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¿Qué Habilidades se

demandarán en la nueva
normalidad?
La pandemia del COVID-19 ha golpeado con fuerza el mercado laboral y en el futuro próximo
todo será diferente. Oficinas, reuniones, jornada… todo está cambiando, incluidas las
habilidades que demandan las empresas. Muchas de ellas ya eran muy importantes antes de
la crisis, pero ahora se convertirán en imprescindibles.
– Flexibilidad y adaptabilidad
La primera de todas ellas, y quizás más obvia, es la capacidad de adaptación al cambio y a
entornos complejos. El ritmo del mercado laboral es trepidante y esta crisis nos ha
demostrado que nada es inamovible y que, de un momento a otro, todo puede cambiar:
nuestras vidas, nuestra forma de trabajar, nuestra rutina…. Hace siete meses el teletrabajo
era algo anecdótico es nuestro país.

Por otro lado, vivimos más y trabajamos por más tiempo, y los trabajos ya no son para toda la
vida. Es necesario reciclarse y estar en formación constante. Mantenerse al día y actualizar
los conocimientos es imprescindible, ya que lo que hemos aprendido hoy estará
desactualizado dentro de dos o tres años.
Las empresas buscan profesionales flexibles, versátiles, que desarrollen su trabajo en
situaciones continuamente cambiantes y que cuenten con capacidad de aprendizaje.
– Organización y planificación del tiempo
La orientación a resultados será la aptitud que más valoren las empresas en esta nueva
situación. Ahora que el teletrabajo se convertirá en muchos casos en norma, la jornada laboral
de 8 horas tal y como la conocemos dejará de existir. Los profesionales deben tener la
habilidad de organizarse y planificar su tiempo de manera óptima, gestionando de forma
autónoma las horas del día para cumplir con los objetivos marcados, pero con la esencia del
entorno colaborativo en su pensamiento.
– Conocimiento tecnológico y digital
Estamos viviendo la cuarta revolución industrial donde el avance de la tecnología y la
digitalización es imparable y está transformando las empresas y el mundo tal y como lo
conocemos. Prácticamente cualquier puesto de trabajo necesita de intuición tecnológica y
competencias digitales. Tener conocimientos sobre Inteligencia Artificial (IA), Big Data, el
Internet de las Cosas (IoT), robótica, impresión 3D .
En el futuro competiremos con las generaciones de nativos digitales y, aunque pueda sonar a
ciencia ficción, con las máquinas. La robotización y automatización nos liberará de tareas
repetitivas y administrativas, pero a cambio deberemos enfocarnos en actividades de valor
humano, más creativas e innovadoras. La tecnología es una herramienta al servicio de las
personas y no a la inversa
– Creatividad e innovación
La capacidad de ser creativos e innovadores será lo que en el futuro nos diferencie de las
máquinas y lo que hoy en día diferencia a las mejores empresas. El crecimiento económico
está sujeto a la innovación, las organizaciones que destacan y crecen son aquellas que
imaginan, inventan y descubren cómo hacer cosas que nadie más está haciendo.
Ideas nuevas, originales y que supongan un avance son un activo para la empresa. La
creatividad se puede, y se debe, practicar, fomentar y premiar.
– Habilidades comunicativas
No solo es importante qué contamos, sino cómo lo contamos. La capacidad de comunicar de
una forma correcta, atractiva, destacando los puntos fuertes y apoyándose en todos los
recursos a nuestro alcance, es una habilidad fundamental que, desgraciadamente, se suele
dar por supuesta.
Estas dotes de comunicación están intrínsecamente ligadas a la famosa inteligencia
emocional. La capacidad de conocer, entender y gestionar las emociones propias y ajenas es
y será en los próximos años una competencia esencial.
Desde el lado de los líderes debemos tener en cuenta que la “factura emocional” que esta
situación inédita dejará, aún es incalculable, si bien claramente, existirá un antes y un después
en nosotros, en las personas que componemos las organizaciones y, por tanto, ahora es
momento de estar cerca de las personas que hacen posible la creación de nuestros negocios.
El cuidado del empleado, tanto de su bienestar como de su talento, será todavía más
prioritario para la productividad y el devenir de las compañías.
Sin duda, las empresas están poniendo el foco en cuidar del empleado y del talento,
obviamente la salud y prevención es un higiénico, pero generar un entorno psicológicamente
saludable (psychological safety) es la clave para retener el talento.

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