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importantes?
16 de marzo de 2016 por Margarita Restrepo Gómez
Nacieron antes del año 2000 y después de 1980. Ese es el rango de tiempo
que los agrupa pero es más importante el hecho de que los millennials
comparten importantes rasgos de consumo y estilos de vida que los convierten
en una fuerza social, económica y cultural que mueve el mundo actual.
General Electric
Sumando lo anterior con el hecho de que los jóvenes se sienten limitados por ciertos
horarios y protocolos dentro de las oficinas, el reto ahora se convierte entonces, en
adecuarse a lo que las nuevas generaciones demandan, y los millennials tendrán que
prepararse lo suficiente para lo que las corporaciones requieren.
Ahora y con mayor frecuencia, las instituciones tienen que invertir tiempo y recursos
para entender, encontrar, pulir y mejorar el talento requerido para adaptarse a las
circunstancias actuales, superar niveles de productividad y posicionarse en el mercado,
porque atraer talento para después formarlo y potenciarlo es una estrategia que
ineludiblemente repercute en el éxito de los negocios.
Comulgo firmemente que la persistencia empresarial no basta con tener los mejores
productos o soluciones en el mercado, ni ser reconocida como la empresa que marca la
pauta en investigación y desarrollo en todo el mundo; sino en tener a los mejores
empleados para trabajar con la mejor tecnología existente.
Dado lo anterior, sería normal pensar que esto ha orillado a las compañías a ofrecer
nuevos sistemas de trabajo para mantener a los nuevos miembros generacionales y
equipos de trabajo, en entera participación, interés y compromiso, con nuevas ideas,
proyectos y tareas que los motiven a desarrollarse profesionalmente y de la mejor
manera posible.
Ante este panorama muchas corporaciones han tenido que realizar cambios en sus
políticas internas para comprender las oportunidades y debilidades de cada área.
En General Electric por ejemplo, para perfeccionar el clima laboral, ejecutamos cada
dos años una encuesta de opinión interna para sondear el ambiente de trabajo,
invertimos más de mil millones de dólares a nivel global en capacitación de personal,
contamos con un proceso de reclutamiento implementado en todo el mundo para
asegurarnos de cubrir cualquier posición en menos de 65 días, recurrimos a redes
sociales como LinkedIn, Facebook y Twitter para identificar candidatos potenciales y
contamos con una red interna desde la cual obtenemos recomendaciones que nos
permiten conseguir candidatos de diferentes continentes.
Hoy más que nunca las organizaciones están en busca de empleados capaces de retar
el status quo, que cuestionen cómo mejorar procesos, compartan visiones, sean
creativos, analíticos, que inspiren y demuestren pasión por lo que hacen. En su mayoría,
los líderes pertenecientes a GE invierten aproximadamente 30% de su tiempo para la
formación de nuevos talentos a través de la enseñanza directa y experiencias que los
ayuden a crecer.
Conocimiento: Las empresas valoran los conocimientos extras adquiridos, cómo cursos
de informática, idiomas y de complementación.
Capacidad de lidiar con todo tipo de situaciones: Las compañías necesitan jóvenes
capaces de solucionar los problemas de una forma rápida sin perder el control de la
situación.
Idiomas: Uno de los requisitos más populares para postular a un empleo en Lima, es
tener conocimiento de un segundo idioma.
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TRABAJO Y EDUCACIÓN
Dados los cambios de generación que se están dando en las empresas, de aquellos
considerados como “boomers”, nacidos entre 1946 y 1964, ahora están heredando sus
grandes puestos gerenciales a la generación X (del 1965 a 1983), la generación
siguiente es la que está ocupando los cargos básicos y medios de las empresas, es
decir, los nacidos entre 1984 y 1992, conocidos como los “millenials”.
No obstante, existen unas grandes diferencias entre estas dos últimas generaciones,
ya que vienen con “chips” distintos en cuanto a temas tecnológicos y tienen una
percepción totalmente diferente del trabajo, la felicidad y el estilo de vida; con lo que
han creado una especie de “revolución” a la hora de establecer pautas laborales o
costumbres de calidad de vida que pueden resultar molestas para muchos.
Estas cifras son respaldadas por otro estudio de Sodexo, el cual reveló que un 69% de
los jóvenes Millennials de mayor talento indican que la mejora de la calidad de
vida tendrá un impacto importante en su desempeño, frente a un 57% de los líderes
actuales. Los dirigentes de la próxima generación calificaron la calidad de vida como el
piloto número uno de la actuación de las organizaciones, mientras que los líderes de
hoy lo enumeraron en quinto lugar.
Lo que esperan
5. Foco a Resultados
8. Pasión por construir un futuro mejor, pensamiento que las acciones personales
generan impactos en el mundo.
Ser líder
Pero sin duda, la décima característica que hoy las empresas más solicitan en estos
jóvenes es la capacidad de ser líder. Según Gloria Valdelamar, Gerente de Recursos
Humanos de Unilever Middle Americas, el liderazgo es algo que debería fomentarse a
lo largo de toda la vida, pero la importancia que tiene para los jóvenes formarse como
líderes, “es que están en un momento de su vida personal/profesional en la que se
cuestionan para qué son buenos, qué quieren hacer de sus vidas, cómo lograr un
mayor impacto en otros o qué les apasiona y sueñan, y darle a un(a) joven el espacio,
las experiencias, las herramientas y el acompañamiento para explorar esto en ese
momento resulta clave”.
Así, la experta también señala que para ser un candidato competitivo en el mercado es
importante:
2. Hacer un análisis inicial de qué es lo que necesitan las empresas y cómo puedes,
por medio de sus habilidades, conocimientos pero sobretodo, experiencia personal,
agregar valor o ayudar a solucionar problemas.
Pero, ¿cuál es el trasfondo antropológico de esta concepción del dinero? Curiosamente, parece
que sólo los que vivimos en la ciudad sufrimos este problema, ya que es entendible que el
campesinado viva de lo que produce (siembra, ganadería, extracción de madera, etc.), y
debido a que nosotros no producimos lo que consumimos, tenemos que trabajar para
conseguir dinero. ¿Y para qué es el dinero? Para comprar alimentos, vestido, tener o rentar
una casa, educación y, a veces, derrocharlo en otros gustitos (una que otra peda, una porno,
algo que sé que no voy a necesitar o que es exageradamente caro, como un celular).
El problema es, pues, conseguir dinero. Somos esclavos del dinero. Pero, ¿el dinero es para el
hombre o el hombre es para el dinero? ¿Puede el dinero dar la felicidad? Este último punto es
considerable, y hay que dedicarle unas cuantas frases como éstas:
El dinero contiene una contradicción en sí mismo. Por un lado, mueve al mundo, mueve a la
ecnomía global, es motivo de respeto. Por otro, es causa de desesperación, de frustración, es
respetado, pero también es temido (la palabra "crisis" ilustra esto último), hombres se suicidan
por dinero, es fuente de preocupación, pero, sobre todo, de trabajo.
Entonces, ¿cómo abarcar este problema? La única respuesta posible (y digna) es el trabajo
(para desgracia de algunos). Pero, "no os preocupéis". No hay nada más digno que trabajar, en
especial si lo que haces te gusta y te da lana como oveja. Recordemos que según nuestro
querido Marx la primera condición para el (buen) socialismo es la toma de conciencia del
trabajador (o proletario). Así que, no importa el trabajo que uno tenga, así sea el más mísero,
pero que sea digno de llamarse "trabajo" (obviamente el robo, el desfalco, la corrupción no
están en esta categoría). Y como última recomendación, léanse Corazón: diario de un niño, de
Edmundo de Amicis. Tiene una hermosa lección acerca del trabajo.