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06 Oriente - Egipto Durante El Imperio Nuevo
06 Oriente - Egipto Durante El Imperio Nuevo
HISTORIA
^M V N D O
A nTiGVO
Esta historia, obra de un equipo de cuarenta profesores de va
rias universidades españolas, pretende ofrecer el último estado
de las investigaciones y, a la vez, ser accesible a lectores de di
A ntïgvo del conjunto más amplio en el que está inserto o bien como una
monografía. Cada texto ha sido redactado por el especialista del
tema, lo que asegura la calidad científica del proyecto.
ORIENTE
Director de la obra:
Julio Mangas Manjarrés
(Catedrático de Historia Antigua
de la Universidad Complutense
de Madrid)
Diseño y maqueta:
Pedro Arjona
Págs.
V. Dinastía X X .......................................................................................................... 41
1. Setnakht (1185-1182 a .C .).................................................................................. 41
2. Ramsés III (1182-1151 a.C.) ............................................................................. 41
3. Los últim os ram ésidas ...................................................................................... 46
VI. El Estado. La adm inistración......................................................................... 47
1. El f a r a ó n ................................................................................................................ 48
2. La capital .............................................................................................................. 50
3. El visir .................................................................................................................... 50
4. El virrey de N ubia ......................................................................................... 50
5. El te s o r o ................................................................................................................. 50
6. A dm inistración de las ciudades y de sus distritos ..................................... 51
7. A dm inistración delcam po ................................................................................ 51
8. Ejército, m arina y policía ................................................................................. 53
Bibliografía.................................................................................................................. 63
Egipto durante el Im perio Nuevo
zando los funcionarios cuya lealtad nado fue esencialm ente pacífico, más
no o frecía d u d a s y n o m b ra n d o a dedicado a la organización interna
h o m b res leales en caso necesario. que a las conquistas exteriores. Hizo
Sabem os que recom pensó con tierras no obstante expediciones a N ubia en
a los m ilitares que le ayudaron en la los años 2 y 8 registradas en las bio
guerra, tierras que en los casos que grafías de A hm osis, hijo de Abina, y
co n o cem o s no eran m uy extensas de A hm osis Pennehbet y en las ins
pero que sig n ificaban la aparición cripciones de los virreyes de N ubia
de m ilitares asen tad o s en sus ciu grabadas en las fortalezas de Sem na
dades con u n a p eq u eñ a p ropiedad y U ronarti, al sur de la 2.a catarata.
agrícola. Tam bién quedaron inscripciones del
En un orden general de cosas se rey en la isla de Sai, al norte de la 3.a
nota ya en el reinado de este m onarca catarata. Se cree que estas cam pañas
una recuperación económ ica dem os tuvieron un carácter de reconcilia
trada por la arqueología. Los ajuares ción de la reconquista de su padre.
de las tum bas de las dam as reales P ennehbet acom pañó al rey en una
atestiguan un a alta calidad y cierto cam paña en el desierto de Libia.
lujo, así com o las im portaciones del C om o constructor trabajó sobre to
exterior que antes faltaban. Otro indi do en K arnak donde erigió un san
cio a tener en cuenta es la obra cons tuario a Am ón. E n la ribera occiden
tructiva. Sabem os que en el año 22 se tal de Tebas construyó pequeños san
reabrieron las canteras de Tura para tuarios en D eir el-B ahari y D ra A bu’l
restau rar grandes centros religiosos N aga y un tem plo en el-Qab. Asim is
que conocem os. Así por ejem plo se mo continuó las obras de su padre er.
trabajó en Buhen, en H erm onthis en Abydos y quedan restos o inscripcio
Abydos y en Tebas. De todos m odos nes en Kom -O m bo, Elefantina, etc.
se conserva poco debido a que la m a Tanto en la corte de Am enofis I co
yoría debían ser edificios de adobe. mo en la de su padre desem peñaron
No se conoce su tum ba, pero sí su un gran papel las reinas y en general
momia. G ozó de culto que aún d u ra las grandes dam as. Esta es una carac
ba en la época de Ram sés II. E n vida terística típicam ente egipcia, pero en
él fom entó la religión de Am ón-Re. este caso anuncia de alguna m anera
Para concluir direm os que Egipto el a d v e n im ie n to de fig u ras com o
había sido unificado después de va H atshepsut; la reina Tetisheri, esposa
rios siglos y esta vez quedaba abierto de Sequenenre; su hija A hhotep, es
a una política expansiva que lleva posa de Tao II y m adre de K am ose y
rían a cabo sus sucesores, pero al m is A hm osis y de la reina A hm ose Nefer-
mo tiem po, después del interm edio tari; la reina A hhotep II, gran esposa
hicso, quedaba abierto a todas las in real de Am enofis I. O tra herm ana del
fluencias culturales que el Próxim o rey llam ada Ahm ose quedó como úni
Oriente ofrecía y que a la larga tran s ca heredera de la corona a la m uerte
form arían Egipto. del príncipe A m enem hat, que algu
nos creen que fue corregente de su
padre. Esta dam a se casó con el m ili
5. Amenofis I tar Tutm osis, que no era de m adre
(1551-1524 a.C.) real, el futuro Tutmosis I. En el reina
do de A m enofis I destacan persona
Hijo y sucesor de A hm osis continuó jes com o Ineni, cuya carrera em pezó
la labor de su p adre y, com o dice Ha- en este reinado y continuaría hasta
yes, mereció la fam a de grande que le Tutm osis III. Y tam bién es de desta
otorgó la posteridad, la cual le trans car la figura del h erald o Keres, al
formó en dios tutelar de Tebas. Su rei servicio de u n a A hhotep.
Egipto durante el Im perio Nuevo 11
m ento con un a clausura final y la fe hacia al norte a través del desierto
cha del año 1, tercer mes de la se que llegaba hasta la curva del Nilo en
gunda estación (séptim o mes), día 21, Korosko, cerca de donde se encuentra
el día de la fiesta de la coronación. La la fortaleza de K ubán, desde donde
política exterior de Tutmosis I se diri partía el cam ino de Wadi el-Allaki.
gió en las m ism as direcciones que la Es m uy posible que esta inscripción
de sus predecesores. de Kurgus fuera eregida no por una
expedición fluvial sino por una que
a) Nubia: partió de la dicha fortaleza de K ubán
U na posible inscripción de Turoy, la a través del desierto de N ubia. De to
ya citada biografía de A hm osis, hijo dos m odos la gran ofensiva se hizo
de A bina, la inscripción de Tombos, por el río, tal com o Ahmosis lo descri
la inscripción de A suan y la de Ah- be en su biografía:
mose Pennehbet, dan cuenta de una
cam paña en N ubia el año 30 de su «Yo navegué con el rey Aheperre triun
reinado. A principio de dicho reina fante cuando subió río arriba a Hnt-hn-nfr
do, com o dice Emery, ya había gana con el fin de suprimir la violencia y el sa
do su nom bre H orus de «toro podero queo de la región montañosa. Yo demostré
so» porque había logrado la conquista valor en su presencia en las malas aguas
en el paso del barco por el recodo [¿de
de Kush hasta el sur de la 3.a catarata.
Dongola Reach?]. Se me nombró jefe de
Estela de rom bos: «Año 2, segundo los marineros... Su Majestad estaba furio
mes de la prim era estación, decim o so como una pantera. Su Majestad arrojó
quinto día, bajo la m ajestad de H orus su primera jabalina que quedó en el cuer
‘toro poderoso’ am ado de M aat, favo po de aquel caído (enemigo). Este era im
rito de las dos diosas, brillar en D ia potente delante de su uraeus flameante,
dem a-Serpiente, poderoso en fuerza, hecho así en un instante de destrucción;
feliz en años que hace vivir los cora su pueblo fue llevado como prisioneros vi
zones, Rey del Alto y el Bajo Egipto: vos. Su Majestad navegó río abajo con to
dos los países en su mano y el maldito jefe
Aheperre, dotado de vida; hijo de Re:
nubio fue colgado cabeza abajo en la proa
Tutmosis (que vive) para siem pre eter del barco de su Majestad y desembarcó
namente... él ha derrotado al jefe de en Karnak.»
los nubios; el negro está desolado en
su poder. H a unido las fronteras de Turoy com o virrey de N ubia inter
sus dos lados, no queda nadie de los vino en la navegación de regreso de la
del pelo rizado que venga a atacarle; flota. E n una inscripción de la 1.a ca
no hay un solo sobreviviente entre tarata se nos dice que fue preciso lim
ellos. Los nubios trogloditas cayeron piar el canal de Senus (Sesostris) que
por su espada, y son atacados en su se había llenado de piedras y ningún
país; su m ultitud llena sus valles; [sa barco podía navegar por él. Precisa
le de sus bocas com o una inundación m ente el estudio de esta inscripción,
violenta]. Sus m iem bros cortados son que suele leerse según una recons
excesivos para los pájaros y llevan la trucción hecha sobre la base de una
presa a otra parte». En Tangur (Batn inscripción posterior de Tutmosis III
el-H agar) hay u na inscripción de Tut en el m ism o lugar, ha hecho que al
mosis I. Tenemos noticias de la cons gunos egiptólogos reconstruyan esta
trucción de u na fortaleza en Tombos. expedición de m anera distinta. Para
La penetración llegó hasta la parte Emery, buen conocedor de N ubia y
del Nilo conocida por Dongola Reach. sus problem as, la expedición fue por
Es muy im portante la erección de una tierra de K ubán a Kurgus, construyó
estela de frontera en Kurgus porque los barcos en N ubia y con ellos regre
está sobre el N ilo al su r de A bu- só a K am ak. En nuestra opinión esto
H am ed y desde allí partía u n cam ino se contradice en parte con las afirm a-
[Egipto durante el Im perio Nuevo 13
ciones de Ahm osis, hijo de Ahina, el los prisioneros vivos que su M ajestad
cual afirm a que la expedición navegó trajo de sus victorias. Yo estaba al
río a rrib a y en esta d irec ció n iba frente de sus tropas y su M ajestad vio
cuando el enfrentam iento con los n u mi bravura. Yo me apoderé de un ca
blos. La única solución del problem a rro, sus caballos y el que lo m ontaba
sería adm itir dos expediciones p a ra com o prisionero vivo y los llevé a su
lelas. U na p or el río y otra por tierra M ajestad. Se me regaló oro en doble
desde K ubán hasta Kurgus. De todos m edida». Y su hom ónim o P ennhbet
m odos la expedición fue de gran inte añade: «Yo seguí al rey Aheperre triun
rés. Se reconstruyeron las fortalezas fante; yo capturé para él en el palacio
de Tombos, la de la isla de Sai, de Bu de N a h arin a 21 m anos, un caballo y
hen, centro im portante al norte de la un carro». La expedición llegó al Eu
2.a catarata, am pliada en esta época, frates y allí erigió una estela, com o
tanto que se rellenaron los terraple nos recuerda Tutmosis III. El enem i
nes interiores y el foso y fueron cu go con quien se enfrentaba eran los
biertos por un cam ino pavim entado m itani. A p artir de ahora hem os de
de adobe que rodeaba toda la estruc tener presente que la política egipcia
tura; se hizo un nuevo foso de 6 m. de en Asia no tiene nada que ver con las
ancho y 2 de hondo y un perím etro expediciones a N ubia. En N ubia los
de kilóm etro y medio, dentro de él los egipcios se e n fre n ta b a n a pueblos
m uros de un a nueva fortaleza de 5 m. prim itivos sin organización política,
de grueso y 12 de alto, con torres cua con u n a econom ía neolítica avanza
dradas a intervalos en la cara exterior da y que eran fácilm ente asim ilables
y un a puerta m onum ental por la p a r por la a d m in istració n y la cultura
te de desierto. Se reforzaron las forta egipcia. Por el contrario en Asia se
lezas de K ubán, K kur y Aniba. Por el trataba de reinos tan organizados co
contrario se ab a n d o n aro n las fortale mo el egipcio y en m uchos aspectos
zas de la 2.a catarata en Batn el-H agar té c n ic a m e n te su p erio res en a rm a
p or razones obvias: B uhen era el cen m ento, burocracia y concepción del
tro de intercam bio de la 2.a catarata, m undo. Esta es la causa de que la im
A niba lugar de residencia del virrey plantación egipcia en N ubia sea per
en el futuro, y K ubán pun to de parti m anente y acabe transform ando to
da para las m inas de oro de Wadi el- talm ente las poblaciones negras que
Alaki y punto final del cam ino del se e g ip c ia n iz a ro n en su to talid a d .
desierto desde el sur. M ientras que en Asia la presencia
egipcia aunque m uy antigua no tuvo
b) Las campañas de Asia: la fuerza asim iladora que la hiciera
Tutmosis I llevó a cabo u n a cam paña perdurable. D etrás de cada expedi
en Asia que aparece atestiguada en ción vuelve la independencia de los
las biografías de los dos A hm osis de reyezuelos som etidos que provocará
el-Qab. D esgraciadam ente no pode otra expedición cuyo fin es fu n d a
mos relacionar los datos escritos con m entalm ente el saqueo.
la docu m en tació n arqueológica co Las historias al uso suelen añadir
mo ocurre en N ubia. Dice A hm ose de una anécdota curiosa cual es la de
el-Qab: «D espués de estas cosas (N u que Tutm osis durante esta cam paña
bia) se viajó a R etenu p ara lavar el asiática cazó elefantes en el distrito
corazón eri los países extranjeros. Su de Niy. La noticia descansa en una
M ajestad llegó a N aharina. Su M a restauración hecha por Sethe de una
jestad encontró a aquel enemigo cuan inscripción de D eir el-B ahari atribui
do estaba p lan ean d o la destrucción. da p o r N aville a Tutmosis I. A pesar
Su M ajestad hizo u n a gran destruc de las restauraciones parece claro que
ción entre ellos. N um erosos fueron existió tal cacería de elefantes aunque
Egipto durante el Im perio Nuevo 15
Niy sea lugar desconocido pero que lo h ab ían casado con su m edia her
G ard in er cree que estaba en el cam i m ana H atshepsut, la m ayor de dos
no de vuelta de N a h arin a hacia Egip herm anas, hija de Tutmosis I y la rei
to, cerca de un lago, y un buen lugar na Ahm ose. R einó 12 años.
para situarlo sería un poco al sur de
Ugarit. La noticia no deja de tener in a) Nubia:
terés arqueológico p ara los que se C uando llegó la noticia de la m uerte
ocupan de los m arfiles orientales y su de Tutmosis I, estalló una gran suble
difusión por el M editerráneo. vación y el nuevo rey se vio obligado
a enviar allí un ejército. U na inscrip
c) Política Interior: ción de A suán relata en tono coloris
A consecuencia del interés de Egipto ta el suceso: «U no vino a inform ar a
p or los asuntos asiáticos parece que su M ajestad com o sigue: el m aldito
com ienza el desplazam iento de la po Kush ha em pezado a revelarse, los
lítica desde la capital de Tebas hacia que estaban bajo el dom inio del se
el norte, de lo que sería testim onio la ñor de las dos tierras proponen hosti
fundación p or parte de Tutmosis I de lidades, em pezando a golpearle. Los
un latifundio real con un palacio en habitantes de Egipto (los colonos) tra
el Bajo Egipto, así com o la residencia tan de poner a salvo el ganado detrás
del príncipe heredero A m enm ose en de la fortaleza que tu padre construyó
Menfis. en sus cam pañas, el rey del Alto y el
Su obra de constructor se desarro Bajo Egipto Tutmosis, que viva para
lló en K arnak donde em pezó la cons siempre, con el fin de rechazar a los
trucción del tem plo de Am ón, siendo bárbaros rebeldes, los nubios troglo
las obras dirigidas p or su jefe de tra ditas de Hent-hen-nefer...su M ajestad
bajos Incni, pues se erigieron dos pi- se puso furioso com o u n a p antera
lonos que cerraban una sala hipóstila cuando lo oyó. Dijo su M ajestad: ‘ju
y dos obeliscos delante del 4.° pilono. ro p o r el am or de Re, por el favor de
Se com pletó el santuario de A m eno mi padre, señor de los dioses Am ón,
fis I, se hizo un a puerta en K arnak señor de Tebas, que no dejaré vivo
norte. A sim ism o co nocem os c o n s ninguno de los varones de entre ellos’.
trucciones en D er el-Bahari, Abydos, Entonces su M ajestad envió un in
Gisa, M edinet H abu, aparte de las ya m enso ejército a N ubia en esta pri
citadas en N ubia. C onstruyó su tum m era ocasión de su cam paña con el
ba en el Valle de los Reyes y es el p ri fin de derrotar a todos los que se h a
m ero que asienta los obreros en la bían rebelado contra su M ajestad o
ciudad de D eir el-M cdina, que tanta eran hostiles al señor de los dos p aí
im portancia va a tener en la construc ses. Entonces este ejército de su M a
ción de las tu m b as reales d u ra n te je sta d llegó al m ald ito Kush. Este
m uchos siglos. N o sabem os nada de ejército de su M ajestad derrotó a los
su tem plo funerario. bárbaros, no dejaron vivo a ninguno
de sus varones, excepto uno de los hi
jos del jefe del m aldito Kush, que fue
2. Tutmosis II tom ado vivo com o prisionero del buen
(1518-1504 a.C.) dios; porque su M ajestad había apa
recido sobre su trono cuando los p ri
Los príncipes W adnes y A m onm es sioneros vivos fueron traídos, los que
m urieron prem aturam ente durante el el ejército de su M ajestad había cap
reinado de su padre y heredó el trono turado. Este país fue som etido a su
su tercer hijo Tutm osis, h ab id o de M ajestad com o antes. El pueblo se
una princesa real llam ada M untne- alegró, el ejército estaba contento.
fret. Para reforzar su derecho al trono A labaron al señor de las dos tierras,
16 Akal Historia del M undo Antiguo
a la b a ro n a este d ios excelente en joven rey dedicó sus prim eros años al
ejem plos de su divinidad». ejército. La historia de la ascensión
Este pasaje es interesante porque de H atshepsut está llena de enigm as
nos explica m uchos aspectos de la vi pero creem os que la versión más au
da de N ubia. Las fortalezas construi torizada es la del citado Hayes. Según
das a lo largo del río eran lugares de este autor durante el reinado de su
residencia de soldados y refugio de la m arido y los dos prim eros años de su
población egipcia en casos de peligro. hijastro em plea los títulos propios de
Su inm enso tam año se explica por su condición de princesa real y reina
que era preciso albergar en su interior consorte. Ya por aquellos años había
a gentes y ganados. Em ery cree que el em pezado su relación con Senmut. El
texto se refiere a Buhen, que p o r su segundo añ o de reinado adopta el
ta m a ñ o p e rm itía aco g er a m u ch a nom bre com pleto de Horus Fem eni
gente que vivía en los alrededores. El no Wsert-Κα, la de las dos diosas
n o m b re de Tutm osis II aparece en W adet-Renput, rey del Alto y del Bajo
Barkal, D akka y Semna. Egipto M aat Ka-Re, hija de Re, Khne-
m et-Am ón H atshepsut. C uando años
b) Asia: m ás tarde construyó D eir el-B ahari
La biografía de Ahm osis P ennehbet se p re o cu p ó de estab le cer y d e ja r
registra u n a cam p añ a contra los be constancia de su derecho al trono en
duinos shcisu que produjo abundante escenas y textos que revelan toda una
botín. teología política en la que se mezcla
lo divino de su nacim iento con ficcio
c) Política interior: nes com o la de su falso nom bram ien
C onstruyó poco, algo en K arnak, y su to por Tutmosis I.
tum ba no ha sido identificada con se
guridad. Su tem plo funerario, situado a) Nubia:
al norte de M edinet H abu, tam poco N o hay actividad m ilitar, pero la rei
es conocido. na construyó en B uhen u n tem plo p a
ra la guarnición. Es de escasas di
3. Hatshepsut y m ensiones con relieves pintados de
gran calidad. C onsta de un pequeño
Tutmosis III santuario rodeado de colum nas pro-
(1504-1483 a.C.) todóricas com o las de D eir el-Bahari.
La reina Hafshepsut
Dinastía XVIII
M useo de El Cairo
18 Aka! Historia del M undo Antiguo
después h ará P izarro ante el dilem a nado m enor blanco (¿ovejas y cabras?).
de ir al Perú o a Chile. Los oficiales se D am os estas cifras para que el lector
som eten y el ejército parte llegando a se haga cargo del volum en de botín.
A runa, pero en el valle estrecho que El saqueo continuó en las posesiones
seguía fueron atacados, com o h ab ían del príncipe de Q adesh en las ciuda
previsto los oficiales. N o obstante el des de Yenoam, N ubes y H urenkeru,
ejército desem bocó en la llanura, al ciudades desconocidas. La segunda
sur de M egiddo, al caer la tarde (Q ui h a sido id e n tific a d a con N u h a sse
na = Wadi es-Sitt). Se acam pó y se (= H om s ?), y la prim era con un lugar
dio la orden general de prepararse al suroeste de Tiberias. Entre las gen
para el día siguiente m ientras el rey tes figuran 43 maryanu (nobles m ita-
despachaba todo lo necesario desde nios) y gran cantidad de esclavos y
su tienda. Se dieron las consignas de ajuares de piedras, plata y oro. F in al
«alerta» y el faraón recibió los infor m ente los egipcios recogieron la cose
mes de los oficiales de «sin nove cha de la llanura de M egiddo para el
dad». El día 15 de mayo de m añ an a rey y para el ejército.
se dio la orden de av an zar al ejército A partir de ahora las cam pañas no
con el faraón al frente m ontado en se exponen en los Anales con la m is
carro de electrum , form ado en tres m a extensión, quedando reducidas a
cuerpos, apoyando el ala sur en una m eras enum eraciones de tributos. La
colina al sur del arroyo de Q uina, la segunda tiene lugar el año 24, la ter
norte al noroeste de M egiddo. N o sa cera el año 25 dedicada a inspeccio
bem os el desarrollo de la batalla, pe n a r las conquistas de Siria. La cuarta
ro el fa raó n p revaleció co n tra sus se ha perdido. La quinta el año 29
enemigos, que salieron huyendo h a vuelve a la expansión m ilitar. Esta
cia la ciudad a b a n d o n an d o sus ca vez la expedición m ilitar conquista
rros de guerra. La encontraron con Z ahe (y Arvad). La expedición volvió
las p u erta s c e rra d as y fue preciso p or m ar con barcos posiblem ente fe
izarlo s desde las m u ra lla s p o r las nicios cargados de botín.
«chilabas». La ciudad hubiera sido La sexta expedición (año 30) fue
tom ada ya si el ejército vencedor no p o r m ar y desem barcó en Symira, el
se hubiera dedicado al pillaje. Cayó puerto m ás cercano a Q adesh, llegó a
en m anos del vencedor la tienda del esta ciudad, la tom ó, taló los árboles y
jefe con todos sus tesoros. H ubo que cosechó el grano. C ontinuó a Symira
sitiarla, porque «apoderarse de M e y Arvad. Rasgo típico de esta expedi
giddo equivalía a tom ar 1.000 ciuda ción fue la captura de los hijos de los
des», con u n a em palizada y fue obli jefes con un fin m uy concreto: «C uan
gada a rendirse p or ham bre. El p rín do m uere uno de los jefes, su M ajes
cipe de Q ad esh se escapó pero su tad hace que su hijo ocupe su lugar».
h arén cayó en m anos del vencedor, lo La séptim a cam paña (año 31) tuvo
m ism o que su arsenal de guerra, en p or escenario la costa: Ullaza tributo
total 340 prisioneros, 83 m anos de ca de los príncipes sum isos y la cosecha
dáveres, 2.041 yeguas, 191 potros, 6 de Retenu. Se incluye el tributo de
garañones, u n carro con su lanza de N ubia. La octava cam p añ a es la gran
oro, un bello carro con oro, pertene expedición de Tutmosis III el año 33.
ciente al jefe de M egiddo, 924 carros, E n ella se llegó al Eufrates donde p u
un a bella arm ad u ra de bronce del je so una estela al lado de la de su padre
fe de M egiddo, 200 cotas de m alla, Tutm osis I, después de haber cruzado
502 arcos, 7 vigas de m adera cubiertas
de plata de la tienda del jefe, 1.929 ca
bezas de ganado m ayor, 2.000 de ga
nado m enor y 20.500 cabezas de ga Egipto en la época de la X V III Dinastía
Egipto durante el Im perio Nuevo 21
MAR M EDITERRANEO
Askalon * Gezer
Karm Abu Girg
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Tangur O e s te .,
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Sedeinga
Gebel D o s h a ·.
Soleb
22 Akat Historia del M undo Antiguo
tinua rivalidad con M itani desde los lante del 4.° pilono, levantó el obelis
tiem pos de Tutmosis III había llega co de Letrán y decoró parte del citado
do a un impasse. Las sucesivas cam 4.° pilono. Dedicó atención a la zona
pañas que hem os n arrado reiterativa de M enfis y de él nos queda la estela
m ente no co nducían a una solución del sueño que citábam os al principio,
definitiva. A hora ante la ascensión de aparte de otras obras en la zona. En
los hititas y la debilidad del reino de A bydos, en D en d ala, en M edam ur
M itani obligaron a los rivales tradi tam bién se nota su actividad. C onti
cionales a buscar una aproxim ación nuó la obra de sus predecesores en
que después de largas negociaciones N ubia. Su tum ba en el Valle de los
de paz dio p or resultado un tratado Reyes y su tem plo funerario estuvo en
de paz con A rtatana de M itani. Com o la zona del Ram eseum .
era costum bre el acuerdo se selló con De su fam ilia conocem os la gran
el envío de una princesa m itani al h a esposa real W adit y esposas secunda
rén del faraón. rias a N ofretere y M utem uya, la m a
dre de Am enofis III.
b) Nubia:
U na inscripción de Cnossos en la 1.a
catarata relata una sublevación y su 7. Amenofis III
represión el año 8. (1386-1349 a.C)
c) Política interior: Su reinado es el m om ento del m áxi
Sus m onum entos son num erosos en mo esplendor de la cultura egipcia en
K arnak donde erigió un pórtico de todos sus aspectos. La riqueza acu
26 Aka! Historia d el M undo Antiguo
Busto de Akhenaton
Dinastía XVIII
M useo de El Cairo
A kal Historia d el M undo Antiguo
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construcción de un tem plo en K ar das luces im p o sib le. Sin em bargo
n ak d ed icad o al nuevo dios Atón. desde el punto de vista histórico, es
Según la inscripción, un tanto exage m uy significativo que sea el faraón
radam ente, se dice que fueron m ovili que por única vez en la historia de
zados todos los obreros desde E lefan Egipto se presente en los relieves co
tina hasta el D elta y los jefes del ejér m o un padre de fam ilia con su m ujer
cito p ara tallar piedra con el fin de y sus hijas. Tam bién es un dato, a mi
construir el gran santuario. El rey se juicio, de gran im p o rtan cia el que
da el título de gran sacerdote de Ha- ahora se em piece a utilizar la lengua
rakhte. De este tem plo no quedó pie vernácula o neoegipcio en la litera
dra sobre p ied ra, d estru id o p o r la tura oficial.
reacción de la época de T utankha- P ronto pensó en u n a ciudad nueva
mon. O tro docum ento de la tran si dedicada a A tón y para ello escogió el
ción a la nueva fe podem os verlo en lu g a r de el-A m a rn a s itu a d o en tre
la tum ba del visir R am ose, construi M enfis y Tebas, un paraje en la orilla
da en Sheikh ab d -el-G um a en la ori derecha que m ide unos 10 Km. de
lla izquierda de Tebas. Se convirtió a norte a sur y unos 4 Km. de este a oes
la nueva fe de A tón y en su tum ba te, form ando un anfiteatro rodeado
aparece el rey aco m p añado de la rei p o r m ontañas y abierto al río por el
na en la ventana de las apariciones, oeste. La ciudad se llam aría Akhet-
representados de u n a form a com ple Atón. H acia el año 5 de su reinado
ta m e n te n u ev a en el arte egipcio. cam bia el nom bre y se llam a Akhe-
P ronto será im itado en su atuendo n aton y al de su m ujer N efertiti le
por los cortesanos. Parece que la pues a ñ a d e el e p íteto de N e fe r N eferu
ta en m archa de la reform a se hizo en Atón. La ciudad se construye deprisa
su segundo año de reinado cuando su y a veces mal, a causa de la prisa del
padre Am enofis III celebraba su pri rey p o r habitarla. Algunos creen que
m er jubileo. La causa de su conver el rey huyó de Tebas el año 6 por in
sión es desconocida pero no podem os com patibilidad con el clero de A m ón
dejar de pen sar que se debió a una de Tebas, instalándose en el-A m am a.
profunda reconversión hacia una nue Pero parece que no fue tan tem prana
va visión del m undo en sentido de la héjira de A m enofis ni em pezó en
un a com unión con la realidad hasta tonces la persecución de A m ón y sus
ah o ra desconocida en Egipto. Esta devotos. Según C. A ldred ésta em pe
nueva concepción del m undo se ex zó el año 12, es decir a la m uerte de
presa en la literatura y en el arte. De Am enofis III su padre. Para otros hay
la prim era nos queda el gran Himno a que retrasar la fecha unos cuantos
Atón, y otras variantes m enores en las años. Se erigieron tem plos a Atón en
que se contiene u na creación literaria la m ayor parte de las ciudades egip
poética de las excelencias del disco cias, pero en ningún caso se logró que
solar, con tendencias hacia la univer d esap arecieran los cultos antiguos.
salidad y el m onoteísm o, ciertam en Probablem ente después del año 12 se
te ex ageradas p o r los autores m o desató u n a furia iconoclasta del rey
dernos. En el arte se ha dado rienda contra estos cultos, especialm ente los
suelta a tendencias que hasta ahora relacionados con A m ón de Tebas y
no h ab ían sido expresadas: un expre M ut, furia de lo que quedan restos en
sionism o desbordado principalm ente m ultitud de m onum entos. En las ins
en la figura del rey que tam bién ha crip c io n es se b o rró el n o m b re de
sido interpretado en función de una Am ón, p o r ejem plo en la estela de
patología que algunos autores m o Kamose. H asta en los m onum entos
dernos llegaron a diagnosticar com o que tenían el cartucho de su padre.
m al de Frohlich, lo que parece a to C uadrillas de fanáticos (zelotes les
Egipto durante el Im perio Nuevo 31
paña. El año 5 fue de gran actividad Ram sés II por el oeste en su cam pa
bélica. El rey hizo su gran expedición m ento con la 1.a división. Salvó la
asiática directam ente contra los hiti- situación la co lum na que venía de
tas. El ejército egipcio de unos 20.000 A m urru y evitó el desastre ju n to con
hom bres estaba form ado por cuatro la 3.a división. P arece que los c a
divisiones: Am ón en vanguardia, m an rros hititas al cabo de la jo rn ad a vol
dada por el propio rey, y las de Re, vieron a cruzar el río y esto perm itió a
P tah y la de Seth. Partió de Taru a fi los egipcios reagruparse en la m onta
nales de abril m arch ando por Palesti ña de Q adesh. Al día siguiente se re
na y la costa fenicia. D estacó un co n cibió una carta de desafío del rey hiti
tingente hacia Sum ura y el resto del ta, pero el ejército estaba asustado y
ejército cruzó hacia el este con Qa- aconsejó al faraón que lo m ejor era
desh com o objetivo. Prosiguieron la retirarse, y así lo hizo el rey con su in
m archa por la orilla derecha del Orón- fantería y su carrería, con los hitias
tes, u n a división detrás de otra. A la picándoles la retaguardia y saquean
altu ra de S h ab tu n a, la división de do la región aban d o n ad a, aunque in
Am ón, m an d ad a p o r Ram sés, cruzó capaces de aplastar a todo el ejército
el río hacia la orilla izquierda, por el egipcio.
vado que se encuentra a 7 Km. al oes A p e sa r del evidente fracaso la
te de Ribla; le seguían las divisiones c a m p a ñ a fue tra n sfo rm a d a p o r la
de Re y Ptah a poca distancia y m ás p ro p a g an d a oficial egipcia en u n a
lejos la de Seth. Pusieron rum bo al gran victoria: la cantó el Poem a de
norte dejando S hab tu na a la izquier P entaur y se grabó en Abydos, Ram e-
da. Por el cam ino h ab ían cogido dos seum , Luxor, K arnak, D err y Abu
espías enviados p or M uwattallish, que Simbel.
dieron el falso inform e de que el ejér El año 6 o 7 una nueva expedición
cito de hititas y aliados estaba en la llega a expugnar Ascalon sublevada.
zona de Alepo, o sea, en el norte de El año 8 Ram sés II se apoderó de una
Siria. C reyéndolo el faraón avanzó serie de ciudades de G alilea occiden
hasta la llan u ra al suroeste de Qa- tal: Kerpet, M erem , Sherem y la ciu
desh y allí m ontó su cam pam ento. La dad de D eper en Amor.
coalición hitita, calculada por Breas El año 10 vuelve a batallar en Siria.
ted en otros 20.000 hom bres, estaba Erige una estatua en N a h a r el-Qeb y
form ada p or N ah arin a, A rbad, Kar- «venció al hitita que estaba en los
kem ish, Kode, Q adesh, Nuges, Uga- distritos de la ciudad de Tunit, en el
rit, Alepo y M eshenata, todos ellos si país de N ah arin a, cuando no vestía
rios antiegipcios, asim ism o estaban su cota de m alla».
Kheta, Pedes, D erden, M esa, Kele-
kesh, Kezweden y Luka que eran hiti b) El tratado de paz:
tas y sus aliados de Asia M enor. U nos C ansados de guerras el año 21 se fir
exploradores egipcios atraparon a dos mó un tratado de paz que es u n m o
auténticos prisioneros enemigos, los num ento de m áxim o interés para la
cuales, apaleados, confesaron que el historia de las dos potencias. De él te
enemigo estaba realm ente detrás de nem os la versión egipcia en dos origi
Qadesh, es decir, en la «Q adesh an ti nales: en K arnak, en el m uro sur de la
gua», escondidos y preparados para gran hipóstila, y en el Ram eseum sólo
el ataque. En efecto atravesaron el río fragmentos. Tam bién apareció la ver
p or un vado al sur de Q adesh y ap a sión hitita, que por cierto no es una
reció la carrería en form ación de ata versión m uy literal. Resum im os sus
que cayendo sobre la 2.a división que prin cip ales cláusulas: Se hace una
iba m archando. U na vez arrollada és historia de las relaciones entre los dos
ta, los h ititas cogieron del revés a países, la paz, los tratados y la guerra.
Egipto durante el Im perio Nuevo 37
Se hace una declaración de paz d u ra entran en la m ism a dinám ica expan
dera para todas las generaciones. Se siva hacia el D elta pro b ab lem en te
renuncia a la conquista de Siria por em pujados por el ham bre. Ramsés II
am bas partes, estab leciéndose u n a alude en m uchos m onum entos a gue
frontera que no se explicita pero que rras libias y a prisioneros y cautivos
debe ir por donde estaba antes de la que trabajan en la construcción de
guerra. Reafirm ación del tratado de tem plos, por ejem plo en el de Wadi
Supilulium a. A lianza defensiva entre es-Sebua en N ubia. Sabem os ta m
el rey de Hati, a la sazón Hatusilis, y bién que construyo un cinturón de
el de Egipto, Ramsés. Egipto tendrá fuertes que ib an desde de R akotis
la cooperación de H ati para castigar h asta el A lam ein para proteger la
a los súbditos rebeldes, y lo m ismo en frontera occidental de Egipto. Por su
favor de H ati con la c o o p e ra c ió n cuenta actuaban piratas sh ard an que
egipcia. Se establece la extradición de hem os visto a com ienzos del reinado
fugitivos y em igrantes p o r am bas p a r y que algunos h an creído que estaban
tes. Se pone por testigos a los dioses y aliados con los libios. Esta hostilidad
se establecen sanciones para los vio libia iba a tener serias consecuencias
ladores del tratado y bendiciones p a en el reinado siguiente.
ra los que lo observen. F inalm ente un
anexo muy interesante en el que se d) Nubia:
exige buen trato para los extraditados Ram sés II habla de sus victorias en
una vez devueltos a su país de origen. N ubia pero no debieron pasar de pe
El tratado cum plió su com etido a queñas escaram uzas porque la paz
pesar de que Ram sés continuó p ro nunca fue tu rb ad a de u n a m anera
clam ándose «destructor de los hiti- notable. Se preocupó com o era cos
tas», etc. No obstante esta retórica b é tum bre de los pozos de Wadi el-Alaqi.
lica existieron buenas relaciones en Precisam ente N ubia es una de las re
tre los dos países. Ram sés TI se casa giones en que se m anifiesta más la
con una hija del hitita, M aat Nefrure, obra co n stru c to ra del rey: Beit el-
y es posible que con otra más, incluso Wali, G erf H ussein, Wadi es-Sebua,
es muy probable que se celebrase una Akstha, D err y A m ada. De especial
visita del rey hitita a la corte del fa interés es la g ran co n stru cció n de
raón. U n pseudo epígrafe de época Abu Simbel, una de las grandes m a
persa nos recuerda el envío de una es ravillas del arte egipcio, tanto el tem
tatua de A m ón a H itita para curar a plo grande com o el pequeño dedica
una cuñada de Ram sés II que estaba do a su esposa Nefertari, que parece
enferma. ser una princesa nubia.
Política interior:
La capital siguió estando en Pi-Ram -
sés, aunque tuvo un palacio en M en
fis. D ado el corto reinado del faraón
su labor constructiva no pudo ser de
m asiado im portante pero no obstante
term in ó u n tem plo em p ezad o p o r
La diosa Selket. Estatua pro ce d e n te del Ram sés II en H erm ópolis, quizá uno
tesoro de Tutankham on pequeño en D eir el-M edina y un san
Fin de la Dinastía XVIII tuario rupestre en Silsila.
M useo de El C airo Altos fun cio n ario s de su tiem po
fueron los visires Panehesi y Pense-
abierta de todos sus súbditos. Todas khm et, los virreyes de N ubia Khame-
las fuentes coin ciden en la alegría teteri y Mesesuit.
con que el país recibió la victoria so
bre los enemigos. La m ism a estela de
Israel dedica largas tiradas poéticas a
4. El final de la Dinastía XIX
describir la alegría y la paz después En el espacio de unos 20 años se su
de la victoria: «Los soldados yacen ceden los reyes A m enem es, Seti II,
durm iendo, y los exploradores de la Ram sés Siptah, M erenptah Siptah y
frontera están en el cam po según de la reina Tausret, de los que descono
sean. Los rebaños de la cam piña a n cemos incluso el orden de sucesión y
d an a su antojo, sin pastores... No hay los datos que de ellos poseemos, así
el sobresalto de un grito en la noche... com o las inscripciones de los m onu
Se va y viene can tando y no hay la m entos están en perpetuo conflicto
mentos del pueblo en duelo». de discusiones científicas.
Egipto durante el Im perio Nuevo 41
V. Dinastía XX
se agudiza el año 5 del reinado. Las viera preparado y arm ado para atra
inscripciones y representaciones del parlos como aves salvajes. El me dio
palacio-tem plo de M edinet H abu y el la fuerza para que mis planes se reali
papiro H arris nos dan un relato his zaran. Yo salí iniciado en estas cosas
tórico, lleno de soflam as p ro p ag an m aravillosas. Equipé mi frontera en
dísticas. que en m uchos casos dificul Zahi poniendo en frente de ellos gran
ta la correcta intelección de lo real des capitanes de infantería, maryanu.
m ente sucedido. Los libios vinieron a hice equipar las bocas de los ríos co
Egipto com o una gran m igración dis mo un fuerte m uro con barcos de
puestos a asentarse con sus jefes Ded, guerra, transportes y barcas. Estaban
M eshken, Meriey, W erm er y Them er, tripulados de proa a popa con valien
y avanzaron hasta M enfis y los oasis tes guerreros p o rtad o res de arm as.
al sur del Fayûm. D urante años de Eran lo .más escogido de todo Egipto,
vastaron las ciudades de Egwowe (po eran com o leones rugientes en las
siblem ente K anopos), con ellos ve cum bres de las m ontañas. La carrería
nían los meshewesh, los esbet, kehi- constaba de corredores, de hom bres
kesh, shai, los hes y beken. F ueron escogidos, de todos los carreros bue
vencidos por las tropas egipcias en un nos y capaces. Sus caballos se estre
lugar que desconocem os. Los que se m ecían en todos sus m iem bros dis
libraron de la m atanza fueron escla puestos a aplastar a los países extran
vizados con sus m ujeres y niños y jeros con sus cascos. Yo era com o
m arcados a fuego. Se les instaló en M ontu valiente puesto al frente de
fortalezas egipcias. Sus ganados se ellos para que pudieran contem plar
entregaron al tem plo de Am ón. Preci la lucha cuerpo a cuerpo de mis b ra
sam ente éstos serán los que al cabo zos. De los que alcanzaron mi fronte
de los años protagonicen la historia ra, su sem illa ya no existe, su corazón
egipcia en las D inastías XXII y XXIII. y su alm a desaparecieron para siem
pre jam ás, los que iban por mar, el
b) Los pueblos del mar: fuego todo estaba frente a ellos delan
El año 8 se produjo una gran inva te de las bocas de los puertos, un m u
sión: «En cuanto a los países extran ro de m etal sobre la playa les rodea
jeros hicieron una conspiración en ba. R echazados, derribados y tendi
sus islas. A u na los países se pusieron dos sobre la playa, m uertos y puestos
en m ovim iento, se dispersaron en son en m ontones de cabeza a rabo de sus
de guerra. N ingún país se m antuvo barcas y todas sus cosas echadas al
frente a sus m anos. E m pezando por agua».
Kheta, Kode, Karkemish, Arbad/A rza- Sobre este gran suceso histórico só
wa, Alasya, fueron devastados. Le lo dam os el texto porque en esta mis
vantaron un cam pam ento en un lu ma colección hay un trabajo específi
gar en A m or (Am urru). A solaron su co sobre los pueblos del mar.
gente y su país (dejándolo com o lo
que no existió nunca). El fuego les c) La segunda guerra libia:
precedía en su m archa hacia Egipto. Tres años después, el año 11, volvió a
Su núcleo principal eran los peleset, recrudecerse la guerra libia. Aliados
theker, shekerech, denien y weshesh. los libios y los m esheuesh se estable
Estos países estaban unidos y pusie cieron en Egipto saqueando las ciu
ron sus m anos sobre los países hasta dad es desde M enfis h a sta K erben
el círculo de la tierra; su corazón des (cerca de Abusir). Esta vez vinieron
cansaba y confiaba: ‘nuestros planes con ganados, carros, niños y todos
tendrán éxito’». Ante esta am enaza el sus enseres. Se citan otros cinco pue
faraón tom ó sus m edidas: «El dios blos aliados: los sbet, los keiykesh, los
señor de los dioses hizo que yo estu shay, los hes y los keke, que nos son
Egipto durante el Im perio Nuevo 43
cróplis de Tebas que vivían en la ciu la paz fue turbada por la llam ada
dad de Deir el-M edina se encontra conspiración del harén real. La reina
ron con que no recibían las raciones Tiy complotó contra el viejo rey para
necesarias para su subsistencia. La si poner en el trono a su hijo Pentaur,
tuación llegó a ser tan desesperada valiéndose del «jefe de la cám ara»
que se declararon en huelga e hicie Petekham ón y un tal Mesedsure. El
ron una m archa hasta el Rameseum método em pleado fue fabricar figuras
donde el visir Ta les dio parte de lo de cera en forma de dioses y hombres
debido que remedió la situación de para hacer daño a las gentes de la
momento, que más tarde habría de guardia, sin duda por un procedi
desembocar en otra huelga. miento de magia negra. En la conspi
Igualmente en estos últimos años ración participaron unas veinte per-
La reina Merit-Amon
Dinastía XIX. Reinado de Ramsés II
Museo de El Cairo
46 AkaI Historia del M undo Antiguo
so nas al servicio del faraó n , entre mo, incluso en el Egipto Medio, los
ellos el capitán de arqueros en N ubia mayores propietarios eran los g ran
y un co m andante del ejército llam a des tem plos de Tebas, H eliópolis y
do Peyes. Es posible que se preparase M enfis, y después innum erables pe
una revolución exterior. F ueron trai queños tem plos locales. Esto pudo in
cionados y juzgados por un tribunal fluir en una tendencia de la gente jo
form ado por catorce jueces entre los ven a refugiarse en la vida religiosa,
que destacan un libio, un licio, un si constituyendo u n a am enaza para la
rio (M aharbaal) y otro extranjero Ke- prosperidad del país y la autoridad
d en d en n a, lo cual revela el influjo del faraón. Igualm ente peligrosa fue
que tenían en la corte estas gentes ex la costum bre de que los jóvenes se
tranjeras, hecho que podría no ser dedicaran a la pequeña burocracia
ajeno a las causas de la conspiración. ab a n d o n an d o las profesiones de arte
Después de cuatro procesos se liqui sanos o m ilitares. N o podem os dejar
dó la conspiración con penas de m uer de añ a d ir la falta de botín que antaño
te, desorejam ientos y desnarigados. venía de las expediciones reales. Las
H ubo algunas absoluciones. No sa tro p as, in teg ra d as p o r extranjeros,
bemos nada de la suerte de la reina. acantonadas en el país, se dedicaban
El rey debió m orir du rante el proceso. a expoliar a los cam pesinos. Hayes
insiste en la pérdida de prestigio de la
realeza después de la crisis am árnica,
3. Los últimos ramésidas aunque este juicio habría que m ati
Poco sabem os de los 70 años finales zarlo m ucho p o rq u e figuras com o
de la D inastía XX. Ram sés IV reina 6 Ram sés II m antuvieron el prestigio
años y se esfuerza en em ular a sus de la m onarquía en alto grado. En lo
grandes hom ónim os sin conseguirlo. que creo que tiene razón es en el he
M andó com poner el papiro H arris e cho de que el trono estuvo ocupado
hizo u n a gran expedición al W adi por una «sucesión de siete piadosas
H am m am at para extraer piedra des nulidades», cuya única aspiración era
tinada a sus m onum entos que queda p re p a ra r sus tu m b as en B ioan el-
ron inacabados com o el gigantesco M oluk. Ram sés V reinó 4 años y m u
tem plo de Asasif. A p artir de él se rió de viruela. Ram sés VI era pro b a
acentúa la desintegración del estado blem ente hijo de aquel P entaur con
egipcio y no es fácil d ar una explica denado a m uerte en la conspiración
ción válida para la decadencia de un del harén. Ram sés VII no reinó más
estado tan viejo. Se ha pensado que de un año. Ram sés VIH logró siete
por estos finales del segundo m ilenio, años de gobierno pero poco más se
Egipto no se h ab ía incorporado a las puede decir de él. D urante el reinado
nuevas técnicas de la fundición del de Ram sés IX estalló el escándalo del
hierro que perm itieron a otros pue saqueo de las tum bas de la necrópolis
blos im portantes adelantos tanto en tebana que continuó durante los rei
el cam po de la guerra com o en el de n ados de R am sés X y R am sés XI,
la agricultura. Se ab an d o n an , no sa dando lugar a un proceso que se cuen
bem os cómo, las posesiones de Asia. ta de form a más novelesca que ju ríd i
La evolución interna dem uestra que ca en dos papiros, el A bbot y el Am
la propiedad de la tierra hab ía p asa herst. El hecho es significativo en
do, cada vez más, a poder de los tem m uchos aspectos: d eso rd en social,
plos. El papiro W ilbour, fechado el m iseria, aban d o n o del respeto al p a
año 4 de Ram sés V, es una especie de sado. Las im plicaciones de altos fun
catastro que registra las tierras desde cionarios en estos saqueos revela h as
C rocodilópolis (M edinet el-Fayum ) ta qué punto Egipto estaba cam ino de
hasta M inya. En él se puede ver có la disolución.
Egipto durante el Im perio Nuevo 47
zo de buscar apoyo en el ejército para m artillado del nom bre en las tum bas
construir un m undo de pensam iento o en los decretos com o el de H orem
ya no vinculado a la tradición. C on heb o el decreto Seti I de N auri, en los
todo esto desaparece un tipo de fun que las penas llegan hasta la esclavi
cionarios y en la época de H orem heb zación de los parientes. F inalm ente
la adm inistración sale del ejército y tenem os que decir que las biografías
de entre él extranjeros que se supo idealizadas de funcionarios que co
nen más afectos a la corona. Estos nocem os nos deja entrever un tipo de
funcionarios de nuevo cuño se fabri servidor del estado que está en la tra
can árboles genealógicos ficticios, por dición clásica egipcia. Debe ser refle
que en el fondo tienen aspiraciones xivo, exacto, incorruptible, sincero e
de perm anencia a la vez que se es inteligente. Precisam ente por la inte
fuerzan en dem ostrar que son egip ligencia es un hom bre controlado y
cios de pura cepa. que vence los im pulsos hum anos. El
En tiem pos de Ram sés II la nueva visir que no se enfada contra los que
c a p ita l de P i-R am sés, en el D elta piden con el corazón en la m ano, que
Oriental, agrupa un funcionariado tí no juzga parcialm ente o recibe co
pico porque los altos cargos no se en- rruptelas; el sacerdote que no mete el
tierran allí sino en sus provincias de diente a las ofrendas, o divulga los
origen, a diferencia de los de la p ri misterios; el escanciador, callado, due
m era época de la D inastía XVIII que ño de sí y amistoso. Se pregunta Helck
se enterraban en la necrópolis teba- si no se tratará m ás de obligación o
na. C ontinúa la extracción m ilitar de fachada que de un ideal de servicio.
ellos. A consecuencia de la falta de La educación del funcionario en los
una clase productora de fam ilias de buenos tiem pos se hace por el m agis
funcionarios es la intervención de los terio del padre y que después se susti
«senescales reales» en la corte, que tuye por las «enseñanzas». Sin em
desem peñan papeles m uy variados, bargo la realidad es m uy distinta de
lo que lleva a H elck a h ab lar de una todo este bello ideal. Algunos visires
«dirección com isarial» de los servi se dejan sobornar por un pobre tra
cios. E n consecuencia ya no hay, o bajad o r que le regala 6 esclavos.
hay cada vez m enos, heredabilidad
de los cargos.
En todo caso hay que tener presen
1. El faraón
te que en Egipto el rey es en últim a El faraón sigue siendo el dueño abso
instancia el que concede el em pleo y luto de Egipto, el que gobierna todo el
quien derriba al funcionario que pier im perio con poderes absolutos. La
de su confianza. En la época ramési- teología política de la época le hace
da conocem os visires que fueron de hijo corporal de los dioses, especial
puestos p o r cau sas insignificantes, m ente de Am ón, y vive en contacto
com o un presunto juicio injusto con con ellos sirviendo de enlace entre la
tra un obrero de la necrópolis o un divinidad y sus súbditos. Ya nos he
atentado contra los derechos del tem mos referido a un tipo de faraón que
plo de Athribis. A veces la desgracia se produce en la época tutm osida, fa
afectaba a todo un grupo de funcio raón m uy preocupado por el ejército,
narios. Com o ocurre con Tutmosis III al que dirige en las cam pañas exterio
co n tra los h o m b res del círculo de res, dado al deporte y a las artes de la
H atshepsut. Tam bién influyen las ri guerra. Pero no hay que olvidar que
validades Tebas-M enfis, burocracia- la ideología faraónica exige que dedi
ejército que p o d ían costarle al funcio que gran parte de sus recursos no sólo
nario el cargo, la hacienda e incluso a las obras civiles, sino a testim oniar
la vida. Esto está claro cuando se ve el su devoción a los dioses m ediante la
Egipto durante el Im perio Nuevo 49
erección de grandes templos, dota lar tendrá grandes propiedades, pala
ción de ellos, y piedad manifiesta en cios, tesoros que estudiarem os en otro
la celebración de grandes fiestas reli apartado. Junto al rey, la reina, la
giosas. Hay que destacar en esta épo «gran esposa real», con su casa y sus
ca el carácter m ilitar de la m onarquía propiedades personales, ocupa un lu
egipcia que se m anifiesta en la eleva gar destacadísimo en la corte. A un
ción al trono de soldados distingui que de m anera extraoficial participa
dos. El rey es el propietario teórico de en m ultitud de asuntos del estado co
todo el suelo egipcio pero en particu mo ocurría con las grandes dam as de
MAR MEDITERRANEO
éAshdod
•Askalon
\ Samarinud eí-Balamun · G a*»
I aoo Mariat SEBENNYTOS Tell el-Rubca
Lago Mariat Qa θ). Η · «Mendes «el-Arish
SAIS · / « · Teli el-Faram a / PELUSIUN
ÑAUKPATIS \ Τθ|* et-Helr/Mtgdol
Kom 8,l,d >B1|be|s Νβ « Τ
•Tell el-Yahudiya
Abu Rawash»,Ausim Kabret *Kubr¡
Giza J . _ , . «Qulzun
Saqqara IM it Rahina
MENFIS
Umm el-Sawan Minas de Gytsum
H a w a ra . «>Abusir el-Meleq
• Ihnasya el-Medina
Oasis Bahariya
* «el-Saeikh Fadl
MAR ROJO
•G irga
ABYDOS· Dendara . W adi Fawakhir
K a rn a k . o if· Wadi
el-Qasr · Gebel el-Tier M ediA Ím a n ? ; ^ M* Hai^ ní? r!lat H
• T n w ív Na9 ° el-M adam ud
Oasis el-Dakhla * HIBS Luxor TEBAS
* Qasr el-Ghueida Esna* . e|_Kab
Edfu*
Oasis el-Kharga Nagc el-Hasaya oeste .
* Wadl el-Shatt el-RIgal * · Gebel el-Silsila
ELEFANTINA
Turnas
Wadi el-Carab
* Karanog
50 AkaI Historia del M undo Antiguo
tos que recibía el estado y que incluía pertenecen al faraón o al estado. Los
los productos del país, excluidos los templos, grandes propietarios, serán
granos, incluidos los procedentes de tratados en un estudio de esta m isma
N ubia y Siria. Conocem os im puestos serie dedicado a la religión.
de oro, plata, cobre y vestidos, im Digamos para em pezar que en Egip
puestos por esclavos, im puestos p ro to Antiguo no hay un concepto elabo
bablem ente sobre el ganado y por las rado de propiedad com parable al que
tierras. No poseem os ninguna repre elaboró el derecho rom ano pero para
sentación gráfica del tesoro pero se entendernos de alguna m anera po
puede pen sar que serían grandes al díam os utilizar el que los juristas ro
m acenes en los que había de todo. m anos acuñaron bajo el título de po-
C osas tan variadas com o incienso, ssesio con todos los problem as que
aceite, vino, algarrobas, sandalias, tex ello plantea. E m pezarem os por las
tos, papiros, telas, m adera y carbón, propiedades del rey. El rey era un
pieles, colm illos de elefantes, metales gran propietario de tierras en Egipto,
nobles, etc. Todo era ad m in istrad o m uchas de ellas tenían palacios con
p or un «director del tesoro» que de sus servicios, constituyendo algo así
pendía directam ente del visir. En el com o grandes latifundios. Estas tie
Im perio Nuevo no hay casas del teso rras reciben el nom bre de per del rey
ro «provinciales» pero sí se habla de correspondiente. O tras palabras sim i
una casa del tesoro en N ubia. Este o r lares com o perit significan los pala
ganism o em pleaba a m ultitud de es cios y sus pertenencias. E ran adm i
cribas. A través de él se dirigían las nistrados estos bienes por el mer per,
em presas com erciales especialm ente com o cada uno de los latifundios y la
las del extranjero. sum a total de las posesiones del rey
las adm inistra el mer-per-ur. Las rei
nas tienen sus fincas propias y su ad
6. Administración de las m inistrador propio, incluso conoce
ciudades y de sus distritos mos fincas propiedad de las concu
D esaparecidos desde h acía m ucho binas m itanis de los faraones. Hay
tiem po los nom os com o unidad ad pocas referencias a propiedades de
m inistrativa quedan ahora com o n ú príncipes aunque existieron.
cleos fundam entales las ciudades re Tam bién los organism os de la ad
gidas por un «gobernador» o hati-á. m inistración poseen cam pos propios,
C om o centros ad m inistrativos más en tanto que órganos del estado, así
im portantes en el Im perio Nuevo ci por ejem plo el visirato, el tesoro y la
tarem os de sur a norte: Elefantina, oficina del tesoro e incluso los «puer
El-Q ab y H ieracóm polis, Esna, Te tos del faraón». Estas tierras y sus
bas, A ntayopolis, N eferusi, H ardai, productos están destinados a alim en
Seper-Meru, burgo de A nayna, Hera- tar el personal que trabaja en otros
cleópolis,Men-Ur, Afroditópolis, Mei- organism os.
dum , Menfis, Sile y los oasis. U na categoría curiosa de propieda
des son los llam ados «cam pos del fa
raón» que son cam pos propiedad del
7. Administración del estado que son adm inistrados por el
campo gobernador del lugar donde se en
cuentran ubicados.
Un país com o Egipto, de econom ía La casuística de la adm inistración
fundam entalm ente cam pesina, ofrece del cam po incluye otros tipos de tie
un interés especial para el estudio del rras poseídas de m anera sim ilar por
problem a de la propiedad de la tierra organism os de todo tipo o individuos
y la adm inistración de los bienes que dependientes del estado, o m ilitares
52 Akat Historia del M undo Antiguo
gen extranjero de las fuerzas represi tadas en com unidades propias dota
vas del estado, y en cierto aspecto nos das de tierras, siervos y ganado de
recuerda a los arqueros escitas em donde sacaban su subsistencia. Estas
pleados por la democracia ateniense tierras perm anecían vinculadas a la
y las cohortes germánicas de algunos familia mientras que un miembro de
emperadores romanos. Parece que el ella abrazase la profesión de las ar
estado desconfía de sus propios súb mas. De este modo se formó una cla
ditos para controlar el orden interno se m ilitar egipcia que tuvo una im
y acude a bárbaros asimilados. El co portancia capital dentro del estado y
m andante general era el ur em meshay que a la larga se transform ó en una
con el rango de com andante. Esta po especie de casta, tom ando esta pala
licía guardaba el orden en las ciuda bra en un sentido muy amplio. Pero
des, patrullaba en el desierto m ante además como hemos repetido varias
niendo el orden en todo el territorio veces los faraones utilizaron a los al
egipcio. tos m andos del ejército para los altos
U n capítulo especial merece la im cargos de la adm inistración. En m u
portancia social y política del ejército chos casos se trataba de viejos com
del Imperio Nuevo. Dentro del país pañeros de armas y que como tales
las tropas y sus familias estaban asen gozaban de la confianza del soberano.
final del Im perio Nuevo no se incor quearon sistem áticam ente Palestina,
pora a la nueva m etalurgia del hierro, Siria y N ubia. En estas expediciones,
lo cual, a la larga, fue un desastre p a com o hem os visto, el ejército egipcio
ra su porvenir histórico. Se explotó el se apoderaba de todo lo que encon
oro en sus yacim ientos tradicionales traba, desde u n a copa labrada hasta
de Wadi el-Alaqi y la Alta N ubia, has el ganado m enor. Todo ello era envia
ta tal punto que Egipto fue segura do a Egipto para increm entar el teso
m ente el país m ás rico en oro de toda ro real y el de los templos, especial
la antigüedad oriental. Basta echar m ente el de Am ón de Tebas. En la
una ojeada al tesoro de T utankha- m ism a línea hay que contar el tributo
m on y a la correspondencia de Tell que pagaban anualm ente estos países
el-A m am a para darnos cuenta de la del Im perio, cuyo destino era similar.
abu n d an cia de oro, p or no citar el p a
piro Harris, que, aún adm itiendo las 7. Manufacturas
exageraciones propias de todo lo egip
cio, registra enorm es sum as de oro Egipto fue un país de excelentes arte
que llegan a docenas de toneladas. La sanos que transform aban las m ate
plata poco ab u n d an te procedía, co rias prim as, producidas o im porta
mo parte del oro, de los botines de das, en m agníficos utensilios y en
guerra y se em pleaba en la fabrica bellísim as obras de arte que son el
ción del electrum, tan repetidam ente asom bro de los arqueólogos y de los
citado en los textos religioso-políti curiosos que las contem plan en los
cos. Todo ello era un m onopolio real. m useos. D otados de u n a hab ilid ad
fuera de lo com ún, los artesanos egip
cios fabricaron de todo, desde los p a
4. La madera lacios y tum bas hasta las más toscas
País deficitario en m adera, fue necesa cerám icas de cocina. Si com param os
rio im portarla, sobre todo en sus espe los productos del Im perio Nuevo con
cies nobles, del Líbano, de Siria y de los del Im perio M edio, notam os ense
Alta N ubia y de m ás al sur. Ya hem os guida una diferencia que consiste en
visto que una de las funciones del visir una pérdida de la sobria elegancia
era el control de la tala de árboles. característica de los pro d u cto s del
Im perio M edio en beneficio de una
5. Canteras elegancia más sofisticada tendente al
m anierism o del Im perio Nuevo. Hay
T am bién era m onopolio real la ex más lujo y m ás abundancia, pero las
tracción de pied ra p ara los m o n u formas se disparan en busca de la ele
mentos. A lo largo de la historia n a gancia en sí, y todo ello es consecuen
rrativa, hem os tenido ocasión de re cia de una clientela m ás num erosa
gistrar la ap ertu ra de can teras p o r con gustos m ás estandarizados. Este
orden del faraón. Expediciones m ili proceso se nota con especial claridad
tares se ad en trab an en el desierto, a en la joyería. Las formas son más au
veces cientos de kilóm etros, para po daces, pero m enos «clásicas». A pare
ner en explotación las fam osas cante ce un gusto especial por lo exótico,
ras de Silsila, G ebelein, A ssuan o las consecuencia de u n a población más
cercanas de Tura. com pleja y en contacto con otros p u e
blos de sensibilidad artística diferente.
6. El botín de guerra. No podem os aquí hacer una enu
Tributo m eración com pleta de los oficios del
Im perio Nuevo, pero tenem os que ci
D u ra n te los añ o s gloriosos de los tar algunos. Los carpinteros que ap a
T utm osidas las arm as egipcias s a recen con sus sierras en los relieves;
Egipto durante el Im perio Nuevo 59
los pescadores con sus redes llenas de oro, colm illos de elefante, plum as
peces; los m etalúrgicos con escenas de avestruz, esclavos, ganados, éba
variadas en las que soplan en el crisol no, etc. A N ubia se exportaba toda
y sus colegas que elaboran hachas, clase de productos egipcios, necesa
anillos, cuchillos, etc.; los tejedores rios para la vida civilizada de los nu
con su telar horizontal; los ceram is blos y sobre todo de los egipcios asen
tas con su torno y sus vasijas alinea tados en la región.
das; los trabajadores de piedras duras El com ercio m editerráneo adquiere
y su típico buril; los pastores, boyeros, gran im portancia en la zona del Egeo,
cazadores, pajareros, bataneros, ces es decir, Creta, C hipre y la costa sirio-
teros, alpargateros, etc. La construc palestina. M enos desarrollado está el
ción ocupaba una gam a muy com pli com ercio con Libia, a través de la
cada de trabajadores que conocem os costa y los oasis. La arqueología des
especialm ente por los restos de D eir cubre en todos los yacim ientos de es
el-M edina, la ciudad de la orilla iz tas áreas fundam entalm ente cerám i
quierda de Tebas, donde residían los ca. Pero sabem os que Egipto exce-
obreros de las tum bas del Valle de los d e n ta rio en trigo, ce b a d a , p ap iro ,
Reyes. Allí se alojaba toda una com u telas de lino, exportaba estos produc
nidad interesantísim a com puesta por tos m ientras que im portaba m adera,
arquitectos, pintores, dibujantes, gra resina, plata y cobre.
badores, canteros, albañiles, esculto De todos m odos el tráfico com er
res, etc., que p lan tean problem as so cial m ás intenso era en el interior con
ciales y hasta crean un arte propio, a el Nilo com o arteria fundam ental, el
veces discordante de las rígidas n o r cual a su vez canalizaba los produc
mas del arte oficial. tos que venían de Asia o de Nubia.
R eatas de asnos tran sp o rta b an los
8. Comercio productos a cortas o largas distancias
por tierra hasta que se em barcaban
El com ercio egipcio no es com ercio en los puertos fluviales.
del tipo del griego, ni siquiera del fe No conocem os en detalle el sistema
nicio. Es un com ercio en gran parte de intercam bios. En u n a cultura que
estatal, aunque existió sin duda el co desconoció la m oneda acu ñ ad a, el
m erciante que llevaba y traía géneros trueque debió desem peñar un papel
p o r su propia cuenta. En el capítulo im portante. No obstante en esta épo
del comercio estatal destaca ante todo ca se acentúa el uso de una econom ía
el com ercio de Biblos y del Punt, que p re-m o n etaria, u tiliza n d o el cereal
hem os docum entado en detalle al tra (trigo), el oro y m ás tarde la plata, el
tar del reinado de H atshepshut. De prim ero en m edidas y los metales en
allí se traía incienso, ébano, ganado, peso que se calculaba en deben (95,3 g.)
colm illos de elefantes, pieles de p a n y kite (9,35 g., o sea la décim a parte).
teras, esclavos y a cam bio se les daba Es curioso que en m uchos casos se
m anufacturas egipcias, especialm en trataba de m edidas m eram ente teóri
te hachas, adornos personales y un cas sin presencia real del metal.
sin fin de baratijas. Lo m ism o pode Si intentam os h ab lar de econom ía
mos decir del com ercio con N ubia, en general, de riqueza y pobreza en
realizado a través de los puestos fron térm inos com parativos direm os que
terizos y de las fortalezas de la región. la riqueza egipcia era m uy superior a
Este se hacía especialm ente por el río la de los estados contem poráneos y lo
Nilo. Paralelam ente hay que citar el siguió siendo hasta el Im perio R om a
gran cam ino caravanero del D arb el- no. Pero esto no quiere decir que no
arbail que corría p o r el desierto occi sufriera alteraciones a veces graves.
dental hasta Egipto. De N ubia venía D ependía de la crecida anual del Ni-
60 A ka l Historia d el M undo Antiguo
menos en suficiente m edida para evi dad está el faraón, su fam ilia y los
tar catástrofes de ham bre. Al m ism o m ás allegados. R ecordam os que el tí
tiem po se eq u ilib rab an las diferen pico faraón del Im perio N uevo tiene
cias entre el Alto Egipto m enos pro un talante m ilitar y deportivo, ade
ductivo y el Bajo Egipto con m ucha más de sus tradicionales poderes semi-
m ayor tierra cultivable. Así m ism o divinos, es lógico que su corte sea
los organism os de la A dm inistración más variada que las antiguas. C om
poseían tierras para el pago de sus pañeros de arm as y de diversiones
funcionarios. Esta econom ía despóti cinegéticas, acceden a él con m ayor
ca explica, en parte, la construcción facilidad. Al m ism o tiem po en los
de ciudades com o el-A m am a o la in harenes reales aparecen ju n to a las
m ensa obra llevada a cabo en la zona herm anas-esposas, princesas extran
de Tebas o las construcciones de Nu~ jeras llevadas a consecuencia de tra
Obreros de la construcción.
Tumba de Rekhmire
Tebas. Epoca de Tutm osis Ili
D inastía XVIII
drían añadirse los grandes sacerdotes Finalm ente, los esclavos. Es un te
de Tebas, H eliópolis y M enfis, si bien ma debatido el de si en Egipto hubo o
sus características propias serán tra no esclavitud en el sentido greco-
tadas en otro apartado de esta colec rom ano de la palabra. N osotros cree
ción. mos que no y esto por varias razones
Ya en una escala inferior p o d ría de las cuales la prim era y m ás im por
mos situar a una inm ensa m ayoría de tante es que tam poco hubo hom bres
personas que constituyen lo que p o libres en el sentido greco-rom ano de
dría (si-hubiera alguna equivalencia) la palabra. En ningún caso se llegó en
llam arse clase m edia, que a su vez se Egipto a la anulación de la personali
subdividiría en innum erables catego dad ju ríd ica del hom bre con tanta
rías, porque en ella h ab ría que incluir crudeza com o en el m undo greco-
tanto a los sacerdotes m enores de los rom ano. Pero ello no nos autoriza a
tem plos, los funcionarios de m enor p en sar que la suerte del esclavo egip
condición (escribas, m iem bros de las cio fuera mejor. Creem os que la dife
«Casas de la Vida»), artistas distin rencia fundam ental es la falta de una
guidos, artesanos cualificados. Algu teoría jurídica sobre el status libertatis.
nos poseen tierras, otros no. En un De todos m odos la esclavitud egipcia
status sim ilar podem os situar a los es un hecho atestiguado en el Im perio
m ilitares de cierto rango que recibían Nuevo y fue fom entada por las con
tierras para su sustento. Ellos consti quistas exteriors y las razzias que se
tuían un ejem plo raro en Egipto de hacían continuam ente en N ubia. Los
p osibilidad de ascensión social. Su esclavos podían ser vendidos pero no
status no es claro, pero en general el p erd ía n la cap acid ad de poseer su
uso hacía que pudieran en ajen ar sus propio pecurio.
parcelas. En general la sociedad egipcia, al
D ebajo, el inm enso artesanado de go m ás móvil en esta época, no deja
todos los oficios. En igual situación de ser una sociedad som etida a u n ré
contaríam os a los soldados rasos, que gim en despótico que no se plantea
aparecen en el papiro H arris, vivien p roblem as auténticam ente sociales.
do en aldeas propias, con tierras d o En las grandes ciudades, Tebas, M en
nadas por el faraón, en tanto que un fis, Pi-R am sés, en las ciudades de
m iem bro de la fam ilia prestara servi provincias, las gentes viven con arre
cio de armas. Ni que decir tiene que a glo a cánones tradicionales, con esca
lo largo del Im perio N uevo el núm ero sas posibilidades de crearse su propio
de extranjeros m ilitares se acrecienta destino. Sólo cu a n d o se rom pía el
considerablem ente. equilibrio económ ico, es decir, cu an
Y en lo m ás bajo de la escala social do el faraón no da las raciones a los
de ho m b res libres o sem ilibres, el trabajadores de D eir el-M edina sur
cam p esin ad o egipcio. Parece cierto gen las huelgas y las protestas. El
que a lo largo de la historia de Egipto egipcio nunca se planteó el problem a
se produjo un fenóm eno de aum ento de su propia individualidad.
de la dependencia del cam pesinado A unque no es propio de este ap ar
que pasa a vincularse al terreno que tado, no podem os dejar de registrar
cultivaba e incluso puede ser trasla un hecho nuevo que se produce ah o
dado de un cam po a otro cuando éste ra y que es consecuencia de toda la
pertenece al faraón o a un organism o. evolución social de la época: aparece
Esta masa cam pesina está som etida a la piedad personal, el único cam ino
la corvada o trabajo obligatorio. Sin que le quedaba al egipcio de afirm ar
em bargo pueden tener tierras propias se, pero lo hacía poniendo todo el én
y gozan de toda la capacidad jurídica fasis en su vinculación directa con los
que su hum ilde condición les permite. dioses.
Egipto durante el Im perio Nuevo 63
Bibliografía
Montet, P.: El Egipto Eterno, M adrid, G u a Smith, W.S.: The Art and Architecture o f
darram a, 1963. Ancient Egypt, H arm ondsw orth, 1981.