Partiendo de la premisa que la 

publicidad es una forma destinada a difundir o

informar al público, sobre un bien o servicio a través de los medios de
comunicación con el objetivo de motivar al espectador o público hacia una
acción de consumo, podemos observar como se puede alcanzar este objetivo
de una forma políticamente correcta o incorrecta.

La publicidad engañosa se define como aquella que, por su forma de presentación o por su
información (o falta de ella), puede inducir al error o engaño al consumidor y/o usuario sobre el
producto o servicio, sus cualidades, precio, naturaleza, origen, cantidad, uso, etc

La publicidad puede engañar de diversos modos: ocultando información esencial, afirmando

hechos o características que no coinciden con la realidad, brindando datos confusos o inexactos,
entre otros. La publicidad engañosa es aquella que en razón de datos falsos o inexactos, o por su
ambigüedad, omisión u otras circunstancias induce o puede inducir a error en sus destinatarios
sobre elementos esenciales del producto: naturaleza, composición, propiedades, calidad, etc. (