se extingan por prescripción, según dispone el
artículo 2514 inciso primero ese código ".
Este fallo establece que la nulidad de Derecho público no prescribe de acuerdo a las normas de
Derecho común, sí lo hacen las acciones indemnizatorias que derivan de dicha nulidad, por lo tanto,
resta todo efecto práctico a la declaración de nulidad de un acto de la Administración fuera del plazo
de prescripción establecido en el Código Civil. En definitiva, la responsabilidad del Estado tiene un
plazo de prescripción y éste, a falta de norma especial, es el del Código Civil.
x) "Domic con Fisco". Casación en el fondo. Corte Suprema, 15 de mayo de 2002.
"Que, ciertamente, la responsabilidad estatal y sus caracteres específicos no derivan de un
determinado cuerpo constitucional, si no son consecuencia necesaria de la naturaleza del Estado, en
cuanto organización jurídica y política de la comunidad y de las variadas actividades que debe
desarrollar en el amplio ámbito de las funciones que le corresponde llevar a cabo, haciendo uso de
potestades revestidas de imperio y ejecutoriedad, cuya aplicación está enmarcada y regulada por
normativas de Derecho Público, lo que hace que las distintas responsabilidades que pueden causar
esas acciones se sometan a normas y principios propios de esa rama del Derecho.
(...) es útil tener presente que el hecho que ciertas responsabilidades se sometan al Derecho
Público no obsta a que ellas puedan extinguirse por el transcurso del tiempo, en conformidad a
disposiciones que se comprenden en el mismo sector del Derecho, porque lo cierto es que la
prescripción no es ajena a esas normativas, atendido su carácter universal y puede operar en todas
las disciplinas que pertenecen al Derecho Público, salvo que la ley o la índole de la materia
determinen lo contrario ".
xi) "SEGUEL CARES CON Fisco" Casación en el fondo y forma, Corte Suprema. 30 de julio de
2009.
"Duodécimo: Que en cuanto al argumento que no es posible que el Ejército de Chile incurra en
falta de servicio, al no prestar servicio alguno a la comunidad, ello también es errado. En efecto, la
Falta de Servicio se presenta como una deficiencia o mal funcionamiento del servicio en relación a la
conducta normal que se espera de él y así doctrinaria y jurisprudencialmente se ha estimado que
concurre cuando el servicio no funciona, debiendo hacerlo, cuando funciona irregularmente o
tardíamente. En el caso que nos ocupa, el Estado se escuda en el hecho que el Ejército de Chile
tiene como función primordial la defensa de la soberanía de la nación, sin embargo no debe
olvidarse que para cumplir esa misión recluta jóvenes que cumpliendo con su obligación legal del
servicio militar, permanecen en el Ejército durante un tiempo en que son entrenados de diversas
formas... ".
"Por otra parte la noción de falta de servicio debe ser analizada independientemente y no en
relación a los posibles usuarios del servicio público, pudiendo comprometerse la responsabilidad del
Estado por falta de servicio que cause daño a terceras personas que no sean usuarias del órgano
estatal que la cometió ".
"Décimo tercero: Que el tercer fundamento del recurrente de casación, radica en la extensión
indebida del artículo 2314 del Código Civil hacia la noción de falta de servicio. Al respecto cabe
primeramente reflexionar que constituye un error el plantear por una parte que se ha aplicado el
artículo 2314 del Código Civil prescindiendo del elemento de culpabilidad-lo que supone aceptar su
aplicación-para luego argüir que no corresponde aplicarlo al caso de autos, lo que supone entonces
la existencia de errores alternativos que no son propios de un recurso de derecho estricto. Sin
embargo aun cuando esto bastase para desechar el recurso, esta Corte considera necesario analizar
el tema debatido dada su importancia ".
"Décimo cuarto: Que en efecto, hasta antes de la dictación de la Ley N° 18.575 la responsabilidad
del Estado se determinaba a través de la aplicación del artículo 2320 del Código Civil, sin embargo la
situación varía con la promulgación de la Ley de Bases de la Administración del Estado el 5 de
diciembre de 1986 que incorporó al Derecho Público chileno el sistema de responsabilidad
extracontractual del Estado elaborado por el derecho administrativo francés, principalmente a
través de la jurisprudencia del Consejo de Estado, que en opinión de la mayoría de los autores,
constituye la mejor solución lograda por el derecho, para asegurar un debido equilibrio entre los
derechos de los particulares y los intereses públicos. La ley contempló entonces el artículo 44 -hoy 42-
que prescribió que "Los órganos de la Administración serán responsables del daño que causen por
falta de servicio. No obstante, el Estado tendrá derecho a repetir en contra del funcionario que
hubiere incurrido en falta personal". Sin embargo se excluyó de la aplicación del título II sobre
normas especiales, donde había quedado ubicado el articulo 44, a la Contrataría General de la
República, al Banco Central, a las Fuerza Armadas y de Orden y Seguridad, a las
Municipalidades, al Consejo Nacional de Televisión y a las empresas públicas creadas por ley. Todo
ello en el inciso segundo de su artículo 18 —actual 21—;
Décimo quinto: Que entonces cabe dilucidar qué sistema resulta aplicable a las instituciones
excluidas, y en el caso particular a las Fuerzas Armadas; para ello ha de recurrirse al derecho
común, teniendo presente que precisamente el desarrollo del derecho administrativo, allí donde
ha ocurrido, ha sido a partir de la distinta interpretación de las normas de derecho común para el
Estado y para las relaciones entre particulares, permitiendo de esta forma la conciliación de la
actuación estatal, dotada de imperio público, como guardiana del interés colectivo, con la
protección de los derechos de los ciudadanos, de tal suerte que cabe aceptar la aplicación en
nuestro país a partir del artículo 2314 del Código Civil, de la noción de falta de servicio. En efecto
al Estado como a los otros entes públicos administrativos, pueden serle aplicados de manera diversa
las normas del Título XXXV del Código Civil, sin que esto implique desde luego, una errada
interpretación de las mismas. Es así que las personas jurídicas son capaces de culpa, aunque
carezcan de voluntad propia. La culpa civil como señalan los hermanos Mazeaudy André Tune, 'no
requiere la voluntad, ni siquiera el discernimiento, no es necesariamente una culpa moral; es
suficiente con comportarse de manera distinta a la que habría observado en parecidas
circunstancias un individuo cuidadoso'. De acuerdo con este razonamiento y ampliándolo, puede no
exigirse para la responsabilidad de la persona jurídica Estado la culpa o dolo de sus órganos o
representantes; basta con que el comportamiento del servicio público fuera distinto al que debiera
considerarse su comportamiento normal; o sea basta con probar una falta de servicio. Por otra
parte la culpa de funcionarios anónimos puede presumir se, como ha hecho en ocasiones la
jurisprudencia, en estos casos la culpa del órgano, que se presume de los hechos mismos, constituye
la culpa del Estado ".
Esta larga cita se justifica, toda vez que representa el último avance en materia de
responsabilidad del Estado administrador. Al respecto conviene destacar dos aspectos:
- En primer término, se deja asentado que la responsabilidad por falta de servicio no supone una
prestación o servicio que se debe dar por el órgano público, sino que se refiere a la falla en el
funcionamiento del órgano, de la cual se desprende un daño. Esta aclaración es muy importante
ya que en algún momento la jurisprudencia limitó la aplicación de la responsabilidad por falta
de servicio, de forma errónea, sólo a los casos en que el Estado presta un servicio.
- Y, en segundo lugar, uniforma el sistema de responsabilidad, incluso respecto de aquellos entes
públicos que estaban excluidos del Título II de la LBGAE0, respecto de los cuales hace procedente
la responsabilidad por falta de servicio, no con base en el artículo 42 LBGAE0, sino en el artículo
2314 del Código Civil, entendiendo que allí se funda la culpa del servicio.
**
Vistos:
En el motivo 15° de la sentencia en alzada ( séptima línea de fojas 373) se sustituye el
vocablo “al” por el artículo “la”; en la línea final del fundamento 18°, se sustituye la palabra
“internos” por la expresión “intereses”, se la reproduce en lo demás y se tiene en su lugar y,
además, presente:
1°) Que la sentencia apelada, en su considerando 17°, que, por su redacción, es de aquellos
conocidos en doctrina como resolutivo, rechazó la excepción de prescripción opuesta por la
demandada, por estimar que las acciones deducidas en estos autos “son imprescriptibles”,
conclusión que esta Corte no necesariamente comparte, pero la verdad es que, cualquiera sea el
acierto de dicha decisión, ella no fue apelada por la demandada, de modo que se encuentra firme;
2°) Que, tal como concluyó el juez “a quo”, la demanda, en cuanto pretende que se
indemnice por responsabilidad del Estado por falta de servicio, ha de ser desestimada toda vez que
ésta está referida al caso en que la Administración no proporciona un servicio al que está obligado
o lo proporciona en forma deficiente y resulta que la prueba rendida en autos por la actora no
permite convencer a los sentenciadores que la Municipalidad de Lota haya cometido,
con anterioridad a la firma del correspondiente contrato de ejecución de la obra pública
de que se trata haya incurrido en una “falta de servicio” como lo cree la actora. Por lo
demás, como se ha encargado de señalar en forma reiterada la jurisprudencia de la Excma. Corte
Suprema de Justicia, este tipo de responsabilidad no es objetiva, como lo afirma el apelante, pues
no basta con demostrar el nexo de causalidad entre el hecho y el daño; lo que sucede es que en
este caso no es necesario identificar al funcionario causante del perjuicio, ni menos probar su dolo
o culpa. En efecto, objetiva sería si únicamente fuera necesario el elemento daño y la relación de
causalidad, lo que no ocurre en la falta de servicio, en que, además hay que acreditar la falta de
servicio (Pedro Pierry Arrau. “Prescripción de la Responsabilidad Extracontractual del Estado.
Situación Actual de la Jurisprudencia de la Corte Suprema , en Revista de Derecho del Consejo de
Defensa del Estado Nº 10, diciembre de 2003, páginas 14 y 15). No hay tal responsabilidad
objetiva del Estado y tampoco hay antecedentes que permitan demostrar el mal funcionamiento del
servicio. En todo caso, para que opere un estatuto de responsabilidad de esta naturaleza “objetiva”
es menester una declaración explícita del legislador en tal sentido, pues nuestro ordenamiento
jurídico no contiene disposiciones de carácter general que establezcan responsabilidades objetivas
para los particulares o el Estado, no establece un estatuto jurídico de responsabilidad
extracontractual del Estado propio, distinto del contemplado en el Título XXXV del Libro IV del
Código Civil.
3°) Que, en todo caso, la Excma. Corte Suprema de Justicia ha sostenido en forma reiterada
que para que concurra falta de servicio, es menester que exista una obligación legalmente
consagrada, respecto de determinado órgano de la administración, de prestar alguno concreto y
específico. Entonces, la responsabilidad operará cuando el servicio a que por ley está obligado no
se preste, se cumpla en forma tardía, o de manera insuficiente, y luego, exista relación de
causalidad entre el incumplimiento de la obligación o cumplimiento tardío o inadecuado, y el daño
producido;
4°) Que, en el presente caso, lo anterior no ocurre porque no se ha invocado una falta de un
servicio preciso, directo, concreto y determinado que la ley haya obligado a prestar a la
municipalidad demandada, en relación con los hechos de autos y cuya inobservancia haya
producido, también de modo directo, los perjuicios de que se reclama y se le hace responsable.
5°) Que, por otra parte, entender que en la especie ha existido falta de servicio municipal,
implica extender en demasía dicha noción, puesto que como aparece del libelo pretensor, los
hechos se habrían desencadenado en la etapa previa a la suscripción del contrato de obra pública a
suma alzada, sin que conste fehacientemente en el proceso que la actora haya reclamado de ello
por las vías legales y reglamentarias correspondientes durante el proceso de licitación o
adjudicación;
6°) Que, por último, al respecto cabe precisar que el artículo 141 de la Ley Orgánica
Constitucional de Municipalidades (numeración vigente a la época de tramitación del juicio)
dispone: “Las Municipalidades incurrirán en responsabilidad por los daños que causen, la que
procederá principalmente por falta de servicio...”;
7°) Que en conformidad a la norma citada, y como ya se dijo anteriormente, los municipios
responderán por los daños que causen cuando en su actuar incurran en falta de servicio.
Según jurisprudencia reiterada del Excmo. Tribunal, se incurre en falta de servicio cuando:
8°) Que ninguna de las hipótesis recién señaladas concurrió en la especie, ello por cuanto, en
el caso sub lite, la Municipalidad demandada se limitó a exigir el cumplimiento del
contrato de obra pública, y como ello no se cumplió, puso término anticipado al
contrato. Vale decir, si algún daño se le produjo a la actora, éste sólo pudo haber sido en sede
contractual y no en el ámbito de la responsabilidad extracontractual, y menos aún por falta de
servicio.
Regístrese y devuélvase, con todos sus agregados. Regístrese y devuélvase, con todos sus
agregados.
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Vistos:
emergente.
Considerando:
comunal cumpliendo todos y cada uno de los requisitos exigidos para ello,
ella no se aplica cuando éste ejecuta actos lícitos, por lo que se habría
fachada.
de propiedad.
por los daños que eventualmente pudieren ocasionar sus actos llevados a
18.575, por cuanto aun cuando los sentenciadores reconocen que el actuar
favor de la demandante.
debe tener presente que, tal como lo ha sostenido esta Corte en casos
que hubiere causado el daño”. Su solo tenor permite sostener que, después
Ahumada: “En efecto, está más acorde con el texto, solidez y la propia
116-117).
responsabilidad objetiva.
podría actuar en aras del bien común por cuanto siempre se vería
por la actuación de órganos del Estado debe ser reparado, a menos que se
evidente que una regla de ese tipo altera el orden práctico más razonable
soportar; y cada vez que ocurre un accidente en que haya tenido una
pág. 493).
una limitación que debe ser asumida por el propietario puesto que la vida
Agrícola y Ganadero.
será acogido.
Acordada con el voto en contra del Ministro señor Muñoz, quien fue
siguientes consideraciones:
pudiendo citar entre los más relevantes, a los efectos de la decisión del
entre todas ellas basada en los valores y pilares fundamentales del mismo
regla “The king can do no wrong” (el rey no puede cometer ilícito), hasta
proceda.
legislativa.
autoridad o cuando son órganos del Estado los que contraen obligaciones
toda su significación;
norma;
el sistema regulado;
tribunales.
entre los cuales cabe señalar ...: la libertad del hombre, que los
al Estado y la Constitución, razón por la cual no los crea sino que los
naturaleza humana y, en fin, que nadie puede ser condenado por hechos
de la Carta Fundamental como son, entre otros, los artículos 1°, 4°, 5°,
auténtico centro de gravedad del sistema” (obra citada, página 378), que
Estado”.
también resulta pacífico que el Estado debe responder por sus actuaciones
irregulares, ello en conformidad con los artículos 1°, 2°, 4°, 5°, 6°,
18.575.
del año 1984, reconoció la Responsabilidad del Estado por actos lícitos,
bien vacilante.
Administrativo.
soporten determinadas cargas públicas las que son impuestas por el Estado
con miras al interés general. Sin embargo, estas cargas, aplicadas a uno
general y los del ciudadano, quien se ve afectado por ese actuar. En este
obliga a garantizar los derechos de los administrados, toda vez que aquel
debe estar al servicio de la persona humana tal como lo consagra el
constitucional y legal es otra cosa, sin embargo. Para que exista lesión
en una lesión propiamente dicha no deriva, sin embargo, del hecho de que
la litis.
13º.- Que lo expuesto hasta del momento permite afirmar que los
Nº 18.575, norma que dispone: “El Estado será responsable por los daños
servicio.
lícita que sin embargo, ocasione lesiones del patrimonio de las personas
razón del acto administrativo lícito que cause daño en el patrimonio del
relación con la facultad para llevar a cabo el acto que causa el daño. En
comunidad toda.
del edificio. Es claro que esta carga afecta el derecho de propiedad del
ley, sino que supone un gravamen que atenta seriamente contra el derecho
indemnización.
17º.- Que de lo expuesto fluye que no es efectivo que los
del grado si han infringido las normas citadas por el recurrente, puesto
que no confluye el supuesto esencial sobre cuya base descansa la
órganos.
disidencia su autor.
Rol N° 4043-2013.
Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema integrada por los
Ministros Sr. Sergio Muñoz G., Sr. Héctor Carreño S., Sr. Pedro Pierry A.,
Sra. María Eugenia Sandoval G. y el Abogado Integrante Sr. Jorge Lagos G.
Santiago, 30 de diciembre de 2013.
reemplazo.
Vistos:
antecede.
precedente.
Regístrese y devuélvase.
Rol N° 4043-2013.-
Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema integrada por los
Ministros Sr. Sergio Muñoz G., Sr. Héctor Carreño S., Sr. Pedro Pierry A.,
Sra. María Eugenia Sandoval G. y el Abogado Integrante Sr. Jorge Lagos G.
Santiago, 30 de diciembre de 2013.